Poetica de la mímesis - República de Platón
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La potica de la en la Repblica de Platn
El concepto de m resulta clave en la esttica antigua y es justamente 1. As pues, procurar en este trabajo una
aproximacin a la significacin de este trmino y su vnculo con la poesa, a travs de
algunos pasajes significativos de la Repblica platnica.
Me centrar en dos pasajes del mencionado dilogo que presentan dos
tratamientos diferentes pero complementarios del teman.
En primer lugar tomar el pasaje 392c-398b, en el Libro III de la Repblica. En
este pasaje encontramos un anlisis de la m en sentido estricto, por ponerlo de
algn modo, a partir del anlisis de cmo se relatan los mitos, la lexis.
Se toma el concepto de como criterio para una distincin entre tres clases
de relato, partiendo desde la base de que siempre se trata de (narracin): hay
un relato simple, (392d5 y 394b5) o sin mmesis,
(393d1); un relato imitativo o por medio de la imitacin, (392d5 y
394c1), finalmente, hay un relato mixto que combina ambas formas.
Cito a modo de ejemplo Repblica 394b8-c5:
,
, , ,
- -
, ...
creo que ahora puedo hacerte claro que hay, en primer lugar, un tipo de poesa y composicin
de mitos ntegramente imitativa - como t dices, la tragedia y la comedia -; en segundo lugar, el que se
produce a travs del recital del poeta, y que lo hallars en los ditirambos, ms que en cualquier otra parte;
y en tercer lugar, el que se crea por ambos procedimientos, tanto la poesa pica como en muchos otros
lugares
Vemos pues que el primero es propio del gnero lrico, del cual Platn menciona
slo el ditirambo; el segundo de la dramtica y el tercero de la epopeya2.
Sin embargo, la intencin de Platn en este pasaje no es simplemente hacer una
clasificacin de los tipos de diccin. En efecto, la reflexin se encuentra dentro del plan
propuesto al comienzo del Libro II de tratar, en torno al tema de la justicia y la injusticia
en la polis, el problema de la educacin que deben recibir los que han de ser los
1 CORNAVACA, 1990:2
2 Es interesante llamar la atencin aqu acerca del hecho de que la tragedia (gnero mimtico por
excelencia) procedera de un gnero que no es mimtico.
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guardianes de la ciudad a fundar. As pues, la cuestin inicial del pasaje, que en un
principio sera ms bien tratar de establecer cmo ha de ser la lexis de los poetas
aceptados en la ciudad a fundar, la vuelve a plantear Scrates en otras palabras:
deben ser nuestros guardianes aptos para la imitacin, o no? (394e). Veamos cmo
concluye la argumentacin:
si hemos de mantener nuestra primera regla, segn la cual nuestros guardianes deban ser
relevados de todos los dems oficios para ser artesanos de la libertad del Estado en sentido estricto, sin
ocuparse de ninguna otra cosa que no conduzca a sta, no ser conveniente que hagan o imiten cualquier
otra. Pero si imitan, correspondera que imiten ya desde nios los tipos que les son apropiados: valientes,
moderados, piadosos, libres y todos los de esa ndole. En cambio, no debe practicarse ni el servilismo ni
el ser hbil en imitarlo para que no suceda quem a raz de la imitacin, se compenetren con su
realidad. (395b10-c10)
En efecto, habra por parte de Scrates, una casi total exclusin de los gneros
mimticos y por tanto, una condena a los dos subgneros dramticos la tragedia y la
comedia as como de la epopeya, y por tanto de Homero, jefe de los trgicos.
El tema va a ser retomado en el Libro X de la Repblica, donde se va a ampliar un
poco la mirada respecto de la . En este libro encontramos dos secciones que
tratan el tema en cuestin: en la primera (595a-602c) se condena la poesa justamente
por ser un arte mimtica; en la segunda (602c-608b) se la descalifica por el efecto que
tiene sobre el hombre.
Al comienzo del primer fragmento, Scrates plantea a su interlocutor la pregunta
de que guiar la argumentacin: Podras decirme en lneas generales qu es la
mmesis?
La discusin en busca de la respuesta permite concluir, a partir de ejemplo de un
pintor, que imita representando cosas del mundo fenomnico, que a su vez remiten a las
ideas, que el , imitador, se ubica en un tercer grado de distancia con respecto
a la verdad. La argumentacin de desarrolla como sigue:
-No son tres las camas que se nos aparece, de una de las cuales decimos que existe en la
naturaleza y quem segn pienso, ha sido fabricada por Dios Otra, la que hace el carpintero Y la
tercera, la que hace el pintor llamas consiguientemente mimetiks al autor del tercer producto
contando a partir de la naturaleza? (597b5-e4)
Poco ms adelante en la conversacin llegan a una nueva conclusin que agrega
caractersticas a este mimetiks. [la imitacin del pintor] es imitacin de la realidad o
de la apariencia ( ... 598b3-4) De la apariencia, se
conviene. En efecto, lo que produce el arte mimtico, llamado , no es ms que
una imagen parcial e incompleta del mundo fenomnico.
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Platn ha reducido la imitacin a una mera representacin, de objetos reales y con ello ha
ubicado las artes imitativas en un tercer plano ontolgico, tercero a partir de la verdad3
Sin embargo, toda esta calificacin se ha referido particularmente al adjetivo
mimetiks. La pregunta en 598b4 acerca de si la pintura es imitacin de la realidad o de
una apariencia, deja la impresin de que el sustantivo mmesis es ms amplio.
As pues, con el examen que a continuacin hace Scrates de Homero, se llega a
la conclusin de que todos los poetas, comenzando por Homero, son imitadores de
imgenes de la excelencia y de las otras cosas que crean, sin tener nunca acceso a la
verdad (600e6-9). Ms adelante se aade el ejemplo de las tres artes que hay sobre el
mismo objeto: el del que la usa, el del que la hace, el del que la imita De aqu se
deriva a la conclusin del pasaje en la que se afirma que el mimetiks no sabe nada
digno de mencin en lo tocante a aquello que imita, sino que la imitacin es como un
juego que no debe ser tomado en serio.
El segundo texto de Repblica que tomar comienza a continuacin y trata sobre
el efecto de la poesa mimtica en sus receptores. Aqu se agrega un dato ms para
descalificar la poesa, no slo est alejada de la verdad, sino que se dirige a la parte ms
vil del alma.
Se formula pues la ltima y mayor acusacin contra la poesa mimtica, su
capacidad de daar incluso a los hombre de bien, con excepcin de unos pocos 605c7.
Esto justifica la total exclusin de Homero, el primero de los trgicos y se reconocen
como nica poesa admisible los himnos a los dioses y las alabanzas a los hombres
buenos (607a4)
Procurando sintetizar lo escrito y con la intencin de vincular ambos textos de la
Repblica, podramos decir, con siguiendo la lectura de Cornavaca, que Platn estara
manejando dos conceptos de mmesis, distintos pero no contradictorios.
Hay, por un lado, una mmesis, descripta en el Libro III, que consiste en hacerse
semejante a aquello que se imita. Por otro lado, hay una mmesis mimtica, consistente
en la representacin de una imagen aparencial, descalificada claramente por Platn en el
Libro X.
Cornavaca llega a esta divisin a partir de una distincin de los trminos usados
por Scrates en el pasaje en el que define la pintura como una imitacin de objetos
aparentes. Aparecen, con diferente connotacin, los trminos mimetiks, mimets y
mmesis. Una vez que el interlocutor acepta que la pintura es mmesis de la apariencia,
entonces Scrates se referir a este tipo de mmesis como mimetik. En efecto, la
3 CORNAVACA 1990:7
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aparicin de este nuevo trmino sugiera la posibilidad de otro tipo de mmesis, que ser
la referida a la verdad.
De esta mmesis es de esperar que, si bien implicara semejanza y un grado de representacin,
podra significar una imitacin que no excluya el conocimiento, que no posea, al menos en el mismo
grado, las caractersticas negativas de la mimetik, y por tanto, que pueda tener alguna chance de
supervivencia en la ciudad platnica.4
Esto haba sido anticipado de algn modo en el Libro III, es excluido de la polis
el imitador de lo mltiple, el mimetiks (395a2), pero esto deja lugar a preguntarse por
el otro imitador, el que imita slo una cosa. Posibilidad que vuelve a aparecer cuando se
da a los guardianes la posibilidad de imitar las cosas convenientes a ellos (395c3-8).
Ante esta posibilidad de una mmesis aceptable, el criterio para su valoracin ser
el contenido de la imitacin, puesto que sta tiene un efecto directo en quienes imitan.
Vemos pues que son variadas las alusiones que Platn nos deja de la existencia de
una buena mmesis. Sin embargo, sta no se desarrolla de la forma en que se condela
la mimetik. Pero s queda en claro que ser esencial en esta mmesis el objeto imitado.
A modo de cierre y muy brevemente podemos agregar el hecho de que, partiendo
desde esta perspectiva de lectura, Ramn Cornavaca esboza la posibilidad, tambin
presente en Gaiser, de que Platn se est presentando a s mismo como el poeta-
filsofo, a travs de cuya mmesis se aproxima al mundo fenomnico la verdadera
realidad5.
En palabras de Gaiser: non difficile pensare che Platone voglia che i suoi
dialoghi e precisamente anche la stessa Repubblica siano da intendersi come una nuova
poesa, al servicio dellAret e della Verit (p 119)
4 CORNAVACA 1990:12
5 Cfr. Idem, pp. 12-17
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BIBLIOGRAFA
- Las traducciones de los dilogos son todas las de Editorial Gredos, reeditadas
por RBA Coleccionables (tambin las del trabajo del In)6:
o Apologa de Scrates e In: Barcelona, 2007. Traduccin de J.
Calongue Ruiz, E. Lled igo y C. Garca Gual.
o Leyes: Barcelona, 2007. Traduccin de Francisco Lisi.
o Repblica: Barcelona. 2007. Traduccin de Conrado Eggers Lan.
- Los textos griegos fueron todos obtenidos de la Perseus Digital Library, en
http://www.perseus.tufts.edu/hopper/.
- Cornavaca, R. 1990. Mmesis en la Repblica de Platn. Para el curso
Mmesis, realidad y mundos posibles.
- Gaiser, K. 1984. Platone como scrittore filosfico. Napoli Bibliopolis.
6 A veces he cambiado en las traducciones el trmino imitacin por mmesis y otros cambios del estilo,
con intencin de recuperar el trmino griego.