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Alfa Omega Nº 451/19-V-2005 SEMANARIO CATÓLICO DE INFORMACIÓN EDIC. NACIONAL Mentiras de la Historia

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MMeennttiirraass ddee llaa

HHiissttoorriiaa

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SUMARIOΩΩAA

...y además

8 La foto

9 Criterios

10 Cartas

11 Ver, oír y contarlo

Aquí y ahora

12 Santo Tomás de Aquino,

un sabio para nuestro tiempo.

13 Ante la declaración de la renta:

Un nuevo retroceso

12-13 Iglesia en Madrid

La voz del cardenal arzobispo

14 Testimonio

15 El Día del Señor

16-17 Raíces

Castilla según el pincel de Sorolla

18-19 España

Homosexualidad:

Una nueva sexualidad «patologizada»

Mundo

20 El Papa lanza el proceso

de beatificación de Juan Pablo II.

21 Nuevo Prefecto de la Congregación

para la Doctrina de la Fe

22-23 El pequealfa

24-25 La vida

Desde la fe

28 Entrevista a don Andrés Ollero:

No hay potestad civil

que no se funde en una convicción.

29 Libros.

30 Televisión.

31 No es verdad.

32 Contraportada

Leyendas negras de la Iglesia: ayer, hoy y mañana.La Inquisición

3-73-7

26/27Inmigración y salud

Multiculturalismo «versus» identidad

26/27

En este número, como homenaje póstumoa Juan Pablo II –ayer habría cumplido 85

años– Alfa y Omega ofrece el especialDocumentos Alfa y Omega 24: Juan Pablo

II, un Papa inolvidable.Asimismo, está disponible el precioso

recuerdo Álbum

fotográfico deJuan Pablo II.

Pueden yasolicitarlo a

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Portada: fotograma de El reino de los cielos

Etapa II - Número 451

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Cuando se aborda la historia de la Igle-sia católica, tarde o temprano nos en-contraremos con el fenómeno histo-

riográfico que se ha dado en llamar leyendanegra. Ésta consiste en una labor de propa-ganda, de desinformación, que, a través de lapresentación tendenciosa de los hechos his-tóricos, bajo la apariencia de objetividad y derigor histórico o científico, procura crearuna opinión pública, bien anticlerical, bienanticatólica. Por eso se aparta de lo que po-dría aceptarse como una simple crítica, unadenuncia honesta y rigurosa de los errorescometidos por los miembros de la Iglesia,dando en cambio una imagen voluntaria-mente distorsionada del pasado de la Iglesia,para convertirla en una descalificación glo-bal de una misión milenaria, tanto antes co-mo, sobre todo, en la actualidad.

La leyenda negra de la Iglesia no es unasunto baladí que deba ser objeto de preo-cupación sólo para los historiadores. Lo cier-to es que todos los católicos nos jugamosmucho en la lucha contra sus manipulacio-nes. Y es que la descalificación global deesta institución religiosa a largo de toda suhistoria compromete seriamente ante la opi-nión pública su legitimidad social y moral decara al futuro. Un fenómeno reciente comola polvareda social levantada por la novela ElCódigo Da Vinci resulta ser un magníficoejemplo del peligro que la manipulación dela historia de la Iglesia entraña para su acciónpastoral actual.

Los ataques, desde antiguo

En realidad, los ataques demagógicos ypanfletarios contra el pasado y el presentede la Iglesia datan de muy antiguo. En efec-to, podemos encontrar diatribas furibundascontra el cristianismo católico por parte deautores paganos grecorromanos (Celso, Zó-simo, Juliano el Apóstata…), de los dife-rentes heresiarcas medievales y de los po-lemistas judíos y musulmanes. Pero la po-lémica anticatólica se acentuó y cobró unaespecial virulencia en la segunda mitad delsiglo XVI, cuando las discusiones entre ca-tólicos y protestantes invadieron también elcampo historiográfico y literario, surgien-do entonces todo un modelo de difamaciónsistemática de la Iglesia.

Más en concreto, encontramos el origendel discurso anticatólico actual en la llama-da leyenda negra, un conjunto de acusacio-nes contra la Iglesia y la monarquía hispá-nica que se generó y se desarrolló en Ingla-terra y Holanda, en el curso de la lucha en-tre Felipe II y los protestantes.

El anticatolicismo llegó a ser, con el tiem-po, parte integral de la cultura inglesa, ho-

landesa o escandinava. Escritores y libelis-tas se esforzaron por inventar mil ejemplosde la vileza y perfidia papista, y difundieronpor Europa la idea de que la Iglesia católicaera la sede del Anticristo, de la ignorancia ydel fanatismo. Tal idea se generalizó en elsiglo XVIII, a lo largo y ancho de la Europailuminista y petulante de la Ilustración, se-ñalando a la Iglesia como causa principalde la degradación cultural de los países quehabían permanecido católicos.

En los prejuicios difundidos sobre la his-toria de la Iglesia se observan dos elementosbásicos y, en no pocas ocasiones, íntima-mente entremezclados: la visión de la Igle-sia medieval y moderna como una institu-ción oscurantista, reaccionaria y enemigade todo progreso intelectual o social; y su

caricaturización como una fuerza represivae intolerante, enemiga de los derechos hu-manos y promotora de las Cruzadas y la In-quisición.

Se suele afirmar, por ejemplo, que lasCruzadas fueron guerras de agresión pro-vocadas contra un mundo musulmán pací-fico. Esta afirmación es completamente erró-nea. Ahora mismo tenemos en nuestras pan-tallas una película, El reino de los cielos,bastante proclive a esta angelización de losmusulmanes del medievo. Pero lo cierto esque, desde los mismos tiempos de Maho-ma, los musulmanes habían intentado con-quistar el mundo cristiano. E incluso habíanobtenido éxitos notables. Tras varios siglosde continuas conquistas, los ejércitos mu-sulmanes dominaban todo el norte de Áfri-

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La Iglesia, ante la difamación histórica

Leyendas negras de ayer, hoy y mañana

Escribe don Alejandro Rodríguez de la Peña, profesor de Historia Medieval, de la Universidad San Pablo-CEU y Secretario Nacional de Jóvenes de la Asociación Católica de Propagandistas

Primera Cruzada; detallede un manuscrito

del siglo XV

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ca, Oriente Medio, Asia Menor y gran partede España. En otras palabras, a finales del si-glo XI, las fuerzas islámicas habían con-quistado dos terceras partes del mundo cris-tiano: Palestina, la tierra de Jesucristo; Egip-to, donde nace el cristianismo monástico;Asia Menor, donde san Pablo había planta-do las semillas de las primeras comunida-des cristianas... Estos lugares no estaban enla periferia de la cristiandad, sino que eran suverdadero centro.

¡Así se escribe la Historia!

Otro lugar común de la leyenda negraanticatólica es –no podía ser de otro modo–la acción de la Inquisición en la Edad Mediay la Moderna. Por ejemplo, todo el mundoha oído hablar del caso de Galileo Galilei,casi siempre de modo deformado, ya que nose suele explicar que el sabio italiano apenassufrió otro castigo que un cómodo arrestodomiciliario en un palacio cardenalicio. Porel contrario, son pocos los colegiales quesaben que Antoine Lavoisier, uno de los fun-dadores de la Química, fue guillotinado acausa de sus ideas políticas, por un tribunaldurante el Terror jacobino, al grito de ¡LaRevolución no necesita científicos! No ol-videmos tampoco que, en Ginebra –la Meca

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Conquista de América: ni robo, ni genocidio

El empecinado odio anticatólico y antihispanista afirma, en primer lugar, queEspaña se apropió de las tierras indígenas en un acto típico de rapacidad

imperialista. La verdad es que, antes de la llegada de los españoles, los indiosconcretos y singulares no eran dueños de ninguna tierra, sino empleados gratuitosy castigados de un Estado idolatrizado y de unos caciques despóticos tenidos pordivinidades supremas. Carentes de cualquier legislación que regulase susderechos laborales, el abuso y la explotación eran la norma; y el saqueo y eldespojo, las prácticas habituales. Impuestos, cargas, retribuciones forzadas,exacciones virulentas y pesados tributos fueron moneda corriente en lasrelaciones indígenas previas a la llegada de los españoles. El más fuerte sometía almás débil y lo atenazaba con escarmientos y represalias. Ni los más indigentesquedaban exceptuados, y solían llevar como estigmas de su triste condiciónmutilaciones evidentes y distintivos oprobiosos. Una justicia claramentediscriminatoria distinguía entre pudientes y esclavos, en desmedro de los últimos.La verdad es, también, que los principales dueños de la tierra que encontraron losespañoles –mayas, incas y aztecas– lo eran a expensas de otros dueños, a quieneshabían invadido y desplazado. Y que fue ésta la razón por la que una parteconsiderable de tribus aborígenes –carios, tlaxaltecas, cempoaltecas, zapotecas,otomíes, cañarís, huancas, etcétera– se aliaron naturalmente con losconquistadores, procurando su protección y el consecuente resarcimiento.

Sólo a partir de la conquista, los indios conocieron el sentido personal de lapropiedad privada y la defensa jurídica de sus obligaciones y derechos. Es Españala que se plantea la cuestión de los justos títulos, con autoexigencias tan sólidasque ponen en tela de juicio la misma autoridad del monarca y del Pontífice. EsEspaña –con ese maestro admirable del Derecho de Gentes que se llamóFrancisco de Vitoria– la que funda la posesión territorial en las más altas razonesde bien común y de concordia social, la que insiste una y otra vez en laprotección que se le debe a los nativos en tanto súbditos, la que garantiza ypromueve un reparto equitativo de precios, la que atiende sobre abusos yquerellas, la que no dudó en sancionar duramente a sus mismos funcionariosdescarriados, y la que distinguió entre posesión como hecho y propiedad comoderecho, porque sabía que era cosa muy distinta fundar una ciudad en el desiertoy hacerla propia, que entrar a saco a un granero particular. Por eso, sólo huborepartimientos en tierras despobladas y encomiendas «en las heredades de losindios». Porque, pese a tantas fábulas indoctas, la encomienda fue la graninstitución para la custodia de la propiedad y de los derechos de los nativos. Por laencomienda, el indio poseía tierras particulares y colectivas sin que pudieranarrebatárselas impunemente. Por la encomienda, organizaba su propio gobiernolocal y regional, bajo un régimen de tributos que distinguía ingresos ycondiciones, y que no llegaban al Rey –que renunciaba a ellos–, sino a losconquistadores. No es España la que despoja a los indios de sus tierras. Es Españala que les inculca el derecho de propiedad, la que les restituye sus heredadesasaltadas por los poderosos y sanguinarios Estados tribales, la que los guarda bajouna justicia humana y divina, la que los pone en paridad de condiciones con suspropios hijos, e incluso en mejores condiciones que muchos campesinos yproletarios europeos.

Se dice también que la Conquista, caracterizada por el saqueo y el robo,produjo un genocidio aborigen. La verdad es que España no planeó ni ejecutóningún plan genocida; el derrumbe de la población indígena –que nadie niega–no está ligado a los enfrentamientos bélicos con los conquistadores, sino a unavariedad de causas, entre las que sobresale la del contagio microbiano. La verdades que la acusación homicídica como causa de despoblación no resiste lasinvestigaciones serias de autores como Nicolás Sánchez Albornoz, José LuisMoreno, Ángel Rosemblat o Rolando Mellafé, que no pertenecen precisamente aescuelas hispanófilas. La verdad, incluso, es que hasta las mitas, los repartimientosy las encomiendas, lejos de ser causa de despoblación, son antídotos que seaplican para evitarla. Ni despojo de territorios, ni sed de oro, ni matanzas enmasa. Un encuentro providencial de dos mundos. Encuentro en el que, al margende todos los aspectos traumáticos que gusten recalcarse, uno de esos mundos, elViejo, gloriosamente encarnado por la Hispanidad, tuvo el enorme mérito detraerle al otro nociones que no conocía sobre la dignidad de la criatura, hecha aimagen y semejanza del Creador. Esas nociones, patrimonio de la cristiandad,difundidas por sabios eminentes, no fueron letra muerta ni objeto de violaciónconstante. Fueron el verdadero programa de vida, el genuino plan salvífico por elque la Hispanidad luchó en tres siglos largos de descubrimiento, evangelización ycivilización abnegados.

Arbil.org

Un fotograma de la película Juana de Arco, interpretadapor la actriz LeeleeSobieski

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del protestantismo–, Juan Calvino no dudóen mandar a la hoguera al ilustre descubridorde la circulación de la sangre, nuestro com-patriota Miguel Servet. El científico arago-nés fue tan sólo una de las quinientas vícti-mas de diez años de intolerancia calvinistaen una ciudad con apenas diez mil habitan-tes. Con esta proporción brutal de represa-liados, la Inquisición española habría debi-do quemar ¡un millón de personas cada si-glo! –en realidad, fueron tres mil en tres-cientos años–. Aun así, Torquemada hapasado al argot popular como sinónimo deintolerancia, y Calvino es ponderado pormuchos como uno de los padres de las de-mocracias liberales del norte de Europa.

Un ejemplo reciente de cómo la leyendanegra ha cobrado nuevos bríos últimamen-te lo hallamos en el ya mencionado CódigoDa Vinci. Su autor, Dan Brown, deja caerque la Iglesia habría quemado a cinco mi-llones de brujas (p. 158), cuando todos losespecialistas, con Brian Pavlac a la cabeza,limitan la cifra a 30.000, a lo sumo, para elperíodo 1400-1800 (por cierto, el 90% víc-timas de la Inquisición protestante, y no dela católica).

Esto conecta con el ominoso conceptode Gendercide (genocidio de las mujeres),que han acuñado el feminismo y el lesbia-nismo radicales en las universidades norte-americanas. Esto es, la criminalización dela Iglesia católica, que cargaría con una man-cha histórica tan negra como el Holocaustonazi. De la misma forma que el nazismo haquedado desacreditado para siempre jamáspor su ejecutoria asesina contra los judíos, laIglesia carecería de toda legitimidad comoinstitución por su pasado criminal en rela-ción a las mujeres. Barbaridades como éstase leen y se escuchan en algunos departa-mentos de Gender studies de los EstadosUnidos.

No en vano, el Código Da Vinci se basaen una serie de absurdas creencias neo-gnós-ticas y feministas que entran en oposición

directa no sólo con el cristianismo, sino conla Historia académica tal y como es ense-ñada en todas las universidades respetablesdel mundo. Mucho se ha hablado de la in-verosímil hipótesis de Dan Brown de queCristo y María Magdalena estaban casadosy tuvieron descendencia, pero eso sólo es lapunta de un iceberg de disparates. Conve-nientemente camufladas tras la atractiva tra-ma narrativa propia de un thriller policía-co, el autor va deslizando aquí y allá ideaspropias de una cosmovisión que enseña queel cristianismo es una mentira violenta ysangrienta, que la Iglesia católica es una ins-titución siniestra y misógina, y que la verdades, en última instancia, creación y productode cada persona.

La realidad, como es

Volviendo al espinoso asunto de la In-quisición, si queremos ser rigurosos, hayque señalar que el Santo Oficio era un tri-bunal dedicado a investigar si entre los ca-tólicos había herejes, un tema gravísimo en-tonces, al que ahora no se da importanciaporque las sociedades no son confesiona-les. Pero es que entonces las disputas teo-lógicas daban lugar a guerras y conmocionessin cuento (las guerras de religión en Euro-pa provocaron un millón de muertos entre1517 y 1648). Por consiguiente, la Inquisi-ción era un instrumento básico para el man-tenimiento de la paz en un reino. Por otrolado, un hecho no suficientemente conocidoes que la Inquisición no tenía jurisdicciónalguna sobre los no bautizados. Por tanto,ni judíos ni musulmanes podían ser juzga-dos, detenidos o acosados por la Inquisi-ción.

Ciertamente, el Santo Oficio usaba el tor-mento como todos los tribunales de la épo-ca, pero generalmente con mayores garantíasprocesales, ya que se realizaba siempre enpresencia del notario, los jueces y un médi-co, y sin que se pudieran causar al reo mu-

tilaciones, quebrantamiento de huesos, de-rramamiento de sangre ni lesiones irrepara-bles. Finalmente, hay que llamar la atenciónsobre el hecho de que la mayoría de las pe-nas eran de tipo canónico, como oraciones openitencias. Las condenas a muerte fueronrarísimas, y sólo en casos muy graves sinarrepentimiento, pues si había arrepenti-miento había indulgencia con el reo. Comoya se ha dicho, en sus tres siglos de histo-ria, la Inquisición ajustició a unos 3.000 reos (de un total de 200.000 procesados).Esta cifra, con ser alta, representa tan sólo ladécima parte de los asesinados en Franciapor el régimen del Terror jacobino en el pe-riodo 1792-1795. Es decir, en tan sólo tresaños, los hijos de la Ilustración iluministahabían multiplicado por diez las víctimasfruto de trescientos años de actuación de laInquisición católica. ¿Y quien se atreve hoyen día a mentarle este hecho a un defensor dela democracia liberal, cuyos fundamentosmismos sentó la Revolución Francesa? ¿Por-qué, entonces, tenemos los católicos queaguantar día sí día también que algunos sec-tarios nos recuerdan la Inquisición cada vezque nos identificamos como hijos de la San-ta Madre Iglesia?

Manuel AlejandroRodríguez de la Peña

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El Papa Juan Pablo II a los pies de Cristo,

en la ceremonia en al que pidió perdón

por los pecados pasadosy presentes

de los católicos, durante el Jubileo

del año 2000

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La verdad no se impone de otra manera sino por la fuerza de la misma verdad

La InquisiciónLa Inquisición, más que una institución abolida, se ha convertido para la opinión pública en un símbolo de antitestimonio

y escándalo. ¿En qué medida esta imagen es fiel a la realidad? El 12 de marzo del año 2000, el Papa Juan Pablo II, dentro de la celebración del Jubileo de ese año, quiso reconocer los errores cometidos por la Iglesia en el pasado con la Jornada del Perdón. Antes de pedir perdón es necesario conocer exactamente los hechos; por este motivo se estableció una investigación teológica e histórica por parte de expertos de todo el mundo sobre la Inquisición.

Después de cinco años se han publicado las Actas del Simposio Internacional sobre la Inquisición

Un Miércoles de Ceniza, el 12 de marzo de 2000, la Iglesiacelebraba, por iniciativa del Papa, la Jornada del Perdón.Fue ahí donde el Santo Padre reconoció los pecados y erro-

res cometidos por los miembros y representantes de la Iglesia en eltema de la Inquisición. Y, como apunta el teólogo de la Casa Ponti-ficia, cardenal Cottier, «una petición de perdón sólo puede afectar ahechos verdaderos y reconocidos objetivamente. No se pide perdónpor algunas imágenes difundidas a la opinión pública, que forman par-te más del mito que de la realidad».

Es muy amplia la novela negra que ha generado la Inquisición. Laidea difundida, ya no sólo sobre ella, sino sobre toda la actuación his-tórica de la Iglesia, hace que los católicos educados por la televi-sión y el cine tengan la impresión de que su Iglesia ocupa un lugar enel museo de los horrores de la Historia.

Hecho histórico

En enero de 1998 acontece un hecho relevante para la Historia co-mo ciencia. La Congregación del Santo Oficio y la Congregación del

Índice abren sus archivos al público general. Ya se podía acceder aellos con anterioridad, pero de forma restringida y con un permiso es-pecial. Ahora, cualquier historiador, estudioso, investigador, puedecotejar datos, leer originales y dejar de aludir a secretismos vatica-nistas. «Esta iniciativa –recuerda el cardenal Etchegaray– demues-tra que la Iglesia no teme someter el propio pasado al juicio de los his-toriadores». Meses después de este hecho, y para poder hacer una pro-funda y sincera reflexión sobre los errores, infidelidades, incohe-rencias y retrasos a lo largo de los siglos, de los cuales los creyentesse podían haber sentido responsables, se organizó en el Vaticano unSimposio Internacional sobre la Inquisición. El encuentro tuvo lu-gar del 29 al 31 de octubre de 1998, y en él destacó la presencia dehistoriadores, ya que se trataba de conocer la verdad de una institu-ción de la Iglesia de la que se había escrito mucho, sin atender, en mu-chos casos, al rigor histórico.

Se convirtió en un acontecimiento histórico. No sólo era la úni-ca manera de hacer una verdadera y auténtica purificación de la me-moria; fue una de las raras ocasiones en que medievalistas, moder-nistas y contemporáneos se encontraban reunidos para estudiar eltema específico de la Inquisición. «A ellos –puntualiza en las Actasel cardenal Etchegaray– no se les pedía otra cosa que exponer, conel máximo rigor metodológico posible, pero también con la máximalibertad, el resultado de sus investigaciones».

«Fue una institución de la Iglesia –comentaba el cardenal, días des-pués de celebrado el Simposio–, nacida en una época en que la uni-dad de la fe constituía el elemento integrador de la sociedad civil. Enel curso de los siglos, la tolerancia religiosa ha supuesto un largo, si-nuoso y doloroso aprendizaje no sólo para los cristianos, sino para to-dos los hombres».

El historiador profesor Arturo Bernal Palacios apuntaba una sal-vedad lógica y fundamental: «Para comprender la institución quenos ocupa, hemos de situarnos en el tiempo, en la mentalidad, en laantropología, en la sociología, en las concepciones teológicas y ju-rídicas de los momentos de su nacimiento y de su aplicación duran-te su historia».

Para el teólogo de la Casa Pontificia, cardenal Cottier, «comba-tió un mal real, la herejía, que amenazaba la fe y destruía la unidadde la Iglesia». Nació para defender la verdad; el problema fue el re-curso a métodos violentos para combatir el mal; se equivocó en losmedios. «Los instrumentos utilizados en la época eran los comunes–observa monseñor Rino Fisichella, Vicepresidente de la ComisiónTeológico-Histórica–, eran los que la sociedad empleaba».

La tortura, por ejemplo, no comenzó a aplicarse –en los tribuna-les civiles ya se empleaba este procedimiento– hasta 1252, cuandoel Papa Inocencio IV la autorizó, teniendo en cuenta algunos límites,como el de prohibir llegar al extremo de la mutilación o poner en pe-ligro la vida del imputado. «En el derecho inquisitorial –puntualizael profesor Agostino Borromeo, miembro del comité científico delSimposio sobre la Inquisición–, la tortura no era un procedimientopara arrancar una confesión, sino, según la mentalidad de la época,un medio de prueba: quien, bajo los tormentos, se afirmaba en sus de-claraciones precedentes y continuaba proclamando su inocencia, nopodía ser condenado».

La novedad de la Inquisición

La novedad que aportaron los tribunales de la Inquisición se ba-san en la responsabilidad que recaía sobre los jueces de dichos tri-bunales. Anteriormente, el Derecho canónico contemplaba un soloprocedimiento para los procesos, el acusatorio: el juez iniciaba laacción judiciaria solamente ante una acusación, y el peso de la prue-ba recaía sobre el acusador. Si éste no conseguía probar los hechos,

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se hacía merecedor de la misma pena que hubiera sido impuesta alacusado si hubiera sido encontrado culpable. En la Alta Edad Media,el hereje era castigado con sanciones que variaban desde las simplespenas espirituales a la exclusión de la comunidad de los fieles –la ex-comunión–, el exilio y la confiscación de los bienes, según la gra-vedad de los casos.

La lucha de la Iglesia contra la heterodoxia se radicaliza cuando,en el siglo XII, surgen amplios movimientos heréticos colectivos: loscátaros o los valdenses. Resurge entonces una nueva forma de pro-ceso, en el que el juez podía proceder de oficio ante los delitos gra-ves en cuanto le llegase la noticia del hecho; y –aquí está la novedad–ahora correspondía al juez recoger las pruebas.

«Al vincular a los inquisidores a la aplicación del procedimien-to inquisitorio –señala el profesor Borromeo–, el Papado acabóadoptando también la correspondiente normativa secular. En parti-cular, adoptó la equiparación de la herejía al delito de lesa majestad,el más grave previsto por la legislación civil, y que establecía la pe-na de muerte en la hoguera para los herejes».

La Inquisición tuvo su mayor actividad en los siglos XIII y XIV,contra las herejías ya citadas. En el siglo XV comenzaron a desa-parecer los grandes movimientos heréticos y, por tanto, muchos delos tribunales. En este momento se comienza a hablar de una se-gunda fase de la historia de la Inquisición. En 1478, los Reyes Ca-tólicos obtienen del Papa Sixto IV la autorización para designar in-quisidores contra una nueva herejía, el criptojudaísmo, cometidapor los conversos del judaísmo que no dejaban de practicar los ritosjudíos en secreto. «La Inquisición en España –aclara el profesorBorromeo– celebró, entre 1540 y 1700, 44.674 juicios. Los acusadoscondenados a muerte fueron del 1,8%, y de ellos el 1,7% fueroncondenados en contumacia, es decir, no pudieron ser ajusticiadospor estar en paradero desconocido; en su lugar se quemaba o ahor-caba a muñecos». Los tribunales fueron suprimidos entre la segun-da mitad del siglo XVIII y en las primeras décadas del siglo XIX. Elúltimo tribunal que desapareció fue el español, abolido en 1834.

Caza de brujas

«En el año 1080 –apunta el historiador Gustav Henningsen, par-ticipante del Simposio– escribió el Papa Gregorio VII al rey Haraldde Dinamarca quejándose de la costumbre de los daneses de hacerresponsables a ciertas mujeres de las tempestades, epidemias y todaclase de males, y matarlas luego del modo más bárbaro. Asimismo,en una crónica eclesiástica se habla de tres mujeres quemadas por losvecinos de Vötting, cerca de Munich, en 1090, por envenenadoras dehombres y perdedoras de cosechas. Diez años más tarde, en el reinocatólico de Hungría, se intentó por edicto de ley extirpar la creenciaen las brujas».

La Iglesia –y menos los tribunales inquisitores– no se había in-teresado por estas ejecuciones y persecuciones de brujas, a menos pa-ra alertar a las autoridades del mal que se les producía. La única ra-zón era que la Inquisición fue creada para detener herejías, y lasbrujas no eran herejes; es más, la Iglesia no creía que existieran lasbrujas y, por tanto, no podía condenarlas. Sin embargo, pasados lossiglos, esto cambiaría.

Pánico social

Las primeras actas conocidas sobre brujería en los tribunales dela Inquisición datan de 1400. Se refieren a una secta de brujas que re-nuncian al cristianismo y adoran al diablo. «Uno puede preguntarse–afirma Henningsen–: ¿por qué la Iglesia dio este giro con respec-to a su opinión en este punto?» El investigador intenta explicarlobasándose en los estudios de otros muchos expertos, como el ame-ricano Erich Goode, el israelita Nachman Ben-Yehuda, o CarloGinzburg –el que aplicó el término de moral panic (pánico social)para responder a este cambio– . «Mediante una reinterpretación porparte de los teólogos –dice Henningsen–, vemos que, de repente, lanoción popular de la brujería viene a resultar plausible también des-de un punto de visa teológico». Y es así como se comienzan a juzgara hombres y mujeres, por ser pertenecientes a una secta, que mástarde llamarían brujería.

Cuando los inquisidores comenzaron a mezclar teología con bru-jería, en lugares donde se daba crédito a ésta última, los tribunales ci-viles ya hacía tiempo que practicaban las torturas y ejecuciones sal-vajes contra las brujas. De ellas se conservan aún en algunas expo-siciones itinerantes los materiales de tortura, a los que erróneamen-te se les atribuye su pertenencia a los tribunales de la Inquisición.

Según el historiador Agostino Borromeo, coordinador de la edi-

ción de las Actas del Simposio Internacional sobre la Inquisición, alreferirse a este tema en una entrevista para la agencia Zenit, consta-ta que los tribunales eclesiásticos fueron mucho más indulgentesque los civiles. De los 125.000 procesos de su historia, la Inquisiciónespañola condenó a muerte a 59 brujas. En Italia fueron 36, y enPortugal 4. «Si sumamos estos datos –comentó el historiador– no sellega ni siquiera a un centenar de casos, contra las 50.000 personascondenadas a la hoguera, en su mayoría por los tribunales civiles, enun total de unos cien mil procesos (civiles y eclesiásticos) celebra-dos en toda Europa durante la edad moderna».

Despejados los mitos y las exageraciones, las nuevas Actas son,en boca del cardenal Cottier, un estudio histórico que sirve para quelos teólogos puedan tener elementos de respuesta a preguntas co-mo ¿Qué significa la paradoja: la Iglesia santa comprende en su se-no a los pecadores? ¿Cuál es el sentido del testimonio evangélico co-mo dimensión de la existencia cristiana y de los comportamientos an-titéticos de antitestimonio y de escándalo? Era tiempo de volver a po-ner los relojes en hora respecto a las leyendas negras; ahora quedasacar una conclusión de los datos reales.

Una primera conclusión, dada ya en 1998, al concluirse los es-tudios, la ofreció el mismo Juan Pablo II: «De estos trazos dolorososdel pasado emerge una lección para el futuro, que debe llevar a to-do cristiano a tener en cuenta el principio de oro dictado por el Con-cilio Vaticano II: La verdad no se impone de otra manera sino por lafuerza de la misma verdad, que penetra suave y fuertemente en lasalmas».

Carmen María Imbert

Auto de fe, Berruguete.Museo del Prado,

Madrid

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LA FOTOΩΩ8

19-V-2005AA

reinta y un nuevosmiembros de laGuardia Suiza hanjurado fidelidad y

lealtad al Papa Benedicto XVI.El Santo Padre subrayó, en laspalabras que les dirigió, «lasolidez en la fe católica, la in-quebrantable fidelidad y elamor a la Iglesia» de estosGuardias Suizos que garanti-zan eficazmente la protecciónal sucesor de Pedro. En la fo-to, dos oficiales de la Guar-dia Suiza muestran al Papa subandera.

Fidelidad al Papa

Nuevos obisposbiza y Oviedo han dado la bienvenida a un nuevo obispo y a un nuevo obispo auxiliar, respectivamente. Monseñor Vi-cente Juan Segura (a la izquierda) fue ordenado obispo de Ibiza en la catedral. Presidió la celebración monseñor LeonardoSandri, Sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano –donde trabajó el nuevo obispo–, junto al arzobispo de Valen-

cia, monseñor Agustín García-Gas-co. Asistieron numerosas perso-nalidades que habían coincididocon monseñor Segura en Roma,incluido el secretario particular deJuan Pablo II, monseñor Dziwisz,a quién le fue entregado como re-galo una réplica del Santo Cálizde la Última Cena venerado enValencia.En la catedral ovetense, el nuevoobispo auxiliar de Oviedo, mon-señor Raúl Berzosa, fue ordenadopor su arzobispo, monseñor CarlosOsoro (a la derecha), que le invitóa ser «un obispo vital, un obisposanto en la sucesión de los após-toles.

I

T

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uien perdona a los asesinosde su ser más querido, man-teniendo con la misma con-vicción su condena del mal,

y además les enseña a sus hijos a res-ponder siempre con amor, incluso an-te el mayor odio criminal que puedadarse, como lo hizo, por ejemplo, laviuda del señor Araluce, en los prime-ros tiempos del mayor horror de la ban-da asesina ETA, ¿no muestra acaso unagrandeza envidiable, una dignidad queatrae el respeto de todos, y hasta deja,incluso, sin poder y sin argumentos alos asesinos? Ese milagro lo sigue ha-ciendo posible el primero que lo hizo,clavado en una cruz, precisamente car-gando sobre sí todos los pecados delmundo. De este modo, metido hasta elfondo en el barro de nuestra carne pe-cadora, nos abrió el camino de la au-téntica libertad. «Nos rescató de la mal-dición de la ley –escribe san Pablo alos gálatas–, ¡haciéndose Él mismomaldición por nosotros!» Cuando estaparadoja, que los sencillos de corazónentienden a la primera, no se quiereentender, nada tiene de extraño el es-cándalo, ciertamente lleno de hipo-cresía, por los errores, las miserias ylos pecados de los hijos de la Iglesia. Elmismo san Pablo recuerda que el te-soro infinito de la Salvación que se nosha dado «lo llevamos en vasijas de ba-rro». ¿De qué podrían servir los me-jores recipientes de oro si están vacíosde vida verdadera?

Durante el Año Jubilar 2000, el Pa-pa Juan Pablo II reconoció y pidió per-dón por los pecados de los miembrosde la Iglesia a lo largo de la Historia.Fue un acto de especial solemnidad,pero el hecho de reconocer las debi-lidades y miserias de los cristianos esalgo cotidiano. Lo hacemos desdesiempre, cada día, al comienzo de laMisa, precisamente «para celebrar dig-namente estos sagrados misterios». Ladignidad no se la dan a los asistentessus cualidades y virtudes, sino la puragracia de Dios, que se llama miseri-cordia, amor gratuito que rescata dela miseria, que hace pasar de la muer-te a la vida. Por eso, no se trata de unrito secundario, y menos aún de algoestablecido con el deseo de que, al-gún día, cuando todo fuera perfeccióny virtud en los fieles que participanen la misa, pudiera suprimirse. No esasí. Más bien se trata de un momentoeducativo de primer orden: poner enevidencia que es la gratuidad del amorde Cristo la que nos salva, no nues-tras fuerzas. Y sólo desde ahí, eviden-temente, puede surgir toda perfeccióny toda virtud verdadera; sólo desdeeste reconocimiento de que Dios lo estodo, y de que sin Él nada somos, pue-de la vida renovarse y encontrar la au-téntica libertad. El ejemplo de la fa-milia Araluce bien que lo pone de ma-nifiesto.

Punto de referencia obligado paraesta mirada nueva, llena de esperanza,sobre la vida, es, sin duda, el PapaJuan Pablo II. De todos los rinconesdel mundo ha llegado a Roma el cla-mor de su santidad, para cuya procla-mación ha abierto ya el camino su su-cesor. En las últimas semanas antesde su muerte, habiéndose agravado suenfermedad, una de las religiosas quele atendían le dijo: «Estoy preocupadapor Su Santidad», a lo que el Papa res-pondió: «También yo estoy preocu-pado por mi santidad». ¿Cabe más pre-cioso testimonio del secreto de la Igle-sia? Quien recibecada día la graciade la Misericor-dia, no sólo noacusa los pecadosde los demás, si-no que hasta élmismo se sabenecesitado delperdón. Por elcontrario, comoel fariseo de laparábola evangé-lica, o los que sedisponían a ape-drear a la mujeradúltera, ¡con quéfacilidad acusan ala Iglesia, a lospublicanos y me-retrices –pecadores, sí, pero que hanencontrado la Salvación–, quienes nosólo defienden, curiosamente, la leja-nía de la virtud, lo que parece ser elobjeto de su acusación, sino que has-ta tienen la insolencia de tratar de le-gislarlo! Hoy en España, lo estamoscomprobando lamentablemente.

Las acusaciones a la Iglesia, enrealidad, se deben, en el fondo, a lanegativa a acoger la gracia de la Mi-sericordia, que acaba necesariamenteen el fundamentalismo laicista, al quenos referimos la semana pasada. Sidar el perdón está lleno de grandezay dignidad, no menos lo está el saberrecibirlo. Estos días se ha acusado ala Iglesia, entre otras muchas cosas,de «impedir curar a los enfermos» ¡poroponerse a la destrucción de embrio-nes humanos!, o de «no respetar a loshomosexuales» ¡por defender la ver-dad del matrimonio y de la familia!

¿Argumentos? Elengaño de unacapacidad de cu-rar no demostra-da en las célulasmadre embriona-rias, cuando espatente en las detejidos adultos, yel sarcasmo deafirmar que «nose legisla desde lareligión», en re-ferencia a la ver-dad que enseña laIglesia, cuando seestá haciendo, noprecisamentedesde la razón, si-no desde la reli-

gión laica que trata de imponerse pordecreto. Quienes se creen autosufi-cientes no encuentran la libertad. To-do lo contrario de quienes, como Be-nedicto XVI, se saben instrumentosinsuficientes y pueden así experimen-tar la gloriosa libertad de los hijos deDios.

CRITERIOS 19-V-2005 ΩΩ9 AA

Q

Fundamentalismoislámico

El aferrarse fanáticamente a lastradiciones religiosas se

vincula en muchos sentidos alfanatismo político y militar, en elcual la religión se considera deforma directa como un caminode poder terrenal.

La instrumentalización de lasenergías religiosas en función dela política es algo muy cercano,sin duda, a la tradición islámica.En consonancia con esto, se hadesarrollado, en relación con elfenómeno de la resistenciapalestina, una interpretaciónrevolucionaria del Islam queroza la teología cristiana de laliberación, y que ha hecho confacilidad una mezcla delterrorismo occidental, inspiradopor el marxismo, y el islámico.

Lo que de manera superficialse denomina fundamentalismoislámico se podría vincular sindificultad con las ideassocialistas acerca de laliberación: el Islam espresentado como el verdaderoconducto de la lucha por laliberación de los pueblosoprimidos. Por esta vía, porejemplo, ha encontrado RogerGaraudy su camino delmarxismo al Islam. Ve en esteúltimo el portador de las fuerzasrevolucionarias contra elcapitalismo dominante.

En contraposición con esto,un mandatario fuertementemarcado por la religión como esel rey Hassan, de Marruecos, haexpresado hace poco suprofunda preocupación por elfuturo del Islam: unainterpretación del Islam queconsidere como su núcleo laentrega a Dios está reñida conuna interpretación político-revolucionaria, en la cual lacuestión religiosa se convierte enparte de un chauvinismocultural, y con ello se subordinaa lo político.

No deberíamos disponernoscon tanta ligereza al análisis deun fenómeno tan complejocomo éste. El Islam, tan segurode sí mismo, actúa desde lejossobre el tercer mundo como algomás fascinante que uncristianismo dividido consigomismo.

+Joseph Ratzingeren Una mirada a Europa

(ed. Rialp)

Gloriosa libertad

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CARTASΩΩ10

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Cita

«Quien ataca a la familia no sabe lo que hace, por-que no sabe lo que deshace»: G.K. Chesterton.

Pues a ver si se entera…

Alberto Tarifa Granada

Ceguera presidencial

Estimado señor Rodríguez Zapatero: Haga el favor de mi-rar a los ojos de los dieciocho mil profesores de Religión

que hay en España y tenga el valor de decirles: «Amigos yamigas, maestros y maestras de una asignatura que deman-dan millones de padres españoles..., sois ciudadanos de se-gunda. Nada más se pueda, nuestro Gobierno talentoso osregalará unas vacaciones perpetuas en el INEM».

Jesús Asensi VendrellValencia

Hijas de la Caridad

Quizá alguno os hayáis enterado que la ConferenciaEpiscopal Española ha propuesto a la Compañía de las

Hijas de la Caridad para el Premio Príncipe de Asturias a laconcordia. Nos indican que es importante haya apoyos porparte de instituciones, incluso personas para que la pro-puesta siga adelante, ya que hay otras. Una religiosa de otra

Congregación llamaba el otro día para felicitar, y decía quees un acontecimiento de Iglesia y hay que sacarlo adelante,más en estos momentos que es tan desprestigiada. No estánacostumbradas a premios y reconocimientos, que tampo-co nos importan mucho, pero realmente en este caso re-presentan a la Iglesia; así que ¡a mayor gloria de Dios!

Sor Josefina SazValencia

¿Objeción relativa?

Hay muchas cosas en este país llamado España que no en-tiendo. No entiendo que cuando la mili era obligatoria,

el partido socialista apoyara la objeción de conciencia apesar de que iba contra la ley, y ahora no permita la objeciónde conciencia de los funcionarios que no quieren casar a loshomosexuales, alegando que hay obligación de cumplir laley. Y menos entiendo que el Ayuntamiento de Madrid, endonde manda el Partido Popular, decida repartir gratuita-mente la píldora del día después a partir de los 10 años, es-timulando con ello la promiscuidad sexual de las menoresy el que se pueda abusar de ellas más fácilmente. Final-mente, me resulta incomprensible que haya quienes inten-ten sacar a Dios de las escuelas y de la vida pública, y lue-go alguno de ellos pregunte dónde estaba Dios el 11 M.

José Pauner Sala Antella (Valencia)

10 años en coma

Espero que mucha gente, que todo el mundo, mejor di-cho, se haya hecho eco de una noticia que apareció el pa-

sado 4 de mayo. Después de mucho tiempo, creo recordarque eran 10 años, un bombero estadounidense, esa semana,ha salido del coma. De repente, pidió a sus cuidadores ha-blar con su mujer, y ahora su familia está muy esperanzadaen su pronta recuperación. Quería felicitar a todos los quedefienden la vida y saben esperar. Él creía que habían pasadosólo 3 meses. ¿Quiénes somos nosotros, ni nadie, para aca-bar con la vida de alguien por el hecho de que esté ciertotiempo en estado vegetativo? ¿Quién marca el límite de esecierto tiempo? La vida siempre nos da sorpresas. Felicidadesa todos los que defienden lo más grande que tenemos: lavida humana.

Marian ReigValencia

Nos vemos el 18J

Si el futuro de España y Europa está en los jóvenes, de-bemos ayudarles a afrontarlo dándoles ejemplo de la

principal característica de la juventud, que es el incon-formismo y la lucha por ideales. La convocatoria de ma-nifestación a favor de la familia y la infancia, el día 18 dejunio, en Madrid, es una oportunidad única para demos-trar a nuestra juventud y a toda la sociedad que sólo en lafamilia se puede transmitir el futuro, que sólo en la fami-lia permanece el espíritu juvenil que va pasando de ge-neración en generación, y que se rebela frente a los ataquesy surge unido un grito defendiendo sus valores y su iden-tidad y libertad.

Amparo Cons GarcíaMelilla

Las cartas dirigidas a esta sección deberán ir firmadas y con DNI, y tener una extensión máxima de 20 líneas. Alfa y Omega se reserva el derecho de resumir su contenido

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VER, OÍR Y CONTARLO 19-V-2005 ΩΩ11 AA

Ha pasado inadvertido para muchos el centenario del naci-miento de Emmanuel Mounier. Carlos Díaz escribió, conese propósito, la siguiente semblanza de lo que fue una de sus

obras, la revista Esprit: «Emmanuel Mounier es católico, pero larevista Esprit, por él fundada, no lo es. Algunos de sus colaborado-res pertenecen a distintas Iglesias; otros, a ninguna. Prodigio de ecu-menismo exigente, allí colaboran católicos, protestantes, judíos, so-cialistas, libertarios… A un abonado increyente le escribe, en 1934:No se trata, señor, de saber si yo le invito, si yo le acojo a usted,pues partimos juntos y en plena igualdad humana. Si usted, no ca-tólico, está de acuerdo con nuestras posiciones fundamentales, tie-ne un lugar de primer orden en “Esprit”, tan esencial como el mío.“Esprit” faltaría a su misión si le diésemos motivos para dudar deeso. ¡Y qué decir de la lista de quienes escribieron en Esprit! Alain,Aron, Barth, Bataille, Benda, Bergamín, Bernanos, Cela, Congar, Da-nielou, Dolléans, Dufrenne, Duméry, Ellon, Wilson, Guitton, Gur-vitch, Lévinas, Lévi-Strauss, De Lubac, Lukacs, Marcel, Maritain,Mauriac, Morin, Ricoeur, Teilhard de Chardin…»

Nuestro tiempo

Ángela Aparisi, en el último número de la revista Nuestro tiem-po, ofrece a los lectores un interesante ensayo sobre La Declara-ción Universal de los Derechos Humanos. Leemos: «Uno de losproblemas que también va a suponer un reto inmediato es la cre-ciente desvalorización de la misma idea de universalidad de los de-rechos humanos. Aquí podemos plantear, a su vez, dos grupos decuestiones. La primera sería la relativa a la crítica que, desde otras cul-turas, se realiza contra la noción de derechos humanos universales.Tal crítica se apoya en la idea de que éstos son una aportación de Oc-cidente, que nada tiene que ver con otras realidades culturales. Se tra-ta de un tema difícil, aunque detrás de estos planteamientos hay, enmuchos casos, ideologías de muy diverso signo; así ocurre, porejemplo, en el supuesto de China o los países musulmanes funda-mentalistas. Frente a ello, cabría responder que una cosa es el plu-ralismo ideológico y religioso, y otra, que el derecho ampare deter-minadas conductas que desprecian el valor intrínseco de un ser hu-mano. Son los casos, por ejemplo, de la pena de muerte, las torturaso la desvalorización y discriminación de la mujer. En mi opinión, ad-mitir que los derechos humanos son relativos y culturales significadejar abandonados a su suerte a millones de personas. También pue-de convertirse en una excusa de la pasividad y el individualismo delas sociedades occidentales. Cuestión distinta es que los Gobiernosoccidentales deban respetar ciertas características sociales, cultu-rales y religiosas de los grupos sociales que conviven en su territo-rio. Pero esto supone una exigencia más de los derechos humanos.

En segundo lugar, y también en relación con el universalismo, seplantea el problema de si los derechos humanos deben ser recono-cidos a todo miembro de la especie humana, o sólo a quienes poseanun determinado grado de desarrollo, independencia, racionalidad oautonomía moral.

En conclusión, el siglo XXI nos depara muchos retos, pero qui-zás el fundamental consiste en defender la dignidad no de unos po-cos, sino de todos los seres humanos. Ello presupone el reconoci-miento del carácter sagrado e insustituible de cada individuo hu-mano, con independencia de su origen, situación o características per-sonales.

Como señalaba Gabriel Marcel, la calidad sagrada del ser hu-mano aparecerá con más claridad cuando nos acerquemos a éste ensu desnudez y en su debilidad, al ser humano desarmado, tal comolo encontramos en el niño, el anciano, el pobre o el inmigrante. Lapersona es valiosa por lo que es, no por lo que tiene. Ello implica dosexigencias básicas: todo ser humano es merecedor de respeto porsus semejantes; y, además, debe ser siempre reconocido como unsemejante, ya que el otro, cualquier otro, es siempre otro yo».

La Vanguardia

En la entrevista de María-Paz López a Vittorio Messori, pu-blicada el pasado martes, 17 de mayo, en La Vanguardia, nos en-contramos con ésta última pregunta y ésta última respuesta:

«Juan Pablo II tenía una relación privilegiada con la juven-

tud católica. Ahora surgen los Ratzinger boys con clubs en In-ternet. ¿Es ésta la novedad mediática del nuevo Papa?

Son grupos limitados, puro folklore. Lo importante es la juven-tud; sólo quien no conoce la Iglesia cree que en ella no hay jóvenes,pero su presencia es más fuerte de lo que piensan algunos como Za-patero, que está convencido de que van a misa sólo ancianas seño-ras y algunos abogados de provincias; y digo Zapatero como ejem-plo de anticlericalismo radical. No hay que juzgar a la Iglesia cató-lica universal por lo que ocurre en España o en Cataluña, que dapena».

ABC

Ignacio Sánchez Cámara había publicado recientemente un ar-tículo, en el diario ABC, titulado La conciencia amordazada, en elque decía: «Si es un error, que puede conducir al totalitarismo, im-poner la moral desde el Estado, cuando no es ésa su función, tambiénlo es, y también puede conducir al totalitarismo, pretender imponerel Derecho como moral, reduciendo ésta última a la voluntad de lamayoría, a la voluntad del Estado. Pretendiendo, en el mejor de loscasos, evitar el primer error, los adoradores de la ética pública co-meten el segundo. Menos mal que se les suele pasar cuando se en-cuentran en minoría política. Frente a su fanatismo demagógico,conviene recordar que la crítica de las leyes desde la perspectiva dela conciencia personal no sólo es un derecho, sino que también cons-tituye un deber irrenunciable. Quienes pretenden acallar las voces crí-ticas imponiendo la losa de una presunta ética pública (que suele, porcierto, identificarse con el programa político de la mayoría o de lacoalición gobernante) cometen un atropello a la democracia y, loque es mucho peor, un atentado contra los derechos y deberes de laconciencia personal. Lo que en el fondo pretenden es la identifica-ción de sus programas e intereses con la única moralidad válida.Como pueden mandar, pero no convencer (tener el apoyo de la ma-yoría no es lo mismo que convencer en el orden moral), quieren si-lenciar toda voz moral crítica y, en definitiva, amordazar las con-ciencias. Bueno y malo sería, para estos descarriados, lo que decidela mayoría parlamentaria. Como si la misión de los Parlamentosfuera discernir entre el bien y el mal moral. ¿Qué tiene que ver todoesto con la situación política española?, preguntará acaso un bene-volente lector. Todo, absolutamente todo, le responderé. Esta tergi-versación se encuentra en la base, por ejemplo, de los intentos del ac-tual Gobierno por acallar democráticamente la palabra de la Iglesiacatólica. Más que gobernar, se diría que aspiran a elaborar una nue-va ley mosaica».

José Francisco [email protected]

Mordazas «democráticas»

Ilustración de Time

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AQUÍ Y AHORAΩΩ12

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El profesor Francisco Canals, en un momento de la ceremonia

El profesor Francisco Canals, catedráticode Metafísica de la Universidad de Bar-celona, ha sido investido doctor Hono-

ris causa por las Universidades Abat Oliva-CEU, de Barcelona, la Pontificia y Real Uni-versidad Santo Tomás, de Manila, y la Uni-versidad FASTA, de Mar de Plata. El actotuvo lugar el pasado 21 de abril, en la Uni-versidad Abat Oliva, durante el transcursodel VI Encuentro de Rectores de la Interna-tional Council of Universities Saint ThomasAquinas.

Francisco Canals nació en 1922, y es doc-tor en Filosofía, Derecho y Teología. En1944 se incorporó a la Scola Cordis Iesu, yen ella se formó bajo la dirección del padrejesuita Ramón Orlandis, que le orientó enel estudio de santo Tomás de Aquino.

En su lección magistral, el profesor Ca-nals agradeció a las distintas universida-des el título de doctor Honoris causa, asícomo a su maestro, quien le hizo conocer asanto Tomás de Aquino, y quien, hasta sumuerte, fue su «maestro de doctrina y de

espíritu, aquella gran figura que fue el je-suita Ramón Orlandis Despuig. Era con-vicción central del magisterio del padre Or-landis la inclinación innata del entendi-miento humano a la búsqueda de una sín-tesis armónica y coherente en la que puedamadurar nuestra comprensión del sentidodel universo y de la vida humana. Estabatambién convencido de que santo Tomásde Aquino sobresale y resplandece, en esteaspecto, en la historia del pensamiento cris-tiano. (…) El padre Orlandis consiguió, enbreve tiempo, connaturalizarme con su con-vicción, experimentada y vivida, de queesta fuerza unificante y sintética del pen-samiento de santo Tomás le daban virtua-lidad ordenadora, integradora y pacifica-dora para la vida de los hombres, y de mo-do especialísimo de los jóvenes, de tantasmaneras sometidos y torturados por diver-sidad de impulsos y falsas impresiones yestímulos inadecuados, que tanto dificul-tan, en nuestro tiempo, la maduración hu-mana y la paz del espíritu.

De aquí que la invitación al estudio desanto Tomás penetrase en mi vida, de unmodo tan práctico y vital, que no sólo de-terminaría mi orientación profesional haciael estudio y la docencia de la Filosofía, sinoque vino a ser para mí una de aquellas tare-as, por decirlo con lenguaje del propio san-to Tomás, quae pertinent ad totam vitam.Ello fue, sin duda, el motivo esencial de que,desde entonces, el estudio de santo Tomásme haya ocupado durante los sesenta añostranscurridos hasta hoy desde el momentode haber podido descubrir el carácter cultu-ral y espiritualmente saciativo de su doctri-na».

Una presencia sólida

El profesor Canals hizo, en su discurso,unas reflexiones, de «carácter histórico y so-ciológico, sobre las circunstancias ambien-tales por las que nos llega, demasiadas ve-ces inadvertidamente, la presencia seculardel tomismo en Cataluña. Y digo inadverti-damente porque, con la excepción de Torrasi Bages, que veía la Orden de Predicadorescomo la verdadera educadora de nuestratierra, precisamente por la perseverancia delos dominicos en la enseñanza de la síntesiscientífica que personifica santo Tomás deAquino, ha sido general entre nuestros his-toriadores y dirigentes culturales el desinte-rés, y aun la falta completa de atención, a es-ta dimensión profunda de la tradición cata-lana». Así, aludió a dos dominicos de los si-glos XVII y XVIII: fray Joan Tomás deRocabertí y fray Joan Tomás de Boixadors,de los que se ocuparon, respectivamente, To-más i Bages y Joan Tusquets Tharrats.

La búsqueda de la síntesis en la doctrinade santo Tomás fue otro de los temas en losque profundizó el profesor durante su lec-ción magistral, así como el aristotelismo enla filosofía cristiana del santo de Aquino; y,finalmente, la importancia e influencia delas enseñanza de santo Tomás en la Iglesia através de la Historia: «La experiencia actualde las abundantes fundaciones de revistas yde sociedades tomistas, y el hecho del cre-ciente impulso de los congresos internacio-nales, con numerosísimas comunicacionesy ponencias, organizados por la AcademiaPontificia y la Sociedad Internacional To-más de Aquino, ponen de manifiesto que esuna perspectiva errónea la inspirada en unaactitud pretendidamente convencida de lacaducidad y carencia de vigencia, para nues-tro tiempo, de la sabiduría del doctor de Aqui-no. Es el lenguaje jerárquico de la Iglesia y laactividad misma de los pensadores católi-cos los que hacen brillar la presencia actualde santo Tomás en la vida de la Iglesia».

Alfa y Omega

Tres Universidades tomistas reconocen a don Francisco Canals doctor Honoris causa

Santo Tomás de Aquino, un sabio para nuestro tiempo

La Universidad Abat Oliva-CEU, de Barcelona, ha sido el escenario del XV Encuentro de Rectores de la Red Internacional de Universidades Santo Tomás de Aquino. En el transcurso de este encuentro, se concedió al profesor Francisco Canals el título de doctor Honoris causa

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El Ministerio de Economía y Hacienda ha publicado un docu-mento con las directrices de la reforma de IRPF. Se trata de undocumento que, desde el momento en que el Gobierno tomó po-

sesión, ha desencadenado un aluvión de declaraciones sobre estamateria, en la mayoría de los casos de carácter contradictorio. Así,conviven en el Ejecutivo los defensores de la implantación de unImpuesto lineal sobre la renta, y los que defienden un impuesto de es-tructura similar al actual, pero asentado sobre una base imponible másamplia y con tipos de gravamen más reducidos. Estos últimos enví-an globos sonda sobre posibles modificaciones del impuesto, que undía se refieren a la eliminación de la deducción por adquisición de vi-vienda, al día siguiente pretenden reformar la tributación de los pla-nes de pensiones, y un día después dejan en estudio los objetivosanteriores y cifran sus prioridades en aumentar la progresividad dela tributación de las plusvalías.

En este contexto, se esperaba que la publicación de un docu-mento marco sobre la reforma despejara las dudas existentes. Nadamás alejado de la realidad; el documento de 9 páginas, que puede serconsultado en la página web del Ministerio de Economía y Hacien-da, constituye un monumento a la ausencia de concreción y com-promiso. Así, en los siete temas que aborda, desde la disminución dela carga tributaria soportada por las rentas del trabajo hasta la de-ducción por vivienda habitual, no se aporta ninguna solución con-creta; todos los casos se estudiarán, y se habla siempre de incre-mentos moderados, algunas correcciones o el instrumento elegido

está sin determinar pero el objetivo es claro. Especialmente signi-ficativa en esta dirección es la propuesta relativa a la tarifa del im-puesto, en la que se dice textualmente que «se propone una modifi-cación de la tarifa del IRPF que reduzca el número de tramos, que se-rá mayor de uno e inferior a los cinco actuales (previsiblemente treso cuatro) y que disminuya el tipo marginal máximo»; sin duda, secontempla un abanico amplio de posibilidades.

Ausencia de concreción

En medio de tanta ambigüedad, llama poderosamente la atenciónque una de las pocas cossa que tiene claro el Gobierno sea la reformadel tratamiento de las circunstancias personales y familiares. Parece quele resulta molesto que las reducciones personales y familiares ope-ren en la base imponible, lo que tiene como consecuencia que el aho-rro fiscal que producen aumente con el tipo impositivo del contribu-yente. No resulta fácilmente comprensible cómo el país que menos re-cursos públicos dedica a política familiar en la Unión Europea, reca-yendo por tanto los costes derivados del cuidado y sostenimiento de loshijos y personas dependientes sobre las familias, sea tan cicatero a lahora de reconocer la merma que estas cargas suponen de la capacidadeconómica de los contribuyentes. Por poner un ejemplo, Francia apli-ca un sistema de cociente familiar, también sobre la base imponible,que supone un ahorro fiscal importante según aumenta el número dehijos. En primer lugar, no tiene sentido que, como dice el informe, seplantee modificar «el tratamiento fiscal de las circunstancias personalesy familiares, suprimiendo el actual trato discriminatorio en función delnivel de rentas (reducciones más altas para los contribuyentes de ren-tas más altas), y mejorando, por consiguiente, la equidad horizontal delmismo». El principio de equidad horizontal implica que los contri-buyentes que tienen la misma renta deben pagar el mismo impuesto;por tanto, no tiene sentido comparar, desde esta perspectiva, a contri-buyentes con distinto nivel de renta. En todo caso, si los mínimospersonales y familiares implican un ahorro distinto en función de la ren-ta del contribuyente, estarán afectando a la equidad vertical y a la ca-pacidad redistributiva del impuesto, no a su equidad horizontal.

Lo que sí requiere la equidad horizontal es que los contribuyentescon la misma capacidad contributiva paguen el mismo impuesto. Ya esto contribuyen precisamente los mínimos personales y familiares,a que la tributación se realice en función de la renta disponible des-pués de compensadas las cargas a las que deben, ineludiblemente,hacer frente las familias y reducen su capacidad económica. En estadirección, existen estudios que demuestran cómo la reforma de 1998significó un aumento en la equidad horizontal del impuesto frenteal sistema anterior de deducciones en la cuota.

Lo que la coherencia implica

En segundo lugar, un mínimo de coherencia implicaría que seeliminaran todas las reducciones en la base imponible, ya que susefectos, ahorro fiscal creciente con el tipo marginal, son los mis-mos que los de los mínimos familiares. Sin embargo, esta cuestiónno aparece planteada.

Por último, es significativo que un Gobierno al que escandalizatanto el importante ahorro, ¡hasta 630 euros!, que significa la de-ducción por el primer hijo para sujetos pasivos que tengan que tributaral tipo marginal máximo del impuesto (habitualmente denomina-dos los ricos), pretenda, como hemos recogido anteriormente, re-ducir a estos mismos contribuyentes dicho tipo impositivo. Por cier-to, sin que se haga ninguna referencia a la reducción de los tiposimpositivos más reducidos, probablemente porque los autores del do-cumento sean conscientes de que en los tramos medios y bajos de latarifa es donde se genera la mayor parte de la recaudación del im-puesto. No es necesario realizar cálculos especialmente complejospara poner de manifiesto cómo los ricos ahorran más cuando se re-ducen los tipos impositivos que cuando se aplica una deducción porhijos en su base imponible.

Todos estos argumentos deberían servirnos para reflexionar sobrelos objetivos reales de estos cambios. El IRPF debe servir al objeti-vo de la redistribución de la renta entre contribuyentes de rentasmás altas y más bajas. Parece, sin embargo, que se pretende tam-bién redistribuir entre familias con mayor número de hijos haciacontribuyentes sin cargas familiares. Pero no seamos maquiavélicos.Creamos que el Gobierno no llega tan allá en sus planteamientos ypensemos que, simplemente, es una nueva oportunidad que se lepresenta de perjudicar a las familias sin considerar a quién beneficia.

Santiago Álvarez García

Ante la declaración de la renta

Un nuevoretroceso

Escribe el doctor Álvarez García, profesor titular de Hacienda Públicaen la Universidad de Oviedo

AQUÍ Y AHORA 19-V-2005 ΩΩ13 AA

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IGLESIA EN MADRIDΩΩ12

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Homilía en la solemnidad de Pentecostés y San Isidro Labrador. Colegiata de San Isidro. Domingo 15 de mayo

El acontecimiento del primer Pentecostés sigue operante en laIglesia y el mundo del 2005 con una viveza sorprendente y sin-

gular. Lo hemos podido comprobar todos los católicos y los hombresde buena voluntad en lo vivido en Roma los días de la muerte denuestro muy querido Juan Pablo II y de la elección de nuestro nue-vo Santo Padre Benedicto XVI. Hemos asistido, con honda emo-ción, al ejemplar y piadoso paso de este mundo al Padre del que elpueblo de Dios no ha vacilado en llamarle santo, el grande. La Igle-sia que peregrina en Madrid guarda un recuerdo imborrable de lacercanía y del cariño de aquel que nos visitó en tres ocasiones con so-licitud de padre: entusiasmó a los jóvenes, nos alentó para no decaeren el desánimo y las frustrciones de nuestro tiempo y, así, podercontinuar nuestra labor evangelizadora.

Hemos vivido también el regalo del Espíritu, que jamás aban-dona la nave de la Iglesia y que la conduce al puerto del reino de Dios,en la persona del nuevo Vicario de Cristo en la tierra, sucesor dePedro y obispo de Roma, Su Santidad Benedicto XVI. También él haestado entre nosotros y conoce nuestra archidiócesis. Agradecemosal Señor el nuevo Papa y rogamos por él, para que sea el pastor y pes-cador de hombres que Cristo quiere y la Iglesia necesita.

Los que hemos participado en el tercer Sínodo de Madrid, tantolos numerosos grupos de preparación y consulta como los miem-bros elegidos para la Asamblea sinodal, hemos podido experimen-tar gozosamente la presencia del Espíritu Santo en la común escuchade la Palabra, en la oración compartida y robustecida por la vuelta ala vida interior, y en la experiencia de los vínculos de caridad y decomunión que nos unen tan íntimamente a pastores y fieles. Sí, locomprobamos: ¡alumbra la esperanza! ¡Alumbrará la esperanza enel corazón de la Iglesia diocesana de Madrid, de todos los madrile-ños, sus hijos!

¡Pentecostés 2005! Con la llegada del dulce huésped del almase sanan las heridas del hombre enfermo con la promesa cierta ysegura de la vida eterna. Él es la luz que proviene de Dios, el Padreamoroso del pobre: del pobre del cuerpo y del pobre del alma, del quecarece de vida interior.

A nadie se le oculta que la familia atraviesa hoy por uno de los mo-mentos más difíciles de su historia. Muchas son, en la actualidad, lashondas discrepancias sobre la naturaleza del matrimonio y de la fa-milia, al menos por lo que respecta a las teorías y formas de conce-birla, propuestas en los más variados foros de la vida cultural, socialy política. Muchos son también los problemas y las crisis con que setienen que enfrentar hoy en España, y en Madrid. Se acrecientanlas distancias, incomprensiones y rupturas matrimoniales. Se im-pone, de un modo irracional, una nueva comprensión de las rela-ciones entre el varón y la mujer. Se pretende incluso, usando el ins-trumento noble de la ley humana, desnaturalizar el matrimonio y lafamilia en lo más hondo y constitutivo de su ser, con la desnaturali-zación consiguiente de la ley misma que pierde la función que leda sentido, de ser cauce vinculante de realización de justicia. Lasvíctimas primeras y principales, los hijos. Y luego, los actores mis-mos de las crisis, y toda la sociedad. Debemos sentir como una lla-mada urgente, en el interior de nuestras conciencias, que únicamenteprotegiendo y promoviendo la dignidad natural del matrimonio yde la familia encontrarán las nuevas generaciones el lugar insusti-tuible, ¡el hogar! Donde se recibe, conoce y aprende la lección fun-damental e imprescindible del amor gratuito, fuente de una vidadigna del hombre y clave de su desarrollo como persona, llamada aser y vivir como hijo de Dios y hermano de sus semejantes, respon-sable de su destino y del bien común.

¡Que se facilite y no se entorpezca a los jóvenes esposos, maridoy mujer, el que puedan vivir su matrimonio como una unión y co-

La voz del cardenal arzobispo

La familia, en un momentomuy difícil de su historia

La solemnidad de Pentecostés y la fiesta de San Isidro, Patrono de Madrid, la clausura del tercer Sínodo diocesano y el Día Nacionaldel Apostolado Seglar y de la Acción Católica han sido ocasionesimportantes de la vida eclesial de nuestra archidiócesis, en las quenuestro cardenal arzobispo ha anunciado su petición al PapaBenedicto XVI de una audiencia para los miembros del Sínododiocesano, y también el nuevo nombre con que se conocerála explanada de la Almudena: Plaza de Juan Pablo II. Recogemoslo esencial de las palabras que ha pronunciado estos días:

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munión indisoluble de amor y de vida! ¡Que puedan educar ellos, enprimera persona, a sus hijos en todos los aspectos y ámbitos queimplican y determinan la vida y el destino de las personas, desde lafe y la conciencia moral hasta la sociedad y la cultura, sin intromi-siones impositivas de ningún género! ¡Que la labor de la madre o, ensu caso, del padre, al engendrar y al educar a sus hijos, en el cuida-do diario de su hogar, se valore y retribuya justamente con no menorpeso y significado económico y jurídico que el de los profesionalesque se dedican a tareas similares en centros de acogida y de ense-ñanza! ¡Que todos los niños puedan nacer sin que nadie los destru-ya o manipule en los primeros instantes de su existencia! ¡Que no ha-ya hogar sin niños; ni niños sin padre ni madre, ni hijos sin herma-nos! ¡Que no nos sobren en casa nuestros padres y familiares mayoreso enfermos!

Homilía en la Vigilia de Pentecostés y Clausura de la Asamblea sinodal del III Sínodo Diocesano.Explanada de la Almudena. Sábado 14 de mayo

El objetivo del tercer Sínodo diocesano fue transmitir la fe enMadrid hoy; su aliento, la oración; su inspiración y fuerza, el

Espíritu del Señor; su finalidad, la conversión al Evangelio: la con-versión de nosotros mismos, de los que están cerca de la Iglesia y enla Iglesia, de los que están lejos. Así lo hicimos, desde los dos largosy fecundos años de la preparación sinodal y, luego, a lo largo de loscatorce sábados de la Asamblea si-nodal. Éramos plenamente cons-cientes de la situación de la crisis defe que afecta a amplios sectores denuestra sociedad. No son pocos losque la han perdido totalmente, mu-chos son los que viven en contra-dicción con lo que ella implica, e in-cluso alejados de toda práctica reli-giosa, y no faltan aquellos a los queno ha llegado nunca la noticia deDios y de Jesucristo.

Porque los hitos de la historia delpecado de los hombres y sus varian-tes, desde la del original de nuestrosprimeros padres hasta la de la apos-tasía explícita e implícita, por ejem-plo, de los cristianos españoles, ma-drileños y europeos de nuestra épo-ca, reaparecen y se reavivan una yotra vez; ahora, después de Cristo,tocadas de una gravedad última.

¿Quién puede negar que en estemomento del mundo, del nuestro,del más cercano en España y en Ma-drid, no se está cayendo en la tenta-ción de una nueva Babel por quereredificar la existencia personal y lasociedad, comenzando por el matri-monio y la familia, sin Dios?

Los frutos del tercer Sínodo deMadrid están ya a la vista. En primer lugar, en nosotros mismos.Nos teníamos por discípulos, pero no siempre a la escucha delMaestro; elegidos para ser apóstoles, cada uno según su vocación ymisión, pero no siempre fieles y entusiasmados con ella; enviados conla fuerza del Espíritu Santo para ser testigos del Señor resucitadoen Madrid y hasta los confines de la tierra, y nos quedábamos fre-cuentemente acobardados en la comodidad de nuestras casas y nues-tro modo habitual de vida. ¿Verdad que algo muy importante hacambiado en nuestro interior después de la densa experiencia sino-dal? Ya no nos es posible seguir con la rutina de una piedad sin el fon-do de la experiencia espiritual, de un trato más íntimo y frecuente conel Señor, y con una fe sin vibración apostólica. Ya no nos vale una es-peranza mortecina, fácil presa de las desilusiones y disgustos deldía a día, sin el horizonte de la Cruz gloriosa del Señor. Y menosaceptable es aún el intento de vivir la verdad y las exigencias delamor cristiano al margen de la ley de Dios y del Evangelio, olvi-dando sus consecuencias en el matrimonio y en la familia, en la vi-da privada y en la pública, en la atención a los enfermos y a los ne-cesitados, en la acogida fraterna y responsable de los emigrantes,en la preocupación por los pecadores y los más necesitados…

Toda esa riqueza de dones y gracias experimentadas personal-mente en el Sínodo han cuajado en la larga y valiosa lista de las

Propuestas sinodales en torno a los grandes cinco temas de las Po-nencias de la Asamblea sinodal. Su valor pastoral es evidente. Cons-tituyen el fruto eclesial primero del tercer Sínodo diocesano de Ma-drid, que nos permitirá hacer realidad en el futuro inmediato de laIglesia en Madrid, con mayor clarividencia, generosidad y entrega,el programa de la nueva evangelización.

Carta pastoral en el Día Nacional del ApostoladoSeglar y de la Acción Católica

En nuestros corazones se agolpan muchos sentimientos que nosimpulsan a vivir este final del tiempo pascual como un verdadero

tiempo de gracia que Dios ha concedido a su Iglesia, tanto a nivel uni-versal como para nuestra diócesis de Madrid.

El fallecimiento de Juan Pablo II, siendo un acontecimiento do-loroso, ha servido para que muchos que vivían en la indiferencia seencuentren de nuevo con el rostro misericordioso y amable de nues-tro Señor Jesucristo y con una Iglesia viva, que agradecía al Señor eldon de este Papa tan grande. La elección de su sucesor, BenedictoXVI, nos ha ayudado a manifestar pública y solemnemente nues-tra fe en el Señor Jesús que, a través del Espíritu Santo, gobierna laIglesia con sabiduría. Una Iglesia que se manifiesta cada día máscerca de los hombres, tan necesitados de Dios, como señalaba elnuevo Papa en el inicio de su pontificado. Además, en nuestra Igle-sia de Madrid concluimos en esta solemnidad la celebración del Sí-

nodo diocesano, que ha sido una gracia de Dios. Son momentos degracia, que no se quedan en sí mismos, sino que continuarán enri-queciendo a la Iglesia con los dones del Espíritu Santo.

En esta solemnidad de Pentecostés la Iglesia celebra el Día Na-cional de la Acción Católica y del Apostolado Seglar. Todos estosacontecimientos han dejado claro que los seglares forman parte dela Iglesia. Que se sienten verdaderamente miembros de ella. Losseglares no son un mero apéndice más o menos numeroso del Cuer-po místico de Cristo. Son bautizados, y eso les identifica con el Se-ñor a quien oran, aman y sirven en su vida.

La Comisión episcopal de Apostolado Seglar de la ConferenciaEpiscopal Española ha elegido un significativo lema para la cele-bración de esta jornada: Cristianos en el corazón del mundo. Ésta es,justamente, la vocación laical. Ahí está el sentido de la vida de unhombre que se decide a seguir a Cristo. Somos cristianos no para se-pararnos del mundo, sino para buscar la santidad en él.

El cristiano debe saber que Cristo desea estar presente en estemundo que tantas veces ignora a Dios, e incluso lo niega. Si el hom-bre es indiferente ante Dios, Dios no lo es con el hombre. Dios amaal hombre, a cada hombre.

+ Antonio Mª Rouco Varela

IGLESIA EN MADRID 19-V-2005 ΩΩ13 AA

Dos niñas madrileñas,en la Pradera de San Isidro

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TESTIMONIOΩΩ14

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las circunstancias. Mi hermano César res-pondió a las preguntas de éste, confesandohaber pecado, estar arrepentido y pedir per-dón a Dios. Recibió la absolución y la co-munión y una paz beatífica le invadió de in-mediato.

Después de todo esto, aún vivió mes ymedio, y durante este tiempo tanto en casacomo en el hospital dio continuas pruebasde su fe, y sufrió su enfermedad sin una so-la queja y con una aceptación ejemplar. En

una ocasión en que yo me preguntaba porqué mi hermano tenía que sufrir así, se apre-suró a decirme: «Por Dios, tengo que sufrirpor Dios». Cuando me ausentaba de casapara ir a comprar algo, le advertía: «Te que-das solo un momento». Él me respondía:«Nunca estoy solo, Dios está conmigo».

Nuestro párroco lo visitó varias vecesdándole la Unción de los enfermos y la Co-munión, y mi hermano lo agradecía y decíaque la fe, para él, era básica en la vida.

Durante el tiempo que aún vivió, acudi-mos en una ambulancia a la consulta del on-cólogo. La recepcionista lo vio tan deterio-rado que ordenó que le metiesen en una ca-ma, en una sala contigua a la que se admi-nistra quimioterapia. El médico se personóallí y le dijo que, en adelante, no necesitabaacudir allí y soportar las molestias del trans-porte en una ambulancia, porque un equipode oncólogos le visitaría en casa. Creo que,en el fondo, mi hermano abrigaba la espe-ranza de que reanudarían las sesiones dequimioterapia y con ello mejoraría su esta-do, pero al oír las palabras del médico, com-prendió que no existía la más mínima espe-ranza, y sabiéndose en las manos de Dios, sesantiguó y comenzó a rezar el Padre Nues-tro. «¿Rezas ahora, cariño? –le pregunté–¿Por qué?» –«Porque es lógico», me res-pondió.

Una vez más, volvió a ingresar en el hos-pital. Esa tarde me dijo: «Hasta siempre, mevoy muy pronto gracias a Dios». Seis díasdespués expiró en completa paz en una clí-nica de cuidados paliativos.

Ángeles Enfedaque

Mis hermanos, al igual que yo, fueroneducados en la fe católica. Una vezadultos, unos se apartaron parcial-

mente de las prácticas religiosas, otros conti-nuamos dentro de ellas. Durante años, no dejéde pedir por la recuperación de la fe de mishermanos.

Mi hermano César, una vez fallecido nues-tro hermano mayor, vino a vivir conmigo, ycreo que mi ejemplo de misa y comunión dia-ria le sirvió de mucho. Comenzó deseando ve-nir conmigo a misa en días señalados, y termi-nó en una conversión absoluta. Yo nunca meatreví a proponerle una confesión y comunión,pero pedía a Dios por ello, al igual que mi her-mana Pilar, y sucedió que, estando ingresado enel hospital por una enfermedad grave, una tar-de, paseando por el pasillo conmigo, comen-zó a hablarme de su seguridad en la existenciade Dios y su mucha confianza en Él, hacien-do hincapié en la convicción de un más allá.Ponía tal énfasis en sus palabras, que parecíacomo si yo fuera una incrédula a la que tratarade convencer a toda costa. También me hablóde cómo quería que fuese su despedida, unavez desaparecido de este mundo. Después deesta conversación, entramos en la habitacióny nos sentamos en el borde de la cama. Am-bos permanecíamos en silencio. Súbitamente,y ante el asombro de su compañero de habita-ción, mi hermano comenzó a rezar en voz alta:«Creo en Dios Padre todopoderoso…» Se in-terrumpió un momento para pedirme que lo re-zase con él, por si se había olvidado de algúnpárrafo. Era emocionante comprobar con quédevoción lo recitaba deteniéndose en cada fra-se y analizándola, y cuando llegó al final: «creoen la resurrección de la carne y la vida eter-na», añadió: «Sí, Dios mío, creo en todo eso».

Puesto que presentía su final, me parecióllegado el momento de proponerle que vinieseel médico de guardia y, a continuación, un sa-cerdote, a lo cual me respondió con entusiasmo:«Sí, sí, que venga un sacerdote». El capellánlo confesó de forma poco convencional, dadas

La conversión de mi hermano

Del llanto, a la banalidad

Escribo para dar cuenta de un hecho acaecido en las Barranquillas, mientras repartíamos bocatas a losdrogadictos, que me ha hecho ser más consciente de la vida. En el camino que lleva a este poblado,

uno de los drogadictos cayó desmayado con convulsiones y perdió el conocimiento. Mientrasesperábamos al SAMUR, al que llamamos, fue recuperándose, y comenzó a llorar. El llanto atravesaba eldolor físico, y llegó a constituir un grito casi desesperado de un hombre que se sabe está en las últimas.Cualquiera que lo hubiera visto se habría conmovido hasta las cejas. Sin embargo, a medida que serecuperaba, le atendió la ambulancia y le dimos un café y un sándwich; parecía como si se hubieseolvidado de todo y, poco después, se fue directo a pillar algo de droga, como si tal cosa.

Es impresionante cómo el hombre de hoy pierde la conciencia de ese grito que le constituye, sobretodo cuando se ve necesitado, olvidando aquello que es lo más humano y más sagrado: el corazón y laexigencia de felicidad que todos tenemos. Existe una característica del hombre moderno de hoy que huyede este deseo, olvidándolo al minuto. Hanna Arendt lo llamaba la banalidad. Efectivamente, me dicuenta de que existe un mal más fuerte incluso que la droga que nos embarga a todos cotidianamente: labanalidad. Es un manto que cubre toda la realidad impidiendo al hombre acusar los impactos de lo quesucede actuando en consecuencia. La característica esencial del hombre de todos los tiempos ha sidopreguntarse por el significado de lo que pasa, pregunta que salta en los momentos más dramáticos de lavida, como le pasó a nuestro amigo el drogadicto, o a nosotros ante la enfermedad o la muerte, el 11-M ola contradicción. Creo que a esto se le puede llamar nihilismo ligth, porque uno tira su experiencia deldía a día a la basura, pero sin ser consciente de la consistencia que tiene la propia existencia, arrastrandohacia la nada el valor del trabajo, del dinero, de la familia, de los amigos.

Jesús de Alba

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EL DÍA DEL SEÑOR 19-V-2005 ΩΩ15 AA

Dios habló a nuestros padres en distintas ocasiones y de muchas maneras por los profetas. Ahora, en esta etapa final, ha hablado por el Hijo. Pues envió asu Hijo, la Palabra eterna, que alumbra a todo hombre, para que habitara entre los hombres y les contara la intimidad de Dios. Jesucristo, Palabra hecha

carne, hombre enviado a los hombres, habla las palabras de Dios y realiza la obra de la salvación que el Padre le encargó. Por eso, quien ve a Jesucristo, veal Padre; Él, con su presencia y manifestación, con sus palabras y obras, signos y milagros, sobre todo con su muerte y gloriosa resurrección, con el envío delEspíritu de la verdad, lleva a plenitud toda la Revelación y la confirma con testimonio divino; a saber, que Dios está con nosotros para librarnos de lastinieblas del pecado y la muerte y para hacernos resucitar a una vida eterna. La economía cristiana, por ser la alianza nueva y definitiva, nunca pasará; nihay que esperar otra revelación pública antes de la gloriosa manifestación de Jesucristo nuestro Señor.

Cuando Dios revela, el hombre tiene que someterse con la fe. Por la fe el hombre se entrega entera y libremente a Dios, le ofrece el homenaje total de suentendimiento y voluntad, asintiendo libremente a lo que Dios revela. Para dar esta respuesta de la fe es necesaria la gracia de Dios, que se adelanta y nosayuda, junto con el auxilio interior del Espíritu Santo, que mueve el corazón, lo dirige a Dios, abre los ojos del espíritu y concede a todos gusto en aceptar ycreer la verdad. Para que el hombre pueda comprender cada vez más profundamente la revelación, el Espíritu Santo perfecciona constantemente la fe consus dones.

Constitución Dei Verbum, 4-5

Esto ha dicho el Concilio

Evangelio

Hace años le oí a un seminarista a punto de ser orde-nado de diácono la frase siguiente: «En el fondo,¿qué más da si Dios son tres personas, o una, o vein-

tiséis?» He oído no pocas veces frases análogas a personasque se consideran, sin duda, buenos cristianos, fieles a loque la Iglesia enseña. Aunque no duden, al menos inicial-mente, de la fe de la Iglesia, piensan que la Trinidad no tie-ne nada que ver con la vida y con la realidad. Si a eso seañade que en la catequesis, tal vez, les introdujeron al DiosTrino con el ejemplo desafortunado del triángulo, y que lesinsistieron mucho en que la Trinidad es un misterio (total-mente incomprensible, porque totalmente sobrenatural), talvez podamos entender mejor cómo se llega a la tesis del se-minarista. Que era también –aunque él no lo supiese– la dela Ilustración. También Kant sostenía, en El conflicto de lasFacultades, que la doctrina de la Trinidad, «tomada literal-mente», no tenía repercusión alguna en la práctica.

La misma posición del seminarista tienen quienes insi-núan –o dicen abiertamente– que «las tres religiones mo-noteístas», o incluso que todas las religiones, hablan delmismo Dios, sólo que son caminos distintos para llegar a Él.Nunca me he sentido monoteísta en el sentido en que usanel término quienes lo usan desde la Ilustración, y no creo queel cristianismo sea una religión, también en este caso, en elsentido en que hablan de religión esos mismos herederos dela religión ilustrada, sea para defenderla (como religión dela razón, o como sentimiento religioso), o para atacarla (entanto que tradición particular e históricamente condicio-nada, que sólo es una expresión de esa religión supuesta-mente racional o de ese sentimiento religioso).

Y, sin embargo, el conocimiento del Dios Trino cambiatodo: la percepción del valor positivo de la creación y de lamultiplicidad, de la dualidad sexual y de su significado,del matrimonio y de la paternidad, la percepción de la co-munión como la vocación específica humana, el sentidode la existencia y del ser persona. Hasta cambia radical-mente el sentido y el valor de la vida económica y de lapolis. Y si no nos damos cuenta de ello es, sencillamente,porque nuestra mente ha dejado de ser cristiana.

El dios que Feuerbach y Marx criticaban, el dios queNietzsche mataba, era ese dios de los filósofos, ese dios in-ventado, creado por una razón erigida en juez último detodo. Esa razón se llama a sí misma ilustrada, pero está en

realidad ciega para reconocer el Misterio en que toda larealidad consiste. Es verdad, ese dios no puede salvar almundo. Ese dios es falso. No es el Dios vivo, sino una po-bre invención humana, al servicio –al final– de un sistemasocial y político, al servicio del Estado. Ese sistema hoyagoniza junto con sus dioses. Y los sectores de la Iglesia(desgraciadamente muy amplios) que le han entregado lamente se han vuelto estériles y agonizan con él.

+ Javier Martínezarzobispo de Granada

La Trinidad. El Greco

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:

«Tanto amó Dios al mun-do que entregó a su Hijoúnico, para que no perezcaninguno de los que creen enÉl, sino que tengan vidaeterna.

Porque Dios no mandó asu Hijo al mundo para con-denar al mundo, sino paraque el mundo se salve porÉl. El que cree en Él no serácondenado; el que no creeya está condenado, porqueno ha creído en el nombredel Hijo único de Dios».

Juan 3, 16-18

Solemnidad de la Santísima Trinidad

Gloria al Padre, al Hijoy al Espíritu Santo

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RAÍCESΩΩ16

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ú me levantas, tierra de Castilla,en la rugosa palma de tu mano,al cielo que te enciende y te refresca,al cielo, tu amo».Con esta estrofa de Unamuno, que recu-pera doña Elena González Moux, concejaladel Ayuntamiento de Madrid, se ilustra lamuestra que la Casa de Vacas, en el ma-drileño Parque del Retiro, acoge desde elpasado 4 de mayo y hasta el 28 de estemes, en horario de 11 a 20.30 horas, todoslos días de la semana.

Al mencionar a Sorolla, la primera ima-gen que viene a la cabeza es la de una ori-lla de una playa bañada por el mar Medi-terráneo, donde un grupo de niños jueganen la arena, dibujados con maestría conun trazo luminoso que no es ni impresio-nista ni expresionista, sino absolutamen-te personal.

Pero esta exposición pictórica, surgi-da gracias a la colaboración del MuseoSorolla y de la Caja de Castilla-La Man-cha, muestra una cara, quizá menos po-pular pero no por ello menos gloriosa,del pintor valenciano: las imágenes deCastilla.

La exposición que estos días se mues-tra en Madrid, y que cuenta con cerca demedio centenar de obras, se completa conun cuidado estudio, en el que don Floren-cio de Santa-Ana y Álvarez-Ossorio, Di-rector del Museo Sorolla, en Madrid, re-pasa la vida del artista y sus andanzas enbusca de inspiración por las llanuras cas-tellanas.

En el mar interior de Castilla, en suscampos amplios y sus serranías, en suspersonajes costumbristas, en sus catedralese iglesias, encuentra Sorolla un mundo di-ferente de luces que plasmar sobre sus lien-zos. El pintor ya ha saltado a la fama, trassu Grand Prix en la exposición universal deParís de 1900, acompañado por la Medallade Honor de la Exposición Nacional deBellas Artes. Diez años después, triunfaríatambién en Nueva York.

Es a principios del siglo XX cuandoSorolla se adentra por tierras castellanasy recorre León, Burgos, Ávila, Segovia,Toledo, Salamanca... En cada uno de susdestinos son muchas las localidades obje-to de su mirada de pintor, y muchas lasgentes que le sirven de modelo para unos

Madrid acoge una exposición del pintor valenciano

Castilla según el pincel de Sorolla

La catedral de Burgos nevada.

Cuesta de las Perdices

«T

Las obras más conocidas de Sorolla son, sin duda, sus escenas al borde del mar. Pero el pintor valenciano, en su incansable búsqueda de nuevas luces que alimentaran

sus pinceles, nuevos colores para su paleta y nuevos personajes para su coleccióncostumbrista, se adentró en tierras castellanas, donde supo extraer lo mejor

de sus estampas y plasmarlas en numerosos cuadros. Ahora, con la colaboración de Caja de Castilla-La Mancha y el Museo Sorolla, Madrid acoge, hasta el 28 de mayo, una muestra en la que Sorolla y Castilla comparten protagonismo

Autorretrato con sombrero.

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retratos donde queda atrapada para siem-pre la imagen de la España rural.

Sin duda, la búsqueda de nuevos hori-zontes para sus lienzos, de nuevas luces, depaisajes y realidades diferentes, son motivomás que suficiente para arrastrar a Sorollahacia los campos de Castilla, pero posible-mente también se vio impulsado por la cre-ciente presencia de esta tierra en la literaturade la generación del 98, en la que quizá Ma-chado es el máximo exponente de este amora Castilla.

Dice Sorolla de Toledo, en una carta asu mujer: «Este pueblo, instalado una largatemporada, podría ser muy importante parael arte español, modestias aparte. Aquí, yno en Madrid, deberíamos vivir los que nosdedicamos a la pintura, pues nada hay enItalia y Bélgica que lo iguale; hoy mismohe visto el hospital o la iglesia de SantaCruz, y me he quedado con la boca abierta.¡Cuánta hermosura! ¿Qué sería de este pue-blo en tiempos de Carlos V? En fin, no haysino deplorar la incuria y la miseria de Es-paña (...). Todo desaparecerá, pues lo ab-sorbe todo Madrid, y esto es albergue decadetes, curas y de pobres que no dejan deandar por las calles».

Descubre el pintor por tierras castella-nas realidades nuevas que le permiten jue-gos diferentes a los que conseguía en la pin-tura de su Mediterráneo natal. Así, en Bur-gos y en Segovia le sorprende la nieve, im-pensable en Valencia. Y se apresura acapturarla, recién caída sobre el paisaje. Lalluvia entra también en sus cuadros, y el ar-coiris que cae sobre El Pardo en Madrid setransforma en una obra representativa deesta época. Le molesta el mal tiempo e in-tenta huir de él, pero acaba haciéndose a laidea de que el frío será su compañero enesos pueblos castellanos. De Campo deCriptana dice que «parece desde lejos unabandada de palomas y, en el cerrete sobre elque se apoya, destacan sobre el cielo, quehoy es hermoso, los famosos molinos deviento».

María S. Altaba

Vista del Tajo. Toledo.Arriba, de izquierda

a derecha: Interior de la catedral de León

y Vista de Ávila. Abajo: Tormenta sobre

Peñalara. Segovia.

RAÍCES 19-V-2005 ΩΩ17 AA

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DESDE LA FEΩΩ18

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Asistimos al hecho sociológico más sor-prendente de nuestros días..., la pura ysimple apología de lo anormal. Sí,

aunque parezca anacrónico, políticamente in-correcto o, simplemente, fundamentalista,entendiendo por todo esto llamar las cosaspor su nombre, la realidad es lisa y llana-mente que la manipulación del lenguaje y elrelativismo mental y moral en el que nos ha-llamos inmersos, propician esa especie desentimiento de culpa que tenemos los católi-cos de un tiempo a esta parte, sumado a nues-tras propias miserias, entre las que se incluyenlas faltas de omisión por no evangelizar elorden social, que nos llevan a una parálisistestimonial lacerante y vergonzosa.

Esto explicaría por qué siendo evidente yde puro sentido común que los tiempos mo-dernos son posmodernos y decadentes, a lapar que antiguos como la naturaleza huma-na, caída y redimida, sin embargo se pre-tende negar y ocultar la inteligencia de loshechos que acontecen en la sociedad en lacual estamos instalados.

Nos encontramos a la intemperie exis-tencial... Hemos olvidado a Dios, Autor de

todo cuanto existe, incluido nuestro propioser de personas libres, hechas a imagen ysemejanza suya.

No aceptamos nuestra condición decriaturas dependientes y, por tanto, nosautoconstruimos fenomenológicamente aciegas. Preferimos el azar al misterio, laincertidumbre a la verdad, la anarquía albien y al amor, y así, en la contradicciónmás destructiva que se pueda imaginar,buscamos como adictos la felicidad en po-zos de agua que no sacian para la vidaeterna...

Hemos sido infieles al Amor primero..., yya cualquier amor es egoísta e interesado,buscando poseer y absorber anulando al otroen su propia identidad, ya que la diferen-ciación se nos antoja discriminación, la com-plementariedad se torna dialéctica y luchade poder, siendo la teoría del género el má-ximo exponente ideológico del feminismoradical. Así, vencido el machismo como te-sis primera, opondremos el feminismo comoantítesis vital, acabando en una síntesis qui-mérica de una sociedad andrógina, donde lanaturaleza humana diferenciada psicose-

xualmente será un estadio superado por lostiempos modernos, cuyo diseño es sustan-cialmente antropocentrista.

Todo es oscuro y confuso..., la realidad,los pensamientos y convicciones, los senti-mientos y vivencias, el lenguaje, y, por tan-to, el ser humano para sí y para los demás...La soledad y la incomunicación propia esla única constante vital de nuestros días.

Vivimos en sociedades desarrolladas, conun alto grado de consumo y hedonismo, altiempo que con una anemia y déficit enfer-mizo de humanidad... La inseguridad gene-ra no sólo ansiedad y angustia, sino, para-dójicamente, apatía e indolencia por frus-tración íntima de una plenitud nunca alcan-zada.

A golpe de impulsos, vivimos compulsi-vamente, adquiriendo información, afectosy compañía como si la sociedad, la familia ylos otros fueran el hipermercado por el cualdeambulamos a nuestro capricho en funciónde nuestras necesidades más primarias... Nocontemplamos la peregrina idea de hacer fe-lices a los demás, de cultivar la donacióndesinteresada como una terapia reparadoradel egoísmo personal. Consumimos la pro-pia sexualidad compulsivamente, y la auto-construimos porque estamos enfermos derectitud moral.

Como síntoma de auténtica megaloma-nía prepotente, cientifizamos la religión, lafilosofía y la psicología, como si la realidadfuese patrimonio de los expertos, simplesmercaderes de la Sofística actual, algunosde ellos, hijos de una cultura bastarda queha olvidado el ser, la verdad y el bien, portanto, a Dios mismo, creador misericordio-so y redentor de nuestro pecado primero desoberbia.

Situados en este contexto religioso, me-tafísico y científico, se entiende por qué elorden natural se ha invertido contra naturacomo nuevo modelo cultural. ¿Y qué es con-tra natura? Pues tener ansia de infinito porser poseedores de un alma inmortal, vivien-do como absolutos inmanentes al margende la insaciable hambre de felicidad que nosconstituye como naturalmente religiosos.Estar programados cerebralmente para co-nocer no sólo de manera sensible, sino inte-lectualmente, por ser espirituales y diferen-tes a cualquier especie superior. Por tanto, re-nunciar a conocer la realidad, con su distin-ción entre seres y diferentes esencias, y aobrar libremente como si fuéramos escla-vos de los apetitos y tendencias sensitivas.Contra natura es autoconstruirnos psicose-xualmente en nuestra orientación sexual co-mo si lo genético, lo gonadal, lo endocrino,lo genital y lo psicológico se pudiera silen-ciar por una ideología pseudo espiritual quehable de dignidad y derechos humanos, co-mo si fuese humano negar y contrariar lapropia humanidad inscrita en la naturaleza de

Homosexualidad:

Una nueva sexualidadpatologizada

La autora de este artículo es licenciada en Psicología y docente de Antropologíay Personalidad en la Universidad San Pablo-CEU, de Madrid. Analiza, desde un punto

de vista científico, las bases del comportamiento homosexual

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DESDE LA FE 19-V-2005 ΩΩ19 AA

su identidad. Contra natura es conocer yamar la autodestrucción, de modo enfermi-zo, como liberadora de la auténtica perso-nalidad.

Las desviaciones sexuales, entre las quese encuentra la homosexualidad, son, antetodo, desórdenes de la propia naturaleza se-xuada. Toda persona lleva conformada demanera diferencial ya en el vientre mater-no, durante su desarrollo cerebral, ser mujero varón. Ésto implica que la neutralidad, co-mo sucede en las cromosopatías de ordensexual, es minoritaria, según las estadísti-cas.

Los desórdenes hormonales más fre-cuentes por alteraciones durante el desarro-llo embrionario, nunca son determinantes,según los recientes estudios de neurobiólo-gos holandeses e ingleses, sino tal vez pre-disponentes de una tendencia ambigua enla diferenciación del sujeto.

Desde el punto de vista anatómico y fun-cional, los picos de crecimiento condicio-nan el desarrollo y el comportamiento, peropor ser precisamente la sexualidad humanaintegral, y dimensionada por el orden espi-ritual, es libre y dueña de su manifestaciónconductual. Es decir, no estamos determi-nados como los animales irracionales a com-portarnos a ciegas e instintivamente, sinocomo personas que asumen su corporeidaden la unidad e integración de sus funcionesvitales por un yo personal, por tanto, psico-lógico y espiritual.

Nos descubrimos en nuestra naturaleza,nos asumimos y nos comportamos como se-res únicos, verdaderos y buenos, por parti-cipar de un orden trascendente que nos dig-nifica por la gratuidad de un Dios que esAmor y Misericordia.

La cultura de lo contranatural es una ne-gación de la realidad y es una injusticia pa-ra las personas... Silenciar esta verdad queentraña un bien absoluto para humanizar alas personas, no sólo es de ignorantes, sinode perversidad moral, propio de culturas de-cadentes que frivolizan la maldad por ne-gligencia y estupidez.

La homosexualidad no tiene causas ge-néticas, ni hormonales, que puedan ser de-terminantes de dicha conducta, más bien síparecieran ser causas psicológicas y am-bientales las desencadenantes de dicha neu-rosis psicosexual de índole emocional.

Por ello, al no ser genética ni innata, sinoadquirida, puede ser corregida en sus mani-festaciones conductuales, a no ser en aque-llos casos en que el trasfondo hormonal seade un gran compromiso biológico que hagamás ardua la recuperación.

Existe amplia bibliografía al respecto, ytan sólo la falta de canales de distribuciónpública a la sociedad puede, en parte, expli-car la confusión y la mitología que se ha cre-ado en torno a estos temas. Amén de la ex-presa intencionalidad del lobby gay que pre-fiere mantener una nebulosa conceptual en elterreno científico, y así avanzar política-mente con la complicidad y la debilidad delos buenos que no se atreven a participar.

La vida es un don, y la sexualidad, unmisterio..., como tal hay que admirarlo, res-petarlo y custodiarlo, pues no somos artífi-ces, sino vasijas de barro que aspiramos na-da menos que a vivir en el cielo, al mododivino, por la gracia de Dios.

Patricia Martínez de Urcelay

Los problemas de la paternidad homosexualEl Colegio Americano de Pediatras ofrece el siguiente informe, en el que analizacientíficamente los perjuicios de educar a los niños en ambientes homosexuales

¿Los niños criados por dos individuos del mismo sexo están tan equilibrados como los niños criadosen familias con un padre y una madre? Hasta hace poco, la respuesta inequívoca a esta pregunta

era No. Sin embargo, en la actualidad ocurre que políticos, legisladores, sociólogos, medios decomunicación e incluso organizaciones médicas, como asociaciones de pediatras, afirman que deberíanlevantarse las prohibiciones sobre la paternidad por parte de parejas homosexuales. Cualquier abogadodefensor de esta causa que pretende tan profundo cambio, debería apoyarse en pruebas claras yconcluyentes. Sin embargo, no sólo no es éste el caso, sino que, además, hay pruebas sonadas de que losniños expuestos a un ambiente homosexual se pueden encontrar en situaciones mayores de riesgoemocional, mental e incluso de daños físicos.

La paternidad heterosexual es el modelo sobre el que se han realizado la mayoría de los grandesestudios longitudinales respecto a la infancia. Los datos sobre las consecuencias a largo plazo para losniños que viven en hogares homosexuales son muy limitados, y las pruebas disponibles revelan gravescuestiones. Esos estudios modernos que parecen indicar resultados de neutros a favorables sobre lapaternidad homosexual, tienen algunos problemas, como el hecho de que no son longitudinales, lasmuestras no son suficientemente representativas, la selección no es objetiva, carecen de controlesadecuados y tienen problemas para contabilizar ciertas variables.

Los estudios sobre la infancia han demostrado consistentemente que es más fácil que progresenemocional, mental y físicamente los niños que viven en un hogar con dos padres heterosexuales frente aaquellos que viven con un solo padre. Por lo tanto, la carga de la prueba recae sobre aquellos queproponen la paternidad de los homosexuales, que tendrán que demostrar que ir más allá del modelo depaternidad homosexual es apropiado y seguro para los niños.

La violencia entre las parejas homosexuales es entre dos y tres veces más frecuente que entre losmatrimonios heterosexuales. Las uniones homosexuales son significativamente más propensas aromperse que los matrimonios. La duración media de las relaciones homosexuales está entre sólo dos ytres años. Se dice de los homosexuales que suelen ser promiscuos, con varias parejas en serie, inclusoaunque tengan alguna relación estable. Las personas que mantienen prácticas homosexuales son máspropensas que los heterosexuales a padecer enfermedades mentales, a abusar de sustancias, aexperimentar tendencias suicidas y a acortar sus esperanzas de vida. Aunque algunos aseguran que estasdisfunciones son resultado de las presiones sociales, también se dan en culturas donde la práctica de lahomosexualidad está más ampliamente aceptada. Los niños criados en hogares homosexuales son máspropensos a experimentar confusión sexual, a mantener comportamientos homosexuales y aexperimentar con el sexo. Los adolescentes y jóvenes que adoptan un estilo de vida homosexual tienenmayor riesgo de padecer problemas mentales, tales como depresión, ansiedad, desórdenes de conducta,dependencia de sustancias, y, especialmente, ideas de suicidio y tentativas de suicidio, como ocurre conlos homosexuales adultos.

La literatura sobre la investigación respecto a los niños educados por padres homosexuales eslimitada. El ambiente en el que crecen los niños es absolutamente determinante para su desarrollo. Dadoel actual volumen de investigación, el Colegio Americano de Pediatras cree que es inapropiado,demasiado arriesgado y peligrosamente irresponsable para los niños el cambiar la tradicional prohibiciónsobre la paternidad de los homosexuales, ya sea mediante adopción, tutela o reproducción artificial. Estaposición está basada en los mejores datos científicos disponibles.

Colegio Americano de Pediatras

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MUNDOΩΩ20

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Ha sido quizá la decisión más espera-da del inicio de pontificado de Be-nedicto XVI. El 13 de mayo pasa-

do, al encontrarse con los sacerdotes de sudiócesis, el nuevo obispo de Roma anunciósu decisión de dispensar del período de cin-co años de espera, establecido por el DerechoCanónico, para el inicio de la causa de bea-tificación y de canonización de Juan Pablo II.

El cardenal Saraiva, Prefecto de la Con-gregación para las Causas de los Santos, le-yó en latín el texto por el que Benedicto XVIabría este proceso. En ese momento, todoslos reunidos en la basílica de San Juan deLetrán rompieron en aplausos, por lo queBenedicto XVI comentó satisfecho que sealegraba de que entendieran tan bien el latíny de que no hiciera falta traducir al italiano.La alegría causada por la noticia de la futu-ra elevación a los altares de Juan Pablo IIfue recogida después por los periódicos ycanales de televisión de los cinco continen-tes, que hicieron de la noticia su portada.

La decisión del Papa responde a aquel gritoque surgió desde la plaza de San Pedro delVaticano y que se metió en directo en las te-levisiones de todo el mundo, el 8 de abril,durante las exequias del Romano Pontífice:«Santo subito!» («¡Santo ya!»). La medida,que sólo tiene un precedente, el de la Ma-dre Teresa de Calcuta, no abrevia para nada,sin embargo, el proceso de beatificación. Loúnico que hace es eliminar el tiempo de es-pera. Sin embargo, ahora tendrá que seguirsu itinerario canónico. El cardenal José Sa-raiva Martins, Prefecto de la Congregaciónpara las Causas de los Santos, ha explicadoque, ahora, el siguiente paso lo tiene que darla diócesis de Roma, cuyo Vicario es el car-denal Camillo Ruini, quien se convertirá enel actor de la Causa.

Ante todo, tendrá que proceder a la aper-tura oficial de la Causa de beatificación, y alnombramiento de un postulador de la misma.Bajo la guía del postulador, se recogerán losdocumentos y se preparará una lista de los

testigos que darán fe de las virtudes heroicasde Juan Pablo II. Será un trabajo ciclópeo,pues los testigos serán muchísimos. Más tar-de, el proceso exigirá el reconocimiento deun milagro realizado tras su muerte, atri-buido a la intercesión de Juan Pablo II.

El inicio de pontificado de BenedictoXVI está manteniendo el ritmo que habíaimpreso a este ministerio su predecesor. Elpasado12 de mayo, el sucesor de Pedro sereunió con los embajadores de los 174 paí-ses representados ante la Santa Sede, así co-mo con los representantes de Rusia y la Or-ganización para la Liberación de Palestina,para confirmar su compromiso a favor de lapaz y de la defensa de los derechos humanosfundamentales. Para dar fuerza a sus pala-bras, el Papa alemán se remitió a su propiaexperiencia de vida, en la que ha sido testi-go de la opresión nazi y de la división cau-sada por el comunismo.

Relaciones con china

En ese mismo discurso, el Santo Padrepropuso entablar cuanto antes relaciones dela Santa Sede con los países que todavía nolas tienen, entre los que se encuentran China,Vietnam, Corea del Norte y Arabia Saudí.

El sábado pasado, el Pontífice reanudóla tradición de delegar en un cardenal la ce-lebración de las beatificaciones. Dos misio-neras han sido las primeras en ser inscritas enel catálogo de los Beatos por Benedicto XVI.Se trata de la estadounidense Marianne Co-pe (1838-1918), evangelizadora de los le-prosos en Molokai, y de la española Ascen-sión del Corazón de Jesús (1868-1940), co-fundadora de las Hermanas Dominicas delSantísimo Rosario, instituidas para la evan-gelización de las tribus amazónicas.

Ahora bien, esto no ha ahorrado esfuerzosal Papa, quien, el domingo, ordenó a los pri-meros 21 sacerdotes de su pontificado. Du-rante la Eucaristía, el Papa hizo hincapié enque un justo ordenamiento humano sólo pue-de sustentarse si proviene de Dios, tras loque invitó a los fieles a no cerrar sus puertasy ser un solo cuerpo y un solo espíritu enCristo. Al final, con motivo de la oraciónmariana del Regina Celi, en la Plaza de SanPedro se presentaron 50.000 peregrinos; unacifra que, a inicios de pontificado de JuanPablo II, no se alcanzaba sino sólo el Do-mingo de Pascua. Una prueba más del lazoinvisible que une a los dos últimos Papas.

Jesús Colina. Roma

Benedicto XVI dispensa del período de cinco años que establece el Derecho Canónico

El Papa lanza el proceso debeatificación de Juan Pablo II

La semana pasada, Benedicto XVI anunció el inicio de los procesos de beatificación y canonización de Juan Pablo II sin necesidadde esperar los cinco años que marca el Derecho Canónico. El Papa aprovecha cada ocasión en que habla para sentar las ba-ses de la fe católica. En la homilía del pasado domingo, en su primera ordenación de sacerdotes como Papa, el Santo Padre afirmó que «el justo ordenamiento humano sólo puede sustentarse si proviene de Dios», e invitó a no cerrarseni ante Dios ni ante los otros hombres. El pasado sábado, se celebraron las dos primeras beatificaciones del pontificado

El Papa anunciala apertura del procesode beatificacióny canonizaciónde su predecesor,Juan Pablo II

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MUNDO 19-V-2005 ΩΩ21 AA

Poco después de ser elegido obispo de Roma, Be-nedicto XVI confirmó todos los cargos en la San-ta Sede. Sólo había un puesto que no podía con-

firmar, el de Prefecto de la Congregación para la Doctrinade la Fe, cargo que, antes del fallecimiento de Juan Pa-blo II, desempeñaba el cardenal Joseph Ratzinger. Des-de el 13 de mayo pasado, este cargo ha dejado de estarvacante. El Papa ha nombrado a monseñor William Jo-seph Levada, hasta ahora arzobispo de San Franciscoen los Estados Unidos.

Monseñor Levada y el cardenal Ratzinger se conocíanbien. El prelado californiano, de 68 años, fue el únicoobispo estadounidense que participó en la ComisiónEditorial que, entre 1986 y 1993, redactó el Catecismo dela Iglesia católica. Trabajaba como oficial de la Con-gregación cuando Juan Pablo II nombró al cardenal Rat-zinger su Prefecto, en 1981. Y, desde 2002, monseñor Le-vada era obispo miembro de la Congregación para laDoctrina de la Fe.

Monseñor Levada se ha caracterizado, en sus últi-mos años de ministerio episcopal, por su defensa de la fey de la moral católica con prudencia. Reaccionó con fir-meza al proyecto del alcalde de San Francisco, GavinNewsom, de religión católica, de instaurar en la ciudadel matrimonio homosexual. Los pronunciamientos del ar-zobispo fueron definitivos para coagular a la oposiciónpopular. Más tarde, los tribunales detuvieron la iniciati-va del alcalde. Siendo arzobispo de Pórtland, entre 1986y 1994, se convirtió en una de las voces más escuchadas

en la oposición al proyecto de suicidio asistido, que hu-biera hecho de Oregon el primer Estado en el que seaplicaba la eutanasia. Nacido en Long Beach, archidió-cesis de Los Ángeles, el 15 de junio de 1936, monse-ñor Levada estudió y se doctoró en Teología en Roma, enla Pontificia Universidad Gregoriana. Fue ordenado sa-cerdote en la basílica de San Pedro del Vaticano, el 20 dediciembre de 1961.

En la rueda de prensa que monseñor Levada concedióen San Francisco, al hacerse público su nombramiento,explicó que «el trabajo de la Congregación busca prin-cipalmente promover una comprensión profunda de la fecristiana, tal y como ha sido trasmitida por la Iglesiadesde tiempos de Cristo, y asistir al Papa y a los obisposde la Iglesia alrededor del mundo en la delicada tareade clarificar las posiciones doctrinales erróneas cuandose considera necesario». El nuevo Prefecto, si bien pre-tende visitar a su futuro equipo de trabajo a inicios de ju-nio, se trasladará permanentemente a Roma en agosto.

El Papa se reúne todas las semanas, en general losviernes, con el Prefecto de la Congregación para la Doc-trina de la Fe. Cuando los obispos vienen a Roma pararealizar su visita ad limina Apostolorum, cada cincoaños, pasan por la Congregación para la Doctrina de laFe, y también por otros dicasterios de la Curia Romana,«para intercambiar información y preocupaciones recí-procas».

Jesús Colina. Roma

Habla el Papa

Reconoced a Diosen la Historia

La Historia no está en manos depotencias oscuras, del azar o de

opciones humanas. Ante eldesencadenamiento de energíasmalvadas, ante la irrupciónvehemente de Satanás, ante tantosazotes y males, se eleva el Señor,árbitro supremo de las vicisitudes dela Historia. Él la guía con sabiduría alalba de los nuevos cielos y de lanueva tierra, como se canta en laparte final del libro bajo la imagen dela nueva Jerusalén.

La intervención divina tiene un finpreciso: ser un signo que invita atodos los pueblos de la tierra a laconversión. Las naciones debenaprender a leer en la Historia unmensaje de Dios. La aventura de laHumanidad no es confusa y carentede significado, ni está sometida a laprevaricación de los prepotentes yperversos.

Existe la posibilidad de reconocera Dios en la Historia. El ConcilioEcuménico Vaticano II, en laConstitución pastoral Gaudium etspes, invita al creyente a escrutar, a laluz del Evangelio, los signos de lostiempos para ver en ellos lamanifestación de la acción misma deDios. Esta actitud lleva al ser humanoa reconocer la potencia de Dios queactúa en la Historia, y a abrirse así altemor del nombre del Señor. En ellenguaje bíblico este temor nocoincide con el miedo, sino que es elconocimiento del misterio de latrascendencia divina. Por este motivo,se encuentra en el fundamento de lafe y se entrecruza con el amor: «¿Quéte pide tu Dios, sino que temas alSeñor tu Dios, que sigas todos suscaminos, que le ames, que sirvas alSeñor tu Dios con todo tu corazón ycon toda tu alma?»

(11-V-2005)

El Papa elige al arzobispo de San Francisco, monseñor Levada:

Nuevo Prefecto parala Doctrina de la FeEra el único cargo de la Curia que quedaba vacante. Benedicto XVI ha elegido

al arzobispo de San Francisco, monseñor Levada, para este difícil puesto. El preladoestadounidense expresó su intención de promover una profunda comprensión de la fe

Monseñor Levada, en una foto de archivo, junto al entonces cardenal Ratzinger

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EL PEQUEALFAΩΩ22

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Texto: A. Llamas Palacios. Ilustraciones: Asun Silva

Cada vez queda menos para la celebración de la JornadaMundial de la Juventud 2005, que este año tendrá lugar enColonia (Alemania), del 16 al 21 de agosto de este verano,

aunque muchos viajes

organizados, como el del Arzobispado de Madrid, comienzanvarios días antes para poder ir profundizando, con otros muchosjóvenes, lo que se va a vivir más tarde con el Papa.

De momento, Alemania se ha volcado en la acogida a losjóvenes del mundo entero este verano, y ya se sabe que hay58.000 familias que acogerán a 60.000 participantes de laJornada Mundial de la Juventud, así como 20.000 jóvenes

alemanes inscritos como voluntarios para ocuparse delservicio de orden, de la información para los recién

llegados, de la distribución de comidas y delacompañamiento para los discapacitados.

Estos voluntarios no recibirán compensacióneconómica alguna por su labor.

Las cifras que maneja la organización en Colonia superancasi los 800.000 jóvenes, y es que son muchos en el mundolos que no se quieren perder una ocasión tan especial comoésta para estar cerca del Papa que, providencialmente,celebra su primera Jornada Mundial de la Juventud en supaís natal.

Más información: Página Oficial de la JornadaMundial de la Juventud: www.wjt2005.de

EEssttee vveerraannoo…… ¡¡aa CCoolloonniiaa!!

l 8 de mayo de 1945, el Primer ministrobritánico, Winston Churchill, anunciaba almundo, por radio y televisión, el final de laguerra. Se trataba de la segunda guerramundial, una guerra que se había cobrado 40millones de muertos… ¿Os hacéis una idea dela cantidad de personas que eso supone? ¡Esprácticamente la población española! Se tratade uno de los sucesos más sangrientos, si no elmás, de la historia de la Humanidad, lo que secomprobó definitivamente cuando seempezaron a liberar, en 1945, los campos deconcentración creados por los nazis.

Para conmemorar este aniversario, muchospaíses organizaron desfiles militares y fiestasnacionales. Los actos principales tuvieronlugar en Rusia, donde un grandioso desfilemilitar, en la Plaza Roja, recordó a todos lospresentes –entre ellos, numerosos gobernantes

de países como España, Alemania, EstadosUnidos o Japón– a los caídos en la guerra.París y Londres también hicieron homenajes alos fallecidos en la guerra, y Alemania tuvodos días de festejos con actividades comomúsica, conferencias, y una espectacularcadena de personas con velas de 33kilómetros de largo.

Tanto Juan Pablo II como BenedictoXVI vivieron esta terrible guerra.Ambos sufrieron el miedo y lasnecesidades que conlleva todoconflicto mundial. Quizá, poreso, ambos se handestacado por sulucha incansablea favor de lapaz en elmundo.

CC

EE

Europa celebra…

LLXX AAnniivveerrssaarriioo ddeell FFiinn ddee llaa SSeegguunnddaa GGuueerrrraa MMuunnddiiaall

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¡Hola, Juan PabloII! Ya me he

enterado de que te has ido alcielo, con Dios, y espero que te lo estés pasandomuy bien con Jesús. Te doy gracias por lo que hashecho con el mundo.

María Ventas. 8 años

Asociación Cultural Cares (Oviedo)

«Querido Juan Pablo II. Como sé que estásen el cielo, te escribo para darte las

gracias por todo lo que nos has querido y porenseñarnos a perdonar, como cuando tú lo hicistecon el que te disparó. Mi familia y yo tequeremos mucho. Sigue cuidando de todosnosotros.

Irene y Beatriz Robles. Martos (Jaén)

Juan Pablo II era un buen Papa, muy bueno ytodos le queríamos mucho. Un día se puso

malito, pasaron unos días y se puso bueno. Luegootra vez se puso malo y toda la gente estaba muytriste. Un día dieron la noticia de que se habíamuerto. Pasaron muchos días y se eligió aBenedicto XVI, y todos se alegraron. Seguro queva a ser un Papa buenísimo como Juan Pablo II.

Familia Alonso (Madrid)

Me dio mucha pena saber que Juan Pablo IIhabía fallecido, y a la vez alegría, porque

sigue estando en mi corazón. Espero que el Papaque viene sea igual de bueno, amable, fuerte…

Asunción García

Querido Papa: el tiempo que has estado connosotros te he querido muchísimo: pero que estésgozando con Dios en el cielo, ya que te lomereces. También espero que nos sigasqueriendo como antes, o más. Yo siempre teguardaré un sitio en mi corazón.

Gema

Lo que más me ha impresionado siempre es lafortaleza del Papa, en los momentos más difícilesde su vida, y la alegría que tenía en cadamomento. Otra cosa que me ha impresionado essu cariño a los jóvenes, la intención de laconversión de los practicantes de otras religiones,

y los viajes que ha hechopor todo el mundo.

Patricia Amat, 10 años.

Colegio Senara (Madrid)

Gracias por todo lo que nos has dado.Espero que estés feliz al lado de Jesús. Sé

que has viajado mucho para que todos

conozcamos a Jesús y sepamos lobueno que es Dios. Has sido la

persona más buena que heconocido.

María ElviraGiner.

7 años.

QueridoPapa: eres

como mi mejor amigo. Te doylas gracias por todo el cariño que

nos has dado, el amor y laesperanza.

Paula Amador. 8 años.

Gracias por enseñarnos tanto de Jesús y de laVirgen. Gracias por recorrer países para hacermejores a las personas, y también por enseñarnosa ser mejores. Por favor, manda paz para elmundo.

Sara M.C. 7 años.

Colegio Jesús María-CEU (Alicante)

EL PEQUEALFA 19-V-2005 ΩΩ23 AA

JJuuaann PPaabblloo IIII:: ¡¡GGrraacciiaass!!Igual que os comentamos en el último Pequealfa, son muchísimas las cartas que nos han llegado de niños de todas partes de España que se queríandespedir del Papa Juan Pablo II. Son todas preciosas y demuestran lo mucho que le queríamos y le queremos. Nos encantaría publicarlastodas, pero, como podéis imaginar, es imposible. Aquí va una pequeñarepresentación de ellas

Concurso Un periódico de clase

Premios: La clase ganadora tendrá un premio estupendo para el auladel cole y otro para cada alumno participante.

Se valorarán: la redacción, los contenidos, el diseño, losdibujos, las fotografías, las secciones elegidas, la originalidad

Edad máxima para participar en el concurso: 14 años

Presentación: Mínimo 10 páginas en A4

Plazo máximo para entregar los originales: 27 de mayo. Elfallo del jurado se publicará en el Pequealfa a principios del mesde junio.

Con la colaboración de:

¡Último aviso!

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En defensa del matrimonio

La Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) ha hecho pública una nota de apoyo alComité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española, para agradecer y hacer suyo en

todos sus términos el documento publicado sobre el proyecto de ley regulador del matrimonioentre personas del mismo sexo. En su nota, la ACdP afirma que, con este proyecto, que atentacontra la institución matrimonial, se da un paso más, tan insólito como grave, en el proceso depérdida creciente del espesor moral del pueblo español. Una cosa es regular civilmente lasuniones de homosexuales, y otra muy distinta, pretender calificar como matrimonio talesuniones. El matrimonio es palabra y, sobre todo, realidad reservadas por todas lascivilizaciones a la unión legítima de un varón y una mujer para la plenitud de comunión devida y para crear, sostener y educar una comunidad familiar. Nadie tiene derecho a usurpar esetérmino y esa realidad sagradas, que Dios ha reservado al varón y a la mujer, unidos de porvida.

Se dice, además, que la discriminación se da cuando se niegan o desatienden diferenciasnaturales, dignas de atención por el Derecho. No se da discriminación cuando se dice No apretensiones que carecen de fundamento natural y que, además, son lesivas y perturbadoras delorden social. Ante una ley injusta es lícito el recurso a la objeción de conciencia, ya que ésta,reconocida, por ejemplo, en materia de exención militar en tiempos de paz, es pura ysimplemente el ejercicio de un derecho básico del ciudadano: el derecho a la libertad religiosa.

Prosigue diciendo que, en este caso, la no obediencia no es desobediencia a la ley. Es laexpresión libre, humanamente coherente y jurídicamente justificada, de ese derechofundamental y, sobre todo, del deber supremo de obediencia a Dios, dictado por la concienciadel creyente, que tiene perfecto derecho a hacerlo valer en el fuero externo. La democracia tieneque respetar y garantizar el ejercicio libre de la objeción de conciencia. No es privilegio de la fecristiana, sino de toda fe religiosa y de la persona humana.

Y concluye la nota de la ACdP afirmando que, al defender al matrimonio y a la familia, sepromueve el orden social correcto y se recuerda al legislador que tiene que tener en cuenta laopinión de las altas instituciones del Estado (Consejo de Estado, Consejo General del PoderJudicial, Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, etc.) y que no debe intentar deslindarlos territorios del bien y del mal, puesto que esta tarea pertenece a otras instancias, salvo que ellegislador quiera repetir los totalitarismos del viejo Creonte y condenar de nuevo la inmortalsabiduría de su sobrina Antígona.

Grave situación en Togo

Una de las primeras gravespreocupaciones del Papa

Benedicto XVI, a la que se refirióexplícitamente los primeros días desu pontificado, es la grave situaciónque atraviesa Togo. Según denuncianlos misioneros que allí evangelizan,cada vez son más preocupantes lasnoticias sobre este país, donde losmilitares aterrorizan barriospopulares, matan, asaltan pequeñoscomercios e intimidan a la gente paraque huyan, según ha relatado aIBICOM un misionero en Lomé, lacapital del país. Las luchas políticasinternas han llevado al país a unagran inestabilidad, después de laselecciones presidenciales celebradasel 24 de abril pasado, y la noaceptación, por la oposición, de la victoria de Ñasingbe, hijo del que fuera Presidente delpaís durante 38 años. Se denuncia un fraude electoral masivo, y muchos togoleses huyenhacia los vecinos países Benín y Ghana. Cáritas habla ya de diecisiete mil refugiados, y elAlto Comisionado de la ONU para los Refugiados, de más de 22.000 desplazados.

Einstein, en la Fundación Iberdrola

La Fundación Ibedrola ha organizado unas Jornadas para celebrar el centenario de lapublicación de la teoría de la relatividad, a cargo de Albert Einstein. En la primera de las

convocatorias, el pasado martes 17 de mayo, en la Casa de América, de Madrid (Paseo deRecoletos, 2), el profesor José Manuel Sánchez Ron, catedrático de Historia de la Ciencia en laUniversidad Autónoma de Madrid y miembro de la Real Academia Española, habló sobreEinstein: su vida y su obra. El próximo 6 de junio, también en la Casa de América, a las 19:30horas, el profesor Jürgen Renn, Director del Instituto Max Plank para la Historia de la Ciencia, deBerlín, hablará sobre El «annus mirabilis» de Einstein: 1905. Es oportuno recordar, como hizo enla nota de prensa presentando estos actos la Fundación Iberdrola, estas elocuentes palabras deEinstein: «Los ideales que han iluminado mi camino y han proporcionado, una y otra vez, nuevovalor para afrontar la vida han sido la belleza, la bondad y la verdad».

NombresEl Papa Benedicto XVI realizará su primer viaje fuera

de Roma a la ciudad de Bari, donde del 21 al 29 demayo se celebra el XXIV Congreso Eucarístico Na-cional Italiano, que será clausurado por el Santo Pa-dre. Benedicto XVI relanzará al mundo, bajo ellema Sin el domingo, no podemos vivir, el mensajede fe que dejaron los primeros mártires cristianos.Se ha anunciado oficialmente que el Papa parti-cipará en la procesión del Corpus Christi por las ca-lles de Roma a las 19 horas, desde la plaza de SanJuan de Letrán a la basílica de Santa María la Ma-yor, el próximo 26 de mayo.

El obispo de Plasencia, monseñor Amadeo RodríguezMagro, ha clausurado, el día de Pentecostés, el XSínodo Diocesano Placentino, con la celebraciónde la Eucaristía y con el canto del Te Deum.

El próximo 23 de mayo se celebra en Sevilla el Sim-posio de Historia de la Iglesia en España y Améri-ca, que organiza cada año la Academia de Histo-ria Eclesiástica, a instancias del Arzobispado deSevilla. En esta ocasión, lleva por título En el cen-tenario de Isabel la Católica. Participan el cardenalAmigo, arzobispo de Sevilla, y los profesores Pau-lino Castañeda, Julio Valdeón, Mariano Cuesta,César Vidal, Luis Suárez Fernández, Rosa MaríaMartínez de Codex, y Vicente Vara. Clausura elNuncio de Su Santidad, Manuel Monteiro.

El obispo de Asidonia-Jerez y Presidente de la Comisiónde Medios de Comunicación de la ConferenciaEpiscopal Española, monseñor Juan del Río, pre-sidió en Madrid, el V Encuentro de Comunicado-res Sociales que, organizado por la delegación deMedios del Arzobispado de Madrid y por el Con-sejo Diocesano de Laicos, se celebró sobre el temaLa prensa que queremos. Asistieron más de 200personas. Monseñor del Río recordó la XXIX Jor-nada Mundial de las Comunicaciones Sociales,centrada este año en analizar los medios, al servi-cio del entendimiento entre los pueblos.

El cardenal Rouco Varela, arzobispo de Madrid, hapresidido en la Colegiata de San Isidro la Eucaris-tía, concelebrada con el Deán de la Catedral, el pá-rroco de la Colegiata, los canónigos y el Delegadodiocesano de Pastoral de la Salud, para celebrar laPascua del Enfermo. Estuvieron presentes capella-nes y cuidadores de enfermos. El lema de este año:Hay que cuidar a los cuidadores de los enfermos.

Más de 200 congresistas han debatido en la Universi-dad San Pablo-CEU de Madrid sobre la familia,la vida y la educación durante el II Congreso Eciu-dadanos.org, en cuya inauguración participaronel Presidente de Hazteoir.org, don Antonio Gon-zález Perol, y el Presidente de la Fundación San Pa-blo- CEU, don Alfonso Coronel de Palma.

El cardenal Meisner, arzobispo de Colonia, ha expre-sado su convicción de que serán más de un mi-llón los jóvenes peregrinos que el próximo agostoparticiparán en la XX Jornada Mundial de la Ju-ventud, junto a Benedicto XVI. La jornada de Co-lonia estará bajo la protección de los dos Patro-nos favoritos de Juan Pablo II para la Jornada Mun-dial de la Juventud: san Alberto Magno y santa Te-resa Benedicta de la Cruz (Edith Stein). La SantaSede ha anunciado que el Papa Benedicto XVI vi-sitará la Sinagoga de Colonia.

Monseñor Shi Enxiang, de 83 años, obispo de Yixiangdesapareció hace 4 años, acaba de denunciar laagencia vaticana Asia News. Nada se ha vuelto asaber de él, ni del sacerdote Liu Deli, de 42 años,que fue detenido hace 6 años en la misma dióce-sis. Ambos pertenecen a la Iglesia Católica Clan-destina en China, en comunión con Roma.

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Libros

Estas páginas constituyen el impresionantetestimonio de un hombre que

protagonizó una de lasconversiones al catolicismomás asombrosas del sigloXX. Muchos le hubierantomado por loco, de notratarse de uno de los másprestigiosos académicosfranceses y de uno de loscolumnistas másclarividentes y equilibradosde la prensa francesa e

internacional. Se trata de André Frossard.Belacqva acaba de publicar, bajo el títuloNo estamos solos. Mi experiencia de Dios,estas páginas luminosas. Como escribe en elprólogo José Ramón Ayllón, «por suexperiencia y formación intelectual,Frossard responde airosamente a las dosgrandes objeciones contra la existencia deDios: el escepticismo intelectual y elescándalo del sufrimiento». Además de serprotagonista de una conversiónimpresionante, ha sabido contarla comonadie, con honda y humilde sencillez yverdad. No se asusta ante la palabramilagro. «Si esas mutaciones bruscas sonmilagros, perfecto, escribe: que hayamilagros; aunque la palabra disguste aciertos fabricantes de homilías, que lasustituyen siempre que pueden por lapalabra maravilla; ya sea porque laderogación les parezca menos exorbitante,o porque se sientan más capaces deabastecernos en maravillas que enmilagros». Frossard, en suma, es unconvincente testigo de la evidencia de Dios.

Antonio Fontana es redactor y críticoliterario de Blanco y Negro Cultural,

suplemento literario deABC. En 1997 publicó suprimera novela, De hombrea hombre, y ahora, enAcantilado acaba depublicar El perdón de lospecados. Nada tiene departicular que este librofuera finalista del Premio denovela Café Gijón 2003. Enestas sugestivas y terribles

páginas, Antonio Fontana escribe, condesusado conocimiento de la psicologíahumana, y señaladamente de la femenina,sobre el pasado que, según él, nodesaparece, sino que nos espera a la vueltade la esquina, dispuesto a ajustarnos lascuentas, por lo que debimos hacer y nohicimos, y por lo que hicimos y no debimoshacer. Escribe sobre el dolor y sobre elremordimiento, pero, sobre todo, escribesobre el perdón, sobre el misterio del dolor.Es una terrible novela que remuevedemasiada memoria en carne viva y queclama por un Dios como Dios manda, unimposible Dios a su medida. Dice que no seva más el que se va antes –¡qué película!– yes un libro doloroso y profundo que sóloentenderán a fondo quienes, por ejemplo,hayan pasado por la pérdida de un hijocuando iba a nacer.

M.A.V.

El chiste de la semanaRicardo, en El Mundo

WWWW WWWW WWWWPara conocer el contexto histórico y cultural de la vida terrena de Jesús, para profundizar en las

raíces de la fe cristiana y en la Palabra de Dios, el Centro de Estudios Judeocristianos ofrece,a través de su página web, documentos, publicaciones y excursiones interesantes:

http://www3.planalfa.es/cejc/index.htm

La dirección de la semana

Nuevo obispo auxiliar de Valencia

El Papa Benedicto XVI ha nombrado al primer obispoespañol de su pontificado. En la persona de monseñor

Salvador Giménez Valls, a quien ha designado nuevo obispoauxiliar de Valencia. El nuevo obispo tiene 56 años de edad yes natural de Muro de Alcoy, Alicante. Fue ordenado sacerdoteen 1973. Es licenciado en Filosofía y Letras, conespecialización en Historia. Ha sido párroco, Rector delSeminario menor, y, desde 1996, era Vicario episcopal de laVicaría II de Valencia. Con su nombramiento, el arzobispomonseñor Agustín García Gasco, quien acaba de celebrar elXX aniversario de su ordenación episcopal, pasa a tener tresobispos auxiliares. Los otros dos son monseñor EstebanEscudero y monseñor Enrique Benavent. Valencia tiene dosmillones y medio de católicos, 1.538 sacerdotes y 4.650religiosos. El nuevo obispo ha señalado –informa AVAN– quequiere tener como modelo el ejemplo de Benedicto XVI, y queconfía transmitir ilusión y entrega generosa, porque en Españanos desanimamos pronto si no vemos resultados rápidos yprácticos de nuestra fe.

Chillida, en Silos

Cántico espiritual es el título de la exposición que elmonasterio benedictino de Santo Domingo de Silos, Burgos,

acoge hasta el próximo 24 de julio. Se trata de 51 obras delescultor Eduardo Chillida (San Sebastián, 1924-2002). Estas obrasrelacionan directamente al escultor vasco con san Juan de laCruz y proceden de la colección del Museo Chillida. En la foto,la obra titulada Lo profundo es el aire, realizada por Chillida en1998.

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DESDE LA FEΩΩ26

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La mayoría de la población españolaparece estar convencida de la nece-sidad de regular a los inmigrantes ile-

gales, pero muchos discrepan de la formaen que se está llevando a cabo por el Go-bierno. En la polémica suscitada en el Par-lamento y en los medios de comunicación,salen permanentemente los problemas deintegración social, de religión, de enseñan-za a los niños en el colegio, de vivienda, lasmafias organizadas, etc. Sin embargo, ape-nas ha aflorado y, desde luego, no se ha de-batido el problema sanitario, que, a mi mo-do de ver, tiene tanta o más trascendenciaque los anteriormente mencionados.

El problema sanitario hay que contem-plarlo en dos fases. La primera, originadapor los 800.000 irregulares normalizados, yla segunda, la que se originará con motivo dela reagrupación familiar, a lo largo de lospróximos dos o tres años.

Entre las condiciones que el Reglamentode la Ley Orgánica establece para el proce-so de normalización, no figura siquiera uncertificado médico. Por tanto, los empresa-rios o familias que contraten a una personadesconocen su estado de salud y las posi-bles minusvalías físicas que no sean evi-dentes a primera vista. El estudio médicoprevio a la regularización y, más aún, previoal contrato de trabajo es ineludible en cual-quier país civilizado, y muy particularmen-te en los que integran la Comunidad europea

por cuatro razones: epidemiológicas –en lospaíses de origen de los inmigrantes hay en-fermedades tropicales endémicas, ademásde hepatitis, tuberculosis, sida–; humanita-rias –los inmigrantes deberían ser tratadosdesde el principio como cualquier español–;laborales –el contratador debería conocer elestado de salud del contratado–; y econó-micas –los tratamientos para las enferme-dades de los inmigrantes y los recursos ne-cesarios suponen un coste adicional–.

¿Quién debe expedir los certificados mé-dicos? Es obvio que no puede ser un médi-co cualquiera. Los chequeos deberían serrealizados por equipos especialmente crea-dos para este fin en hospitales, o en ambu-latorios que cuenten con las instalacionesadecuadas (laboratorios, Rayos X, etc.), afin de que todo el proceso se desarrolle en unmismo lugar, para ahorrar tiempo y dinero.Los recursos humanos de esos equipos in-cluirían un especialista en medicina tropi-cal y otro en medicina de empresa, así comoun consultor psicólogo o psiquiatra, que, en-tre otras funciones, ayudaría a detectar adic-ciones.

Es cierto que la mayoría de las 800.000personas legalizadas son jóvenes y, aparen-temente, sanas, pero la realidad es que unnúmero no despreciable de ellas son porta-doras de enfermedades que no han dado sín-tomas clínicos o que, habiéndolos dado, sonasumidas en sus países de origen por caren-

cias económicas y/o asistenciales, y oculta-das o infravaloradas cuando pretenden in-tegrarse en un país comunitario.

Pero el problema sanitario más grave seplanteará con el contingente de personas queingresan en nuestro país en concepto de re-agrupación familiar. Aquí nos encontrare-mos con un amplio abanico de edades en elque primarán las personas mayores y los ni-ños, que generalmente demandan una ma-yor asistencia, y, en consecuencia, más ins-talaciones, más recursos humanos y, en de-finitiva, un mayor gasto sanitario que, ob-viamente, no se compensará con las cuotasde la Seguridad Social.

En mi opinión, en el artículo 9 del men-cionado Reglamento que regula los requi-sitos sanitarios para la entrada de extranjerosen España, no se especifica con rigor los deaquellos que lo hagan en concepto de rea-grupación familiar. Los permisos de entradatendrían que ser enteramente gestionadosen el país de origen, a través de la corres-pondiente misión diplomática u oficina con-sular, y, entre los documentos que se aporten,figuraría un certificado sanitario expedidopor los servicios médicos designados a talfin. El control de estos servicios médicosdeberá ser riguroso ante la difícil tarea dedictaminar cuarentenas, o incluso, en ciertoscasos, demorar por períodos más largos detiempo la autorización, como puedan seraquellos de tuberculosis, hasta que los con-troles periódicos no lo contraindiquen. Laalternativa de someterse a un reconocimientomédico a su llegada, en la frontera, no seríaadmisible por los problemas funcionales yeconómicos que causaría.

A la vista de lo anterior, es más que evi-dente que el Gobierno ha actuado con pre-cipitación, y que su imprevisión coloca a lasConsejerías de Sanidad, a las institucionessanitarias en general, a los empresarios e,incluso, a las simples familias que contra-tan una empleada de hogar, en una situacióndifícil, cuyas consecuencias se harán másnotorias en el transcurso de los próximosmeses.

La regularización debería de haberse pro-gramado de una manera escalonada. Desdeel punto de vista sanitario, en Madrid se pre-cisarían unas 20 unidades de chequeo que, aun ritmo de 50 personas por unidad y día,arrojaría un promedio de 25.000 al mes. Esdecir, en un año se podría haber realizadoel control médico de esa nueva poblacióntrabajadora en esta Comunidad. ¿Qué hacerahora? Transcurrida la fase de legalizaciónmasiva, el plan sugerido debería ponerse enmarcha; incluso, a medida que fuese remi-tiendo la afluencia, se podrían retomar loscontroles a los ya legalizados. Es, cierta-mente, un programa costoso, pero el costeeconómico y social de no hacerlo será mu-cho mayor.

Rafael de la Plaza

Un problema que afecta al bien común

Inmigración y saludEl autor de este artículo, médico, plantea los problemas que en el campo de la sanidad pública va a generar

el actual proceso extraordinario de regularización de inmigrantes

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DESDE LA FE 19-V-2005 ΩΩ27 AA

Ajuzgar por lo que escribe en su úl-timo libro, la identidad americanaparece amenazada de implosión.

¿No será usted demasiado alarmista?Ahora mismo, en Estados Unidos, más

de la mitad de los inmigrantes proceden depaíses hispanos. Y es la primera vez en lahistoria de nuestro país que la mitad de losrecién llegados habla el mismo idioma, unidioma que no es el inglés. La pregunta quese plantea es la de saber cuál será la aptitudde esta nueva oleada de inmigración a asi-milar con la misma facilidad que sus prede-cesores los valores de la sociedad america-na. América se encuentra confrontada a re-tos singulares en cuanto a su identidad. Pe-ro no es el único país en esa tesitura. Haysituaciones paralelas en diversos países oc-cidentales que están pasando por una crisisde sus respectivas identidades nacionales.

Pero si Estados Unidos está atrave-sando una crisis de identidad, no es sólopor causa de los que llegan, sino tambiénpor los que los acogen...

Se da una paradoja: en el mismo mo-mento en que el compromiso nacional delgran público americano se refuerza, ciertoscomponentes de las élites económica y uni-versitaria americana se identifican cada vezmás con el mundo en su conjunto y se defi-nen como ciudadanos globales. Hoy en día,los intelectuales defienden la identificacióncon la Humanidad en su conjunto. Cierta-mente, los neoconservadores constituyenuna élite opuesta a la tendencia radical dedesnacionalización; pero se trata de un gru-po muy reducido de personas, rechazadotanto por los medios intelectuales como porel mundo de los negocios y el mediático.Los neoconservadores no son representativosde las élites americanas. Y tampoco sinto-nizan con la opinión pública.

Gunnar Myrdal definía la identidadamericana como la adhesión a un siste-ma político basado en «la dignidad esen-cial del individuo, la igualdad funda-mental de todos los hombres y algunosderechos inalienables, como el derecho ala libertad y a la justicia». ¿Garantiza esareligión civil la cohesión de la sociedadamericana?

El problema de fondo está en saber si lanueva oleada de inmigrantes está dispuesta aaceptar los principios fundamentales con-templados por Gunnar Myrdal. Según algu-nos observadores, no es muy seguro que losrecientes inmigrantes se animen a adoptar la

escala de valores y la cultura americana. Hansurgido las llamadas políticas de acción afir-mativa, que, junto con otras, han ocasionadoel auge de valores subnacionales, ponién-dolos por encima de los valores de la identi-dad nacional. Para los americanos, el credode la religión civil ha significado durantemucho tiempo que los individuos deben serjuzgados por sus cualidades propias, inde-pendientemente de sus creencias religiosas ode su origen étnico. Con la llegada del mul-ticulturalismo, se acabó la primacía de losderechos individuales. Los derechos de losgrupos han adquirido, en el ámbito de lo pú-blico, el estatuto de una nueva filosofía, queestablece distinciones entre los individuosen función del grupo al que pertenecen. Es-tas políticas de recuperación, que comenza-ron con las mejores intenciones, han acaba-do poniendo en tela de juicio el concepto quelos americanos tenían de su identidad na-cional. Han colaborado en la obra de su de-molición. Sigue abierta la cuestión de sabersi los Estados Unidos han de ser una naciónconstituida por individuos dotados de unos

derechos y de una cultura comunes, o un con-glomerado de grupos sociales y culturalesque defienden sus intereses propios.

¿Por qué el multiculturalismo atrae alos franceses, tan defensores de la discri-minación positiva?

No sé precisamente por qué razones latendencia al multiculturalismo se ha desa-rrollado en Francia. De una cosa estoy se-guro: la victoria del multiculturalismo po-dría tener también en Francia efectos deplo-rables. En Estados Unidos esas políticas hanocasionado la división de la sociedad ame-ricana, y las medidas de acción afirmativano han reportado en absoluto los beneficiosesperados, a saber, la recuperación social delos grupos sociales desfavorecidos. En rea-lidad, las políticas de acción afirmativa nohan beneficiado, por ejemplo, a los más po-bres entre los negros americanos, sino a laburguesía negra americana.

Alexis LacroixTraducción: Teresa Martín

Entrevista al filósofo Samuel Huntington

Multiculturalismo versus identidad

El profesor Samuel Huntington, autor del libro Choque de civilizaciones, ha publicado recientemente ¿Quiénes somos?, un brillante ensayo que critica el optimismo multicultural de la sociedad norteamericana. En esta entrevista, concedida

al diario francés Le Figaro, explica cuáles son los peligros que tiene para la identidad cultural de una nación este fenómeno, también extrapolable a nuestro país y a nuestra actualidad política

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DESDE LA FEΩΩ28

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¿Es España, en realidad, un Esta-do laico? Para poder dar una respuesta, ha-

bría sin duda que ahondar en la concreta re-gulación de los derechos y libertades fun-damentales en la Constitución española de1978; pero también determinar qué habría-mos de entender por laico, ya que este so-corrido calificativo puede reenviar a plan-teamientos tan diversos entre sí como la lai-cidad y el laicismo.

¿Qué entiende por laicismo? Por laicismo habría que entender el di-

seño del Estado como absolutamente ajenoal fenómeno religioso. Su centro de gravedadsería más una no contaminación –con atisbosde beligerancia– que la indiferencia o la au-téntica neutralidad. Esa tajante separación,que reenvía toda convicción religiosa al ám-bito íntimo de la conciencia individual, pue-de acabar resultando, más que neutra, neu-tralizadora de su posible proyección sobre elámbito público y, en consecuencia, discri-minatoria para los creyentes.

¿Cuáles serían las exigencias del res-peto a la laicidad?

La primera, hacer real la equiparaciónentre concepciones ideológicas y creencias

religiosas. Para preservar un abierto plura-lismo es preciso aceptar una doble realidad:que no hay propuesta civil que no se funda-mente directa o indirectamente en algunaconvicción; y que ha de considerarse, porlo demás, irrelevante que ésta tenga o no pa-rentesco religioso. Esto descarta la arraiga-da querencia laicista a suscribir un plantea-miento maniqueo de las convicciones.

¿Se ha pronunciado el Tribunal Cons-titucional español al respecto?

Sí; cuando a un objetor de conciencia alservicio militar, que alegó «motivos perso-nales y éticos», se le pretendió negar su con-dición de tal «por no tratarse de objeción decarácter religioso». Este otorgamiento deamparo por el Tribunal Constitucional sepercibió como positivo síntoma de secula-rización, ya que los motivos religiosos ha-brían dejado de constituir un privilegio ex-clusivo, para situarnos en el ámbito de unEstado que respeta la libertad de concien-cia de sus ciudadanos, con independenciade cuál sea el fundamento último que ha ge-nerado la íntima convicción individual.

Ahora, desde la Santa Sede, se ha re-cordado a los funcionarios españoles quedeben ejercer la objeción de conciencia y

negarse a colaborar en matrimonios entrehomosexuales. ¿Es posible en el ordena-miento español?

En el ámbito europeo, la Carta de Dere-chos, al aludir a la libertad de pensamiento,de conciencia y de religión, vincula a ella«el derecho a la objeción de conciencia»,estableciendo que se reconoce «de acuerdocon las leyes nacionales que regulen su ejer-cicio».

El Tribunal Constitucional español de-claró muy pronto que «la objeción de con-ciencia es un derecho reconocido explícitae implícitamente en la ordenación consti-tucional española», y que la interpositio le-gislatoris prevista en el artículo 30.2 seríaprecisa, no para reconocer el derecho, sinosólo para regular su aplicabilidad y eficacia.Poco más tarde, en plena polémica sobre ladespenalización del delito de aborto, tran-quilizó de nuevo a quienes echaban de me-nos un tratamiento de la cuestión en tan de-licado ámbito, al recordar que «la objeciónde conciencia forma parte del contenido delderecho fundamental a la libertad ideológi-ca y religiosa, reconocido en el artículo 16.1de la Constitución, y, como ha indicado es-te Tribunal en diversas ocasiones, la Cons-titución es directamente aplicable, espe-cialmente en materia de derechos funda-mentales».

Hay quien afirma que la Constituciónespañola obliga a una estricta separaciónentre Estado e Iglesia.

Dice en realidad que «los poderes pú-blicos tendrán en cuenta las creencias reli-giosas de la sociedad española y manten-drán las consiguientes relaciones de coo-peración con la Iglesia católica y las demásconfesiones». Descarta, pues, la inhibidano contaminación sugerida por el laicismo,para dar paso a un novedoso ámbito de co-operación. Se ha resaltado que esto implicael reconocimiento de la religión, no sólocomo un ámbito recluido en la concienciaindividual, sino como un hecho social, co-lectivo y plural; convierte a esa realidad so-cial en elemento vinculante para la actua-ción de los poderes públicos. Ha entrado enjuego una laicidad positiva, que se carac-terizaría por una actitud de cooperación,mientras que la meramente negativa impli-caba indiferencia o distancia. El propio Tri-bunal Constitucional levanta acta de queahora «se exige a los poderes públicos unaactitud positiva, desde una perspectiva quepudiéramos llamar asistencial o prestacio-nal». Se ha pasado, de aspirar a que los po-deres del Estado no perturben la libre con-ciencia individual, a que, por considerarloconstitucionalmente digno de protección,suscriban una «especial expresión de tal ac-titud positiva respecto al ejercicio colectivode la libertad religiosa».

Entrevista con el catedrático de Derecho don Andrés Ollero

«No hay potestad civil que nose funde en una convicción»

Con ayuda de cinco lustros de jurisprudencia del TribunalConstitucional, Andrés Ollero, diputado y catedrático deFilosofía del Derecho en la Universidad Rey Juan Carlos, deMadrid, afronta la cuestión del laicismo en su obra reciénpublicada España: ¿un Estado laico? (Editorial Civitas), y laaborda en esta entrevista concedida a Zenit

Ilustración de Selçuc,en Le NouvelObservateur

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DESDE LA FE 19-V-2005 ΩΩ29 AA

Punto de vistaLa dignidad

Dos conocidos líderes homosexuales hansido entrevistados en el marco de la Ley

puesta en marcha desde el Congreso de losDiputados por la coalición fáctica desocialistas, nacionalistas y comunistas quemantiene al señor Rodríguez Zapateroasentado sobre lo que queda del podernacional. Ambos ciudadanos, procedentes deuno y otro sexo, hicieron una ardorosa ylógica defensa de la ley propuesta y evocaronla vergüenza padecida durante los años enque su condición fue menospreciada por lamayoría heterosexual. Estas quejas, sin duda,nacían de sentimientos legítimos, heridos porcondenas que negaban el hecho real de que,en la inmensa mayoría de los casos, elhomosexual nace y no se hace, es decir,carece de más responsabilidad de la quepodamos tener blancos, negros, amarillos oaceitunados por el color de nuestrarespectiva piel.

Alabaron mucho el dato de que la ley enmarcha no se limite a reconocer a lasparejas homosexuales los derechos que laley en vigor reconoce a las de sexodiferente, tanto si pasan por la Iglesia comosi su boda es formalizada en un juzgado oen un ayuntamiento. Superados por fortunalos viejos tiempos homófobos, la mayoríaheterosexual de las naciones avanzadas, lanuestra incluida, acepta que esereconocimiento constituya una plenaequivalencia de derechos civiles y sociales,lo que hubiera permitido una Ley como laque estuvo a punto de serlo durante elGobierno del PP y se quedó en puertas porrazones incomprensibles, como harecordado Jorge Trías en ABC. Pero la Leyahora en curso es muy diferente porqueañade a la equivalencia de derechos lahomogeneidad del nombre: matrimonio. Yno hubo, por parte de la actual mayoría, nisiquiera ese poquito de por favor en materiade talante que hubiera quizá permitidosacar una ley consensuada por las dosgrandes fuerzas políticas. La denominaciónde matrimonio extendida a las nuevasparejas fue un verdadero trágala que llevará,sin duda, a un encontronazo en el Senado ya un recurso ante el Tribunal Constitucional.

Los portavoces homosexuales adujeronque lo del nombre era cuestión de dignidad.Y es aquí donde no cabe más alternativa quela de terminar con la comprensión de que lamayoría heterosexual ha hecho gala hastaahora; porque la dignidad de cualquiermatrimonio se asienta en una palabra que,simplemente, no existe en el vocabulariohomosexual: la palabra descendencia. Sinesa intención de propagar la especie humanano existe, no puede existir, un matrimonio; yésa es la razón de su máxima dignidad, a laque no pueden acceder homosexuales decualquier vertiente que deciden unirse en elmarco de una esterilidad inevitable. En Romay en España, la Iglesia lo dijo con obligadaclaridad. La indignidad, por tanto, es la dequienes así agravian a la milenaria instituciónmatrimonial.

Carlos Robles Piquer

L I B R O S

Dos noticias, bien distintas y distantes, han llevado a los jesuitas alprotagonismo de los medios de comunicación durante las pasa-das fechas. Un reciente editorial de la revista Mensajero del Co-

razón de Jesús –y de muchas cosas más– propugnaba una Iglesia «un po-co más democrática», además de presentar una serie de argumentos que,si por algo se pueden calificar, es por ser bien poco originales respecto alo que necesita la Iglesia en el futuro. Además, los obispos catalanes hanemitido una nota en la que aclaraban algunos puntos de un documentodel Instituto Borja de Bioética, con significativa presencia de miembros dela Compañía de Jesús, sobre la despenalización de la eutanasia. Si bien es-tas informaciones no son significativas de lo que es la Compañía de Jesúsen España, ni de los jesuitas, tan iguales y tan distintos, tan plurales en susministerios y tan compactos en sus sistemas de formación, reflejan una re-alidad que parece aún no erradicarse de la percepción social y eclesial: unaimagen ligada no sólo al ministerio en la frontera, sino a la permanenciasistemática más allá de la frontera. Aún no ha quebrado, ni parece que seha desterrado, en algunas élites sociales, y eclesiales, la idea de la eman-

cipación, como forma de adaptación a los tiempos, a partir de una ruptura como progreso. Frente a la confusión en la que pareció sumergirse alguna significativa porción del catolicis-

mo después del Concilio Vaticano II, y no precisamente por causa del Concilio, ni mucho menos,el pontificado de Juan Pablo II ha sido un pontificado del ministerio de la clarificación, doctrinal,pastoral y eclesial. Muchos se preguntan dónde está hoy la Compañía; si los jesuitas han iniciado yaun proceso de autocrítica, que les ayude a afrontar la vida de la Iglesia en sus más amplias expresionesy con un más acreditado realismo. No se trata de casos particulares; se trata de una afirmación ge-neral de fidelidad creativa, que no es diletantismo edulcorante, a las fuentes de la tradición eclesialy a las propias de la Compañía. La Compañía de Jesús tiene una larga historia; una aquilatada iden-tidad, acrisolada en una hoja de servicios innegable a la Iglesia y al mundo, desde que san Ignaciode Loyola la fundara. En los últimos años, se ha dado una singular proliferación de la bibliografíapara el gran público sobre esta realidad eclesial de tan alta implantación. En nuestro país, destaca-ríamos el libro coordinado por Teófanes Egido, Los jesuitas en España y en el mundo, del que hayque destacar los capítulos dedicados a la historia reciente de la Compañía en nuestro país, de lapluma de Manuel Revuelta. Ahora, la editorial Debate nos ofrece un estudio, amplio, del investigadorJonathan Wright, y que lleva como subtítulo: Una historia de los «soldados de Dios». Desgrana elautor, con la perspectiva de fondo de un discutido equilibrio y asepsia investigadora, algunos de losmás ejemplares momentos de la travesía de la Compañía a lo largo de la Historia, ilustrando los pe-ríodos de tiempo y la respuesta que esta institución ha ofrecido a los grandes retos a los que se ha vis-to sometida la fe y la Iglesia con la vida y el pensamiento de sus miembros. Predomina en este librola utilización de bibliografía del ámbito de lengua inglesa, utilizada para responder a cualesquierade las leyendas negras sobre la Compañía de Jesús que han circulado, y circularán, en los más va-riados círculos sociales. El último capítulo es, quizá, el menos conseguido y en el que, el autor,parece poner menos interés, más allá de una serie de tópicos sobre la sustitución de justicia porsantidad, como leit motiv de la actuación de los jesuitas a partir del Concilio Vaticano II.

José Francisco Serrano Oceja

El profesor Albert Vanhoye es un jesuita de reconocido prestigio en el campo de losestudios de la Sagrada Escritura. Ha sido Secretario de la Pontificia Comisión Bí-

blica y consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En este pequeño libro,combina el conocimiento escriturístico con una profunda espiritualidad, y ayuda aentender lo que es y significa el sacrificio de Cristo para el cristiano. Debemos alejar-nos de la utilización con que el lenguaje corriente utiliza el concepto de sacrificio, en-tendido como privación penosa, para adentrarnos en las dimensiones de la purificacióny, por tanto, añadir un nuevo valor que enriquezca nuestras relaciones espirituales.

J. F. S.

El sacrificio como esperanzaTítulo: Tanto amó Dios al mundo. Lectio sobre el sacrifico de CristoAutor: Albert VanhoyeEditorial: San Pablo

Historias de jesuitasTítulo: Los jesuitas. Una historia de los «soldados de Dios»Autor: Jonathan WrightEditorial: Debate

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Televisión

Regreso al futuroLa CNN transmitió el lunes de la semana pasada,

desde la Plaza Roja de Moscú, un directo histó-rico: el reconocimiento mundial de Rusia como va-ledor en la derrota del nazismo. Pero, más que unacelebración, presenciamos un homenaje al comu-nismo, del que se aprovecharon miles de nostálgicospara desplegar imágenes de Stalin y llorar al padre dela patria de los soviets. La escenografía recordaba alas portadas delPravda de haceunas décadas,cuando el co-munismo bo-queaba pero seresistía a aban-donar su imagi-nería de viejocuño. Vimos alos veteranos dela segunda gue-rra mundialdesfilando abordo de ca-miones milita-res de época, ya un Bush debuen humormientras la ban-da militar hacíasonar el viejohimno soviéti-co. Lo malo deglobalizar lamemoria deuna guerra re-ciente es quesiempre se ha-ce injusticia alos que aún pa-decen los da-ños colaterales de sus coletazos. En la celebración noestuvieron ni Ruutel ni Adamkus, los Presidentes deEstonia y Lituania. El desplante báltico fue secun-dado por el Presidente de Georgia que, en la víspe-ra, dijo que su país no tenía nada que celebrar enMoscú. Y no le faltaba razón. A Putin no le duelenprendas en continuar alabando las proezas de Stalin.Quizá lo hace porque le cuesta olvidar los días degloria de la gran patria rusa, que se hizo grande acosta de hollar el suelo de las libertades. Muchosde los países-satélite que fueron ocupados por lossoviéticos han encontrado ya la libertad, y otros se las

buscan para hacerse con un derecho que les perte-nece. Fue Yalta la madre de todas las injusticias. Trasla conferencia de Yalta, tan criticada por Juan Pa-blo II, Stalin condujo a Europa a su división y al fa-moso telón de acero. Los acuerdos de Yalta siguieronla injusta tradición de los pactos de Munich y Mo-lotov-Von Ribbentrop. El acuerdo de Munich habíacausado el desmembramiento de Checoslovaquia

en 1938. Por suparte, el pacto deMolotov-VonRibbentrop habíasellado, en 1939,la dominaciónsoviética de Le-tonia, Lituania yEstonia. El 18 demarzo de 1979,Juan Pablo II seencontraba en sutierra natal, cele-brando el 35 ani-versario de unabatalla decisivapara la segundaguerra mundial,la de Montecas-sino, en la quehabía desempe-ñado un papelextraordinario elejército polacoen el exilio. En-tonces dijo JuanPablo II que Po-lonia seguía vi-viendo en la ór-bita de las conse-cuencias de Yal-ta. «La guerra

–dijo– debería haber enseñado que la paz europeasólo podría construirse sobre la base del pleno res-peto a los derechos de los hombres y a los de lasnaciones, el derecho a la vida social dentro del es-píritu de sus propias convicciones y tradiciones na-cionales y religiosas, y a la soberanía sobre su propioterritorio». Eché en falta esta claridad en la conme-moración del pasado lunes. En cambio, me empachéde añejas consignas, como en un viaje por el túneldel tiempo.

Javier Alonso Sandoica

Gentes

Rüdiger Safranski,filósofo

Creo en la separación entreEstado y religión, pero estábien que haya unainstitución metafísica comola Iglesia; que una

institución mantenga vínculos con lotrascendental enriquece la vida. Si noexistiera la Iglesia, habría que inventarla.

Chiara Lubich,fundadora de los Focolares

A menudo, tras unaaudiencia con Juan PabloII, me quedaba laimpresión de que el cielose abría. Me sentía como si

estuviese directamente en contacto conDios. Se debía a que el Papa es mediador,y una vez que te ha unido a Dios, éldesaparece.

Diego Armando Maradona,ex-futbolista

Sobre todas las cosas,insisto, el ejemplo son lospadres, no los ídolos. No sepuede echar la culpa de loque les pasa a los jóvenes a

un ídolo, porque yo creo que los padres encasa tienen que ser los verdaderos ídolos.

Hitchcock

A25 años de la muerte de AlfredHitchcock, acaecida el 29 de

abril de 1980, lo que estásucediendo con su figura es algoinsólito. Otros directores de fama,antes o después, son olvidados. Noocurre lo mismo con dos directoresque no siempre fueron alabados enHollywood: Orson Welles y AlfredHitchcock. Sobre ellos se escribencontinuamente libros y artículos queatraen a los espectadores másjóvenes. La obra del primero, suestructura narrativa y su elaboraciónde las tomas, marcó una época.Hitchcock, al contrario, parecía noquerer violar nunca las costumbresdel espectador, y en apariencia secontentaba con querer construirproductos clasificados como thriller,gracias a su perfecto conocimientodel medio. También sus pequeñosepisodios de media hora, destinadosa la televisión, mantenían contentoal público, y hoy apasionan más queen los años en que salieron a la luz.Aquellos guiones, no siemprecoordinados por Hitchcock perosiempre siguiendo su estilo, todavíason convincentes; las motivacionesde sus personajes conservan suverosimilitud y los ambientesresultan sugerentes. Con ellos,estamos frente a un espectáculo, unamentalidad fuera de lo común.

Alguien ha propuesto una lecturateológica de la obra de Hitchcok,quien se declaró siempre católico.Pero él recelaba de los excesos.Cuando encontraba a alguien queestimaba apasionadamente su obra,por ejemplo Truffaut, se limitaba adesvelarle cualquier secreto de sumodo de hacer narrativo, siempreligero, cada vez más ceñido a laconveniencia del texto.

Francesco Bolzonien Avvenire

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No es verdad

Escribo estas líneas cuando está a punto de em-pezar en el Congreso de los Diputados una sesiónque, a mi modesto entender, nunca debería haber-se celebrado. Son demasiadas las cosas de la polí-tica que no deberían haber sucedido y están suce-diendo. Martinmorales lo resume muy bien en la vi-ñeta que ilustra este comentario; también lo hanhecho otros dibujantes en otros medios, como Ri-cardo en El Mundo, cuando ha pintado una señorade la limpieza barriendo el hemiciclo de las Cortesy echando el pacto antiterrorista al cubo de la ba-sura. Ninguna cabeza medianamente asentada yequilibrada puede entender cómo es posible quese rompa un pacto que había logrado reducir a losterroristas etarras prácticamente a la rendición.Ahora no sólo han vuelto a lo suyo, que es utilizarlas bombas como argumento –el escorpión picasiempre, con pactos y sin pactos; es lo propio de sunaturaleza–, sino que han vuelto a las institucio-nes de las tierras vascas y, si Dios no lo remedia,volverán a las instituciones de las tierras catala-nas, si es que no están ya. Si, tristemente, se con-suma en las Cortes la irresponsable claudicaciónanunciada (y la palabra claudicación me da tantavergüenza que no volveré a repetirla), y si Zapaterono recibe otro chaparrón de realidad, habrá queconcluir que cada país tiene lo que se merece, aun-que, desgraciadamente, eso sea injusto para la mi-tad del país que no lo desea. Da toda la impresiónde que el señor Presidente del Gobierno, el bien-venido al club, o a la logia, es como uno de esosviejos tunos que, como no aprueban el curso, siguentocando la bandurria en la tuna y, en este caso, labandurria que toca es la de la utópica y nefasta re-volución del 68, gracias a la cual, así le luce el pe-lo a Europa. Nada tiene de extraño que se multi-pliquen en las paredes y en los andenes del Metrolos ¡ZP, lárgate! Dice el señor Presidente del Go-bierno que no pagará un precio político a ETA, pe-ro lo cierto es que, desde que accedió al poder gra-cias al 11-M, no ha hecho otra cosa que pagar pre-cios políticos a los nacionalismos paletos de losque es rehén. ¿Para cuándo el imprescindible cam-bio de la ley electoral que reduzca a los naciona-lismos exacerbados, mínimamente representati-vos, a su natural enanez política? Dos líneas másdedicadas a Carod Rovira: enhorabuena al Barçapor haber ganado merecidamente la Liga Españo-la de fútbol, y ¡qué gozada ver a toda Cataluña en-cantada y feliz por haber ganado el CampeonatoEspañol de Liga! El País anuncia triunfante, en

un titular a toda página: Una amplia mayoríaaprueba el diálogo con ETA. ¡Pues qué bien! Aun-que lo apruebe una mayoría absoluta, lo negro nopuede ser blanco; es y será siempre negro, aunquese diga lo contrario por aclamación. Las mayoríasnunca han sido criterio de verdad.

Ha sido conmovedor ver de pregonero de SanIsidro en Madrid al cantamañanas Sabina. Laculpa no es suya, sino de quienes utilizan nuestrodinero para pagarle tal invitación. Que haya dicholo que ha dicho –ya saben, aquello del viejo pro-fesor de infausta memoria: Todos a colocarse, oeso tan gracioso de que San Isidro engañaba alos ángeles para evitar el currelo– es lo menosque cabía esperar de él; cada uno da lo que tiene,o, como diría el castizo redicho y zarzuelero, «cauno expele lo que inhala, señá Rita». Desde queTVE no quiso dar, el pasado 1 de mayo, el noticiónde que el 70% de los trabajadores en las sedes deUGT y Comisiones Obreras son temporales, nohabía visto yo tanto apego al trabajo como el delpregonero de San Isidro de este año.

¿Han visto ustedes la que se ha armado en Fran-cia porque el Gobierno ha suprimido este año lafiesta del Lunes de Pentecostés? Repito, oigan,por si alguien no ha caído: ¡del Lunes de Pente-costés!; no la fiesta de la Ilustración, de la Basti-lla, de la Europa laica; no, no, Pentecostés ¡en laFrancia laica por antonomasia! Y éstos son losque luego, en las Constituciones, renuncian, yhasta niegan, sus raíces cristianas.

El Presidente del Gobierno ha afirmado que,«en un Estado aconfesional, ninguna fe legisla».Es verdad. La fe sólo hace a los hombres que ha-cen las leyes y que éstas sean dignas.

Luciano Egido ha escrito, recientemente: «No esque el Papa no sólo no sea infalible, sino que noes ni creíble». En cambio, Luciano Egido, sí.

«Bauticé a mis hijos porque me obligaban», ha es-crito, en El País, Haro Tecglen. Oigan, a este in-dividuo le obligaban a todo. «Juan Pablo II sostuvouna dogmática imposible en la sociedad actual», hadicho el inefable Puente Ojea. Claro, por eso no fuenadie a su entierro ni le ha llorado nadie.

Gonzalo de Berceo

DESDE LA FE 19-V-2005 ΩΩ31 AA

Con ojos de mujer

El sentido luminosode la vida

Alo largo de la Historia, el absurdo hadevorado a millones de seres humanos

como un río de aguas tumultuosas eimparable; de hecho, ráfagas de muertedevoran vida cada instante, y nada pareceperdurar en esta locura. ¿Qué sentido tiene,por ejemplo, la vida de un niño muerto al pocode nacer, o peor aún, abortado antes de sunacimiento?; ¿el anciano que vegeta enpésimas condiciones?; ¿el enfermo mental quesólo da problemas?; ¿el paciente que no puedesoportar más dolor, y que sólo desea morir?; ¿lapersona que se suicida porque no soporta másel desamor o la soledad? En fin, ¿qué sentidolas guerras, las desgracias, la lista interminablede dramas de la condición humana?

La respuesta subyace toda entera en la fecristiana. Para la mirada insondable de Dios,cada persona, por insignificante o inútil queparezca, es una huella imborrable en el Librode la Vida, una huella misteriosa y necesariaen las arenas del tiempo. Dios es Amor, y enese abismo de amor volvería a sacrificarse porcada uno de nosotros, volvería a repetir suPasión por cada alma. Esto es muy difícil decomprender en un mundo abocado alhedonismo, al triunfo de la materia, aldesprecio de la vida humana y a la negacióndel Espíritu. Un mundo dominado por lasfuerzas del mal causante de tantos crímenes,apostasía, discordias y desdichas sin parangón.Un mundo, en fin, dominado por la cultura dela muerte. Bertrand RuseIl escribió, en suautobiografía, que está «asombrado de ver lacantidad de personas que son desdichadas másallá de los límites del aguante humano». Enrealidad, no hay de qué asombrarse, tal es elresultado de nuestra rebeldía a Dios, de nocumplir con aquella regla de oro universaldicha por Cristo de «No hagas a otro lo que note gustaría hicieran contigo», o «Trata a losdemás como a ti mismo».

En este sentido, la vida es un don precioso,jamás debe ser destruida. Jamás debemospermitir que nuestro egoísmo y desamor matea otros seres humanos. Podríamos decir queahí donde dos o más personas se aman, uncántico nuevo brota del corazón mismo deDios. Hermosa es la frase de la madre Teresade Calcuta al decimos: «Dios te ha creadoporque deseaba tu existencia».

Creo que ya es hora de despertar, dereaccionar. El tiempo se nos escapa, huye. Unpoeta indio lo comparó a un caballodesbocado. Busquemos, pues, a ese Dios quedesea establecer una relación personal concada uno de nosotros. Un Dios que nos amatal como somos; eso sí, apartados del pecado,alejados del mal, invadidos por Su Amor. Y através de este gran amor, aprendamos,hagamos un esfuerzo por amar a los demás.

Katty Reyes De la Jara

Martinmorales, en ABC

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Alfa y Omega agradece la especial colaboración de:

a evolución universal, salvo breves períodos de dispersión, consis-te en un gigantesco movimiento e impulso hacia unificaciones cadavez mayores. De aquí que ese pueblo que quiere ser precisamente loque no puede ser, pequeña isla de humanidad arisca, reclusa en sí mis-ma, claro es que vive, casi siempre, preocupado y como obseso porel problema de su soberanía; por cualquier fecha que cortemos la his-toria de los catalanes, encontraremos a éstos, con gran probabili-dad, enzarzados con alguien, y si no consigo mismos, enzarzados so-bre cuestiones de soberanía.

Comprenderéis que un pueblo que es problema para sí mismotiene que ser, a veces, fatigoso para los demás. Se trata de una re-alidad profunda, dolorosa y respetable; de aquí esa disociación per-durable de la vida catalana a que yo me refería. Esto es lo lamenta-ble de los nacionalismos; ellos son un sentimiento, pero siemprehay alguien que se encarga de traducir ese sentimiento en concretí-simas fórmulas políticas: las que a ellos, a un grupo exaltado, lesparecen mejores.

Si el sentimiento de los unos es respetable, no lo es menos elde los otros, y como son dos tendencias perfectamente antagónicas,no comprendo que nadie, en sus cabales, logre creer que problemade tal condición puede ser resuelto de una vez para siempre. Pre-tenderlo sería la mayor insensatez, hacerlo más insoluble que nun-ca. Es muy peligroso hurgar en esta secreta profunda raíz. Debemosrenunciar a la pretensión de curar radicalmente lo incurable.

En cambio, es bien posible conllevarlo. Llevamos muchossiglos juntos los unos con los otros, dolidamente, no lo discuto.Después de todo, no es cosa tan triste eso de conllevar ¿Es que en

la vida individual hay algún problema verdaderamente importanteque se resuelva? La vida es esencialmente eso: lo que hay que con-llevar. ¿Cuál puede ser la solución? Tendrá que consistir en restardel problema total aquella porción de él que es insoluble, y venir aconcordia en lo demás.

Se estuvo a punto, nada menos que de decretar, sin más, la Cons-titución federal de España. Entonces, aterrado, en una madrugadalívida, hablé ante la Cámara de soberanía. Decía yo que soberaníaes la facultad de las últimas decisiones, el poder que crea y anula to-dos los otros poderes, cualesquiera sean ellos; soberanía, pues, sig-nifica la voluntad última de una colectividad.

Yo analizaba la situación en que estaba mi país y encontraba enél un morbo básico, sin curar el cual no soñéis que España pueda lle-gar a ser nunca una nación vigorosa. Este morbo consistía, consis-te, en la inercia de vida pública y, por tanto, política, económica, in-telectual, en que viven los hombres provinciales. España es, en sucasi totalidad, provincia, aldea, terruño. Mientras no movilicemosesa enorme masa de españoles en vitalidad pública, no consegui-remos jamás hacer una nación actual. ¿Y qué medios hay para eso?Imponerles la autonomía.

Si una región de las normales pide autonomía, ya no me intere-saría otorgársela, porque pedirla es ya demostrar que es-pontáneamente se ha sacudido la inercia, y, en mi idea, la autono-mía, el régimen, la pedagogía política autonómica no es un pre-mio, sino, al revés, uno de esos acicates, de esos aguijones, que laalta política obliga por veces a hincar en el ijar de los pueblos can-sinos. Así concebía yo la autonomía.

Y una vez que imaginaba a España organizada en nerviosas au-tonomías regionales, entonces me volvía al problema catalán y mepreguntaba: ¿de qué me sirve esta solución? Cataluña habría reci-bido parcial satisfacción, porque quedaría solo, claro está, el restoirreductible de su nacionalismo. Pero ¿cómo quedaría? Aislado;por decirlo así, químicamente puro, sin poder alimentarse de motivosen los cuales la queja tiene razón. La autonomía es el puente tendidoentre dos acantilados.

José Ortega y Gasset

A vueltas con España

L

Por gentilezade la editorial

GalaxiaGutenberg, ofrecemos

un fragmento del libro

Dos visiones de España:

discursos en las Cortes

constituyentessobre el Estatuto

de Cataluña(1932),

de Manuel Azañay José Ortega

y Gasset:

José Ortega y Gasset.

Portada del libro