La magia de los pueblos mágicos -...

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Topofilia Revista de Arquitectura, Urbanismo y Ciencias Sociales Centro de Estudios de América del Norte, El Colegio de Sonora Vol. IV Número 3, Octubre de 2013 1 La magia de los pueblos mágicos Anna María Fernández Poncela María del Carmen Valverde Valverde Liliana López Levi Introducción En tiempos de auge de la economía turística, en un momento en que parece que el modelo de sol y playa comienza a agotar sus perspectivas de crecimiento, surge un nuevo concepto para nombrar lo que vale la pena visitar: lo mágico. Con el inicio del siglo (y del nuevo milenio) emerge, desde las esferas de gobierno, un programa que busca impulsar el turismo cultural: el programa de pueblos mágicos. En él se agrupan decenas de localidades, que tienen en común un valor turístico que puede adjetivarse como mágico. Ello nos lleva, en primera instancia, a preguntamos ¿qué es esto de la magia? ¿En qué reside la magia? En el marco de una investigación sobre el programa de los pueblos mágicos, preguntamos a la gente y dos anécdotas nos sirven para ilustrar la forma en que la magia se territorializa. La primera es de un señor de Tequila, Jalisco, que ante la entrada de su localidad al programa de la Secretaría de Turismo comentó que “le han cambiado el nombre el pueblo…”. Antes se llamaba Tequila y ahora es Tequila, pueblo mágico. La otra sucedió en un Willy (un cuatro por cuatro) desde Real del Catorce a Estación Catorce camino al desierto. Un señor oriundo de Ciudad Valles preguntó ¿Sabes por qué Valles es mágico?y ante la respuesta de “Xilitla sí pero de Valles no”, dijo tras sus gafas oscuras “porque desaparecen gente”. La magia es un vocablo aparece en textos de distinta naturaleza y por tanto con fines y objetivos diferentes, ya sean académicos, oficiales o simples guías de turismo al referirse a un determinado pueblo, lo caracterizan, mediante una serie de particularidades. Así en ocasiones se destacan sus orígenes, su arquitectura monumental, en otras, su vivienda vernácula, o bien, la artesanía, las leyendas, los mitos, la gastronomía, las costumbres, los bailes, las festividades, por mencionar

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    La magia de los pueblos mgicos

    Anna Mara Fernndez Poncela

    Mara del Carmen Valverde Valverde

    Liliana Lpez Levi

    Introduccin

    En tiempos de auge de la economa turstica, en un momento en que parece que el

    modelo de sol y playa comienza a agotar sus perspectivas de crecimiento, surge un

    nuevo concepto para nombrar lo que vale la pena visitar: lo mgico. Con el inicio del

    siglo (y del nuevo milenio) emerge, desde las esferas de gobierno, un programa que

    busca impulsar el turismo cultural: el programa de pueblos mgicos. En l se agrupan

    decenas de localidades, que tienen en comn un valor turstico que puede adjetivarse

    como mgico. Ello nos lleva, en primera instancia, a preguntamos qu es esto de la

    magia? En qu reside la magia?

    En el marco de una investigacin sobre el programa de los pueblos mgicos,

    preguntamos a la gente y dos ancdotas nos sirven para ilustrar la forma en que la magia

    se territorializa. La primera es de un seor de Tequila, Jalisco, que ante la entrada de su

    localidad al programa de la Secretara de Turismo coment que le han cambiado el

    nombre el pueblo. Antes se llamaba Tequila y ahora es Tequila, pueblo mgico. La

    otra sucedi en un Willy (un cuatro por cuatro) desde Real del Catorce a Estacin

    Catorce camino al desierto. Un seor oriundo de Ciudad Valles pregunt Sabes por

    qu Valles es mgico? y ante la respuesta de Xilitla s pero de Valles no, dijo tras sus

    gafas oscuras porque desaparecen gente.

    La magia es un vocablo aparece en textos de distinta naturaleza y por tanto con

    fines y objetivos diferentes, ya sean acadmicos, oficiales o simples guas de turismo al

    referirse a un determinado pueblo, lo caracterizan, mediante una serie de

    particularidades. As en ocasiones se destacan sus orgenes, su arquitectura

    monumental, en otras, su vivienda verncula, o bien, la artesana, las leyendas, los

    mitos, la gastronoma, las costumbres, los bailes, las festividades, por mencionar

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    algunas. En pocas palabras a todo ello en su conjunto o de manera privativa podramos

    reunirlo en un apelativo: mgico.

    Malinowski (1985, p. 2) nos menciona que no existen pueblos, por primitivos

    que sean, que carezcan de religin o magia, es decir la magia es un atributo intrnseco

    de los pueblos. Cabe sealar, que este autor cuando habla de los pueblos se est

    refiriendo a un conjunto de personas; sin embargo, para los fines del presente trabajo el

    vocablo pueblo est referido aquellas localidades a las se les ha asignado oficialmente la

    nomenclatura de pueblo.

    Aunque pudiera parecer que partimos de una confusin interpretativa, es

    pertinente aclarar que entre pueblo, como conjunto de personas, y pueblo, como lugar,

    existe una relacin inseparable y estrecha, es decir, todo pueblo (conjunto de personas),

    desde pocas remotas, se han congregado fsicamente en poblados (localidades)

    imprimiendo en ellos una impronta de su cultura, que queda manifiesta a travs de

    costumbres, prcticas econmicas, creencias, ritos, gastronoma, artesana, entre otras

    muchas; y dicha huella, en numerosos casos, ha podido persistir de manera tangible y/o

    intangiblemente hasta nuestros das.

    En el volumen Matices de un Paisaje de Ana Aridjis, el poema llamado

    Contepec, revela, de manera armoniosa, la idea de la magia que envuelve a la mayora

    de los pueblos, por no decir de todos. A continuacin se trascriben varios versos:

    He rodeado la tarde que amanece

    en un gesto del anhelo milagroso.

    He seguido las races

    y nunca me he perdido

    porque s de donde vengo,

    la sangre es una llama clida y ciega

    Miramos desde la montaa

    la cifra de este pueblo,

    los pasos naturales que bajan la

    nostalgia.

    Nosotros buscamos las piedras

    en el ro para llegar a enumerar lo

    entraable.

    Al cruce ms autntico

    del sonido nostlgico del da.

    A veces los sueos son as,

    ventanas ms abiertas,

    los pasos venturosos

    que llevan a los rostros ms queridos,

    a los pasajes amados,

    ah, es de donde vengo

    y a donde los rostros se dirigen,

    un espectculo tan grande

    que adora la memoria.

    La casa se levanta

    enfrente de una plaza

    con el silencio

    rondando amaneceres

    porque todo universo

    se concentra en el paso del tiempo

    que dejan con huella los recuerdos.

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    Pero qu aspectos pueden fascinar o maravillar de cualquier sociedad, a tal

    punto de afirmar que se trata de algo mgico? sus tradiciones, creencias, sus formas

    artesanales de hacer los objetos, mitos, leyendas; es decir un cmulo de cosas que

    intrnsecamente estn presentes en cualquier pueblo o sociedad. Por ejemplo, la

    supersticin del pueblo ingls para atraer la buena suerte que se manifiesta por la

    tradicin de cortarse el pelo en Luna creciente, la hora del t no deja tambin de apuntar

    hacia un rito mgico. O bien, en pueblos no desarrollados como los papas, en lo

    relativo a la acumulacin de conchas marinas (cierto tipo de almeja que debe reunir el

    novio para la boda); en fin, numerosos y casi infinitos seran los ejemplos; as, la magia

    est presente en cualquier sociedad, en todo tiempo y lugar.

    La sociedad deja huella de su magia, y se trasmite de generacin en generacin,

    de tal suerte que sta se va perpetuando, y en una variedad de casos permanece presente

    durante muchos aos, y en buena medida los rastros de ella quedan impresos de manera

    tangible o intangible en la sociedad.

    Sin embargo, podra pensarse que la modernizacin juega un papel de

    saneamiento de esa magia, ello en aras de la cientificidad, de la planificacin y del

    desarrollo; pero la realidad nos dice lo contrario y ello se hace evidente en los ejemplos

    anteriores. De tal suerte, que ello permite insistir que cada pueblo, por muy

    desarrollado que ste sea mantiene creencias, tradiciones, mitos, gastronoma propia,

    celebraciones religiosas, msica, danzas, fiestas y leyendas vivas.

    A partir de las reflexiones anteriores es necesario puntualizar que lo que interesa

    en el presente trabajo, es dar respuesta a la interrogante: la magia de los pueblos es un

    atributo intrnseco, o bien se adquiere mediante una designacin o decreto? Para

    responder a dicho cuestionamiento nos adentraremos en las definiciones del concepto

    magia desde los diccionarios hasta algunos autores desde las ciencias sociales, as

    como, una breve aproximacin a la discusin o reflexin sobre la magia de los pueblos

    mgicos, ya sea desde la elaboracin de dicho programa turstico ya desde la

    concepcin de los actores e instituciones implicadas en el asunto.

    La Secretaria de Turismo de Mxico llam a uno de sus programas Pueblos

    Mgicos, el cual ha incorporado a varios poblados, y como denunciara el popular refrn

    ni son todos los que estn, ni estn todos los que son. No obstante, y ms all de las

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    reales intenciones de la institucin turstica hay que reconocer el acierto en la palabra

    mgicos, aunque lo de pueblos est en entre dicho segn enfoques que consideran

    que ciudad es aquello donde predominan las actividades econmicas secundarias y

    terciarias, mientras que pueblo est circunscrito al mbito rural. En todo caso ya son 83

    localidades de casi todos los estados de la Repblica mexicana que cuentan con dicho

    ttulo segn datos hasta finales de 2012-. La declaratoria pretende salvaguardar la

    riqueza cultural e histrica de localidades con ciertos atributos histricos, simblicos,

    legendarios, hechos trascendentes y cotidianeidad, una magia que se define, en principio

    y segn el documento Reglas de operacin, como lo que emana en cada una de las

    manifestaciones socio culturales, y que significan hoy da una gran oportunidad para el

    aprovechamiento turstico (SECTUR 2001).

    En todo caso y regresando a lo que nos interesa a efectos de este texto, lo

    mgico, es una palabra mgica, como el lenguaje lo es tambin, pero de manera

    especfica y peculiar, porque a su multi significado ha de aadirse el misterio emocional

    e intelectual que el concepto en s y con su sola existencia y pronunciacin o escritura

    en su caso- despierta. Pueblos Mgicos en un pas que tambin hay quien considera

    mgico.

    Ese es, entre otras cosas, el objetivo de este texto, ampliar, profundizar, y sobre

    todo reflexionar en torno a la magia, lo mgico y su aplicacin como nombre de un

    programa turstico en auge y extensin institucional por lo menos hasta el ao 2012. Un

    nombre de un programa que en principio por s mismo despierta inquietudes y deseos de

    visitar, conocer e investigar desde su mismo nombre, as como ganas de saber qu

    significa esto de lo mgico para la gente, sus imaginarios, pensamientos, sentimientos y

    actitudes.

    El significado de magia como punto de partida

    Si bien, la magia ha sido ampliamente estudiada desde varios puntos de vista, han sido

    las visiones no cientficas las que han predominando. Como su propia acepcin lo

    indica, lo mgico es producto de la expresin de una aparente veracidad de algo que

    maravilla por los efectos resultantes, por tanto no necesariamente est sujeta al juicio

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    cientfico. En este sentido, consideramos pertinente partir de sus orgenes lingsticos,

    as como de sus mltiples acepciones y conceptualizaciones.

    Como punto de partida y de acuerdo con Corominas (2008:350), su origen viene

    del latn maga, se la encuentra utilizada en castellano ya en 1615. Por parte del griego

    procede de magia-mgico, palabra que ya se usa en castellano por lo menos desde

    1438.

    Segn dos de los considerados mejores diccionarios de la lengua espaola, es

    decir, el de la RALE (Real Academia de la Lengua Espaola) y el de Mara Moliner, en

    el primero, se la define de la siguiente forma.

    Magia, del latn maga, y este del griego .

    1. f. Arte o ciencia oculta con que se pretende producir, valindose de

    ciertos actos o palabras, o con la intervencin de seres imaginables,

    resultados contrarios a las leyes naturales.

    2. f. Encanto, hechizo o atractivo de alguien o algo.

    ~ blanca, o ~ natural.

    1. f. La que por medios naturales obra efectos que parecen

    sobrenaturales. (RALE 2012-22 edicin).

    ~ negra.

    1. f. Rito supersticioso que trata de propiciar la ayuda del diablo para

    conseguir cosas extraordinarias (RALE 2012-avance 23 edicin).

    A las definiciones anteriores, les falta quizs, una acepcin que es comn en nuestra

    sociedad, en la cual se considera magia como la habilidad de realizar trucos, juegos de

    manos, para divertimento popular y como espectculo particular. Tambin suele

    utilizarse la palabra para apelar al encanto o atractivo de una persona o cosa que deleita

    o subyuga. Para ambas acepciones, contamos con el otro diccionario, que nos auxilia en

    dicho aspecto.

    1. F Arte de realizar cosas maravillosas en contra de las leyes naturales

    por medio de ciertos actos o con la intervencin de espritus. Poder con

    que se realizan tales cosas. Hechicera. 2. Arte de realizar cosas en

    apariencia extraordinarias por medio de trucos, juegos de manos,

    etcPrestidigitacin. 3. Encanto o atractivo particular de alguna cosa,

    que parece fuera de la realidad o hace olvidarse de ella (Moliner

    2001:235).

    Corto se queda el diccionario en sus definiciones, como el lenguaje para abarcar la vida,

    sin embargo muestra lo que un grupo de acadmicos y acadmicas piensan sobre el

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    tema frente a la diversidad de perspectivas al respecto, como la de SECTUR o las de

    cada colectivo o persona concreta.

    El sentido de la magia tambin lo encontramos en los sinnimos, donde se alude

    al: 1.Ocultismo, hechicera, encantamiento, taumaturgia, brujera. 2. Encanto, hechizo,

    fascinacin, seduccin, atractivo. La brujera, hechicera, nigromancia, adivinacin,

    maleficio, maldicin, prestidigitacin, ilusionismo, encanto, seduccin, embeleso,

    supersticin, agorera, embrujo, ngel, ensalmo, sugestin, cbala, astrologa, conjuro,

    nigromancia, sortilegio, supersticin, truco y la adivinacin (Blecua 1999:768),

    aparecen tambin en el diccionario de sinnimos y antnimos (2005). En algunos

    diccionarios no se sealan antnimos. En los que s aparece se dice que son: lgico,

    natural, vulgar, normal, repulsivo, odioso, corriente, ordinario, cotidiano; incluso,

    aversin, repugnancia, antipata, condena, fastidio, censura, desaprobacin, protesta,

    oposicin (Diccionario de sinnimos y antnimos 2005).1

    La magia puede adems de ser sustantivo, ser adjetivo como ocurre en el caso de

    los pueblos mgicos. En este caso, los significados de mgico(a), de acuerdo con la Real

    Academia de la Lengua Espaola son:

    1. adj. Perteneciente o relativo a la magia. Arte, obra mgica

    2. adj. Maravilloso, estupendo.

    3. m. y f. Persona que profesa y ejerce la magia.

    4. m. y f. Persona que hace encantamientos.

    5. f. Ciencia o arte de la magia. (RALE 2012 22 edicin)

    De la 22 edicin a la 23 se presentan algunas diferencias notables a destacar, como

    vemos a continuacin, parece haber un reconocimiento como arte o ciencia de la magia,

    cuestin en otras pocas poco menos que inconcebible, o en todo caso como aparece en

    la versin anterior de este diccionario como ltima definicin.

    Mgica: del griego . 1. f. Ciencia o arte de la magia.

    Mgico, ca:

    Del lat. magcus, y este del gr. . 1. adj. Perteneciente o relativo a la magia. Arte, obra mgica.

    1 Mejor definido por antnimos que por sinnimos, ya que en los primeros reduce el significado de

    mgico, mientras los segundos los abren casi al infinito, si bien hay que reconocer que los antnimos son pocos y en ocasiones no presentan un sentido claro.

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    2. adj. Maravilloso, estupendo.

    3. m. y f. Persona que profesa y ejerce la magia.

    4. m. y f. Persona que hace encantamientos. (RALE 2012 enmiendas 23

    edicin)

    En cuanto a los sinnimos, se menciona: 1.Hechicero, mago, encantador, nigromante,

    brujo. 2. adj. fascinador, seductor, maravilloso, asombroso (Blecua 1999:768). As

    como fantstico, fabuloso, asombroso, maravilloso, estupendo, extraordinario, atractivo,

    fascinante, seductor, fascinante, misterioso; brujo, hechicero, mago; asombroso,

    sobrenatural, brujera, conjuro, maravilloso, sortilegio, supersticin, misterioso, oculto,

    taumatrgico, agorero, malfico, nigromntico, asombroso, prodigioso, portentoso,

    extraordinario, increble, pasmoso, fantstico, milagroso (Blecua 1999; Diccionario de

    sinnimos y antnimos 2005). Y en cuanto a los antnimos: en algunos diccionarios no

    existe. En los que s viene definido como : natural, normal, corriente, habitual, existente,

    acostumbrado, metdico (Diccionario de sinnimos y antnimos 2005).

    La magia desde la antropologa y la sociologa

    El tema de la magia ha sido investigado y estudiado desde las ciencias sociales, como

    parte de diversas disciplinas, entre las que destacamos en estas pginas a la antropologa

    y la sociologa, que abren caminos a otras, como la geografa. De ellas destacamos el

    inters en la misma segn algunas corrientes y autores.

    Alfonso Caso (1958: 77), en una conferencia sustentada en el Palacio de Bellas

    Artes en marzo de 1944, hace una reflexin sobre lo que l llama las formas humanas

    que han engendrado el espritu cientfico o que han servido de base para dicho espritu:

    la religin, la magia y la tcnica. Estas dos ltimas ms vinculadas entre s, que con la

    primera. La religin liga al ser humano con un dios, es decir, con una fuerza externa.

    Un ser libre que puede aceptar o rechazar las peticiones que se le hacen. En cambio,

    magia y tcnica son ms cercanas. El mago ordena por medio de conjuros, de la misma

    forma que el ser humano, por medio de la ciencia o la tcnica, logra cosas. Abrete,

    Ssamo!, abre puertas, y jalar una palanca, mueve una mquina. la magia se acerca a

    la ciencia por esta necesidad que ata a la frmula o al objeto mgico con el fenmeno;

    pero qu lejos est la ciencia! La magia opera en un punto extra-fenomenal. El mundo

    http://que-significa.com.ar/significado.php?termino=corrientehttp://que-significa.com.ar/significado.php?termino=habitualhttp://que-significa.com.ar/significado.php?termino=existentehttp://que-significa.com.ar/significado.php?termino=acostumbradohttp://que-significa.com.ar/significado.php?termino=met%F3dico

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    que est ms all de los fenmenos que captan nuestros sentidos y que entiende nuestra

    razn (Caso, 1958: 79).

    Tylor la consideraba una falsa ciencia o pseudo ciencia (1977), es ms la

    asignaba a un nivel inferior de civilizacin. Inicialmente y desde lo que se puede

    considerar un enfoque evolucionista la magia fue atribuida a las sociedades antiguas,

    vase sin estado, arcaicas, primitivas, salvajes, grafas, iletradas, no civilizadas,

    atrasadas, o como se las llam en cada momento. Se trataba segn esta perspectiva, por

    otra parte la ms difundida y conocida, el precedente de la actual religin de sociedades

    civilizadas, e incluso algo as como un estado anterior a la ciencia. Concebidas como

    creencias irracionales e ilgicas, propias de un mundo de ignorancia y supersticiones, y

    muy ligado tanto a lo simblico como a lo emocional, frente al discurso moderno

    racional y cientfico.

    Sobre esta explicacin destaca la obra de Frazer, La rama dorada, (1981) que

    apunta como al pensamiento mgico le siguen las creencias religiosas, para l la magia

    es un sistema espreo de leyes naturales y una gua equivocada de conducta, en

    resumen, un pensamiento errneo y una ciencia abortada, pese a lo que reconoce su

    contribucin a la sanacin de enfermedades, y adems y curiosamente se dedica a

    estudiarla con un gran inters.

    Mauss (1979) por su parte seala que religin y magia tienen orgenes iguales, y

    la tiene que ver con cierto poder personal, as como con el deseo. Considera a la magia

    como objeto de especulacin y como primera forma de pensamiento humano, es un

    fenmeno social, ligada a la ciencia y a la tcnica, el arte de hacer del mago como

    personaje privado, mientras la religin es pblica y goza de reconocimiento oficial.

    Quienes hacen magia o los expertos prcticos en la materia son los magos, ya

    sean curanderos, sanadoras, shamanes, brujos, hierberas, graniceros, sobadores, y con

    los diferentes nombres con los que son conocidos en diversas culturas y en la nuestra.

    Ellos y ellas poseen el poder de sanar y el poder a veces incluso sobre la naturaleza a

    travs de la manipulacin de elementos varios, considerados desde el punto de vista

    occidental y racional, sobrenaturales, un manejo de energas que apenas la ciencia est

    contemplando.

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    Los hechiceros y brujos en algunas culturas africanas (Evans-Pritchard 1976) o

    magos y brujas en la edad media europea, as como otros oficiantes de magia han

    poblado la vida e imaginarios de sociedades diversas en pocas histricas y espacios

    geogrficos. Desde las sociedades consideradas primitivas, pasando por Babilonia,

    Grecia y Roma, hasta nuestros das podemos seguir los rastros de la magia en el sentido

    de manipulacin considerada sobrenatural.

    Entre los investigadores que ms han estudiado la diferencia entre magia y

    religin, y la magia y la ciencia destaca el funcionalista Malinowski (1993), el cual

    considera que magia y religin son dos maneras de acercarse, explicar o manipular el

    mundo, intentos de controlar la vida cotidiana, lo mismo que magia y ciencia comparten

    una funcin prctica hacia la misma. La magia se refiere a cuestiones de carcter

    especfico mientras que la religin es ms amplia y se centra en aspectos de la misma

    existencia humana. Eso s subraya lo emotivo tanto para la magia como para la religin,

    y cmo stas se interrelacionaban al acercarse o referirse al mundo sobrenatural, y se

    diferenciaban siento la primera ms de carcter prctico y personal y la segunda

    expresivo, colectivo y cultural. La magia cubre problemas y llena vacos de las personas

    en su cotidianeidad.

    Godelier (1976), afirma por ejemplo, que ambas son maneras de explicar de

    forma ilusoria e imaginaria al mundo, y no le falta razn.

    Tambin desde el estructuralismo Lvi-Strauss (1995) seala que la magia tiene una

    funcin social que denomina funcin simblica y relaciona con el inconsciente del

    psicoanlisis, estudiando hechiceros o shamanes y su relacin con las enfermedades y la

    salud.

    Durkheim (2003) estudi la magia como creencias y ritos, si bien la considera

    ms rudimentaria que la religin porque persigue fines utilitarios y es de carcter ms

    individual, pero la relaciona tambin con esta ltima y seala que en algunos aspectos

    deriva de ella, si bien reconoce la hostilidad mutua que existe. Eso s mago y sacerdote

    ostentan poder, de eso no hay duda.

    Weber (2003), afirma entre otras cosas sobre la magia, que la religin no podr

    vencerla a pesar de la hostilidad que siente hacia ella.

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    Otros autores como Bergson (1996) apunta hacia la magia en primer lugar como

    innata al ser humano y en segundo parte de una lgica, que se enraza en la lbido o en

    el deseo, es decir en la vida afectiva de las personas, y en el deseo de influir sobre algo

    o alguien, todo ello desde una visin ms estrecha.

    Y es que magia no son creencias atrasadas o estados de nimos, es una tcnica

    ritual, como vendr a sealar Freud en Totem y tab (2005), si bien ste tambin

    consideraba que era algo para ingenuos siguiendo deseos humanos, es ms la

    omnipotencia del deseo mismo, adems de relacionarla con la neurosis, eso s se trata de

    una funcin psicolgica.

    Finalmente hay quien afirma que las fronteras entre magia y religin son

    fluctuantes. Adems apuntan que Etimolgicamente, la magia designa el arte de los

    magos, casta sacerdotal de Media que practicaba astrologa y las dems ciencias

    esotricas (Duch 197:212).

    Manuel Delgado (1992) inicia su libro sobre la magia diciendo que se oye hablar

    mucho de magia, la considera artilugio de valor polismico inagotable, que califica

    multitud de seres, objetos y situaciones con calidad de maravillosos, fascinantes y

    especiales. Sin olvidar lo que tiene que ver con trucos, ni desconocer la vertiente de

    interpretacin de la magia como algo maligno. Tambin apunta que el desencantamiento

    del mundo que prevea Weber no slo no se ha producido sino que en plena

    postmodernidad acontece lo contrario: el reencantamiento del mundo. En fin, concluye

    que se trata de una nocin tan confusa como y polivalente. Y es quizs sta la magia de

    la magia.

    Quizs de todas las definiciones generales y especializadas anteriormente

    expuestas sea la de Delgado la ms cercana a lo que el gobierno persigue al nombrar, y

    en consecuencia calificar, su proyecto Pueblos Mgicos. Veamos este tema con ms

    detalle.

    La magia tambin concierne a la de la geografa cultural. Desde sus andamios se

    puede analizar la huella de la magia que en cada pueblo queda embebida, y para ello

    como bien lo seala Fernndez (2006:242-243) que el observador se posicione en

    los pies del actor u habitante del territorioInvita a que sean los actores mismos

    quienes hablen de la construccin de su propia geografaSe adentra en la complejidad

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    a escalas distintas de manera simultneaAdquiere un compromiso con la causa

    investigada que muy frecuentemente se traduce en la adopcin de una posicin

    poltica. Es decir, toca a quienes estudian la cultura, interpretar la magia de los pueblos

    como parte del legado cultural, pero dejando que el propio pueblo se exprese y que no

    sea nuestra visin externa la que se privilegie y con ello, retomamos nuevamente a

    Fernndez para esclarecer lo que l llama producto obtenido: Refleja de una manera

    ms apegada la versin que los propios actores tienen de su entornoConstituye la

    sntesis de una visin local que seala puntos fsicos reconocibles en el terreno cuyo

    significado puede ser mltipleEsboza lmites que los pobladores asumen para la

    defensa de sus tierras en conflictos presentes y futurosRevela valores culturales

    locales ocultos en estudios convencionalesPermite entender mucho mejor la historia

    ambiental de un lugar. (op. cit.:243).

    Lo anterior es de suma relevancia ante el embate de polticas pblicas que

    pretenden intervenir los pueblos y sin ser intencional (eso pareciera) atentar contra la

    esencia misma de su historia y tradiciones, es decir de esa magia que los envuelve, con

    la bandera de alcanzar el desarrollo, mediante la implantacin de actividades

    econmicas, principalmente la turstica, que por ser importadas en muchos casos son

    extraas a la dinmica econmica, social y cultural preexistente.

    La magia desde las polticas pblicas

    Desde el mbito de las polticas pblicas, la magia se gestiona. Y en el marco de una

    sociedad capitalista qu mejor uso para lo mgico que el turismo? En un mundo

    globalizado donde se dan mayores facilidades de movilizacin el turismo se diversifica,

    la oferta aumenta y se vuelve ms competitivo; cara a esta situacin, emergen pases,

    regiones, ciudades y pueblos que tradicionalmente no se haban distinguido como

    receptores de turistas y aquellos que desde antao ya se distinguan por ser tursticos

    potencian la actividad. En esta escena de diversificacin y competencia, nuevas

    modalidades de hacer turismo emergen.

    Mxico atiende el reto, y busca nuevas figuras de hacer turismo, y ahora no slo

    ofrece el turismo de sol y playa que junto con el arqueolgico e histrico conformaban

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    el mercado tradicional; ahora, aparecen en escena formas novedosas de hacer turismo,

    que indudablemente no son privativas de Mxico, pero si frescas para el pas.

    Paralelo a lo anterior, en Mxico desde hace varias dcadas se concibe al

    turismo como un motor de la economa nacional y una ventaja viable para competir a

    nivel internacional, el propio Plan de Desarrollo Nacional 2007-2012, en su apartado

    relativo al turismo lo seala: Hacer de Mxico un pas lder en la actividad turstica a

    travs de la diversificacin de sus mercados, productos y destinos, as como del fomento

    a la competitividad de las empresas del sector de forma que brinden un servicio de

    calidad internacional.(SECTUR, 2007). Poltica que instrumenta una serie de estmulos

    financieros de diversa ndole, de tal suerte que numerosas regiones, municipios,

    ciudades y pueblos estn apostando y dedicndose para instalar la actividad turstica en

    su territorio y de esta manera, estar en posibilidad de obtener los estmulos comprando

    la idea de ser competitivos nacional y/o internacionalmente (sin mayor reflexin de la

    esencia misma de la competitividad).

    Si hay algo de continuidad en la alternancia de partidos polticos para gobernar,

    es la visin de considerar al turismo como motor de la economa nacional, las ideas

    externadas por Pea Nieto al respecto en su primer ao de gobierno lo ratifican.

    En este tenor, podemos plantear que hay dos tipos de lugares, aquellos que han optado

    por el turismo como va para alcanzar el desarrollo que no cuentan con posibilidades

    reales para potenciarlo, mientras hay otros, con un claro potencial turstico. Lo

    interesante es que en ambos casos, una vez que se decide actuar se registra una fuerte

    transformacin, no solo por la inversin que se les asigna, sino por las mltiples

    consecuencias que se derivan de la intervencin. Hasta hace pocos aos, muchos de

    esos lugares contenan caractersticas eminentemente rurales, ahora presentan una

    tendencia clara de urbanizacin, con expresiones no deseables, y cuyas manifestaciones

    no fueron predecibles en las proyecciones planificadoras previas a la implantacin de la

    actividad turstica.

    Cara a esta transformacin se ha ido construyendo un paisaje del turismo que

    indudablemente no ha sido espontneo, en gran medida es producto de la

    instrumentacin de polticas pblicas en los distintos mbitos territoriales.

    Infortunadamente su aplicacin no siempre ha propiciado un crecimiento urbano

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    equilibrado, equitativo y ordenado; y hasta ahora no se ha alcanzado el tan ambicionado

    desarrollo. Numerosos son los ejemplos: Acapulco, Cancn, Ixtapa-Zihuatanejo, Nuevo

    Vallarta, Puerto Peasco, en unos ms de manera temprana y en otros en momentos

    recientes, han sido trastocados por el turismo.

    Pero qu puede pasar con algunos pequeos poblados que recientemente han

    sido incorporados al denominado Programa Pueblos Mgicos instrumentado por la

    SECTUR con el fin de promover la actividad turstica en ellos. Entre los muchos

    asuntos que nos inquietan est el basamento en que se sustenta el Programa Pueblos

    Mgicos. Con un cimiento muy atrevido y altamente frgil, no sabemos si por

    ignorancia o por ciertos intereses o por ambos, pretende intervenir en una realidad que

    desconoce. Entendemos que el turismo, en el corto plazo es una actividad rentable, a la

    cual estn apostando muchos, entre ellos SECTUR que ha dejado de lado el papel de

    protector de la sociedad, que como parte del Estado Mexicano, est obligada a

    desempear, convirtindose en un abierto promotor del turismo, sin medir

    aparentemente las consecuencias. Para el caso de los Pueblos Mgicos, en los ltimos

    aos hemos visto como algunos se ido transformando, enmascarando sus orgenes

    rurales al adquirir una imagen urbana; otros combatiendo parte de esos orgenes, es

    decir, el comercio ambulante. Cmo pensar a Ptzcuaro sin las vendedoras que nos

    ofrecen sus artesanas tiradas sobre mantas que se distribuyen en plazas y banquetas.

    Otros ms, poniendo a la venta lo que los hizo mgicos: Mineral del Chico, donde la

    naturaleza se vende al mejor postor, eso s con la advertencia que el negocio que se

    emprenda deber ser sustentable. La magia de Bacalar cuyos terrenos alrededor de la

    bella laguna estn en manos privadas o el caso de Comala ya como poblacin casi

    conurbada.

    El programa de Pueblos Mgicos, fue instituido en 2001 por el gobierno federal

    a travs de SECTUR con la intencin de contribuir a revalorar a un conjunto de

    poblaciones del pas que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nacin en

    su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes

    nacionales y extranjeros. (Programa Pueblos Mgicos, SECTUR, 2012). Para ese ao

    se consideran dos pueblos: Huasca de Ocampo y Real de Catorce. Sin embargo, hasta la

    fecha se han incorporado 83 pueblos, con la salvedad que existen algunos ms que han

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    sido desincorporados por no acatar la normatividad establecida por esa secretaria; tal

    vez el caso ms sonado es el de Ptzcuaro, quien por no controlar el ambulantaje qued

    fuera del programa, es de sealar que posteriormente (una vez controlado el problema)

    ha sido reincorporado. Un lugar hermoso y como dicen algunos de sus personajes aporta

    ms al programa que el programa a l.

    Desde este ltimo hecho, podemos aventurar sobre las pretensiones del

    programa, lo importante es ordenar (bajo los esquemas de planificacin practicados por

    SECTUR), sin percatarse que lo que se pretende ordenar ya est ordenado por los

    propios habitantes del poblado; pero es difcil aceptar que existan otras formas de

    disponer u ordenar. SECTUR parte del desconocimiento de la historia de los poblados y

    solo concibe los esquemas de planificacin que le son comunes, aunque stos sean

    ajenos a la realidad a intervenir, y desde hace tiempo est probado que ellos han sido un

    fracaso, baste sealar dos casos: Cancn y Nuevo Vallarta.

    A qu se refiere la SECTUR cuando nos habla de la magia? es ilusionismo o

    seduccin? memoria o hiperrealidad? qu pretende con este nombre?

    Opiniones divergentes, siempre las habr. Lo que s parece claro es que entre las

    diversas significaciones de magia, la SECTUR ha retomado la positiva y la ha asociado

    a lo atractivo, maravilloso y encantador, adems de en el sentido de lo diferente y

    autntico (Santana 1997, 2003; MacCannell 1999, 2007), en el ms claro discurso

    turstico en nuestros das, posicionando a la magia como una mercanca ms en este

    mundo capitalista donde la cultura se comercializa y su consumo es una apuesta

    turstica.

    El Programa Pueblos Mgicos se instituye en el marco de una economa neoliberal

    que visualiza a la actividad turstica como una opcin viable para que algunos pueblos

    alcancen el desarrollo econmico, dado que SECTUR promueve dicho programa resulta

    lgico que la va para alcanzarlo sea el turismo, identificndolos como un nuevo nicho

    de mercado, es decir como valor de cambio exclusivamente. A travs de los

    instrumentos de planeacin y regulacin que se enuncian en las reglas de operacin del

    programa, se vislumbra este precepto; por tanto, lo prioritario para el programa no es la

    preservacin del paisaje del pueblo, (producto de aos de organizacin propia) ms bien

    lo que le preocupa es ordenarlos y limpiarlos, y con ello homogenizarlos de acuerdo

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    esquemas de planeacin que hasta cierto punto son obsoletos, cara a esta directriz de

    intervencin que est considerando SECTUR se puede impactar gravemente a los

    pueblos en aras del desarrollo sustentable, es decir, se podr atentar contra lo que

    Fernndez (2006, Ob. cit., :239) denomina altepetl (pueblo en castellano) bsicamente

    por lo que significan para sus habitantes, pues ellos desarrollan tcnicas, herramientas

    y obras de arquitectura que les permiten producir un espacio material propio. Para

    fundarlo, dichos moradores se reconocieron en el terreno, se orientaron, hicieron marcas

    sobre l, le asignaron un nombre y crearon instituciones. Adems, el altepetl fundado

    posee las cinco caractersticas reconocidas por el especialista para cualquier paisaje:

    El altepetl es un microcosmos que reproduce la estructura general del universo

    del que es centro.

    El altepetl es una entidad de larga duracin construida con el trabajo de

    generaciones y que revela rasgos de sus distintas etapas

    El altepetl es un espacio modelado tanto por la naturaleza como por la cultura.

    El altepetl es una extensin fsica ms o menos medible con elementos

    igualmente constatables por medio de los sentidos.

    El altepetl posee una escala humana, caminable.

    Con lo anterior de ninguna manera nos oponemos a una intervencin en los pueblos,

    pero es una exigencia el deber aplicar esquemas de planeacin idneos, en donde

    prevalezca la voz de la comunidad, es ella y prioritariamente ella la que merece ser

    tomada en cuenta. Adems, en muchos poblados, existen condiciones socioeconmicas

    deplorables, es urgente sacarlos de la pobreza, pero no necesariamente es el turismo, tal

    como lo concibe SECTUR y la iniciativa privada, la va ms adecuada.

    Lo anterior, nos confirma que para SECTUR el pueblo mgico tiene como

    finalidad exclusiva el ofrecer un producto turstico, y que su poblacin, no cuenta con

    verdaderas formas de participacin. No solo para opinar sobre el proyecto que se deber

    conformar, tambin sera importante un proceso de apropiacin del mismo.

    Contrariamente a lo que hasta aqu se ha considerado, el Programa Pueblos

    Mgicos parte de una premisa en que se presupone que la magia de un pueblo debe ser

    sujeta a una expresin mediante una serie de evidencias y trmites que deben cumplirse

    para que un poblado alcance la denominacin de pueblo mgico.

    Existen algunas contradicciones que resultan de la ejecucin del programa

    mencionado. Es decir, uno pensara que la magia es un atributo intrnseco, que en

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    algunos casos resulta obvia y salta a la vista (Taxco, Cuetzala, Real del Catorce), pero

    en otros, por su propia historia resulta necesario rescatarla y revalorarla (San Martn

    Tilcajete, Mexcaltitlan, Coixtlahuaca), estos tres, por cierto, no cuentan con la marca de

    Pueblo Mgico. Tal vez una de las mayores contradicciones del Programa Pueblos

    Mgicos como poltica pblica, es que beneficia a unos pueblos mientras que otros

    pasan desapercibidos quedando al margen de los beneficios econmicos. As, slo se

    integran al programa aquellos, en donde la actuacin de agentes convenientes

    (emprendedores con talento, relaciones personales, grupos tradicionales que

    mantienen el poder) logra cubrir una serie de requisitos para evidenciar la magia.

    La magia desde los pueblos

    Quizs los pueblos como tal no son todos tan mgicos como el calificativo que los rene

    en el programa de SECTUR, tal vez el programa mismo tenga mucho o poco de magia.

    La cuestin va ms all de la definicin del concepto e incluye una fuerte carga de

    sentimientos y emociones. Ms all de la racionalidad, para muchos de sus habitantes,

    los pueblos son mgicos incluso antes de su nombramiento, as como existen rincones

    ms que pintorescos, magnticos que pueden agradar a quien los visite, incluso

    emocionar desde su contemplacin esttica hasta el aire que lo envuelve. Algunos

    ejemplos de ello son:

    La energa que siente quien sube a la Pea de Bernal o al Tepozteco, lo mismo que el

    magnetismo e hipnotismo imponente con su sola contemplacin a la distancia.

    En cuanto a Tepoztln, a pesar de las entradas y salidas del programa de Pueblos

    Mgicos, est considerado como mgico y esotrico por excelencia. La magia se

    considera desde sus calles y hoteles, su ex convento y mercado, hasta la montaa y el

    sitio sagrado en su cumbre, las historias y leyendas, o las innumerables ofertas de

    terapias alternativas dentro y alrededor del lugar.

    En una de las pginas web de Malinalco se puede leer: Esta pgina no tiene

    nada que ver con el programa de sector de Pueblos Mgicos. Malinalco era mgico

    antes de ello y esperamos sigua sindolo siempre (http://www.malinalcomagico.com

    22/09/2012).

    http://www.malinalcomagico.com/

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    Para Real del Catorce, su enclave geogrfico, su cercana al Cerro del Quemado

    (santuario Huichol), el desierto cercano lleno de jcuri (peyote), de hecho desde la

    entrada te ofertan pomadas de peyote y mariguana para el dolor del cuerpo.

    San Cristbal de las casas es un lugar con magia tranquila y perdida en el tiempo

    hace dos dcadas, y que es hoy ebullicin de turismo internacional como cualquier otro

    destino en el mundo, sin por ello haber perdido su encanto y su magia en el amplio

    sentido de la palabra, adems del paisaje, sus habitantes y el simbolismo de este lugar,

    en todos los aspectos que se puedan imaginar.

    Xilitla tiene un jardn surrealista de concreto en medio de la selva, entre

    cascadas y montaas, fruto de la imaginacin desbordada de Edward James, entre otras

    cosas.

    Comala famosa adems de sus paisajes, ponche y pan por aparecer en la obra de

    Juan Rulfo.

    Huasca con su museo de duendes, sus leyendas, historias y ancdotas al

    respecto.

    Mineral del Chico, escenario natural y tradicional de pelculas mucho antes que

    se le nombrara Pueblo Mgico.

    Jalpan con un ex convento imponente donde la magia est en llegar por la Sierra

    Gorda de Quertaro, paisaje lunar y mareador por excelencia.

    Coatepec cuya belleza destaca entre nieblas y cafetos.

    Cuetzalan donde al paisaje se suma la permanencia irredenta de las tradiciones

    populares.

    Creel en medio del recorrido de El Chepe, enclavado en las montaas, donde

    rarmuris, menonitas y chihuahueos se cruzan.

    Ptzcuaro con sus calles, su lago, y su famosa fiesta de muertos.

    Valle de Bravo con su centro ecumnico, visitado por el mismo Dalai Lama.

    Bacalar y su laguna de siete colores, enclavada todava en una zona casi virgen

    del sureste mexicano.

    La magia del inicio de la Independencia en Dolores Hidalgo, entre Hidalgo

    tomndose su chocolate en su casa tranquilamente mientras le avisan que han sido

    descubiertos, o la gloria y honor de ser la patria chica de Jos Alfredo Jimnez.

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    Mier, pueblo mgico, pueblo trgico. Una magia menos tradicional al estar

    invadido por el narco.

    Y as nos podramos seguir con muchos de los nombrados oficialmente bajo el

    ttulo de Pueblos Mgicos y encontrar alguna magia, la oficial o la apcrifa, la del lugar

    o la designada, la de cada mirada subjetiva que se posa sobre ellos, o la caracterizacin

    de la poltica pblica implementada.

    A manera de conclusin

    Max Weber (1987) sostena que con la modernidad y la racionalidad y la ciencia se van

    a perder los poderes mgicos y religiosos, y viviremos en un mundo como l denomina

    desencantado, pasando de la irracionalidad tica a la glaciacin tica, pues

    considera que as como no surgen nuevos dioses tampoco lo hacen valores nuevos y hay

    una proliferacin infinita de los mismos que son adems irreconciliables. Con el

    desencantamiento se pierde, por supuesto, el encanto, o sea, la magia. La magia y la

    religin que dotan de sentido a la humanidad pueden llegar a desaparecer de la faz de la

    tierra, no producto de la racionalizacin en s, ms bien de una forma racionalista de

    concebir la racionalizacin o tambin denominada intelectualizacin segn este

    socilogo, misma que provoca una lucha de ideales incompatibles entre la tica

    religiosa y los nuevos procesos de racionalizacin. Cuestin esta que recuerda a la

    diferencia entre racionalidad y racionalizacin de Edgard Morin (2007). Hoy ya no hay

    un discurso de salvacin universal, se trata de una cuestin tica de carcter individual,

    la religin ha perdido presencia pero no hay un sustituto en la economa capitalista y el

    estado burocrtico con la misma fuerza y sentido que sta posea, y lo que permanece es

    una suma de intereses materiales que organizan la vida humana (Weber 1987).

    Pero tal vez Weber se equivocaba, hay un nuevo reencantamiento del mundo

    segn Michel Maffesoli, con nuevos hbitos, estmulos, experiencias, y a travs de la

    utilizacin de nuevas tecnologas para la diversin del inconsciente colectivo. Aade

    este autor que el imaginario es importante, as como el retorno de lo emocional. Subraya

    la nueva tica que segn l es relativista, tolerante y permisiva en una existencia

    desordenada, laberntica y hermtica. El reencantamiento consiste en un nuevo

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    despliegue de valores y multiplicidad de significaciones, sobre todo el mirar con nuevos

    ojos (2009).

    Quizs los Pueblos Mgicos sean parte del turismo cultural, diferente y autntico

    que al parecer desean los nuevos turistas segn afirman los especialistas investigadores

    sobre el tema, pero y tambin del reencantamiento del mundo, la repoblacin de la

    magia, sea sta cualquiera que sea.

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