New Ϡ Anecdotario · 2020. 3. 21. · Anecdotario 9 Verano TOMAMOS SOL en la playa y después lo...
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QuarksEdiciones digitales
Anecdotario
Ricardo Bugarín
Anecdotario
Colección Ciudadano mínimo
2
Anecdotario
Ricardo Bugarín
Anecdotario © Ricardo Bugarín © Quarks Ediciones Digitales Edición Digital, 2020. Lima, Perú. Ilustración de portada: Antonio Paz Fernández. Diseño de portada: Antonio Paz Fernández. Diseño de interiores: Louis Guerra Valdivia. Editado por:
E-mail: [email protected] Web: http://quarksedicionesdigitales.wordpress.com Facebook: Quarks Ediciones Digitales Twitter: @quarksedicione1 Instagram: quarks_ediciones_digitales
Anecdotario por Ricardo Bugarín se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
Para Gloria Ramírez Fermín en las tierras de México
y por los aires de Colombia.
Anecdotario
9
Verano
TOMAMOS SOL en la playa y después lo guardamos en el cesto
junto a los restos de comida y otros elementos. Advertimos que
ya no hay espacio para el protector y las cremas mientras el
periódico del día no nos entra ni siquiera plegado. Avanzamos
por la duna y oímos la voz de nuestro hijo que, en su particular
manera de preguntarlo todo, nos dice: ¿no será mucha luz para
meterla toda en casa?
Ricardo Bugarín
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Amor en origami
NOS EXTENDIMOS sobre el pasto (con cierto recelo a la savia) y
comenzamos a plegarnos a modo de serpentina con la intención
de alcanzar ese estadío de la ansiedad que te explota como
volantines de colores.
Nos agarró la lluvia y quedamos más arrugados que papel
mojado. Nos recogimos a tientas y partimos apresurados en busca
de resguardo. Hubiera sido preferible intentarlo en el balcón. El
amor en origami precisa tiempo, serenidad y deleitación.
Anecdotario
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Almuerzo
ME DA MIEDO el puré de papa. Tan blanco, tan acicalado, tan
personal como nalga de bebé bien empolvada. Me provoca
estupor de infancia y me da temor que en cualquier momento se
le ocurra una sublevación o revolución indoamericana y se
desbarranque del plato y sea un zafarrancho el mantel y toda la
mesa.
Prefiero un vaso con agua y que todo el resto sea
imaginación culinaria.
Ricardo Bugarín
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Physique du Rôle
LO LLAMAMOS WILLY por el simple hecho de querer parecernos
extranjeros. Es hijo del viejo Tell y heredero de una antigua
estirpe de ballesteros que ha ido sumando, con el tiempo, una no
desconocida fama.
La infancia era ya casi un recuerdo y la preadolescencia
había ido marcando diferencias. Con calzas y chaquetón, esa
situación, se robustecía hasta el hartazgo y el carácter se había
modulado a lo que perfilaba la aptitud de sus consanguíneos.
Las tardes ya no tenían la inocencia de otrora y el grupo
se había ido diezmando pero la historia, como toda tradición, se
mantiene en su fidelidad incólume. Hay sí, algunos cambios,
algunas mínimas modificaciones: ahora me toca a mí, hacer de
manzana.
Anecdotario
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Placebo
PASEANDO POR LA REGIÓN, llegó a un espacio de aires
aquietados, luz tenue, aromas sosegados, en que el trayecto
ofrecía algunas alternativas. Pensó un instante al mismo tiempo
que deshacía el esbozo de una duda y decidió avanzar hacia la
derecha y seguir la flecha de neón que indicaba: duodeno.
Ricardo Bugarín
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Grito en el cielo
CUENTA el Libro Mayor (aunque nunca supimos cuál era ese libro)
que cuando las tortugas despierten, desde el centro de la tierra, se
habrán de sacudir hasta las montañas más altas y se habrán de
abrir hasta los mares más profundos. Cuenta, además, que las
tortugas están allí todas calladitas pero, cuando ese día despierten,
con sus bramidos habrán de cubrir todo el orbe conocido. Será
entonces cuando nosotros pegaremos el grito en el cielo pero
todo será como un intento mudo. Nadie escuchará. Nadie vendrá
por un rescate. Y todos los muertos -hasta los muertos- querrán
escapar de sus prisiones soterradas. Tal vez entonces se quiera
escribir un nuevo libro. Tal vez entonces comience el paraíso.
Anecdotario
15
Perder la cabeza
DICEN QUE cuando Beatriz de Día se enamoró de Raimbaut de
Orange, vibraron todas las comarcas conocidas. Se dice, también,
que de todas partes venían a conocer esas novedades que, si bien
eran ocultas, eran ansiadas por damas y señores de los más
variopintos lugares. Hubo una abadesa que logró reunir los folios
y ocultar las flautas -instrumentos precisos para los menesteres
del amor- y es de allí donde hoy podemos conocer estos
prodigios. Cuando nos sobreponemos al occitano y nos dejamos
llevar por A chantar m'er de so qu'eu no volria, todo alcanza el colorido
de esos bosques, la fecundidad de esos viñedos y el surgir calmo
de las aguas. Dicen las historias, además, que cuando cambiaron
los aires, la abadesa perdió la cabeza a culpa de los tormentos de
su mente, de la voluptuosidad de sus remilgos y de la
concupiscencia atribuida a sus afanes y entusiasmos. Hoy Beatriz
de Día es un recuerdo, de la abadesa no se registra ni su tumba,
los pueblos han cambiado y el amor sigue siendo eterno aunque
esto implique, algunas veces, perder la cabeza.
Ricardo Bugarín
16
Terapia
DESPUÉS DE LA DUODÉCIMA SESIÓN, con esa voz pausada y
delicada de facultativo universitario, le recomendó “tal vez
intentar con un pequeño huerto, con un jardín a gusto, sea
beneficioso para usted. Llenarse de tierra y de esperanzas es muy
apropiado en estos casos”. Sopesó la enumeración de tareas
sugeridas: cavar la tierra, hurgar en su interior, aspirar el vaho
germinal de la vida, sembrar, plantar, regar, podar, quitar malezas
y cosechar, en tiempo justo, lo alcanzado como un premio
sabroso y perfumado de la vida.
En el comienzo fueron los tomates, las berenjenas, los
cebollines de delatores aromas. Después vinieron las zanahorias y
las lechugas arrepolladas. Nada de eso fue suficiente. Nada
alcanzó lo deseado. Entonces fue que toda aspiración viró hacia
las flores. Aparecieron los paños de narcisos, los senderos de
gladiolos y los bordes de hortensias hasta que una mañana lo
encontramos agónicamente volcado sobre un surco y su espalda
se nos presentó como todo un territorio de malvones. Hicimos
los trámites de rigor y al extendernos la certificación, el
facultativo, con esa voz pausada y delicada de profesional
universitario, nos dijo: “se hizo, botánicamente, todo lo posible”.
Anecdotario
17
Para una historia del arte
EL DÍA que los ángeles decidieron realizar una huelga de alas, no
solamente Dios se enojó muchísimo y ofendido y se encerró bajo
llave en el Paraíso, sino que los artistas los suplantaron por
arcángeles, querubines y otras especies más elaboradas. Todo
marchó bien hasta que vino a surgir la novedad de la Abstracción.
Desde entonces cada cosa es de color y forma de acuerdo al cristal
con que se mire. Hoy un ángel puede ser una mancha y Dios un
hueco inmenso o pequeño de acuerdo del lado que uno se pare.
En la justificación, está la esencia.
Ricardo Bugarín
18
Bruta realidad
EN ESTOS TIEMPOS tan materialistas, de venta on line y diversos
dineros, pareciera que los sueños fueron asesinados por tanta
impiedad humana y se nos hace cuesta arriba poder encontrar un
fauno con quien compartir la siesta.
Anecdotario
19
Cuestión de olfato
OLOR. Olor a dedo. Olor a dedo de mano. Olor a dedo de mano
trabajadora. Olor a dedo de mano trabajadora en descanso. Olor
a dedo de mano trabajadora en descanso ocioso. Olor a dedo de
mano trabajadora en descanso ocioso de complaciente instinto.
Se podría avanzar así de manera titubeante pero, a estas
alturas y atendiendo las urgencias de la feligresía, basta decirlo de
manera rápida y grosera: Olor non sancto.
Ricardo Bugarín
20
Como aferrados a un rencor
NADA más espeluznante que una noche de tormenta con espejos
y en una casa deshabitada. Después, el guión puede ser deficiente
y las actuaciones desparejas, pero ¿quién abandona su butaca? Y
allí nos quedamos aferrados a los apoyabrazos de los asientos
como aferrados a un rencor, esperando que llegue la última
muerte. Y allí padecemos coagulados de sangre desconocida,
atrincherados, expectantes, arriesgando ser tomados por testigos
y llevados a un juicio de opinión para terminar afirmando, contra
toda publicidad interesada: mala, mala, mala, película mala y de
pésima dirección. ¡Un terror de película!
Anecdotario
21
Papilla
BUSCAMOS EN EL MERCADO un buen atado de lexemas, de los
más frescos y nutritivos de última cosecha, y preparamos un puré
suave, consistente y atractivo al paladar. Lo lubricamos y/o
humectamos con una buena cuota de semas que fuimos
introduciendo con delicado batido envolvente y, una vez
alcanzada la homogeneidad deseada, lo colocamos en un plato
hondo. Elegimos en este caso, por ser su preferido, el que trae un
elefantito azul que lleva un globo en su trompa. Y con
cucharaditas cariñosas lo fuimos alimentando hasta dejarlo ahíto.
No intentamos lograr un Chambers, un Diderot, ni siquiera un
castizo Covarrubias o Nebrija, pero tenemos la esperanza de
alcanzar un espécimen, lo bastante preparado, como para que nos
ilumine y nos saque de nuestra genealógica ignorancia.
Ricardo Bugarín
22
Al borde de las lágrimas
EL SONETO y la sonata retomaron sus habituales paseos a la vera
del río. Todo hacía suponer que esa historia había terminado. Una
amalgama de arpegios y endecasílabos se habían solazado en
difundir determinadas maledicencias que se forjaron para
provocar la disolución del vínculo. Un final de cuarteto esdrújulo
y un scherzo mal atemperado, habían colaborado en tales
circunstancias. Todo parecía pronto a eclosionar hasta que la
oportuna intervención de un opus puso cada cosa en su lugar. De
ahí nos viene, entonces, la emoción que introduce el arpa cuando
oímos “al anochecer el río con su cándida plata la luna envuelve…” y nos
tomamos de las manos y, ensimismados, permanecemos al borde
de las lágrimas.
El arte emociona, siempre emociona.
Anecdotario
23
Nube propia
CON UNA TAZA DE TÉ se dilucidó su futuro. Ahora sabía que
habría ser escritora, que conocería el mundo, que sería traducida
a treinta y siete idiomas, que los hombres que se cruzaría en el
camino le habrían de hacer las más diversas propuestas aunque
no todas de imprenta. La pitonisa, masas mediante, le confirmó,
incluso, que sería longeva. Buscó su cartera, pagó lo que debía y
salió a la calle ensimismada, inmersa en una nueva nube de ilusión.
No vio el balcón que se desplomaba.
Índice Verano…………………………………………….…..9 Amor en origami………………………………………10
Almuerzo…...…………………………………………11
Physique du Rôle…….……………………………...…12
Placebo……………………….……………………..…13
Grieto en el cielo………………….…………………....14
Perder la cabeza…………………….………………….15
Terapia………………………………………..…….…16
Para una historia del arte………………………...……..17
Bruta realidad………………………………………….18
Cuestión de olfato……………………………................19
Como aferrados a un rencor…………………………...20
Papilla………………………………………………....21
Al borde de las lágrimas………………………………..22
Nube propia…………………………………………...23
Esta edición digital de Anecdotario, de Ricardo Bugarín, se terminó de
diagramar y editar el 22 de marzo de 2020,
octogésimo primer día del año, fecha en que se conmemora el
nacimiento de Guillermo I, emperador alemán.
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Ricardo Bugarín(General Alvear, Mendoza - Argentina, 1962)
Escritor, investigador y promotor cultural. En poesía ha publicado Bagaje (1981). En microrrelato publicó Bonsai en compota (2014), Inés se turba sola (2015), Benignas Insanías (2016) y Ficcionario (2017). Textos de su libro Bonsai en compota fueron traducidos al francés y publicados por la Universidad de Poitiers (Francia). Sus últimos textos fueron recogidos en Los pescadores de perlas. Antología de microrrelatos de Quimera, compilación de Ginés Cutillas (2019).
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