Comunidad Internacional Hebrea Mesiánica: Hijos de Jacob
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CRUZ ¿MITO O REALIDAD?
UN RECORRIDO POR LA HISTORIA
I. ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA GRIEGA STAURÓS (ΣΤΑΥΡΌΣ).
Staurós (στασρός) es la palabra griega, usualmente traducida como cruz, que se utiliza en la Biblia
como referencia al instrumento en el que Yeshúa fue ejecutado. El significado de la palabra ha
cambiado a través de los siglos. Pero originalmente significa madero o poste vertical. Cabe destacar
que no existe una palabra en griego antiguo que signifique propiamente "cruz"; esta figura solo se
encuentra en el latín con la palabra latina "crux".
La palabra staurós procede del verbo ἵστημι (histēmi "erguirse, estar de pie"), que a su vez viene del
indoeuropeo stao, "tallo", "retoño" (misma raíz de la que vienen el alemán "stern", el inglés "stand" y
el castellano "estaca", de significados semejantes).[1][2]
II. SIGNIFICADO DE STAURÓS EN EL GRIEGO HOMÉRICO Y CLÁSICO.
En El Léxico Griego-Inglés1 de Liddell y Scott, la obra de mayor referencia al idioma griego
homérico a los tiempos del Cristianismo primitivo, informa que el significado de la palabra "στασρός"
(staurós) en la forma homérica del griego, posiblemente del siglo VIII al VI a.C., y también en los
escritos de los escritores del siglo V a.C. Heródoto y Tucídides y los del siglo IV a.C. Jenofonte, es
una estaca vertical o poste.[3]
En su significado original, "la palabra griega que se traduce como cruz, [stauros′], apropiadamente
significó una estaca, un poste vertical o un pedazo de palo, en el que alguien podía ser colgado, o el
que podría se usado para empalar [cercar] un pedazo de tierra."[4]
Como se indica en el apéndice de
"The Cross and the Crucifixion" ("La cruz y la crucifixión"), The Companion Bible (la Biblia
Compañera) (1922), en Liddell y Scott, y en muchas otras obras de referencia, Homero (unos mil años
antes de la época en que los evangelios fueron escritos) utilizó la palabra staurós para un poste
1 El diccionario A Greek-English Lexicon (título original) es la mayor obra lexicográfica jamás creada para la
traducción del griego antiguo (desde sus orígenes en el siglo VIII hasta el Imperio Bizantino). Se editó gracias a
tres hombres, que son los que figuran junto al título: Henry George Liddell, Robert Scott y Henry Stuart Jones, con
la adición de un cuarto, Roderick McKenzie. Publicado por la Oxford University Press, hoy día ha llegado a su 9ª
edición, que incluye un amplio Suplemento.
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ordinario o estaca, o un único pedazo de madera; y este fue el significado y uso de la palabra todo el
tiempo en el griego clásico (cuatro o cinco siglos antes de la época de los evangelios). En la literatura
de esa época esta palabra nunca significó dos piezas de madera colocadas atravesadas una de otra en
ningún ángulo, sino siempre una pieza sola.[5]
En griego koiné
En A Critical Lexicon and Concordance to The English and Greek New Testament (Una Concordancia
y Léxico crítico al inglés y griego del Nuevo Testamento) (1877), el hiperdespensacionalista E. W.
Bullinger, establece que: ""στασρός" (stauros) era un simple palo o estaca vertical en la que los
romanos clavaban a quienes se les ordenaba ser crucificados, στασρόω, meramente significa estaca
única. Nunca significa dos piezas de madera unidas en ningún ángulo. Incluso la palabra latina crux
significa una simple estaca.
La letra inicial Χ, (chi) de Φριστός, (Cristo) anteriormente fue utilizada para Su nombre, hasta que se
sustituyó por la T, la letra inicial del Dios pagano Tamuz, cerca del final de siglo IV".[6]
Referencias
1. James Strong(1996).«ἵστημι histēmi»."Strong's Complete Dictionary of the Biblical Words".
Nahville, Atlanta, London, Vancouver: Thomas Nelson Publishers. p. G2476.
2. Pierre Chantraine(1968).«Στασρός».Dictionnaire étymologique de la Lange Grecque. 4 (Ρ-Υ).
París: Klincksiek. p. 1044-1045.
3. Liddell y Scott: στασρός
4. The Imperial Bible-Dictionary, Editado por P. Fairbairn (Londres, 1874), Vol. I, p. 376.
5. The Companion Bible. (1922) Apéndice 162.
6. E. W. Bullinger, A Critical Lexicon and Concordance to The English and Greek New Testament.
(1877), edición de 1895 pp, 818-819 194.
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III. ETIMOLOGÍA DE CRUX SIMPLEX.
La crux simplex (Simplicis Crucis) es un instrumento de tortura reconocido históricamente como el
prototipo y antecesor de la cruz clásica, y de hecho, como su nombre lo indica, es un tipo de cruz.[1]
Estaba compuesto de sólo una viga vertical y sin travesaño. Este tipo de cruz "era la manera disponible
más sencilla de torturar y matar a los criminales",[2]
de hecho es la forma más común de las cruces que
usaban los persas, asirios, seléucidas y fenicios.
Hoy día asociamos la palabra cruz a dos rectas que se intersecan, sin embargo, en la Antigüedad se
usaba una amplia diversidad de cruces, cuya forma básica era la crux simplex. Según los léxicos
griegos la palabra para cruz, „„στασρός‟‟ (staurós), utilizada en los clásicos y en los Evangelios,
primariamente solo significaba «estaca o poste (como clavada erecta)»; «estacada, empalizada;
palo».[3][4]
Etimológicamente, staurós procede del verbo ἵστημι (histēmi "erguirse, estar de pie"), que a
su vez viene del indoeuropeo stao, "tallo", "retoño" (misma raíz de la que vienen el alemán "stern", el
inglés "stand" y el castellano "estaca", de significados semejantes).[5][6]
La razón de este significado
primario es el uso prerromano de este instrumento de tortura que consistía en fijar a un reo en un árbol,
poste o viga sencilla para abandonarlos a la muerte, significado que continuó literal solo en la crux
simplex.
El significado original de la palabra crux en latín es incierto, pero, en
vista de que figura como la traducción directa del término griego se
cree que en un principio tenía su mismo significado, de hecho,
Patrick Farbairn, en “The Imperial Bible Dictionary”, declara que
“hasta entre los romanos la crux (de donde se deriva nuestra cruz)
parece haber sido originalmente un palo en posición vertical, y esto
siempre siguió siendo la parte más prominente”.[7]
En la Roma clásica
Crux se refería a un instrumento de madera para ejecuciones,
«madero, árbol o armazón en que se empalaba, fijaba o ahorcaba a los
delincuentes».[8]
Por implicancia su significado derivó a "tormento",
de ahí «madero de tormento, cruz, tormento».[9]
Con el tiempo los
romanos añadieron otros trozos de madera al poste original (estipe,
patibullum-furca, sedile, cornu) llegando a existir una diversidad de
instrumentos de tortura llamados genéricamente crux.[10]
Marsyas colgando de un árbol,
copia romana de un original griego. S. I y II d.c.
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IV. LA CRUCIFIXIÓN ANTES DE ROMA.
Probablemente la crucifixión se originó con los asirios y los babilonios. Los asirios empalaban a sus
víctimas por las costillas y los dejaban colgando de lanzas o estacas altas.
Posteriormente este método de ejecución fue adoptado por los persas quienes lo usaron
sistemáticamente durante el siglo VI a.C. En la religión zoroástrica de los persas se consideraba
sagrados tanto al fuego como a la tierra, por eso sus ritos fúnebres excluían el entierro o la cremación,
debido a eso los cadáveres solo se colocaban en camas de madera sostenidas por postes altos para que
las aves los devoraran. La misma lógica habrían aplicado a los reos de muerte amarrándolos o
colgándolos de postes altos o empalizadas, para así no profanar lo sagrado.[11]
La Biblia hebrea (A. T.) da testimonio de esta práctica oriental persa, cuando narra que Darío el
Grande emitió una orden de que nadie interfiriese en la reconstrucción del templo de Jerusalén so pena
de ser fijado (literalmente, “alzado”) en un madero arrancado de su propia casa.[12]
Durante el reinado
de Asuero (Jerjes I), el hijo de Darío, dos de los guardas de la puerta del palacio fueron colgados o
fijados en un poste, el castigo habitual que los persas daban a los traidores.[13]
A Hamán y sus diez
hijos se les colgó en un madero por razones similares.[14]
El historiador griego Heródoto también cita
otros casos de la aplicación de ese tipo de castigo por parte de los persas.[15]
Los Rollos del Mar Muerto, que se fechan como del siglo I d.C., citan a Deuteronomio 21:22-23 en
referencia a la crucifixión practicada por los asmoneos y posteriormente los romanos;[16]
Por ejemplo,
aplicaron ese pasaje a las ejecuciones por Alejandro Janneo en el año 88 a.C.[17]
Cuando Alejandro Magno conquistó el imperio persa adoptó, entre otras costumbres orientales, la de la
crucifixión, la cual aplicó cruelmente después de la conquista de la ciudad de Tiro cuando ordenó la
crucifixión de unas 2000 personas a la orilla del mar.[18]
También mandó crucificar al médico que no
pudo salvar la vida de su amigo Hefestión. Desde entonces, desde el helenismo del siglo IV a.C en
adelante, esta costumbre se introdujo en los países del este del Mediterráneo. Hay evidencias de que
los piratas capturados eran crucificados en el puerto de Atenas alrededor del siglo 7 a.C.
En Cartago la crucifixión fue establecida por los fenicios como método de ejecución, que fue aplicada
a los generales que sufrían una gran derrota.[19]
Prontamente fue adoptada por los romanos, quienes le
añadieron con el tiempo su cruel ingenio.
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V. LA CRUCIFIXIÓN EN LA ROMA CLÁSICA.
La crucifixión fue una pena de muerte muy utilizada en la Roma clásica, estando excluida para los
ciudadanos romanos. Se aplicó a las clases inferiores y a esclavos. Cicerón la calificó como el peor de
los suplicios.[20]
Como se ha señalado, se cree que la introdujeron en el mundo greco-romano los fenicios
cartagineses.[21]
Por eso es de suponer que en un principio la cruz romana estuvo constituida por un
simple poste y en ocasiones por un árbol y sobre sus ramas se amarraba al reo. Pero pronto los
romanos utilizaron todo tipo de soportes para crucificar. Por eso la palabra Crux tenía un significado
genérico que abarcaba muchas formas y estilos. Aun así, en la Roma clásica la crucifixión más común
fue la cruz Tau (o de Sn. Antonio), con el patíbulo hasta el tope.
La crucifixión oriental se fusionó con otra costumbre romana, la del rito del "patibullum", que
consistía en hacer cargar a los reos un yugo de madera (furca) hasta el lugar de ejecución, yugo que
con el tiempo se convirtió en el travesaño de las cruces, que por eso se denominan "patibulares" para
distingirlas de la cruz simple. Se cree que el poste vertical permanecía fijo en los lugares de ejecución.
Al reo se le ataban los brazos al larguero transversal y se le obligaba a portarlo hasta esos lugares. Una
vez allí se le izaba sobre el poste central.[22][23]
Fue el emperador Constantino quien finalmente abolió la pena de crucifixión.[24]
VI. USO DE LA CRUX SIMPLEX POR LOS ROMANOS.
Sin embargo, algunos creen que los romanos siguieron usando
el método de la crux simplex en ocasiones excepcionales.
Refiriéndose a ejecuciones masivas llevadas a cabo por los
romanos el profesor Herman Fulda escribió en el siglo XIX:
“No había árboles disponibles en todo lugar que se escogía para
una ejecución pública, por eso, se hundía en el terreno una
simple viga. A esta, con las manos levantadas hacia arriba, y
frecuentemente también con los pies, se ataba o clavaba a los forajidos”.[25]
Mártires cristianos en cruces simples, en
Patrología Latina, de Migne, vol. 59.
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También, en 1904, Paul Wilhelm Schmidt escribió: “Cualquier cosa que no fuera un simple
colgamiento queda descartado por el método de ejecuciones en masa que frecuentemente se seguía:
2000 a la vez por Varo (Ant. Jos. XVII 10. 10), por Quadrato (Guerra de los judíos II 12. 6), por el
procurador Félix (Guerra de los judíos II 15. 2 [13. 2]), por Tito (Guerra de los judíos VII. 1 [V 11.
1])”.[26]
En efecto, Flavio Josefo escritor judío del siglo I D.C., informa sobre los ejecutados durante la
Primera Guerra Judeo-Romana, que: “tan grande era su número que no podía encontrarse espacio para
las cruces ni cruces para los cuerpos”.[27]
Otro factor considerado es la escasez de madera en algunas provincias, como se reconoce en las
fuentes antiguas. Josefo cuenta que en una ocasión la gran cantidad de víctimas y la escasez de madera
llevaron a que los reos fueran crucificados a los muros de Jerusalén. También refiere que, en el sitio de
la capital judía (70 d.C.), no había suficientes madera para construir el muro de asedio así que se tuvo
que exportar desde Siria, a varios kilómetros de distancia.
Aún hoy algunos estudiosos reconocen que la crux simplex podía
ser usada por los romanos hasta en el siglo I y II d. C., dependiendo
de esos mismos factores, el número de crucificados, la
disponibilidad de madera, y la premura en las ejecuciones. Por
ejemplo,
Josef Zias, antropólogo de la Universidad Rockefeller y ex curador del Departamento de Antigüedades
y Museos de Israel, cree que "el número de individuos a ser crucificados, de hecho, pudo haber
determinado la forma en que la ejecución tomaba forma. Así, como en el caso de los 6.000 prisioneros
de guerra que fueron crucificados a lo largo de la Vía Apia, entre las ciudades de Roma y Cappua,
como parte de una celebración de la victoria (cuando Espartaco fue derrotado en la Tercera Guerra
Servil 73-71 d.C.[28]
), parece plausible creer que fue ocupada la forma más rápida y eficiente. Eso sería
simplemente atar a la víctima al árbol o cruz con sus manos directamente suspendidas sobre su
cabeza".[29]
Se ha objetado a estas opiniones que en estas ejecuciones, en ocasiones, las fuentes hacen mención del
rito del patíbullum. Como comúnmente el patíbullum era el travesaño de una cruz compuesta, se
supone entonces que cada vez que se menciona ese rito se estaría dando a entender el uso de cruces
patibulares. Pero en el caso de la crux simplex nada indica que se hiciera una excepción a cargar el
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patíbullum, solo que la entera crux simplex se usaría como patíbullum, pues entera no tendrían un peso
que impidiera cargarlo sobre los hombros. En toda cruz el reo era fijado retorcido en el madero, por lo
que no se necesitarían cruces tan altas como las imaginadas en el arte religioso o el cine, pues, como
señala Joe Zias, las cruces estaban a ras de suelo “a la altura de los ojos del observador”. Por eso, una
crux simplex no superaría el peso que permitiera cargarla sobre ambos hombros y así cumplir con la
costumbre de cargar el patíbullum.[30]
Correspondiente a esto, en el s. XVI, el estudioso Justus Lipsius en su obra "De Cruce", dibujó reos
cargando patíbulos y muestra también una cruz completa y sin travesaño cargada a manera de furca,
imagen que se reproduce aquí.
También se ha cuestionado que la ausencia de un travesaño haría que la víctima muriera rápidamente
de asfixia. Según el doctor F. Zugibe, este estilo de crucifixión precipitaría la asfixia en poco tiempo,
incluso minutos si no se tuviese algún apoyo en los pies para poder incorporarse y respirar. Eso
explicaría la incorporación romana del travesaño y el sédile (asiento), con el fin de prolongar la agonía
en un progresivo refinamiento de crueldad en las ejecuciones.[31]
Sin embargo, el testimonio de
sobrevivientes del campo de concentración de Dachau parece refutar esta tesis, pues algunos
sobrevivían hasta tres horas al ser colgados de postes de manera similar. Lo que es más, dado que estas
personas tenían sus pies en el vacío y con sus brazos torcidos al revés, habrían durado mucho más que
tres horas si sus brazos hubieran estado directamente sobre la cabeza y con un soporte base, que es la
idea de los romanos al clavar los pies, pues podrían haberse incorporado para respirar.
Referencias
1. Ya en el siglo XVI (1547–1606) el erúdito Justo Lipsio la clasificó como tal en su libro “De
cruce libri tres” (Amberes,
162http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Crux_simplex&action=edit9 ), en el que ilustra
varios tipos de cruces que existieron en el mundo antiguo. Y más recientemente arqueólogos e
historiadores como Joseph Zias, del museo de Antigüedades de Jerusalén, han reconocido que
la crux simplex "de hecho es un tipo de crucifixión". Josef Zias, "Crucifixón in Antiquity",
1998. Revisado el 24 de Abril de 2010.
2. Josef Zias, "Crucifixón in Antiquity", 1998. Revisado el 24 de Abril de 2010.
3. James Strong(1996).«στασρός staurós»."Strong's Complete Dictionary of the Biblical Words".
Nahville, Atlanta, London, Vancouver: Thomas Nelson Publishers. p. G4716.
4. José M. Pabón.Diccionario Manual Vox Griego-Español. Bibliograf S. A. 16ª ed.. p. ISBN 84-
7153-192-5.
5. James Strong(1996).«ἵστημι histēmi»."Strong's Complete Dictionary of the Biblical Words".
Nahville, Atlanta, London, Vancouver: Thomas Nelson Publishers. p. G2476.
6. Pierre Chantraine(1968).«Στασρός».Dictionnaire étymologique de la Lange Grecque. 4 (Ρ-Υ).
París: Klincksiek. p. 1044-1045.
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7. P. Fairbairn(1874).The Imperial Bible-Dictionary. I. Londres. p. 376.
8. Charlton T. Lewis, Charles Short, "A Latin Dictionary", Crux-Crucis
9. Patricia Villaseñor Cuspineda, Latín. Vocablos específicos, Universidad Nacional Autónoma de
México, 2004, p. 115.
10. Sobre la diversidad de cruces Séneca el Joven escribió: “Veo cruces en ese lugar, no todas del
mismo tipo, sino construidas de distintas maneras por unos y otros: hay quienes cuelgan a sus
víctimas cabeza abajo, otros las empalan por sus partes privadas, otros extienden los brazos
sobre el patíbulo”. ("Dialogo sobre la consolación a Marcia" 6.20.3). Flavio Josefo escribió:
“los soldados fuera de si de rabia y odio, se divirtieron clavando a sus prisioneros en diferentes
posturas”. ("La Guerra de los Judíos" 5:451-452).
11. Heródoto, “Historiarum”, 9.120; “Artajerjes”, Plutarco, 17.5.
12. Esdras 6:11
13. Ester 2:21-23.
14. {{Biblia|Ester|5:14|Ester|6:4|Ester|7:9-10|Ester|9:10-25
15. Heródoto, Libro III, 125, 159; IV, 43
16. 11QT, Deut 64:6-13; 4QpNah, Deut 3-4:1:1-11
17. Compárese con Flavio Josefo, “Antigüedades de los judíos”, 13.14.2. “La Guerra de los
Judíos” 1.4.5-6
18. Curtius Rufus, Hist. Alex. 4.4.17.
19. Tito Livio, “Historia romana”, 38.48.13.
20. Luis Orduña Lozano, Las huellas de Jesucristo, Editorial Visor Libros, ISBN 978-84-9886-
133-4
21. Daniel-Rops, Jesús en su tiempo, Librerire Arthème Fayard, 2004, ISBN 84-8239-500-9
22. Enriqueta González Martínez Alonso, Restauración: tecnología tradicional y tecnología actual,
Editorial Universidad Politécnica de Valencia, 2006, ISBN 84-9705-963-8
23. H. Sanson, Los misterios del cadalso, Talleres tipográficos Manni Hermanos, 1863
24. Gonzalo Bravo Castañeda y Mª del Mar Marcos Sánchez, La caída del imperio romano y la
génesis de Europa, Editorial Complutense, 2001, ISBN 84-7491-620-8
25. Hermann Fulda, "Das Kreuz und die Kreuzigung" (La cruz y la crucifixión), Breslau
(Wroclaw), 1878, pp. 109, y 219, 220
26. Paul Wilhelm Schmidt, "Die Geschichte Jesu" (La historia de Jesús), tomo 2, Tubinga y
Leipzig, 1904, pp. 387-389
27. Flavio Josefo, “La Guerra de los judíos”, II, 2:12. 6; 5:11 & 451-452.
28. Tito Livio, "Guerras Civiles", 1,120.
29. Joseph Zias, "Crucifixión en la Antigüedad", 2005, revisado en 20 de mayo de 2010.
30. J. Zias & E. Seketes, 1985, "The Crucified Man from Giv'at ha-Mivtar: A Reappraisal", Israel
Exploration Journal, vol. 35, pp.: 22-27.
31. F. Zugibe. "Forensic and Clinical Knowledge of the Practice of Crucifixion", 1984. Revisado el
24 de Abril de 2010.
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VII. YESHÚA FUE COLGADO EN UNA CRUX SIMPLEX O POSTE VERTICAL.
Muchos eruditos y religiosos de los siglos XIX y XX, sostienen que
Yeshúa fue colgado en una Crux Simplex o poste vertical sin travesaño,
con las manos directamente sobre la cabeza, por ejemplo, el pastor
Herman Fulda escribió en 1878: “No había árboles disponibles en todo
lugar que se escogía para una ejecución pública. Por eso, se hundía en el
terreno una simple viga. A esta, con las manos levantadas hacia arriba, y
frecuentemente también con los pies, se ataba o clavaba a los forajidos...
Jesús murió en un simple madero de ejecución”.[61][62][63][64]
. Incluso el
prominente erúdito W. E Vine se adscribió a esta tesis.[65]
La principal objeción que se ha presentado a esta hipótesis es la
descripción de los propios Evangelios, donde se da a entender una
pluralidad indeterminada de clavos usados en las manos del
Mesías.[66]
Sin embargo algunos estudiosos como Hermann Fulda han
tratado de resolver esta objeción con la idea de que las manos se
podían clavar de modo independiente sin recurrir a un travesaño. Esta
situación permite a Fulda especular también que el letrero del cargo
podía ir fijado diréctamente sobre la cabeza en el espacio entre los
brazos.[67]
Otra objeción es que, como se ha visto, la tradición eclesiástica
testifica una cruz patibular para el caso de Cristo sin que haya
excepción alguna entre las fuentes que avale otra cosa
Crux simplex "Madero
de tormento.
Cruz simple, museo de Ein Kerem
Das Kreuz und die Kreuzigung pp: 106
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También se ha cuestionado que la ausencia de un travesaño haría que la víctima muriera rápidamente
de asfixia. Según el doctor F. Zugibe, una crux simplex precipitaría la asfixia en poco tiempo, desde
horas hasta minutos inclusive. Eso explicaría la inclusión romana de aditamentos como el travesaño y
el sédile (asiento), con el fin de prolongar la agonía en un progresivo refinamiento de crueldad.[68]
Relatos de testigos presenciales, prisioneros de guerra durante la Segunda Guerra Mundial en el campo
de concentración de Dachau, indican que las víctimas suspendidas de vigas expiraban en el plazo de
diez minutos si sus pies estaban cargados o atados, y dentro de hasta tres horas si sus pies estaban
libres y la víctima podía subir y bajar para respirar. Joe Zias afirma "este tipo de muerte, que es una
forma de crucifixión, era resultado de asfixia".[69]
El principal argumento esgrimido en favor de esta teoría es el significado literal de la palabra griega
usada en los evangelios. Cierta obra de consulta explica: “La palabra griega para „cruz‟ (staurós, verbo
stauróo) significa, fundamentalmente, una estaca vertical o viga y, posteriormente, un poste utilizado
como instrumento de ejecución y castigo”.[70]
"Stauros" viene de la palabra griega "histeme" que
significa "estar, parar, sostener, mantener (en pie)", etc., y a au vez deriva del indoeruopeo "stáo", que
significa "tallo, erguido, erecto" (y de ahí "stand, en inglés, stern en alemán y nuestra palabra
"estaca").[71]
En efecto, esa era la forma original de la crucifixión entre los pueblos orientales prerromanos, pero los
romanos luego le incorporaron el travesaño y desde entonces la palabra “stauros” se usó en los escritos
clásicos para referirse a cualquier tipo de cruz. El "Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado", dice:
“Numerosas naciones de la antigüedad practicaban la crucifixión o un suplicio análogo.
Primitivamente se empleaba un solo madero (de empalizada o de fortificación), o un palo aguzado en
su parte superior... bien conocido por los asirios, persas, cartaginenses y egipcios... Los griegos y
romanos modificaron a su tiempo el primitivo madero, añadiéndole un madero transversal
(patibulum)”.[72]
.
Este tipo de cruz siguió coexistiendo por un tiempo con las cruces patibulares. Olivos, posiblemente
usados en crucifixiones durante el s.II d. C., exhibidos en el museo de Ein Kerem, Israel, evidencian
que en esa época se usaban tanto cruces simples como patibulares en Judéa.[73][74]
El antropólogo e historiador Joe Zias señala que en lugares donde escaceara la madera o hubiera un
alto número de reos a ejecutar se seguiría usando este tipo de cruces sin travesaño: "El número de
individuos a ser crucificados, de hecho, puede haber determinado la forma en que la ejecución tuvo
forma. Así, como en el caso de los 6.000 prisioneros de guerra que fueron crucificados a lo largo de la
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Vía Apia, entre las ciudades de Roma y Cappua, como parte de una celebración de la victoria (cuando
Espartaco fue derrotado), parece plausible creer que fue ocupada la forma más rápida y eficiente. Eso
sería simplemente atar a la víctima al árbol o cruz con sus manos directamente suspendida sobre su
cabeza".[75]
Zias no se pronuncia sobre la muerte de Jesús.
Respecto a la escasez de madera en la Judea de los días de Jesús, el historiador Judío Flavio Josefo
cuenta que cuando se reprimió una revuelta, al tiempo de la muerte de Herodes el Grande, la gran
cantidad de víctimas y la escasez de madera llevó al general Varo a clavar a 2.000 personas a olivos y
a los muros de la ciudad por no contar con madera suficiente; y en el asedio de Jerusalén (70 d. C.),
durante la Gran Revuelta Judía, no había suficientes madera para construir el muro de asedio, así que
se tuvo que exportar madera de Siria desde varios kilómetros de distancia. Josefo también escribió
sobre los ejecutados en esa ocasión: “tan grande era su número que no podía encontrarse espacio para
las cruces ni cruces para los cuerpos”.[76][77]
Referencias
1. John-Alan Richardson: El diccionario de Westminster de la teología cristiana (página 189).
Bowden, 1983. ISBN 0664227481.
2. Christopher A. Hall: Adorando con los Padres de la Iglesia (pág. 65), 2009. ISBN 083083866X.
3. Jn 18:19-29
4. (Talmud, Pes. 57ª)
5. Mt 26:57-68, Mc 14:53-65, Lc 22:63-71.
6. La Enciclopedia Judáica explica: "Tenemos que suponer que Jesús celebraba el festival la
vispera, de acuerdo con la costumbre galilea, en caso de que la festividad tuviera que coincidir
con el sábado. Pues según el concepto de [la escuela farisea de Shamay], prevaleciente en
Galilea, el sacrificio del cordero pascual era un sacrificio particular y no era admisible en
sábado". -"Enciclopedia Judáica Castellana". Ed. Enciclopedia Judáica Castellana. México, D.
F., 1949. Tomo VI. "Jesús". Pp.: 254.
7. Mt 26:3-57; Lu 3:2; Jn 11:49-51).
8. Descripción del juicio de Jesús, 1989.
9. Mt 27:11-26, Mc 15:1-15.
10. Mt 27:26-31, Mc 15:15-20
11. Mr 15:25
12. Jn 19:14-16
13. Mt 27:32-44, Mc 15:21-32, Lc 23:26-43, Jn 19:16-24
14. Enriqueta González Martínez Alonso, Restauración: tecnología tradicional y tecnología actual,
Editorial Universidad Politécnica de Valencia, 2006, ISBN 84-9705-963-8,.
15. H. Sanson, Los misterios del cadalso, Talleres tipográficos Manni Hermanos, 1863, .
16. Yves Christe's Art of the Christian World, Págs. 51, 482
17. Ejs.; “Caritón, Quéreas y Calírroe”, 4.2.6-7. s. I a. C.-I d. C. Plutarco, “Moralia, De Sera
Numinus Vindicta”, 554 A, s. I d. C. Artemidoro Daldiano, “Oneirocrítica”, 2.56, s. II d. C.
18. El uso de este tipo de letreros del cargo está consignado en la “Historae Romanae”, de Dión
Casio (54.3.7-8).
Comunidad Internacional Hebrea Mesiánica: Hijos de Jacob
12
19. (Yehoshúa HaNatsérat Mélej HaiYehudim).
20. En caracteres unciales: ΗΖΣΟΥΣ Ο ΝΑΕωΡΑΗΟΣ Ο ΒΑΣΗΛΔΥΣ ΤωΝ ΗΟΥΓΑΗωΝ.
21. J. Zias & E. Seketes; 1985; "The Crucified Man from Giv'at ha-Mivtar: A Reappraisal", Israel
Exploration Journal, volumen 35, páginas 22-27.
22. Mc 15:23; Mt 27:34; compárese con Sl 69:21.
23. Jn 19:28-30; Lu 23:36-37.
24. Mt 27:45-50, Mc 15:33-41
25. Lc 15:39-46. Jn 19:25-30
26. Jn 20:25
27. Hch 12:7
28. F. Zugibe, "Forensic and Clinical Knowledge of the Practice of Crucifixion", 1984.
29. V. Tzaferis, "Jewish Tombs at and Near Giv'at ha-Mivtar," Israel Exploration Journal 20:31,
1971.
30. "Israel Exploration Journal", 1970, volumen 20, páginas 38-59.
31. J. Zias & E. Seketes; 1985; "The Crucified Man from Giv'at ha-Mivtar: A Reappraisal", Israel
Expoloration Journal, volumen 35, páginas 22-27
32. "The International Standard Bible Encyclopedia", 1979, tomo 1, página 826.
33. Josefo, Flavio, "Bello Iudaico" (La Guerra de los Judíos), 5:451-452.
34. Justo Lipsio: De cruce libri tres. Department of Special Collection (The Berlin Collection), The
Joseph Regenstein Library, The University of Chicago, 1100 E., n.º 41. Consultado el 24 de
abril de 2010.
35. Jn 19:34.
36. JR Whitaker, 1935, "la causa física de la Muerte de Nuestro Señor, Discurso sobre San Lucas,
el Gremio de, Londres, Inglaterra"; U. Wedessow, 1978, "Considerazioni ipotetiche sulla causa
fisica della morte dell 'della Sindone iliomo".
37. David Oddó B. Profesor Asistente Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica
de Chile. "Daños Morfofuncionales del Señor Jesús Durante la pasión y Crucifixión".
38. Frederick_Zugibe. "Columbia University page of Pierre Barbet on Crucifixion", 200. Inglés.
Revisado el 24 de abril de 2010.
39. También hipoxia: falta de oxígeno en la sangre y el organismo.
40. Jn 19:31-32
41. Una condición caracterizada por presión arterial baja y reducción del flujo sanguíneo a las
células y los tejidos que lleva a daño celular irreversible y lesión de órganos y eventualmente a
la muerte.
42. En medicina, se entiende por sepsis al síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SRIS)
provocado por una infección grave. Revisado el 24 de abril de 2010.
43. Frederick Zugibe, "Forensic and Clinical Knowledge of the Practice of Crucifixion", revisado
el 24 de abril de 2010. . "Jesus's death on the cross, from a medical perspective", revisado el 24
de abril de 2010 .
44. "The Physical Death Of Jesus Christ, Study by The Mayo Clinic", revisado el 24 de abril de
2010. .
45. Brown, Raymon Edward. S. S. "La muerte del Mesías. Desde Getsemaní hasta el sepulcro".
Tomo II: "Comentario a los relatos de la pasión de los cuatro evangelios". "ACTO IV -
ESCENA PRIMERA", "3. La crucifixión", Pág. 1124. Editorial Verbo Divino. Traducido por
Serafín Fernández Martínez.
46. "En ámbitos cristianos suele traducirse la palabra "Stauros" por 'cruz', aunque en realidad el
significado primario es "poste". Era lo que usaban los persas, griegos y romanos como
instrumento de tortura o incluso para la muerte por empalamiento o crucifixión [...] Consta que,
en Palestina, no solo bajo la dominación romana, sino incluso antes, se empleaba el término
'stauros' en sentido de "cruz", es decir, referido a la crucifixión". - Fitzmyer, Joseph Augustine.
Comunidad Internacional Hebrea Mesiánica: Hijos de Jacob
13
S. j. "Evangelio según Lucas". Tomo III. Cap. VII '"¿Quién es Este?"', "51. Seguimiento de
Jesús. (9,23-27)", Pág. 116. Editorial Cristiandad. Madrid, 1987. Traducido por Dionisio
Mínguez.
47. Luciano, "El Juicio de las Vocales", pf. 12, traducción de D. Cristóbal Vidal y F. Delgado,
Universidad de Sevilla. Madrid, 1901.
48. Tertuliano, "Contra Marción". 3.18.6, 22.
49. Jerónimo, "Homilía", 84.
50. Mt 27:37.
51. James Strong, “New Strong‟s Complete Dictionary of the Biblical Words” (Nuevo Diccionario
Completo de Palabras Bíblicas de Strong). G 1883.
52. "A Critical & Exegetical Commentary on the Gospel According to St. John", 1929, Vol. 2, p.
628.
53. "International Standard Bible Encyclopedia", Vol. 1, p. 826.
54. Justino Mártir, "Diálogo", 91.
55. Marcus Dods, “We Don't Speak Great Things - We Live Them!”, Ed. Scroll Publishing Cap.
LV.- "Simbols of the Cross".
56. Firmico, "Error de las religiones profanas", 21.3-6.
57. Rufino, "El Credo de los Apóstoles", 14
58. Agustín, Epístola, 26. "De Doctrina Cristiana", 2.41.</
59. Op Cit.
60. Por ejemplo, véase la crítica a la tradición sobre el desarrollo del obispado en un artículo de
José María Blazquez, en: Alvear, Jaime et al. "Cristianismo y Religiones Mistéricas". Ed.
Cátedra, 1995. J. M. Blazquez, Cap V, Estructura Social del Cristianismo Primitivo: "La
Organización Eclesiástica", pp. 109-111
61. Hermann Fulda, "Das Kreuz und die Kreuzigung" (La cruz y la crucifixión), Breslau
(Wroclaw), 1878, pp. 109, y 219, 220.
62. “En el griego del N.T. no hay nada que siquiera dé a entender dos piezas de madera... Así
queda completa la prueba de que al Señor se le dio muerte en una estaca vertical, y no en dos
piezas de madera colocadas en algún ángulo”.
(Ethelbert William Bullinger. "The Companion Bible". Ed. University of Óxford. Londres,
1885. Apéndice 162.).
63. “No hay ni una sola frase en ninguno de los numerosos escritos que integran el Nuevo
Testamento que en el griego original indique, siquiera de manera indirecta, que el staurós que
se utilizó en el caso de Jesús fuera en absoluto diferente del común y mucho menos que
consistiera en dos leños clavados en forma de cruz en vez de uno solo”.
(John Denham Parsons, "The Non-Christian-Cross" (La Cruz No Cristiana), Londres, 1896, pp.
23, 24. Traducido del inglés).
64. “Según los relatos evangélicos, solo puede considerarse la forma más sencilla de crucifixión
romana como el castigo que se infligió a Jesús, colgar su cuerpo desnudo de un madero que,
por cierto, Jesús tuvo que cargar o arrastrar hasta el lugar de la ejecución para intensificar el
ignominioso castigo”.
(Paul Wilhelm Schmidt, "Die Geschichte Jesu" (La historia de Jesús), tomo 2, Tubinga y
Leipzig, 1904, pp. 387-389. Traducido del alemán).
65. William Edwy Vine. “Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y Nuevo Testamento,
Exhaustivo”. 1962. Vol. 1, pág. 348. Traducción de S. Escuain.
66. Jn 20:24,25
67. Se puede ver un dibujo de esta tesis en: Hermann Fulda, "Das Kreuz und die Kreuzigung" (La
cruz y la crucifixión), Breslau (Wroclaw), 1878, tabla I, pp. 34-36.
68. F. Zugibe. "Forensic and Clinical Knowledge of the Practice of Crucifixion", 1984. Revisado el
24 de Abril de 2010.
Comunidad Internacional Hebrea Mesiánica: Hijos de Jacob
14
69. Josef Zias, "Crucifixón in Antiquity", 1998. Revisado el 24 de Abril de 2010.
70. J. Douglas, "New Bible Dictionary", Ed. 1985, p. 253.
71. James Strong. "Diccionario Strong de palabras hebreas y griegas". 1890. "Stauro":G4716.
72. Samuel Vila y Santiago Escuain, "Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado", "Crucifixión", p. 222.
73. http://www.greatcommission.com/israel/2003031.jpg
74. http://www.greatcommission.com/israel/2003030.jpg
75. Josef Zias, "Crucifixón in Antiquity", 1998. Revisado el 24 de Abril de 2010.
76. Josefo Flavio, “Bello Iudaico” (La Guerra de los judíos), II, 2:12. 6; 5:11 & 451-452.
77. J. Zias & E. Seketes; 1985; "The Crucified Man from Giv'at ha-Mivtar: A Reappraisal", Israel
Expoloration Journal, volumen 35, páginas 23.
Compilado por el hermano Danuski Hernández López, siervo del YAHWÉH y de
Yeshúa HaMashíaj, Shalom.
Página web: www.hijosdejacob.com
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