Transcript of ΑΘΗΝΑΖΕ ταυτολογιαι 1-16
- 1. 1 - 16 1
- 2. 2
- 3. El procedimiento para trabajar con las frases de es el
siguiente: Leemos las frases de la pgina de la izquierda (frases
griegas). Si tenemos alguna duda sobre el sentido de alguna frase,
lo consultamos en la pgina de la derecha (traduccin espaola).
Volvemos a leer, en voz alta y prestando atencin slo a la pgina en
griego. Repetimos esto unas cinco o seis veces, hasta estar
completamente seguros de entender perfectamente toda la serie.
Tapamos ahora con un papel la pgina de la izquerda. Vamos leyendo
mentalmente cada frase espaola y a continuacin la decimos en voz
alta en griego y despus la escribimos. Al terminar comprobamos
nuestros errores. Volvemos a repetir la operacin unas cuantas veces
ms hasta que nos salga perfecto. Cada cierto tiempo podemos hacer
un repaso pidiendo a un amigo o familiar que nos vaya preguntando
listas de frases. Puede resultar muy divertido y estimulante
demostrarles cuntas frases somos capaces de acertar. Es importante
tener en cuenta que las traducciones espaolas no son literales,
porque de lo que se trata no es de traducir literalmente palabra
por palabra, sino de que al ver u or la frase espaola,
automticamente recordemos su equivalente griego -que no
necesariamente emplea las mismas construcciones-. 3
- 4. El trabajo con estas frases nos ayudar a adquirir de forma
activa no solo vocabulario, sino tambin un enorme repertorio de
expresiones griegas que, poco a poco y a base de la repeticin
regular y constante -mejor dedicarle 30 minutos cada da que seis
horas una vez a la semana- iremos asimilando y al final nos saldrn
espontneamente. La experiencia en la aplicacin de esta metodologa
en lenguas modernas demuestra que es especialmente til para
estimular la competencia oral de forma autodidacta. Se suele
aplicar en alumnos que no tienen ocasin de practicar la lengua en
grupos, con hablantes nativos o de realizar cursos de inmersin en
el pas de la lengua que estudian. Por ltimo, indicar que sera muy
conveniente que el aprendiz realice sus propias grabaciones de las
frases griegas prestando atencin en la lectura a la posicin de los
acentos. No hace falta or estas grabaciones prestndoles completa
atencin. De lo que se trata es de acostumbrarse al sonido de la
lengua, por lo que lo importante con las audiciones no es tanto
entender, sino escuchar una y otra vez, cuantas ms veces mejor,
incluso cuando estamos realizando otras actividades -como conducir,
pasear, cocinar, etc.-, para que poco a poco, y a base de la
repeticin continua, las caractersticas fonticas de la lengua se nos
vayan fijando en la memoria. Una versin en forma de tarjetas de
audio las tienes en https://www.youtube.com/my_videos?o=U 4
- 5. 5
- 6. 1 1 , . 2 . 3 4 . 5 . 6 . 7 , . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 .
14 . 15 . 16 . 17 , . 18 . 19 . 20 . 6
- 7. 1 1 El trigo no es mucho, pero es suficiente. 2 Dicepolis
excava el campo. 3 Dicepolis se queja y dice: Zeus! 4 El campesino
saca una piedra del campo. 5 Dicepolis ama la casa. 6 El sol
calienta y le agota. 7 Dicepolis se alegra, pues es libre. 8
Dicepolis se levanta y trabaja. 9 Dicepolis es ateniense. 10 El
campesino trabaja en el campo. 11 Dicepolis levanta la piedra. 12
La piedra es grande. 13 El hombre camina hacia la casa. 14 La casa
es hermosa. 15 El campesino cultiva la granja. 16 La granja es
pequea. 17 Ya no descansa Dicepolis, sino que trabaja. 18 Poco
despus el hombre se sienta bajo el rbol. 19 El campesino se cansa
mucho. 20 El sol se pone. 7
- 8. 21 . 22 . 23 . 24 . 25 . 26 , . 27 . 28 . 29 , . 8
- 9. 21 Dicepolis no vive en Atenas. 22 La granja produce trigo.
23 La vida es dura. 24 El trabajo es largo. 25 Mucho tiempo trabaja
el campesino. 26 Dicepolis siempre trabaja, pues es incasable y
fuerte. 27 Finalmente camina hacia la casa. 28 El hombre cultiva el
campo. 29 Dicepolis trabaja mucho, as pues se queja muchas veces.
9
- 10. 2 1 . 2 . 3 . 4 . 5 , . 6 , . 7 , . 8 . 9 . 10 , . 11 , .
12 . 13 , . 14 . 15 . 16 . 17 . 10
- 11. 2 1 El campesino sale de la casa. 2 El esclavo es vago. 3
Jantia duerme bajo el rbol. 4 Dicepolis llama al esclavo. 5 No
trabaja el esclavo, si no est presente Dicepolis. 6 Por qu eres tan
vago, Jantia? 7 Ahora el esclavo no se apresura, sino que camina
despacio. 8 Al da siguiente el agricultor coge el yugo. 9 El
esclavo vago no ayuda. 10 Ven aqu, Jantia! 11 No seas tan duro,
amo! 12 Dicepolis conduce los bueyes. 13 Trabaja, maldito esclavo!
14 Dicepolis lleva los bueyes bajo el yugo. 15 El esclavo encaja el
arado. 16 El amo mira hacia el arado. 17 El buey arrastra el arado.
11
- 12. 18 , . 19 . 20 . 21 , ; 22 . 23 . 24 , . 25 . 12
- 13. 18 Dicepolis camina y Jantia le sigue detrs. 19 El
agricultor aguijonea a los bueyes. 20 Demter multiplica la semilla.
21 Yo trabajo, y t qu haces? 22 Desde el amanecer trabaja el amo en
el campo. 23 El amo pega al esclavo. 24 El sol quema, pues es
medioda. 25 El rbol da sombra. 13
- 14. 3 1 . 2 , . 3 . 4 . 5 , . 6 , , . 7 . 8 , . 9 , . 10 . 11 ,
; 12 , . 13 . 14
- 15. 3 1 El campesino siembra la semilla. 2 Pero, mira! los
bueyes ya no arrastran el arado. 3 Una piedra grande impide el
arado. 4 El esclavo no levanta la piedra. 5 Jantia dice: No es
posible levantar la piedra, pues es grande. 6 Dicepolis: Esclavo
tonto, no charles, sino levanta la piedra! 7 El campesino y el
esclavo levantan juntos la piedra. 8 Pero la llevan apenas, pues es
grande. 9 Mientras llevan la piedra, Jantia tropieza y deja caer la
piedra. 10 La piedra cae al pie de Dicepolis. 11 Dicepolis:
Canalla! por qu dejas caer la piedra? 12 El esclavo: No tengo la
culpa, amo. 13 El campesino y el esclavo levanta de nuevo la piedra
y la llevan. 15
- 16. 14 , . 15 . 16 . 17 . 18 . , , . 19 . 20 , . 21 . 22 . 23 .
24 . 25 . 26 . 27 , . 28 , . 29 . 16
- 17. 14 Entonces se acerca Filipo, el hijo de Dicepolis. 15
Dicepolis es el padre de Filipo. 16 Filipo es un nio grande y
valiente. 17 El nio lleva al padre la comida. 18 El nio dice:Padre,
ven aqu! No trabajes ya, sino come, pues traigo la comida! 19
Dicepolis deja el arado y come. 20 No es posible arar, pues muchas
piedras impiden el arado. 21 Ni es posible levantar tantas piedras.
22 Dicepolis va a ir al campo. 23 En los rboles hay muchos frutos.
24 Los frutos estn maduros. 25 As pues, el agricultor va a cortar
los frutos. 26 Las aceitunas estn maduras. 27 Los agricultores
hacen el aceite de las aceitunas y el vino, de la vid. 28 Los
esclavos vaguean, pero Filipo examina a los malos esclavos. 29 Los
campesinos renen las aceitunas y la llevan a un saco. 17
- 18. 30 , . 31 , . 32 , . 33 . 34 ; ; 35 . 36 . 37 , ; 38 , . 39
, ; 40 , , . 41 . 42 , . 18
- 19. 30 Filipo sube a un rbol alto, pues no ignora que los
frutos estn maduros. 31 Cuando los frutos caen de los rboles, el
campesino los recoge. 32 cuando Filipo est en el rbol, de repente
resbala y cae al suelo. 33 El nio permanece inmvil y un miedo muy
grande se apodera de su padre. 34 El padre corre y dice: Por qu te
quedas ah? Qu te pasa? 35 Dicepolis corre a casa y llama a Mirrine.
36 Mirrine es la madre de Filipo. 37 Mirrine al hijo: Por qu no te
levantas, hijo? 38 El nio no se levanta, sino que est mal. 39 La
madre: Ests bien, Filipo? 40 Filipo: S, madre, estoy bien. 41 La
madre besa al hijo. 42 Filipo y su madre caminan a casa, pues es
hora de comer y descansar. 19
- 20. 4 1 . 2 . 3 . 4 . 5 , . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 , . 12 .
20
- 21. 4 1 Las ovejas estn en el corral. 2 Cada da Filipo da el
heno a las ovejas. 3 Cada da Filipo ordea las ovejas. 4 El padre
prensa las aceitunas y hace aceite. 5 Mirrine es la mujer de
Dicepolis, Dicepolis es el marido de Mirrine. 6 Cuando sale el sol,
la mujer y la hija caminan hacia la fuente. 7 Mirrine y Melita
tienen la intencin de llevar los grandes cntaros hacia la fuente. 8
En la aldea hay muchas casas. 9 Las mujeres y los nios permanecen
en la aldea. 10 Las casas pequeas son suficientes para los rsticos.
11 Los agricultores se alegran cuando vuelven a casa despus de los
trabajos, y por eso aman las pequeas casas. 12 Con Mirrine caminan
otras mujeres hacia la fuente. 21
- 22. 13 . 14 , . 15 . 16 . 17 . 18 . 19 , . 20 . 21 . 22 . 23 .
24 . 22
- 23. 13 La plaza de la aldea no es grande como las plazas de las
ciudades. 14 La plaza no es grande, pero, sin embargo, siempre est
llena de gente. 15 Mirrine y la nia cruzan la plaza. 16 Desde la
plaza los hombres marchan a los campos. 17 Junto a la fuente hay
otras mujeres y llenan los cntaros. 18 Desde el amanecer las otras
mujeres estn all. 19 Melita llama a otra chica: Hola, amiga! 20 Un
mensajero dice que los atenienses organizan una fiesta. 21 En la
fiesta los atenienses organizan bailes y competiciones. 22 El
mensajero llega de la ciudad. 23 Las mujeres se acercan rpidamente
al mensajero y escuchan. 24 Las mujeres quieren caminar a la ciudad
y contemplar los bailes y las competiciones. 23
- 24. 25 . 26 . 27 . 28 . 29 , . 30 . 31 , . 32 . 33 , . 34 . 35
, . 24
- 25. 25 Una mujer de nombre Fedra y la esclava se acercan a la
fuente. 26 El ama va a ir a casa y se enfada con la esclava. 27 La
esclava dice:Por Zeus! el amo es duro. 28 El amo se enfada con los
esclavos todo el da. 29 Tanto miedo se apodera de los esclavos, que
no se atreven a marchar. 30 Los esclavos descansan, el amo se
enfada, mira al cielo y castiga a los esclavos. 31 Los esclavos
dicen: No nos castigues! Pero no menos les castiga el amo. 32 Las
esclavas dan agua y comida al amo. 33 El ama: Date prisa, esclava!
Pues es hora de preparar la comida al amo. 34 Los malos esclavos no
quieren hacer nada. 35 !Ay! El amo se enfada. 25
- 26. 36 , . 37 . 38 . 39 . 40 . 41 , ; ; 42 . 43 . 44 . 45 . 46
. 47 . 48 , , . 49 , . 26
- 27. 36 S, el mensajero en verdad dice que los atenienses
organizan una fiesta. 37 Melita quiere muchsimo ir a la ciudad y
contemplar la fiesta. 38 Pues raramente va Melita a la ciudad. 39
No es difcil convencer al padre, sino fcil. 40 Melita tropieza en
el camino y rompe el cntaro. 41 Melita A dnde corres? De dnde
vienes? 42 El mar que est junto a Atenas es hermoso. 43 No es raro
que la gente ame las regiones que estn junto al mar. 44 La amiga
habla sobre la ciudad. 45 El los caminos del Pireo mucha gente sale
de los barcos. 46 Por eso hay mucho ruido. 47 El mar baa las
regiones que rodean a Atenas. 48 La regin que rodea Atenas es
frtil, pues da aceite, vino e higos. 49 En Atenas el nmero de gente
es grande, y grandes son los gritos. 27
- 28. 50 , . 51 , . 52 . 53 . 54 . 55 , . 56 , . 57 . 58 , . 59 ,
. 60 , . 28
- 29. 50 Cunto ruido hay en Atenas, Melita! 51 En la plaza hay
muchas tiendas y en los caminos no lejos de la plaza hay muchos
talleres. 52 En los talleres de nuestra ciudad los mismos hacen
muchos trabajos. 53 Pues hacen puertas, camas, arados y mesas. 54
Muchas veces incluso construyen casas. 55 Si tienes tiempo, escucha
todo lo relativo a la ciudad. 56 Mientras caminan, las chicas
hablan entre s. 57 Cuando entran en la casa, Melita busca otro
cntaro. 58 Va de nuevo hacia la fuente, pero en el camino se
encuentra con Mirrine. 59 Date prisa, hija! Ve rpidamente hacia la
fuente! 60 Melita se apresura mucho, pero una amiga la sigue y la
llama. 29
- 30. 61 . ; 30
- 31. 61 La nia rompe otro cntaro. Por eso llora y dice: Qu va a
decir mi madre? 31
- 32. 5 1 . 2 ; ; 3 . 4 . 5 , . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 , , . 11 . 12
, . 32
- 33. 5 1 Las chicas gritan: Nosotras vemos las ovejas de Filipo
en el campo. 2 Qu veis? Dnde estn las ovejas? 3 A las chicas se
acerca un joven llamado Fedro. 4 Fedro grita fuerte al esclavo. 5
Venga, ve de prisa! Condcelas de nuevo al redil! 6 Ya es hora de ir
a casa. Id vosotras tambin a las casas! 7 Argos es un perro grande
y fuerte. 8 El abuelo de Filipo est junto a la casa en el jardn. 9
Mirrina y Melita no estn en casa. 10 El perro, mientras vigila la
casa, ve una liebre en el campo. 11 Argos se lanza sobre ella y
corre monte arriba. 12 La liebre huye, s, pero el perro ladra y la
persigue. 33
- 34. 13 . . 14 . 15 , . , 16 , . 17 , . 18 . 19 . 20 , . 21 . 22
, . 23 . 34
- 35. 13 Filipo ya no ve al perro. Por eso, corre a la cima del
monte. 14 Finalmente Filipo se desanima. Pues, el perro est en
alguna parte en los montes. 15 el abuelo coge un bastn y dice: No
seas vago, nio. Venga, ven conmigo deprisa al monte. 16 Filipo
grita al perro: Maldito perro, vuelve; pues la libre ya no est. 17
El nio llega primero al camino, pero su abuelo y otras personas van
detrs. 18 Mientras en el redil las ovejas arman barullo, pues hay
un lobo. 19 As pues, se apresuran al redil, ya que quieren saber qu
les pasa a las ovejas 20 El perro llega, ladra salvajemente y se
lanza contra el lobo, el lobo se gira y huye. 21 El perro sujeta al
lobo con los dientes. 22 Mientras el perro retiene al lobo, el nio
le lanza una piedra. 23 Despus coge un cuchillo y le golpea.
35
- 36. 24 . 25 . 26 , 27 , , 28 . 29 , ; 30 , . 31 . 32 , . 33 .
34 . 36
- 37. 24 El lobo tiembla y cae al suelo. 25 Entonces llega el
abuelo y ve al lobo yaciendo en el suelo. 26 As que el abuelo se
asombra mucho y dice a Filipo: Bravo, nio! Eres valiente! 27 y al
perro: Y t,, Argo, eres un nuen perro. 28 En la casa Mirrine ignora
qu hacen. 29 Y cuando se entera de todo, se asombra y dice: Es que
decs la verdad?. 30 Cuando Mirrine dice que Filipo ha matado al
lobo, los hijos desean escuchar un cuento. 31 Mirrine quiere saber
qu cuento desean escuchar sus hijos. 32 Filipo mira hacia Mirrine y
le dice: Queremos or tu cuento ya, mam! 33 Quiere or sobre un lobo
terrible y otra fiera. 34 Los muchachos valientes quieren escuchar
cuentos sobre hombres valientes. 37
- 38. 35 , , , . 36 , , . 37 , . 38
- 39. 35 Mientras la madre habla, de pronto el nio dice: Calla,
madre! Escucha cmo alborotan el esclavo y nuestro perro! 36 Vuestro
perro quiere morderme, pero yo grito fuerte, pues quiero que pare.
37 El perro ya no te persigue, llvatelo. 39
- 40. 6 1 . . 2 , . 3 , . 4 . 5 . 6 . 7 , , . 8 . 9 . 10 , . 11 .
40
- 41. 6 1 Creta es una isla. Su rey es Minos. 2 En el laberinto
de Creta vive el Minotauro, una bestia terrible. 3 El Minotauro es
un toro, pero no completo, pues la mitad es hombre. 4 Egeo reina en
Atenas. 5 Minos quiere que Egeo suministre siete muchachos y siete
muchachas. 6 Egeo enva cada ao al Minotauro a los muchachos y las
muchachas. 7 Teseo, cuando se hace mayor, quiere ir a Atenas. 8 El
joven quiere que el Minotauro no coma ms a sus compaeros. 9 Pues
quiere ayudarles. 10 As pues, dice a Egeo: Querido pap, quiero
viajar a Creta. 11 Pues me dan pena mis compaeros. 41
- 42. 12 . 13 , . 14 , . 15 . 16 . 17 , , . 18 , . 19 . 20 . 21 ,
;. 22 , . 23 , , . 42
- 43. 12 Egeo tiene mucho miedo. 13 Finalmente enva a su hijo,
pues le obedece. 14 Pero tan pronto como Teseo llega a Creta y sale
de la nave, el rey y la reina lo reciben. 15 Los esclavos llevan a
Teseo a la ciudad de Minos y lo vigilan en la crcel. 16 Llaman a la
ciudad de Minos Cnoso. 17 Ariadna, cuando ver al muchacho, se
enamora de l y quiere salvarlo. 18 Cuando se hace de noche, Ariadna
suministra a Teseo el hilo y la espada. 19 Despus marcha a la nave.
20 Ya se hace de noche y Teseo espera el da. 21 Mam, dime Qu le
pasa despus a Teseo? 22 El sol calienta mucho, pues ya medioda. 23
El amo grita fuerte y no deja hablar a Mirrine ni dormir al abuelo.
43
- 44. 24 , . 25 , . 26 .. 27 . 28 , , .. 29 , ;. 30 , . 31 . 32 .
33 . 34 . 35 . 36 . . 44
- 45. 24 El abuelo duerme en casa y no se levanta. 25 Dicepolis
grita: Esclavos, sois vagos y no queris trabajar! 26 Pues no ignoro
vuestro carcter. 27 el esclavo sigue al amo hacia al campo. 28
Calla, pap! Y vosotros, esclavos, no seis vagos ni descansis
siempre! 29 Es que has dicho a padre lo del lobo, madre? 30 En
absoluto, hijo. 31 al da siguiente viene Minos y lleva a Teseo al
laberinto. 32 Los esclavos abren los portones del laberinto y
entran. 33 Teseo entra; despus los esclavos cierran los portones y
marchan. 34 En el laberinto hay mucha oscuridad. 35 Teseo gua a sus
compaeros. 36 El la derecha tiene la espada y en la izquierda, el
hilo. 45
- 46. 37 , . 38 . 39 . 40 . 41 . 42 , . 43 . 44 . 45 . 46 . 47 .
46
- 47. 37 recorren mucho camino, pero de pronto huelen la
respiracin del Minotauro y oyen el ruido de sus pies. 38 As pues,
los compaeros se giran y lo ven. 39 La bestia muge. 40 As pues los
compaeros lo oyen y se asustan mucho. 41 Teseo se lanza sobre la
bestia. 42 Le sujeta de la cabeza, despus golpea el pecho y mata a
la bestia. 43 Ella brama horriblemente y cae al suelo. 44 Los
compaeros honran muchsimo a Teseo. 45 En los portones hay una
tranca. 46 Los compaeros cortan la tranca. 47 As termina Mirrine el
cuento. 47
- 48. 7 1 . 2 . 3 , , . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 , . 48
- 49. 7 1 Filipo cuenta a Melita otro cuento sobre un hombre
astuto de nombre Odiseo. 2 l toma Troya con Agamenn. 3 Despus,
cuando navegan a sus hogares, cae en muchos peligros. 4 Ve fieras
enormes y se topa con tormenta terrible. 5 Finalmente, una vez
salen de las naves a la playa de cierta isla. 6 As pues, all
afrontan un peligro enorme. 7 Pues hay muchas ovejas y muchas
cabras en la isla. 8 As pues, Odiseo oye un ruido de ellas y ve
humo cerca. 9 Odiseo quiere saber con doce compaeros quines hay en
la isla. 10 En una cueva encuentra muchas ovejas y cabras, pero no
ve a nadie. 49
- 50. 11 . 12 . 13 ; ; 14 . 15 . 16 ; . 17 . 18 _ . 19 . 20 . 21
, . 22 . 23 . 50
- 51. 11 Los compaeros quieren conducir ovejas y cabras a la nave
y zarpar cuanto antes. 12 Pero Odiseo le ordena permanecer dentro.
13 Mirrina al nio: A dnde corres? Dnde est el perro? 14 Filipo a
ella: Una oveja huye a refugiarse en la torre. 15 La oveja se
esconde en la oscuridad. 16 Dnde estn las lmparas? Pues all est
oscuro. 17 Bscalas sobre las pieles. 18 El nio encuentra la lmpara
y enciende fuego en ella. 19 El nio ve la oveja con el fuego de la
lmpara y lo lleva al redil. 20 La oveja bala. 21 El cclope entra en
la cueva, un gigante enorme y terrible. 22 Los hombres ven con los
ojos. 23 El cclope tiene un ojo en la frente. 51
- 52. 24 . 25 . 26 . 27 . 28 . 29 . 30 . 31 . 32 , , . 33 _. 34 ,
. 35 . 52
- 53. 24 As pues, el cclope es terrible. 25 Los aqueos se
refugian en el interior de la cueva. 26 El cclope conduce los
rebaos al interior de la cueva. 27 Despus coloca una piedra enorme
en la entrada de la cueva. 28 El gigante no contesta nada a Odiseo.
29 Coge a dos extranjeros y los golpea contra el suelo. 30 Los
cerebros fluyen de las cabezas y empapan el suelo. 31 Melita quiere
saber como se salva Odiseo a si mismo y a sus compaeros. 32 Odiseo,
un hombre de recursos y astuto, entrega el vino al gigante. 33 Y l
al poco se emborracha y se duerme. 34 Odiseo encuentra un palo
enorme y lo calienta en el fuego y lo introduce en el ojo del
cclope. 35 El gigante salta inmediatamente y grita horriblemente.
53
- 54. 36 , . 37 . 38 ; 39 , , . 40 . 41 . 42 , . 43 . 44 . 45 , ,
. 46 , 47 . 48 . 54
- 55. 36 Ya no ve, pues est ciego. 37 Melita quiere saber qu pasa
despus. 38 Es que los aqueos llegan a su patria? 39 Posidn, el dios
del mar, no les deja llegar a su patria. 40 Pues es su enemigo. 41
A Odiseo no le es posible llevar a puerto sanos y salvos a sus
compaeros. 42 Primero los aqueos huyen sanos y salvos de las
piedras del cclope, despus llegan a la isla de los vientos. 43 Eolo
da a Odiseo un odre. 44 Dentro estn los vientos. 45 As pues, se
hacen a la mar pero siempre hay calma y no es posible navegar. 46
Mientras el general duerme, uno de los compaeros dice: 47 En el
odre hay un tesoro, sin duda. 48 Los vientos producen una gran
tempestad y muchos compaeros mueren. 55
- 56. 49 50 . 51 , , . 52 . 56
- 57. 49 Los compaeros no quieren ser prudentes. 50 Pues degollan
y devoran las vacas del Sol. 51 As pues, todos los compaeros son
imprudentes, pero Odiseo es prudente y no devora las vacas. 52 Slo
se salva Odiseo. 57
- 58. 8 1 , . 2 . 3 , . 4 , , . 5 . 6 , . 7 , ; 8 , , . 9 . 10 ,
, . 58
- 59. 8 1 Cuando cae la tarde, Dicepolis vuelve al patio. 2
Encuentra all a su mujer y a Melita. 3 Estas conversan entre ellas
sobre la fiesta, mientras tejen un manto. 4 Cuando ve a su marido,
la mujer ya no teje el manto, sino que explica a su marido cmo ha
matado el hijo al lobo. 5 El padre quiere honrar al mata lobos. 6
La mujer dice: Filipo quiere ver la fiesta, porque los atenienses
organizan los bailes y las competiciones. 7 Marido Quieres
llevarnos all?. 8 l contesta: pero es imposible, mujer. Pues si
dejamos de trabajar, vamos a pasar hambre.. 9 Pues no somos ricos.
10 Con el trabajo los hombres, dice el poeta, se hacen ricos en
ganado. 59
- 60. 11 , . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 . 17 , . 18 . 19 . 20 .
60
- 61. 11 Sea como queris, pero yo no tengo la culpa de nuestra
desgracia. 12 La agricultura fortalece a los hombres; pues les da
fuerza. 13 La agricultura viriliza y ejercita a los hombres; pues
estos se levantan con el da. 14 As pues Dicepolis duerme echado en
un divn de pieles y hojas. 15 Van a marchar maana a la cuidad. 16
Filipo va raramente al teatro, pues siempre se queda en la granja y
se ocupa de las vides. 17 En el teatro las mujeres cuidan su
aspecto y comprueban si algn otro las observa. 18 Viendo las
competiciones y los bailes, los ciudadanos honran a Dioniso. 19 As
pues el sueo se apodera de Filipo; el nio se duerme. 20 Hipias
quiere saber qu hace Filipo. 61
- 62. 21 . 22 , , .. 23 . 24 . 25 . 26 . 27 , . 28 , , . 29 , , .
30 . 31 . 32 , . 62
- 63. 21 El dios dice al nio que deshonra a los que no trabajan.
22 El padre al nio asustado: nimo, nio, no temas! Ahora descansa y
duerme. . 23 En el patio hay un altar. As pues all Dicepolis hace
una libacin a Zeus. 24 Zeus es el padre de los dioses y de los
hombres. 25 A Zeus suplica Dicepolis que salve a todos. 26 Despus
el abuelo monta en el asno y se ponen en marcha hacia la ciudad. 27
Cuando llegan a lo alto del monte, ven abajo el Partenn. 28 Cuando
entra en la ciudad, atan el asno a un rbol y descansan un poco. 29
Mirrine, asustada pro la nia, la coge de la mano. 30 Hay mucha
gente en los caminos. 31 El abuelo se apoya en el bastn. 32
Polemarco no es rico, pero es bueno. 63
- 64. 33 , . 34 . 35 . 36 . 37 . 38 , . 39 , . 40 . 41 , , , , .
42 . 43 , . 64
- 65. 33 Pues no tiene oro, pero s muchos hijos. 34 Pues engendra
hijos muchas veces. 35 Para el hombre bueno todo el mundo es su
patria. 36 El amigo apenas reconoce a Dicepolis, que viene tan
raramente a la ciudad. 37 Dicepolis no tiene tiempo, al trabajar
siempre en el campo. 38 El primer hijo ya es adolescente, es
segundo es un muchacho. 39 Los chicos pasan el tiempo en la
Acrpolis esperando la procesin. 40 Dicepolis no sabe cuntos hijos
tiene Ctisipo. 41 El nombre del primer hijo de Polemarco es
Nicbulos; el del segundo, Hiern; el del tercero, Melanipo; el del
cuarto, Filtimo; el del quinto, Digoras. 42 Los hombres y las
bestias aman a sus hijos. 43 Las madres no slo paren a sus hijos,
sino que tambin los alimentan. 65
- 66. 44 . 45 . 46 . , . 66
- 67. 44 Los hijos raramente escuchan a sus madres. 45 Melita
calla, pues para una chica el silencio conlleva el mayor adorno. 46
Ya es hora de marchar. Hasta pronto, amigo. 67
- 68. 9 1 , . 2 , . 3 . 4 . 5 . 6 , . 7 , . 8 . 9 , . 10 .
68
- 69. 9 1 Cuando llegan a la ciudad, descansan sentados en un
prtico. 2 Un vendedor de embutidos avanza entre la multitud,
empujando y voceando sus mercancas. 3 Los nios tienen muchsima
hambre. 4 As pues, el padre se dirige al vendedor y compra los
embutidos. 5 Los nios comen los embutidos y beben el vino. 6 Al
cruzar los Propleos ven los nios el Partenn, el templo de Atenea. 7
En frente ven la figura de Atenea, que es enorme. 8 La figura lleva
la lanza en su derecha, pues est armada. 9 El padre, guiando por
delante a los nios, entra al templa, que es muy bello. 10 Los nios
admiran todas las estatuas que adornan el templo. 69
- 70. 11 . 12 . 13 , . 14 , , . 15 , . 16 , . 17 . 18 . 19 . 20 ,
. 21 , . 70
- 71. 11 Todo est oscuro; pues dentro est muy oscuro. 12 Pero en
la oscuridad la imagen de la diosa reluce por el oro. 13 Los nios
ven una Victoria en su mano derecha y el escudo en la derecha. 14
As pues Filipo, levantando las manos, reza a la diosa virgen, hija
de Zeus, protectora de la ciudad. 15 Los nios vuelven a donde sus
progenitores, mientras todos se renen con intencin de ir al jardn
sagrado. 16 El abuelo est furioso y quiere contemplar la procesin.
17 La procesin avanza. 18 El heraldo, avanzando, ordena a la
multitud apartarse. 19 Avanzan una muchachas bellsimas con cestos
repletos de racimos de uvas. 20 Siguen no slo ciudadanos, sino
tambin metecos con cestos. 21 Vienen detrs unos muchachos
excelentes y los servidores con las vctimas. 71
- 72. 22 . 23 . 24 , . 25 , . 26 , , . 27 , . 28 , , , . 29 , .
72
- 73. 22 Los servidores caminan en ltimo lugar. 23 El heraldo
ordena callar al pueblo. 24 As pues el heraldo pregona: Callad,
ciudadanos!. 25 El sacerdote suplica a Dioniso: Seor Dioniso,
acepta el sacrificio y aumenta los racimos de las vides! 26 Cuando
el sacerdote degella un buey, los servidores, que estn preparados,
trocean el buey y lo reparten a los ciudadanos la carne de la
vctima. 27 Los presentes disfrutan con el banquete y muchos ya
borrachos lo celebran. 28 El abuelo quiere celebrarlo tambin l,
pero Dicepolis (dice): Ya no era un muchacho, abuelo, sino un
viejo. Por eso no te convienen las celebraciones. 29 Cuando
Dicepolis y los dems llegan a las puertas, todos duermen en el
suelo. 73
- 74. 10 1 . 2 . 3 . 4 . 5 , . 6 , , . 7 . 8 ' . 9 , . 10 , .
74
- 75. 10 1 Dicepolis llega temprano al teatro. 2 El teatro est
lleno de gente; as pues Dicepolis gua al abuelo hacia arriba y
encuentra un asiento. 3 El trompetista ordena estar respetuosamente
en silencio a los ciudadanos. 4 Cuando el trompetista toca la
trompeta todo el pueblo calla respetuosamente. 5 Cinco coros de
nios bailan en la orquesta, cantando en sus himnos las obras del
dios. 6 Otros cinco coros de hombres compiten, todos muy bien s,
pero uno mucho mejor. 7 El coro vencedor recibe la corona. 8 El
deseo de la vida rstica se apodera de los campesinos, al permanecer
tanto tiempo en la ciudad. 9 Dicepolis ya odia a los que viven en
la ciudad y echa de menos la granja. 10 Cuando los ciudadanos
quieren tramitar algo en otras ciudades, envan un mensajero.
75
- 76. 11 . 12 . 13 , . 14 . 15 , . 16 , . 17 . 18 , , . 76
- 77. 11 El buen ciudadano administra bien su propia ciudad y
honra a sus padres. 12 Sin duda, hoy en la ciudad aparecen pocos
hombres decentes. 13 Ya es hora de volver otra vez a casa y ya no
es posible contemplar las tragedias. 14 Los campesinos tienen que
llegar a casa antes de la noche. 15 Pues Jantia, con toda
probabilidad, duerme y los bueyes pasan hambre. 16 En el camino
unas personas se pelean y golpean a un pobre chico. 17 Uno de los
hombres (dice) a Filipo: No te metas en asuntos ajenos y le pega.
18 Cuando su madre le echa agua por la cabeza, Filipo respira poco
despus y se mueve, pero no ve nada al estar ciego. 77
- 78. 11 1 , . 2 . 3 , . 4 , . 5 . 6 , . 7 , , . 8 . 9 , , . 10 .
78
- 79. 11 1 Dicepolis, cuando supo que el nio estaba ciego, dijo:
Hay que llevarle a alguna casa. 2 Hay que llevar al nio a donde
algn mdico. 3 Cuando llegaron a la casa de su hermano, el padre
llam a la puerta. 4 El hermano viene a la puerta, abre y dice:
Hola, pero decidme qu os pasa. 5 Dicepolis cuenta a su hermano todo
lo sucedido: El nio ha sufrido una desgracia. 6 El hermano los
introduce en la habitacin de los hombres y a las mujeres, en la de
las mujeres. 7 El hermano, al ver a las mujeres llorando, dice:
Basta de lgrimas. Descansad y dormid, pues es tarde. 8 El pobre
Filipo quiere morir al haberse quedado ciego. 9 Su madre le dice
para consolarlo: nimo, nio! 10 As pues, la madre anima al nio.
79
- 80. 11 . 12 . 13 . 14 . 15 , . 16 , . 17 , . 18 . 19 . 20 . 21
. 22 , ; 80
- 81. 11 Los dioses causan un gran sufrimiento a Filipo. 12 Los
dioses te han causado un gran sufrimiento queriendo darte una gran
leccin. 13 La diosa dio una hermosa voz a Homero, al ser ciego. 14
El mdico no quiere ver al nio; pues no le entregan dinero. 15
Dicepolis tiene el dinero de su hermano, no mucho pero suficiente.
16 El hermano le dice en respuesta: Si no te resulta suficiente mi
dinero, unos amigos van a hacerme un prstamo. 17 Muchos jvenes
reciben heridas en las batallas, pero los dioses les ayudan. 18
Escucha ahora la experiencia que tuvo Querefonte cuando era pequeo.
19 Querefonte, al encontrar cierta vez una cueva, no tom nada
excepto su perro. 20 El perro era un animal grande y valiente. 21
Dicepolis al andar dejaba piedras tras l. 22 No digo la verdad,
hermano? 81
- 82. 23 ; . 24 . 25 , , , . 26 . 27 , . 28 . 29 . 30 . 31 , . 32
. 33 . 82
- 83. 23 Contesta el hermano: Pues cmo no? Eso pas como dices. 24
En la cueva hay una sima en el suelo. A ella cay Querefonte. 25 El
hermano de Dicepolis, al ser el mayor, fue el gua de los otros,
pero Dicepolis fue el responsable de su salvacin. 26 Los otros no
fueron capaces de encontrar la salida. 27 Al andar en crculos, no
encontraron la salida. 28 Los compaeros encontraron a Querefonte y
lo sacaron de la cueva. 29 Querefonte no vio nada, an habiendo
salido a la luz, pues estaba ciego. 30 Entonces le sucedi a
Querefonte una desgracia como nunca a ningn otro. 31 El padre lleg
con Querefonte a templo de Asclepio y all vio muchos cosas
asombrosas. 32 Al llegar a casa del mdico, Dicepolis llam a la
puerta. 33 Un esclavo sale y los manda al carajo. 83
- 84. 34 , . , . 35 . 36 . 37 , . 38 . 39 . 40 , . 41 . 84
- 85. 34 Dicepolis, tras dar dos obolos: Toma, camarada. Llama al
mdico, a ver si quiere recibir al nio. 35 El mdico no es capaz de
asistir al nio, pues los ojos no estn daados. 36 El padre est muy
triste al no tener mucho dinero, pues es pobre. 37 Le resulta
imposible pagar el pasaje al capitn y no le es posible ir a
Epidauro a pie. 38 El hermano tiene dinero en un arca. 39 Coge
cinco dracmas del arca y se los da a Dicepolis. 40 As pues,
Dicepolis ya no se preocupa y est muy agradecido a su hermano, que
es tan bueno. 41 Para Dicepolis su hermano es el hombre ms querido.
85
- 86. 12 1 . 2 . 3 , . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 , . 9 . 10 . 11 .
86
- 87. 12 1 Zeus lanz el rayo a los compaeros. 2 Odiseo no muri,
pues anda errante mucho tiempo agarrado al mstil. 3 Al final, al
ver una isla que no distaba mucho, se acerco a nado y lleg a un
lugar de la playa. 4 El en lugar llano no hay peas. 5 As pues, es
posible ponerse a salvo del mar. 6 All un ro desemboca en el mar. 7
Junto a su desembocadura se refugia Odiseo del mar. 8 Lleg a la
playa, donde descans mucho tiempo. 9 Despus quiere saber si los
habitantes del lugar son hospitalarios o brbaros. 10 El miedo se
apoder de Odiseo, al haber llegado a una tierra desconocida. 11 En
la tierra muchos rboles forman un bosque. 87
- 88. 12 . 13 . 14 . 15 . 16 . 17 . 18 , . 19 , . 20 , . 21 . 22
; 23 , . 88
- 89. 12 Se escondi en los arbustos del bosque. 13 All reina
Alcinoo. 14 Nausicaa dispone de mucha ropa. 15 La ropa est sucia.
As pues hay que marchar al ro y lavarla. 16 Los esclavos sacaron el
carro y Nausicaa orden a las sirvientas seguirla. 17 Juegan al baln
junto al ro las sirvientas. 18 Nausicaa lanz la pelota, pero no
alcanz a la sirvienta. 19 Cuando la pelota cay al ro, las criadas
gritaron. 20 Odiseo est desnudo, pues no tiene ropa. 21 Por eso
coge una rama y oculta sus vergenzas. 22 Al ver a Nausicaa dijo
Odiseo: Eres una chica mortal o una ninfa? 23 Si eres una chica
humana, tus padres son afortunados. Pues al ver semejante flor, se
alegran, sin duda, a menudo. 89
- 90. 24 . 25 , , . 26 . 27 , . 28 . 29 , . 30 . 31 . 32 . 33 .
34 , . 90
- 91. 24 Yo al menos no haba visto nada parecido a ti. 25 Pero,
seora Apidate de mi! 26 Yo te suplico que me des comida y me lleves
a la cuidad. 27 La muchacha se apiad de l y orden a las sirvientas
que le dieran comida y trigo. 28 Odiseo se puso unas ropas
bellsimas y devor la comida. 29 Nausicaa es amable con el
extranjero y dice a las sirvientas: Ojal el extranjero fuera mi
marido! 30 Alcinoo lo recibi con benevolencia y lo hosped en su
casa. 31 Pues los extranjeros y los pobres son de Zeus. 32 El rey
entreg muchos regalos a Odiseo. 33 Finalmente los marineros
empujaron la nave al mar. 34 Nausicaa nunca va a olvidarse del
extranjero, pero es imposible que la pobre se case con l. 91
- 92. 35 . 36 - - . 37 . 38 , . 39 , . 40 , . 41 . 42 . 43 . 44 .
45 . 92
- 93. 35 Pues Odiseo ya tiene mujer. 36 Melita, al estar muy
cansada -pues estuvo andando mucho el da anterior- no quiso bajar
al Pireo. 37 Tras ponerse todos marcha al Pireo, bajaron por los
muros largos. 38 El camino era recto, pero largo. 39 Filipo camina
cogido de su padre, pero as y todo se cae al suelo. 40 Cuando el
nio tropez se sentaron sin saber qu hacer, pero uno que conduca un
carro detuvo el asno. 41 Ellos se sentaron en el carro y explicaron
todo al hombre. 42 Al llegar encontraron una gran multitud en el
puerto. 43 Mercaderes llevaban entre gritos sus cargamentos a todas
partes. 44 Dicepolis vio muchas naves ancladas junto al malecn. 45
Finalmente, entraron en una taberna y, tras sentarse, pidieron
vino. 93
- 94. 46 . 47 . 48 . 49 , . 50 . 51 , . 52 53 . 54 55 ; 56 . 57 ,
, . 94
- 95. 46 Al ver a un viejo marinero, le preguntaron si va a
partir alguna nave a Epidauro. 47 Dicepolis pregunt al armador por
cunto quiere llevarles. 48 Y l dijo: Por cinco dracmas. 49 Pides
demasiado. dijo Dicepolis Slo me es posible dar tres dracmas, pues
que no tengo ms. 50 Mirrina (dice) a su marido: Cuida bien al nio!
51 Adis! dijo Y volved sanos y salvos pronto! 52 Cfalo y algunos
estaban lejos. 53 As pues, al ver desde lejos a Mirrina, la
llamaron cuando se acercaba. 54 Poco despus se acerc Cfalo y
cogindola de la mano le dijo: 55 Cmo es que no te acompaa tu
marido? 56 Cfalo no vio a su amigo cuando estaba en la ciudad. 57
Una tal Ambrosia, que era ciega, tuvo una visin cuando dorma en el
recinto de Asclepio. 95
- 96. 58 , . 59 . 60 , . 61 . 96
- 97. 58 No slo ciegos, sino que tambin haba cojos en el recinto.
59 Nadie excepto el dios era capaz de curar a Ambrosia. 60 Al da
siguiente Ambrosia se levant y entreg un cerdo al sacerdote. 61 El
cerdo era de plata. 97
- 98. 13 1 , . 2 . 3 , . 4 , . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 , .
98
- 99. 13 1 La nave es redonda y pequea, no rpida pero segura. 2
En la cubierta de la nave estn sentados Dicepolis y Filipo. 3 Los
marineros, tras soltar las amarras, remaban despacio con la
intencin de salir del puerto. 4 La nave era segura, pero no grande
ni rpida. 5 En ella hay algunas ovejas y mucha madera. 6 Tras
comprar madera en la ciudad, los mercaderes volvan a sus hogares. 7
El viento soplaba favorable. 8 As pues, todos cantaban canciones y
disfrutaban del viaje. 9 Despus aparecan diez trieres en el mar. 10
Todos se alegraban vindolas avanzar por las olas. 11 Pero cuando el
viento el viento se haca ms fuerte, el mar se encrespaba mucho.
99
- 100. 12 . 13 . 14 , , . 15 . 16 . 17 . 18 , . 19 . 20 . 21 . 22
. 100
- 101. 12 Los remeros golpeaban rpidamente el mar obedeciendo al
cmitre. 13 Pues queran evitar la tormenta. 14 Un hombre, mirando
mal a un mercader, deca que haba que lanzarlo a las olas por ser
malvado. 15 Otro mercader viejo se levant ordenndole que se
estuviera quieto. 16 Muchas ves los oradores hacen discursos no
verdaderos, sino falsos. 17 El marinero estuvo presente en los
combates. 18 Aquellos combates no slo dejaron un recuerdo de la
virtud de los Atenienses, sino tambin de su valor. 19 Filipo
escucha al anciano explicar claramente la causa de los hechos. 20
El marinero descubre la verdadera causa desde el principio al nio,
que la desconoce. 21 La mayora confa muchas veces en los falsos
discursos de los oradores e ignora los hechos verdaderos. 22 La
fuerza de los persas pareca a todos invencible por su enorme nmero.
101
- 102. 23 . 24 . 25 . 26 . 27 , . 28 , . 29 . 30 . 31 . 32 . 33 .
102
- 103. 23 No era fcil luchar contra los persas. 24 Pues haba a su
disposicin muchsima riqueza. 25 Nuestros padres resultaron nuestros
maestros en que la virtud nunca retrocede ante el nmero y a la
riqueza. 26 Los que lucharon en Salamina arriesgaron sus vidas. 27
Nuestros padres resultaron nuestros maestros y nosotros resultamos
sus alumnos. 28 No slo corrieron riesgos en Salamina, sino tambin
en las batallas posteriores. 29 Los atenienses siempre se
atrevieron a correr riesgos por la salvacin de todos los griegos.
30 Los antepasados dispusieron una constitucin justa como madre de
buenos ciudadanos. 31 Los antepasados consideraban que una
constitucin justo es el verdadero alimento de los hombres. 32 Las
constituciones de otros pueblos son diversas. 33 Los que viven el
tirana son todos esclavos. 103
- 104. 34 . 35 , . 36 . 37 . 38 , . 39 . 40 . 41 . 42 . 43 . 44 .
104
- 105. 34 Los que viven en oligarqua consideran justo ser amos
unos de otros. 35 La ley ordena qu debe hacer el ciudadano y qu no.
36 En Atenas los ciudadanos buscan la igualdad segn la ley. 37 Los
tiranos no experimentan la libertad y la amistad. 38 El orgullo
florece en las almas de los tiranos y produce el fruto de la
obcecacin. 39 Los frutos de la obcecacin son las lgrimas y el
dolor. 40 Los antepasados de los atenienses dejaron un recuerdo
inmortal de su virtud. 41 Los que luchan resisten a los enemigos y
afrontan los peligros de la guerra. 42 El batalla naval que tuvo
lugar junto a Salamina los griego enfrentaron sus almas, unos pocos
contra muchos. 43 Morir noblemente es mejor que vivir en la
esclavitud. 44 Se mostr claramente la prueba de la virtud griega.
105
- 106. 45 . 46 . 47 . 48 . 49 . 50 . 51 . 52 . 53 . 54 . 55 . 56
. 106
- 107. 45 Las mil naves no eran suficientes para cruzar el
ejercito de a pie de Asia a Europa. 46 Tan enorme era su numero. 47
An no estaba claro que los griegos eran capaces de luchar contra
los persas con las trieres. 48 Los griegos resultaron mejores que
los persas en fuerza y habilidad. 49 Todos los atenienses estaban
en la flota. 50 As pues, no capturaron a nadie en la ciudad. 51
Pues la ciudad estaba vaca de hombres. 52 Los griegos superaron a
los persas en habilidad y fuerza en los peligros navales. 53 Las
ciudades necesitan ms virtud que multitud de poblacin. 54 Pues la
multitud sin virtud no vale nada. 55 despus de la guerra los
atenienses reconstruyeron la ciudad y las murallas. 56 El anciano
va a relatar los hechos de principio a final. 107
- 108. 14 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 , . 8 , . 9 . 10 . 108
- 109. 14 1 El rey preparaba una flota enorme. 2 Los griegos, al
enterarse de que Jerjes quera destruir Grecia, se reunieron en
Corinto. 3 Jerjes tena un ejrcito mayor que todos los griegos. 4
Por tierra los montes se inclinan muchsimo hacia el mar. 5 Por mar
hay un pequeo paso en medio de Eubea y el continente. 6 El paso es
tan estrecho que es posible que cruce una nave. 7 los griegos
enviaron a Lenidas con no muchos hoplitas. 8 No eran muchos lo
hoplitas que estaban con Lenidas, sino slo siete mil. 9 El rey
esperaba que los griegos huiran en breve. 10 As pues, mand a su
ejrcito atacarlos. 109
- 110. 11 , . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 . 17 , . 18 . 19 . 20 , . 21
. 110
- 111. 11 los llamados inmortales fueron los soldados que ms
valientemente lucharon, pero no salieron mejor parados de su ataque
a los griegos. 12 La batalla se produjo en los desfiladeros. 13 Por
eso no les fue posible a los Persas servirse de su superioridad
numrica. 14 Se dice que el rey contempl la batalla desde un trono.
15 pero se levanto de un salto tres veces a causa del miedo por su
ejrcito. 16 Al da siguiente un hombre vino y indic al rey, que no
saba qu hacer, el sendero que llevaba a las Termpilas. 17 As pues,
Jerjes envi a los inmortales por ah con intencin de sorprender a
los griegos. 18 Pues sus soldados no lograron ninguna ventaja. 19
Lenidas se qued all con trescientos espartanos. 20 Los espartanos
retrocedieron a los desfiladeros con intencin de luchar all contra
los Persas. 21 Lucharon contra enemigos que les superaban muchas
veces en nmero hasta que murieron todos. 111
- 112. 22 . 23 , . 24 . 25 , 26 . 27 . 28 . 29 , . 30 . 31 . 32 .
33 . 112
- 113. 22 Despus los griegos enterraron a los trescientos donde
murieron. 23 Ahora se puede ver un len, un gran monumento con el
nombre de Leonidas. 24 En el monumento hay una estela de piedra. 25
En la estala hay un epigrama, en el que los griegos escribieron
esto: 26 Extranjero, anuncia a los lacedemonios que aqu yacemos por
obedecer las rdenes de la patria. 27 Entonces los atenienses
entablaron una batalla naval frente a Artemisio y vencieron. 28 Los
brbaros superaron las Termpilas. 29 As pues, los griegos ya no
presentaban resistencia, sino que retrocedieron y anclaron en
Flero. 30 Dos hombres elevaban la voz y discutan entre ellos. 31 El
que gua la nave se llama capitn. 32 El capitn se acerc enseguida a
ellos y vio una gran discusin. 33 Todos los presentes se rean al
ver a los hombres pegndose. 113
- 114. 34 35 , . 36 . 37 . 38 , . 39 . 40 , . 41 , - , . 42 , .
43 , . 44 . 45 . 114
- 115. 34 El capitn se acerc rapidamente y grit: 35 Desgraciados!
me parece que estis locos, desde luego. 36 Uno: Este, el mayor
canalla de los hombres, ha dicho a grito pelado que soy un ladrn y
espia de los lacedemonios. 37 El otro: Sin duda no le ofendo al
pegarle. 38 Callad, pues, amigos. Voy a mostraros a todos que es
verdad lo que he dicho. 39 Le odio por todo lo que ha hecho. 40 Ni
le ofendo, sino que acto con razn. 41 Este hombre, que realmente es
un espia de los lacedemonios, conspira contra nosotros habitando en
Atenas. 42 No siendo capaz de hablar correctamente en tico, habla
en dorico de maravilla. 43 El mercader odia muchsimo a los lacede-
monios, pero no ignora que los atenienses tienen un ejrcito menor.
44 Los atenienses tienen el dominio del mar por su habilidad
marinerra. 45 El mercader es en verdad ateniense, pues sus padres
nacieron atenienses. 115
- 116. 46 . 47 . 48 - - . 49 ; 50 . 51 . 52 , . 53 , . 116
- 117. 46 El otro insulta al padre del mercader diciendo muchas
mentiras e insultos sobre l. 47 As pues, dice muchas injurias. 48
El abuelo, al ser realmente ciudadano, muri en Maratn junto a los
que lucharon all. 49 Cmo va a ser raro que el mercader haya
aprendido otros idiomas, tras navegar a otros muchos paises? 50
Tras cesar la discusin, los hombres se sentaron y estuvieron
echados tranquilamente. 51 Dicepolis: Se est produciendo un gran
cambio en esta ciudad. 52 Pues nuestros antepasados, buscando el
bien comn, conservaron la concordia, pero nosotros, buscando la
enemistad, no nos ocupamos de la salvacin. 53 Filipo: Anciano,
cuntanos cmo sucedi la batalla naval de Salamina. 117
- 118. 15 1 . 2 . 3 . 4 , - , . 5 , . 6 . 7 . 8 . 118
- 119. 15 1 Temstocles, al ver a los atenienses en grandes
dificultades, los convenci de subir a las naves y abandonar la
ciudad. 2 Los atenienses, no queriendo ceder ante los persas,
hicieron lo que l haba ordenado. 3 Temistocles, tras levantarse en
la asamblea, dijo a los generales que se haban reunido en Salamina
que haba que obligar a los persas a entablar batalla en los
estrechos. 4 Un mensajero, que Temstocles haba enviado a Jerjes a
escondidas, dijo que los griegos se preparaban para la huida. 5 El
rey orden a los almirantes vigilar con sus naves las salidas de
barcos, pues haba decido luchar en Salamina. 6 Jerjes quera
destruir a los griegos cuanto antes. 7 Los remeros de los persas
estuvieron remando toda la noche de un lugar para otro. 8 En los
estrechos junto a Salamina las naves de los griegos avanzaban en
orden. 119
- 120. 9 . 10 , . 11 . 12 , , , . 13 . 14 , . 15 . 16 , . 17 , ,
. 18 , . 120
- 121. 9 Los soldados cantaban a gritos el pen. 10 El ala derecha
avanzaba en orden, el resto de las naves avanzaban en segundo
lugar. 11 Los persas se asustaban al or el grito de los griegos. 12
Al mismo tiempo se poda or esto: Liberad, muchachos, los templos de
los dioses patrios y las tumbas de los antepasados! 13 Las naves de
los persas que intentaban huir cayeron sobre las que avanzaban al
combate. 14 Los griegos, tras atacar las naves, daaron algunas y
hundieron otras, de modo que el mar estaba lleno de naufragios. 15
Tambin eran muchsimos los muertos en el mar. 16 Jerjes observaba
desde un lugar de la costa, ignorando qu traera la fortuna. 17 El
rey, cuando se enter de la desgracia de su armada, se levant de
trono y rasg sus vestiduras. 18 Al final, dudando qu hacer, huyo a
Asia lamentndose. 121
- 122. 19 , . 20 . 21 . 22 . 23 . 24 . 25 . 26 . 27 , . 28 . 29 .
122
- 123. 19 Los atenienses fueron mayormente causantes de la
victoria, al suministrar la mayora de las naves y al mejor general.
20 La suerte concedi a los que murieron en Salamina el morir
noblemente. 21 Esto es una parte importante del valor. 22 el poeta
Simnides, al escribir un epigrama, dej una gran alabanza. 23 Los
griegos consideraron que era justo mostrar su valor por la
libertad. 24 Dejaron en Salamina un recuerdo inmortal de fama para
la eternidad. 25 Golpearon con los remos en el mar a muchsimos
hombres como atunes. 26 Al hur del tica a pie los persas sufrieron
sed y hambre. 27 Muchsimos murieron intentando cruzar a pie sobre
el hielo el ro Estrimn, que algn dios hel causando un invierno
tardo. 28 El dios hel el ro con el fro. 29 Poco despus el sol abras
y calent el hielo del ro con sus rayos. 123
- 124. 30 . 31 . 32 . 33 . 34 . 35 . 36 . 37 , . 38 , . 39 . 40 ,
. 124
- 125. 30 Los persas murieron de manera terrible al caer al ro.
31 El resto de los persas al final llegaron poqusimos a su patria.
32 Los dioses castigaron a los persas, pues esclavizaron muchos
pueblos. 33 Los persas gobernaban toda Asia hasta Egipto. 34 Lo que
tengo son mis existencias. 35 Los tiranos no se contentan con los
bienes presentes a causa de su avaricia, pues quieren tener ms. 36
Los reyes pervierten tanto los cuerpos como las mentes de los
hombres. 37 Por eso no tienen amigos fieles, sino que son esclavos.
38 La soberbia produce tiranos, el mayor mal que hay para los
hombres. 39 Jerjes march contra Grecia sin ningna causa justa;
hasta ese punto, pues, despreciaba a los dioses. 40 Los griegos
realizaban hazanas muy hermosas en todas sus actividades, tanto en
pblica como en privado. 125
- 126. 41 . 42 . 43 , . 44 , . 45 . 46 . 126
- 127. 41 Los griegos vencieron a los persas, mostrando a todos
que el valor vence a la soberbia. 42 Los griegos se enfrentaron a
Jerjes odiando la esclavitud. 43 Pero los dioses decretaron la
derrota para los persas y para los griegos, la victoria. 44 Como el
capitn gobierna el barco, as en todo hombre la mente (gobierna)
toda su persona. 45 Dios y gua es la mente en cada uno de nosotros.
46 Nosotros queremos llegar a ser dignos de nuestros antepasados.
127
- 128. 16 1 . 2 , . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 128
- 129. 16 1 Al dejar de hablar, el marinero estuvo echado en la
cubierta. 2 No slo los atenienses sino tambin sus aliados lucharon
gloriosamente. 3 El marinero dijo a Filipo que haba navegado a
muchos lugares de la tierra en una nave de carga. 4 Con el comiezo
del verano ayudaron a los jonios con cien naves. 5 Despus
expulsaron a los persas del mar Egeo. 6 Los brbaros reunieron
doscientas naves e intentaron invadir el mar Egeo. 7 No muchos aos
despus ayudaron a los habitantes de Egipto. 8 el ro Nilo tiene
siete desembocaduras, pues desemboca en el mar por siete
corrientes. 9 El Nilo riega todas las regiones en verano. 10 All se
producen muchas cosas sorprendentes. 129
- 130. 11 , . 12 , . 13 , . 14 , , . 15 . 16 , . 17 , . 18 , . 19
; 20 , , . 130
- 131. 11 Las mujeres y los hombres hacen todo al revs del resto
de los hombres, sirvindose de extraas costumbres. 12 Pues las
mujeres van al mercado, no se quedan en casa. 13 Los reyes de los
egipcios yacen en enormes monumentos que se llaman pirmides. 14 La
Esfinge es una imagen enorme del rey que tiene rostro de mujer y
cuerpo de leona. 15 En Egipto hay muchos animales exticos. 16 Los
cocodrilos son pequensimos al nacer, pero crecen hasta convertirse
en los seres vivos ms grandes. 17 Las avestruces no pueden volar,
aunque son aves. 18 Las avestruces no vuelan, pero son capaces de
correr ms rpido que los caballos. 19 No termin la guerra? 20 En
absoluto, contest el marinero, pues hubo otras batallas. 131
- 132. 21 . 22 . 23 . 24 , . 25 . 26 , . 27 . 28 . 29 . 30 . 31 .
132
- 133. 21 La derrota de Egipto no pudo acabar con valor de los
griegos, pues eran valientes. 22 Cimn muri asediando una ciudad. 23
Despus los atenienses hicieron una alianza con el Rey y estuvieron
en paz. 24 El marinero lleg como mercenario a Escitia, entre otros
paises, donde el fro es enorme en invierno. 25 En Escitia se hielan
en invierno los ros y el mar. 26 El marinero no teme la muerte,
sino que la acepta sin problemas. 27 el marinero, tras decir esto,
caminaba hacia la proa. 28 El anciano vio muchsimo vagando ms que
el mismsimo Odiseo. 29 Filipo estaba en silencio pensando en todo
lo que haba odo por parte del marinero. 30 finalmente la nave llego
al interior del puerto. 31 En Egina hay muchsimos tenderos y
mercaderes. 133
- 134. 32 . 33 . 34 . 35 , . 36 , . 37 . 38 . 39 . 40 . 41 . 42 .
43 . 134
- 135. 32 Dicepolis desconoce la ciudad; as pues, permanece en la
nave. 33 El Egina pocos pueden arar la tierra; hasta tal punto es
pedregosa la ciudad. 34 Los eginetas no se llaman mirmidones porque
pueden excavar la tierra como hormigas. 35 La tierra da pocos
frutos, pues es imposible luchar contra la naturaleza. 36 La mayora
de los eginetas viven del mar, navegando a muchos pases y llevando
una vida de mercaderes. 37 As pues, la isla es toda un puerto
comercial. 38 Los padres de Timasarco tenan muchos hijos y los
alimentaban a duras penas. 39 Timasarco jugaba de nio con sus
compaeros en los caminos de la isla. 40 Los hermanos eran once en
total. 41 As pues, los nios aprendieron el oficio de la pesca y se
hicieron pescadores. 42 Cuando Timasarco se hizo pescador era un
nio de doce aos. 43 Todos los hermanos, pues, eran mayores que l.
135
- 136. 44 , . 45 . 46 . 47 . 48 . 49 , . 50 . 51 . 52 . 53 . 54 .
136
- 137. 44 A causa de una gran tormenta que se produjo la barca
choc con las rocas tan violentamente que se hundi rapidamente y los
hermanos se salvaron a duras penas. 45 Por eso se dedicaron al
comercio. 46 El ms joven de los hermanos cultiva la hacienda del
padre. 47 Hace ya veinte aos que Timasarco zarp llorando de Egina.
48 aco era el ms piadoso de todos los hombres. 49 No pocos griegos,
sino casi todos conocen la historia de aco. 50 Incluso ahora hay
carbn en las aguas del ro Asopo. 51 Una gran sequa oprima toda
Greacia y las malas cosechas mataban a muchas personas. 52 Pues los
campos no daban frutos. 53 No se producan frutos en los campos a
causa de la sequa. 54 Los griegos no podan apaciguar a Zeus ni con
splicas ni con sacrificios. 137
- 138. 55 . 56 , . 57 . 138
- 139. 55 Slo aco era capaz de logar el cese de la sequa por
parte de su padre. 56 aco hizo su splica y al instante escucharon
todos un trueno y las nubes, tras ocultar el cielo, descargaron
mucha agua sobre la tierra. 57 Se dice que aco despus construy un
gran templo en honor a Zeus panhelnico. 139