El cuidado de sí (2)

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El cuidado de sí Sócrates (470-399 a.C)

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etica, grecia, roma

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  • El cuidado de sScrates (470-399 a.C)

  • Generalidades

    En la Grecia del siglo V a.C., Scrates, personaje crucial para la filosofa occidental, interpelaba a los jvenes en el gimnasio o a la gente de la calle de la siguiente forma: Te ocupas de ti mismo?

    Scrates, en su pregunta, se refiere al trmino griego epimeleia () y heautou (). El cuidado de s (Scrates)

  • Generalidades

    Epimeleia (), significa segn cuidado, solicitud de algo; y tambin gobierno, direccin, prctica o estudio.

    Heautou () significa s mismo. Por tanto la traduccin de epimeleia heautou ( ) sera cuidado de s mismo, pero tambin gobierno de s, o prctica o estudio de s mismo.El cuidado de s (Scrates)

  • Generalidades

    Scrates es posiblemente el mayor y ms enigmtico filosofo de toda la historia.

    No escribi nada; la fuente menos insegura de su pensamiento son los numerosos dilogos de Platn (427-347).

    Su importancia es tal que la historia de la filosofa griega se divide en presocrtica y postsocrtica.

    Los presocrticos, que se ocupan con preferencia del problema ontolgico (qu es lo que hay?), llegan a conclusiones contradictorias, distintas, opuestas.El cuidado de s (Scrates)

  • Ello hace surgir una pregunta: Quin tiene la razn?, cmo distinguir la solucin verdadera de la falsa? (problema de la verdad)

    Los sofistas, que se apoderan de estas distintas doctrinas y las exponen, declaran que ninguna de ellas es verdad y se van a la posicin negativa ms extrema posible:

    No hay verdad que obligue a todos; la verdad es un valor puramente personal y subjetivo; uno imagina la verdad que le conviene. El cuidado de s (Scrates)

  • Frente a ese escepticismo de los sofistas, Scrates afirma la existencia de una verdad, que puede ser encontrada, que no es solo individual una mera opinin como ellos afirman , sino una verdad que obliga a todos los seres humanos.

    Cmo encontrar esa verdad? Mediante la conversacin, el dilogo, el intercambio de opiniones (mtodo dialctico).

    La verdad no est en los hechos singulares, sino en los conceptos generales.

    La mayutica: Scrates llama a su mtodo dialectico mayutica ().El cuidado de s (Scrates)

  • Scrates no se preocupa para nada del problema ontolgico y no usa su mtodo dialctico para resolver el problema que durante casi 200 aos ocup a la filosofa griega.

    El filsofo no se dedica a las cosas en cuanto cosas (), ni se detiene en las meras cosas de la vida (= bienes, riqueza, dinero) -como lo hacen los charlatanes y sofistas-, sino que se ocupa de las cosas humanas mismas , (= acto, accin).

    La sabidura socrtica es el saber limitado a lo humano (giro antropolgico y tico).El cuidado de s (Scrates)

  • Sabio no es slo quien sabe hacer un discurso, sino quien sabe, adems, qu es un discurso, a quin sirve y si es conveniente o no hacerlo.

    Su primera pregunta le distingue del resto de sabios conocidos: Qu es el saber?

    No parecen ser sabios los sofistas, maestros oradores, que pretenden dirigir a los dems con sus discursos, sin que se sepan dirigir a ellos mismos.

    Slo s que nada s : plantea la limitacin del saber personal y del saber humano en general.El cuidado de s (Scrates)

  • Puede alguien ser sabio e ignorante a la vez?

    Afirmar que slo s que nada s no es comportarse como un ignorante, sino un signo ya de medio conocimiento, una ignorancia crtica.

    Tal ignorancia no es una recada en el escepticismo, ya que apunta hacia la consecucin de la verdad.

    Pero no es la verdad relativa de cada cual, pero tampoco es la verdad absoluta o, ms modestamente, objetiva, porque se refiere a las cosas de la tierra, no del cielo, y en especial a los asuntos morales, no a los fenmenos fsicos, en que el sentido de la verdad es otro. El cuidado de s (Scrates)

  • Hay que pensar por uno mismo y sin contradecirse ni creerse suficientemente informado.

    En sentido estricto Scrates no es un gua moral, ya que su saber opone la verdad a la persuasin y a la habilidad con que demagogos y pretendidos sabios la manejan.

    La verdad en la tica se refiere a los actos y requiere su conocimiento. Por ejemplo, frente a la cuestin de la infidelidad conyugal, la tica de Scrates dira: Conoce. Descubre por ti mismo que engaar a quien se ama es negar que se le ama.El cuidado de s (Scrates)

  • La dialctica no es el saber sino su mtodo, muy en especial para el saber de los asuntos humanos.

    Un dilogo arranca con una discusin de ciertos lugares comunes o temas supuestamente incontrovertibles para el conocimiento comn. Los que dialogan se refieren a las cosas que la experiencia muestra estn ah o en boca de todos.

    El mtodo socrtico es el arte del dilogo a la bsqueda del mejor argumento que es la dialctica. Tal mtodo es compatible con el pluralismo moral, ya que la bsqueda del mejor argumento presupone que hay otros. El cuidado de s (Scrates)

  • La dialctica es una transformacin del arte convencional de la disputa (= aficionado a la discusin).

    Para Scrates la controversia no est al servicio de la persuasin, sino de la verdad; tampoco es un fin en s mismo, por el puro placer de discutir.

    Scrates en un maestro preguntador. Su accin de preguntar se desarrolla en dos tiempos:

    1) interrogar dando por supuesto que no se sabe nada de la cuestin y que se espera una rpida e instructiva respuesta del contrario.El cuidado de s (Scrates)

  • 2) el preguntador entra de lleno en el oficio dialctico y pasa a inquirir sobre su interlocutor con el propsito de mostrar de una vez la contradiccin o mxima seal de debilidad de su insistente opinin.

    La refutacin es el momento clave del dilogo, pues permite desenmascarar las contradicciones, en cuyo caso se concluye que la tesis es falsa o necesita definirse mejor.

    La dialctica es una lucha que no acaba en victoria. Con los argumentos de una demostracin apoyada siempre en el dilogo est claro que nadie aspira a vencer, sino a convencer, con suerte, al contrario.El cuidado de s (Scrates)

  • Adems, por el hecho de haber conseguido dar razn de algo, tal convencimiento ser slo de tipo intelectual, sin dar por segura la adhesin moral del contrario, y menos su persuasin, a la que se haba renunciado desde el primer momento.

    Pero la refutacin dialctica tampoco se complace en hacer vacilar, hasta incluso humillarla, a la inteligencia de quienes participan en el debate.

    Eso lo hacen ya los sofistas para persuadir mejor a su pblico, pero Scrates no es el filsofo de la pulla intelectual. Lo que l busca es generar la perplejidad o duda intranquila en todo aquel que se afirma sabio.El cuidado de s (Scrates)

  • Quien no haya pasado por la prueba de averiguar si se contradice, ni por la experiencia de la perplejidad que eso lleva aparejado, no podr asegurar que sabe nada de cierto o que sus opiniones son razonables.

    El blanco de los dardos de Scrates no es la persona sino su falso saber, su mal razonamiento.

    La dialctica sirve para deshacerse del saber establecido y descubrir por uno mismo y hasta en uno mismo, la verdad.

    El mtodo socrtico no ensea la verdad ni conduce a un conjunto de saberes especficos como final de su trayectoria. El cuidado de s (Scrates)

  • El horizonte de la dialctica es aportico, no dogmtico: siembra la duda, no doctrinas. El cuidado de s (Scrates)

  • El saber como tica:

    Scrates invierte el orden de los bienes. Primero estn los valores del alma, seguidos de los del cuerpo y la belleza, y stos de los bienes materiales y la fortuna.

    Scrates es un filsofo apolneo. Nietzsche lo critica por encomendarse al dios de la lucidez intelectual.

    Apolo es el menos patriota y pasional de los dioses griegos. Pero Nietzsche tiene slo en parte razn: Apolo no se opone a Dionisos, dios del vino y del entusiasmo. El cuidado de s (Scrates)

  • Apolo y Dionisos conviven sin problemas en Delfos. El templo dedicado el primero est junto al teatro donde se escenifica el arrebato dionisaco.

    Es la cultura racional la que ha separado luego las facultades de la mente humana, atribuyendo lo racional slo a lo cognitivo y lo irracional o intuitivo slo a lo sensitivo. En ese orden de ideas Nietzsche no es menos responsable que Descartes de esta forzada contraposicin. El cuidado de s (Scrates)

  • Como dios de la claridad, Apolo es tambin el dios del autoconocimiento. A la entrada de Delfos se lee: Concete a ti mismo.

    La verdad es conocimiento del bien. La virtud y el conocimiento son consubstanciales.

    Pero, a qu clase de autoconocimiento remite la virtud? No es autoconocimiento fsico o psicolgico, sino moral.

    El quin soy del autoconocimiento moral equivale a un qu quiero. Conocerse a s mismo es saber qu se quiere.

    El cuidado de s (Scrates)

  • El objeto del autoconocimiento no es una identidad transpersonal ni una identidad monoltica. Al contrario, por surgir de un qu quiero ha de ser una identidad en continua reconstruccin, proceso, conversin.

    El autoconocimiento es necesario para la virtud ms importante, la mesura o temperancia (), la cualidad moral que debe estar presente en todas las dems.

    La mesura est en el polo opuesto de la desmesura (), el mpetu insolente descrito por la poesa homrica y la tragedia tica. El cuidado de s (Scrates)

  • La virtud de la mesura es la salud del alma. Pero, qu es el alma?

    Para describir el alma hay que enfocarse en sus funciones conocidas. El alma es aquella facultad del ser humano por la cual ste adquiere conocimiento.

    El saber como tica prescinde de especular sobre el alma.

    Para Scrates el alma es nuestra razn, la sede de nuestra actividad pensante y tica.

    De all que cuidar de s mismo no significa cuidar del propio cuerpo, sino del alma.

    El cuidado de s (Scrates)

  • Los verdaderos valores no son aquellos que estn ligados a las cosas exteriores (riqueza, poder, fama), ni tampoco aquellos que estn ligados al cuerpo (salud, belleza o fuerza fsica), sino exclusivamente los valores del alma.

    La manifestacin ms significativa de la excelencia del alma es el autodominio, la enkrateia () El cuidado de s (Scrates)

  • El alma interesa por su funcin, que es:

    1) conocer, captar las cosas tal como son realmente.

    2) dirigir y gobernar las acciones de un hombre de manera que evite el mal y logre el bien.

    El intelectualismo socrtico: la virtud es ante todo conocimiento; ste ltimo asegura la accin virtuosa.

    El bien y la ignorancia no pueden coexistir. El cuidado de s (Scrates)

  • El conocimiento al que alude Scrates es bastante ms que poseer informacin e inteligencia.

    Es pensar y pensar bien, es decir, tenindose en cuenta en el fondo a uno mismo.

    Quien ha comprendido que la virtud es lo principal para cada uno, pues conlleva el cuidado de uno mismo, no puede dejar de desearla, tanto para l como para el resto.El cuidado de s (Scrates)

  • Slo cuando se sabe y se comprende la naturaleza y las consecuencias de las acciones consideradas malas, se est en las mejores condiciones para poder evitarlas y recomendar a otros que hagan lo mismo, en la prctica seguridad de que tales acciones son, efectivamente, malas.

    Pero si alguien se limita a evitar acciones por motivos tales como el miedo, la persuasin, el inters egosta o la coaccin, quiz obre bien de una forma ms cmoda y expeditiva, pero sin el profundo conocimiento al respecto. El cuidado de s (Scrates)

  • Al negar que puedan existir juntos el conocimiento y el mal Scrates niega al mismo tiempo la posibilidad de una conducta bien conocida tanto en su tiempo como actualmente: la akrasa (), aquella intemperancia propia de quienes conocen el bien, pero no estn dispuestos a hacerlo.

    Scrates no desconoce la existencia de este tipo de conductas, en donde los que obran mal lo hacen a menudo intencionadamente.

    Lo que Scrates afirma es que del conocimiento informado y resuelto de hacer el bien no puede seguirse ms que el hacer, en efecto, el bien. El cuidado de s (Scrates)

  • Hay que asumir con reservas la expresin nadie hace el mal intencionadamente, ms an cuando Scrates ha podido percibir todo lo contrario en sus propios acusadores.

    El tipo de akrasa o debilidad personal rechazada por Scrates es la de un individuo que conociera a plena conciencia el bien y a pesar de eso no lo aplicara sus actos (es una posibilidad inconcebible, por absurda para el entendimiento de cualquier individuo sano).

    Por qu Scrates no es un intelectualista: el saber prctico depende antes que nada de la pura y simple disposicin al dialogo. El cuidado de s (Scrates)

  • Si lo cognitivo anularan en la deliberacin a lo volitivo, se negara de raz la importancia concedida a la virtud de la mesura y el dominio de uno mismo.

    Es cierto que el saber prctico exige prestar atencin al intelecto, y en este sentido puede ser considerado, intelectualista. Pero es un intelectualismo acompaado de eticismo.

    Intelectualismo socrtico: la tica no es una determinacin de la inteligencia, sino que la inteligencia se debe adaptar a la tica. El cuidado de s (Scrates)