Homo Nuper Factus [en Torno a s. Ireneo, Adv. Haer. IV, 38, 1]

Homo nuper factus [En torno a s. Ireneo, Adv. haer. IV, 38, 1]

La condicin primera de Adn intrig desde antiguo. Trat base de conocer el hecho y su razn. E1 protoplasto,

482 ANTONIO ORBE, S. I.

Los primocnditos (ol ), aunque difieren en nu mero y cada cual est delimitado y circunscrito, dan a entender, por la seinejanza de las obras, (su) unidad e igualdad y similifud. Pues entre los Siete no se le dio a uno mas y a otro menos. Ni les falta

progreso alguno (). Desde un principio recibieron de Dios, por medio del Hijo, la perfeccin ( ) junto con la primera gnesis 3.

Los Siete arcontes cualificados, aderns de inmviles en esen cia, poseen unidad, igualdad y similitud (

). Difieren numricamente y tienen cuerpo y forma pro pios. Adems de la primera gnesis 4, naturaleza perfecta en el

orden substancial, han recibido del Padre, mediante el Hijo, la teleisis divina, ya desde el principio. Y en sta no se diferencian cualitativa ni cuantitativamente. No cualitativamente, a juzgar por la unidad y semejanza de lo que hacen. Tampoco cuantitativamente, pues nadie recibi mas que el otro, ni les falta grado alguno de perfeccin.

Poco despus, a raiz de una cita paulina, agrega Clemente : ' Una es la claridad de los seres celestes, otra la de los terrenos,

una la de los ngeles, otra la de los arcngeles' (cf. 1 Cor. 15,40). Asi corno en comparacin con los cuerpos de ac v. gr. astros

(los Primocnditos) son incorpreos y sin forma, mientras en cotejo con el Hijo son cuerpos dotados de medidas y sensibles : asi tam bin el Hijo comparado con el Padre. Cada uno de los seres espiri tuales posee una propia virtud y una economia propia. Mientras, por haber juntos venido a la existencia y recibido la perfeccin ( ), los primocnditos tienen la liturgia comn e indivisa 5.

Los seres espirituales (ngeles, arcngeles... elementos celes

tes) poseen una virtud y dispensacin particular, cada cual la suya ( ... ). En cambio los primocnditos, no obstante su mutua distincin numrica, par ti ci pan en el mismo culto divino

' por haber venido al ser juntos

3 ET 10,3-4. Vase C. A. M. Oeyen, Las Potencias de Dios en los dos primeros siglos cristianos, Buenos Aires 1963, p. 10 ss. 4 E1 termino figura en s. Justino (1 Apol. 61, 10), con anlogo tecnicismo, para indicar el origen perfecto en el orden substancial (' ;. debia de ser conocido de los valentinianos. Heraclen (fr. 2, ed. Brooke) alude a . Cf. Orgenes, In Ioh. II, 21 (Preuschen 77, 26ss). El Demiurgo valentiniano, corno buen arconte, habia venida a la luz

' secundum suam substantiam perfectus ' : Iren.

II, 19, 6. Vase G. Strecker, Das Judenchristenium in den Pscudoklementi nen, Berlin 1958, p. 199 s.

5 ET 11,3-4. Vase Oeyen, o. c., p. 23 n. 60, y p. 40 ss.

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HOMO NUPER FACTUS 483

y recibido juntos la perfeccin La comunidad de origen y de teleidsis divina determina la comun e indivisa liturgia, la

' virtud

y economia '

igual de todos Siete. E1 Alejandrino indica, al parecer, que tal comunidad no se

aplica a los simples ngeles y arcngeles. Afrma, sin otros perfles, la diferencia entre la primera gnesis, y la teleidsis ulterior

( , ), recibida con ella. Apunta la relacin intima entre lo perfecto y la liturgia a que son llamados los pri mocnditos, en virtud de su dignidad. ET 11,3-4 completa las noticias de ET 10.

Los primocnditos difieren entre si, por la forma y substrato

propios. En todo lo dems son unos. La semejanza de las obras

se traduce por la comn e indivisa liturgia. Distintos pues num ricamente en lo naturai vinculado a la primera gnesis, no se distin

guen en lo divino, recibido del Padre jvrnto con su esencia. Empero tanto lo naturai corno lo perfecto ( divino) es en ellos, desde el principio, inmutable, cualitativa y cualitativamente uno.

No bien existieron, trajeron la teleidsis divina. Por lo na

turai, son incapaces de incremento del estadio infantil al adulto. Y por la perfeccin cabal (divina) que les regal Dios mediante el Hijo, son egualmente incapaces de crecer. Nacieron naturai y divinamente perfectos, inmutables, en continua unidad con los de ms. Nadie posee mayor perfeccin ahora que en su primera apa

rici n; en soledad consigo, que junto con los dems. La teleites comun e indivisa es una en los Siete, y sin posible incremento.

Los ngeles y arcngeles, merced a la propia virtud y econo

mia, denuncian asimismo una liturgia y servicio particulares, in

dependientes. Lo que da lugar a una perfeccin divina individuai incrementable y distinta: mayor hoy que al principio, en uno que en otro.

Representen no los Excerpta ex Theodoto {loc. cit.) el pen

samiento genuino de Clemente, se apartan mucho de la ideologia

de s. Ireneo. El Santo ignora la diferencia entre los primocn ditos, y los ngeles y arcngeles. Los seres anglicos no difie ren en absoluto, a lo ms corno pueden diferir los humanos '

servidores ', del intendente Arcngel, consiervo suyo, a que

Dios les someti6. Les caracteriza, frente a Adn y Eva, la ma

Cf. Iren., Epid. 11 : Este magno universo, hecho y preparado por Dios antes de la plasmacin del hombre, con todo su contenido, fule otorgado corno reino. En este reino tenia tambin a su disposicin a los servidores

de aquel Dios que todo lo habia creado. E1 reino lo gobernaba un Admi

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durez congnita. E1 hombre viene nino, el ngel servidor del hombre 1 adulto. Imperfecto el amo, perfecto el criado.

Ireneo no distingue la substancia anglica, de lo perfecto ( ) recibido de Dios. Destaca simplemente su madurez, en antitesis con lo infantil del hombre. 1 Concibe al ngel, adulto

por doble titulo, naturai y divino? Epid. 12 ni lo afirma ni lo

niega. Su idea de la infancia humana desde el punto de vista ' econmico ', divino induce a pensar algo parecido del ngel.

El hombre era infante en lo divino, y por serio cay. El ngel era adulto, y jams hubiera caldo a no mediar espontnea mali eia. Lo que Adn por dbil, hizo el ngel por maligno.

A lo mismo lleva la libertad, comn a hombres y ngeles Con ella recibi Adn el buen consejo de Dios, a fin de consumarlo mediante la obediencia8 a un nivel sobrehumano, correspondiente al bien recibido de El. 1A qu concebi r de otra suerte la libertad del ngel?

Segun eso, tambin el ngel recibi, adems de la naturaleza, un bien superior, venido del Padre mediante el Hijo. El estado adulto con que le caracteriza el Santo, frente al hombre, encubri

ria ambas perfecciones, substancial y divina. Lo que para Clemente tocaba a solos primocnditos, se extenderia a todos los ngeles. Adulto desde su aparicin en lo naturai y en lo

' econmico ', con

trastarla el ngel con el hombre, infante en lo divino y en lo hu

mano. ; ' ! ili,, ! I . il ' ' ! "' i if S. Ireneo no revela su fuente de inspiracin . Admite la an

titesis, corno axioma. Su naturai sobriedad y la animadversin a la compleja angelologia gnostica le disuadieron de las jerarquias clementinas. Si para el Alejandrino la congnita perfeccin, na turai y divina, de los primocnditos no requeria demostracin, me nos la reclamaba para s. Ireneo la madurez del ngel, cualquiera que fuese su particular misin.

En definitiva, para el Santo la doble teleisis anglica no plan teaba dificultad. Los ngeles, desde el principio, eran lo que siem pre; libres de todo proceso en lo naturai y en lo divino.

nistrador general, puesto al frente de todos sus coservidores : los servidores eran ngeles, el Administrador general arcangel.

7 Cf. Adv. haer. IV, 37, 1 ss. 8 Cf. IV, 37, 4: Sed quoniam liberae sententiae ab initio est homo, et

liberae sententiae est Deus, cui ad similitudinem factus est; semper consilium datur ei continere bonum, quod perficitur ex ea quae est ad Deum obedien tia. Vase IV, 38, 4 ante finem.

9 Puede verse F. Weber, Judische Theologiej Leipzig 1897, p. 166 ss.

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EL HOMBRE Y SU PRIMERA NDOLE

Planteamiento

Habia muchos enigmas en la historia de Adn. Uno de ellos se enredaba con el eterno unde molimi. Es inexplicable que un

Dios bueno haya creado al hombre tan imperfecto corno le descri be Moiss.

La cosa trascendi a eclesisticos y herejes. A los unos, corno

problema de exegesis; a los otros, corno arma de combate. A to

dos, corno premisa de antropologia sobrenatural.

Por lo que toca a la perfeccin fisica, si las dems especies naturales no crearon dificultad, tampoco la especie humana, en

cuanto tal. Lo indica sobriamente el autor de los Stremata :

Decimos que Adn ha sido hecho perfecto ( ) en cuanto

a la plasis, pues nada de cuanto caracteriza la idea y la forma de

hombre le falt. Aquello en cambio que iba recibiendo la perfeccin

( ) in fieri y era justificado mediante la obediencia, aque llo era lo que se convertia en varn, a saber, lo que estaba en l

( el libre albedrio) 10.

Ni el cuerpo ni el alma eran substancialmente imperfectos en

Adn. Pero habia quizs en l algo ' divinamente ' perfectible, me

diante un proceso real vinculado al libre ejercicio de la obediencia sumisin al Senor. Era de presumir, dado el destino del hombre,

que su verdadera teleisis estuviese mas alla de la primera plasis.

El hombre se dice '

perfecto '

en sentido muy vario :

a) hay el hombre espiritual, a que alude s. Pablo11.

b) hay el hombre perfecto en su generacin, corno No

(Gen. 6,9; Sirac 44,17)12, que camina ante Dios en integridad

io Stremi. IV, 23, 150, 3 s. 111 Cf. V, 6, 1 Perfectus autem homo, commixtio et adunitio est animae

assumenti^ Spiritum Patris, et admixta ei carni, quae est plasmata secundum

imaginem Dei... Quum autem Spiritus hic commixtus animae unitur plasmati, propter effusionem Spiritus spiritualis et perfectus homo factus est; et hic est qui secundum imaginem et similitudinem factus est Dei... Commixtio autem et unitio horum omnium perfecfum hominem efficit. Et propter hoc

apostolus seipsum exponens, explanavit perfectum et spiritualem salutis ho

minem, in prima epistola ad Thessalonicenses dicens sic (1 Thes. 5, 23) : ' Deus autem pacis sanctificet vos perfectos, et integer vester spiritus et

anima et corpus sine querela in adventum Domini Iesu Christi servetur'. 12 Vase Epid. 19.

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486 ANTONIO ORME, S. I.

de vida, sin por eso excluir limitaciones morales ni incremento en

la virtud. Perfecto era, en el N.T., el dicono Esteban13; y muy

perfectos e irreprensibles querian los apstoles a los sucesores14.

c) hav el hombre dotado del Espiritu en medida incompati ble con toda transgresin15 ; perfecto hasta la impecancia.

Cabria senalar otras acepciones16 del en su aplica cin al hombre. El hombre es relativamente perfecto, cuando posee todas las cualidades relativas a su esencia y jerarquia. Tal el in dividuo compuesto de cuerpo y alma, hecho a imagen y semejanza de Dios. Si le toca atravesar varios estadios infante, nino, ado

lescente, joven, adulto, 'senior' - en todos ellos mantendr su

perfeccin relativa17. Seria arbitrario reclamar del infante la te

leisis del anciano. El individuo es capaz de perfeccin divina, en sentido no ab

soluto. Sean cuales fueren los grados de participacin en ella,

el hombre dicese perfecto divino. Participe corno cinco, sera per fecto corno cinco, aunque participando corno diez sea mas per fecto ls.

La teleiosis absoluta, en igualdad con el Padre, se cumple nicamente en el Hijo de Dios desde su primer origen 19. El Verbo

ignora estadio alguno, relativa ni absolutamente imperfecto. En gendrado por Dios,

' todo Verbo e Intelecto ', circunscribe al Pa

dre, corno medida de El por entenderle totalmente desde el prin

cipio120. Y del Unignito se comunica la teleiosis absoluta a la

humanidad asumida por El21.

13 cf. Ili, 12, 13. Cf. Ili, 3, 1. 115 Cf. V, 12, 2. 16 Vase W. F. Arndt-F. W. Gingrich, A Greek-English Lexikon of

the New Testamcnt and other Early Christian Literature, Cambridge 1963, p. 816 s.

" Cf. II, 22, 4; 24, 4. 18 Cf. E. Ki.euba, Die Anthropoogie des HI. Irenaeus, Munster i. W.

1894, p. 159 ss. 19 IV, 13, 4: sed neque Abrahae amicitiam propter indigentiam assumpsit

Dei Verbum exsistens ab initio perfectus. IV, 38,2: et propter hoc coinfan tiatum est homini Verbum Dei cum esset perfectus. V, 1,1: a perfecto et eo qui est ante omnem conditionem augmentum accipientes ... secundum mi nistrationem Verbi qui est perfectus in omnibus.

20 Cf. IV, 4, 2 : Mensura enim Patris Filius, quoniam et capit eum. II, 28,5 : Deus autem totus exsistens mens et totus exsistens logos, quod cogitai hoc et loquitur, et quod loquitur, hoc et cogitat. Cogitatio enim eius logos et logos mens, et omnia concludens mens ipse est Pated. Vase G. N. Bonvvetsch, Die Thcologic des Irenaeus, Gutersloh 1925, p. 57 ss.

21 Cf. infra p. 531.

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Tornemos a las tres acepciones. La unica que interes hist

ricamente en el estudio del hombre, recin creado, fu la tercera

y ltima. En rigor, la teleidsis difiere de la impecancia ( ), y el hombre perfecto, del impecable ( ). Pudo Adn no haber faltado en el Paraiso, ganando continuamen te en perfeccin positiva. Sin embargo, en la primera teologia, impecancia y perfeccin se confundieron. Slo un hombre impe cable merece el nombre de perfecto.

Habia razones para simplificar asi. La parabasis denuncia la

imperfeccin real del hombre. Es signo inequivoco22 de una con dicin inmatura. Asi corno la impecancia, lo es prcticamente de la teleidts.

Sin equivocar necesariamente nociones, vinose a formular el

gran problema del origen inicial del protoplasto. Adn, fu crea do en condicin perfecta, impecable, no?

SOLUCIONES VARIA5

a) Escritos pseudoclementinos

Adn fu gestado ( ) por las manos de Dios. el

trmino figura tres veces en las Homilias 23

por influjo probable de Ps. 119, 73 de Job 10, 8 24. Quien tuvo por matriz las manos divinas hubo de venir dotado inamisiblemente del Espiritu Santo.

Este envolvi su alma, corno vestido irrompible, a fin de inmorta

lizarle 25. Adn no pudo pecar, y jams incurri en transgresin 2e,

ni la muerte se introdujo por su medio en el mundo27. Los dones

amontonados por Dios sobre l le colocaban, por encima de las

pasiones, en una apathia comparable a la de Cristo;2S. Adn, un

22 Enseguida veremos la excepcin de s. Metodio de Olimpo. 22 Homi!. II, 52, 2; Ili, 17, 1 y 20, 1. 24 Cf. H. J. ScHOEPS, Aus friihchristlicher Zeit, Tiibingen 1950, p. 7 s. 22 Homil. Ili, 20, 3. 2 Homil. II, 52, 2. 22 Homil. Ili, 20, 3. 28 Cf. Homil. Vili, 10 y el paratelo de las Recogniciones IV, 9: Deus

cum fecisset hominem ad imaginem et similitudinem suam, operi suo spira men quoddam et odorem suae divinitatis inseruit, ut per hoc participes facti

mortales Unigeniti eius, per ipsum etiam amici Dei et filii adoptionis existe

rent; unde et qua via id possint adipisci, ipse eos ut propheta verus edocuit, sciens quibus actibus hominum delectaretur Pater. Unus itaque apud ho

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gido con la plenitud del Espiritu Santo, vino a ser el Cristo28, el verdadero Profeta30, dotado de inmortalidad31, y en consecuen

cia absolutamente impecable32. La descripcin del pecado (Gen. 3,1 ss.) es falsa. En el Gnesis hay elementos adulterinos. La

Ley de Dios se la entreg Moiss a los LXX ancianos por tra dicin meramente orai. Luego de su muerte, la puso alguien por escrito33, introduciendo falsedades inexistentes en la paradosis mo saica 34. Una tesis anloga invocaban los adversarios de s. Ireneo

en el campo del N.T. 35.

El criterio para discernir las falsas pericopas de las verda deras descansa en la prognosis30. Asi lo ensena el autor, por boca de san Pedro :

Ha sido mezclado lo verdadero con lo falso. Recuerdo que por eso dijo El en disputa con los Saduceos (cf. Me. 12,24; Mt. 22,29): ' Os equivocis por no conocer lo verdadero de las Escrituras ( ), e ignoris de consiguiente la virtud de Dios

' 37. si

mines tunc Dei cultus erat, mens pura et spiritus incorruptus. Et ob hoc omnis creatura humano generi foedus inviolabile conservabat. Ob reveren tiam namque Creatoris nulla aegritudo in eos, nullum vitium corporis, nulla ciborum dominata corruptio est, ex quo fiebat, ut mille annorum aetas in

fragilitatem non inciderei senectutis. Agregar Hom. Ili, 17. 21, 2. 09 Cf. H. J. Schoeps, Theologie und Geschichte des Judenchristentums,

Tiibingen 1949, p. 104 ss. ; Per Beskow, Rex Gloriae, Stockholm 1962, p. 117. 30 Recogn. I, 45 y 47. Vase Schoeps, Aus friihchristl. Zeit, p. 8s. si Homi!. III, 21, 1. 32 Algunos criticos descubren la impecancia de Adn en Enoc eslavo

31,6: ' (Satn) entro en el Paraiso y engafi a Eva; a Adn no le toc'.

Asi W. Bousset (Religion des Judentums, Tiibingen 21926, p. 352), R. Kurt

(Die Mandder, I, Gttingen 1960, 155 ; II, 1961, 236) y G. Strecker (Dos Judenchristentum in den Pseudoklementinen, Berlin 1958, p. 147). La clu sula invocada no tiene que ver nada con la impecancia del protoplasto. Sobre su significado dijimas en : Orientalia Christiana Periodica 29 (1963) p. 307.

L. Troje (Adam und Zoe, Heidelberg 1916, p. 45, 3) asegura algo pare cido :

' tambin en la Gnosis mandea est inmune Adn contra las tentaciones del corruptor mediante el Espiritu que en l habita

' ; y cita a W. Brandt

(Mandaische Religion, p. 190). Sospecho, a juzgar por las referencias de R. Kurt, loc. c. que nuestros criticos pasan de la impecancia del Adn celeste, Anthropos de Luz (= filius Hominis), a la del Adn histrico. El error, muy corriente entre los comparatistas, equivaldria prcticamente a confundir la impecancia del Unignito con la del protoplasto.

ss Homi!. Ili, 47. 1. a* Homil. II, 38, 1. Cf. Homil. Vili, 10, 3. 35 Cf. Ili, 2, 1 : Non enim per litteras traditam illam (= Traditionem),

sed per vivam vocem ; ob quam caussam et Paulum dixisse (I Cor 2,6) : ' Sapientiam autem loquimur inter perfectos ; sapientiam autem non mundi

huius '. Vase adems III, 2, 2. se Homil. Ili, 15. 37 Cf. A. Resoh, Aussercanonische Paralleltexte zu den Evangelien,

Leipzig 1894, p. 268 s.

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les ech en cara que ignoraban lo verdadero de las Escrituras, fu es claro porque las hay falsas. Y lo mismo, cuando dijo: 'Ha ceos buenos cambistas '3S, pues hay orculos verdaderos y falsos3A

La narracin del pecado de Adn no proviene de Moiss, ni ofrece garantia alguna de verdad. La transgresin se present en

sus hijos, y habrn de borrarla haciendo por volver a la nobleza

() de su inocente padre40.

Porque seguii estoy persuadido (habla Pedro) ni Adn era trans

gresor, el concebido por las manos de Dios; ni No era ebrio, el que fu hallado justo mas que todo el mundo; ni Abrahn convivia j un tamente con tres mujeres, el que por la moderacin ( ) mereci tener muchos hijos; ni Jacob tenia trato con cuatro, de las cuales dos resultarian tambin hermanas, el que fu padre de las doce tribus y notific la futura venida de nuestro Maestro; ni Moi ss era asesino y aprendia a juzgar de un sacerdote de idolos, el

que profetiz a todo el siglo la Ley de Dios y por la mente recta recibi testimonio de ' administrador fiel ' 41.

Solucin simplicisima, demasiado simple, que salvaba ambos extremos : Dios Bueno y hombre bueno. La perfeccin e irnpe cancia de Adn respondia a la del Creador.

b) San Metodio de Olimpo

Ni siquiera los rabinos habian recurrido, que yo sepa, a la

impecancia de Adn. Explicaban la transgresin de mil maneras, sobre la base textual del Gnesis, sin acudir a las falsas perico pas. La mayoria de los eclesisticos sigui los cauces habituales del

judaismo tradicional. Pero hubo quien desenton con una exege sis que recuerda algo la pseudoclementina, Metodio de Olimpo.

El autor del Symposion arranca de una idea paulina, adopta da por los primeros exegetas cristianos del Hexaemeron

42 : Adn

y Eva, el hombre y la mujer, simbolizan a Cristo y la Iglesia. se pregunta :

38 CI. A. Resch, Agrapha, Leipzig 1906, p. 112 ss. 39 Hom.il. Ili, 50, 1 s. Vase G. Strecker, . c., p. 166 ss.

Cf. Homil. X, 6 y Recogn. V, 13. Vase A. Struker, Die Cott ebenbildlichkeit des Menschen, Munster i. W. 1913 p. 68 n. 2.

^1 Homil. II, 52, 1-3. 12 Cf. Sympos. Ili, 1 51 ss. ed H. Musurillo. Vase M. J. Routh,

Reliquiae Sacrae I, Oxonii 1846 p. 15 s.

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490 ANTONIO1 ORBE, S. I.

Como puede Adn asemejarse al Hijo de Dios, si incurri en el delito de la transgresin y oy aquello (Gen. 3, 19) :

' Eres tierra

y a la tierra volvers '? Y j cmo pasar por ' primogenito de toda

la creacin ' 43 el modelado con arcilla, despus de (creadas) la tierra

y el firmamento? Y icrno admitir tambin que sea l el rbol de

vida44, si le echan afuera, por causa de la transgresin, 'a fin de

que no extienda nuevamente la mano y comiendo de l viva para siempre

' (Gen. 3,22) ? En una comparacin es menester que lo ase

mejado se parezca a aquello cuya semejanza lleva, y guarde muchos

puntos de parecido; y no que se componga de los elementos contra rios y disconvenientes 4r>.

La armonia no va con la inarmonia. Hay posible comparacin entre dos cosas fisicamente iguales, entre un objeto bianco y otro naturalmente bianco. .iQuin sostiene la comparacin entre Adn

y Cristo, si el uno es mortai, incurri en falta, fu desterrado y condenado a castigo; mientras el otro es impecable, igual siempre a si, esplndido e incorruptible ?4B.

Tales reparos figuran a cuenta de individuos annimos, con

quienes se halla el Santo en desacuerdo. Basta leerle de nuevo:

Estas vienen a ser poco mas menos, creo yo, las objeciones de los mas, (esto es) de todos los que no quieren referir el primer hom bre a Cristo ( ) ; con desprecio, me parece, de la mente de Pablo. Ea ! examinemos con qu rectitud (o justeza) de doctrina refiri Adn al Cristo. No solamente

porque creyese que (Adn) fuera tipo e imagen (del Cristo), sino

(por estimar) que Cristo y l (= Adn) se habian hecho una misma cosa ( ) por haber irrumpido en l (= en Adn) el Verbo anterior a los siglos (8t . ). Pues convenia que el Primognito de Dios y Primer brote y Unignito47, (esto es) la Sabiduria48, se hiciera hombre, en crasis

() 49 con el protoplasto y primero y primognito hombre de los hombres. Era en efecto de alta conveniencia, que el ms an

tiguo de los eones (= el Unignito) y el primero de los arcngeles,

43 S. Pablo (Col. 1, 15) aplica el epiteto a Cristo, no a Adn. Vase J. B. Lightfoot, St Paufs Epistles ta the Colossians and to Philemon, Lon don 1876, p. 246 ss.

44 Cf. Apoc. 2, 7. 45 Svmpos. Ili, 3, 57 ss. Cf. Sympos. Ili, 3, 59. 47 Literalmente ' lo Primognito de Dios y Primer germen y Unignito '.

En neutro. 4S Cf. F. Loofs, Theophilus von Antiochien adv. Marcionem und die

anderen theologischen Quellen bei Ircnacus, Leipzig 1930, 47 ss. 49 Mesclndose. Segun terminologia estoica. Vase R. Cantalamessa,

La Cristologia di Tertulliano, Friburgo (Svizzera) 1962, p. 135 ss. 141 ss. con ejemplos de s. Ireneo y Tertuliano.

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HOMO NUFER FACTUS 491

destinado a hacer vida en futuro con los hombres, entrase a habitar en el mas antiguo y primer hombre de la humanidad, en Adn. Porque de est suerte, reproduciendo lo (habido) desde el principio (en Adn) y tornando de nuevo a modelar (al hombre) de una Virgen y de Espi ritu, construye al mismo. Pues tambin en los principios, siendo la tierra virgen an y no labrada, tomo Dios de ella lodo para modelar sin simiente al animai racional30.

La idea de Metodio toma extranos derroteros. No le basta la relacin de figura a antitipo, entre Adn y Cristo. Ambos se hicieron lo mismo ( ), no por identidad absoluta, sino

por '

commixtin '

crasis. El Cristo unise a Adn, corno ms

tarde el Verbo al fruto de la Virgen y del Espiritu, formando uni dad. El Cristo representa al Verbo anterior a los eones, el ms

antiguo de ellos, el primero de los arcngeles, el primognito de Dios y primer germen y Unignito. Ms aun, es la Sabiduria. Adn en cambio se ofrece corno protoplasto y primero y primo

gnito de entre los hombres, el hombre ms antiguo y primero de la humanidad.

La Gorrespondencia entre el Primero de los eones y el pri mero de los hombres induce a ver en Adn un anticipo de lo que se cumplir en Jesus: la crasis entre el Cristo, Unignito de Dios, y el protoplasto. Jesus reproducir lo que tuvo lugar en Adn, corno nueva edicin de lo realizado antes.

Metodio recoge una circunstancia, sospesada por Ireneo, Ter

tuliano y algunos gnsticos51. Adn vino de dos elementos : en cuanto al cuerpo, de tierra virgen, no labrada ni llovida ni sem

brada naturalmente; en cuanto al alma, del Soplo Espiritu. Jesus

hubo de venir egualmente de una Virgen y de Espiritu. Si en la humana constitucin convenian ambos tan intimamente, ; por qu

no en la crasis con el Cristo, Primognito de toda la creacin?

Tal parece el pensamiento de Metodio2. A raiz de la crasis

Unignito/hombre, Adn y Jesus son levantados a igual dignidad. De ahi la solucin a una de las dificultades de quienes no sentian

con el autor del Symposion. ; Como hacer a Adn, ' Primognito

de toda la creacin ', si fu modelado de arcilla mucho despus de la tierra y del firmamento? Respuesta : Adn, hombre, es posterior

r' Sympos. III, 4, 59 ss. 51 Cf. Evang. sec. Phil. 83 (71, 16 ss.). 52 . Musurillo [5Y Methodius. The Symposium (Ancient Christian

Writers, No. 27) 17; Mthode d'Olympe, Le anqnet (Sources Chrtiennes,

95) 19] conoce el problema; pero no lo aborda. Vase ibid. (The Symposium,

p. 176 y 197) alguna bibliografia.

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a la tierra y al firmamento. En crasis con el Primognito de la creacin y mas antigo de los eones, pasa a ser Primognito de Dios

y Unignito. Metodio no se arredra, al parecer, ante la doble encarnacin

del Unignito: primero en Adn y luego en Jesus. Mantiene, es

claro, la diferencia numrica. Uno era el cuerpo de Adn y otro

el de Jesus ; una el alma de Adn y otra la de Jess. La misma

persona divina del Hijo de Dios habitaba en dos naturale zas humanas distintas, distanciadas en el tiempo.

La audacia de s. Metodio no conoce limites. Consciente de la triste historia de Adn, que

' los ms ' le objetaban, trata de pre venir dificultades.

Aydeme el profeta Jeremias, testigo fidedigno y claro. baj a la casa del alfarero dice (Jer. 18,3 s.) y ved que hacia per sonalmente obra sobre las piedras. Y cay el vaso que estaba ha ciendo con sus manos. Y de nuevo hizo de l otro vaso (

), segn le gust hacer '. Porque Adn, digmoslo asi, era arcilla en fabricacin y masa humeda y blanda. No habia aun llegado a endurecerse y petrificarse con la incorrup cin corno una teja , y el pecado destilndose y penetrando (en l) corno agua le disolvi. Hubo de humedecerle nuevamente Dios desde arriba y modelarle en barro para honor53, dandole primero consistencia y fijeza en el seno virginal, y unindole y mezclndole

() con el Verbo 5i. Una vez libre de licuarse y quebrarse sacle a la vida para que no viniera a caer de nuevo por haber su cumbido a las olas externas de la corrupcin y reducidose a agua 55.

Ningn asomo de indecisin. Atento al texto de Jeremias, imagina poder demostrar que el Unignito baj a la primera obra

del Creador al protoplasto

y se le uni. Pudo en tales condi

ci ones caer Adn en el pecado?

Cf. 2 Tim. 2, 20 s. 154 La idea paso, mudando el .signo cristolgico en bautismal, a Gregorio

de Elvira (Traci, de libris SS. Scripturarwn XIV, ed. P. Batiffol 159 s. = P. L. S. 1, 444) : Ecce Hieremias propheta dicit (Jer 18, 3) : 'Et duxit me Dominus in domum figuli ubi vasa faciebat. Cecidit inquit vas de rota et confractum est ' : quodque rursus in aqua refudit ut denuo vas melius fingeretur. Lutum itaque est quod de terrae limo divi figuli manus in for mam humani corporis expresserat et ad imaginem Dei plasmaverat. Hoc quia per Adam fuerat vitiis contaminatum et scelerum sordibus inquinatum et ligno transgressionis comminutum, quia necdum fuerat igneo Spiritu in Ecclesiae fornace decoctum, et proinde confractum est, et rursus velut argila in aqua baptismatis temperatum est, ut artifex Dominus, quem figulum dicit, diversam animam in piscina lavacri atque exinde in rota evangeli! imposi tam... Sancii quoque Spiritus calore ignitam, idoneam et capacem ad per cipiendam gratiam caelestem efficit.

55 Sympos. Ili, 5, 61 s.

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HOMO NUl'ER FACTUS 493

Metodio no ve dificultad. La historia lo dice. Adn era ard ila en fabricacin, masa hmeda y blanda. La crasis con el Hijo de Dios no le quit lo que naturalmente era, ni bast a dotarle de

incorrupcin de impecancia. Y a la primera tentacin, sucumbi. La diferencia entre Adn, que cay, y Jess, que jams falt,

no ha de ponerse en la diversa comunin con el Hijo de Dios ambos le estuvieron igualmente unidos , sino en que Adn se hallaba an en formacin en manos del alfarero cuando

irrumpi en l el Unignito; mientras Jesus dejaba tras de si mi lenios de humana existencia, y se encontr ya formado, con en

tera consistencia, al recibir sobre si al Verbo. Metodio quiere indudablemente salvar la inocencia del Hijo

de Dios, librndole de toda culpa. El Verbo, por su crasis con el hombre, no le comunica la incorrupcin. Est le ha de sobrevenir

por otro titulo.

Habia aqui mucho de verdad. El propio Ireneo no asigna la

incorrupcin de la carne de Jesus a la crasis con el Verbo, sino a la union consumada con el Espiritu. Ni fisica ni moralmente

influye, segun s. Metodio, el Verbo en la impecancia de Adn. En esto ltimo descansa la audacia del de Olimpo, que no parece ha ber visto la incompatibilidad

' moral ', realisima, del Adn Cristo con la transgresin. Y ahi se aparta igualmente de los escritos

pseudoclementinos. La uncin de Adn en la plenitud del Espiritu, por comunin

con el Unignito, a) se dejaba sentir fisicamente en el protoplasto, hacindole impecable, segun los pseudoclementinos; b) no asi, se

gun Metodio. En la primera hiptesis, la teleisis de Adn

(= Cristo), definitiva corno era, resultaba incompatible con el re lato de la transgresin de Adn. Debia prevalecer la Tradicin orai sobre la Escritura. En la segunda, la relativa perfeccin del

protoplasto dejaba a salvo la noticia del Gnesis, invulnerable co rno orculo de Dios. La crasis con el Unignito no fu bastante

a librarle de falta. En el orden personal, no pudo Adn ser ms

perfecto; en el naturai divino, era tan imperiecto corno en el humano.

c) Marcin

A Marcin importbale muy poco, por si sola, la indole pri mera de Adn. Le interesaba muchisimo, corno argumento contra la perfeccin de quien le form. Acepta de plano las noticias de

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Moiss. Ningunas armas mejores a su intento. Tertuliano sintetiza asi sus ideas:

Haec sunt argumentationum ossa, quae obroditis : ' Si deus bo

nus et praescius futuri et avertendi mali potens, cur hominem, et qui dem imaginem et similitudinem suam, immo et substantiam suam per animae scilicet censum, passus est labi de obsequio legis in mortem, circumventum a diabolo? si enim et bonus, qui evenire tale quid nollet, et praescius qui eventurum non ignoraret, et potens qui depellere vale

ret, nullo modo evenisset quod sub his tribus condicionibus divinae maiestatis evenire non posset. Quod si evenit, ahsolutum est e con trario deum neque bonum credendum neque praescium neque poten tem; siquidem in quantum nihil tale evenisset, si talis deus id est bo nus et praescius et potens, in tantum ideo evenit, quia non talis deus

' 66.

La estructura del prrafo denuncia en exceso el estilo del afri

cano. E1 argumento marcionita parece sin embargo autntico.

El pecado de Adn echa por tierra la Bondad, Presciencia (o Sabiduria) y Poder del demiurgo. Mal pudo ser Bueno quien no evit tanto mal. Ni Presciente quien ignor lo que iba a ocurrir. Ni Poderoso el incapaz de prevenirlo.

El ataque revestia singular vigor para quien hacia al hom bre consubstancial en cuanto al alma con el creador. Tertu

liano, no muy seguro de sus propias equivocas posiciones 57, de

nuncia el raciocinio de Marcin, fundado en la consubstancialidad

extrema518 : el alma de Adn venia de la substancia misma del

creador, y no obstante cay en pecado. Luego el creador es de

indole accesible al pecado, sometido a las pasiones del alma hu mana.

Pasemos por alto la respuesta, muy deficiente, de Tertuliano.

Marcin admite que el creador hizo lo mejor que pudo y supo. Adn era su obra predilecta. Desde el punto de vista demirgico, sali un hombre perfecto; al talle del creador. Pero esa misma re lativa perfeccin de Adn denunciaba supuesta la inmediata calda del protoplasto la poca altura del creador. El demiurgo

56 Tert., Adv. Marcionem II, 5. Otros testimonios en A. Harnack, Marcion2 p. 271* s.

57 Cf. Adv. Praxean 5, S : idque quo facilius intellegas, ex te ipso, amo, recognosce ut ex imagine et similitudine dei, quod habeas et tu in temetipso rationem, qui es animai rationale, a rationali scilicet artifice non tantum factus sed etiam ex substantia ipsius animatus.

lSS Cf. Adv. Marcionem II, 9: Quidam enim de Graeco interpretantes, non recogitata differentia nec curata proprietate verborum, pr adflatu spiritum ponunt (cf. Gen. 2, 7) ; et dant haereticis occasionem spiritum Dei delicto infuscandi, id est ipsum Deum. Vase J. H. Waszink, Tert. de Anima, Amsterdam 1947, p. 10* s.

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puso toda el alma en su obra, hacindole psiquicamente consub slancial a si. Tenia su bondad y ciencia y poder; pero muy limi tados. Faltbanle la Bondad y Presciencia y Poder absolutos para hacer de Adn un hombre perfecto, superior a las limitaciones y

pasiones humanas. El creador del protoplasto no era Dios. El Dios Bueno, Sa

bio y Poderoso habria formado un hombre divino, espiritual, al nivel mismo de Su Espiritu, impecable, superior a toda debilidad. El contraste entre el Adn histrico obra perfecta del creador

y el Cristo Unignito obra del verdadero Dios da la me dida de las dos perfecciones posibles en el hombre. La unica ver dadera perfeccin absoluta del hombre, la que solo conviene a

Dios, es la divina. Adn no la tuvo. Luego no le hizo el verdade ro Dios. | j ; : : jj |

Implicitamente ensena Marcin que si el Bueno se hubiera

puesto a formar un hombre, se hallaba obligado en virtud de su Bondad, Sabiduria y Poder a dotarle de Sus propias per fecciones. Como si no pudiera crear otro hombre ni otro Adn

que el divino, a la medida del Unignito. Al estudiar la respuesta de s. Ireneo veremos la importancia de tal premisa.

d) Apeles

Acab abandonando a Marcin y en lo que aqui interesa, pro cede con independencia de l 59. Escribi los 38 volumenes de

' Si

logismos '

para desautorizar a Moiss y a los profetas. Gracias

a s. Ambrosio, lector infatigable de Origenes, conocemos algunas fbulas y contradicciones que descubria en el Gnesis.

Apeles no cree en la efcacia conferida por Moiss al rbol de la vida. A ser verdad, podria ms que el soplo mismo de Dios. A farnos del Gnesis, el hombre no sali perfecto, sino en vias de

perfeccin. Cada cual habr de aquirir por propia industria la virtud consumada. En consecuencia, ms adquiere el hombre para si merced a su trabajo, que recibi del creador. Lo cual resulta inadmisible eo.

59 Sobre su doctrina vase: A. Harnack, Marcion 177 ss. 182.192. 160 Cf. s. Ambros., De paradiso V, 28: Plerique enim, quorum auctor

Apelles, sicut habes in XXXVIII tomo eius, has quaestiones proponunt: ' Quomodo lignum vitae plus operari videtur ad vitani quam insufflatio Dei?'

Deinde: 'Si hominem non perfectum fecit Deus, unusquisque autem per in

dustriam propriam perfectionem .sibi virtutis adsciscit, nonne videtur plus sibi

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496 ANTONIO orbe, S. I.

E1 hombre segn premisa implicita del hereje hubo de

aparecer perfecto. No le pudo bastar un germen de perfeccin.

Tuvo que recibir mas de su creador, de cuanto adquiri por in dustria propia. Debi de ser creado perfecto, con una virtud ca bal. Adn no pudo faltar, corno no queramos

con arreglo a

las acusaciones de Marcin admitir la imprevisin, debilidad y poco amor al hombre, en el demiurgo.

Antes de llegar ahi, poniendo mcula en el creador a quien Apeles concibe sumiso en todo al Dios supremo 61, preferible es

negar toda veracidad al relato de Moiss. Y mejor aun, admitir la

preexistencia de las almas *i:2, especie de inteligencias perfectas, mejor dotadas de virtud

' a natura ' de cuanto podrian asimilar por industria propia.

* * *

Las cortas lineas de Apeles, conservadas por s. Ambrosio, no

parecen dar lugar a otras consideraciones. Los criticos han resba

lado prcticamente por ellas. El propio Harnack no halla modo de aclararlas, ni cita paralelos algunos capaces de abrir camino para apurar su alcance63.

Hay sin embargo uno intrigante, que permite urgir la investi

gacin por vias insospechadas. Aludo a un texto de Origenes, lle

gado a nosotros en la versin latina de Rufino. Valo el lector:

Apeles Origenes ' Et dixit Deus : Faciamus hominem ad ima

ginem et similitudinem noetram '

(Gen. 1,26). Tunc deinde addit : ' Et fecit Deus hominem, ad Dei imaginem fecit illum, masculum et fe minam fecit eos, et benedixit eos

' (Gen. 1,27).

Hoc ergo quod dixit 'ad imaginem Dei fecit eum ' et de similitudine siluit, non aliud indi

cat, nisi quod imaginis quidem dignitatem in Si hominem non perfec- prima conditione percepii, similitudinis vero ei

tum fecit Deus, unusquis- perfectio in consummatione servata est: scili

homo acquirere, quarti ei Deus contulit?' ibid. Vili, 38: Ergo non est Scriptura ex Deo. Hoc enim obiciunt qui Vetus non recipiunt Testamentum et has interserunt quaestiones.

Otros fragmentos de Apeles reune A. Harnack, o. c., p. 413* ss. 61 Cf. Harnack, Marcion, p. 190. 62 Segun noticia recogida por Tert., De anima 36, 3 : vase Waszink h 1.

Cf. ibid. 23, 3. 33 Cf. A. Harnack, Marcion 413* s. y 177 ss.

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que autem per industriami cet, ut ipse sibi eam propriae industriae studiis

propi'iam perfectionem sibi ex Dei imitatione conscisceret, quo possibilita virtutis adsciscit, nonne vi- te sibi perfectionis in initiis data per imagi detur plus sibi homo acqui- nis dignitatem, in fine demum per operum ex

rere, quam ei deus contu- pletionem perfectam sibi ipse similitudinem con lit?64. summaret65.

Los fragmentos plantean dos cuestiones, una literaria, y otra doctrinal. E1 problema literario salta a la vista. Basta comparar una columna con otra. La frase cruciai de Apeles (' unusquisque... adsciscit ') se repite en Origenes en forma extranamente similar. Per industriam propriam equivale a propriae industriae studiis.

Ipse sibi eam (= perfectionem)... conscisceret a perfectionem sibi virtutis adsciscit. Tales analogias verbales no se improvisan. Se

presentan, caso curiosisimo, en dos versiones latinas de origina les perdidos. La versin de Apeles debida, salvo prueba en con trario, a s. Ambrosio. La de Origenes, a Rufino. Aun suponien do que los dos pasajes griegos originales se parecieran mucho, no es raro que dos versiones latinas independientes coincidan en tr minos tan peregrinos corno

' industria propria ', adsciscere consci sceret Pero supongamos que tal coincidencia haya sido casual.

Queda el problema de la dependencia. Es el segundo aspecto. Apeles es bastante anterior a Orige

nes, casi en un siglo. El autor del De Principiis conoci algunas producciones del hereje, y probablemente los

' Silogismos '6. S.

Ambrosio debi de hallar los fragmentos de Apeles, que recoge en ' De paradiso en alguna obra origeniana, hoy perdida.

Origenes habia silenciado a Apeles en De Principiis 7. Le

ignoraba? No lo creo. Debi de utilizarle en el Comentario extra

viado In Genesin, contemporneo al De Princ., y de l hubo de tornar s. Ambrosio sus noticias.

Por otra parte no hay tono polmico en De Princ. Ili, 6, 1.

Origenes declara su mente sin alusin alguna. Absurdo descubrir en el fragmento origeniano el influjo literario de los

' Silogismos '.

; Como explicar entonces tan extrafxo parecido? El problema tendria solucin plausible si conociramos de algn autor eclesisti co que haya comentado en la linea origeniana el pasaje Gen. 1,26 s. ;

y desde luego anterior a Apeles, contemporneo a l, con ascen

64 s. Ambros., De paradiso V, 28. e De Princ. Ili, 6, 1, 152: P.G. 11, 333 . 6,5 Cf. In Genes. Homil. II : vase Harnack, Marcion 412* s. 87 Lo hace notar Harnack, o. c., p. 412* ad calcem.

Gregorianum XLVI (1965) - Voi. XLVI.

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diente notorio conio para provocar la reaccin del hereje, y casi

un siglo mas tarde, haber intluido en Origenes. iQuin puede ser el enigmtico personaje?

Vengamos a la cuestin doctrinal. El fragmento de Origenes situa las lineas paralelas de Apeles en un contexto perfectamente

defnible: en exegesis a un pasaje clsico y fundamental (Gen. 1, 26 s.), muy estudiado en el siglo II. Las breves clusulas de Ape les se explican admirablemente en la exegesis alejandrina, que sobre

suponer la distincin entre imagen y semejanza, otorga al hombre recin formado la dignidad de imagen, reservando la de

' semejan

za ' (perfecta) a la consumacin final.

Subamos, a partir de Origenes, hacia la atmosfera eclesisti ca conocida de Apeles. En aqul la antitesis entre

' ad imaginem '

y ' ad similitudinem ', entre el germen inicial y la perfeccin esca

tolgica, aparece con frecuencia 8.

Antes de l la recoge en el mismo fundamental significado el otro magno alejandrino Clemente. Con una extrana circunstancia,

que la hace de particular predo. Escribe asi en su Segundo Stroma :

.yw... Vjj. l'BprIBMIlpyqMH Cuando (Platon) llama a la felicidad una vida en armonia y con

sonancia, y alguna vez la perfeccin en la virtud ( ' ), esto lo pone en la ciencia del bien y en la asimilacin a Dios ( ), entendiendo por asimila cin 'ser justo y santo con inteligencia'. iNo es asi segn ex

ponen algunos de los nuestros ( ) corno el hom bre recibi enseguida con el nacimiento ( ) el (ser) a imagen, mientras el semejanza habr de re citarlo mas tarde en la consumacin (

) ? 6'9.

Las ltimas lineas no tienen pierde. Las dos perfecciones (' a

imagen '

y ' a semejanza ') se distinguen. La primera aparece en

seguida, con la primera gnesis ( ) del hombre, y Adn la tuvo desde que fu formado por Dios. La segunda so breviene en la consumacin ( ). Igual exegesis que la de Origenes, tanto mas de advertir cuanto viene asignada a 'algunos de los nuestros' ( ), a los que por desgracia no cita.

68 Cf. . Crouzel, Thologie de l'Image de Dieu chez Origene, Paris 1956, p. 218 s.

s Stremi. II, 22, 131, 5 6.

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HOMO UPER FACTUS 499

Tal es en efecto la mente de s. Ireneo. E1 Santo no la for mula en esos trminos. Pero segn pienso demostrar en otra oca

sin, la frase de Clemente sintetiza felicisimamente el nervio de su interpretacin de Gen. 1,26 s. y Gen. 2, 7 : pasajes ambos que refiere a un solo hombre, al hombre plasmado y hecho 70, esto es al gnero humano, modelado en Adn y dotado en l de la perfec cin primera (' a imagen '), pero dinmicamente proyectado hacia la perfeccin divina (' a semejanza

' perfecta

' secundum ae

qualitatem ') en la consumacin final, segun la medida ideal del Hombre Perfecto Cristo, asumido en su carne a la gloria del Ver bo. Ireneo conoce sin duda otras

' .semejanzas

' adems de la per fecta. Pero toda su antropologia se orienta, sin excepcin alguna ni texto incompatible con tal exegesis, hacia la

' semejanza perfec

ta ' (= igualdad) con la divinidad del Cristo, en la fase final n. Anterior a s. Ireneo es s. Tefilo Antioqueno. Tambin l

habria podido ser alegado por Clemente en el nmero de los ' nues

tros'. El hombre no vino desde el principio inmortai () ' dios pero si con un impulso al progreso

' a fin de que yendo en aumento y hacindose perfecto ( ), mas aun declarado dios ( ), suba asi al cielo '12. Al An

tioqueno le falta la distincin explicita de trminos; el contenido no deja lugar a duda T3.

Anloga doctrina se adivina en el tratado De resurrectione de s. Justino. El hombre

' a imagen ' es el plasmado de limo (c. 7).

Llamado a la incorrupcin, slo alcanza la meta cuando en cuerpo y alma haya ejercitado la justicia (c. 8) 74. Las cortas premisas de Melitn, conservadas por Origenes y mal entendidas por l75

son muy compatibles con una doctrina similar.

Habia pues una atmosfera exegtica, a mediados del siglo II favorable a la doctrina de

' algunos de los nuestros denuncia

da por el Alejandrino Clemente. Todos ellos hayan vinculado lo 'ad imaginem' al cuerpo (Melitn, Justino De resurr., Ireneo,

prob. Tefilo Antioqueno) al alma (Taciano?) han distinguido el estadio inicial del destino sobrehumano; lo que es igual, su condicin primera de

' hombre ', de su cualidad definitiva de ' dios ',

710 Contra Filn, Origenes y los filonianos. n Vase A. Struker, Die Gottebenbildlichkeit des Menschen, Miinster

i. W. 1913 p. 109,3 donde cita IV, 38, 3 con testimonios significativos. 72 Ad Autol. II, 24. Cf. ibid. II, 27. 73 Vase Struker, o. c., 26. 74 Cf. Struker, o. c., 18 ss. 75 In Genes. selecta. P.G. 11,93A.

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abriendo a raiz del Gen. 1, 26 un hiato entre la plasis y su te

leisis, entre el barro capaz de morir y de no morir, y el cuerpo vestido para siempre de incorrupcin, y hecho perfecto.

No inventaba Apeles al compendiar la doctrina eclesiastica. El hombre creado no-perfecto, llegar un dia por industria propia a la virtud perfecta. Pudo haber dicho, el hombre hecho hombre

por Dios, llegar a hacerse por industria propia dios. Origenes habria puntualizado : el hombre dotado al principio de la imagen de Dios llegar un dia a la semejanza perfecta de vida con El.

Apeles olvid decir que no bastaba, segun sus adversarios, la sola actividad humana para adquirir por industria propia lo que no habia querido regalar Dios. Y por ahi le responder s. Ambrosio.

Tampoco sospechaba el hereje haber tocado en sus breves li

neas el nervio de toda la antropologia sobrenatural, el dinamismo del hombre entre ,su momento inicial de simple creatura y el final de hombre-dios.

e) La gnosis heterodoxa

De los gnsticos han llegado las difcultades contra la doctri na eclesiastica. Pero es fcil restituir su pensamiento. Habia, se

gun ellos, dos hombres : uno, el celeste, Hijo del Dios Buenos ; otro, el terreno, modelado por el demiurgo.

Daban por indiscutible la teleisis del Hombre celeste, a quien denominaban Anthropos, Hijo del Anthropos, Adamas, Hombre de Luz, Hombre Perfecto.

El propio Jeremias decia (Jer. 17, 9) : ' Hombre es y i quin le

conocer?' Asi es de hondo dice y de incomprensible, en ab

soluto, el conocimiento del Hombre Perfecto. Pues dice 'ini cio de perfeccin es el conocimiento del Hombre, empero el cono cimiento de Dios perfeccin consumada '76.

Los naasenos daban forma a un axioma comn a todas las

gnosis. Por el conocimiento del Hijo, Hombre Perfecto, se subia al del Padre.

Los ofitas de s. Ireneo le llamaban Segundo Anthropos, Hijo del Hombre simplemente el Hijo77 el Anthropos. Entre los

barbelognsticos recurre el Hombre Perfecto con igual tecnicismo.

Hiplito, Ref. V, 8, 38. Cf. V, 6, 6. 77 Ci. I, 30, 1 y 6 : Audientem autem Matrem, clamasse adversus eum :

Noli mentiri, Ialdabaoth; est enim super te Pater omnium Primus Anthropus et Anthropus Films Anthropi.

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HOMO UPER FACI US 501

Apocryphon Johannis amontona sobre l nombres y epitetos ; en tre ellos el de Adam Adamas78. Otro tanto el annimo del Codex Brucianus 79

Y en general, el Anthropos adquiere entre los gnsticos una

importancia singularisima, corno paradigma divino del hombre in ferior e imagen asequible del inasequible Dios. Ocupa el puesto del Unignito, e intermedia entre el Dios que trasciende toda ca

tegoria y forma inteligible, y el mundo0. La aparicin del Hombre Perfecto, vinculada por algunas fa

milias heterodoxas al 'fiat Lux' (Gen. 1,3)81, caracteriza el pri nter acto de la Economia, y adelanta a modo de paradigma

la idea del protoplasto. Algunos subrayaron la antitesis entre el Hombre de Luz y el terreno; aqul, engendrado por Dios, y ste modelado por el demiurgo y sus arcontes 'plasma del Magno y Hermosisimo y Perfecto Anthropos '182. El Hombre de Luz era

perfecto, rto slo por su naturaleza (Luz nacida de Luz), sino

porque en virtud del origen inmediato del Dios Bueno, conocia al Padre y vivia de Su misrna esencia. Naciendo corno Imagen de Dios no pudo menos de salir perfecto3, obra corno es de un buen

artifice:M. Desde que sali del Padre fu ' Varn perfecto', inex

perto de infancia5. Adquirian cuerpo en l los epitetos amonto nados por la Escritura sobre el Cristo, candor de la eterna Luz y espejo sin mancha de Su Bondad (Sap. 7,26),

' Primognito de

toda la creacin ' (Col. 1, 15), 'Imagen del Dios invisible '

(ibid.), ' Varn perfecto

' (Eph. 4,13) y otros.

El daba la medida de la Bondad de Dios, corno "Forma de

Dios' (cf. Phil. 2,6) no susceptible de incremento ni disminucin. En El habitaba, desde el principio de su ser,

' toda la Plenitud de la divinidad' (cf. Eph. 4,13 y sobre todo Col 1,19 y 2,9), sin

que le faltara una sola de las perfecciones (o eones) 86.

78 Cf. S. Giversen, Apocryphon Johannis, Copenhagen 1963, . 167 ss. y 238 ss.

79 Cf. Ch. A. Baynes, A Coptc Gnostic Treatise, Cambridge 1933,

p. 8s. et passim. 80 Hay bonitos elementos en H. Schlier, Christus und die Kirche im

Epheserhrief, Tubingen 1930, p. 27 ss. ; . M. Schenke, Der Gott ' Mensch'

in der Gnosis, Gottingen 1962, passim. 81 Cf. Gregorianum 42 (1961) 408 ss. iS2 Hiplito, Ref. V, 7, 7. 83 Cf. Filn, De opificio mundi, 139

> . 84 Cf. Iren. II, 7, 2 : Si igitur dissimilis est imago, malus est artifex. 85 Cf. ps. Mateo 18, 2 : Ego enim semper vir perfectus fui et sum. 86 Cf. J. B. Lightfoot, Colossians 257 ss.

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E1 proceso de los eones, a partir del Nous (= Unigenito), dentro del Pleroma, ocurre fuera del tiempo, en el momento an

terior al ' fat Lux El que miticamente unas perfecciones del Hijo vengan despus de otras slo significa que en orden a la dispen sacin a que Dios destina al Unignito hay perfecciones y per fecciones, unas mas sublimes que otras, mas divinas que otras. Y

que lejos de aquella simplicidad absoluta caracteristica del Padre, el

Hijo posee una complejidad ordenada de virtudes que le hace apto para darse a conocer fuera de si y conducir gradualmente, me diante su conocimiento, hacia la Gnosis de Dios. Bien entendido

que la teleiosis del Hijo se ha de poner en el en mas allegado al Padre8T.

En consecuencia Dios comunic al Unignito, Hombre Per

fecto, la plenitud de la divinidad el Pleroma sin deferto al

guno; fuera de las leyes del tiempo, sin proceso ni desarrollo. Varn perfecto, en la medida de la edad propia del Pleroma di

vino, sin conocer infancia ni adolescencia, el Hijo respondi, desde

nacido, a la teleiosis de Dios.

* * *

El Anthropos Teleios no se escondi en el Padre. Asequible a la crasis con el hombre terreno, al menos con substancias in

feriores a la divina, no mudaba dignidad ni perfeccin por dejarse ver entre los hombres. El Hijo que se dej ver ac no cesaba de

estar frente al Padre 89. El Salvador seguia Hombre Perfecto, aun

que se ocultara en un individuo perfectible. No ganaba su per sona en teleiosis porque la ganara su indumento sensible. Era per fecto Anthropos, corno Unignito, y no lo era por aquello en que

parecia mas hombre. Por una extrana paradoja, Hombre Perfecto

en lo que no parecia hombre, era imperfecto en aquello que mas

le allegaba a los mortales.

Vengamos al protoplasto. Todos los gnsticos ensenaban la

aparicin del hombre terreno, con arreglo a las noticias del G nesis. Precedi un concilibulo entre los arcontes Virtudes del

87 De est suerte caen por tierra algunas dificultades, demasiado ce fiidas al mito, movidas por Ireneo. Asi v. gr. en II, 17, 9 Nun enim perfectum a perfecto Bytho progeneratimi iam non potuisse eam, quae est ex eo emis sionem facere perfectam. Lo mismo en 11,17,10; II, 18,3 ss.

88 Cf. Exc. ex Theod. 4, 2 y 7, 3. Puede verse, a titulo de erudi cin, una idea anloga en Afraates, Homil. VI, 10.

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creador, para hacer un hombre a imagen y semejanza del Anthro

pos Teleios. Vino la formacin plstica, de una substancia terrena. Sobrevino un influjo superior. Y de resultas se irgui el hombre terreno. Frente a la suma perfeccin del Unigenito, se levantaba

Adn, laboriosamente trabajado por los arcontes expresin mi tica de las virtudes del creador y material.

El contraste no puede ser mayor. El Unignito de Dios es todo Luz, Espiritu, Intelecto y perfeccin. Mientras la obra del creador es toda tinieblas, materia, imperfeccin. Las noticias del Gnesis8 can de ordinario 90 referidas al hombre terreno.

No todos los gnsticos se complacen en denigrar al proto

plasto, ridiculizando la impericia del demiurgo. Todos, en cambio, discurren sobre la misma base : la indole imperiecta de Adn, en

cuerpo y alma. Entre el Hombre Perfecto y su copia terrena hay

igual distancia que entre Dios y el demiurgo; entre el Espiritu y la materia. La gnosis toma ocasin de ambos hombres para desta car la diferencia entre sus respectivos autores. El Hombre de Luz da la medida de la Bondad, Sabiduria y Poder de Dios. El pro toplasto, la de la miseria e ineficacia del demiurgo. La antropolo gia iba de acuerdo con la teologia. El Unignito, Hombre Per

fecto, denunciaba la existencia del Padre, Dios Perfecto. Adn, hombre animai, delata la imperfeccin del creador y de sus siete Virtudes.

A raiz de tal antropologia formulaban los gnsticos su no cin de la historia de la Salud. Y ms en concreto, el juego de fuerzas antagnicas, Espiritu y materia, en la vida del hombre.

El Hombre Celeste no operaba con el terreno, sino con su propio

germen divino inspirado en l. El mundo (resp. el hombre terreno) era el campo de cultivo de la Iglesia semcn Spiritus dispersa entre los hombres sensibles para su formacin. El protoplasto es

condia, por influencia divina, un germen espiritual destinado a la teteisis. Adn mismo, por su congnita imperfeccin esencial, nunca llegaria a la medida ideal del Paradigma celeste. Slo la al

canzaria lo espiritual sembrado en su interior, a escondidas del de

miurgo, por la Sabiduria del Hombre Perfecto. Animica y car

nalmente imperfecto, jams levantaria sobre el nivel infradivino.

* * *

89 Lo mismo en Ger. 1, 26 s. que en Gen. 2,7. 90 Hay alguna excepcin, v. gr. Exc. ex Theodoto 21.

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E1 choque con los eclesisticos era inevitable. En el simbolo

y regia de la fe, venia corno primer articulo la absoluta identidad entre Dios Padre y el creador del cielo y de la tierra. Los ecle sisticos no reconocian otro dios que el demiurgo del Gnesis, au tor del mundo y del hombre sensibles. Tampoco ensenaban otra naturaleza humana que la proveniente de Adn. El problema de

la perfeccin no del hombre plantebase sobre la unica base his

trica, el Gnesis, fuera de todo mito. El Unignito no era en si Anthropos ni Hijo del Anthropos. Seria con el tiempo, a raiz de la Encarnacin, hijo del hombre. En su Forma divina era Ver bo del Padre, y nada mas. Para ser Anthropos habria tenido que poseer alma y cuerpo corno los dems hombres.

No hubo modo de eludir la cuestin mosaica. Adn, el primer hombre, sali imperiecto de manos de un Dios perfecto, Bueno

y Sabio y Poderoso. Si la desemejanza arguye impericia en el ar tista, icrno explicar la perfeccin de Dios?

Fueron varias las soluciones eclesisticas. Elegiremos, corno exponentes cualificados, las soluciones de Clemente Alejandrino y de Origenes, para adentrarnos luego en la doctrina de s. Ireneo.

f) Clemente Alejandrino

Si Dios es Bueno, y por su bondad bende a hacer siempre el Bien, ipor qu, puesto a formar el hombre, no le hizo totalmente

perfecto, a Su propia medida? La miseria denunciada por el Adn terreno, ; no basta para denunciar la imprevisin e impotencia del

que le form? No ser ella argomento sufici ente para distinguir al Demiurgo, del verdadero Supremo Dios que efectivamente hizo un Hombre perfecto en la persona del Unignito, Imagen de Si y Ejemplar del hombre (espiritual)?

Ante todo escribe Clemente conviene que (nuestros adver sarios) sepan tambin aquello, a saber, que a natura hemos sido he chos para la virtud, y no de suerte que la tengamos de nacimiento, sino aptos para su adquisicin. Con est razn se resuelve la aporia que formulan (ellos)61 :

' i Fu Adn plasmado perfecto imperfec

to ( ... )? si imperfecto, i cmo (puede ser) imperfecta la obra de un Dios perfecto, sobre todo el hombre? Y si perfecto, i crno falta (el hombre) a los mandamientos (de Dios)?' Pues oirn de nosotros que (Adn) no fu hecho 'perfecto' en su constitucin ( ), sino apto para recibir la virtud.

91 Probable alusin a los valentinianos ; cierta, a gnsticos heterodoxos.

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Importa efectivamente para la virtud haber sido uno creado con apti tud para adquirirla. Mas (Dios) quiere que nos salvemos por noso tros mismos (= libremente). Tal es la naturaleza del alma, moverse

por si misma. Adems, por ser racionales siendo corno es racional la filosofia tenemos algun parentesco con ella. Empero la aptitud es un movimiento hacia la virtud, no la (propia) virtud2.

Era una aporia clsica. Cualquiera de los dos extremos de la

disyuntiva resultaba inaceptable. Un Adn imperfecto no respon de a la actividad del Dios perfecto. Un Adn perfecto es incom

patible con la transgresin. Los objetantes sabian qu responder. Era perfecto el Ada

mante Anthropos celeste, Unignito del Dios Bueno. Era im

perfecto el Adn terreno, obra del Demiurgo animai. A primera vista el Alejandrino no aborda la cuestin de iure

si pudo no Dios crear perfecto a Adn sino la de facto. Dios no hizo perfecto al protoplasto. Ni le regal, a titulo de na turaleza, la virtud. Hizole nicamente apto para ella, retrasndole

segn eso a las postrimerias la teleidsis humana, segn virtud93.

A haberle creado perfecto ( divino) en su constitucin ( ), fisicamente virtuoso, habriale salvado sin con tar con l para nada; sin dar lugar a mrito, pasando por encima de las leyes connaturales a una racional, y contraviniendo

a la esencia misma del alma que segn clsica nocin platnica se mueve de si propia y libremente va hacia la virtud.

Clemente responde en ltima instancia al problema de iure. Dios no puede otorgar la perfeccin sin contar con el hombre,

porque con arreglo a la naturaleza humana su perfeccin caracte

ristica se cifra en la virtud, y la virtud requiere previamente ejer cicio libre.

La respuesta es sintomtica. Primero, por recoger nicamente

uno de los extremos de la disyuntiva, dando por sabido que en si la obra de un Dios perfecto ha de ser perfecta. Segundo, porque el hecho de la humana libertad, manifestado en la transgresin, le

basta para justificar la ' relativa ' perfeccin de Adn.

En definitiva, Dios hizo perfecto al protoplasto con la teleidsis

compatible con su naturaleza racional y libre. De momento silen cia las fronteras entre la virtud (naturai) y la divina; entre el

192 Strom. VI. 11 95, 5 12,96, 2. Puede verse W. Vlker, Der wahre Gnostiker nach Clemens Aexandrinus (T.U. 57), Berlin 1952, . 115.

93 Cf. Stram. II, 22,131,6 (supra . 23) ; 134,1 ss. Vase A. Struker, Gottebenbildlichkeit . 125 . 4; W. Volker, Ver wahre Gnostiker nach

Clemens Aexandrinus, p. 112 n. 6.

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506 ANTONIO ORI, S. I.

campo racional y el de la ' similitud ' divina, a que en otras oca

siones claramente alude. Se adivina la rplica heterodoxa, oponiendo corno oponia

tambin probablemente Marcin ' non ita hominem institui de

buisse, si libertas et potestas arbitrii exitiosa futura esset '84 ; lo

que es igual, que un Dios Bueno slo debiera haber creado al hom bre libre, cuando estuviera seguro de que libremente no habia de faltar a sus mandamientos 95.

g) Orgenes

En l debi de inspirarse s. Ambrosio para los ' Silogismos

'

de Apeles. Perdido su Contento al Gnesis, rstanos el fragmento De Prnc. Ili, 6, 1 que algo suple19"5.

Es casi seguro que hubo de abordar derechamente el tema

sobre la indole primera de Adn. Asi lo persuade una pgina de los tomos In Iohannem, donde a propsito de Ioh. 4, 3487 plantea una cuestin similar.

Si en efecto Cristo consuma la obra del Padre, fu por en

contrarla imperfecta. cmo puede ser imperfecta la obra de

Dios? Orgenes pasa adelante aplicando la dificultad al hombre, obra tambin divina :

Dir alguien. Si Cristo perfecciona la obra de Dios, hcelo evi dentemente por ser imperfecta antes de perfeccionada. cmo era

imperfecta, siendo obra de Dios? ;Y cmo es perfeccionada la obra de Dios por quien dij (Ioh. 14,28): 1 Padre que me envi es

mayor que yo ' ? Mas la perfeccin de la obra era (en este caso) la

perfeccin del ser racional, pues a ste por ser imperfecto vino a hacer perfecto el Verbo hecho carne, Segun eso,


iba a colocar Dios al ser enteramente imperfecto en el Paraiso

para labrarlo y custodiarlo? Pues quien puede trabajar el rbol de vida y todo lo que piant Dios y sali luego, no merece en rigor llamarse imperfecto. De seguro pues, siendo (el hombre) perfecto, vino a ser imperfecto por causa de la desobediencia, y tuvo necesi dad de quien le perfeccionase (sacndole) de la imperfeccin. Y por eso fu el Salvador enviado: primeramente para hacer la voluntad de quien le envi, hecho tambin aqui obrero Suyo; y en segundo lugar, para perfeccionar la obra de Dios, y para que cada cual en habiendo llegado a la perfeccin ( ) se alimente de

manjar slido y viva con la Sabiduria...,K).

El planteamiento, interesante, contrasta con la solucin, algo huidiza. No urge demasiado la perfeccin inicial del hombre. Entre lo perfecto y lo enteramente imperfecto hay trmino medio, pero el Alejandrino no lo ve de momento a su propsito es inutil verlo. Basta para salvar la perfeccin de la obra de Dios

que en su comienzo no sea enteramente imperfecta (

), y sea capaz de labrar y custodiar el Paraiso. La solucin se redondea en Contro, Celsum. A raiz de unas

preguntas de su adversario, sobre el mvil de la Encarnacin, va mos a suponer discurre Origenes que Dios arranca sin mas del hombre toda malicia e introduce en l la virtud. Demos que conviniera obrar asi, aun por parte de Dios.

Debiera alguno preguntar mas bien, a imitacin de Celso: iNo era Dios capaz, con su divino poder, de crear hombres tales que no

tuvieran necesidad de enmienda, sino que fueran espontaneamente

() industriosos y perfectos; (y de evitar) existiera el mal desde el principio? Estas cosas pueden hacer mella a los simples e incautos; mas no a quien contempla la natura de las cosas Pues

si de la virtud vas a quitar lo libre, le quitaste asimismo la esencia.

Seria empero menester un entero tratado sobre el particular ( ' )1>0. Aun los paganos han dicho de

elio no pocas cosas en los escritos sobre la Providencia1.

Venimos a parar a la solucin de Clemente. El hombre, corno

autnomo, tuvo una perfeccin inicial sufciente para incrementar

factus ad imaginem Dei, nonnisi cum caeteris hoc dici meruit. An quia perfectus nondum erat, quia nondum erat in paradiso constitutus? quasi vero posteaquam ibi constitutus est, dicturn sit quod hic praetermissum est.

Quid ergo dicemus? An quia praesciebat Deus hominem peccaturum, nec

in suae imaginis perfectione mansurum, non singillatim, sed cum caeteris eum dicere voluit bonum, velut intimans quid esset futurum?

99 Origen., In Ioh. XIII, 37 (Preuschen IV, 262, 5 s.s.). Cf. H. Crou

zel, Thologie de l'Image de Dieu chez Origene, Paris 1956, pp. 153.212.221. 100 Sobre la indole de la virtud en el hombre? Sobre la condicin pri

mera del hombre? 101 Contro Ces. IV, 3 ante finem.

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la en orden a la teleisis final. Mas no fu tan perfecto, que su

perara la tentacin. Hay pues grados de perfeccin. La teleisis

incompatible con el pecado, est no vinculada al manjar slido rraido por el Salvador, era muy superior a la destruida por la de sobediencia. Mas no pudo ser inicial, so pena de privarle al hom bre del libre albedrio, esencial a la virtud. se destierra la vir tud del hombre, se le ha de crear en un estado compatible con la transgresin.

SAN IRENEO

Planteamiento

Los anteriores prolegmenos, aunque no indispensables, ayu dan en forma decisiva a calibrar la solucin de s. Ireneo. El Santo se hace eco del problema, formulandole con extrema concisin, y

respondiendo a l con verdadera esplendidez.

Pero si alguien viene a decir esto: ^Pues qu? ino podia Dios desde un principio haber presentado ( ) perfecto al hom bre? a.

Ni el traductor latino de Ireneo ni los criticos han descubierto misteri en el . Le creen sinnimo de (' fe risse'). En rigor indica algo mas. Recurdese el de Tefilo Antioqueno!103. Presentar perfecto al hombre desde el

principio significa designarle manifestarle corno Hombre Per fecto, con una especie de consagracin oficial. Sobre el simple hacer agrega un paso hacia su reconocimiento agnicin por otros. A la corresponderia, en los altos designios de Dios, su agnicin. Puede en absoluto ser uno perfecto, sin ser reconocido por tal. Anadeixai indica presentar a uno para su reconocimiento por otros.

hot iv, 38,1 initio. 103 Ad Autol. 11,24: Dios le traslad (al hombre) de la tierra ...al Pa

raiso, dandole impulso de progreso, para que yendo en aumento y hecho perfecto, mas aiin, declarado dios ( , ), subiera asi al cielo. Cf. Ad Autol. II, 23; Dios hizo al hombre el dia sexto, mas su plasis la manifest () luego del sptimo dia, cuando hizo tambin el Paraiso.

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Tal perfil se deduce facilmente del propio s. Ireneo14, y con mucha probabilidad denuncia la versin personal que el Santo dio a la clsica objecin heterodoxa. .iPues qu?


es, ante todo, barro. E1 Verbo en cuanto tal no es Anthropos. Si el Verbo se humana, no por eso pierde la naturai teleidsis ni se la comunica a Su humanidad. Ha de llegar el dia de la Resurre cin para que la teleidsis, congnita al Verbo, se manifieste asimis mo en la humanidad de Jess. El Cristo glorioso, paradigma y meta del hombre, se presenta por vez primera corno

' Viviente y Perfecto Hombre 'l6, corno Anthropos material dotado de la Vida,

perfeccin y forma de Dios107. El propio Cristo no fu ' Hombre

Perfecto '

hasta luego de ser consumado mediante la pasin y re

sucitar de entre los muertos. Como pudo Adn presentarse desde

el principio ' Hombre Perfecto ' ?

La pregunta de los herejes equivaldria, segun eso, a est otra:


E1 inters de algunas respuestas no se limita a lo que dicen, sino a lo que callan suponen. Tal le ocurre a la de s. Ireneo.

Los ataques mas insidiosos provenian ordinariamente del cam

po valentiniano. E1 Santo tenia a su disposicin un argumento '

ad

hominem', bien sencillo, contra los discipulos de Valentin. No se

explicaban ellos la transgresin de Adn, enseguida de formado por el creador. Pues bien pudo haberles argiiido Ireneo iy cmo

justificaban por su cuenta el pecado del Pleroma, esto es, del Uni

genito u Hombre Perfecto?110. Mas grave que la parabasis de

Adn era el desorden del sedicente Anthropos Teleios. Y sin em

bargo le introducian ellos1111 en el santuario mismo de la divini dad. Luego si el Unignito (= Pleroma) naci imperfecto y ase

quible al desorden, del seno del Padre, no obstante la perfeccin de Este admitida corno axioma por los gnsticos, pudo

' a for tiori ' Adn haber salido imperfecto, de manos del Creador112 sin menoscabar la perfeccin de Este.

El mito valentiniano distando, en el interior del Pleroma, las dos formaciones substancial y gnostica (resp. naturai y divina). Por donde el Hijo antes hubo de ser Logos que dios, superando un estadio de ignorancia (= pecado)113. Importa poco que la dis tancia no fuese temporal. Admitia, en todo caso, que el Hijo no era dios por Verbo, sino por iluminacin del Padre, No era se

110 Cf. 111,20,2 Quapropter et Paulus ait (Remi. 11,32): ' Conclusit au

tem Deus omnia in incredulitate, ut omnium misereatur ' ; non de spiritali

bus aeonibus dicens hoc... Alude al pecado de los eones que componen el Pleroma.

Cf. 1,2,1 ss. 112 Cf. II, 4,2 : Primo quidem qualis Bythus (= Deus Summus) erit

sustinens in sinu suo maculam fieri, et permittens in suis alterum quendam condere vel prof erre praeter suam mentem? Quod quidem indecibilitatem universo Pleromati afferre inciperet, quum posset ab initio abscindere la bem et eas, quae ab eo initium acceperunt, emissiones ; neque in ignorantia neque in passione neque in labe constitutionem creationis permittere acci

pere. Qui enim postea emendat labem et velut maculam emundat labem, multo prius poterai observare, ne quidem initio in suis (aeonibus) fieri ta lem maculam. Vel si initio quidem concessit, quoniam aliter fieri non po terant, quae facta .sunt; oportet et semper sic fieri illa. Quae enim initio non

possunt emendationem percipere, quemadmodum hanc postea percipient? Aut

quemadmodum homines advocari ad perfectum dicunt, quum illa ipsa quae sunt caussae, ex quibus facti sunt homines, vel ipse Demiurgus vel angeli in labe dicantur esse? Et si ideo quod benignus sit, in novissimis tempori bus misertus est hominum et perfectum eis dat; illorum primo misereri

debuit, qui fuerunt hominis factores, et dare eis perfectum. Sic utique et

homines miserationem percepissent, de perfectis perfecti facti. Si enim operis

ipsorum misertus est, multo prius illorum misereri debuit et non sinere in

tantum caecitatis venire eos. a Cf. 11,17,9-11.

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el fundamento de la economia, que distanciaba en el tiempo, la

aparicin naturai de Adn, y su iluminacin definitiva? El Santo no esgrimi el argumento

' ad hominem Quiz por suponerlo implicito en buena parte del libro II. Quiz tambin

porque la dificultad venia en trminos similares del campo marcio nita, y reclamaba una respuesta comfin a todos.

POSTULADO IMPLCITO

Aludimos ya al postulado implicito en la pregunta recogida aqui por Ireneo. En la hiptesis de que Dios se decida a formar un hombre, ha de manifestar en l Su propia perfeccin hacin dole .

A juzgar por la respuesta del Santo, jams parece haberle dis cutido. Nunca se le ocurre invocar la libertad de Dios en sus ma nifestaciones ' ad extra '. ; Qu obligacin tiene Dios, por Bueno, de hacer las cosas perfectas, de levantar al hombre a Su propia teleits Tan obvia solucin no afiora una sola vez a lo largo de IV, 38. El silencio merece examen.

S'. Ireneo habia aducido alguna vez una clbre clusula de Platon114, algo peligrosa por la inmediata conclusin a que se

presta formulada expresamente por el autor del Timeo115, aunque

pretenda por el Santo116.

Si lo que determina la humana gnesis y el origen del universo es la Bondad de Dios, y ste quiso obrar con arreglo a Su po

der, a fin que todas las cosas y singularmente el hombre se

Le asemejaran cuanto pudieran: bien clara fluye la secuencia. Dios

hubo de crear un hombre perfecto, perfectamente semejante a Si.

Gnsticos y marcionitas habian cargado la mano sobre el de miurgo, tachndole de impotente y envidioso. El verdadero Dios era 117. Ireneo parece haberse dejado impresionar de la

antitesis ; y ' no fuera que alguien Le creyese (al Creador) envi

114 Timeo 29 e: Digamos pues por qu razn hizo el artifice la gnesis y este universo. El era Bueno, y en uno Bueno jams nace envidia por nada.

115 Ibid. : Inmune pues de ella (= de la envidia), quiso que todas las cosas se Le asemejaran cuanto pudieran.

Cf. Adv. haer. Ili, 25, 5: Et iterum factorem et fabricatorem huius universitatis Bonum ostendit : ' Bono autem - inquit {Tini. 29 e) nulla unquam de quoquam nascitur invidia ', hoc initium et causam fabricationis mundi constituens Bonitatem Dei.

117 Cf. Evang. 'Veritatis 18,38 s. frente al Apocr. Joh. BG 44,14 s.

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dioso tacano'118, hizole obrar a Dios poniendo en ejercicio su ilimitada Bondad, al grado mximo11:*.

Ireneo discurre dando por bueno el postulado de sus adversa

rios, corno si la Bondad esencial de Dio se adelantara a la voluntad libre determinando la indole (perfecta) de sus manifestaciones ex ternas. Sin invocar nunca el puro beneplcito divino, corno razn absoluta de las obras

' ad extra

' y de su modo120. A qu obedece

tan extrano fenmeno?

Una primera solucin seria el influjo de Platon atestiguado en Adv. haer. Ili, 25, 5. Solucin muy a medias, pues Ireneo a di ferencia de Origenes, y sobre todo de Clemente no demostr sobrada veneracin por el filsofo pagano. El demiurgo del Timeo ' quiso que todas las cosas se Le asemejaran (...

) en lo posible ', en f uerza de su Bondad. Por qu habia de quererlo el Creador del Gnesis? Hablando Scrates en el Tee

teto, dice : ' Conviene pues tratemos de huir cuanto antes de aqui

alli. Huir es asemejarse a Dios en lo posible ( - ). asemejarse (a Dios), hacerse justo y santo con pru dencia '1Z1. Ignoramos que Ireneo haya leido este ltimo pasaje.

La verdadera solucin se halla en la Escritura, pero a un paso de Platon, en un verso en que Moiss denuncia no la necesidad

por parte de Dios, sino su voluntad positiva de que el hombre se le

asemeje de modo singular (Gen. 1,26): ' Hagamos al hombre

nuestra imagen y semejanza '

(' ' ). Hasta en los trminos se parecen el Gnesis y el Teeteto.

. ... 1 11,8 Cf. IV, 38,4 Quamvis Deus secundum simplicitatem bonitatis suae hoc fecerit, ne quis eum putet invidiosum aut impraestantem.

' Ego inquit

(Ps. 81, 6 s.) dixi : Dii estis et filii Excelsi omnes 119 Cf. V, 4, 1 : Latent autem semetipsos, qui alterum affingunt Patrem

praeter Demiurgum et Bonum eum vocant, infirmum et inutilem et negli gentem inferentes eum : ut non dicamus, quoniam lividum et invidum, in eo

quod dicant non vivificari ab eo nostra corpora. Quum enim dicant ea quae omnibus sunt manifesta, quoniam perseverant immortalia, ut puta spiritus et anima, et quae sunt talia, quoniam vivificantur a Patre; aliud autem quod non alias vivifcatur, nisi illi Deus praestet, vita derelinqui: aut impotentem et infirmum ostendit Patrem ipsorum aut invidum et lividum.

*20 Significativo el argumento de V, 4,1 Utrum ergo et his (= corpo ribus nostris) vitam Pater ipsorum (= gnosticorum), quum possit praesta re, non praestat, an quum non possit? Si quidem quum non possit, iam non

potens est neque perfectus super Demiurgum: Demiurgus enim praestat, quemadmodum adest videre, quod ille non potest praestare. Si autem quum

possit praestare, non praestat; iam non bonus ostenditur, sed invidus et

malignus Pater. A travs de l se adivina el argumento gnstico contra el demiurgo (de

s. Ireneo) que no pudo no quiso hacer perfecto a Adan. lai Teeteto 176 b.

3 Gregorianum XLVI (1965) Voi. XLVI,

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Y es obvio que mas de un exegeta cristiano haya descubierto en Moiss la premisa, en si peligrosa, de Platon m.

Segn Gen. 1, 26 con arreglo a la exegesis corriente del si

glo II quiso Dios levantar un dia al hombre a Su semejanza perfecta, hasta la igualdad de Espiritu consigo. Fuera no libre en sus manifestaciones ' ad extra Dios habia decidido volcarse en el hombre, a la medida infinita de su propia Bondad. Habia pues, sin salir del Gnesis, un testimonio claro de los designios reales del Creador.

Era intil invocar el beneplcito divino para salvar la imper feccin humana. Constaba que el Creador le quiso al hombre a Su

imagen y semejanza. Semejanza, de presumir, perfecta. Si alguna vez, ipor qu no desde el principio?

Ireneo veiase obligado por la Escritura, refrendada a lo mas

por Platon, a aceptar el planteamiento heterodoxo. Tal solucin no

puede ser mas simple ni mas coherente con la exegesis a que el Santo somete a Gen. 1,261123. Ella explica que ni por casualidad

d la batalla en el campo de la libertad e independencia de Dios, rbitro soberano de sus dones. Y que por el contrario trate de resolver la dificultad acudiendo siempre a la distancia entre el In creado y la creatura.

* * *

FACTUS/INFECTUS

En el libro II se le ofrecia a Ireneo un problema anlogo. I Por qu no remedia el Senor con la gnosis, enseguida, la igno rancia del hombre sobre Dios? Tambin all acudia el Santo a idn

122 Como la descubri claramente Origenes en un pasaje, conocido en parte, fundamental para el punto que varnos esclareciendo. Helo aqui :

Igitur summum bonum, ad quod natura rationabilis universa festinat, qui etiam finis omnium dicitur, a quam plurimis etiam philosophorum hoc modo terminatur, quia summum bonum sit, prout possibile est, similem fieri deo (cf. Theait. 176 b). Sed hoc non tam ipsorwm inventimi, quam ex di vinis libris ab eis adsumptum puto. Hoc namque indicat Moyses ante om nes, cum primam conditionem hominis enarrat dicens : ' Et dixit Deus... (Gen. 1,26 s.).

Lo que sigue, en la p. 496 .s. Clemente vi igualmente la relacin: cf. Strom. II, 19, 97,1 ss. y 100, 3.

123 Cf. A. Struker, Die Gottebenbildlichkeit des Menschen, Miinster i. W. 1913, p. 76-128.

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tica solucin, sin mentar el beneplcito divino. Dios es increado

(' infectus '), y el hombre no (' factus ') tt24. El hombre no posee la Ciencia de Dios, porque recin hecho.

La tendria perfecta, a haber coexistido siempre con Dios, corno Su propio Verbo. Habiendo aparecido ahora, hoy mismo, ha dq re

signarse a entender gradualmente las disposiciones de Dios, me diante el Verbo.

La antitesis infectus/factus esconde sus perhles. Mejor que entre el increado y el creado, corre entre el increado y el recin creado (nuper, nunc, hodie factus). El Verbo, rigorosamente, no

pertenece a la categoria de infectus ni a la de nunc factus (resp. hodie factus), y sin embargo por coexistir siempre con Dios posee la Gnosis perfecta, y es perfecto desde su origen primero.

Se dibujan tres categorias : a) la de Dios increado, b) la del

Verbo, hecho antes del mundo y del tiempo, c) la del hombre, hecho ahora, en el tiempo.

Vengamos del campo de la Gnosis Ciencia divina al mas dilatado y genrico de la eleisis. Hallaremos las mismas tres ca

tegorias, mas acusadas aun: el Padre increado, el Verbo creado antes del tiempo, y el hombre hecho en el tiempo.

Dudo que s. Ireneo haya aplicado el epiteto infectus al Verbo. En rigor, tambin l tuvo principio'125, y mereci ser dicho , lo mismo que el Espiritu Santo (= Sabiduria)120. A pesar de no ser infectus, el Logos fu perfecto a raiz de su

origen del Padre127, porque anterior a toda creacin, y antes de

124 II, 25,3 : Si autem et aliquis non invenerit caussam omnium quae requiruntur, cogitet quia homo est in infinitum minor Deo, et qui ex parte acceperit gratiam, et qui nondum aequalis vel similis sit factori, et qui om nium experientiam et cogitationem habere non possit, ut Deus; sed in quan tum minor est ab eo, qui factus non est, et qui semper idem est, ille qui hodie factus est, et initium iacturae accepit : in tantum secundum scientiam, et ad investigandum caussas omnium, minorem esse eo qui fecit. Non enim

infectus es, homo, neque semper coxsistebas Deo, sicut proprium eius

Verbum; sed propter eminentem Bonitatem eius, nimc initium facturae ac

cipiens, sensim discis a Verbo dispositiones Dei, qui te fecit. ^25 Cf. Epid. 43:

' Baresit... Dios cre un Hijo al principio, enseguida el cielo y la tierra' ... Pues para Dios, el Hijo fu el principio (fu prin cipio?) antes de la fabricacin del mundo. El P. J. Smith (Hebrew Christian Midrash in Irenaeus, en: Biblica 38 [1957] 24ss.) propone la

aiguiente retroversin griega : jLuiv ,

. 1126 Con arreglo a Prov. 8,22. Vase Adv. haer. IV, 20,3. 127 Cf. IV, 13,4 : Sed neque Abrahae amicitiam propter indigentiam

assumsit Dei Verbum, exsistens ab initio perfectus. ' Antequam enim Abraham

esset, ego sum' inquit (Ioh. 8,58); sed ut ipsi Abrahae donaret aeternam

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516 ANTONIO ORBEj S. I.

todo tiempo. Otro tanto vale decir del Espiritu Santo. Tambin l fu creado128 antes del mundo material.

La aparicin del Verbo (resp. del Espiritu Santo), fuera y antes del tiempo, le levanta sobre las leyes del

' nuper factus '.

Y solo por eso pudo haber nacido perfecto, en la plenitud de la

divinidad, en union perfecta con el Padre, sin posible incremento ni disminucin, igual y semejante del todo a Su autor.

En sana lgica, los ngeles e inteligencias separadas, no some tidos a la materia ni a sus leyes, han de nacer necesariamente per

fectos, en la plenitud de sus posibilidadeslze. Para s. Ireneo, la

preexistencia de un mundo noetico, corno el admitido por Origenes, entranaria la teleisis inicial de todos sus habitantes. Libres de toda

generacin y corrupcin, creados en un reino supramaterial y su

pratemporal, los ' intelectos ' puros habrian sido desde el principio

. En tal hiptesis no tendria sentido la pregunta inicial de los herejes.

Una vez mas aparece la importancia del tiempo, de la peda gogia material, cronolgica, en la dispensacin ireneana del hom bre. Tener principio equivale en el hombre a tenerle temperai, ma

terial, de gnesis corruptible. La antitesis infectus/nuper factus se traduce por extra tempus/in tempore factus. El hombre no es solo

cuerpo, pero tampoco sola alma, sino alma en cuerpo, y mejor aun '

cuerpo animado ' ; con el acento puesto fuertemente en el plasma.

Las leyes del hombre se rigen ante todo por las leyes del barro y de la carne. Su inicial imperfeccin arranca de la materia, que le ata al tiempo180.

vitam, cxsistens bonus, quoniam amicitia Dei immortalitatis est condonatrix his qui aggrediuntur eam. V, 1,1 : Neque rursus nos aliter discere po teramus, nisi Magistrum nostrum (= Verbum) videntes et per auditum nostrum vocem eius percipientes... a perfecto et eo, qui est ante omnem conditionem, augmentum accipientes. Qui nunc nuper facti sumus, a solo optimo et bono et ab eo qui habet donationem incorruptibilitatis, in eam quae est ad eum similitudinem facti, praedestinati quidem ut essemus, qui nondum eramus, secundum praescientiam Patris, facti autem initium fac turae, accepimus in praecognitis temporibus secundum ministrationem Verbi, qui est perfectus in omnibus. Vase IV, 20,3 : Et quoniam Verbum, id est Filius, semper cum Patre erat , per multa demonstravimus. Quoniam autem et Sapientia, quae est Spiritus, erat apud eum ante omnem consti tutionem, per Salomonem ait... (cf. Prov. 3,19 s. ; 8,22 ss.).

as Prov. 8,22 : Dominus creavit me principium viarum suarum in ope ra sua. Para la identidad Espiritu Santo = Sabiduria, vase la nota an terior.

129 Vase arriba p. 481 ss. 130 Cf. II, 34,2 : quaecunque facta sunt et fiunt, initium quidem suum

accipiur* generationis, et per hoc inferiora sunt ab eo qui ea fecit, quoniam

189.250.233.164 on Mon, 28 Apr 2014 23:48:34 PM


Harto sabian los heterodoxos, al formular su pregunta, que un individuo sacado del polvo era incapaz de inmediata perfeccin di vina. Mas aun, seria siempre incapaz de teleiosis. Entre las leyes del mundo infralunar, hay una axiomtica : todo lo que vino por generacin material, acabar en corrupcin.

Con su demanda querian poner en ridiculo al Creador, corno

Arconte sometido, en su obra especifica, a las leyes de la materia

corruptible. Bien entendido, que si el protoplasto sali imperfecto, imperfecto quedaria para siempre, y condenado a deshacerse.

* * *

En su respuesta, Ireneo da por sabido que el hombre a di ferencia del Verbo no vino dotado de teleiosis131, pero frente a la solucin heterodoxa apunta sobradamente su destino a ella.

El hombre es infinito menor que Dios, ha reeibido la grada slo

parcialmente y todavia no llega a la igualdad y semejanza (perfecta) con su Creador132. Mas no obstante su indole material, un dia Ile

gara hasta ahi, superando las leyes de la propia esencia. El ' nuper

factus '

dejara de ser tan hodierno y tan reciente, y entrari en

el rgimen del Ver

Homo Nuper Factus [en Torno a s. Ireneo, Adv. Haer. IV, 38, 1]

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