Historiadoresgriegos

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  • Herdoto de Halicarnaso colonia doria-484 aC./ 425aC.

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  • Nacido en el 484 aC, Halicarnaso, (actual Bodrum) Caria, Anatolia.Marcha a Samos huyendo de la tirana.Perfecciona su tico.Viaja por el mundo: Epiro, Libia, Egipto, Iberia, Sicilia

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  • Fallecido en el 425 a.C., en Turios, Calabria o Pella (Macedonia)

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  • padre de la Historiografa (citado por Cicern en su De Legibus)obra ( = : averiguar, informarse de, contar) Historiae o Los nueves libros de Historia: 9 musas, Escrita hacia el ao 444 a. C. en Panhellen, colonia turia que ayud a fundar, una fuente importantsima por los historiadores por ser la primera descripcin del mundo antiguo a gran escala y ser a su vez la primera en prosa griega. El primer prrafo anuncia:

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  • Introduccin

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    Herdoto de Halicarnaso presenta aqu las resultas de su investigacin para que el tiempo no abata el recuerdo de las acciones de los hombres y que las grandes empresas acometidas, ya sea por los griegos, ya por los brbaros, no caigan en olvido; da tambin razn del conflicto que puso a estos dos pueblos en la lid.

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  • OBRA:Sobre las G.Mdicas:Dividida en nueve libros en el siglo III-II aC. Cada libro est dedicado a una musa

    FUENTES: a) Orales: habla de forma indeterminada cuando las citas: segn unos..., a decir de otros...consciente de que esa informacin es poco fiable por lo que escribi: Si yo me veo en el deber de referir lo que se cuenta, no me veo obligado a crermelo todo a rajatabla; y que esta afirmacin se aplique a la totalidad de mi obra (VII, 151, 3).

    b) Escritas: tres grupos:Datos obtenidos de poetasInscripciones, listas oficiales y orculosInformaciones de loggrafos y de literatura de su poca.

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  • Anlisis de su obraCita a los poetas clsicos.

    Metodologa histrica: reinterpretaciones suis generis de las fuentes escritas de lenguas que no conoceInterpretario graeca: helenizando todas las costumbres que no conoce post hoc ergo propter hoc (el gallo canta cuando sale el sol, por lo tanto el canto del gallo hace que el sol salga. La divinidad que castigaApela al sentido comn

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  • Tucdides: , Atenas, 460 a.C. Tracia-396 a.C. Personajes importante de su familia: Milcades, vencedor del Maratn, Cimn, Milcades, fundador de una colonia en Tracia,estratego vencedor del Maratn (foto)Cimn, su hijo, estratego y prxeno en Esparta, oligarca filoespartano

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  • A lo largo de todo el siglo V aC. Atenas busc asegurarse el control de Tracia por su importancia estratgica por el paso de materias primas y metales preciosos, oro y plata, del Pangeo, madera, indispensable para la construccin naval, y por ser la ruta marttima de los estrechos que garantizaban el aprovisionamiento de trigo de Escitia. Despus de treinta largos aos de luchas con los tracios se cre el emplazamiento griego siento uno de los principales puertos atenienses lo que provoc que los espartanos quisieran tomar el nclave, que consigui en el 424 aC.: fue enviado como estratego Tucdides que lo perdi frente al espartano Brsidas. Esto provoc que Atenas lo condenase al ostracismo.

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  • GUERRA DEL PELOPONESOGuerra que enfrent a a Liga del Peloponeso, EspartaLa Liga Dlica, Atenas. Desde el punto de vista cronolgico, tres fases:una guerra de diez aos (libros I-V.24),una tregua de siete (resto del libro V)otra segunda guerra de diez aos (libros VI-VIII).

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  • Secuencia cronolgica Se inicia la guerra del Peloponesocon el intento de Tebas de apoderarse de Platea, aliada de Atenas (431)Oracin fnebre de Pericles (430)Capitulacin de Potidea en manos de los atenienses (429)Victoria naval de los atenienses en Calcis y Naupacto (429)Muere Pericles (429)Rebelin de Mitilene contra Atenas (428)Clen encabeza el partido opuesto a la paz con Esparta (428)Mitilene en poder de los atenienses. Concluye la rebelin de Lesbos (427)Capitulacin de Platea en manos de los peloponesios (427)Victoria ateniense en la isla Esfacteria. Principal triunfo militar de Clen auxiliado por el general ateniense Demstenes (425) ACARNIENSESBatalla de Delio. Derrota ateniense por el tebano Pagondas (424)Muerte de Sitalces, rey de los tracios odrisios y aliado de atenas (424)Ofensiva espartana al mando de Brsidas. Campaa contra Anfpolis (424)Tucdides no logra llegar a tiempo para auxiliar a Bucles en la derrota de Anfpolis que cay en poder de Brsidas (424)Exilio de Tucdides (423-404) 423 LAS NUBESBatalla de Anfpolis. Intento frustrado de Clen por recuperar la ciudad; mueren Clen y Brsidas (422) LAS AVISPAS Alcibades encabez en Atenas el partido opuesto a Nicias que quera pactar la paz con Esparta (422)Paz o tregua de Nicias (421) LA PAZ Alcibades fortaleci la posicin de Atenas con alianzas con Argos, Mantinea y Elis (420)Batalla de Mantinea. Victoria espartana (418)Expedicin ateniense contra Sicilia al mando de Alcibades, Nicias y Lmaco (415)Alcibades llamado a Atenas para ser procesado por el delito de sacrilegio. Huy a Esparta (415)Muerte de Lmaco, Nicias pide auxilios para proseguir la campaa de Sicilia. Atenas envi a Demostenes al mando de una escuadra (413)Derrota de la expedicin ateniense contra Siracusa. Muerte de Nicias y Demstenes (413)Atenas gobernada por Los Cuatrocientos (411) LISSTRATAAlcibades absuelto. No regres a Atenas y consigui importantes victorias que restablecieron el poder ateniense (411-408)Victoria naval de Atenas en el Helesponto. Fin del relato de Tucdides en su inacabado Libro VIII (411)

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  • INFLUENCIAS 1.-SOFSTICA: basado enla razn, observacin deducinque se traduce tambin en la estructura y estilo de su lenguaPreocupacin por el presente: anlisis de la situacinPreocupacin por el Hombre: conducta privada, pblica.Anlisis de la situacin: Anlisis del Hombre como ser social, conducta privada:moralconducta pblica: poltica. la Razn socrtica es factor moral, para l factor poltico e histrico. Es decir: gnme (razn)synesis (comprensin), t eiks: (estudio de lo verosimil): fundamento de la crtica y oposicin al relativismo.

    Para Tucdides la historia es una leccin de poltica e historia universal, unktma eis ae (un bien para siempre).

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  • DE LA FILOSOFA NATURAL: (Anaxgoras y de Demcrito)El CONCEPTO DE QUE el espritu humano acta de acuerdo a leyes naturales, sin intervencin divina: la vida y la historia se manifiestan como el encadenamiento de circunstancias naturales y materiales junto con los hechos humanos.

    DE LA ESCUELA HIPOCRTICA: LA METODOLOGA: deducir las causas por observacin e induccin, mediante la experiencia y el raciocinio; la distincin entre causas -aitacomo causa profunda- y sntomas profsis como pretextos y motivos ocasionales-; la influencia del carcter moral -nmos- y fsico -fysis- de los pueblos y su inters mdico y minucioso que se muestra la describir la peste de Atenas.

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  • Tucdides estudi las causas de la guerra siguiendo un mtodo racionalista y cientfico: Buscaba informacin de ambos bandos No crea en la intervencin divina ni en los orculos Tcnica narrativa: Inclusin de discursos pronunciados por los polticos para justificar la finalidad de las decisiones.

    Metodologa El programa Los discursosNarracin de los hechos El estilo tuciddeo El lxicoFiguras retricas

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  • El programa: en el libro I expone parte del mtodo discursos y narracin de hechos, mayor objetividad para acercarse a la realidad de lo sucedido.

    Los discursos: Hay discursos que Tucdides s pudo or, pero no son la mayora Presentan analogas de estilo y pensamiento con frmulas que se repiten casi a modo de correspondencias, a los que no tiene simpatas (Clen) son pesados; los de Pericles o Alcibades, amenos y giles. Pero el criterio de objetividad se basa en distinguir con inteligencia lo importante de lo insignificante.La reelaboracin de los discrusos hechos por Tucdides tiene otra razn: concentr los discursos odos en el gora para ser ledos y no escuchados.La variedad de discursos es grande: encomisticos, como el elogio fnebre de Pericles y el discurso en honor de ste; deliberativos, como los de la conferencia de Esparta o la de Camarina; dialogados, uno slo, entre embajadores melios y atenienses; arengas de los generales y estrategos a los soldados.

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  • Narracin de los hechos: Los hechos los hace pasar por su objetividad; selecciona lo que es trascendente, aunque tambin calla, pero lo que calla sabe que es conocido por todos.

    El estilo tuciddeo: Perdura como modelo de historidor y de prosista por la originalidad de su prosa y la peculiaridad de su estilo, en parte nico y en parte modlico para la posterior prosa tica.

    El lxico: Es un prosista muy potico, aunque parezca paradjico; cmo lo hace y lo consigue es fcil, al menos para l: toma trminos y construcciones tpicas de la poesa, carga determinados pasajes con un dramatismo, plagados con un ritmo prosstico muy distinto del habitual, adoptando y adaptando para ello palabras de poetas como Homero y los dramticos o tomando palabras y trminos de la prosa jonia e incluso creando l mismo nuevos trminos y expresiones. La lista de neologismos inventados y utilizados es tremenda: los sistemas de composicin de palabras alcanzan con Tucdides unas de las mayores cotas de la lengua y literatura griega. Al traducirlo, se puede comprobar que los trminos normales aparecen utilizados con distinta significacin en Tucdides y slo en l, ya ningn otro autor utiliza tal acepcin, y, de otro, trminos que slo aparecen recogidos en Tucdides, bien por primera vez o bien por nica. Esto nos puede dar idea de un rasgo de Tucdides: la precisin de su vocabulario y la riqueza de matices de su lengua.Figuras retricas: De los sofstas hereda la anttesis (-: contra/ afirmacin), utilizada de forma exacerbada, ya que la emplea no slo en la oracin o entre subordinaciones, sino tambin hace antitticos los discursos: los discursos se contraponen unos a otros -a veces unos son respuesta a otros-, pero siempre cargados con el mayor retoricismo, a pesar de su brevedad, con un estilo recargado con largos perodos de subordinacin.

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  • Estilo tucdeoInconcinidad: falta de coherencia.es potico pero usa tambin de la: t trachy ts harmona: falta de armona. Une elementos que no coordinan entre s normalmente; por ejemplo: falta de preposicin, a verbos que rigen un caso determinado ponerle otro.. Los taxistas conduce impacientemente y rpidamente ( construccin sintctica inconsecuente: "La ciudad donde vives todo en ella me gusta) Concisin: economa sintctica y lxica a veces su prosa parezca un telegrama que provoca la necesidad de ejercitar constantemente la atencin, por la gran economa sintctica y lxica del autor: da muchas cosas por sobrentendidas en sus oraciones. Lexis katestrammne/eiromne:Por todo ello su estilo es un discurso katestrammne (que da vueltas) frente al eiromne (discurso atado, ligado, lineal: oratio continua)Composicin anular: construccin arcaica en anillo, la Ringkomposition: repeticin o bien palabras o bien personajes. Se construye en anillo como indica el nombre: las Troyanas-Anacoluto: relacionado con la inconcinidad : deja inconclusa una frase (Yo, no tienes razn porque...," en lugar de Yo no estoy de acuerdo contigo porque..., )Parntesis: utilizado para aadir explicaciones.

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  • Concepcin tucdidea de la Historia: A) t safs skopen: el observar atentamenteB) ktma eis ae: propiedad para siempreConcepcin de la Guerra del PeloponesoA) inevitableB) grandeza

    CONCEPCIN HISTRICAdejar constancia de los hechos para que no queden oscurecidos ni olvidadosentender y hacer entender a sus contemporneos el sentido ltimo y las causas que provocaron la guerra.implanta el principio de eikzein: reconstruir la historia a partir de indicios lgicos o psicolgicos, lo que hace que su historia sea una historia de la actividad humana, del poder y de la ambicin: una historia universal y atemporal.

    TO SAFS SKOPENla historia es objeto de estudio racional bajo la mira de una mente lgica; un profundo anlisis permite contemplar la verdad con la mayor objetividad. Por ello ha seleccionado, pues no todo es historiable: toda informacin ha de pasar por un filtro de objetividad racionalista limitado por la ideologa y la subjetividad de Tucdides. Es por ello que domina el t eiks ya citado, lo verosimil, como principio derivado de la metodologa epistemolgica de los sofistas y de Tucdides a lo largo de toda la obra.

    KTEMA EIS AETambin pretendi que su obra fuera un tesoro para siempre, la inmortalidad de su obra era un autor contemporneo conscientemente, Un historiador poltico

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  • Concepcin de la Guerra del PeloponesoA) INETIVABLEEntendi que Esparta era la causante de la guerra, que llam GUERRA PREVENTIVA CONTRA ATENAS, La verdadera beneficiada era Esparta y no Atenas. Desde el inicio, indica que la guerra era INEVITABLE y achaca la causa al EXPANSIONISMO IMPERIALISTA Y MILITAR ATENIENSE y el temor que despertaba en Esparta. Ambas estaban en su punto ms lgido de su potencial blico y econmico. Esto es la causa profunda pero lo que inici fue el conflicto de Crcira con su metrpolis Corinto, el conflicto y asedio de Potidea y el decreto antimegareo de prohibicin por parte de los atenienses de la entrada de productos megarenses en Atenas. B) GRANDEZA Es consciente que Es la PRIMERA GUERRA CIVIL DEL MUNDO GRIEGO Y LA PRIMERA DE OCCIDENTEA ella acuden DOS BANDOS EN PLENITUD DE RECURSOS ECONMICOS Y MILITARES, tras 20 aos de paz desde la G.M.Cada bando arrastr a sus aliados, e implic a todo el mundo griego: continental, insular, asitico, Magna Grecia. dur veintisiete aos.Se ha discutido acerca de las cifras que Tucdides refleja en diversos pasajes, pues parecen demasiado elevadas para ceirse a la poca y a la guerra, aunque quiz la tradicin de manuscritos -como siempre que se quiere echar a alguien la culpa de lo que no concuerda, pero no se sabe a quin- las cambi por error en los numerales.

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  • Estructura: Libro I: Objetivo de Tucdides al escribir la obra. Arqueologa. Plan y mtodo del historiador. Los discursos. Causas y detonantes de la guerra. Conflicto de Corcira. Defeccin y asedio de Potidea. Pentecontecia y expansin poltica ateniense. Conferencia de Esparta: votacin en favor de la guerra y sus preparativos. Discurso de Pericles: poltica ateniense.

    Libro II: los tres primeros aos de la guerra (431-429 a.C.). Ao 431 a.C.: Comienzo de la misma. Contingentes de ambos bandos. Invasin y devastacin del Atica por los lacedemonios. Oracin fnebre de Pericles. Ao 430 a.C.: Invasin y devastacin del Atica por los lacedemonios. La peste en Atenas. Elogio a Pericles. Expediciones atenienses contra la costa peloponesia y Tracia. Rendicin de Potidea. Autodefensa de Pericles. Ao 429 a.C.: Cerco peloponesio a Platea. Combate naval y victoria ateniense en Naupacto. Incursin peloponesia en Salamina. Tracia, aliada ateniense contra Macedonia.

    Libro III: Tres siguientes aos de guerra (428-426 a.C.): Ao 428 a.C.: Levantamiento de Lesbos y revuelta de Mitilene. Circunnavegacin ateniense del Peloponeso. Discurso mitilenio en solicitud de ayuda a los lacedemonios. Evasin de Platea. Ao 427 a.C.: Invasin y devastacin del Atica por los lacedemonios. Rendicin de Mitilene a los atenienses. Debate en Atenas sobre el futuro de Mitilene. Rendicin de Platea. Guerra civil en Corcira- Segundo brote de peste en Atenas y terremotos. Ao 426 a.C.: sin hechos destacados.

    Libro IV: Tres siguientes aos de guerra (425-423 a.C.): Ao 425 a.C.: Victoria ateniense en Pilos. Esfacteria y la tregua de Pilos. Discurso de embajadores lacedemonios ante atenienses. Guerra en Sicilia. Toma de Esfacteria. Abandono ateniense y lacedemonio de Pilos. Expedicin martima ateniense contra Corinto. Ao 424 a.C.: Expedicin ateniense contra Citera. Sedicin oligrquica en Mgara. Brsidas en Tracia. Defeccin de Acanto y Estagiro. Batalla ateniense-beocia. Toma beocia de Delin- Ao 423 a.C.: Armisticio entre Atenas y Esparta. Defeccin de Escone y Mende. Toma de Mende y asedio de Escone por los atenienses.

    Historia de la guerra del Peloponeso

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  • Libro V: Siete siguientes aos de guerra (422-416 a.C.):

    Ao 422 a.C.: Muerte en Tracia de Brsidas y Clen. Paz de Nicias y alianza de las dos potencias. Ao 421 a.C.: Corinto, Argos, Mantinea y lide se oponen a la paz. Ao 420 a.C.: Alianza entre Argos y Esparta. Diferencias entre Esparta y Atenas. Alcibades contra el tratado de paz. Alianza entre Atenas y Argos. Ao 419 a.C.: Guerra entre Epidauro y Argos. Ao 418 a.C.: Guerra entre Argos y Esparta. Victoria espartana en Mantinea. Alianza entre Argos y Esparta. Ao 417 a.C.: Ruptura de la paz de Nicias. Ao 416 a.C.: Conferencia de Melos y rendicin de Melos a los atenienses.

    Libro VI: Dos siguientes aos de guerra (415-414 a.C.):

    Ao 415 a.C.: Campaa de Sicilia. Debate en Atenas por la expedicin. Preparacin de Sicilia. Alcibades cambia de bando. Ao 414 a.C.: Guerra en Grecia y Sicilia.

    Libro VII: Dos siguientes aos de guerra (414-413 a.C.):

    Ao 414 a.C.: Batalla de Siracusa. Invasin y devastacin del Atica por los lacedemonios. Ao 413 a.C.: Cerco lacedemonio de Decelia. Alianza siciliana conta Atenas. Combates navales y derrota naval ateniense en Sicilia.Libro VIII:Dos siguientes aos de guerra (412-411 a.C.):

    Ao 412 a.C.: Rebelin contra Atenas de Quos, Clazomenas, Mileto y otras ciudades. Alianza entre Daro y los lacedemonios. Combate en Mileto. Defeccin de Rodas. 2 y 3 tratado de paz de Esparta con Tisafernes. Ao 411 a.C.: Luchas polticas y de clases en Atenas: el gobierno de los Cuatrocientos. Disensiones en el ejrcito y en Atenas. Defeccin de Bizancio. Combate naval y victoria ateniense en el Helesponto.

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  • La mayora de los que aqu han hablado anteriormente elogian al que aadi a la costumbre el que se pronunciara pblicamente este discurso, como algo hermoso en honor de los enterrados a consecuencia de las guerras. Aunque lo que a m me parecera suficiente es que, ya que llegaron a ser de hecho hombres valientes, tambin de hecho se patentizara su fama como ahora mismo ven en torno a este tmulo que pblicamente se les ha preparado; y no que las virtudes de muchos corran el peligro de ser credas segn que un solo hombre hable bien o menos bien. Pues es difcil hablar con exactitud en momentos en los que difcilmente est segura incluso la apreciacin de la verdad. Pues el oyente que ha conocido los hechos y es benvolo, pensar quiz que la exposicin se queda corta respecto a lo que l quiere y sabe; en cambio quien no los conoce pensar, por envidia, que se est exagerando, si oye algo que est por encima de su propia naturaleza. Pues los elogios pronunciados sobre los dems se toleran slo hasta el punto en que cada cual tambin cree ser capaz de realizar algo de las cosas que oy; y a lo que por encima de ellos sobrepasa, sintiendo ya envidia, no le dan crdito. Mas, puesto que a los antiguos les pareci que ello estaba bien, es preciso que tambin yo, siguiendo la ley, intente satisfacer lo ms posible el deseo y la expectacin de cada uno de vosotros.36. Comenzar por los antepasados, lo primero; pues es justo y al mismo tiempo conveniente que en estos momentos se les conceda a ellos esta honra de su recuerdo. Pues habitaron siempre este pas en la sucesin de las generaciones hasta hoy, y libre nos lo entregaron gracias a su valor. Dignos son de elogio aqullos, y mucho ms lo son nuestros propios padres, pues adquiriendo no sin esfuerzo, adems de lo que recibieron, cuanto imperio tenemos, nos lo dejaron a nosotros, los de hoy en da. Y nosotros, los mismos que an vivimos y estamos en plena edad madura, en su mayor parte lo hemos engrandecido, y hemos convertido nuestra ciudad en la ms autrquica, tanto en lo referente a la guerra como a la paz. De estas cosas pasar por alto los hechos de guerra con los que se adquiri cada cosa, o si nosotros mismos o nuestros padres rechazamos al enemigo, brbaro o griego, que valerosamente atacaba, por no querer extenderme ante quienes ya lo conocen. En cambio, tras haber expuesto primero desde qu modo de ser llegamos a ellos, y con qu rgimen poltico y a partir de qu caracteres personales se hizo grande, pasar tambin, luego al elogio de los muertos, considerando que en el momento presente no sera inoportuno que esto se dijera, y es conveniente que lo oiga toda esta asamblea de ciudadanos y extranjeros.37. Tenemos un rgimen poltico que no se propone como modelo las leyes de los vecinos, sino que ms bien es l modelo para otros. Y su nombre, como las cosas dependen no de una minora, sino de la mayora, es Democracia. A todo el mundo asiste, de acuerdo con nuestras leyes, la igualdad de derechos en los conflictos privados, mientras que para los honores, si se hace distincin en algn campo, no es la pertenencia a una categora, sino el mrito lo que hace acceder a ellos; a la inversa, la pobreza no tiene como efecto que un hombre, siendo capaz de rendir servicio al Estado, se vea impedido de hacerlo por la oscuridad de su condicin. Gobernamos liberalmente lo relativo a la comunidad, y respecto a la suspicacia recproca referente a las cuestiones de cada da, ni sentimos envidia del vecino si hace algo por placer, ni aadimos nuevas molestias, que aun no siendo penosas son lamentables de ver. Y al tratar los asuntos privados sin molestarnos, tampoco transgredimos los asuntos pblicos, ms que nada por miedo, y por obediencia a los que en cada ocasin desempean cargos pblicos y a las leyes, y de entre ellas sobre todo a las que estn dadas en pro de los injustamente tratados, y a cuantas por ser leyes no escritas comportan una vergenza reconocida. 38. Y tambin nos hemos procurado frecuentes descansos para nuestro espritu, sirvindonos de certmenes y sacrificios celebrados a lo largo del ao, y de decorosas casas particulares cuyo disfrute diario aleja las penas. Y a causa de su grandeza entran en nuestra ciudad toda clase de productos desde toda la tierra, y nos acontece que disfrutamos los bienes que aqu se producen para deleite propio, no menos que los bienes de los dems hombres.

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  • 39. Y tambin sobresalimos en los preparativos de las cosas de la guerra por lo siguiente: mantenemos nuestra ciudad abierta y nunca se da el que impidamos a nadie (expulsando a los extranjeros) que pregunte o contemple algo al menos que se trate de algo que de no estar oculto pudiera un enemigo sacar provecho al verlo, porque confiamos no ms en los preparativos y estratagemas que en nuestro propio buen nimo a la hora de actuar. Y respecto a la educacin, stos, cuando todava son nios, practican con un esforzado entrenamiento el valor propio de adultos, mientras que nosotros vivimos plcidamente y no por ello nos enfrentamos menos a parejos peligros. Aqu est la prueba: los lacedemonios nunca vienen a nuestro territorio por s solos, sino en compaa de todos sus aliados; en cambio nosotros, cuando atacamos el territorio de los vecinos, vencemos con facilidad en tierra extranjera la mayora de las veces, y eso que son gentes que se defienden por sus propiedades. Y contra todas nuestras fuerzas reunidas ningn enemigo se enfrent todava, a causa tanto de la preparacin de nuestra flota como de que enviamos a algunos de nosotros mismos a puntos diversos por tierra. Y si ellos se enfrentan en algn sitio con una parte de los nuestros, si vencen se jactan de haber rechazado unos pocos a todos los nuestros, y si son vencidos, haberlo sido por la totalidad. As pues, si con una cierta indolencia ms que con el continuo entrenarse en penalidades, y no con leyes ms que con costumbres de valor queremos correr los riesgos, ocurre que no sufrimos de antemano con los dolores venideros, y aparecemos llegando a lo mismo y con no menos arrojo que quienes siempre estn ejercitndose. Por todo ello la ciudad es digna de admiracin y aun por otros motivos.40. Pues amamos la belleza con economa y amamos la sabidura sin blandicie, y usamos la riqueza ms como ocasin de obrar que como jactancia de palabra. Y el reconocer que se es pobre no es vergenza para nadie, sino que el no huirlo de hecho, eso s que es ms vergonzoso. Arraigada est en ellos la preocupacin de los asuntos privados y tambin de los pblicos; y estas gentes, dedicadas a otras actividades, entienden no menos de los asuntos pblicos. Somos los nicos, en efecto, que consideramos al que no participa de estas cosas, no ya un tranquilo, sino un intil, y nosotros mismos, o bien emitimos nuestro propio juicio, o bien deliberamos rectamente sobre los asuntos pblicos, sin considerar las palabras un perjuicio para la accin, sino el no aprender de antemano mediante la palabra antes de pasar de hecho a ejecutar lo que es preciso. Pues tambin poseemos ventajosamente esto: el ser atrevidos y deliberar especialmente sobre lo que vamos a emprender; en cambio en los otros la ignorancia les da temeridad y la reflexin les implica demora. Podran ser considerados justamente los de mejor nimo aquellos que conocen exactamente lo agradable y lo terrible y no por ello se apartan de los peligros. Y en lo que concierne a la virtud nos distinguimos de la mayora, pues nos procuramos a los amigos, no recibiendo favores sino hacindolos. Y es que el que otorga el favor es un amigo ms seguro para mantener la amistad que le debe aquel a quien se lo hizo, pues el que lo debe es en cambio ms dbil, ya que sabe que devolver el favor no gratuitamente sino como si fuera una deuda. Y somos los nicos que sin angustiarnos procuramos a alguien beneficios no tanto por el clculo del momento oportuno como por la confianza en nuestra libertad.41. Resumiendo, afirmo que la ciudad toda es escuela de Grecia, y me parece que cada ciudadano de entre nosotros podra procurarse en los ms variados aspectos una vida completsima con la mayor flexibilidad y encanto. Y que estas cosas no son jactancia retrica del momento actual sino la verdad de los hechos, lo demuestra el podero de la ciudad, el cual hemos conseguido a partir de este carcter. Efectivamente, es la nica ciudad de las actuales que acude a una prueba mayor que su fama, y la nica que no provoca en el enemigo que la ataca indignacin por lo que sufre, ni reproches en los sbditos, en la idea de que no son gobernados por gentes dignas. Y al habernos procurado un podero con pruebas ms que evidentes y no sin testigos, daremos ocasin de ser admirados a los hombres de ahora y a los venideros, sin necesitar para nada el elogio de Homero ni de ningn otro que nos deleitar de momento con palabras halagadoras, aunque la verdad ir a desmentir su concepcin de los hechos; sino que tras haber obligado a todas las tierras y mares a ser accesibles a nuestro arrojo, por todas partes hemos contribuido a fundar recuerdos imperecederos para bien o para mal. As pues, stos, considerando justo no ser privados de una tal ciudad, lucharon y murieron noblemente, y es natural que cualquiera de los supervivientes quiera esforzarse en su defensa.42. Esta es la razn por la que me he extendido en lo referente a la ciudad ensendoles que no disputamos por lo mismo nosotros y quienes no poseen nada de todo esto, y dejando en claro al mismo tiempo con pruebas ejemplares el pblico elogio sobre quienes ahora hablo. Y de l ya est dicha la parte ms importante. Pues las virtudes que en la ciudad he elogiado no son otras que aquellas con que las han adornado estos hombres y otros semejantes, y no son muchos los griegos cuya fama, como la de stos, sea pareja a lo que hicieron. Y me parece que pone de manifiesto la vala de un hombre, el desenlace que stos ahora han tenido, al principio slo mediante indicios, pero luego confirmndola al final. Pues es justo que a quienes son inferiores en otros aspectos se les valore en primer lugar su valenta en defensa de la patria, ya que borrando con lo bueno lo malo reportaron mayor beneficio a la comunidad que lo que la perjudicaron como simples particulares. Y de ellos ninguno floje por anteponer el disfrute continuado de la riqueza, ni demor el peligro por la esperanza de que escapando algn da de su pobreza podra enriquecerse. Por el contrario, consideraron ms deseable que todo esto el castigo de los enemigos, y estimando adems que ste era el ms bello de los riesgos decidieron con l vengar a los enemigos, optando por los peligros, confiando a la esperanza lo incierto de su xito, estimando digno tener confianza en s mismos de hecho ante lo que ya tenan ante su vista. Y en ese momento consideraron en ms el defenderse y sufrir, que ceder y salvarse; evitaron una fama vergonzosa, y aguantaron el peligro de la accin al precio de sus vidas, y en breve instante de su Fortuna, en el esplendor mismo de su fama ms que de su miedo, fenecieron.

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  • 43. Y as stos, tales resultaron, de modo en verdad digno a su ciudad. Y preciso es que el resto pidan tener una decisin ms firme y no se den por satisfechos de tenerla ms cobarde ante los enemigos, viendo su utilidad no slo de palabra, cosa que cualquiera podra tratar in extenso ante ustedes, que la conocis igual de bien, mencionando cuntos beneficios hay en vengarse de los enemigos; antes por el contrario, contemplando de hecho cada da el podero de la ciudad y enamorndose de l, y cuando les parezca que es inmenso, piensen que todo ello lo adquirieron unos hombres osados y que conocan su deber, y que actuaron con pundonor en el momento de la accin; y que si fracasaban al intentar algo no se crean con derecho a privar a la ciudad de su innata audacia, por lo que le brindaron su ms bello tributo: dieron, en efecto, su vida por la comunidad, cosechando en particular una alabanza imperecedera y la ms clebre tumba: no slo el lugar en que yacen, sino aquella otra en la que por siempre les sobrevive su gloria en cualquier ocasin que se presente, de dicho o de hecho. Porque de los hombres ilustres tumba es la tierra toda, y no slo la seala una inscripcin sepulcral en su ciudad, sino que incluso en los pases extraos pervive el recuerdo que, aun no escrito, est grabado en el alma de cada uno ms que en algo material. Imiten ahora a ellos, y considerando que su libertad es su felicidad y su valor su libertad, no se angustien en exceso sobre los peligros de la guerra. Pues no sera justo que escatimaran menos sus vidas los desafortunados (ya que no tienen esperanzas de ventura), sino aquellos otros para quienes hay el peligro de sufrir en su vida un cambio a peor, en cuyo caso sobre todo seran mayores las diferencias si en algo fracasaran. Pues, al menos para un hombre que tenga dignidad, es ms doloroso sufrir un dao por propia cobarda que, estando en pleno vigor y lleno de esperanza comn, la muerte que llega sin sentirse.44. Por esto precisamente no compadezco a ustedes, los padres de estos de ahora que aqu estn presentes, sino que ms bien voy a consolarles. Pues ellos saben que han sido educados en las ms diversas experiencias. Y la felicidad es haber alcanzado, como stos, la muerte ms honrosa, o el ms honroso dolor como ustedes y como aquellos a quienes la vida les calcul por igual el ser feliz y el morir. Y que es difcil convencerles de ello lo s, pues tendrn mltiples ocasiones de acordarse de ellos en momentos de alegra para otros, como los que antao tambin eran su orgullo. Pues la pena no nace de verse privado uno de aquellas cosas buenas que uno no ha probado, sino cuando se ve despojado de algo a lo que estaba acostumbrado. Preciso es tener confianza en la esperanza de nuevos hijos, los que an estn en edad, pues los nuevos que nazcan ayudarn en el plano familiar a acordarse menos de los que ya no viven, y ser til para la ciudad por dos motivos: por no quedar despoblada y por una cuestin de seguridad. Pues no es posible que tomen decisiones equitativas y justas quienes no exponen a sus hijos a que corran peligro como los dems. Y a su vez, cuantos han pasado ya la madurez, consideren su mayor ganancia la poca de su vida en que fueron felices, y que sta presente ser breve, y alviense con la gloria de ellos. Porque las ansias de honores es lo nico que no envejece, y en la etapa de la vida menos til no es el acumular riquezas, como dicen algunos, lo que ms agrada, sino el recibir honores.45. Por otra parte, para los hijos o hermanos de stos que aqu estn presentes veo una dura prueba (pues a quien ha muerto todo el mundo suele elogiar) y a duras penas podran ser considerados, en un exceso de virtud por su parte, no digo iguales sino ligeramente inferiores. Pues para los vivos queda la envidia ante sus adversarios, en cambio lo que no est ante nosotros es honrado con una benevolencia que no tiene rivalidad. Y si debo tener un recuerdo de la virtud de las mujeres que ahora quedarn viudas, lo expresar todo con una breve indicacin. Para ustedes ser una gran fama el no ser inferiores a vuestra natural condicin, y que entre los hombres se hable lo menos posible de ustedes, sea en tono de elogio o de crtica.46. He pronunciado tambin yo en este discurso, segn la costumbre, cuanto era conveniente, y los ahora enterrados han recibido ya de hecho en parte sus honras; a su vez la ciudad va a criar a expensas pblicas a sus hijos hasta la juventud, ofreciendo una til corona a stos y a los supervivientes de estos combates. Pues es entre quienes disponen de premios mayores a la virtud donde se dan ciudadanos ms nobles. Y ahora, despus de haber concluido los lamentos fnebres, cada cual en honor de los suyos, mrchense.

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  • JENOFONTE: (Atenas 431 a.C. Corinto: 354 a. C.)

    . Partici en la G.del Peloponeso Histricas y biogrficasAnbasis o Retirada de los Diez Mil Ciropedia, una semblanza del rey persa Ciro II el Grande de intencin moralizante.Helnicas, historia de la Guerra del Peloponeso que contina la obra inacabada de Tucdides.AgesilaoObras socrticas y dilogosEconmicoEl banquete.Apologa de ScratesHiernTratados menoresSobre la caballera, en el que sienta las bases de la doma clsica.Hiprquico, sobre el oficial de caballera.CinegticoLa Repblica de los lacedemonios

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  • BiografaDictadura de los Treinta:Critias, Trasbulo, Eleusis. Hiparcos: Lsmaco. Amnistia. Consulta a Scrates a qu dioses debe dirigirse para tener buen viaje por mar y feliz retorno.Huye de AtenasSe alista en la expedicin de Ciro el Joven contra su hermano Artajerjes IIConsigui hacer regresar a los Diez Mil tras la muerte de Ciro en el primer combate. Relato explicado en la NBASIS Se enrol en la milicia espartana. Esparta le compens con la proxena y una finca en EsquilunteEn Esquilunte comenz a escribir tratados histricos, didcticos (especialmente sobre la cra y el entrenamiento de animales), ensayos militares, polticos y econmicos, y obras socrticas. Son estas ltimas una recopilacin de dilogos y, al mismo tiempo, una exposicin de los mtodos de enseanza del filsofo, a quien admiraba profundamente. En el 370 debe abandonar Esquilunte porque los eleos se apoderan de ella. Jenofonte huy a Corinto, donde muri hacia el 354 a.C.

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  • El mtodoJenofonte, como historiador, tiene notables defectos. Escritor polifactico: desde historia hasta tratados sobre caza.No examina ni contrasta los datos Abandona el principio analtico sin sustituirlo por otro alternativo. No se plantea la razn de los acontecimientos, por lo que da interpretaciones superficiales o moralizantes. Su centro de atencin son los valores morales de las ciudades y de sus lderes.Sus escritos son un reportaje de sus propias experiencias en el ejrcito, perfectamente contados. Su escritura es fresca, precisa, rpida, no ajena a la irona en ocasiones, los discursos estn cargados de tpicos retricos y no tienen profundidad psicolgica.Sobre Atenas tiene omisiones de sucesos histricos relevantes, que se han achacado a su parcialidad e incapacidad como historiador, por su filoespartanismo.

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  • Lengua y estilo

    Su tico no puro y preludia la koin, pero lenguaje sencillofacilidad de pensamiento. (muy ledo en la antigedad tarda, pero no en el Helenismo)Es un hombre despierto pero no un genio.Claro exponente de la prosa tica de la segunda mitad del s.V aC.Es precursor del helenismoNotorio individualismo; Preconiza un nuevo estilo literario tanto en su encomioAgesilao como en la Ciropedia.Preocupacin por la pedagoga, idealizada, que aparece en sus tratatos prcticos: equitacin o cinegticaEn los retratos describe con trazos precisos el talante de los protagonistas. Los discursos, de acuerdo con la prctica retrica habitual, son muy dramticos, aunque parecen verosmiles y creibles en boca de los personajesLa memoria autobiogrfica permite conjugar una visin personal de lo narrado con la fidelidad a la veracidad histrica. Para mantener este equilibrio Jenofonte escribe en tercera persona.

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  • Polibio de Megalpolis 2OO aC.(s.IIaC) Arcadia (Peloponeso)Representante de la Liga Aquea, rehn de Paulo Macedonio Pedadogo de su hijo Escipin, con quien asiste a la cada de Cartago, Numancia. Tras 17 aos de cautivo es liberado, entonces se dedica a viajar.El primero que escribe una H Universal 40 libros, nada ms nos han llegado 4.Compara las constituciones de Roma con la de Atenas, Creta o Esparta.La historia ha de ser pragmtica El historiador debe seleccionar las fuentes para que sean ratificadas. El historiador ha de conocer las obras de los precedentes. La Geografa es una herramienta auxiliar de la Historia.Lengua: Escribe en koin, prosa sencilla

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  • ESTRABN de Amasia, ,Ponto, norte de Anatolia (Turqua) siglo I aC.

    Proporciona informacin sobre la pennsula Ibrica, libro III de su Geografa.

    Se basa en testimonios anteriores como Artemidoro y Polibio que haban viajado a la pennsula Ibrica.

    Describe el estrecho de Gibraltar, los recursos de la Btica, las costas de Lusitania, de Levante, las islas del Mediterrneo y del Atlntico.

    Gegrafo descriptivo, rechaza a los gegrafos matemticos, Eratstenes de Cirene, por su carcter cartogrfico. Lo que le llev a una despreocupacin por las causas fsicas de los fenmenos naturales, centrndose en los aspectos humanos,histricos o mticos.

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  • PLUTARCO de Queronea, Beocia: 50-120 dC. Siglo IdC.

    Se traslado a Atenas para estudiar FilosofaObra: Vidas paralelas. En ella relata la biografa comparada de personajes clebres buscando paralelismos: Teseo/ RmuloLicurgo/Numa PompilioPericles/Fabio MximoAlejandro/Julio CsarDemstenes/Cicern

    El resto de sus obras son disertaciones sobre retrica, filosofa, religin agrupados con el nombre de Moralia.

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