Welfare Effects of Residential Water Metering: A ... · demanda mensual de agua por persona, α es...
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Welfare Effects of Residential Water Metering:A Simulation Exercise
Andrés ChambouleyronIERAL de Fundación Mediterránea y
Universidad Nacional de Córdoba
% (051) 726525 / 6325) Juan del Campillo 394, Córdoba (5001)
e-mail: [email protected]
Abstract
The goal of this paper is to conduct a simulation exercise to study the impact ofresidential water metering on consumers’ welfare. To that purpose an importantassumption is made: The company´s revenues from its residential customers remainsconstant after the installation of meters in all dwellings and after the change in the rateregime. The simulation results show: firstly, a fall in the agregate level of consumersurplus; secondly, the proportion of families gaining from the regime change fallsrapidly as the number of occupants per dwelling increases and, lastly: the regressivebias of the new tariff regime is aggravated as the volumetric charge increases and thefixed monthly charge falls.
JEL Classification: L95 Córdoba, September 1997
2
LA MICROMEDICIÓN DEL CONSUMORESIDENCIAL DE AGUA POTABLE Y SU IMPACTO
SOBRE EL BIENESTAR DE LAS FAMILIAS:UN EJERCICIO DE SIMULACIÓN
Andrés ChambouleyronIERAL de Fundación Mediterránea y
Universidad Nacional de Córdoba
% (051) 726525 / 6325) Juan del Campillo 394, Córdoba (5001)
e-mail: [email protected]
Abstract
El objetivo del presente trabajo es realizar un ejercicio de simulación para estudiar elimpacto de la micromedición del consumo residencial de agua potable sobre elbienestar de las familias. Para ello se hace uso de un supuesto importante: lafacturación de la empresa para el sector residencial se mantiene constante luego dela instalación de medidores en todos los inmuebles y del cambio tarifario. Losresultados de la simulación indican: primero, una caída en el excedente agregado delconsumidor; segundo, la proporción de familias que gana con el cambio de régimentarifario disminuye rápidamente con el número de ocupantes por inmueble y tercero,el sesgo regresivo del nuevo régimen tarifario se acentúa al incrementarse el cargovolumétrico y caer el cargo fijo mensual por inmueble.
Clasificación JEL: L95 Córdoba, Setiembre de 1997
3
I. Introducción1
Fijar un precio para un recurso natural como el agua no es una tarea sencilla. En
primer lugar, porque es difícil establecer cuánto están dispuestos a pagar los usuarios por
el servicio, segundo porque es difícil asignarle un costo de oportunidad al agua y después
porque el consumo de agua involucra externalidades que no son fáciles de cuantificar. Un
consumo excesivamente bajo pone en peligro la salud de la población, y puede contribuir
a la dispersión de enfermedades. Por otro lado, un consumo excesivamente alto de agua
puede provocar una caída en el nivel de las napas freáticas y los diques de embalse,
poniendo en peligro la continuidad del servicio principalmente en zonas áridas.
En ninguno de estos dos casos, el mercado asigna los recursos en forma eficiente.
Al consumir agua el usuario no tiene en cuenta el impacto de su propio consumo ni sobre
la disponibilidad del recurso ni sobre el consumo de los demás. Si el consumo residencial
de agua no está gravado (por litro o por metro cúbico), el usuario no tiene ningún incentivo
para cuidarlo y en consecuencia consume hasta saciarse e incluso incurre en derroche.
En estos casos los precios actúan indicándole al consumidor la mayor o menor
abundancia relativa de un recurso determinado. En épocas cuando el recurso es escaso
(sequía) su precio debería ser mayor para racionar el consumo y reflejar la situación de
escasez relativa.
El precio que refleja los recursos que la sociedad debe comprometer para la
producción de una unidad adicional del agua es el costo marginal. Si la sociedad está
dispuesta a pagar el costo de producir y distribuir el último metro cúbico de agua,
entonces este debe ser producido, de lo contrario no.
¿Qué conceptos abarca la definición de costo marginal? Por supuesto el costo de
extraer el agua, potabilizarla, distribuirla, recolectar y tratar el efluente, pero además, el
costo de oportunidad del agua gastada (caída en el nivel de las reservas). El concepto de
4
costo marginal es difícil de cuantificar fundamentalmente cuando hay límites en la
capacidad de prestación del servicio, indivisibilidades en la expansión de la capacidad, o
cuando hay estacionalidad en la demanda. Es por esta razón que generalmente no se
adopta como regla para la tarificación del servicio de agua potable.
La literatura sobre las tarifas del servicio de agua potable se divide en tres grandes
grupos. El primero comprende los estudios sobre tarifas óptimas y su implementación,
teniendo en cuenta los problemas de indivisibilidad en las inversiones y estacionalidad en
la demanda. En este grupo se incluyen World Bank (1977), Zapata (1981), Albouy (1983),
OECD (1987) y Spulber (1994). Estos trabajos acentúan la necesidad de tarifar el servicio
a costo marginal (de largo plazo) y la de hacer una evaluación económica de la
instalación de medidores en el consumo residencial.
La decisión de medir el consumo residencial de agua debe provenir de un análisis
costo-beneficio que involucre tanto a la compañía como a los usuarios del servicio y a las
posibles externalidades en el uso del fluido. En términos generales, será conveniente
instalar un medidor residencial si la reducción en los costos de producción de agua
(consecuencia de la reducción en el consumo), son lo suficientemente altos como para
compensar al usuario por la reducción en su nivel de utilidad, y además, para solventar la
compra, instalación y gastos de lectura y mantenimiento de los medidores.
El segundo grupo de la literatura trata justamente la conveniencia o no de instalar
medidores en las viviendas como un paso previo a la tarificación a costo marginal. Si bien
los resultados no son categóricos, en general se recomienda la instalación de medidores
como una forma de optimizar el uso de recursos eliminando el derroche. Dentro de esta
óptica se encuentran World Bank (1977) y OECD (1987).
El tercer grupo de trabajos considerados y en el que este se encuadra, es el que
busca evaluar el impacto de la micromedición sobre los usuarios. Una vez hecha la
evaluación económica sobre la conveniencia o no de instalar medidores y adoptada la
5
decisión de hacerlo, se procede a cobrar el servicio por volumen consumido. Este cambio
genera un importante efecto redistributivo, ya que los usuarios pasan de pagar el servicio
en función de las características físicas del inmueble (superficie, superficie cubierta etc.) a
una modalidad que grava el consumo real. Así una familia que habita una casa pequeña,
de bajo valor de mercado y con varios ocupantes puede ver un considerable aumento en
el valor de la factura mensual tras el cambio de régimen tarifario. Por otro lado, una familia
que habita una casa amplia, de alto valuación comercial y pocos ocupantes recibirá una
factura mensual menos abultada.
Si bien esto permitiría eliminar los subsidios cruzados que han plagado esta
industria en Argentina, y cobrar el servicio en función de sus costos reales de prestación,
al momento de seleccionar las tarifas a cobrar no se puede ignorar el impacto que
pueden tener sobre los usuarios del servicio.
Uno de los pocos trabajos que ha estudiado este problema es Rajah y Smith
(1993). Este trabajo se centra en el impacto del cambio de régimen tarifario sobre los
ingresos de una muestra de usuarios en Inglaterra, y encuentra que la incorporación de la
micromedición tiene un efecto negativo sobre las familias más numerosas y positivo
sobre los inmuebles con un ocupante, o sobre las familias sin hijos. El trabajo supone que
el consumo de agua permanece constante luego de la micromedición (lo cual hace no
conveniente la instalación de medidores ex-post), y además que los ingresos de la
compañía se mantienen constantes luego del cambio tarifario. Si bien los supuestos son
algo fuertes, los resultados del estudio captan la esencia del problema y la ilustran
claramente.
El enfoque adoptado por el presente trabajo es diferente, y básicamente pretende
responder los siguientes interrogantes: Cuánto pagaba cada familia antes de la
micromedición y cuánto pagará después, quién ganó y quién perdió, y cuánto dinero en
cada caso. Para ello se hará un ejercicio de simulación usando una función de distribución
6
de los valores de facturas mensuales de agua según el número de ocupantes de la
vivienda. Basado en la distribución del número de personas por hogar en el Gran Córdoba
en mayo de 1995, se determina el número de familias (y personas) que ganan y que
pierden con la micromedición, usando tarifas que mantienen constante la facturación de la
empresa para el sector residencial.
Los resultados confirman el espectro de ganadores y perdedores de Rajah & Smith
(1993). El porcentaje de ganadores cae rápidamente a medida que aumenta el número de
ocupantes por casa y además, como consecuencia de la micromedición, hay una
importante caída en el excedente agregado del consumidor, pérdida que se acentúa al
incrementarse la tarifa por volumen.
El resto del trabajo se organiza de la siguiente forma: En la sección II se comienza
el análisis desde una situación en que los medidores ya están instalados y se estudian las
tarifas que mantendrían constante la facturación de la empresa y su impacto sobre el
excedente agregado del consumidor. En la siguiente sección y en base a una función
distribución de facturas según el número de habitantes por inmueble, se hace una
evaluación del impacto del nuevo régimen tarifario (medido) sobre los usuarios. Luego de
hacer un análisis de sensibilidad de los parámetros supuestos, se concluye indicando la
necesidad de hacer un cuidadoso estudio costo-beneficio para establecer la necesidad de
medir el consumo de agua y la de realizar un estudio del impacto del nuevo régimen
tarifario
II. El impacto de la micromedición sobre los usuarios
Una vez instalado el medidor, se producirá una caída en el consumo de cada
usuario que dependerá de la función de demanda supuesta. Usando una función de
demanda por usuario del tipo w a e a( ) = α β donde a es el cargo volumétrico, w(a) es la
7
demanda mensual de agua por persona, α es su consumo máximo (para a = 0) y β es un
parámetro relacionado con la elasticidad de demanda de agua (ε = β a). La función de
demanda por inmueble con n ocupantes será de W a n e a( ) = α γ β , donde γ < 1 y
representa la porción del consumo que es función de n (consumo e higiene personal).
Nótese que el consumo medio por ocupante cae con n ∂∂
γ βγ αW an
am 1 n e( ) ( )= − <− 2 0 .
Antes de la instalación del medidor, cada vivienda paga un cargo fijo h función de
las características físicas de la vivienda (superficie, antigüedad, zona, etc.), pero
totalmente independiente del consumo real de agua y de la cantidad de personas que
habitan el inmueble. El excedente de los consumidores que habitan esa vivienda estará
dado por la siguiente expresión:
(1) EC( ,h) W x dx h n e dx h n hx00 0
= − = − = − −∞ ∞
∫ ∫ ( ) α αβ
γ β γ
Una vez introducida la micromedición, la misma familia empezará a pagar un cargo
volumétrico de a pesos por litro de agua más un cargo fijo mensual igual a m pesos. Este
último contribuirá a la compra, instalación y lectura del medidor a fin de mes. El excedente
de la misma familia ahora es:
(2) EC a m W x dx m n e dx m n e ma
x
a
a( , ) ( )= − = − = − −∞ ∞
∫ ∫ α αβ
γ β γ β
Luego de la instalación del medidor, esta misma familia sufrirá una variación en el
excedente del consumidor de sus n integrantes igual a (2) - (1) = (3)
(3) ∆EC n h n 1 - e h ma( , ) )= + − ( αβ
γ β
8
En otras palabras, una familia de n integrantes que antes de la medición pagaba
una factura mensual de h pesos, y después paga una tarifa de a pesos por litro
consumido más un cargo fijo de m pesos por mes verá variar su excedente según (3).
La ecuación (3) revela que para un n constante, a mayor h, mayor será el
incremento de excedente. Es decir que para un cierto número de ocupantes n , mientras
mayor sea la factura que se pagaba antes de la medición, mejor resultará el cambio de
régimen tarifario. Más formalmente ∂∆∂
EC n hh n constante
( , )= > 0 .
Siguiendo la misma lógica, para h constante (para todas las casas que pagaban h
pesos por mes antes de la medición) mientras más residentes haya por casa, menos
conveniente resulta el cambio de régimen tarifario, o ∂∆∂
EC n hn h constante
( , )= < 0 , ya que
empezarán a pagar por un consumo que es proporcional al número de habitantes del
inmueble.
La variación agregada de excedente del consumidor se obtiene sumando
(integrando) (3) sobre usuarios (facturas mensuales) hasta obtener (4)
(4) ∆EC M H M 1 - e H mNa( , ) )= + − ( αβ
β donde M n Nii
N
i==∑ γ
1
La variable H representa la facturación total de la empresa concesionaria antes de la
instalación de los medidores para el sector residencial en un mes, y N es el número total
de inmuebles
III. El impacto sobre los ingresos de la compañía
Los ingresos de la compañía antes de la micromedición son independientes de la
cantidad de agua realmente producida. Sólo dependen de la cantidad de inmuebles
conectados a la red de agua potable y de sus características físicas. Después de la
9
medición, los ingresos por inmueble y su variación con respecto a la situación anterior se
indican en (5) y (6)
(5) r a m n a e ma( , ) = +γ βα (6) ∆r n h n a e m ha( , ) = + −γ βα
Los valores agregados correspondientes a toda la población servida se indican en
(7) y (8)
(7) R a m M a e mNa( , ) = + α β (8) ∆R M H M a e N m Ha( , ) = + − α β
Nuevamente, en (6) se ve claramente que para toda vivienda con n habitantes los
ingresos futuros de la compañía caen a medida que aumenta la factura mensual h ó
∂∆∂
r n hh n constante
( , )= < 0 . Contrariamente, tomando un h constante y aumentando el número
de ocupantes de las viviendas que pagaban ese valor, se ve que los ingresos potenciales
de la compañía aumentan con la micromedición, ∂∆∂
r n hn h constante
( , )= > 0 .
En resumen, la instalación de medidores beneficiará a la compañía en aquellos
inmuebles que pagaban antes un bajo h pero que tienen un alto número de ocupantes.
Obviamente, lo contrario ocurrirá para los usuarios del servicio: una casa con un bajo h y
un n alto será la más perjudicada con el cambio tarifario
Comúnmente en los pliegos de licitación del servicio de agua potable y cloacas se
especifica que la introducción de la micromedición en el consumo de agua potable debe
resultar neutra para la compañía concesionaria del servicio. Esto implica que esa
compañía no debe experimentar cambios en sus ingresos a consecuencia del cambio
tarifario, y las tarifas que puede cobrar están acotadas por esta restricción2. Tomando (8),
10
igualando a cero y despejando el cargo fijo m, se pueden identificar los pares de a y m
que dejan R(M,H) constante:
(9) m h a e pRa
∆ = = −0
~ α β
donde: p = M / N y ~h = H / N ó facturación anterior promedio por inmueble
Diferenciando (9) con respecto a la tarifa volumétrica a se puede determinar la
pendiente de la curva, ∂ ∂ α ββm a p e 1 aR
a∆ = = − +
0 ( ) e igualando esta expresión a cero
se obtiene el valor de a, am = - 1 / β que minimiza el cargo fijo mensual m,
m h p emin = −~( / )α β y que mantienen la facturación de la compañía constante.
De la misma manera se pueden encontrar los pares de m y a que mantienen
constante el excedente del consumidor agregado antes y después de la micromedición,
tomando (3), igualando a cero y despejando m se obtiene,
(10) m h p 1 - eECa
∆ = = +0 ( ~
) /α ββ
Nuevamente diferenciando con respecto a a se obtiene la pendiente de la curva m =
m (a) que mantiene EC(H,M) constante, ∂ ∂ α βm a p eEC
a∆ = = −
0 .
El Gráfico 1 ilustra las curvas m m a y m m aR EC∆ ∆= == =0 0 ( ) ( ) y las tres
regiones delimitadas,
Gráfico 1: Facturación y excedente del consumidor
11
Restando (10) de (9) y diferenciando con respecto a a se ve que la diferencia entre
m m a y m m aR EC∆ ∆= == =0 0 ( ) ( ) aumenta al hacerlo a con lo cual las dos curvas se
separan monotónicamente:
(11)∂
∂ α β β( )m ma
a p eR EC a∆ ∆= =− = − >0 0 0
Las curvas ∆R(H,M) = 0 y ∆EC(H,M) = 0 dividen el plano (m, a) en tres áreas, por
encima de la curva ∆R(H,M) = 0, los valores de m y a generan un ingreso en exceso al
que la compañía tenía antes de la micromedición, pero al mismo tiempo generan una
caída en el excedente del consumidor agregado (∆R(H,M) > 0 y ∆EC(H,M) < 0). Este
área está vedada por las condiciones de estabilidad de ingresos impuestas a las
compañías concesionarias en los pliegos de licitación. La segunda área (sombreada)
corresponde a las combinaciones de m y a que generan una caída en los ingresos de las
compañías, y otra en el excedente del consumidor agregado (∆R(H,M) < 0 y ∆EC(H,M) <
0), lo cual no es aceptable para ninguno de los dos grupos. La tercer área (por debajo de
la curva de ∆EC(H,M) = 0) es donde se producen fuertes caídas en los ingresos de la
compañía y ganancias en el excedente del consumidor (∆R(H,M) < 0 y ∆EC(H,M) > 0).
m
a am = - 1 / β
mmín
∆EC (M,H) = 0
∆R (M,H) < 0 y ∆EC(M,H) > 0
∆R (M,H) > 0 y ∆EC(M,H) < 0
∆ R (M,H) = 0
∆R (M,H) < 0 y ∆EC(M,H) < 0
mmáx = H / N
12
Otra vez, las condiciones de concesión del servicio le garantizan a la compañía la
estabilidad de ingresos, por lo cual esta última área no sería factible.
Del análisis anterior se desprende una conclusión importante: en la práctica el único
sector factible del plano (m, a) será el correspondiente a los puntos que se ubican sobre
la curva ∆R(H,M) = 0, y esto generará además una caída en el excedente del consumidor
agregado. ¿De qué magnitud? Los valores de a y m que maximizan el excedente del
consumidor (o minimizan la caída) son a = 0 y m = H / N3 (ver gráfico 1), es decir las
tarifas cobradas por la compañía antes de la micromedición y que además son
incompatibles con la viabilidad de introducir la micromedición. Si a = 0 no hay reducción
en el consumo de agua, no hay reducción en los costos variables de la compañía, no hay
incremento en los ingresos y, por lo tanto, la micromedición no es socialmente
conveniente.
A modo de conclusión preliminar se puede indicar que la condición necesaria (pero
no suficiente) para que la micromedición sea socialmente conveniente es que el cargo
volumétrico a sea mayor que cero con lo cual la caída en el excedente agregado del
consumidor puede ser importante.
IV. Ganadores y perdedores
Retomando (3), y recordando que ∂∆∂
EC n hh n constante
( , )= > 0 y que
∂∆∂
EC n hn h constante
( , )= < 0 , se puede igualar (3) a cero y despejar un h* que se llamará umbral
y separará (para cada valor de n) las viviendas (y sus habitantes) que se beneficiarán con
la micromedición de las que se perjudicarán.
13
(12) h m n 1 e a* ( )= − − γ βαβ
Dado que ∂∆∂
EC n hh n constante
( , )= > 0 , todos los inmuebles con el mismo número de
ocupantes n cuya factura mensual (antes de la micromedición) h sea mayor a h* verán un
incremento en el excedente de los consumidores que las habitan. Lo contrario ocurrirá
con aquellos inmuebles con n ocupantes, cuya factura mensual sea menor a h*.
Para realizar el cálculo anterior es necesario especificar una distribución de
frecuencia de h (valor de la factura mensual del servicio de agua) condicional en el valor n
(número de ocupantes del inmueble). Para ello se define la función de distribución f (h / n)
con densidad acumulada (probabilidad) de F (h / n). En otras palabras, F (h* / n) será la
probabilidad de que h tome un valor menor o igual a h* dado un número n de habitantes
por inmueble. Igualmente F (h* / n) dará la proporción de inmuebles con n ocupantes
cuyas facturas (antes de la micromedición) sean inferiores o iguales a h*, o asimismo, 1 -
F (h* / n) dará la proporción de inmuebles con n ocupantes cuyas facturas sean
superiores a h* (quienes se beneficiarán con la medición del consumo). La variable h
tomará un valor mínimo de 0 (cero) y uno máximo de h .
Para medir el total de los inmuebles (y sus ocupantes) beneficiados con la
micromedición, se parte de n = 0, se calcula el h* correspondiente y luego se mide la
proporción del total de inmuebles con 0 ocupantes (terrenos baldíos) cuyo h se ubica
entre h* yh, a saber
(13) Para n = 0 y de (12) h m( )*0 = con lo cual N N dF h
nh
h
( ) ( )*
( )( )
0 0 0
0
+== ∫
14
Donde N ( )0+ es la cantidad de inmuebles con h entre h* y h y además con n = 0
(sin ocupantes). N(0) es la cantidad total de innmuebles con n = 0 ocupantes.
Para n = 1 y de (12), h m 1 e a( )* ( )1 = − − 1 γ βα
β por lo tanto,
(14) N N dF hn
h
h
( ) ( )*
( )( )
1 1 1
1
+== ∫
Para n = 2 y de (12), h m 2 1 e a( )* ( )2 = − − γ βα
β por lo tanto,
(15) N N dF hn
h
h
( ) ( )*
( )( )
2 2 2
2
+== ∫ y así sucesivamente
. . . .
. . . .
. . . .
Para n = i y de (12), h m i 1 eia
( )* ( )= − − γ βα
β por lo tanto,
(16) N N dFi ih
n ih
h
i
( ) ( )*
( )( )
+== ∫
El proceso continúa hasta que h*(n ) = h, es decir hasta que el valor de factura
mensual que separa a ganadores de perdedores se iguale al valor máximo de factura.
Para calcular el total de ganadores se suman todas la ecuaciones desde (13) a (16) para
obtener la siguiente expresión,
(17) N N N dFii
n
ih
n ih
h
i
n
i
+ +
==
== =∑ ∫∑( ) ( )
*
( )( )
0 0
Un diagrama de flujo ilustra el proceso iterativo descripto,
15
start
stop
Asimismo, el número de personas que pasa a estar mejor luego de la
micromedición se puede calcular fácilmente con una leve modificación de (17)
(18) M i N i N dFii
n
ih
n ih
h
i
n
i
+ +
==
== =∑ ∫∑ ( ) ( )
*
( )( )
0 0
Es decir, simplemente multiplicando el número de inmuebles por el número de
ocupantes de cada uno (para cada valor de n) se obtiene el total de habitantes que
mejoran su excedente del consumidor con la micromedición.
V. Un ejercicio de simulación
Dado que no se dispone de la distribución de valores de facturas mensuales h para
cada número de ocupantes por vivienda f(h / n), se procedió a suponer una función de
distribución que tratara de reflejar la situación real. La estructura tarifaria actual grava el
i = 0
Calcular h*(i)
Calcular N+(i)
h*(i) < h ?
N+(i) = N+
(i) + N+(i-1)
i = i +1
si
no N+ = N+
(i)
16
valor de la propiedad en función de su superficie y su antigüedad como una variable proxy
del valor de mercado de la vivienda, por lo tanto es de esperar que una familia de altos
ingresos (con menor número de integrantes), pague más por el servicio de agua que una
familia de bajos ingresos (con más integrantes). En otras palabras, es de esperar que el
valor de la factura media caiga a medida que aumenta el número de personas que
habitan el inmueble, más formalmente ∂∂
~hn 0< .
Una función de distribución con esa característica (y además fácil de manipular
matemáticamente) es:
(19) fn
h1
hh
hn
n( ) ( )= + − + − θ θ 1 con densidad acumulada igual a
(20) F 1 - 1hh
hn
n( ) ( )= − + θ con F 1 y F 0hn
hn( ) ( )= == 0
Donde n es el número de habitantes por inmueble, h es el valor de la factura
mensual, θ es un parámetro y h es el valor de la factura máxima. Puede demostrarse que
el valor esperado (factura media) de (20) es E h hn( ) = + θ y que ∂
∂ θE h
nh
n 0( )( )= − <+ 2 .
Gráfico 2: Función de densidad acumulada
17
El Gráfico 2 ilustra la función de probabilidad (20) para diferentes valores de n y
para un valor de θ = 1. Se puede ver claramente que a medida que el número de
ocupantes de la vivienda aumenta, la factura media cae. Una vez más, esto pretende
captar el sesgo “progresivo” del actual régimen tarifario de subsidios a favor de los
estratos de ingresos más bajos, que son supuestamente los de mayor número de
ocupantes por vivienda .
Para completar el cálculo es necesaria la distribución de hogares por número de
personas por vivienda. Afortunadamente, la Encuesta Permanente de Hogares (EPH)
provee dicha información. El Cuadro 1 ilustra la distribución de viviendas (con agua
corriente) por número de ocupantes para la ciudad de Córdoba de mayo de 1995 y el
Cuadro 1: Distribución de los hogares por número de integrantes, Gran Córdoba, Mayo de 1995
No. de cantidad de cantidad
18
habitantesdel hogar
hogarescon aguacorriente
totalde hogares
1 43,638 43,6382 77,720 78,0063 63,473 63,4734 64,371 64,3715 43,814 44,1086 29,639 30,2037 11,670 11,9718 5,236 5,2369 3,796 3,79610 1,751 1,75111 1,444 1,73812 294 29413 0 014 575 575
Total 347,421 349,160
Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea en base a datos de la EPH (Mayo 1995)
Cuadro 2 ilustra todos los supuestos de cálculo relacionados con la compañía
concesionaria.
Cuadro 2: Valores supuestos para la simulación
variable valor supuestoM = Σi ni
γ Ni 823,306N (Número de inmuebles) 374,421hmedia (factura media mensual) 7.84 [$ / mes conexión]H (facturación mensual = hmedia * N) 2,722,956 $p (habitantes por casa, M / N) 2.37α (consumo máximo de agua ) 6,000 [litros / mes persona]γ (consumo función de n) 0.7ε (elasticidad de demanda = β a ) - 0.1a (cargo volumétrico por litro) de 0.0001 a 0.002 $ / litroβ ( para a = 0.0001 $ el litro) -1000
19
Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea
El número de usuarios del servicio M y el número de inmuebles conectados a la red
de agua potable fueron obtenidos de la EPH y se ilustran en el Cuadro 1. La facturación
mensual de la empresa concesionaria se obtuvo multiplicando el valor de la factura media
por el número de conexiones (N). La factura media se obtuvo a partir de un promedio
ponderado de E(h) = h / (n + θ) para un h de 30 $ / mes y un θ = 1 y usando como
ponderadores la cantidad relativa de inmuebles para cada uno de los valores de n (ver
Cuadro 1).
(21)~
( )( )hNN
hi 1
i
i
n
= +=∑
0
El consumo de saturación (máximo) por persona está dado por la ecuación de
demanda para a = 0, o w (a = 0) = α. Como el precio del agua es cero (antes de la
medición), el usuario consume agua hasta que su utilidad marginal es igual a cero.
Suponiendo un consumo máximo promedio de 400 litros de agua por persona por día más
un promedio de pérdidas del 50%, se fijó el parámetro α en 200 litros / persona día o 6000
litros / persona mes.
El consumo residencial de agua potable es inelástico ya que se trata de un recurso
indispensable y esencial. Las estimaciones empíricas de este parámetro varían entre -
0.005 y -0.3 (OECD 1987 pp.50) con variaciones según la época del año (verano -
invierno) e incluso del momento del día. En este trabajo se usó un valor de -0.1 para
simplificar el análisis, pero queda indicado que el valor real de la elasticidad puede ser
diferente.
Para el cargo volumétrico por litro a se usó un rango que va de 0.0001 $ / litro a
0.002 $ / litro ó más simplemente, de 10 centavos el metro cúbico a 2 pesos el metro
20
cúbico. Por lo general, estos cargos fluctúan entre 10 y 90 centavos el metro cúbico
(Rivera, 1996), con lo cual el supuesto se ajusta bien a la realidad.
Por último para el parámetro β, que se obtiene empíricamente a través de una
estimación de una función de demanda tipo log-lineal, se dividió el valor de la elasticidad
por el valor tarifario más bajo (a = 0.0001 $ / litro).
Todos los pares de (a,m) que se utilizaron para la simulación cumplen con la
condición de neutralidad de ingresos de la concesionaria, es decir aquellos valores que
cumplen con (8) = 0. Se tomaron diferentes valores de a (entre 0.0001 y 0.002, pasando
por el valor de a que minimiza el cargo fijo m, que es a = 0.001 $ / litro) y para calcular el
m que mantiene la facturación de la empresa constante, se utilizó (9).
Contando ya con los pares (a,m) necesarios, el próximo paso en el cálculo fue
determinar los valores de h* (12) o valores umbral para cada n (desde cero hasta
catorce). Inmediatamente después se calculó la proporción de personas por arriba del
umbral (que pagaban entre h* y h), y por debajo del umbral (que pagaban entre cero y
h*). Con la ayuda de (20),
(22) (i)*
dF dF dF 1 dF 1 F 1hh
hn
h
h
hn
h
hn
h
hn
hh
ni n
i
i
i( ) ( ) ( ) ( ) ( ) ( )( )*
( )*
( )* ( )
*
∫ ∫ ∫ ∫= − = − = − = − +
0 0 0
θ
Multiplicando (22) por el número de inmuebles (del Cuadro 1) para cada valor de n y
para θ = 1, se obtiene la cantidad y proporción de viviendas (personas) que ganan con la
micromedición.
Cuadro 3: Ganadores con la micromedición (a = 0.0001 [$ / lt] y m = 6.55 [$ / mes] )
n h* F( hmáx - h*) Ni Mi Nmejor Mmejor Hi ∆ECi(% mejor)
0 6.55 0.78 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00
21
1 7.12 0.58 43,638.00 43,638.00 25,377.95 25,377.95 654,570.00 343,778.00
2 7.48 0.42 77,720.00 155,440.00 32,881.65 65,763.31 777,200.00 195,961.00
3 7.78 0.30 63,473.00 190,419.00 19,091.57 57,274.72 476,047.50 (17,966.00)
4 8.06 0.21 64,371.00 257,484.00 13,473.37 53,893.47 386,226.00 (132,468.00)
5 8.31 0.14 43,814.00 219,070.00 6,253.55 31,267.75 219,070.00 (145,139.00)
6 8.55 0.10 29,639.00 177,834.00 2,829.19 16,975.14 127,024.29 (126,461.00)
7 8.78 0.06 11,670.00 81,690.00 731.12 5,117.83 43,762.50 (58,705.00)
8 9.00 0.04 5,236.00 41,888.00 211.39 1,691.13 17,453.33 (29,665.00)
9 9.21 0.03 3,796.00 34,164.00 97.01 873.08 11,388.00 (23,570.00)
10 9.41 0.02 1,751.00 17,510.00 27.83 278.32 4,775.45 (11,706.00)
11 9.61 0.01 1,444.00 15,884.00 14.03 154.34 3,610.00 (10,267.00)
12 9.80 0.01 294.00 3,528.00 1.72 20.60 678.46 (2,203.00)
13 9.99 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00
14 10.17 0.00 575.00 8,050.00 1.15 16.14 1,150.00 (4,699.00)
Total 347,421 1,246,599 100,991 258,704 Total ∆EC (23,113.0)% total 29.07 % 20.75%
El Cuadro 3 ilustra la cantidad y proporción sobre el total de inmuebles N (y personas M) que
ganan con la micromedición. La segunda columna muestra los valores de h* para cada valor de n
y para el par (a,m) que se indica. La tercera columna indica la proporción de inmuebles y personas
con facturas mayores a h* (ganadores) y luego (columnas 6 y 7) la cantidad de viviendas y de
personas que ganan con el nuevo régimen tarifario. La columna 8 incluye la facturación total de la
empresa para cada grupo n, y la columna final la variación de excedente del consumidor para cada
uno de estos grupos.
Para este par de tarifas (a,m) que mantiene los ingresos de la compañía constantes
se observan los siguientes resultados: De un total de 347,421 inmuebles, únicamente el
29% incrementa su nivel de utilidad. Este 29 % se concentra mayoritariamente en los
inmuebles con pocos ocupantes (menos de 5), a partir de n = 6 la proporción de
22
ganadores es muy pequeña y se hace nula para n > 12. Los únicos que obtienen un
incremento en el excedente habitan viviendas de 1 y 2 ocupantes, el resto
(agregadamente) ve reducir su excedente. La caída total (neta) de excedente es de $
23,113.0 por mes para el par (a,m) = (0.0001, 6.55).
Cuadro 4: Ganadores con la micromedición para otros valores de (a,m)
par de (a,m) quedejan ∆R(H,M) = 0
N % mejor ∆EC(N, M)(en pesos por mes)
(0.0002, 5.5) 28.7 -86,561.2(0.0003, 4.68) 28.1 -182,452.3(0.0005, 3.53) 26.2 -445,593(0.0007, 2.89) 23.8 -769,651
(0.001, 2.6 = mmín) 20.3 -1,305,308(0.0015, 3.08) 15.3 -2,184,270(0.002, 3.98) 11.9 -2,934,233
El Cuadro 4 ilustra un resumen de los resultados del mismo procedimiento anterior
pero para diferentes valores de (a,m), siempre manteniendo el nivel de facturación de la
empresa constante (∆R = 0). Puede observarse que a medida que aumenta el cargo
volumétrico a y cae el cargo fijo m se pronuncia la caída de excedente y se reduce el
porcentaje de ganadores. La justificación de esto es sencilla, (12) indica que el valor de h*
aumenta con m ( ∂∂
hm 1 0* = > ) y con a ( ∂
∂βαh
aane 1* = > ), por lo tanto un aumento en a
impacta marginalmente más que una reducción proporcional en m, y h* aumenta, por lo
tanto se reduce la proporción de gente con h mayor que h* y los ganadores caen.
Si bien el Cuadro 4 no lo muestra, la proporción de ganadores se concentra cada
vez más en las franjas de n bajos, y a partir del tercer experimento del Cuadro 4, no hay
ganadores para n > 7. En el último experimento no hay ganadores para n > 3. Esto se
explica básicamente de la misma forma, al aumentar a y reducirse m, se produce un
aumento de h* que es más pronunciado para valores mayores de n. Nótese que a partir
de a = 0.001 (mínimo de la función m = m (a)) el m necesario para mantener la facturación
23
constante aumenta. Sin embargo, este aumento no hace otra cosa que reforzar el
aumento de h*, con lo que el número de ganadores se reduce aún más rápidamente.
A modo de conclusión preliminar se puede expresar que para el rango normal de
tarifas volumétricas, hay un caída importante del excedente agregado (para facturación
constante). Si y solo si el valor presente de la rentabilidad de la empresa aumenta en
proporción mayor a la caída del excedente y alcanza para financiar la instalación y lectura
de los medidores, la micromedición se justifica, si no no.
VI. Análisis de sensibilidad de los resultados4
Tanto los resultados obtenidos en IV como los obtenidos en V dependen
crucialmente de varios parámetros con valores supuestos, estos son el parámetro de la
elasticidad β, el de la función de distribución θ y la factura mínima hmín igual a cero.
Con respecto a β, como los cargos volumétricos más comunes varían entre 0.0001
$ / litro y 0.0009 $ / litro (Rivera, 1996) y las estimaciones empíricas ubican a la
elasticidad entre -0.005 y -0.3, los valores más probables de β deberían estar entre -50 y -
300. Cualquier valor de β por encima o por debajo de aquellos generaría elasticidades
demasiado altas o demasiado bajas para el rango indicado. Para estimar el impacto de la
variación de β en el número de beneficiados con la micromedición estudiado en la sección
IV se toma (16) por ejemplo,
24
(16) N N f dhi ih
i
h m
h
i
( ) ( ) ( )( )*
+ = ∫ = - ϕ
donde (12) h m i e mia
( )* ( )= − − = −α
ββ ϕ 1
y diferenciándola con respecto a β se tiene que,
(23)∂∂β
∂∂β
NN f
hii
hi
i( )( )
* ( )*
( )+
= − pero ∂ϕ∂β
αβ αβ β= − + >i
e i ea a2 1 0 ( )
con lo cual ∂∂βh i( )
*
< 0 y por lo tanto ∂∂βN i( )
+
> 0
En otras palabras, al incrementarse β (al hacerse menos negativo) aumenta la
cantidad de ganadores. Este resultado puede explicar conceptualmente de la siguiente
manera: Al aumentar β (menor en valor absoluto) la curva de demanda se hace más
inelástica y, a igual aumento en la tarifa, la caída en excedente de consumidor es menor
(menor área debajo de la curva), con lo cual el número de personas (o inmuebles) que
ganan con el cambio tarifario es mayor.
Con respecto al parámetro θ de la función de distribución que se supuso de valor
unitario, el número de ganadores se ve reducido con el incremento de este, ó ∂∂θ
N i( )+
< 0 .
Por otra parte, también se supuso que el valor de la factura mínima era cero,
tomando (22) y modificándola levemente para introducir un valor de factura mínima
diferente de cero, se obtiene,
(24) N 1h hh h
h hh h(i)
+ i n i n= −−
− =−−
+ +( ) ( )( )*
( )*
θ θ
y diferenciándola con respecto a la h mínima se ve que la relación es positiva,
25
(25)∂∂ θ θN
hn N
h hh h
h hh h
i(i)
i n i( ) ( )*
( )*
( ) ( )( )
]+
+ −= +−−
−− > [ 1
2 0
Por último se puede ver que un aumento en el consumo máximo de agua α (antes
de la micromedición) provoca una reducción en la cantidad de ganadores después de
instalado el medidor, a saber:
(26) ∂∂αN i( )
+
< 0
VII. Limitaciones del estudio, implementación práctica y reflexiones finales
El objetivo central del trabajo era proponer una metodología para evaluar el impacto
económico de la micromedición del consuno de agua potable sobre el gasto de las
familias. Suponiendo una determinada función de distribución de facturas mensuales y
una función de demanda de agua, se pudo determinar qué porcentaje de la población
gana (y cuál pierde) para cada valor de tarifa. El resultado final indica que la proporción de
ganadores disminuye rápidamente a medida que aumenta el número de ocupantes.
Solamente las viviendas con no más de dos ocupantes experimentan un incremento en el
excedente del consumidor, el resto ve en promedio una disminución y la variación
agregada de todas las familias es negativa.
Si bien concluyente, el estudio presenta limitaciones: Se considera que la
facturación del sector residencial del servicio de agua potable y cloacas debe mantenerse
constante y esto no es estrictamente correcto ya que una caída o un aumento en la
facturación residencial podrían compensarse con un aumento o una reducción en la
facturación industrial, de forma que la facturación global de la empresa no cambiara. Si
bien conceptualmente correcto, esto podría acarrear problemas de subsidios cruzados
entre un sector y otro, que es lo que se trata de evitar. Además es un estudio estático que
26
no admite crecimiento en la cantidad de inmuebles y / o en la cantidad de habitantes lo
que limita su margen de aplicación.
Apéndice 1: Proporción de ganadores y perdedores
Bibliografía
27
Albouy, Yves (1983) “Análisis de costos marginales y diseño de tarifas de electricidad y
agua” Banco Interamericano de Desarrollo, Washington.
Galicia Capital Markets (1997) “Concesión del servicio de agua potable en Córdoba”
publicación del Banco de Galicia
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Mayo de 1995
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Rajah, N. y Stephen Smith (1993) “Distributional Aspects of Household Water Charges”
Fiscal Studies, vol. 14, no. 3, pp.86-108.
Rivera, Daniel (1996) “Participación privada en el sector de agua potable y saneamiento”
World Bank, Washington.
Sabbaghi, A. y N. Spulber (1994) “The Economics of Water Resources: From Regulation
to Privatization” Kluwer Academic Press
Spulber, D. (1989) “Regulation and Markets” MIT Press
World Bank (1977) “Alternative Concepts for Marginal Cost for Public Utility Pricing:
Problems of Application in the Water Supply Sector” Staff working paper No. 259,
Washington.
World Bank (1977) “The Costs and Benefits of Water Metering”, Washington.
Zapata M., Juan A. (1981) “Aspectos metodológicos de la tarificación de agua potable
según criterios de costo marginal” Revista de Economía, Santiago, Chile.
1 Esta es una versión incompleta del trabajo original, este puede verse en la última edición de la revistaEstudios (año XX, No. 81, Abril-Junio 1997).2 Este es el caso de la concesión del servicio de agua potable en la ciudad de Córdoba, ver Galicia CapitalMarkets (1997)3 Para una demostración ver Estudios (año XX, No. 81, Abril-Junio 1997)4 idem