Historia de la música I -...

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2. La música en la antigua Grecia 2.1. Concepto de música La palabra «música» (music, musique, musica, musik ) deriva de la pa- labra griega μουσική (musiké), que significaba «relativo a las musas». Las musas, en los relatos míticos, eran nueve y estaban relacionadas con ac- tividades como la poesía, la historia, la tragedia, la comedia o la danza. Esto se debe a que todas estas actividades se englobaban bajo el concepto de musiké, que comprendía por tanto la música, la poesía (lírica, épica y dramática) y la danza. La música, pues, era para los antiguos griegos una actividad mucho más diversa que lo que el término designa en nuestra cultura. La relación de la música con la poesía es importante para la conside- ración de la música vocal. La lengua griega tenía dos características que la acercaban a la música: la cantidad silábica y el acento tonal. En griego antiguo se diferenciaba entre sílabas largas y breves; en la prosa la dife- rencia no se realizaba en proporciones fijas, pero en la poesía se tendía a hacer las sílabas largas el doble de las breves; dado que la poesía griega se basaba en repeticiones de pies métricos (grupos de sílabas breves y largas en un orden determinado), la simple recitación poética mostraba un ritmo casi musical. En cuanto al acento, se distinguía entre acento agudo, acento grave y acento circunflejo. El primero suponía una elevación de la altura tonal en torno a una quinta; el segundo, una elevación de una cuarta; el tercero (sólo en sílabas largas), un ascenso a la quinta y descenso posterior a la cuarta. Todo esto hacía que el recitado de la poesía «sonara» musical. Entre los diversos puntos de vista sobre la música que existieron en la antigua Grecia, destacan tres: Música como ciencia. Desde Pitágoras, y aun antes, la música (especial- mente sus aspectos acústicos) se contempló como un reflejo de la organización del cosmos, y por tanto un objeto digno del estudio científico. Esta visión domina en los teóricos de la época helenística y se transmitió, a través de Boecio, a la Edad Media. Música como instrumento pedagógico. Música y gimnasia eran las dos actividades fundamentales en la educación de niños y jóvenes. La idea, muy arraigada, de que la música influía decisivamente en la formación de la personalidad individual, fomentó su uso didáctico y llevó a una cierta «politización» de la música en época clásica. 5

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2. La música en la antigua Grecia

2.1. Concepto de música

La palabra «música» (music, musique, musica, musik) deriva de la pa-

labra griega µουσική (musiké), que significaba «relativo a las musas». Las

musas, en los relatos míticos, eran nueve y estaban relacionadas con ac-

tividades como la poesía, la historia, la tragedia, la comedia o la danza.

Esto se debe a que todas estas actividades se englobaban bajo el concepto

de musiké, que comprendía por tanto la música, la poesía (lírica, épica y

dramática) y la danza. La música, pues, era para los antiguos griegos una

actividad mucho más diversa que lo que el término designa en nuestra

cultura.

La relación de la música con la poesía es importante para la conside-

ración de la música vocal. La lengua griega tenía dos características que

la acercaban a la música: la cantidad silábica y el acento tonal. En griego

antiguo se diferenciaba entre sílabas largas y breves; en la prosa la dife-

rencia no se realizaba en proporciones fijas, pero en la poesía se tendía a

hacer las sílabas largas el doble de las breves; dado que la poesía griega se

basaba en repeticiones de pies métricos (grupos de sílabas breves y largas

en un orden determinado), la simple recitación poética mostraba un ritmo

casi musical. En cuanto al acento, se distinguía entre acento agudo, acento

grave y acento circunflejo. El primero suponía una elevación de la altura

tonal en torno a una quinta; el segundo, una elevación de una cuarta; el

tercero (sólo en sílabas largas), un ascenso a la quinta y descenso posterior

a la cuarta. Todo esto hacía que el recitado de la poesía «sonara» musical.

Entre los diversos puntos de vista sobre la música que existieron en la

antigua Grecia, destacan tres:

Música como ciencia. Desde Pitágoras, y aun antes, la música (especial-

mente sus aspectos acústicos) se contempló como un reflejo de la

organización del cosmos, y por tanto un objeto digno del estudio

científico. Esta visión domina en los teóricos de la época helenística

y se transmitió, a través de Boecio, a la Edad Media.

Música como instrumento pedagógico. Música y gimnasia eran las dos

actividades fundamentales en la educación de niños y jóvenes. La

idea, muy arraigada, de que la música influía decisivamente en la

formación de la personalidad individual, fomentó su uso didáctico y

llevó a una cierta «politización» de la música en época clásica.

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La música en la antigua Grecia 6

Música como generadora de placer. La múśica era causa de placer y di-

versión, ya como ingrediente de fiestas y espectáculos o como simple

audición o interpretación.

A grandes rasgos, estas tres visiones correspondían a los teóricos mu-

sicales, los filósofos y los músicos-intérpretes, respectivamente; aunque

existían posiciones intermedias o conciliadoras y las posibilidades son am-

plias.

2.2. Historia

La historia de la Grecia antigua se suele dividir en tres etapas:

Época arcaica. Hasta el siglo vi a.C. Propiamente comienza en el siglo viiia.C., después de la llamada época oscura, pero podemos extenderla

hacia atrás hasta los orígenes de la cultura griega.

Época clásica. Siglos v y iv a.C. Incluye el llamado siglo de Pericles, por

la importancia de este dirigente ateniense. Es la época de los gran-

des trágicos (Esquilo, Sófocles, Eurípides), de los grandes filósofos

(Sócrates, Platón, Aristóteles) y del arte clásico (p.ej. el Partenón de

Atenas).

Época helenística. Desde finales del siglo iv a.C., con la expansión griega

hacia Asia y África tras las conquistas de Alejandro Magno. El re-

sultado fue la extensión de la cultura griega a todo el Mediterráneo

oriental. Termina con la incorporación definitiva a Roma en el siglo ia.C.

La literatura musical pertenece sobre todo a la última etapa, la helenís-

tica. También la notación musical es de esta época y, por tanto, casi todos

los restos musicales que se conservan son tardíos. De épocas anteriores

tenemos noticia principalmente a través de literatos y filósofos, así como

por la iconografía.

En los orígenes de la música griega sabemos que había cantos dedica-

dos a determinados dioses o a situaciones específicas. Entre los primeros

destacan el peán, dedicado a Apolo, o el ditirambo, a Dionisos; entre los

segundos, el himeneo o canto nupcial, el treno o canto fúnebre y los him-nos, cantos estróficos destinados a la interpretación colectiva como forma

de desarrollar el sentimiento de identidad religiosa.

En la época arcaica, la música griega se basaba fundamentalmente

en los nómoi (νόµοι), fórmulas melódicas transmitidas oralmente de forma

La música en la antigua Grecia 7

tradicional. La invención de los nómoi se atribuye a Terpandro, músico que

vivió en el siglo vii a.C.

Aunque los nómoi continuaron en uso en épocas posteriores, a fina-

les de la época arcaica la música griega se desarrollaba principalmente

en torno al sistema de harmoníai (ἁρµονίαι). El concepto no es demasiado

claro, pero podría definirse cada harmonía como un «estilo musical», un

conjunto de rasgos (escala, ritmo, estilo de canto, etc.) que conforman una

manera específica de hacer música. Las harmoníai se clasificaban en rela-

ción con las distintas regiones del mundo griego, y se nombraban así como

doria, frigia, lidia, jonia, etc. El músico a quien se relaciona habitualmente

con el sistema de harmoníai es Laso de Hermíone, del siglo vi a.C.

Contemporáneo de Laso es Pitágoras de Samos, fundador de una escue-

la filosófico-religiosa que destacaba la estructura numérica del universo y

que desarrolló importantes estudios musicales.

En la época clásica destaca otro teórico, Damón (siglo v a.C.), contem-

poráneo y amigo de Pericles, que desarrolló la llamada teoría del ethos.Damón no dejó nada escrito, pero sus ideas se transmitieron a través de

otros, principalmente de Platón, una generación más joven, e influyeron

así decisivamente en varias épocas de la historia de la música.

Contemporáneo de Platón era Timoteo de Mileto, el músico más inno-

vador de su época, que inició una nueva y definitiva etapa en la música

griega. Entre sus innovaciones —que fueron duramente criticadas por mu-

chos, entre ellos Platón— figura la ampliación del número de cuerdas de la

cítara, lo que permitía la modulación entre harmoníai diferentes.

En el límite entre las épocas clásica y helenística vivió Aristoxeno de

Tarento, autor del tratado musical griego más antiguo conservado e ini-

ciador de toda una serie de estudios teóricos sobre la música, que nos

permiten conocer el sistema musical, la notación y muchos otros aspectos

de la música de época helenística. El último de estos tratados corresponde

a Arístides Quintiliano, que vivió entre los siglos iii y iv d.C.

La teoría musical griega pasó posteriormente a la Edad Media a través

de la obra de Boecio, escritor latino de finales del siglo v d.C., autor de un

tratado sobre la música que puede considerarse el último de los tratados

musicales griegos, aunque está escrito en latín.

2.3. Sistema musical

2.3.1. Intervalos

La música griega era fundamentalmente monódica, aunque el acompa-

ñamiento instrumental podía crear texturas heterofónicas. Teniendo esto

La música en la antigua Grecia 8

en cuenta, el concepto fundamental para el desarrollo del sistema es el

intervalo.Los intervalos fundamentales de la música griega eran la octava o dia-

pasón, la quinta o diapente y la cuarta o diatessaron, que correspondían

a los intervalos fijos de la afinación de una cítara; el tipo más habitual

de cítara en época clásica tenía ocho cuerdas, con un intervalo de octava

entre las extremas, e intervalos de cuarta y quinta entre la primera cuerda

y la cuarta y la quinta respectivamente. Se atribuye a Pitágoras —otros

lo hacen a Laso— el descubrimiento de las relaciones matemáticas entre

los intervalos: la octava corresponde a la proporción1

2, la quinta a

2

3y la

cuarta a3

4; es decir, los tres intervalos fundamentales forman proporcio-

nes que incluyen la tetraktys, el conjunto de los cuatro primeros números

naturales, que tenía un significado místico para los pitagóricos. El otro

intervalo importante en el sistema musical griego era el tono, diferencia

entre la quinta y la cuarta (y por tanto distancia acústica entre la cuarta y

la quinta cuerdas de la cítara).

2.3.2. Tetracordos

La base del sistema musical griego era el tetracordo, sucesión de cuatro

notas con distancia de cuarta entre las extremas. Las dos notas interio-

res se podían afinar de distintas maneras, dando como resultados varios

géneros del tetracordo. Los más importantes eran tres, con los siguientes

intervalos (en orden descendente):

Diatónico: 1 tono + 1 tono +1

2tono

Cromático: 11

2tono +

1

2tono +

1

2tono

Enarmónico: 2 tonos +1

4tono +

1

4tono

Otros géneros utilizaban otras divisiones del tono (tercio, sexto...).

2.3.3. Sistemas

Los sistemas eran uniones de varios tetracordos del mismo género, que

podían unirse de forma conjunta (comenzando un tetracordo con la nota

final del anterior) o disjunta (a distancia de tono). Los sistemas principales

eran los siguientes (todos los ejemplos utilizan el género diatónico):

La música en la antigua Grecia 9

Dos tetracordos conjuntos.

I —flflflflflflfl—˘ ˘ ˘ –flflflflflflfl–˘ ˘ ˘ ˘

Dos tetracordos disjuntos (octava).

I —flflflflflflfl—˘ ˘ ˘ ˘ –flflflflflflfl–˘ ˘ 2˘ ˘

Tres tetracordos conjuntos más una nota añadida o proslambanóme-nos (sistema perfecto menor).

I—flflflflflflfl—˘ ˘ 2˘ –flflflflflflfl–˘ ˘ ˘ —flflflflflflfl—˘ ˘ ˘ ˘

P

˘

Cuatro tetracordos en orden conjunto-disjunto-conjunto más una

nota añadida (sistema perfecto mayor).

I—flflflflflflfl—˘ ˘ ˘ –flflflflflflfl–˘ ˘ ˘ ˘ —flflflflflflfl—˘ ˘ ˘ –flflflflflflfl–˘ ˘ ˘ ˘

P

˘

La unión de dos sistemas perfectos (mayor y menor) con la misma

nota añadida formaba el sistema perfecto inmutable.

I˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘ 2˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘

2.3.4. Especies de la octava

Dado que una pieza musical no solía superar la extensión de una oc-

tava, había que afinar la cítara habitualmente en una serie de ocho notas

sacadas del sistema perfecto mayor. Esto daba lugar a siete especies de

octava, con diferente distribución de la sucesión de intervalos (siempre en

orden descendente):

La música en la antigua Grecia 10

Hipodoria T T S T T S T

Hipofrigia T S T T S T T

Hipolidia S T T S T T T

Doria T T S T T T S

Frigia T S T T T S T

Lidia S T T T S T T

Mixolidia T T T S T T S

En la figura 1 se puede ver un modelo de cada una de las especies.

GHipodoria

˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘

GHipofrigia

˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘

GHipolidia

˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘

IDoria˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘

IFrigia˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘

ILidia˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘

IMixolidia˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘ ˘

Figura 1: Especies de la octava en el tono hipolidio y género diatónico

La coincidencia de términos hizo que algunos teóricos tardíos confun-

dieran las harmoníai clásicas con las especies de la octava. La terminología

pasó posteriormente a la teoría medieval para designar los modos, pero con

diferente significado.

2.3.5. Tonos

Lo expuesto hasta aquí en cuanto a tetracordos, sistemas y especies

de la octava se refiere solamente a la distribución de los intervalos, no a

alturas concretas de los sonidos. El concepto griego relacionado con la al-

tura real es tono (τόνος), que en griego significa «tensión» y hace referencia

a la mayor o menor tensión de las cuerdas, que provocaban una mayor o

menor altura de los sonidos. Existían hasta quince tonos, afinando el sis-

tema en cada semitono en el intervalo de una novena. A los tonos también

La música en la antigua Grecia 11

se les denominaba con adjetivos de referencia geográfica (dorio, frigio...)

complicando más aún la terminología.

2.3.6. El ritmo

El ritmo se basaba en la prosodia, la pronunciación de los versos, te-

niendo en cuenta la sucesión de sílabas largas y breves. Los conceptos

centrales eran arsis y tesis, movimiento y reposo, que organizan las frases

musicales en fases dinámicas y estáticas alternativamente. La proporción

entre ambas fases configuraba distintos géneros rítmicos:

Par: Proporción 1 : 1 (ambas fases son iguales)

Doble: Proporción 1 : 2

Hemiolio: Proporción 2 : 3

Epítrito: Proporción 3 : 4

2.3.7. La notación

La notación musical apareció aproximadamente en el siglo iii a.C. A

cada uno de los sonidos posibles le correspondía un signo en la notación

vocal y otro en la instrumental. Las figuras 2 y 3 muestran estas notacio-

nes.

Sobre cada signo se escribían indicaciones de duración: la unidad de

tiempo correspondía a la sílaba breve, que no llevaba indicación rítmica;

las sílabas largas podían durar dos, tres, cuatro y hasta cinco veces la

duración de una breve. Los signos de duración eran los siguientes:

1 2 3 4 5

Sobre estos signos se añadía un punto para indicar las fases de tesis.

2.4. Teorías

Las teorías griegas sobre la música que han tenido una mayor influen-

cia sobre la música europea posterior son dos: la teoría «numérica» o «ma-

temática», relacionada con el concepto de «armonía de las esferas», y la

teoría «ética», o del ethos, de gran importancia sobre todo en los aspectos

didácticos de la música.

La música en la antigua Grecia 12

Figura 2: Signos de la notación musical griega ([2, p. 59])

La música en la antigua Grecia 13

Figura 3: Notas correspondientes a los signos ([2, p. 60])

2.4.1. Armonía de las esferas

Tiene su origen en la escuela pitagórica. En esta, se consideraba que

todo el cosmos está compuesto de proporciones numéricas. El descubri-

miento de que los intervalos musicales corresponden a proporciones nu-

méricas simples, atribuido habitualmente a Pitágoras, hizo que la música

fuera considerada por los seguidores de este como un reflejo de la estruc-

tura del cosmos.

La imagen cosmológica de la antigüedad planteaba un universo con la

Tierra en su centro, rodeada de sucesivas esferas concéntricas en las que

se insertaban los «planetas», los astros conocidos entonces: la Luna, el Sol,

Venus, Mercurio, Marte, Júpiter y Saturno. Una octava esfera contenía las

estrellas. Todas estas esferas giraban alrededor de la Tierra a velocidades

diferentes. Los pitagóricos sabían que el sonido procede del movimiento,

por lo que pensaban que el movimiento de cada esfera debía producir un

sonido musical distinto; el conjunto de los sonidos de las ocho esferas

configuraba la armonía de las esferas.Puesto que la música es un reflejo de la estructura del cosmos, el estu-

dio de las proporciones matemáticas de los intervalos era un medio para

averiguar esa estructura. Esto llevó a un estudio exhaustivo de estas pro-

porciones que se mantuvo durante toda la historia de la música griega y

pasó a la Edad Media a través de la obra de Boecio. Los teóricos musicales

medievales y renacentistas siguieron desarrollando modelos matemáticos

de los intervalos que estuvieron muy presentes en los nuevos sistemas de

afinación que condujeron a la escala temperada. Incluso en el siglo xvii,cuando Johannes Kepler enunció las leyes del movimiento de los planetas,

seguía afirmando que estos producían sonidos al moverse.

La visión matemática de la música sigue siendo tema de estudio en la

actualidad, con aplicaciones como la música fractal.

2.4.2. Teoría del ethos

También tiene su origen en las teorías pitagóricas: al igual que el cos-

mos, el ser humano también está compuesto de proporciones matemáticas,

que regulan la relación entre cuerpo y alma y entre cada parte de esta. Por

tanto, la música puede reflejar la estructura psíquica de un ser humano,

y así se relaciona con los diferentes estados de ánimo.

Un paso adelante en esta concepción planteaba que la música podía

modelar el comportamiento de una persona si se utilizaba conscientemen-

te en su proceso de formación; diferentes músicas podían configurar dife-

rentes personalidades. Damón, en el siglo v a.C., clasificó las harmoníai de

su época según sus efectos en la personalidad, relacionando de este modo

cada música con un comportamiento o ethos (ἔθος) determinado. Las teo-

rías de Damón fueron recogidas por Platón y de este modo transmitidas a

la posteridad.

La teoría del ethos causó una intensa polémica entre sus defensores y

sus detractores, lo cual llevó en la época helenística a una divergencia cada

vez mayor entre músicos y teóricos —que continuaría en la Edad Media—

y al abandono progresivo de la propia teoría. Sin embargo, las épocas de

neoplatonismo la rescataron, principalmente a finales de la Edad Antigua

y sobre todo en el Renacimiento, cuando fue el germen de la teoría de losafectos que dominó la estética barroca.

En la actualidad hay visiones de la música cercanas a la teoría del

ethos, como puede ser la musicoterapia.

Bibliografía

[1] Barker, Andrew. «Public Music as “Fine Art” in Archaic Greece». En

[4, pp. 45-67].

[2] Comotti, Giovanni. Historia de la música, 1. La música en la culturagriega y romana. Turner Música, Madrid, 1986. [Edición original: Lamusica nella cultura greca e romana. EdT, Turín, 1977]

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Bibliografía 15

[3] Mathiesen, Thomas J. «Greece. I. Ancient». Grove Music Online. Ed.

L. Macy. (Acceso 1 de octubre de 2007).

<http://www.grovemusic.com>

[4] McKinnon, James (ed.). Antiquity and the Middle Ages. From AncientGreece to the 15th century. Music and Society Series. Prentice Hall,

New Jersey, 1991.

[5] McKinnon, James. «Early Western Civilization». En [4, pp. 1-44].