SEMANARIO DE INFORMACIÓN RELIGIOSA La vida consagrada · Bienaventuranzas de la vida consagrada...

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SEMANARIO DE INFORMACIÓN RELIGIOSA Nº 19/13-IV-1996 espejo de la Iglesia La vida consagrada

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SEMANARIO DE INFORMACIÓN RELIGIOSANº 19/13-IV-1996

espejo de la Iglesia

La vida consagrada

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ΩA

20-21

18-19

En este número

Etapa II - Número 19Edita: Fundación «San Agustín». Arzobispado de Madrid

Asesores religiosos: Alfonso Simón Muñoz, Manuel Mª Bru AlonsoRedacción: Casa de la Familia. Pza. del Conde Barajas,1. 28005 Madrid

Télfs: 365 18 13 - 366 78 64 Fax: 365 11 88Director: Miguel Angel Velasco Puente

Redactor Jefe: José Antonio Ullate Fabo - Redactores: Coro Marín Palacios, Jesús Colina (Roma)Producción: Francisco Flores Domínguez, José Antonio de la Fuente - Secretaria de Dirección: Sonsoles de la Vega

Imprime y Distribuye: Prensa Española, S.A. - Depósito legal: M-41.048-1995

MUNDO

Sensacionalismo sobre la Resurrección

de Jesucristo

MUNDO

Mañana, visita pastoral de Juan Pablo II a Túnez

Sumario

la foto 6

criterios 7

iglesia en madridPastoral del obispo de Getafe.El día a día 10-11

españaLas contemplativas abrensus puertas al pueblo 12-13

testimonio 14

el día del señor 15

raícesUn gran domingode cincuenta días 16-17

santos de ayer y hoyDon Orione 22-23

maestrosIV centenario de DescartesLa madre Teresa abre casaen Pekín 24-25

la vida 26-27

desde la feEntrevista al dibujanteJosé Ramón Sánchez.900 añosde las Cruzadas 28-31

contraportada 32

3-5, 8-9

EN PORTADA

Bienaventuranzas de la vida consagrada

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/3Nº 19/13-IV-1996

Bienaventurados aquellos que, en la experiencia deCristo, sienten, como los discípulos en el monte Ta-bor, la llamada a conformar toda su existencia conCristo, vocación específica de los consagrados, por-que esta vocación consiste en subir al Tabor y con-templar el rostro transfigurado de Cristo, y bajar delTabor para vivir una existencia transfigurada y aco-meter la transfiguración del mundo que les rodea.

Bienaventurados los llamados a formar parte dela multitud de formas de vida consagrada, ramasde un gran árbol de extraordinaria riqueza: los mon-jes y las monjas del Oriente y del Occidente, que re-nuncian no sólo a las cosas, sino también al espaciovital del contacto con el exterior y con tantos bienesde la creación; los y las eremitas; los religiosos her-manos; las vírgenes y las viudas consagradas en elmundo; los clérigos regulares; los miembros de las

en portada

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL VITA CONSECRATA, DE JUAN PABLO II

«¡Mirad a quienes dansu vida para que todos

tengan vida!»Bienaventuranzas de la vida consagrada

Quienes lean la Exhortación Apostólica «Vitaconsecrata», especialmente los religiosos,habrán gozado al recibir este aliento, como

hicieron los cristianos de Antioquía al recibirla carta del Concilio de Jerusalén. Ésta es, de

hecho, la intención del Papa al escribirla. Y lesparecerán pobres y fríos algunos titulares deperiódico, que resaltan y sacan de contexto

referencias muy particulares de tipodisciplinario. Esta Exhortación es, ante todo,un canto a la verdad, bondad y belleza de la

vida consagrada. «¡Considerad el grannúmero de los santos que han crecido en estegénero de vida! ¡Considerad el bien que hanhecho al mundo, hoy como ayer, quienes se

han dedicado a Dios!» También hoy, muchoscristianos viven dedicados a Cristo comoreligiosos (120.000 en Italia; 89.300 enEspaña; 70.200 en Polonia; 69.600 en

Francia; 45.582 en Alemania). He aquí unasíntesis de este «canto», en forma de

bienaventuranzas:

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Ordenes mendicantes, de lasCongregaciones religiosas dedi-cados a la actividad apostólica ymisionera, de los Institutos secu-lares, síntesis entre secularidad yconsagración, de las Sociedadesde Vida Apostólica, y de las nue-vas formas de vida consagrada,que muestran la perenne juven-tud de la Iglesia, porque todosellos, en la pluralidad de sus ca-rismas, están llamados a seguira Jesús virgen, pobre y obediente,que es el modo más radical de vi-vir el Evangelio.

CONFESAR LA TRINIDAD

Bienaventurados los llama-dos a ser icono de la vida trinita-ria: los célibes y las vírgenes, en-tregados a Dios con corazón in-diviso, porque ellos reflejan elamor infinito que une a las tresPersonas divinas en la profundi-dad misteriosa de la vida trinita-ria; los pobres para quienes Dioses su única riqueza, porque ellosexpresan la entrega total de sí quelas tres Personas divinas se ha-cen recíprocamente; y los obe-dientes, que manifiestan la belle-za liberadora de una dependen-cia filial y no servil, rica desentido de responsabilidad y ani-mada por la confianza recíproca,porque ellos ayudan a percibir lahistoria de la amorosa corres-pondencia propia de las tres Per-sonas divinas.

Bienaventurados los que,secundando los consejos evan-gélicos, responden a la provoca-ción de una cultura hedonista conla práctica gozosa de la castidad

perfecta; a la provocación de unmaterialismo ávido de poseer,con la profesión de la pobrezaevangélica acompañada por uncompromiso en la promoción dela solidaridad y de la caridad; y ala provocación de las concepcio-nes de la libertad que prescindende su relación constitutiva con laverdad y la norma moral, con eltestimonio de una vida en la queno hay contradicción entre obe-diencia y libertad.

Bienaventuradas sean lasmonjas de clausura, cuya sobre-abundancia de vida no es otra co-sa sino la misma Pascua de Cris-to, anuncio gozoso y anticipaciónprofética de la posibilidad, ofre-

cida a cada persona y a la Hu-manidad entera, de vivir única-mente para Dios en Cristo Jesús.Porque sus comunidades claus-trales, ciudades sobre el monte yluces en el candelero, de misio-neras de primera línea sin salirde sus monasterios y conventos,prefiguran visiblemente la metahacia la cual camina la entera co-munidad eclesial.

Bienaventurados los consa-grados, y especialmente las con-sagradas, que entregan su vidaal cuidado de los enfermos, y porlos que sacrifican su vida al ser-vicio de las victimas de las enfer-medades contagiosas. Porqueellos transmiten el Evangelio de

la vida en los ambientes sanita-rios, ayudan a los enfermos a vi-vir el carisma de la cruz, y pro-longan el ministerio de la mise-ricordia de Cristo que pasóhaciendo el bien y curando a to-dos los enfermos.

Bienaventurados los consa-grados que, desde la adopción deun estilo de vida humilde y aus-tero, abrazan la causa de los po-bres, denuncian las injusticias, ydesde una sólida espiritualidadde la acción (viendo a Dios en to-das las cosas y todas las cosas enDios) «lavan los pies» de los máspobres y necesitados. Porqueellos son los que velan por la ima-gen divina deformada en los ros-tros de tantos hermanos y her-manas, rostros desfigurados porel hambre, rostros desilusiona-dos por promesas políticas in-cumplidas, rostros humillados alver despreciada su propia cultu-ra, rostros aterrorizados por laviolencia diaria e indiscrimina-da, rostros angustiados de me-nores, rostros de mujeres ofendi-das y humilladas, rostros cansa-dos de emigrantes que noencuentran digna acogida, ros-tros de ancianos sin las mínimascondiciones de una vida digna.

Bienaventurados los que re-corren el comprometido «cami-no del éxodo» entre la luz antici-padora de la transfiguración y ladefinitiva de la resurrección, losque viven en situaciones difíci-les, incluso de persecución y demartirio. Porque ellos reflejan en

4/ Nº 19/13-IV-1996en portada

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su fidelidad el esplendor delamor y contribuyen a mantenerviva en la Iglesia la conciencia deque la cruz es la sobreabundanciadel amor de Dios que se derramasobre este mundo.

Bienaventurados los reli-giosos y las religiosas de edadavanzada, cuyo modo de vivir laconsagración ya no está vincula-do a la eficiencia propia de unatarea de responsabilidad en la co-munidad o de un trabajo apostó-lico. Porque ellos, además de lariqueza de sabiduría y de expe-riencia que aportan a sus herma-nos, son llamados a conformar-se con Cristo crucificado quecumple en todo la voluntad delPadre y se abandona en sus ma-nos hasta encomendarle el Espí-ritu.

Bienaventurados los misio-neros consagrados que trabajanpor todo el mundo para consoli-dar y difundir el Reino de Cris-to, llevando el anuncio del Evan-gelio a todas partes y hasta las regiones más remotas, respon-diendo a los retos de la incultu-ración y de la nueva evangeliza-ción, con el diálogo y la provoca-ción evangélica. Porque elloshacen presente a Cristo casto, po-bre, obediente y misionero antequienes no lo conocen.

SIGNO DE COMUNIÓN

Bienaventurados los que vi-ven en fraterna comunión, conun solo corazón y una sola alma,

mostrando de manera fehacientey concreta los frutos del manda-miento nuevo, porque ofrecen unespacio teologal, en el que se pue-de experimentar la presencia mís-tica del Señor resucitado en me-dio de los suyos. Porque ellos sonvoz de la comunión trinitaria, delPadre que hace de todos sus hijosuna única familia, del Hijo en-carnado que congrega a los redi-midos en la unidad, y del Espíri-tu Santo, principio vital de la uni-dad en la Iglesia. Porque ayudana mantener viva en la Iglesia laexigencia de la fraternidad como

confesión de la Trinidad. Porque,conviviendo personas de dife-rentes edades, lenguas y cultu-ras, se presentan ante el mundocomo signo de un diálogo siem-pre posible y de una comunióncapaz de armonizar todas las di-versidades.

Bienaventurados los llama-dos a reproducir con valor la au-dacia, la creatividad y la santidadde sus fundadores y fundadoras,como respuesta a los signos delos tiempos que surgen en elmundo de hoy. Porque, sin ceder

a las modas del momento, a unestilo de vida secularizado, a lasdiversas ideologías, y a una pro-moción de los valores en sentidomeramente horizontal, respon-den a la legítima exigencia de in-tegrarse en la sociedad de sutiempo y de compartir sus sanasaspiraciones.

Bienaventurados los que, aejemplo de sus fundadores, ma-nifiestan plenamente su sentircon la Iglesia, mediante su adhe-sión de mente y de corazón al Pa-pa y al propio obispo, su diálogocon los superiores de los demásInstitutos de vida consagrada, ysu disponibilidad a la misión,porque ellos ayudan, de modovaliosísimo, a la Iglesia a ser sa-cramento de la unidad íntima conDios, y de la unidad de todo elgénero humano.

Bienaventurados los quepromueven la unidad con todoslos consagrados ortodoxos, evan-gélicos y reformados, con la ora-ción, la hospitalidad, la caridad,el diálogo y el estudio, y los quepromueven el diálogo interreli-gioso como un diálogo de vida,en el recíproco respeto y un diá-logo de las obras en la solicitudpor la vida humana. Porque ellosson instrumento valiosísimo dela unidad e interlocutores privi-legiados de aquellos que buscansinceramente a Dios.

Manuel María Bru

/5Nº 19/13-IV-1996 en portada

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6/ la foto Nº 19/13-IV-1996

La prensa internacional acaba de denunciarlo: el Corriere della Sera ha publicado una crónica sobre la protesta que unareligiosa guatemalteca, que fue violada y torturada, está llevando a cabo frente a la Casa Blanca, en Wáshington, contra los

silencios del Gobierno norteamericano. «Los desaparecidos en Guatemala son más de cuarenta y siete mil en los últimos treintaaños. El silencio de E.E.U.U es una obstrucción a la justicia, una forma de persecución». Así de claro habla sor Diana Ortiz, que

a sus treinta y siete años pasa las noches en vela porque los fantasmas del pasado no le dejan dormir. Otra hermana de suCongregación dice de ella que era una poetisa y una enamorada de la música, pero ya ni canta ni hace versos. Dedica su vida a

protestar contra la injusticia agazapada en tantos silencios cómplices de quienes saben las cosas y no las cuentan. En la foto, una mujer guatemalteca, en cuyo rostro parece adivinarse todo el sufrimiento de su pueblo, reza durante la reciente

visita de Juan Pablo II a la Basílica del Cristo Negro, en Esquipulas.

El silencio, una forma de injusticia

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Ninguna novedad más permanente quela del Evangelio. Nada más nuevo,cada amanecer, que la eterna nove-

dad del amor de Dios que, por amor nuestrose hace hombre, y da la vida por nosotros, yresucita para que los hombres puedan resu-citar para siempre, con Él.

Desde esta exclusiva —y nadie podrá ne-gar que originalísima— óptica, si hubiera queresumir en una sola frase la reciente Exhorta-ción Apostólica postsinodal Vita consecrata,ninguna mejor, tal vez, que ésta: «Fidelidaden la novedad». Acasoes más exacto decir: «Fi-delidad a la Novedad».Sí; en resumidas cuen-tas, eso sintetiza perfec-tamente lo que ha sido,es y debe ser siempre lavida consagrada.

Es un documento,denso, profundo, larga-mente estudiado y pre-parado, perfectamentesistematizado. Comofruto del Sínodo de losObispos sobre la vidaconsagrada, es la guíainsustituíble, el auténti-co e inmejorable librode ruta, ante todo paraque los religiosos, reli-giosas y seglares consa-grados vivan el don precioso de su vocación,y asimismo, para hacer frente a los retos quese les plantean en el cumplimiento de la mi-sión que deben desempeñar en la Iglesia y enel mundo, en esta recta final del siglo XX yen el tercer milenio del cristianismo que estáya, como quien dice, a la vuelta de la esquina.

Reducirlo, como han hecho algunos me-dios, a si «hábito sí o no», «celibato sí o no», asi las monjas pueden o no ser directoras es-pirituales y enseñar en seminarios —¡vayamodo de descubrir el Mediterráneo!—, a silos nacionalismos son o no nocivos, o a «lascuatro tentaciones del diablo para el clero»,

es ciertamente parcializar, minimizar y des-naturalizar su dimensión y su altísimo al-cance, voltaje y horizonte espiritual; por ejem-plo, cuando habla de que «las mujeres con-sagradas están llamadas a ser un signo de laternura de Dios hacia el género humano».

La vida consagrada es en la Iglesia caminode perfección, huella de Cristo y espejo en elque ha de mirarse la Iglesia entera, cuyo eje si-gue siendo el de siempre: la fidelidad plena a Je-sucristo, vivida con libertad, alegría y espe-ranza, en castidad, pobreza y obediencia. Con

fe. En verdad y caridad, al servicio de los hom-bres, «en un mundo en el que parece haberseperdido, a veces, el rastro de Dios». La vidaconsagrada no es algo superfluo, o una especiede «adorno», o algo que hoy está de más, sinoalgo vital, actualísimo, más actual y necesarioque nunca; algo esencial y determinante en laIglesia. Tanto es así, que sin vida consagradano hay Iglesia; sencillamente porque la Iglesiaes la «esposa» de Cristo, su «cuerpo», que ha si-do rescatado al precio de su sangre y que lepertenece por entero. Todos los bautizados lepertenecemos a Él por entero, y cuando no vi-vimos de hecho esta pertenencia —sea cual

fuere nuestra vocación particular— nuestra vi-da humana, de hombres y mujeres que viven enel mundo, se deteriora y se destruye; sencilla-mente porque Cristo no es un añadido a la vi-da, sino el origen, el contenido y el destino mis-mos de toda vida humana: del que vive en unconvento y del que ha formado una familia, detodos. Y esto es precisamente lo que a todosnos muestran, como un espejo en el que mi-rarnos, los consagrados a Cristo en pobreza,castidad y obediencia por el Reino de los cielos.

Juan Pablo II se refiere también a la vidaconsagrada como «undon de la Iglesia» al mun-do; y a los consagrados,como «testigos de Cris-to» ante un tercer mile-nio que siente una apre-miante y poderosa ur-gencia de vida renovada,de una vida realmente ala medida del hombre.Pues bien, esta vida nue-va y plenamente huma-na se nos da ya, como unanticipo de la eternidad,en las personas consa-gradas. La clave de la vi-da consagrada no estásimplemente en aportarlo «espiritual» que tantonecesita un mundo tanmaterializado como el

nuestro, sino en mostrar de modo visible, car-nal, aquello a lo que todos los hombres y mu-jeres del mundo estamos llamados a ser. No esel espejo de un aspecto de la vida humana; es elespejo de un todo, de un modo global de en-tender y vivir la vida.

Frente a la incomprensión de los tiemposque corren, y que habrá que cambiar, y antelas dos graves tentaciones que acosan a loscristianos hoy —no sólo consagrados—, ladel desánimo y la de la aparente inutilidad,éste es un documento de gran aliento y espe-ranza, de propuesta valiente, de invitación ala entrega fiel. La brújula. La clave.

/7criteriosNº 19/13-IV-1996

Ω

«Testigos» de la vida verdadera

A

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La premura que exige la ac-tualidad de un órgano pe-riodístico impide una refle-

xión serena y rumiada sobre laexhortación de Juan Pablo II Lavida consagrada. Quizá sea mejorasí en este momento.

La primera palabra que surgees: ¡Gracias, Juan Pablo! Porque,si todo hombre pasa por mo-mentos de oscuridad, el consa-grado no es ajeno a ellos. La com-prensión, el aliento y la confir-mación en el santo propósito esalgo que tendremos que agrade-cerle siempre.

Conducidos de la mano delPapa, nuestra mirada se dirige aCristo y a los hombres. Porque lavida consagrada es consagrada aÉl. Es perpetuar la encarnacióndel Hijo de Dios, es hacer visibleen la historia la actitud de Cris-to, que no vino a hacer la volun-tad propia, sino la del Padre; queno vino a realizarse en el ejerci-cio de su autonomía, en la fami-lia, en el poder, en la cultura, enlos bienes de este mundo, sinoque vino a realizarnos a nosotros,dándonos la auténtica libertad,liberándonos de las esclavitudesy confiriéndonos, en última ins-tancia, la grandeza de los hijos deDios. En esta perspectiva, el con-sagrado encarna y hace viva lapresencia de Cristo: es un olvi-dado de sí mismo, porque unbuen día, movido por el Espíri-tu, se enamoró de Cristo, se hizouno con Él, y en esta unión, he-cho otro Cristo, se vuelca, comose volcó Él, hacia los hombres,para llevarlos al Reino del Padre.

En esta configuración conCristo, en la que van incluidas lafraternidad y la misión, los con-sejos evangélicos de pobreza, cas-tidad y obediencia son elementoscomunes de toda vida consagra-da. Querría poner el acento en es-ta triple condición de la existencia,que choca no pocas veces concierta mentalidad. No me refieroa los que viven de espaldas al cris-tianismo; ni tampoco a aquellosque llevados del hedonismo, o deuna libertad que al margen de laverdad se convierte en libertinaje,

o del egoísmo son incapaces deapreciar otros valores. Me refieroa los cristianos que no ven sentidoa estos consejos evangélicos, e in-cluso les parecen contrarios aotras doctrinas de la Iglesia.

¿No propugna ésta —se di-ce— que el hombre utilice los bie-nes de este mundo para su desa-rrollo y provecho? ¿No pone suempeño en promover todos losbienes, culturales y materiales,para el progreso del hombre?¿Noes un mal la pobreza, todo tipode pobreza, contra la que hay queluchar? ¿Qué sentido tiene la po-breza del consagrado?

¿No son un bien el sexo, la fa-milia, los hijos? ¿No dijo Dios ala primera pareja: «Procread ymultiplicaos»? ¿No elevó el mis-mo Cristo el matrimonio a la dig-nidad de sacramento? Nueva-mente, ¿qué sentido tiene la cas-tidad perfecta?

Finalmente, ¿no es un bienla libertad, la autonomía, serdueños de nuestro propio des-tino? ¿No se opone la Iglesia ala esclavitud, a la tiranía, al do-minio del hombre por el hom-bre? ¿No nos vino a traer elmismo Cristo la libertad de loshijos de Dios? ¿Tiene sentido la

obediencia de los consagrados?La respuesta no puede ser otra

que la que ya dio el Concilio Va-ticano II. El consagrado, repre-sentando a Cristo, presenta en supropia vida, ya, ahora, lo que hade ser la de todo cristiano en leReino definitivo.

En el Reino todos seremos ri-cos, sin trabajo y sin esfuerzo, conla riqueza de poseer a Dios mis-mo, poseyéndolo todo en Él. Elconsagrado, con su virginidad,preanuncia la posesión de la granriqueza de Dios. Por último, elconsagrado presenta cómo el hom-bre, conociendo en el Reino ple-namente a Dios, Verdad suprema,alcanza también la auténtica li-bertad: la Verdad os hará libres. Poreso su obediencia no es otra cosaque la aceptación de la Verdad deDios, que le señala el camino, y enel cual encuentra esa auténtica li-bertad y su desarrollo verdadero.

Eliseo García Lescún, OSA.Secretario CONFER diocesana

de Madrid

8/ en portada Nº 19/13-IV-1996

Una vida que rompe los esquemas del mundo

«CONDUCIDOS DE LA MANO DEL PAPA,

NUESTRA MIRADA SE DIRIGE

A CRISTO Y A LOS HOMBRES. PORQUE LA VIDA CONSAGRADA

ES CONSAGRADA A ÉL»

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/9en portadaNº 19/13-IV-1996

¿Qué secreta alegría se es-conde en el rostro de los con-templativos?

Alegraos, no temáis. Yoestoy con vosotros. Estemensaje ha resonado comofuego en el corazón de losque esperamos, anhelantes,la Resurrección.

Dios se alegra. No porquese hayan solucionado los pro-blemas del mundo. No por-que se haya acabado la tris-teza. No porque miles de per-sonas se hayan convertido yestén ahora dándole graciaspor su bondad.No, Dios sealegra porque el Hijo nos hatomado y nos ha devuelto alregazo del Padre.

¡Ésta es la alegría del con-templativo! La misma alegríade Dios. Cristo ha entrado en

nuestros ojos, y podemoscontemplar, ahora, este mun-do resucitado.

El corazón salta de gozoporque en medio de la deso-lación, de la destrucción delmundo, Cristo ha resucitado.Cristo vive y podemos con-templar el milagro de ver atantos caminar con paso li-gero al encuentro del Padre.

Para que tengan vida. Porellos me entrego. Que no sepierda ninguno de los que mediste. Una misma vocación;La misión de Cristo es la mi-sión del contemplativo...Quetengan vida.

«Mirad —dice el Papa—atentos a los santos, a aque-llos que dejaron todo porCristo porque amaban hastael extremo». Éste es el se-

creto de nuestra felicidad enel espacio reducido de unaclausura. El único deseo porel que ofrece la vida un con-tenplativo: Que tengan vida.

María Magdalena, des-pués de haber sido perdona-da, restaurada, no pudo vivirsino en «memoria» de Cris-to. Por Él, con Él, en Él, paraÉl. La tomaron por loca cuan-do permanecía horas ante unsepulcro, ante un muerto.

¿Es locura «escondernos»en un monasterio? El cora-zón tocado por Cristo sabeque el Crucificado ha resuci-tado.

La Magdalena fue la pri-mera en escuchar su nombrede labios del Resucitado.Porque creyó sin titubeos, seencontró con el que era su

Amor y su Esperanza.¡Primerapóstol! Contemplativa-após-tol. Lo que hemos visto, loque hemos palpado, ¡eso osanunciamos!

Los contemplativos somosfelices de «empeñar» nuestravida desde el silencio de laoración que se hace grito:Alegraos, Cristo vive.

Una vez más se ensanchanuestro corazón ante la pa-labra del Papa. El santo nopuede pronunciar más quemensajes de esperanza.

Mirad a Cristo que se haquedado para simpre con no-sotros ¡y tiene rostros huma-nos!, tantos santos de ayer,de hoy, y siempre.

Madre Pureza, Abadesa de las Clarisas, de Lerma

ESA SECRETA ALEGRÍA

El pasado 27 de marzo se pre-sentaba en Roma la Exhor-tación Apostólica Vita con-

secrata. Podría pensarse que el Pa-pa ha publicado un documentopara los miembros de la vida con-sagrada y que sólo a ellos intere-sa. Pero Juan Pablo II escribe estaExhortación para toda la Iglesia:pretende explicitar mejor la iden-tidad de los diversos estados devida, e invitar a todos a dar gra-cias a Dios por el don que suponepara la Iglesia la existencia en ellade la vida consagrada.

Expresamente el Papa se diri-ge a los jóvenes para que no re-chacen la llamada del Señor, y alas familias cristianas para quesus hogares sean acogedores devocaciones. Pero es lógico que los

consagrados encuentren en esetexto abundante materia de refle-xión, medios y estímulos para laautocomprensión de su vocación,para mejorar su calidad de vidaevangélica y para la búsqueda denuevos caminos en la misiónevangelizadora que les compete.Al fin y al cabo, la vida consagra-da está fundamentada en DiosTrinidad, hunde sus raíces en lapersona de Jesús, y mira con elamor de su corazón al mundo yhacia el futuro.

Vale la pena destacar algunosde los temas que el Papa aborda,sea por su importancia o actuali-dad, o porque subyacen a lo largodel documento. Uno fundamentales el de la comunión: todas las vo-caciones provienen de Dios, soncomplementarias unas de otras,y todas tienen la misma misión,que es la de anunciar y hacer pre-sente a Jesucristo en el mundo. Lacomunión tiene una dimensión yunas exigencias en el interior de lacomunidad fraterna, pero tam-

bién para con la Iglesia, particulary universal, y con la sociedad: losconsagrados son fermento de co-munión misionera, fomentan eldiálogo y la colaboración entre to-dos los miembros de la Iglesia yson signo de unidad en un mun-do dividido por odios y divisio-nes étnicas.

Hace un particular hincapié enel carácter apostólico de toda vidaconsagrada, incluso de la vidacontemplativa. El Papa señala al-gunos campos concretos de evan-gelización: la actividad misioneraen los pueblos que no conocen elEvangelio, la educación, la cultu-ra y los medios de comunicaciónsocial, la predilección por los po-bres y los que están en situaciónde mayor debilidad, la promociónde la justicia, el diálogo interreli-gioso, y con todos aquellos quetienen sed de Dios y lo buscan.

Sería impensable la misión dela Iglesia sin la presencia y dedi-cación de las mujeres consagra-das. Juan Pablo II reconoce lo fun-

dado de muchas reivindicaciones quese refieren a la posición de la mujeren los diversos ámbitos sociales y ecle-siales. Es legítimo que vean reco-nocida su identidad, su capacidad, sumisión y su responsabilidad tanto enla conciencia eclesial como en la vidacotidiana, y se les abran espacios departicipación en diversos sectores ya todos los niveles.

Es una Exhortación abierta por-que el Papa desea que se continúela reflexión sobre la vida consa-grada; estimulante porque, sindesconocer los fallos y las dificul-tades, compromete a discernir lossignos de los tiempos y a afrontarespiritual y apostólicamente losnuevos desafíos; y esperanzado-ra porque hay una gran historiaque construir y porque el EspírituSanto impulsa a los consagrados ahacer grandes cosas para bien delos hombres y para que Dios seaen todos amado y glorificado.

José Félix Valderrábano,CMF.Presidente CONFER nacional

Una Exhortaciónestimulante

y esperanzadora

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10/ iglesia en madrid Nº 19/13-IV-1996

El día a día

A NUESTROS LECTORESSi usted quiere ayudar a la Fundación San Agustín en la pu-blicación de Alfa y Omega, y en otros proyectos de la Pro-vincia Eclesiástica de Madrid en medios de comunicación,puede enviar su donativo al Banco Popular Español (Agen-cia nº 52, Plaza de San Miguel nº7) a la Fundación SanAgustín (cuenta nº 0075-0615-57-06001310-97 ).

Los Rectores de los seminarios menores de toda Es-paña se reunirán en Galapagar hoy y mañana, para

coordinar la pastoral vocacional de sus diócesis y losproyectos de sus seminarios, adecuados para mucha-chos con estudios de EGB o de Bachillerato. Crece larecuperación de vocaciones de estas edades, que, tan-to en grupos vocacionales como en seminarios internos,se preparan para su previsible futuro sacerdocio.

El pasado lunes el catedrático Alfonso López-Quintás co-menzó el «Curso sobre valores humanos» que, organizado

por «Estudios de Axiología» (calle Reyes Magos,18. Teléfono:8523339), cuenta con la participación de conferenciantes comoClara Albert, Graciano González, José Luis Fernandez, JoséMaría de Areilza Carvajal, Javier Marraca Mariál, José MaríaMéndez, Carlos Valverde, Mónica Caballé, y Gustavo Villapa-los. Las lecciones se imparten del 11 de abril al 16 de mayo, loslunes y los jueves, a las 20 horas, en el Auditorium BBV (Pa-seo de la Castellana,81).

La parroquia de La Inmaculada Concepción en El Pardo(Calle Manuel Alonso, s/n. Teléfono: 3760055), ofrece

ininterrumpidamente un cursillo de cuatro días sobre losMedios de Regulación Natural de la Fertilidad, como res-puesta concreta a las indicaciones de Juan Pablo II en su en-cíclica Evangelium vitae sobre la necesidad de enseñar a losesposos estos métodos para la procreación responsable desus hijos.

La parroquia «SanGabriel de la Dolo-

rosa» (Calle Arte, 4.Teléfono: 3020607) or-ganiza unas conferen-cias a cargo del perio-dista Ramón Pi sobrela familia: como trans-misora de la vida el 19de abril; como crisolsocial y cultural el 26de abril; como trans-misora de la fe, el 3 demayo, y sobre el futu-ro de la familia, el 10de mayo. Todas, a las20.15 horas.

El Presidente de la Confe-rencia Episcopal Espa-

ñola, monseñor Elías Yanes,pronunció el martes la po-nencia marco del EncuentroGeneral del Apostolado Se-glar sobre sacerdocio actualy Acción Católica, con el tí-tulo «Características del sa-cerdote para la evangeliza-ción del mundo actual». Enlas Jornadas, que tuvieronlugar en El Escorial, partici-paron también monseñor Oli-ver, obispo de Orihuela-Alicante, monseñor Conget, obispode Jaca y Consiliario General de la Acción Católica Española,y el nuncio de Su Santidad en España, monseñor Lajos Kada.

La editorial Edicep y la Asociación de Manuales de Teolo-gía Católica han editado, en español, la nueva colección

de manuales de teología católica AMATECA. Con este motivose celebrará un acto de presentación el día 18 de abril, jueves,a las 19,30 horas, en el Aula Magna del Seminario Conciliar deMadrid (calle San Buenaventura, 9). Participarán: don JuanEduardo Schenk, Presidente de Edicep, monseñor AntonioCañizares, obispo de Ávila, los padres jesuitas Cándido Pozoy Carlos Valverde, y el obispo electo de Córdoba, monseñor Ja-vier Martínez.

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Nuestro Encuentrodiocesano de jóvenes mealegra porque expresa lafe que compartimos y esun gran testimonio de launidad de la Iglesia. Qui-siera que se cumpliesenen vosotros las palabrasdel apóstol Juan: «Os heescrito, a vosotros jóve-nes, porque sois fuertes,y la Palabra de Dios per-manece en vosotros y ha-béis vencido al Malig-no».Estamos viviendouno de los momentosmás privilegiados de lahistoria de la Iglesia delos últimos tiempos.

Nuestra época estámarcada por el Concilio Vaticano II. Su vita-lidad y criterios pastorales nuevos han su-puesto un gran cambio que hoy acogéis des-pués de vacilaciones, esfuerzos de conver-sión y de multitud de experiencias, cuyosfrutos se nos presentan muy clarificados. Es-te «post-concilio» es un verdadero momen-to de auge, de crecimiento. Aceptamos unaIglesia que es misterio de comunión para lamisión, con un laicado renovado y seguro desu vocación y de su protagonismo corres-ponsable, una liturgia expresiva y cercana,en diálogo con el mundo y con todos loshombres —de quienes tendremos siempremucho que aprender—, a los que hay que lle-var la novedad de Cristo. Vivimos una sen-sibilidad por los pobres y necesitados quetransparenta el desconsuelo de Dios miseri-cordioso por el hombre, siempre menestero-so, y nos obliga más que nunca a volcarnoscon los que sufren por cualquier causa.

Os pido este esfuerzo rejuvenecedor que,sin duda, sabrá rechazar las formas anticua-das de inhibición, clericalismo, división, se-cularismo, pérdida de identidad cristiana, ysuperar viejas dicotomías entre la fe y la vida,acción y contemplación.

Las Jornadas Mundiales de la Juventudcon el Papa están marcando decisivamenteun rejuvenecimiento pastoral de la Iglesia queno se puede negar. Son una muestra de cor-dialidad cristiana compartida, de apertura ala universalidad de la Iglesia y del mundo.Pero, sobre todo, son signo de la confianzaque la Iglesia pone en vosotros para cumplirsu misión de evangelizar, que se ve corres-

pondida con vuestro afecto y sensibilidad.Ahora nuestra mirada está puesta en el pró-ximo encuentro, en París, en el verano de1997, en el que espero vuestra participación,que debe empezar a prepararse desde ahora.

Ser «Jóvenes en la Iglesia» no es sólouna constatación de lo que ya sois, sino tam-bién una meta. «Ser joven» en sí mismo no esun valor; lo es si se viven las condiciones queconvierten la juventud y la caracterizan co-mo símbolo de una vida deseable por su fuer-za, su entusiasmo, su grandeza de ideales, sudisponibilidad para el servicio, su generosi-dad y su valentía. De no ser así, se puede vi-vir prematuramente esa atrofia de los valo-res que nos hace viejos, como lo demuestrantantos jóvenes de hoy.

En la vida cristiana la juventud se carac-teriza por el vigor de una fe joven que sabeentregarse huyendo de toda mediocridad,

egoísmo, pasotismo e in-hibición. Es la que mirasin miedo la Verdad, aun-que esto le exija, sencillay llanamente, una pro-funda conversión. Os pi-do ese cambio de menta-lidad y de vida, el únicoque nos garantiza ser ver-daderamente útiles y efi-caces.

Los cristianos en elmundo hemos de empe-ñarnos en cambiar losambientes malos, en noconsentir la civilizaciónde la muerte, del abuso,esclavitud y manipula-ción, y no dejarnos enga-ñar por apariencias de li-

bertad que acaban siempre en insolidaridad einjusticia. Ser constructores de la paz y hacerun mundo nuevo de hermanos exige tomardecisiones valientes para vencer el mal conla fuerza del bien.

Sois ya el verdadero presente de la Iglesiay de la sociedad, y no sólo su futuro. Por esotenéis un cometido inaplazable y una laborque sólo vosotros podéis hacer, y que nadiehará si no sois vosotros. Para esto hace faltaponer en juego la imaginación y buscar al-ternativas, en estrecha colaboración con vues-tros sacerdotes y educadores.

Sabéis bien las condiciones para poderdar respuesta:

— Tener una identidad cristiana.— Rezar .— Adquirir una formación catequética só-

lida para dar razón de vuestra fe.— Sentirse miembro pleno de la comuni-

dad de la Iglesia, con verdadero afecto a lainstitución y a sus pastores. Y muy especial-mente al Vicario de Cristo que, con su palabraautorizada y su ministerio de unidad, nosorienta y defiende, aun siendo signo de con-tradicción en medio del mundo.

— Amar a la Iglesia particular, nuestra dió-cesis de Getafe, imagen de la Iglesia universal,por la que formamos parte de la Iglesia cató-lica, una y única.

— Vivir insertos en una comunidad, perosiempre abiertos a la universalidad.

El inmenso número de jóvenes que pue-blan nuestra diócesis está esperando de vo-sotros la respuesta definitiva que llene de ple-nitud de sentido sus vidas.

/11iglesia en madridNº 19/13-IV-1996

CARTA PASTORAL DEL OBISPO DE GETAFE

Juventud es mirar sin miedo la verdad

El obispo de Getafe, monseñor Fernández–Golfín ha escrito una Carta Pastoral a los jóvenes de su diócesis en la que les dice:

«SER JOVEN EN SÍ MISMO

NO ES UN VALOR; LO ES SI SE VIVEN

LAS CONDICIONES QUE CARACTERIZAN

A LA JUVENTUD COMO SÍMBOLO

DE UNA VIDA DESEABLE POR SU FUERZA,SU ENTUSIASMO, SU GRANDEZA

DE IDEALES»

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Dice una voz popular que la experienciaes la madre de la ciencia. Esa filosofíaes la que ha llevado a las monjas con-

templativas de San Agustín a ejercer un apos-tolado y dirigir desde hace cuatro años «Ta-lleres de Oración y Vida», en pleno corazón dePalma. Sus puertas también están abiertas atodos los que quieran orar, y además acom-pañan a aquellas personas que buscan un res-paldo espiritual a su vida.

«Queremos llenar esa sed de oración quetiene el hombre de hoy. Sabemos que en cual-quier momento y circunstancia de la vida sepuede rezar, que no hay excusa para no ha-cerlo», asegura sor Isabel Genovard, Prioradel convento de Santa Magdalena. Añade:«Durante 15 semanas enseñamos modalida-des distintas de oración (auditiva, escrita, con-templativa...), según el método del padre ca-puchino Ignacio Larrañaga».

«El objetivo es poner en contacto al hom-bre de hoy con lo trascendente, el Absoluto,con Dios Padre. Alimentamos el espíritu delos grupos de oración. Cada semana nos reu-nimos con ellos durante dos horas, ejercita-mos una fórmula de oración y les damosorientaciones para que recen durante mediahora cada día», puntualiza.

FOMENTO DE LA ACOGIDA

«Fomentamos la dimensión de la oración,apoyamos a los que se quieren encontrar con-sigo mismo y con Dios. Queremos que el mo-nasterio sea un espacio de silencio, de sole-dad, para que el hombre de hoy encuentre lapaz, la armonía y la unidad con su persona.Como convento ubicado en el centro de unaciudad, deseamos servir a la sociedad de hoy,tan necesitada de pararse y tomar concienciade su vida, y así ayudarle a saborearla». De es-te modo resume la razón de ser de su apos-tolado.

«Santa Magdalena» no es un monasterio tí-pico. Sorprende su apertura y cercanía. «Te-nemos —dice Sor Isabel— las puertas abiertastodo el año para las personas que quieran re-zar. Dentro del convento y con todas las per-sonas que nos visitan intentamos ser BuenaNueva, deseamos que aprendan a mirar lavida con nuevos ojos».

Al monasterio acuden grupos parro-quiales de jóvenes que hacen retiros, o per-sonas que individualmente buscan a Diosen la oración. «Queremos —asegura la Prio-ra— dar opción a que la gente encuentre, enel centro de Palma, un clima de paz de si-lencio, soledad y también un espacio ver-

12/ españa Nº 19/13-IV-1996

UN ESPACIO DE SILENCIO, EN MALLORCA, PARA APRENDER A ORAR

Las contemplativas abren

En el Concilio de Nicea, en el año325, hubo una gran inquietud por

animar la vida sacerdotal. Durante elsiglo IV y el V, san Eusebio de Ver-celli y san Agustín de Hipona plas-maron en comunidades sacerdotalesesta renovación. La alabanza de laLiturgia de las Horas y su comunióncon el obispo eran el eje de su espi-ritualidad.

El Papa Nicolás II, en el SínodoLateranense, decidió que estas comu-

nidades se rigieran por la Regla de sanAgustín.

Los cuatro pilares de la espirituali-dad de las Canónigas regulares late-ranenses de San Agustín, monjas devida contemplativa y de clausura cons-titucional son: la oración, la comuni-dad, el trabajo y la acogida.

Buscan a Dios en la oración. Su ala-banza litúrgica es un clamor de admi-ración y agradecimiento hacia Dios quesiempre nos ama. Su punto central es

la Eucaristía. Viven en comunidad. Ora-ción, trabajo y recreo se realiza de for-ma comunitaria. Trabajan porque noquieren ser una carga para la socie-dad y porque el mundo laboral ayuda ala realización como persona.

Practican la acogida. Tratan de serfraternales, de acoger con sencillez alas personas que las visitan, deseanque se sientan uno más entre ellas, yyo doy fe de que lo consiguen.

Taller de oración, en Palma de Mallorca

«APOYAMOS Y ANIMAMOS

INDIVIDUALMENTE A AQUELLAS

PERSONAS QUE BUSCAN

COMPAÑEROS DE VIAJE

EN EL CAMINO CRISTIANO. QUEREMOS QUE SE SIENTAN

RESPALDADAS»

UN CARISMA CON HISTORIA

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de, el que les ofrece nuestra huerta y nuestrojardín».

Las ansias de evangelizar aumentan la ilu-sión y la creatividad de estas monjas. Así hanquerido que un grupo de jóvenes compartie-ra con ellas la Semama Santa, en unas jorna-das cuya dirección ha estado a cargo de lasmonjas más jóvenes.

Y la madre Genovard continúa: «Tambiénconviven con nosotras fines de semana o se-manas completas aquellas chicas que sientenatracción por la vida monástica. Durante unosdías siguen el ritmo de la comunidad y la es-tancia entre nosotras les ayuda a descubrirsu verdadera vocación».

Otro de los servicios que prestan es elacompañamiento espiritual. La Priora lo ex-plica: «Apoyamos y animamos individual-mente a aquellas personas que buscan com-pañeros de viaje en el camino cristiano. Que-remos que se sientan respaldadas».

/13españaNº 19/13-IV-1996

sus puertas al pueblo

Asus sesenta años, esta mallorquinaconfiesa vivir «lo más hermoso de

su vida». Con una sonrisa asegura quetiene mucha ilusión de vivir, pero con lamisma alegría afirma que no tiene mie-do a morir porque «estoy segura de quehay otra vida, y además es mucho me-jor que ésta».

Sus palabras hablan por sí mismas:«Desde muy niña quise ser religiosa.Pronto mostré inclinación por la oracióny la soledad. Yo sabía que Dios me lla-maba para la vida contemplativa, perono quería aceptarlo: me aterraba laclausura. Por eso intenté convencermea mí misma de que el Señor quería quefuese misionera. Sin embargo, al cono-cerla, descubrí que realmente mi voca-ción era la vida contemplativa. Se loconfesé a mis padres y esperé los dosaños que me pidieron para reafirmar mivocación. A los 20 años entré en el con-vento de Santa Magdalena, en plenocorazón de Palma de Mallorca.

Nunca me he arrepentido. A lo largode estos cuarenta años he podido rea-lizarme como persona de una maneraintegral. Él ha dado sentido pleno a mivida, satisfacción, paz y armonía inte-rior.

Estoy convencida de que mi vida noes estéril, sino que es como el agua,que, aunque no se vea, es necesariapara que crezcan los árboles. Nuestraoración llega a todos y aunque estemosretiradas, amamos a todos los hombres.Con todas las personas que se cruzanen mi vida procuro ser Buena Nueva,acogerlas. Quiero darles paz y optimis-mo».

Hoy es priora del convento de SantaMagdalena, perteneciente a las Canó-nigas regulares lateranenses de SanAgustín. Cree que «nada le es ajeno aDios y que El se vale de lo humano».Entró en este convento y en esta Or-den porque de niña conoció a una mon-ja, sor Marta, cuya alegría y naturalidadle impresionaron.

Begoña Barba de Alba

SOR ISABEL GENOVARD,MONJA CONTEMPLATIVA:

«QUIERO SER

BUENA NUEVA»«ESTOY CONVENCIDA

DE QUE MI VIDA NO ES ESTÉRIL,SINO QUE ES COMO EL AGUA,

QUE, AUNQUE NO SE VEA,ES NECESARIA

PARA QUE CREZCAN LOS ÁRBOLES»

El claustro de Santa Magdalena

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Iba a decir, sin más, Señor, con toda sencillez, «por los frai-les y monjas», pero me he dado cuenta a tiempo: ¿y todos

los seglares de vida consagrada? Tan fácil es pasarse comoquedarse corto, ¡qué sé yo...! Puede que me falten la ade-cuada capacidad y el necesario discernimiento; pero por na-da del mundo quisiera molestar a nadie.

En fin, Señor: lo primero que quería esta tarde pascual eradarte las gracias de verdad por todos los que, a lo largo de lostiempos, han sabido —¡qué gozada!— ser tu espejo limpio y cla-ro en la vida consagrada; darte las gracias por Francisco y porClara, por todas las Teresas, por Agustín y Jerónimo, por Fran-cisco Javier, Ignacio de Loyola, Domingo de Guzmán, Juande la Cruz y Juan de Dios —y del Prójimo—; por las HermanasCarmen y Alphonsine que acaban de dar su vida en Ruanda, ypor todas y todos los que la dan en silencio, cada día, sin luz nitaquígrafos, en la huerta conventual de la Cartuja o de la Tra-pa, en el costurero o en el obrador, entre los pucheros o entrelos ordenadores, en el claustro o en la celda de rígida clausu-ra, en la biblioteca del Císter o entre las rejas del antiguo cam-po de exterminio; o en medio del mundo, en una oficina o en laescuela, en el campo o en la gran ciudad.

Quiero darte las gracias por los de vida contemplativa ypor los de vida activa, y perdona que sonría, pero es quesiempre me ha hecho gracia tan curiosa división: me río yo dela «inactividad» de los benedictinos o de las carmelitas des-calzas; y viceversa, ¿acaso no está llena de «contempla-ción» la vida de las monjas de la Madre Teresa, o de tantosconsagrados en el campo de la enseñanza, o de los misio-neros y misioneras que hacen toda clase de trabajos por elmundo entero?

Quiero pedir tu mirada contagiosa de Pascua para todas ytodos los que, en verdad, lo han dejado todo por seguir tullamada personal e intrasferible: dominicos, jesuítas, fran-ciscanos, agustinos... miembros de Institutos seculares y tan-tos otros consagrados de los nuevos movimientos; para esastreinta clarisas de Lerma, la mitad de las cuales eran econo-mistas, actrices, abogadas de fama con un futuro espléndido«en el siglo» y que a sus 20, 25 años han cambiado de nom-bre (ahora, en vez de Mary Sol, Vanesa o Sonia, se llamanLuz, Betania, Pureza), pero sobre todo han cambiado de vi-da y han encontrado un futuro mucho más espléndido y de-finitivo cantando, con su entrega, tu alabanza en los Maiti-nes, a las dos y media de la madrugada, cuando el resto delmundo duerme o se aturde. Como ha dicho una de ellas,«quería arreglar el mundo hablando a los hombres de Dios, yhe descubierto que como mejor se arregla es hablándole aDios de los hombres...»

Quiero pedirte, Señor, tu caricia amorosa para ellos yellas en sus tardes y noches de soledad y de penumbrainterior, en sus horas de tibieza, de humanísima rutina, dearidez y de tentación. Que se acuerden siempre, pero so-bre todo entonces, de que han elegido la mejor parte, y deque todos nos miramos en ellos y les tenemos como ine-quívoco punto de referencia en tu Iglesia santa. Que se-pan estar siempre abiertos a tu amor y nos muestren a to-dos ese rostro Tuyo lleno de ternura por el hombre. Y quelos demás tengamos bien abiertos los ojos para verte enellos y seguirte, Señor. Amén.

Miguel Angel Velasco

ORACIONES DE ANDAR POR CASA

Por todos los de vida consagrada

Poniendo al margen el compromiso per-sonal, nunca me ha costado pronunciarlas verdades de fe en el Credo. Cuando

siento verdaderos apuros es al confrontar laelección de Dios con la propia respuesta a esellamamiento. Me escondía tras el anonimatodel «todos somos elegidos de Dios» para algo.Me sigue costando decir en voz alta «Dios meha hecho testigo de su amor», porque sé elcompromiso que lleva consigo, y porque elmensaje que los demás perciben de mi vidaactualmente no es cristiano en su integridad.Pero Dios no se arrepiente de haberme elegi-do.

¿Qué clase de criterio es el de Dios, que apesar de mi frialdad me hace partícipe delcarisma de actualizar en la Iglesia el mismoestado que eligió para su Hijo al encarnarse?Confía en mí de modo increíble. Y yo seguíaparapetado en mi orgullo que se autosatis-facía con las escapatorias del «yo sé lo queme hago». Me aprovechaba del silencio deDios confesándome sólo con Él. Servía a undios muerto ocultando mi miseria a los cer-

canos que podían curar mis heridas. Un diosa mi medida que me procuraba una buenaimagen ante los demás y me permitía unaobediencia puramente externa. Mientras meha faltado la experiencia de reconocermepecador y no acogía el don de su misericor-dia, no he sabido de la dificultad de procla-mar con la verdad de todo mi ser: «Cristoestá vivo». Su desconcertante misericordiada repetidamente la espalda a mi infideli-dad. Pero Jesús, para poder obrar como Sal-vador, me pide en cada caso una confesiónleal de mi pequeñez y mi pecado. Lo cualdesbarata mis casi congruentes racionalis-mos, o mi derecho a vivir «según mi con-ciencia»; eso sí, troquelada a mi aire. A cam-bio, he descubierto algo de lo que suponeconfesar «Señor mío y Dios mío» hasta susúltimas consecuencias: la obediencia plenaa hombres falibles, pero que prolongan lapresencia del «Viviente».

José Ignacio GonzálezBenedictino. Abadía de la Santa Cruz

14/ testimonio Nº 19/13-IV-1996

He conocido su misericordia

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Heridas que nos curan

COMO UNA CUERDA DE MUCHOS HILOS

/15el día del señorNº 19/13-IV-1996

Tomás, como hombre incrédulo y escépti-co, se había convertido en un ser aislado

con respecto a la comunidad de los discípulos.Jesús le devuelve a la comunión, le integrade nuevo en esta comunidad. Se trata de unacomunidad de oración unánime, de comidaen común e incluso de posesión común de losbienes materiales. En el fondo esta comuni-dad de fe en Jesucristo se mantiene por la ce-lebración en común de la Eucaristía; pues los

creyentes comprenden definitivamente queesta comunidad no la forman ellos, en un pla-no puramente humano, sino que es una fun-dación del Señor: sólo en Él y por Él son todosIglesia, en la que la fe de cada uno de elloses confirmada por la de todos los demás, co-mo una cuerda compuesta de múltiples hilos.

Hans Urs von Balthasarde Luz de la Palabra (Ed. Encuentro)

Tomás, uno de los doce, no estaba con elloscuando vino Jesús. Fue el único ausente; a suregreso oyó lo que había ocurrido pero no que-

ría creerlo. El Señor volvió y presentó al discípulo in-crédulo el costado para que lo tocase, le mostró lasmanos y, haciéndole ver las cicatrices de sus heri-das, sanó la herida de su infidelidad. ¿Qué notáis,hermanos, en todo esto? ¿Creéis que se debe a lacasualidad que aquel discípulo estuviese entoncesausente, y volviendo después oyese, y oyendo du-dase, y dudando tocase, y tocando creyese? No su-cedió aquello por casualidad, sino por disposicióndivina. La divina clemencia estableció admira-blemente que aquel discípulo incrédulo,mientras tocaba las heridas en la carne desu Maestro, nos sanara a nosotros las he-ridas de la infidelidad. A nosotros, enefecto, nos es más útilla incredulidad de To-más que la fe de losdiscípulos creyentes,porque cuando él, to-cando con su mano,vuelve a la fe, nuestraalma, abandonando to-da duda, se consolidaen la fe. Es cierto, el Se-ñor permitió que el dis-cípulo dudase despuésde su resurrección, ysin embargo no loabandonó en la duda…Así el discípulo queduda y toca con la ma-no, se convierte en tes-tigo de la verdadera re-surrección.

De las cosas que seven no se tiene fe, sinoconocimiento natural.Pero desde el momen-to en que Tomás vio ytocó, ¿por qué le fue di-cho: «Porque me hasvisto, has creído?» Enrealidad, otra cosa vio,otra cosa creyó. Por unhombre mortal, cierta-mente, la divinidad no

puede ser vista. Él vio, pues, al hombre, y confesóque era Dios, diciendo: «¡Señor mío, y Dios mío!»Por tanto, viendo creyó, el que considerando a Jesúsun hombre verdadero proclamó en Él la divinidadque no había podido ver.

Llena de alegría lo que sigue: «Dichosos los queno han visto, y han creído». En estas palabras, sinduda, somos indicados de modo especial nosotros,que no lo hemos visto en la carne, pero que lo te-nemos presente en nuestra alma. Somos indicadosnosotros, con tal que acompañemos con las obras

nuestra fe.

San Gregorio Magno

Evangeliode mañana

SEGUNDO DOMINGO

DE PASCUA

Juan 20, 19-31

Al anochecer de aqueldía, el primero de la se-

mana, estaban los discípu-los en una casa con laspuertas cerradas, por mie-do a los judíos. Y en estoentró Jesús, se puso enmedio y les dijo: — Paz a vosotros.

Y diciendo esto, les en-señó las manos y el costa-do. Y los discípulos se lle-naron de alegría al ver alSeñor. Jesús repitió:

—Paz a vosotros. Comoel Padre me ha enviado, asítambién os envío yo.

Y dicho esto exhaló sualiento sobre ellos y les dijo:

—Recibid el Espíritu San-to; a quienes les perdonéislos pecados les quedan per-donados, a quienes se losretengáis, les quedan rete-nidos.

Tomás, uno de los Doce,llamado el Mellizo, no esta-ba con ellos cuando vino Je-sús. Y los otros discípulosle decían:

—Hemos visto al Señor.Pero él les contestó: —Si no veo en sus ma-

nos la señal de los clavos,si no meto el dedo en elagujero de los clavos y nometo la mano en su costa-do, no lo creo.

A los ocho días estabanotra vez dentro los discípu-los y Tomás con ellos. Lle-gó Jesús, estando cerradaslas puertas, se puso en me-dio y dijo:

—Paz a vosotros.Luego dijo a Tomás: —Trae tu dedo, aquí tie-

nen mis manos; trae tu ma-no y métela en mi costado; yno seas incrédulo, sino cre-yente.

Contestó Tomás: —¡Señor mío y Dios mío!Jesús le dijo:—¿Porque has visto has

creído? Dichosos los quecrean sin haber visto.

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De los testimo-nios de los an-tiguos se con-cluye que yaen la primera

mitad del siglo segundo las fies-tas pascuales se celebraban du-rante cincuenta días.

Merece particular atención laoctava de la solemnidad de la Re-surrección del Señor. Su existen-cia es confirmada por los testi-monios de comienzos del sigloIV, pero ciertamente existía ya an-teriormente. Era la semana enque la Iglesia dedicaba una aten-ción especial a los que habían re-cibido el Bautismo la noche dePascua. Se llamaba la semana «inalbis», porque los nuevos bauti-zados llevaban durante todo esteperíodo vestiduras blancas, quese quitaban el primer domingodespués de la Resurrección. És-tos participaban diariamente enla Eucaristía, y eran introducidosmás profundamente en los mis-terios a los que habían sido ad-mitidos. En el siglo VII surge lacostumbre de celebrar el primeraniversario del Bautismo, cos-tumbre en auge mientras era ad-ministrado el Bautismo la nochede Pascua.

Cuarenta días después de laResurrección, se celebra la fiestade la Ascensión del Señor: Cris-to sube al cielo y promete enviarel Espíritu Consolador. Los díasposteriores a la Ascensión, hastael sábado anterior a Pentecostés,predisponen a la venida del Con-solador. Se pide, en oración, eldon del Espíritu Santo; la nove-na del Espíritu Santo, según lapiedad popular, se refleja en la li-turgia.

Durante los cincuenta díasposteriores al domingo de Resu-rrección, hasta el domingo dePentecostés, la Iglesia vive en elgozo, como si fuera un día solo,

«un gran domingo». Principal-mente, es el tiempo para intro-ducirnos más profundamente enel misterio de la Resurrección delSeñor. Cristo ha sido ofrecido co-mo nuestra Pascua, como verda-dero Cordero de Dios que ha qui-tado los pecados del mundo.Ofreciéndose por nosotros, seconvirtió en el único Sacerdotede la Nueva Alianza, en el altar, yal mismo tiempo ofrenda. Resu-citando de entre los muertos, sehace el Señor de todo, se sienta ala derecha del Padre, pero no ce-sa de interceder por nosotros.

¿Cuál es el sentido de la Re-surrección de Cristo para al mun-do y el hombre? Cristo ha venci-

16/ raíces Nº 19/13-IV-1996

Un gran domingo El tiempo pascual, que se prolonga cincuenta días, hasta la solemnidad de Pentecostés, es un don precioso para la Iglesia

y para el mundo. La Iglesia saborea sin prisas el gozo de la resurrección de Cristo, el acontecimiento que nos ha hecho renacera la vida plena, aquella para la que habíamos sido creados y que anhela el corazón de todo hombre. El mundo

no está ya condenado a la desesperación: en Cristo resucitado han sido creadas de nuevo todas las cosas, y a disposición de todos está ofrecida la salvación verdadera: Vivir, y vivir en plenitud

Cristo glorioso. Miniatura del Misal de Santa Eulalia. Catedral de Barcelona (siglo XIV)

Cristianos, en una celebración de la semana in albis

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/17raícesNº 19/13-IV-1996

do a la muerte y ha abierto laspuertas de la vida eterna, ha res-tablecido para nosotros la perdi-da filiación divina, ha completa-do con los hombres la NuevaAlianza. Nosotros no sólo cree-mos en esta realidad, sino que he-mos sido introducidos en ella pormedio del sacramento del Bau-tismo, hemos sido insertados enla muerte y resurrección del Se-ñor, hemos nacido de nuevo delagua y del Espíritu Santo.

Vivir el período pascual sig-nifica darse cuenta de la nuevarealidad, abandonar el pecado,hacer morir dentro de uno alhombre viejo, crecer en la nuevavida, buscar aquello que está arri-ba. Participando estos días dePascua en la Eucaristía, anuncia-mos de modo particular la muer-te de Jesús y su resurrección, ha-cemos presente su misterio pas-cual. Para vivir todo eso yexpresarlo en la vida, necesita-mos la fuerza del cielo. El Señor,al marchar, dijo que el Espíritunos enseñaría todo, Espíritu deVerdad y de Poder. Por eso en es-

tos días pascuales la Iglesia pideel don del Espíritu Santo.

Aquel que ha creído en la Re-surrección del Señor y vive launión con él, comunica ante losdemás, lleva a los hermanos laalegre noticia de la salvación: seconvierte en testigo. La comuni-dad que da testimonio del Señorresucitado de entre los muertoses justamente la Iglesia, y por esoen el tiempo pascual se vive par-ticularmente la realidad de laIglesia, de esta Iglesia que por sunaturaleza es misionera.

Leemos en estos días, en la li-turgia, los Hechos de los Após-toles y el Apocalipsis: la Iglesiavuelve a sus orígenes, contemplala luz de los inicios y, al mismotiempo, toma conciencia de aque-llo que sucederá y a dónde se di-rige. Vivimos entre los Hechos delos Apóstoles y el Apocalipsis,anunciando al mundo la muertey la resurrección del Señor, parti-cularmente en estos días.

Jan Miazek

de cincuenta días

La cena de Emaús. Caravaggio. Pinacoteca de Brera (Milán)

Incredulidad de santo Tomás. Fragmento del retablo de Santo Tomás. Museo de Barcelona. (siglo XIV)

Un niñ

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Nos econtramos ante el“scoop” más grande delos últimos dos mil

años». Según había anticipado elSunday Times, la cadena de tele-visión británica BBC mandaría enonda el día de Pascua un docu-mental en que se asegura haberdescubierto la tumba de Cristo.Y dado que en la tumba se en-cuentran los restos del muerto, laconclusión es obvia: la Resurrec-ción es una invención de los pri-meros cristianos.

A decir verdad, el hallazgo sehabía realizado hace ya 16 años,mientras se realizaban excavacio-nes para la construcción de unaurbanización en Jerusalén. A pri-mera vista, los nombres de las ins-cripciones (algunos de ellos casiilegibles) parecían comunes. «Yes-hua ben Yehosef» (Jesús hijo de Jo-sé), «Yose» (José), «Miriamne»(María), «Mati» (Mateo), «Yehudabar Yeshua» (Judas hijo de Jesús).«Era como si estuvieran saliendouno a uno los números de la lote-ría», ha afirmado el responsabledel equipo de la televisión britá-nica. «Nos dimos cuenta de quese trataba de la familia de Cristo».

Absolutamente todos los ex-pertos de arqueología de la zonahan soltado una auténtica carca-jada al escuchar el disparate.Amos Kloner, del Departamentoisraelita de antigüedades, exper-to de costumbres fúnebres, afir-ma: «la inscripción “Yeshua, hijode Yehosef” se ha encontrado endiez tumbas, y el nombre de “Yes-hua” ha aparecido en otras ocho.José era el nombre más difundi-do entre los hombres, mientras

que entre las mujeres el más co-mún era “Miriam” (María)... Lostextos del Nuevo Testamento na-rran que Jesús fue sepultado enuna tumba que le ofreció José deArimatea, donde hoy se encuen-tra la iglesia del Santo Sepulcro.Es decir, dentro de los muros ac-tuales de la Ciudad Vieja, mien-tras que el lugar donde han apa-recido las tumbas se encuentra ados kilómetros al Sur». El ar-

queólogo israelita asegura que latumba es de una familia rica, queresidía en Jerusalén desde hacíavarias generaciones, y la familiade Jesús no era ni rica ni procedíade Jerusalén. Los periodistas in-gleses aportan como última prue-ba una especie de cruz trazada enuna de las tumbas. El profesorKloner desmonta también esta úl-tima prueba: «En el cristianismoel símbolo de la cruz comenzó autilizarse a partir del siglo IV».

El segundo semanal más di-fundido en Estados Unidos, News-week, ha recurido a técnicas de ca-rácter psiquiátrico para tratar denegar la resurrección de Cristo. Laportada trata de ser provocadorasin lograrlo: «Repensar la Resu-rrección». El autor, Kenneth L.Woodward, se basa en el texto desan Pablo: «Si Cristo no ha resu-citado, vana es nuestra fe», paraencuadrar el alcance de su inves-tigación. En primer lugar, Wood-ward exhibe la teoría del biblista

18/ mundo Nº 19/13-IV-1996

«EL MISMO WOODWARD

RECONOCE

QUE LAS PRUEBAS CONTRA

LA RESURRECCIÓN NO

ACABAN

CONVENCIÉNDOLE»

Sensacionalismo sobre La BBC y Newsweek aducen pruebas de arqueología barata y de ciencia ficción, desmentidas por los expertos, con la intención

de «desmontar» el hecho central del cristianismo. Remitimos al lector a las páginas 8-9 de nuestro número anterior que dancumplida respuesta.

«LA DECISIÓN DE HABER

PUESTO A CRISTO

EN PRIMERA PÁGINA

OBEDECE A LA LEY DEL

MERCADO QUE ASEGURA

QUE EN NAVIDAD Y SEMANA

SANTA UN TEMA RELIGIOSO,TRATADO «CON UN POCO

DE SAL Y PIMIENTA» VENDE

MUY BIEN»

Portada del último número de las revistas Newsweek y Time

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alemán Ger Ludemann, que con-cibe la resurreción como una «fór-

mula vacía», imposible de defen-der para quien adopta una «vi-

sión científica del mundo». SegúnLudemann, la Resurrección no es

más que una mentira que se in-ventó san Pedro, para liberarse delsentido de culpa que le había cau-sado la traición.

El segundo testigo citado con-tra la Pascua es el estadouniden-se John Dominic Crossan. Su te-oría tiene tintes macabros: es ver-dad, afirma el ex jesuita que latumba de Cristo estaba vacía. Ellose debe a que el cuerpo había si-do despedazado por perros sal-vajes, como se acostumbraba ahacer con los criminales conde-nados a la crucifixión.

Otra prueba: Woodward men-ciona el trabajo de una australia-na, Bárbara Thiering, quien afir-ma que la muerte de Jesús fue tansólo aparente, gracias a una po-ción que le suministraron en lacruz. Una vez que Jesús se «hizoel muerto» y se le entregó a su fa-milia, fue reanimado a escondi-das gracias a una mixtura espe-cial realizada por un cierto ma-go llamado Simón. El final es deculebrón venezolano: mientrasse esparcía la fama de que Jesúshabía resucitado, se casó con Ma-ría Magdalena, con quien tuvotres hijos. Más tarde se divorciopara casarse con una tal Lidia. Se-gún la imaginación calenurientade la señora Thiering, Jesús po-dría haber muerto en Roma.

El artículo cita también auto-res que defienden la Resurrec-ción, como el padre jesuita GeralO’Collings, de la UniversidadGregoriana de Roma. El mismoWoodward reconoce que laspruebas contra la Resurrecciónno acaban convenciéndole.

Jesús Colina. Roma

/19mundoNº 19/13-IV-1996

la Resurrección

El eterno rival de la revistaNesweek, Time, el primer

semanario estadounidense dedifusión mundial, ha lanzadotambien un servicio de portadasobre Cristo. «La búsquedade Cristo» (The Search for Je-sus) es el título de la portada.La publicación de actualidadimpresa más importante delcoloso de las telecomunica-

ciones Time Warner ha vueltoa caer en lo que algunos ex-pertos llaman «síndrome defotocopia», respecto a la re-vista Newsweek (en algunaocasión las dos revistas hansacado la misma portada). Elartículo pone en discusión lahistoricidad de los Evangelios,incluyendo el parecer de Cars-ten Peter Thiede, quien ase-

gura que el evangelio de sanMateo fue escrito poquísimosaños después de la muerte deCristo. No aporta nada nuevo,y al igual que su odiado rivalno ofrece ninguna novedad.Quizá la nota más curiosa essu amplitud, nueve páginas,una exageración para la ex-tensión media de los artículosdel semanario.

Fuentes cercanas a las dosrevistas consultadas nos in-forman que la decisión dehaber puesto a Cristo en pri-mera página obedece a laley del mercado que asegu-ra que en Navidad y Sema-na Santa un tema religioso,tratado «con un poco de saly pimienta», vende muybien.

LA PASIÓN, SEGÚN «TIME»

La Basílica del Santo Sepulcro, en Jerusalén

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20/ mundo Nº 19/13-IV-1996

Túnez, país símbolo políticodel Islam, se ha convertido,en las últimas décadas, en

la plataforma internacional de laOLP. El viaje estaba previsto parael 20 de septiembre pasado. Se-gún el programa original, el aviónpapal debería haber hecho esca-la en Túnez durante su últimoviaje al Continente africano. Sinembargo, el Gobierno del Presi-dente Zin al Abidín ben Alí retiróa última hora la invitación oficial,con la excusa de que la visita deJuan Pablo II debía ser un viajesólo a Túnez y no la simple esca-la de un amplio periplo africano.Ahora, siete meses más tade, elPapa lo realiza en un acto muysignificativo de diálogo y buenavoluntad hacia el mundo árabe eislámico.

Será una visita relámpago. Tú-nez se encuentra a unos 40 minu-tos de vuelo de Roma. Práctica-mente, una escapada domingue-ra. Durante las horas quepermanecerá el Papa en el país,celebrará la Misa, se reunirá conlos obispos de Africa del Norte,con el Jefe del Estado y con las au-toridades. Los acontecimientos delas últimas semanas han dadouna tensión particular a este via-je. Al cierre de la presente ediciónde Alfa y Omega, todavía no se te-nían noticias de los siete monjestrapenses secuestrados en Medea.

INTENSIFICAR RELACIONES

El viaje papal a Túnez formaparte de uno de los grandes pro-yectos de este pontificado: inten-sificar las relaciones con las reli-giones monoteístas y repetir quetoda religión es «el camino delhombre» y no el sendero de laguerra santa. En el número 53 delprograma de Juan Pablo II parael año 2000, condensado en laCarta Apostólica Tertio millennioadveniente, se recoge detallada-mente este compromiso. El mis-mo ministro de Asuntos Exterio-res tunecino, Habib Benyahía, haconfirmado que la visita se sitúa

en «el contexto de la consolida-ción del diálogo entre las religio-nes y de la tolerancia entre lospueblos». Juan Pablo II ha sidobien recibido en muchos paísesislámicos. La acogida más impre-sionante la recibió, en 1985, en Ca-sablanca. El Vaticano espera queesta visita esté rodeada de calorhumano.

¿Todavía están vivos los sietetrapenses franceses secuestradosen Argelia? ¿En qué cueva de Me-dea habrán celebrado la Pascuade Resurección? La noticia de susecuestro había levantado un cier-to interés por estos hombres quehabían entegado su vida por sushermanos musulmanes. El fun-damentalismo islámico ha asesi-

nado a doce religiosas y religio-sos: ¿Cuántos tendrán que seguirmuriendo para que comprenda-mos el mensaje por el que han da-do la vida?

Crece el número de conver-siones del Islam al cristianismo,originando así un nuevo fenóme-no, ciertamente todavía modestoen sus dimensiones, pero no porello menos significativo. La visitade Juan Pablo II a Túnez entreotras cosas busca abatir los mu-ros que muchos Estados musul-manes han impuesto al mensajecristiano, llegando incluso aprohibir la importación de la Bi-blia.

¿Qué es lo que lleva a un mu-sulmán a poner su vida en peli-gro o a ser excluído para el restode su vida de su comunidad paraconvertirse al cristianismo,? Jean-Marie Gaudeul, profesor del Ins-tituto Católico de París, ha dedica-do un libro a analizar este fenó-meno (Llamados por Cristo. Vienendel Islam). La obra utiliza nume-rosos testimonios escritos por mu-sulmanes para especificar los di-

VISITA PASTORAL DE JUAN PABLO II A TÚNEZ

La religión, «camino del hombre», El Papa viajará mañana, en visita pastoral, a Túnez. El Gobierno tunecino había cancelado la visita pontificia, prevista para

el mes de septiembre pasado, para evitar que Juan Pablo II denunciara la violencia que aterrorizaba a la vecina Argelia, entoncesen plena campaña electoral. El Pontífice busca promover el diálogo interreligioso con el mundo islámico.

Guerra y paz. Dos caras de África: el éxodo de los refugiados y las mujeres ante la mezquita.

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/21mundoNº 19/13-IV-1996

HABLA EL PAPA

CONJURA

CONTRA

LA VIDA Sangre y sufrimientomarcan también hoy las vi-cisitudes de nuestro tiem-po. ¿Cómo no preocupar-se, por ejemplo, delante dela impresionante «conjuracontra la vida», con la mul-tiplicación y la agudizaciónde las amenazas a las per-sonas y a los pueblos, so-bre todo cuando la vida esdébil e indefensa?

A las antiguas plagasdolorosas de la miseria, delhambre, de las enfermeda-des endémicas, de la vio-lencia y de la guerra, seañaden otras, de modali-dades inéditas y de dimen-siones inquietantes.

La Resurrección del Se-ñor es un milagro que noshace testigos del poder deDios. El mismo poder queda un nuevo rostro a laexistencia y también a lasesperanzas de los hombresde nuestro tiempo. La Re-surrección es fuente denuevas energías, capaz deconmover los corazones en-durecidos y de levantar elánimo de cuantos, extra-viando el camino, vagansin meta, peregrinos de lanada.

Cristo resucitado, Re-dentor del hombre, ¡ilumi-na y guía a cuantos cons-truyen la paz cada día y encada rincon de la tierra, acosta de grandes sacrificios!

(Semana Santa 1996)

no sendero de guerra santaferentes «caminos» de conversión.Una mañana de 1975 — explicaGaudelul—, en un parque deMinneápolis (Estados Unidos),un joven fue asaltado por treshombres que le pusieron un cu-chillo en el cuello para obligarle ahacer una profesión de fe musul-mana. Este hombre debe la vidaal simple hecho de que en ese mo-mento pasaban por allí algunaspersonas. Era un ex musulmáncuyo testimonio había sido pu-blicado en una revista».

TESTIMONIOS

Según el libro, el primer mo-tivo que lleva a los musulmanesa convertirse al cristianismo es la«atracción de la persona de Jesús».El autor publica el testimonio deun joven iraní, enganchado a la

droga. Tenía algunos amigos cris-tianos y ello le llevó un día a re-zar para que Cristo le ayudase adejarla. Gracias a la fuerza que ledio esta oración, logró abandonarpara siempre la droga. «Comen-cé a rezar con sencillez, pero contodo mi corazón —prosigue—.

Durante las fiestas cristianas ibaa la Iglesia, pero me quedaba enla puerta, lleno de deseos contra-dictorios. No sabía que el Evan-gelio estuviera traducido en persa.No me imaginaba que hubiese sa-cerdotes que hablasen el persa,pues la consideraba una lenguapara musulmanes. Un día pedí elBaustismo. Quizá os preguntaréiscómo pude tomar una decisión asísin haber leído el Evangelio, o sinhaber hablado de ello con nadie.En la televisión vi muchas pelícu-las sobre Jesús. Además, en ciertasfamilias cristianas de mis amigoshabía encontrado pequeñas guí-as de oración cristiana, o sobreotros argumentos y me habíaapresurado a estudiarlas».

El segundo camino de con-versión de los musulmanes es «lanecesidad de certeza espiritual,que el Islam suscita, pero que nosatisface en el contexto del mun-do moderno». Es el caso del ma-rroquí Jean Mohammed Abdel-Jalil. Fue a estudiar a la Sorbona,para así poder rebatir las razonesdel cristianismo. Allí conoció aJacques Maritain. Después pasóa vestir el hábito franciscano.

El tercer camino de conver-sión es «la búsqueda de una co-munidad viva de creyentes quealgunos encuentran finalmenteen la Iglesia». Es la historia deJean Adda Boudaoud, emigranteen Francia sin trabajo y alcohóli-co, que en 1977 descubre el cris-tianismo en la sonrisa de un asis-tente social que le cambia literal-mente la vida.

«La sed de un mensaje queofrece a los pobres y a los peca-dores el perdón gratuito de Dios»es otro aspecto que suele tocar elcorazón de algunos musulmanes.

Por último, muchos musul-manes abrazan el cristianismo por«el deseo de una experiencia enla que la persona humana puedaencontrarse con Dios de tú a tú».Es el caso por ejemplo del jovenfilipino Kailung, que quedó im-presionado por una Misa hasta elpunto de comenzar un camino deconversión, a pesar de las ame-nazas de muerte de sus propioshermanos.

J. C.El Islam pide la paz, no la guerra

«MUCHOS MUSULMANES

ABRAZAN EL CRISTIANISMO

POR EL DESEO

DE UNA EXPERIENCIA

EN LA QUE LA PERSONA

PUEDA ENCONTRARSE

CON DIOS DE TÚ A TÚ»

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El 13 de abril de 1895 se cumplía un sue-ño en la ciudad italiana de Tortona(Alessandria): la ordenación sacerdotal

del hoy beato Luis Orione. Comenzaba unaentrega apasionantes desde lo más profundodel corazón, y movida por un anhelo indes-criptible. Lo animaba la fuerza de Dios: unamor que nos recuerda el «fuego» de los pro-fetas, la audacia de los apóstoles, la fortale-za martirial de los primeros cristianos o la«llama viva» de los más altos místicos. Enaquel joven de 22 años, ya fundador de unpequeño colegio (empresa nada fácil en aque-llos tiempos) y lleno de proyectos para unanaciente Congregación religiosa, estaban lossignos más claros y esperanzadores de unsueño que se hacía realidad.

El Papa Juan Pablo II, el día que lo beatifi-có en la plaza de San Pedro la mañana ra-diante del 26 de octubre de 1980, resumía asísu vida: «Fue sacerdote de Cristo, total y go-zosamente; recorriendo Italia e Iberoaméricaconsagró la propia vida a los que sufren más,a causa de la desgracia, de la miseria, de laperversidad humana. ¡Se dejó seducir sólo ysiempre por la lógica precisa del amor!»

Es inmensa la responsabilidad de tener unFundador así, de tener un Beato de estas pro-porciones para la Iglesia: sin reservas, con unaentrega que sorprende incluso a las personasmás frías ante la fe cristiana. Una estatura mo-ral admirable, tanto como hombre, como cris-tiano y como sacerdote. ¿Cuál fue su secreto?En el discurso del Papa está la clave: «El se-creto y la genialidad de Don Orione brotande su vida, tan intensa: amor inmenso y totala Dios, a Cristo, a María, a la Iglesia, al Papa;

y amor igualmente absoluto al hombre, a todoel hombre, alma y cuerpo, y a todos los hom-bres, pequeños y grandes, ricos y pobres, hu-mildes y sabios, santos y pecadores, con par-

ticular bondad y ternura para con los que su-frían, los marginados, los desamparados».

Así es Don Orione, así lo queremos recor-dar en este centenario de su sacerdocio, en

22/ santos de ayer y hoy Nº 19/13-IV-1996

EN EL CENTENARIO SACERDOTAL DEL BEATO LUIS ORIONE

Una vida guiada por

En las fotos, voluntarios en el Hogar Don Orione de Pozuelo

«EL SECRETO Y LA GENIALIDAD DE DON ORIONE

BROTAN DE SU VIDA:AMOR INMENSO Y TOTAL A DIOS,

A CRISTO, A MARÍA, A LA IGLESIA, AL PAPA;Y AMOR IGUALMENTE ABSOLUTO AL HOMBRE»

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esta Pascua tan gratificante para los orionistasde todo el mundo, a la que se unirán todoslos religiosos y religiosas orionistas, los con-sagrados, laicos, novicios, seminaristas, alum-nos y antiguos alumnos, amigos y colabora-dores todos, junto con los muchos asistidosen sus Hogares o Pequeños Cottolengos don-

de brota el perfume de la caridad hecha pan yhogar, atención y desvelos; hecha sacrificio yternura de Dios en mil detalles humanos.

La familia orionista de España, en esta efe-mérides tan particular, se detiene para reco-brar fuerzas contemplando a su fundador,para descubrir el manantial que brota y a lavez rejuvenece. Venezuela ha sido la últimaobra y misión que se ha abierto; un campolleno de vida y esperanza, que pide nuestro

apoyo material y espiritual. Cinco misione-ros han dejado nuestra Patria y están dandovida a otra realidad orionista.

La vida sigue adelante. Ahora nos toca atodos nosotros seguir construyendo un mun-do mejor, una historia nueva, una cultura enfavor de la vida humana, donde nuestros in-tereses se midan en claves de solidaridad,

convivencia y respeto mutuo. Los orionistasqueremos contribuir a esta gran causa, connuestras obras y nuestra vida, nutriendo laesperanza del hombre de hoy, con esta he-rencia que hemos recibido: una vida movidapor la lógica del amor.

Teodoro Valbuena Fernández

/23santos de ayer y hoyNº 19/13-IV-1996

la lógica del amor

Dirección Provincial OrionistaPl. Daniel Segovia, 128023 Pozuelo de Alarcón (MADRID)Tel: (91) 711 42 05 Fax: (91) 711 86 16

HOGAR Don Orione (Centro para 140 discapacitadosprofundos)Pl. Daniel Segovia, 128023 Pozuelo de Alarcón (MADRID)Tel: (91) 711 42 05 Fax: (91) 711 86 16

Colegio Don OrioneCtra. de Lantadilla, s/n34440 Fromista (PALENCIA)Tel: (979) 81 00 55 / 81 03 13

Residencia-seminario Don Orione31520 Cascante (NAVARRA)Tel.: (948) 85 00 08Tel: (91) 852 01 71

Parroquia Inmaculado corazón de MaríaMagallanes, 1 – 3ª46940 Manises (VALENCIA)

Parroquia Reina de los ÁngelesPl. Daniel Segovia, 128023 Pozuelo de Alarcón (MADRID)Tel: (91) 711 85 00

Parroquia Santa BeatrizAlejandro Morán, 12 – 2º – B28047 MADRIDTel: (91) 464 70 66

Parroquia Nuestra Señora de la Asunción33594 Posada de Llanes (ASTURIAS)Tel: (98) 540 70 38

Residencia Madre de Dios(Asistencia a 80 ancianos)Francisco Ruano, 5028470 Cercedilla (MADRID)

COLEGIO Don Orione(Centro de Educación Especial para 140 minusválidos psíquicos)33594 Posada de Llanes (ASTURIAS)Tel: (98) 540 70 65 Fax: (98) 540 77 89

OBRAS SON AMORESPROVINCIA RELIGIOSA «VIRGEN DEL PILAR»

(Obra de Don Orione en España):

«LA VIDA SIGUE ADELANTE.

AHORA NOS TOCA A NOSOTROS

SEGUIR CONSTRUYENDO

UN MUNDO MEJOR, UNA HISTORIA NUEVA,

UNA CULTURA

EN FAVOR DE LA VIDA HUMANA»

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Descartes puso en circu-lación la exigencia deun «método progresi-

vo» que superase la atonía delas disciplinas adormecidaspor tradiciones incontrasta-das, y escribió para ello suDiscurso del Método. Estimó elprocedimiento de las mate-máticas como base ejemplarque las ciencias, incluso hu-manísticas, debían adoptar;profundizó para ello en lageometría, creyó lograr enla geometría analítica el hiloconductor para interpretarcon certeza todos los objetosdel mundo, incluido el hom-bre. Deseaba lograr la unidadde las ciencias con una certezaidéntica a la de las matemáti-cas: libros como El mundo, Tra-tado de la luz, Del hombre y Laspasiones del alma estaban enfo-cados desde la óptica de su«ciencia admirable».

Probablemente ni una so-la de esas ideas ha quedadovigente dentro de la filosofíaactual. Casi todas fueron yadiscutidas, por tirios y troya-nos, a raíz de su muerte. Unatras otra han ido cayendo delárbol cartesiano como hojasmarchitas. Y cuando fueroninvocadas favorablemente,quedaron señaladas comopuntos urgentemente supera-bles. Ni siquiera su famosaproposición —que él creyóevidente y necesaria comouna verdad matemática— del«pienso luego existo» (cogito,ergo sum) tuvo una interpre-tación inequívoca a lo largode estos cuatro siglos: buenaparte del kantismo y del idealis-mo alemán la tachó de psicolo-gista y subjetivista, ineficaz parafundar un ámbito universal de lafilosofía. Su afán matemático fra-casó pronto como ideal filosófi-co. Y la totalidad de sus concep-tos sobre física ingresaron hacetiempo en el cajón del olvido.

¿Dónde está, pues, la verdadde Descartes?

Indudablemente en su talanteinnovador, en su afán de bús-queda, en su honrado porte inte-lectual, en su impávida seguri-dad de pensamiento.

Podría pensarse que no bastael mero deseo, ni la simple bús-queda, ni la honradez intelectualpara que un personaje brille conluz propia en la Historia: a todoslos filósofos se les ha de suponer

ese hambre de verdad, como a losmilitares el valor; pero, ademásde eso, hay que exigir rendi-mientos, hechos de progreso, ver-dades palpables: las que marcanun hito en la Historia y enseñanun avance en el pensamiento.

En el caso de Descartes su ta-lante innovador y su afán de bús-queda se convierte, por el precisomomento histórico que le cupo

vivir —hastiado de pseudo-ciencias atiborradas de repe-ticiones vacías—, en una for-ma que urgentemente recla-maba hacerse contenido,materia. Por citar algunosejemplos, su original búsque-da de un primer principio seconvirtió en el ideal filosóficode Kant y de Fichte; su trata-miento del cuerpo humanocomo una máquina se hizoparadigma de la psicofísica;su disciplinado método, queva de lo simple a lo complejo,fue elevado a modelo de pen-sar riguroso por la fenomeno-logía y por el análisis del len-guaje.Volver a esa verdad de Des-cartes es un deber histórico.Pero quizás no sea ésta la úni-ca, ni la mejor, verdad que enDescartes tendríamos que ad-mirar. Queda asimismo su ac-titud vital última ante la vida,su postura de pensador com-prometido con sus creencias.Porque pensar la verdad delas cosas del mundo no fue,para Descartes, obstáculo al-guno para aceptar la verdadrevelada. «Por nada del mun-do —decía— quisiera que sa-liese de mí un discurso en quese hallara la más mínima pa-labra que fuera desaprobadapor la Iglesia». Su vibrante fele movía a enfrentarse inclu-so con los libertinos. Peregrinóa Loreto; propició, con su recioconvencimiento católico, laconversión de la reina Cristinade Suecia; su tema predilectofue la existencia y la inmorta-lidad del alma. Y murió tras

confesarse y recibir piadosamen-te la Comunión.

Sería deseable que las múlti-ples conmemoraciones de su na-cimiento contribuyeran a ilumi-nar los complejos aspectos de esaverdad «total» de Descartes.

Juan Cruz CruzProfesor de Historia de la Filosofía

Universidad de Navarra

24/ maestros Nº 19/13-IV-1996

CUARTO CENTENARIO DEL NACIMIENTO DEL FUNDADOR DE LA MODERNIDAD

Un buscador honradoEn el cuarto centenario del nacimiento de Renato Descartes (30-marzo-1596) se está conmemorando en todo el mundo esta

figura indiscutible del pensamiento europeo, que tanto ha influido en la Humanidad.

«SERÍA DESEABLE QUE LAS MÚLTIPLES

CONMEMORACIONES DE SU NACIMIENTO

CONTRIBUYERAN A ILUMINAR LOS COMPLEJOS

ASPECTOS DE LA VERDAD “TOTAL” DE DESCARTES»

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Madre Teresa, ¿al fundarsu Congregación seimaginaba que llega-

ría a difundirse por todo el mun-do?

¡Claro que no! Pero hoy esta-mos en 126 países. Nuestras ca-sas acogen a 4.600 religiosas. No-sotras estamos con quien no tienenada; con los hijos de Dios.

Algunos aseguran que per-sonas poco honradas les han da-do donativos.

Hemos hecho voto de dar to-do a los pobres: todo lo que reci-bimos. Damos hasta la última ru-pia a quien no tienen nada. Notenemos sueldos. Si alguien nosdice que proviene de una familiacatólica y que nos quiere ayudar,¿qué quiere que hagamos? ¿quelo rechacemos?

Recientemente movimientoshindúes la han acusado de «ha-cer lavados de cerebro». Segúnellos, el auténtico objetivo de suapostolado es el proselitismo.

Dios perdona a todos, tam-bién a quienes no saben lo quedicen. Todo lo que hacemos espor amor a Dios. Y una pruebade amor es el respeto y la acogi-da. El amor es heraldo de la paz.En nuestra casa de acogida deCalcuta reina una gran paz y uni-dad. Muchas familias hindúesvienen a recoger comida y vesti-dos a cualquier hora del día. Estoes un acto de amor. A esta genteno le pido nada. Muchos de losque deciden pasar un período co-mo voluntarios en nuestras casasreencuentran la paz y la unidaden sus familias. Sólo Dios puedeconvertir a las personas. Aunqueyo quisiera, no podría. ¿Cómopuede hacerle decir a alguien:«soy católico»? Nadie puede ha-certe cambiar de religión si no loquieres y si Dios no te concede lagracia. La conversión forma par-te del ámbito de la conciencia delhombre ante Dios. Nadie puedeforzarla. Nosotros recogemos alos moribundos por la calle. Si re-úno a estas personas, las lavo, las

amo y les sirvo, ¿hago proselitis-mo? La paz es un don de Dios.Nadie puede interferir. La ver-dadera conversión es pureza decorazón y amor hacia Dios.

Se dice que muchos mori-bundos han sido bautizados ensecreto por las religiosas.

No, nunca. Y quiero decir aquien pone en circulación estasmentiras: «Que Dios le perdo-ne». Si un hindú quiere caminarhacia Dios, tiene derecho a ha-blar con una monja, con un curao con quien quiera. Convertirseno significa sólo cambiar de fereligiosa. Significa cambiar el co-razón y abrirlo a la gracia deDios. Nadie es capaz de forzaruna conversión, ¡ni siquiera lossantos!

¿El Gobierno indio le hapuesto obstáculos?

Nunca. Las autoridades siem-pre han apreciado nuestro traba-jo. Nuestras casas están abiertas.Todos saben lo que hacemos. No

tenemos nada que esconder.¿Prevé para el futuro nuevosapostolados para su Congrega-ción?

Nada que no hagamos ya. Re-cogemos a los moribundos y a losleprosos por la calle, les curamosy les asistimos hasta la muerte.Cuando están con nosotras, sa-ben que están en su casa, con supropia familia. Ahora estoy tra-tando de abrir en Delhi una casaenfermos de SIDA.

El Gobierno de Bengala Oc-cidental es de orientación mar-xista, ¿le causa problemas?

No. El primer ministro JyotiBasu ha sido siempre muy gen-til con nosotras. Él nos pidió quenos hiciéramos cargo de las chi-cas encarceladas. Nos ayuda ysiempre se muestra disponible.

¿Es verdad que pronto abri-rá un casa de Pekín?

Sí, la abrimos ahora, en Pas-cua. El Gobierno chino ha apre-ciado la iniciativa y nos ha trata-

do con cortesía. Todos saben deltrabajo que realizamos al servi-cio de los pobres y de los enfer-mos. China nos ha dado la bien-venida.

Sus detractores aseguran quela caridad perpetúa la pobreza,no la combate.

¿Qué quieren que haga? ¿Quecuando vea a un moribundo ledeje tirado en la calle? ¡Creo quenadie se comportaría de este mo-do! Hay otras instituciones queestán comprometidas en el cam-bio social. Yo tengo otras cosasque hacer. El cambio que he es-cogido es muy claro. ¿Que hayun moribundo? Me lo traigo con-migo. ¿Uno con hambre? Le doyde comer. Puedo dar y recibiramor. No miro el color de la piely ni siquiera la religión. No mefijo absolutamente en nada. Ca-da uno es mi hermano, ya seahindú, musulmán o budista.

J. C.

/25maestrosNº 19/13-IV-1996

ENTREVISTA CON LA PREMIO NOBEL DE LA PAZ

La Madre Teresa abre casa en Pekín «La verdadera conversión es pureza de corazón y amor a Dios. Por eso nadie es capaz de forzar una conversión; ¡ni siquiera

los santos!» Así responde la Madre Teresa a quienes le acusan de realizar su labor de caridad con fines proselitistas. La Madre Teresa se rompió una clavícula a causa de una caída, pero ya salió del hospital y ha celebrado esta

Pascua de Resurrección abriendo una casa de las Misioneras de la Caridad en Pekín.

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26/ la vida Nº 19/13-IV-1996

Exito de El Evangelio

Medio millón de ejempla-res en menos de medio

año es un reécord que ni losmás consagrados escritoresse atreven a soñar.

Este récord lo ha batido,espectacularmente, el ya fa-moso Evangelio para cadadía del año, editado a fina-les de octubre pasado enEdibesa, por el periodista do-minico Jose Antonio Martí-nez Puche. El hecho de quese venda a cien pesetas hafacilitado sin duda el logro delos quinientos mil ejempla-res en las dieciséis edicio-nes realizadas hasta el díade hoy.

El valor de lo femenino”

Este volumen que acaba deeditar la Asociación de Uni-

versitarias Españolas (ADUE,Alfonso XI, 4 - Madrid, tfno.521.14.02), recoge los textosde un ciclo de conferenciaspronunciadas en la Asociaciónpor Luis Suárez, el padre Jor-ge de la Cueva, Mª VictoriaGordillo, Mª Luisa RodríguezAisa, Aquilino Polaino, JavierSesé y José Luis Gutiérrez. Eleje fundamental del libro es elvalor de la femineidad en elmundo y en la Iglesia.

Es un libro indispensablepara una justa y completaapreciación de lo que la revo-lución de la mujer significa.

Dos libros

Aquienes se quedan meramente en el espectáculo o en laepidermis de las cosas, el paso del Cristo llamado «El Ca-

chorro», con el que desfilan procesionalmente los jóvenes le-gionarios llevándolo brazo en alto, no pasa de ser folklore; pe-ro hay más, mucho más que folklore y que espectáculo en és-

te y en todos los demás «pasos» de las procesiones españo-las. Que se lo pregunten, si no, a esos dos jóvenes cofrades al-merienses que lloran, inconteniblemente, en la foto publicadapor ABC, como una gran desgracia personal, la pérdida de suspasos procesionales reducidos a cenizas por un incendio.

Dos fotos

Dos viñetas

Con su lucidez y hondura habituales, Máximo ha dibuja-do en «El País», cada día de la Semana Santa, su per-

sonal sentir y su vivencia religiosa. He aquí las dos viñetaspublicadas el Viernes Santo y el Lunes de Pascua.

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/27la vidaNº 19/13-IV-1996

Inseminación artificialheteróloga, de terceros donantes

Inseminación artificalhomóloga(esperma del marido)

Fecundación in vitroheteróloga

Fecundación in vitrohomóloga

Préstamo de útero(gratuito)

Alquiler de útero(pagado)

Donación de esperma

Donación de óvulo

Inseminación post-mortem

Inseminación en mujeres ancianas

Congelación de embriones

Destrucción de embriones

Investigación sobre embriones

Diagnóstico genéticoprevio al implante(sobre embriones)

Diagnóstico prenatal(sobre fetos)

Intervencionesterapéuticas sobre embriones

Selección de los espermatozoides

Selección de los embriones

rechazada

rechazada, salvo si seestablece como ayuda alacto conyugal(inseminación artificialimpropiamente dicha)

rechazada

rechazada

enérgicamente rechazado

enérgicamenterechazado

rechazada

rechazado

enérgicamente rechazada

rechazada

rechazada

enérgicamente rechazada

aceptada sólo con finterapéutico para elmismo embrión

enérgicamenterechazado: llevaría a laseleccion de embriones

aceptado, con tal de queno conduzca al aborto

aceptadas, si no hay riesgosdesproporcionados

enérgicamenterechazada

enérgicamente rechazada

aceptada para parejasheterosexuales

aceptada

aceptada para parejasheterosexuales

aceptada

ninguna respuesta morala priori

rechazado

aceptada

aceptado

rechazada porquecrearía un huérfano

reticencias

si es limitada en el tiempo

aceptada

aceptada si hay normassobre la destrucción delembrión y su nocomercialización

aceptado, en los casosevidentementeterapéuticos

aceptado

aceptadas, sin que seadesproporcionada larelación costo-viabilidaddel embrión

pareceres discordantes,reticencias

peligrosa y absurda

rechazada

admitida

rechazada

admitida, con tal de queno genere embriones enexceso

enérgicamenterechazado

enérgicamente rechazado

rechazada

rechazado

rechazada en principio.Valoración de los casos

rechazada en principio.Valoración de los casos

rechazada

rechazada

rechazo sistemático

rechazado

aceptado, con tal de queno conduzca al aborto

rechazadas

admitida

rechazada

vetada como normageneral

autorizada a condiciónde que se pruebe lanecesidad médica

vetada como normageneral

autorizada, con talde que se pruebela necesidad médica

vetado

vetado

vetada como normageneral

absolutamentevetado

desaconsejada, pero no vetada

autorizada si eshomóloga

autorizada

autorizada, inclusorecomendada ya que ladonación del embriónestá vetada

autorizada: el embriónen exceso en probeta notiene potencialidad devida

autorizado

valoración caso por casopor parte del rabino

autorizadas

ninguna oposición si hayserias razones (p. e. la diversificaciónsexual de los hijos)

autorizada si estáprescrita por el médico

vetada porque se oponea la ley natural

autorizada

vetada

autorizada

vetado

vetado

vetada

vetado

autorizada, con talde que sea homóloga

autorizada con tal deque sea homóloga

autorizada si esconforme a las normaséticas y espirituales.Responsabilidad delmédico.

vetada

vetada

autorizado sólo con finterapéutico

autorizado sólo con finterapéutico

autorizadas

autorizada

vetada

Cuándo decir sí, cuándo decir noIglesia Católica Protestantismo Ortodoxia Hebraísmo Islam

Un desafío de la bioética a las religiones En este cuadro queda claro que el criterio que prima sobre cualquier otro en los juicios de la Iglesia Católica en materia de bioética es el absoluto respeto que merece todo ser humano, que es cuerpo y alma, creado a imagen y semejanza de Dios.

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28/ desde la fe Nº 19/13-IV-1996

Muy poco se le ha prometido a la Igle-sia en lo tocante a sus vicisitudes his-tóricas. El Señor aseguró a los Após-

toles, eso sí, que las fuerzas del mal no pre-valecerían sobre ella al final de los tiempos,pero les previno contra cualquier ingenuidadal advertirles que no pretendieran tener «me-jor suerte» que su Maestro.

Así pues, el «éxito», entendido como triun-fo mundano (y ésta es una tentación constan-te de los cristianos desde hace dos mil años) nose le ha prometido a la Iglesia para ningúnmomento ni lugar concretos. Es verdad queJesús aseguró a los suyos que no les dejaríasolos ningún día hasta el fin de los tiempos, yles ofreció además la posibilidad de una com-probación muy sencilla: quien me siga (y se-guirle implica hacer que todo se someta a Él)

tendrá en la tierra el ciento por uno... con per-secuciones.

El «éxito» prometido radica, pues, en la re-lación que los cristianos de cada época y na-ción pueden mantener con Él. Esta relación,tan real como el sol que nos alumbra cada ma-ñana, crea una humanidad radicalmente nue-va. Y la forma de esa humanidad se ve y setoca, asombra y escandaliza; invita al afecto,pero, misteriosamente, también suscita la ani-madversión y el odio («No esperéis mejorsuerte que la mía»).

Pero ¿cómo acompaña realmente, históri-camente, el Señor a los suyos? En un momentoen que tantos hablan de «invierno eclesial» yde amarga cosecha tras las esperanzas sem-bradas por el Concilio, la pregunta es perti-nente.

Sabemos que el Espíritu de Dios no dejade conducir al pueblo de la Iglesia, y lo hace através del testimonio concorde y fiel de lospastores en comunión con Pedro, y a travésdel atractivo poderoso de hombres y mujeres,cuya vida reclama a muchos a reunirse parahacer juntos un camino humano definido porla fe, sostenido por la esperanza, y cuyo frutoinaudito es la caridad. Quienes viven así par-ticipan, dentro de la unidad de la única Iglesia,en una unidad más exigente, más claramenteexpresada, más consciente de todas sus con-secuencias humanas.

No ha existido renovación, en dos mil añosde historia del cristianismo, que no haya se-guido esta dinámica. Da igual que hablemosdel monacato egipcio, de la Europa benedic-tina, de las Cofradías, del ímpetu francisca-no, del Círculo de Oxford, de las Comunida-des de Charles de Foucauld, o del reverdecerde la vida en las parroquias.

¿Y qué sucede hoy? El Papa dijo hace pocoque «El Espíritu parece suscitar en el pueblocristiano el impulso misionero de sus oríge-nes, cuando la fe pudo difundirse rápida-mente gracias al heroico testimonio de los bau-tizados». Lo decía a cuenta del «singular flo-recimiento de grupos, movimientos yasociaciones laicales», en los decenios poste-riores al Concilio.

El Papa habla de «florecimiento», para re-ferirse a lo que otros pregonan como «invier-no». Habla de la audacia de un «testimonioheroico», mientras otros propagan la imagende un repliegue temeroso en la fortaleza ins-titucional de la Iglesia. Una de dos...

Pero, ¿cuál es hoy el «éxito» que es justoesperar como cumplimiento de la promesa deCristo? Desde luego no será un predominiocultural, ni la buena opinión de los medios decomunicación de masas. El único «éxito» esque los cristianos sigan ofreciendo al mundo(a pesar de todas las hostilidades y censuras)el milagro de su unidad y el ímpetu de su ca-ridad. Esto sucede hoy de mil formas, allí don-de el cristianismo no se deja reducir a discur-so moral, a sentimentalismo, o a un progra-ma de reforma social. Allí donde se vive unarelación con Cristo presente, que determinala vida y crea un pueblo de hermanos.

Ése es un «éxito» del que ningún podernos puede privar.

José Luis Restán

EL SEÑOR ASEGURÓ A LOS APÓSTOLES

QUE EL MAL NO PREVALECERÍA SOBRE

LA IGLESIA AL FINAL DE LOS TIEMPOS,PERO LES PREVINO CONTRA CUALQUIER

INGENUIDAD AL ADVERTIRLES

QUE NO PRETENDIERAN TENER

«MEJOR SUERTE»QUE SU MAESTRO

Primavera,

no invierno en la Iglesia

Primavera,

no invierno en la Iglesia

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¿Qué es para usted el cine?Después de la experiencia de

pintar las películas, es una pa-sión. Durante diez años he estadomuy metido en el tema del cine.He hecho tres exposiciones dedi-cadas a este tema. Es, a la vez,una pasión y un medio de traba-jo. La primera exposición, «Lagran aventura del cine», la hicepor iniciativa propia. Era una re-visión de los géneros cinemato-gráficos. La segunda, «50 añosdel cine español», fue un encargoen el año 83: 30 cuadros sobre las30 películas españolas más im-portantes, y la tercera, —una am-pliación de la primera— es unarevisión de las obras maestras delcine, y también ha sido una ini-ciativa personal.

¿Qué quiere expresar a tra-vés de sus dibujos?

Pretendo expresar gráfica-mente la emoción que me ha pro-ducido una película.

Muchas personas le conside-ran un dibujante infantil. ¿Estáde acuerdo?

Entre 1978 y 1988 fui presen-tador en un programa infantil de

TVE; por eso se me considera undibujante infantil. Ésa es unagran equivocación porque muypocas de mis obras están dedica-das a los niños.Cuando haces al-go te encasillan y es difícil salirde allí. Pero yo no quiero que seme relacione con nada en con-creto. Mis dibujos no llevan nin-gún mensaje en especial; simple-mente son un reflejo de lo que

veo o de lo que me llama la aten-ción en cada momento.

¿Es cierto que se ha conver-tido al cristianismo?

Fui creyente practicante has-ta los 40 años. Luego sufrí un pe-ríodo de oscuridad hasta los 50.Ahora he vuelto. La religión paramí es una necesidad. Necesitoencontrar a la vida un sentidotrascendente, algo por encima demí mismo. Sin la fe no entiendo elmundo, ni la sociedad, ni la vi-da, ni ninguna cosa.

¿A qué se han debido esoscambios?

A que llegó un momento, enque a pesar de haber alcanza-do la plenitud profesional, no-taba que en mi vida faltaba algomuy importante. La paráboladel sembrador me hizo ver queestaba sembrando sobre pie-dras, que mi vida sin fe era su-perflua. Entonces volví a re-conciliarme con Dios, y le pedífe, porque es algo que nos re-gala Él, no la podemos com-prar. Poco a poco fui recupe-rándome. Ahora vivo con unafe que me planteo todos losdías, y que intento cuidar le-yendo mucho. Estoy muchomejor, he recuperado algo muyimportante que me faltaba.

Coro Marín

/29desde la feNº 19/13-IV-1996

Me explican lo de lascabezas rapadas:

«Los jóvenes, a los quellamáis incontrolados, setoman durante las nochesla revancha de una socie-dad que no les ofrece na-da y les exige, a cambio,todo». Ha llegado a nues-tras calles la anticultura;así se buscan razonespara explicar algo másque una pérdida de pape-les en jóvenes de hoy. Noparece aceptable culpar acabinas telefónicas y pa-peleras de los desequili-brios de una sociedad en-ferma y en grado casi ter-minal. Estoy seguro deque hacer pagar física-mente, a un inmigrante oa quien no tiene techo, eldesquicio personal no res-ponde a la lógica.

El fenómeno de la vio-lencia juvenil es propio desociedades «civilizadas».Se puede discutir si loscabezas rapadas suelentener o no estudios: peroes claro que en sus fami-lias no han sabido edu-carlos desde la infancia.El Estado no ha desarro-llado un modelo de edu-cación orientado al rectouso de la libertad.No sefomentan las diversionessanas, y así, el cierre deuna discoteca en la quese distribuye droga a me-nores tiene mayor reper-cusión que la clausura deun teatro por falta de es-pectadores... y estas omi-siones difícilmente seránsolucionadas en menosde dos generaciones.

Podemos acabar conla violencia juvenil del ma-ñana potenciando la otrajuventud: la que no ne-cesita beber ni destrozarmobiliario urbano. Ennuestras manos está quelos jóvenes sean eso: jó-venes. Nada más y nadamenos.

Andrés Merino

Punto de Vista

VIOLENCIA

JUVENIL

JOSÉ RAMÓN SÁNCHEZ, DIBUJANTE DE ÉXITO

«Sin la fe no entiendo el mundo»José Ramón Sánchez es caricaturista, cartelista publicitario, realizador de dibujos animados eilustrador de libros infantiles. Su exposición «La gran aventura del cine», que ha recorrido 40ciudades españolas, ha sido el antecedente de la obra «La vuelta al cine en sesión continua», un

repaso de toda la trayectoria del cine en conmemoración de su centenario.

PERFIL BIOGRÁFICO

José Ramón Sánchez nació en San-tander en 1936. Entre 1978 y 1988

presentó el programa de TV «ElKiosco». Ha recibido la Medalla dePlata de La Bienal del Deporte y lasBellas Artes (1969), y el Premio La-zarillo (1980); obtuvo el Premio «Pe-layo de Oro» en 1973, en el Festivalde Cine Infantil de Gijón, por el cor-tometraje de animación «El Gripo-terio». En los últimos años ha ilus-trado una edición de El Quijote. Harealizado numerosas exposiciones, entre ellas «Cincuenta años delCine Español» (1986) y Nijinsky y los Ballets Rusos (1989). En1987 realizó las escenografías y el diseño de vestuario de «Cas-canueces» para el Ballet Nacional Clásico, y en 1988 ilustró los«Cuentos basados en el teatro de Shakespeare» para la Compañíadel Teatro Español. En 1993 inauguró la exposición «La granaventura del Cine» en el Museo Contemporáneo de Madrid, querecorrió 40 ciudades españolas, y que fue el antecedente para laobra «La vuelta al cine en sesión continua».

Ilustración de la película «La isla del tesoro» de José Ramón Sánchez

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30/ desde la fe Nº 19/13-IV-1996

La mejor historia jamás contada de la aven-tura de las Cruzadas»: Así presentan es-

te libro sus autores, Manuel Leguineche yMaría Antonia Velasco; pero eso no pasa deser un reclamo de marketing en la portadadel libro. No es ésta la mejor historia de lasCruzadas; sin embargo, sí puede que seauna de las más agradables de leer, al me-nos hasta que el lector se da cuenta de enqué queda la cosa.

Van mostrando lo que fue aquella aven-tura de hace ahora novecientos años con unestilo periodístico ágil y atractivo. Es casi co-mo una novela-narración, con muchos per-sonajes que, con sus hechos y hazañas, se

turnan para entretener al lector. Muestranlos autores su dominio del oficio, junto a unanotable afición a los detallitos: que si el pañode mortaja, que si la cruz al hombro y no a laespalda, porque eso era para los que vol-vían... Se nota que los autores, de pequeñi-tos, leyeron mucho El guerrero del antifaz,y denotan una cierta irreprimible tendencia apasarse al moro, invasor de los Santos Lu-gares, pequeño detalle que se les olvida, di-cho sea con el mayor respeto.

Se parte de la teoría de que la Cruzada—sólo hablan de la primera— tuvo éxito por-que en sí era absurda. Ni las motivacionespolíticas ni las económicas la explican. Pue-

LIBROS

El viaje prodigioso

GentesCHIARA LUBICH, fundadora del movimiento de los Focolares: «Cristo hafundado la Iglesia mandando el Espíritu Santo, y Cristo mantiene la Iglesiaa través de los siglos sirviéndola, fortaleciéndola, curándola, reanimándo-la y embelleciéndola con su Espíritu. Por eso, de tanto en tanto, pronunciauna palabra y la presenta encarnada en una criatura elegida por Él. Y así te-nemos a un fundador que, con la familia nacida de Él por el Espíritu, traenuevas primaveras a la Iglesia. De esta forma, la Iglesia resulta un inmenso jardín, donde dan su perfumemacizos de flores, de las más raras y las más comunes, de las más ricas ylas más sencillas».

RAFAEL NAVARRO VALLS, académico y Secretario General de la UniversidadComplutense: «Discutir si, por su trayectoria política, el nuevo Presidentedel Congreso de los Diputados es el hombre adecuado para un puesto en-tra dentro de lo opinable. Pero utilizar sus convicciones religiosas comomaza para descalificarlo es un preocupante síntoma de intolerancia. Unataque a la primera de las libertades democráticas: la libertad religiosa. Al-go así como desatar una caza de brujas».

RICARD MARÍA CARLES, cardenal arzobispo de Barcelona: «La Cruz es, a lavez, la máxima expresión del amor de Dios y del rechazo de Dios por elhombre, aunque siempre queda el perdón, porque —como dice Jesús en laCruz— los hombres nunca sabemos del todo lo que hacemos . Esto es loque sucede en nuestros tiempos, en que muchos de los que ofenden a Diosy a las personas no saben lo que hacen».

¿UNA NUEVA

CRUZADA?

Hace 900 años, elmundo musulmán vió

la invasión de los cruza-dos. Tierra Santa estabaocupada por los turcos,que se habían apodera-do de todos los territoriosislámicos. Hasta enton-ces los cristianos se ha-bían limitado a recon-quistar algunos territoriosperiféricos del Islam. Nun-ca se habían atrevido allegar a Jersusalén, ciu-dad santa también parael Islam.

Por primera vez losmusulmanes se enfrenta-ban con la nueva poten-cia de la Cristiandad. Fueun primer contacto, aun-que violento, entre dos ci-vilizaciones que se habí-an ignorado por siglos. Elataque despertó las con-ciencias de los musulma-nes, que iniciaron su gue-rra santa. Pero el mundomusulmán ya había en-trado en una crisis que si-gue todavía, y que está enlas bases del nuevo con-traste entre Occidente y elIslam, a veces expresadoen las formas violentas delfundamentalismo que amenudo vive este con-traste como guerra santa.Occidente no logra enten-der lo que pasa del otro la-do del Mediterráneo; ade-más, muchos musulma-nes, empujados por elsubdesarrollo y la crisissocial, tratan de llegar aEuropa en busca de un fu-turo mejor, y generan enmuchas personas un sen-tido de invasión que, a ve-ces, puede estallar en epi-sodios de racismo y vio-lencia.

Un verdadero diálogoes la única solución paraevitar que la situación em-peore y, quizás, provoqueuna nueva cruzada.

Fabio Parasecoli

CONTRAPUNTO

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/31desde la feNº 19/13-IV-1996

de que fueran factores importantes. Noestá claro cuál fue el factor clave, no sesabe; si acaso, una especie de pulsión,de emoción propia de la época. Vistoque no encuentran explicación, los au-tores, más que tratar de entender, pre-fieren entretener y a fe que, hasta bienterciada la novela, lo consiguen; al fi-nal, ya no tanto; relatan batallas, se me-dio inventan la personalidad de aque-llos guerreros de la cruz; a éste le ponenun diálogo, a aquél una reflexión per-sonal, al siguiente un comentario deVoltaire, Montesquieu o Chateaubriand,autoridades en materia de Cruzadas.

El título Viaje prodigioso, refleja muybien el encuentro de dos culturas tandispares: la tosca e ignorante de Euro-pa occidental y la refinada civilizaciónde Oriente Medio. En cuanto a la fe cris-tiana, la religión de los cruzados senombra medio en broma y, según el li-bro, o fue fanática, o no la tenían. ¿Aca-

so se movían por la fe aquellos guerre-ros que mataban, morían y asolaban?Los hombres son como son y viven enel tiempo y en las circunstancias en queviven. Es, cuando menos, arriesgadojuzgarlos desde el teclado de un orde-nador o desde la calma de una biblio-teca. En el año 1000, Europa no atra-vesaba un momento especialmente fe-liz: hambre, guerras, epidemias...; peroaquellas gentes, creían, tenían fe. ¿Fesencilla, de ignorantes? La fe siemprees sencilla, sea de ignorantes o de sa-bios. Si no, no es fe.

Lo que hicieron de bueno lo hicieronsiguiendo los principios del cristianis-mo. Lo malo o brutal, ellos mismos re-conocían en sus escritos que lo hacíanpor su naturaleza pecadora. El pecado,a pesar de muchos, también existe hoy.Y la fe.

Justo Amado

Ya es bastante sos-pechoso, por deciralgo amable, que unllamado «periodis-ta» «descubra» —¡qué casualidad!, envísperas de la Pas-cua— unas tumbasdescubiertas hacemás de dieciseisaños, y suscite la hi-laridad de los cien-tíficos con su delez-nable show inten-tando atribuirlas, aestas alturas, nadamenos que a Jesu-cristo «y su familia».Pero todavía es pe-or que entre noso-tros, tan curados deesos espantos hacemucho tiempo —ningún investigadorserio puede negar elhecho incontestable del sepulcro vacío al tercer día de haber sidoenterrado allí el Crucificado, y el incontestable testimonio de lasapariciones del Resucitado—, se le haga el juego al listo yanqui deturno. Ni merece la pena más comentario. Sencillamente, no es ver-dad.

No es menos sospechoso que, también precisamente en Se-mana Santa, todo el imperio Polanco, con la única estupenda ex-cepción —¡chapeau!— de Máximo, arrecie en su vano intento de ri-diculizar o minimizar la religiosidad católica de la mayoría del pue-blo español. Por pasiva, queriendo «normalizar» la masonería; y

por activa, haciendo reportajes sobre quincallería «reli-giosa», o ironizando sobre las «toneladas de fervor» delos costaleros, o mezclando churras con merinas —to-do vale— en un «revelador» informe sobre integrismos,titulado —¡qué ingenio!— «El extremo de la Cruz». Cla-ro que para hablar de la hondura creciente de las Pas-cuas juveniles, hay que trabajar de noche, en vez de irsede vacaciones... Si tanto les molesta la Semana Santa,¿por qué dejan de trabajar el día de Viernes Santo? ¿Quées lo que celebran?, me pregunto. Eso sí, el Viernes San-to retiraron de la programación de su canal de TV la pe-lícula porno que al parecer es habitual cada viernes. ¡Quédetalle! En su lugar programaron otra basura. Cada cualda lo que tiene.

Pero la palma de este año, a mi juicio, se la ha lle-vado —y ya era díficil con candidatos como Haro Tec-glen, que hasta cuando habla de Estrabón tiene queañadir «un poco mayor que Jesucristo» (seguramentequería decir «más viejo», pero le traicionó el subcons-ciente)— el sectarismo, entre reprimido y reconcomido—él sabrá por qué—, de Arturo Pérez Reverte, quien haescrito un engendro sobre la Semana Santa sevillanaen el que se hace acreedor al diploma de «persona nongrata» en la capital hispalense. Dice que la Semana San-ta en Sevilla «es un tinglado idólatra, una especie de

gigantesco día de la Madre, donde en el fondo a los sevillanos lesimporta un pito que Jesús sea Hijo de Dios o del Sursum Corda».Eso sí, lo escribe con mayúscula. ¿Se han dado cuenta qué genia-lidad, qué sutileza, qué lumbrera...? Concluye que «Sevilla es laciudad de los niños perdidos». No es verdad, muchacho, no esverdad: el único perdido eres tú, y ¿no te parece que ya va siendohora de que te vayas encontrando un poco, aunque no sea másque contigo mismo? ¿Es posible que no sean capaces de descubrirni un poco de lo mucho bueno que hay?

Gonzalo de Berceo

No es verdad

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Un amor inevitablePocos escritores católicos como José Luis Martín Descalzo han penetrado tanto en el alma y en la psicología profunda

de una mujer cuya personalidad y cuya sugestiva vivencia personal aparecen con vivos trazos en el Evangelio: María Magdalena. Hoyque tanto hipócrita se rasga las vestiduras, como Judas lo hizo con aquel ungüento —«podría haberse dado

ese dinero a los pobres»— con el que la pecadora bañó los pies de Jesucristo, vuelve a resonar en nuestro corazón la respuesta de Jesús: — «A los pobres siempre los tendréis con vosotros». — «¿Nadie te ha condenado, mujer? Yo tampoco.

Vete en paz y no peques más». Martín Descalzo evoca así, en una de sus maravillosas obras de teatro, el amor de María Magdalena a Jesús.

En un rincón del escenarioha aparecido María, la ma-dre de Jesús. Es una mujer

entre 50 y 60 años, prematura-mente envejecida. Pero no esuna «viejecita»: su cuerpo estáarrugado, pero en sus ojos hayuna infancia misteriosa. Hablasiempre sonriendo, con una en-cantadora ingenuidad muy tí-mida. Está cosiendo, sentada enuna silla rústica, ve muy mal yacerca mucho la costura a susojos. Al verla, Magdalena correhacia ella y se sienta en el sue-lo, junto a su silla.

— Tal vez tú puedas aclarár-melo todo.

— No me gusta hablar de mihijo. No «debo» hablar de él.Hay cosas que sólo son para elcorazón. Se marchitan si se po-nen en palabras.

— Sólo quiero saber si es unhombre. (Sonriendo y emocio-nándose según habla).

— ¿Un hombre? Sí, el día quenació yo temblé mucho. Des-pués de lo del ángel, yo habíapensado que él sería… distinto,no sé… misterioso… y, luego,cuando… le tuve en las manos,tan… débil como todos los ni-ños, me pareció que no podía serél, que… él tenía que ser… nosé… de espumas, de… no séqué, pero era… un bebé, llora-ba…

— ¿Lloraba?— Sí… lloraba… era débil y

tierno… Temí estar soñando. Pe-ro era él… si, era él.

— ¿Él? ¿Quien?(Se queda sonriendo y pen-

sativa, como si viera algo mara-villoso. Tras una pausa dice só-lo:)

— Él.— ¿Quieres decir que era

Dios?— Quiero decir que era él. El

que me dijo el ángel.— Sería un sueño… — Sería un sueño que tú y yo

estamos hablando ahora, que elmundo exista, que haya estre-llas allá arriba… ¿Por qué le te-nemos tanto miedo a una ver-dad tan hermosa?

— ¡Porque es una verdad ho-rrible! ¡Si tú le quisieras, lo com-prenderías!

(María sonríe de nuevo y aca-ricia la cabeza de Magdalenaque ha caído sobre sus rodillas.Y dice muy suave:)

— ¿Crees que no le quiero?Te diré un secreto: También yomuchas veces habría deseadoque él fuera un hombre como losde antes. ¿Sabes? Un hijo así,nunca es hijo del todo. Es… co-

mo haber dado a luz una mon-taña. Le veía crecer y no enten-día nada. Cuando bebé, teníaque acercarle la boquita a mi pe-cho, porque él no sabía encon-trarlo. Me preguntaba: ¿Y éstees el que anunció el ángel comolo más grande de lo grande?

Y, cuando pasaron quince,veinte años y él… seguía sien-do un muchacho como todos,sin prodigios, sin luces, cuandoel día del ángel quedó lejos…

— ¿Dudabas?— No, no dudaba. ¿Duda

uno del sol en la noche?— El sol viene todos los días.

Tu ángel sólo una vez.

— Vino sólo una vez, pero si-guió quemando. El sol calientaaunque estemos de espaldas. Ytodo se hizo aún más difícilcuando él se marchó. Casi sindespedirse. No sé por qué, nihacia dónde.

— ¿Sabemos dónde está?— No hablo de lugares. Irse

de casa fue como hundirse en elmar. Yo puedo tender mis ma-nos hacia él. Pero nunca lo al-canzo.

— Tampoco yo lo alcanzo.— Yo estoy tan lejos de él co-

mo vosotros. Todos estamos in-finitamente lejos. Aunque estéen medio de nosotros… él estáal otro lado. No es fácil para ti, loentiendo, pero tampoco es fácilpara una madre ¿sabes? Las ma-dres… siempre queremos… po-seer a nuestros hijos. Y yo sé quetoda su carne estuvo dentro demí, pero sé también que nuncaha sido enteramente mío.

— ¿Y nunca será mío?— Nunca será de nadie. Se-

rá de todos, pero de nadie.— ¿No debo, entonces, amar-

le?— De otro modo. Él es como

el sol que, de lejos, calienta, davida. Pero, si alguien se acercasedemasiado a él, le carbonizaría.

— No me importa. ¡Mis ce-nizas cantarían la gloria de sullama! Y él… ¿no me querránunca?

— Te quiere, ya, Magdale-na… de otro modo.

— ¡Lo mismo que a los pája-ros, lo mismo que a los niños, lomismo que a cualquier mu-griento leproso!

— Sí, casi lo mismo. Amar espara él algo tan inevitable comoel quemar para la llama. Pero suamor es demasiado ancho paraposarse en una sola persona.

— ¿Es que nunca… le serénecesaria?

(Estalla en llanto. María leacaricia la cabeza).

Cristo Resucitado, con María Magdalena, de El Greco (Madrid)