Una Comparación de La Definición y El Uso Del Ἔλεγχος Entre Los Diálogos Platónicos...

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Universidad Autónoma de Querétaro Facultad de Filosofía Licenciatura en Filosofía Discente: José Miguel Ángeles de León Docente: Mtro. Gerardo Cantú Sanders Asignatura: Teoría de la argumentación (Examen extemporáneo) Fecha de entrega: viernes 7 de agosto de 2015 Una comparación de la definición y el uso del ἔλεγχος entre los diálogos platónicos Gorgias y Teeteto, y la Retórica, complementada por los Analíticos primeros y los Tópicos, de Aristóteles 0. Introducción y advertencia El presente ensayo parte desde los siguientes lineamientos: cumplir con el desarrollo de una temática afín a la argumentación en el territorio de la dialéctica y a la retórica. Para ello se emplearán los siguientes textos, establecidos en los lineamientos del trabajo: los diálogos Gorgias y Teeteto de Platón; así como los siguientes textos aristotélicos: Analíticos Primeros 1 y los Tópicos (ambos contenidos 1 Me tomé la licencia de cambiar al Peri Hemeneias (el texto recomendado) por los Analíticos Primeros, porque el primer texto es un propedéutico al segundo texto citado; el punto del Peri Hermeneias es el análisis semántico-gramatical del enunciado; los Analíticos primeros versan sobre las relaciones lógicas verdad- falsedad, y para los fines de mi trabajo, resulta más provechoso el análisis lógico. 1

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Un estudio filológico sobre el concepto de ἔλεγχος entre la obra de Platón y la de Aristóteles.

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Universidad Autnoma de QuertaroFacultad de FilosofaLicenciatura en Filosofa

Discente: Jos Miguel ngeles de LenDocente: Mtro. Gerardo Cant SandersAsignatura: Teora de la argumentacin (Examen extemporneo)Fecha de entrega: viernes 7 de agosto de 2015

Una comparacin de la definicin y el uso del entre los dilogos platnicos Gorgias y Teeteto, y la Retrica, complementada por los Analticos primeros y los Tpicos, de Aristteles

0. Introduccin y advertencia

El presente ensayo parte desde los siguientes lineamientos: cumplir con el desarrollo de una temtica afn a la argumentacin en el territorio de la dialctica y a la retrica. Para ello se emplearn los siguientes textos, establecidos en los lineamientos del trabajo: los dilogos Gorgias y Teeteto de Platn; as como los siguientes textos aristotlicos: Analticos Primeros[footnoteRef:1] y los Tpicos (ambos contenidos en el rganon aristotlico) y la Retrica. Estos textos se citarn utilizando la numeracin Bekker, parmetro convencionado acadmicamente para su citacin, a pesar de la recomendacin sealada de utilizar el formato APA, que en este caso, me parece, impreciso. [1: Me tom la licencia de cambiar al Peri Hemeneias (el texto recomendado) por los Analticos Primeros, porque el primer texto es un propedutico al segundo texto citado; el punto del Peri Hermeneias es el anlisis semntico-gramatical del enunciado; los Analticos primeros versan sobre las relaciones lgicas verdad-falsedad, y para los fines de mi trabajo, resulta ms provechoso el anlisis lgico. ]

El objetivo del presente ensayo es hacer una sucinta exposicin sobre mi interpretacin del en los textos recomendados, mediante citaciones de ejemplos pertinentes con tal concepto de tan complicada traduccin unvoca al espaol[footnoteRef:2], que es una de las piedras angulares de todo razonamiento y argumentacin, tanto dialctica como retrica. Utilizo el verbo heleno [footnoteRef:3] no por pretencioso, sino porque en castellano no tenemos un verbo sencillo que encasille el concepto; algunas traducciones predilectas de tal accin suelen ser verbos compuestos: llevar o conducir-- a la refutacin, llevar a la contradiccin, llevar a la probacin, llevar a la demostracin[footnoteRef:4]: en general, todo resultado sinttico que conduzca los argumentos ajenos hacia los fines de los propios[footnoteRef:5]. No intentamos hacer una comparativa directa entre la obra de Platn y la de Aristteles por los fines de ambas, el fin del dilogo socrtico es la persuasin, por lo que no hay una teora desarrollada sobre el , en cambio, en la obra de Aristteles justamente se abordan desde una perspectiva analtica, es decir, sin contenido. [2: Debido a que los medios expositivos de los textos platnicos y de los textos aristotlicos son muy distintos, ser desemejante la exposicin de cada autor: Platn ser expuesto directo en sus dilogos, sobre Aristteles se trabajar como se suelen los ensayos filosficos. ] [3: es un verbo derivado del verbo griego , que significa segn Jos M. S. de Urbinacosas tan diversas como injuriar, acusar, rechazar, refutar, convencer de un error, investigar, inquirir, interrogar. Cfr. Jos M. S. Pabn de Urbina: Diccionario Manual Griego clsico-espaol. Madrid: Vox, 2008. P. 194. En esta palabra tiene su etimologa el hispano elenco, que deriva del latn elenchus. Cfr. Joan Corominas: Diccionario crtico etimolgico castellano e hispnico. Tomo II. Madrid: Gredos, 1984. P.552. ] [4: Esta peculiaridad de traducciones se da sobre todo en la obra de Platn. En Aristteles, generalmente, la traduccin de es refutacin. ] [5: prueba, medio de prueba, argumento; contradiccin, refutacin ( tener refutacin); examen, investigacin, comprobacin [] venir a la comprobacin, tomar experiencia. Cfr. Jos M. S. Pabn de Urbina: dem. ]

Debido a que los textos platnicos y aristotlicos que debo emplear para la realizacin de este ensayo estn delimitados, distinguir la exposicin del presente ensayo en dos conglomerados de premisas desarrolladas a partir de una divisin por autor y por las obras recomendadas en los lineamientos del trabajo, en las que expondr el uso del :1.1 El en el Gorgias, donde analizaremos un fragmento de la primera disputa entre Gorgias y Calcles --449c- 461b-- intentando mostrar el mecanismo lgico-argumentativo de la misma; 1.2 El en el Teeteto, donde analizaremos un fragmento de dilogo entre Scrates y Teeteto, 165d- 168c, en el que el ateniense expone la doctrina de Protgoras, en este apartado intentaremos mostrar el primordial papel que cumple la disposicin mayutica dentro del dilogo socrtico y cmo en esta hay montado un : ; en 2.1 El en la Retrica, reconstruiremos las posiciones aristotlicas en la Retrica, respecto a los , auxilindonos de los Tpicos (de los que incluimos su noveno libro, que generalmente se presenta por separado, los Peri sophistikon elenkon (Refutaciones sofsticas) y de los Analticos primeros. Por ltimo en 3. Scrates el sofista: una sucinta distincin entre dialctica y retrica, desde un punto de vista aristotlico, presentar, deductivamente, mis conclusiones finales surgidas de la comparacin entre los textos citados, mostrando algunas distinciones sobre las posturas de Platn y de Aristteles respecto a la dialctica y la retrica. Adems dar mi valoracin sobre la retrica y la dialctica.

1. Platn

1.1 El en el Gorgias

1.1.1 IntroduccinHistricamente, se ha considerado al Gorgias,[footnoteRef:6] como uno de los dilogos platnicos de los que es ms difcil distinguir su temtica. Tradicionalmente, el epteto del mismo ha sido de la retrica, sin embargo se ha discutido, porfiadamente, si la temtica central del mismo no es, ms bien, la moral, el bien o la justicia. Sea cual sea el sentido del Gorgias, tal discusin pierde su sentido si consideramos que la distincin y valoracin socrtica, siguiendo al mismo dilogo, entre retrica y dialctica es netamente moral, adems de que se llega a la verdad moral, y en general a todo sumo bien, siguiendo la argumentacin, precisamente, mediante el [footnoteRef:7]. Ms adelante sostendremos que el es la conexin, podramos llamarla lgica, entre mayutica y dialctica, y ser el mtodo para aspirar (en una lectura tradicional de Platn, por ejemplo siguiendo a Cornford[footnoteRef:8] y a Dodds[footnoteRef:9]) a la contemplacin, mas no a la presencia de las ideas, es decir, a la [footnoteRef:10]: aqul conocimiento que es eterno y que de ningn modo cae en contradiccin. [6: Platn: Gorgias en Dilogos II. Traduccin y notas de Julio Calonge Ruz. Madrid: Gredos, 2006. Tambin se usa la edicin bilinge griego-ingls, traduccin y notas, de E.R Dodds. Oxford: Clarendon Press, 1990. ] [7: Dice Scrates, en oposicin a Calcles: [] Pues s, hay estas dos clases de retrica, una de ellas ser la adulacin () y vergonzosa oratoria popular; y hermosa en cambio la otra, la que procura que las almas de los ciudadanos se hagan mejores y se esfuerza en decir lo ms conveniente, sea agradable o desagradable para quienes lo oyen. Cfr. Gorgias: 503b. ] [8: F.M Cornford: ] [9: E.R Dodds: ] [10: Hago esta aclaracin porque preciso evidenciar mi seguimiento de la interpretacin tradicional de las tesis platnicas que se han hecho desde la filologa. Aqu, al menos intento, no hay ningn viso de heideggerianismo. Por comprendo la ms vana definicin de verdad, aquello que est a la vista, aquello que es verdadero, aquello que no cae en contradiccin. Por lo tanto, no me adhiero a las lecturas platnicas que intentan, de algn modo, hacer una lectura inmanente casi materialista--, partiendo de un no olvido ontoteolgico de la teora de las ideas. ]

A Platn, al menos en el Gorgias, lo que interesa sobre la retrica no es la audacia estructural de sus argumentos sofsticos, que bien podramos llamar lgicos; sino el dao que ella, tan deleznable prctica humana (segn Scrates), ocasiona al engaar a los hombres sobre la verdad. La valoracin de la dialctica, para Scrates (al menos el del Gorgias), tambin es netamente moral, pues es el nico camino recomendable para aspirar al Bien, y por ende, a la Verdad. Si en Platn excluimos a la moral de la distincin entre retrica y dialctica, estas son lo mismo: tcnicas argumentativas que, mediante el uso lgico de los discursos y de la oratoria (adulaciones), tienen como fin persuadir a los receptores y conducirlos a la fascinacin: he aqu la importancia del , que es la herramienta que privilegia Scrates para lograr su cometido. La distincin moral primaria entre retrica y dialctica, ser que la primera conduce al vicio (la enfermedad del alma) y la segunda a la virtud (la disposicin del alma). Ya que todo esto parece una conclusin anticipada, es necesario que explique el desarrollo del dilogo y del cometido que el cumple en el mismo. En el Gorgias participan cinco interlocutores: Calcles[footnoteRef:11], Querefonte[footnoteRef:12], Polo[footnoteRef:13], Gorgias[footnoteRef:14] y Scrates. La disputa ms larga del dilogo es entre Calcles y Scrates (481b-522e), aunque tambin discute porfiadamente con Polo (461b-481b); con Gorgias (449c- 461b), irnicamente, apenas hay un lacnico dilogo (cuya primera disputa con Scrates ser la que ejemplificaremos); ms bien el papel de Gorgias es atizar la discusin entre Scrates y Calcles[footnoteRef:15]. [11: Calcles parece ser un personaje inventado por Platn, pues no hay referencia histrica de su existencia y slo aparece en este dilogo, que cumple la personificacin retrica, siguiendo la argumentacin platnica, del sofista -el que afirma algn conocimiento- y que, mediante la mayutica socrtica, cae en contradiccin evidenciando su ignorancia, por lo que es presa de la . En casi todos los dilogos platnicos hay algn interlocutor que cumple esta funcin. Calcles, por lo visto, es un aristcrata. Mucho se ha hablado sobre el papel literario que cumplen estos personajes, siempre caricaturizados. J. Calonge Ruiz considera que Calcles, haciendo referencia al pargrafo 520, desprecia a los sofistas y que Scrates se empea en mostrarlo, , como uno ms. Cfr. Nota al pie 1 en Gorgias: Dilogos II, edicin citada, p. 23. Tambin es de resaltar la figura del ficticio Calcles en la historia de la filosofa, pues en su argumentacin se esboza una posible propuesta antropolgica (Cfr. Gorgias 482a-486d y 491e-492c) bastante similar a la propuesta nietzscheana del bermensch. ] [12: Querefonte es un amigo y discpulo de Scrates, clebre porque segn la Apologa (21a) es aquel que le pregunta a Pitonisa de Delfos quin es el hombre ms sabio de Grecia. En el dilogo cumple el papel de ser el responsable de que Gorgias, de quien es amigo, debata con Scrates. ] [13: Polo es un alumno de Gorgias. ] [14: Gorgias es un distinguido orador, retrico y maestro la misma, siracusano presunto discpulo de Empdocles, dice Digenes Laercio ()-- que se estableci en Atenas y que suele aparecer en la lista de sofistas. En el dilogo platnico cumple el papel del maestro, quizs por ello el dilogo lleva su nombre. Es clebre el tratado de Gorgias sobre la Retrica ] [15: V.g en Gorgias 506b.]

Por fines argumentativos, y de extensin, slo presentar la primera disputa de dilogo (Scrates contra Gorgias), intentando mostrar cmo es que Scrates utiliza el , cuya traduccin que privilegio es llevar a la contradiccin, para conducir dialcticamente sus dilogos. No me interesa el contenido filosfico de las tesis que participan el dilogo (entre otras cosas por lo que explicar en el siguiente prrafo), sino la forma de exposicin de los argumentos y cmo es que estos conducen hacia la validez o la invalidez de las conclusiones, que justamente es la funcin del , que no es ms que una herramienta discursiva. Tambin es importante explicitar que, desde mi punto de vista, estamos en un ejercicio literario: lo que nos lleva a un doble juego retrico; Platn crea a los personajes, por lo que las intervenciones dialcticas estn cuidadosamente conducidas, entonces hay una doble persuasin. La primera es entre los interlocutores del dilogo (el ejercicio literario), y la segunda entre Platn y el lector, pues el filsofo ateniense conduce a que el lector le conceda, por argumentos lgicos (no contradictorios), la razn a Scrates, que sin duda, dentro de la argumentacin artificialmente construida (que podemos llamar lgica), es vlida.Ya que es imposible (por lo pronto, con los medios que dispongo) ahondar en las dos vas retricas que distingo, adems de que nos conducira a escabrosas discusiones hermenuticas sobre la validez epistmica de las tesis contenidas en los dilogos socrticos, no me concentrar en el contenido de los dilogos del texto, que, insisto, son retrica muerta, pues Platn controla las intervenciones de los interlocutores y por ello las intervenciones de Scrates estn perfectamente articuladas, sino en los recursos retricos y dialcticos utilizados. Los interlocutores de los dilogos platnicos no son hombres de carne y hueso[footnoteRef:16] que disputan sin conocer las tesis con las que su debatiente refutar sus argumentos, sino personajes literarios controlados por un inventor que, a priori, tiene contemplada la conclusin de las situaciones citadas. Por esto le advierto al lector sobre posibles ambigedades en mis atribuciones a posiciones socrticas (dentro del texto) o a posiciones platnicas (fuera del texto). Esto implica, que al menos en este dilogo, (y tambin ser as con el Teeteto), ms que un anlisis filosfico, realizo una especie de anlisis que bien se puede metonomizar como lgico-literario: y qu es la lgica-literaria de un texto sino su argumento!, y qu es el argumento de un texto literario sino su ! [16: A propsito de hombres de carne y hueso, Unamuno (otro filsofo-literato) defenda que un buen personaje literario es aqul que est encarnado, que retrata vivamente a un hombre de carne y hueso. Cfr. Miguel de Unamuno: Del sentimiento trgico de la vida. Mxico: Porra, 2012, p.9. Desde mi punto de vista, el nico hombre de carne y hueso, al menos desde la intencin de Platn, que aparece en sus dilogos es Scrates, y no en todos los dilogos. Me parece que el Scrates ms humano, sin duda alguna y sobre todos, es el del Simposio (el Scrates vivo) y el del Fedn (el Scrates reflexivo que en el patbulo medita sobre la muerte). ]

1.1.2 Anlisis lgico-argumentativo de la disputa entre Gorgias y Scrates (Gorgias 449c- 461b)Este dilogo parte del motivo que lleva a Scrates a disputar con Gorgias; Scrates le pregunta a Calcles: Estara dispuesto a dialogar Gorgias con nosotros? --y contina-- Porque yo deseo preguntarle cul es el poder de su arte y qu es lo que proclama y ensea. (Gorgias 477c) Despus Polo desva la propuesta de dilogo con Gorgias, hecha por Querefonte aunque incitada por Scrates, y argumenta que su maestro (el siracusano), se encuentra fatigado por lo que, al menos en ese momento, no se encuentra en condiciones para entablar dilogo con Scrates[footnoteRef:17]. Posteriormente Querefonte invita a Polo a ser el primer interlocutor de Scrates; Polo acepta. Despus Scrates dice que no le place dialogar con Polo, pues el alumno de Gorgias, en su opinin, est ms ejercitado en la retrica que en el dilogo y pide polemizar con su maestro[footnoteRef:18]. Polo interroga a Scrates sobre por qu tiene tal opinin al respecto y responde el crtico de Atenas: [17: Cfr. Gorgias: 477c-448a. ] [18: Ibd. 448c.]

Porque al preguntarte Querefonte qu arte profesa Gorgias, t alabas el arte como si alguien lo atacara, pero no respondes cul es. (448d) Previamente Querefonte interrog a Polo: [] De qu arte es conocedor (Gorgias) y qu le llamaramos para expresarnos rectamente?, contest Polo a Querofonte: [] De entre estas artes unos ejercen unas y otros otras de modo distinto, y los mejores practican las ms elevadas. Entre estos ltimos se encuentra Gorgias, que cultiva la ms bella de las artes. (448c)Despus de su intervencin, Scrates es replicado por Polo, que defiende que respondi que era la ms bella[footnoteRef:19], y dice Scrates, utilizando el , es decir, conduciendo a Polo a la propia contradiccin de sus argumentos para que no pueda contrarrefutarlo: [19: Gorgias. 448e. ]

Sin duda; pero no se te preguntaba cmo es el arte de Gorgias, sino cul es y qu se debe llamar a Gorgias. Del mismo modo que antes respondiste con exactitud y brevedad a los ejemplos que te propuso Querefonte, dime tambin cul es el arte de Gorgias y qu nombre debemos dar a ste. (449a) Previamente Querefonte pidi a Polo que contestase: Si Gorgias fuera conocedor del mismo arte que su hermano Herdico, qu nombre apropiado le daramos? No le daramos el mismo que aqul?; Polo responde: sin duda, cediendo positivamente el argumento de Querefonte, quien contina: As pues, nos expresaramos con propiedad llamndole mdico. Posteriormente, Querefonte utiliza el mismo ejemplo pero ahora utilizando a Aristofonte, quien es pintor. Polo vuelve a ceder[footnoteRef:20]. [20: Ibd. 448b-448c. ]

En lo anterior hay un interesante sofstico socrtico, muy recurrente, que parte de la obviedad. Siguiendo el hilo dialctico, cuando el interpelado tras una falacia de plurium interrogationum, o falacia de la pregunta compleja--[footnoteRef:21], llega a una respuesta de otro modo que no sea el de la aparente seguridad de la obviedad previa una tesis verdadera que se concluye generalmente mediante un simple s o cualquier afirmador--, el interpelador solicita que se responda de un modo anlogo a sta forma simple, lo que inevitablemente conduce a una contradiccin con las tesis previas. A ste utilizado por Scrates, los lgicos lo han llamado reductio ad absurdum, --reduccin a lo imposible o prueba por contradiccin-- tal argumento Aristteles lo describe en sus Analticos Primeros[footnoteRef:22], dice el Estagirita: [21: Aristteles: Sobre las refutaciones sofsticas, en Tratados de Lgica (rganon) tomo I. Trad. Miguel Candel San Martn, 1995. 167a-167b. ] [22: Aristteles: Analticos Primeros en Tratados de Lgica (rganon) tomo II. Trad. Miguel Candel San Martn. Madrid: Gredos, 1995. Pp. 172-173. ]

Necesariamente toda demostracin y todo razonamiento demuestran que algo se da o no se da, y esto de manera universal y particular, y adems, demostrativamente o partir de una hiptesis. La demostracin por reduccin a lo imposible constituye una parte de las demostraciones a partir de una hiptesis [...] Entonces, si fuera preciso que A se probara acerca de B como dndose o no dndose, necesariamente habra que aceptar algo acerca de algo. Si, pues, se aceptara A acerca de B, se habr aceptado lo del principio. Y s se acepta A acerca de C y C no se acepta acerca de nada, ni otra cosa acerca de aquello, no habr razonamiento ninguno: pues aceptar una sola cosa acerca de una cosa no se desprende nada de manera necesaria. (Analticos Primeros 40b, 25-35)Con lgica formal, la reduccin al absurdo (introduccin de la negacin) se suele representar de la siguiente forma:

En el texto literario, Platn no concede rplica alguna de Polo a la objecin socrtica (algo que quizs no sucedera en una discusin retrica de hombres de carne y hueso), pues la intervencin de Scrates contina con la objecin invitando a Gorgias a que responda aquello que Polo (cado en su propia contradiccin) no puede. Polo no vuelve a intervenir en el dilogo sino hasta el prrafo 461c, en una situacin en la que Gorgias cae en el y es preciso que sea salvado. El , en este dilogo, es un recurso literario que utiliza Platn para cambiar el personaje que es, o ser, interpelado por Scrates. Precisamente Calcles, cuya disputa con Scrates es la que sigue despus de la Gorgias y de la de Polo, comienza su dilogo con el mayuta, denunciado el que utiliz para censurar a sus dos primeros interlocutores. Dice Calcles:Me parece, Scrates, que en las conversaciones te comportas fogosamente, como un verdadero orador popular, y ahora usas este lenguaje porque Polo ha sufrido ha sufrido el mismo inconveniente que Gorgias sufri contigo y que Polo le inculp. (Gorgias: 481d) Tras despreciar a Polo, as es como hace Platn que Scrates incite la respuesta de Gorgias:Pero mejor, an, Gorgias, dinos t mismo qu debemos llamarte, en razn de que eres hbil en qu arte. (449a-cont.) Es aqu donde comienza la intervencin de Gorgias, la temtica del dilogo ahora es conducida por Platn hacia la posible definicin de la retrica y de su valor moral, cuestiones que como ya advert son ajenas al presente trabajo. La intervencin que Gorgias comienza con la invitacin de Scrates, quien establece las reglas del dialogo, reglas que (como ya veremos), condicionan la argumentacin del debatiente de Scrates. Dice el maestro de Platn:Estaras dispuesto, Gorgias, a continuar dialogando como ahora lo estamos haciendo, preguntando unas veces y respondiendo otras, y a dejar para otra ocasin esos largos discursos de los que Polo ha empezado a darnos una muestra? No dejes de cumplir lo que prometes y disponte a contestar con brevedad a la preguntas. (449b)Para este es importante que se responda con respuestas breves, generalmente, con afirmadores simples porque ese es el mecanismo primordial de la falacia de la pregunta compleja. As mismo, de la pregunta compleja obtenemos premisas precisas que fcilmente, pues son delimitadas por el interrogador, pueden ser conducidas a reducciones al absurdo. Posteriormente veremos que Calcles rompe tal regla y obliga a que Scrates ceda su delimitacin, para posteriormente ser denunciado de hacer preguntas complejas[footnoteRef:23]. La primera pregunta compleja de Scrates, tras una de sus clsicas ironas dice: [23: Cfr. Gorgias: 482d-e]

Veamos. Puesto que dices que conoces el arte de la retrica y que podras hacer oradores a otros, dime de qu se ocupa la retrica. Por ejemplo, el arte de tejer vestidos se ocupa de la fabricacin de los vestidos, no es as? (449c-d) Gorgias asiente y Scrates refuerza el ejemplo con otra analoga (sobre la msica y la composicin de melodas) y el siracusano vuelve a afirmar, para que Scrates posteriormente interrogue: cul es el objeto de su conocimiento? (de la retrica). Gorgias responde los discursos, tramposamente Scrates aade: Qu discursos Gorgias? Acaso los que indican a los enfermos con qu rgimen podrn sanar?; Gorgias disiente y Scrates concluye: Entonces la retrica no se refiere a todos los discursos. El uso de analogas es til en una reduccin al absurdo porque sta figura retrica precisa una relacin de par en par, por ejemplo: Si A en B, B en A, si A en B y C en C en B, entonces C en B. Sabemos que negando la validez de una premisa, hay una contradiccin, y por lo tanto, se invalida toda la argumentacin. Si Gorgias tuviera otro recurso ms all de los determinados por Scrates, podra argumentar, respecto a la pregunta de si la retrica se encarga de los discursos que indican a los enfermos con qu sanar, que s y aadir que adems de aquello, de otros asuntos y complejizar la argumentacin; tal como argumentara Calcles cuando se le cuestiona sobre el poder, el placer y el bien. Una vez que Scrates consolida que la retrica no se refiere a todos los discursos, aade que, sin embargo, ste conocimiento capacita a los hombres para hablar. Gorgias asiente y Scrates interroga: Les capacita tambin para pensar sobre las cosas de las que hablan? Gorgias responde: Pues, cmo no?. Scrates contina su con otra analoga: No es verdad que la medicina, que acabamos de nombrar, hace a los hombres capaces de pensar y hablar sobre la curacin de los enfermos?; Gorgias responde necesariamente y concluye Scrates: Luego tambin la medicina, segn parece, se ocupa de los discursos, posteriormente Scrates fortalece su argumento con otra analoga idntica, esta vez utilizando a la gimnasia. Gorgias vuelve a sentir y entonces Scrates vuelve a hacer una pregunta:Por qu, entonces, no llamas retricas a las dems artes, ya que tambin se refieren a discursos, si llamas retrica a la que se ocupa de los discursos? (450b) Aqu, Scrates rompe (con la estructura de su pregunta) la condicin inicial que le haba dado a Gorgias para llevar a buen puerto su dilogo (que es preciso que conteste brevemente), y, tramposamente, le cede el derecho de rplica. Dice Gorgias:Porque se podra decir que todo el conocimiento de las dems artes se refiere a operaciones manuales y a otras ocupaciones de esta clase; pero ninguna de estas obras manuales es propia de la retrica, sino que en ella toda la actividad y eficacia se producen por medio de la palabra. Por esta causa yo estimo que el arte de la retrica se refiere a los discursos, y tengo razn, segn afirmo (450c)Es tramposa la prerrogativa de Scrates para con Gorgias porque al pedirle que argumente, est recibiendo nuevos argumentos para comenzar una nueva disputa y preparar un nuevo . Algo tpico de la sofstica socrtica es que, siempre que su debatiente cae en contradiccin, tras la tpica reduccin al absurdo y an se encuentra en disposicin de dilogo, Scrates hace una pregunta compleja o una peticin de principio[footnoteRef:24] que ser respondida, de la que obtendr nueva informacin para continuar con el mtodo de argumentacin. Tras la rplica de Gorgias, Scrates hace una peticin de principio: [24: Este se ha conocido, histricamente, como reduccin de las falsas refutaciones a la ignoratio elenchi, Refutaciones sofsticas, 168a:20-168b:5. ]

No s si entiendo bien qu cualidad quieres atribuirle. Pronto voy a saberlo con ms claridad. Contstame, existen artes no es verdad? (450c)La peticin de principio, dice Aristteles en los Primeros Analticos, es:Postular y tomar lo del principio consiste, por considerarlo en su gnero, en no demostrar lo que se plantea, y esto ocurre de muchas maneras: en efecto, ocurre tanto si no se prueba en absoluto por razonamiento como si se prueba a travs de cosas menos conocidas que la conclusin, o como si se prueba lo anterior a travs de cosas posteriores; pues la demostracin es a partir de cosas anteriores y ms convincentes. Ahora bien, nada de esto es postular lo del principio [] v.g: si se demostrara A a travs de B, y B a travs de C, y lo natural fuera demostrar C a travs de A; en efecto, resulta que los que razonan as demuestran A a travs de s mismo [] De modo que los que razonan as resulta que dicen que cada cosa existe si cada cosa: as, todo sera conocido por s mismo, lo cual es imposible. (Primeros Analticos 64b-65a) Al imperar Scrates Contstame, existen artes no es verdad?, est suponiendo que Gorgias tienen el mismo significante de arte que l, lo cual es imposible porque se obvia algo que Gorgias an no explicita y desde ah se forma la argumentacin. Naturalmente, Gorgias, al no detectar la falacia socrtica cede, y Scrates contina con su dinmica de hacer preguntas que precisen respuestas cortas, afirmaciones o negaciones. La peticin de principio, en este caso, sustituye a la pregunta compleja, falacias que lgicamente se encuentran muy relacionadas[footnoteRef:25]. Gorgias contina afirmando las preguntas socrticas, hasta que con sus descuidadas afirmaciones vuelve a caer en contradiccin[footnoteRef:26]. Scrates de nuevo utiliza el declarando: [25: Aristteles denuncia esto en el 168a: 15-40 de las Refutaciones sofsticas. ] [26: Cfr. Gorgias: 450d-e. ]

Sin embargo, no creo que quieras dar a ninguna de ellas el nombre de retrica, si bien literalmente has dicho que la retrica es la que alcanza su eficacia por medio de la palabra, y se podra argir, si se quisiera sutilizar. Luego dices que la aritmtica es retrica, Gorgias?[footnoteRef:27] Pero yo no creo que t llames retrica ni a la aritmtica, ni a la geometra. (450e) [27: Gorgias hace tal afirmacin porque Scrates, en su intervencin anterior (450d-e), argumenta aquello y, con descuido, asiente (450e). ]

En la argumentacin anterior Scrates utiliza una falacia tpica que conduce al por reduccin al absurdo: la falacia de la falsa analoga[footnoteRef:28]. Evidentemente, la retrica y la aritmtica tienen fines muy distintos, pero previamente Scrates haba afirmado que, al igual que la retrica, la aritmtica y la geometra son artes que tambin persuaden, fin que logran porque sus conclusiones son verdaderas, a ello Gorgias asiente. Pero Scrates, posteriormente, argumenta que su argumentacin anterior est errada (es decir, es consciente de su falsa analoga), y aade que lo que distingue a la persuasin retrica de la geomtrica y de la aritmtica, es que la primera utiliza palabras y la segunda nmeros[footnoteRef:29]. De nuevo, Gorgias est de acuerdo. Aqu tenemos una premisa, desde la que Scrates sostendr su argumentacin, Gorgias est de acuerdo con ella: la retrica es un arte que persuade mediante la palabra. A esta premisa bien la podemos llamar definicin, que son muy importantes para la sofstica socrtica, pues como ya vimos, sta se sostiene desde la reduccin al absurdo. Llegar a definiciones afirmativas que sirvan como premisas, que despus sern negadas (introduccin de la negacin) es el mecanismo tpico de la reduccin al absurdo. Scrates siempre niega los consecuentes que se siguen de las definiciones (mediante reducciones al absurdo), en lgica formal, esto es lo que se llama modus tollendo tollens, cuya expresin es: [28: En la filosofa de la ciencia contempornea existe una interesante denuncia a las falsas analogas. El reductivismo verificacionista --ideal del empirismo lgico de la epistemologaes un dogma, dice Quine (Cfr. Willard Van Orman Quine: Dos dogmas del empirismo en Desde un punto de vista lgico. Trad. Manuel Sacristn, Barcelona: Paids, 1990, pp. 56-57-), sostiene que es un compromiso ontolgico dogmasuponer que existe una relacin, de par en par, entre la lgica y la realidad experimentada. Tal idea fue uno de los pilares del logicismo, defendido, entre otros, por Bertrand Russell y Alfred Whitehead. Esto viene a cuenta porque tanto Russell, pero sobre todo Whitehead, estuvieron muy interesados en el estudio de la argumentacin socrtica, y en general, de la filosofa platnica. ] [29: Cfr. Gorgias: 451a-451c. ]

El tollendo tollens se demuestra, desde la reduccin al absurdo, de la siguiente forma:PasoProposicinProcedimiento

1Premisa

2Premisa

3Supuesto

4Modus ponens(1,3)

5Introduccin de la conjuncin (2,4)

6Reductio ad absurdum (Introduccin de la negacin)(3,5)

Una vez que se tiene una definicin (premisa), Scrates pregunta sobre otro tpico relacionado con ella para obtener otra premisa, le interroga a Gorgias:Di sobre qu objeto; cul es, entre todas las cosas, aquella de la que tratan estos discursos de que se sirve la retrica? (451d)Gorgias responde ambiguamente:Los ms importantes y excelentes asuntos humanos (451d) Posteriormente Scrates denuncia la ambigedad de Gorgias, pues para su mtodo es preciso tener definiciones claras que puedan ser utilizadas, posteriormente, como premisas. Scrates, entonces, intenta definir cules son los asuntos humanos ms importantes y excelentes, citando el siguiente escolio: lo mejor es tener salud; lo segundo ser hermoso y lo tercero adquirir riquezas sin fraude[footnoteRef:30]. A Gorgias le extraa la cita de Scrates, y le interroga para que ste le explique el porqu de ello. Y aqu Scrates, en bsqueda de definiciones, hace una interesante y compleja argumentacin que vale la pena citar completa: [30: Cfr. Gorgias: 451e. Un escolio, apunta Julio Calonge traductor de la versin del Gorgias que estamos citando, era una cancin que generalmente de asunto moral, que se cantaba al final de los banquetes. Cfr. Nota al pie 13 en Gorgias: Dilogos II, edicin citada, p. 31. ]

Voy a explicrtelo. Debo advertir que yo no s claramente cul es, en realidad, la persuasin que, segn t, produce la retrica, no sobre qu objetos, aunque sospecho a qu persuasin te refieres y sobre qu. No obstante, voy a preguntarte qu clase de persuasin produce, a tu juicio, la retrica y sobre qu cosas. Por qu, suponindolo, te interrogo en lugar de decirlo yo mismo? No es por ti, sino por nuestra conversacin, para que avance de modo que nos aclare todo lo posible sobre el que discutimos. Examina si te parece justo mi modo de interrogar; por ejemplo: si te hubiera preguntado qu pintor es Zeuxis y me hubieras contestado que es pintor de animales, no tendra razn en volver a preguntar qu clase de animales pinta y de qu modo? (453b-c) Lgicamente, el socrtico se puede explicar desde la definicin de , dada por Aristteles en los Analticos primeros:Ya que tenemos claro cundo y con qu relacin entre los trminos se forma un razonamiento, resultar evidente tambin cundo habr y cundo no habr refutacin [] En efecto, haba razonamientos tanto si los trminos se comportaban de esta manera como de aqulla, de modo que, si lo establecido es contrario a la conclusin, necesariamente se producir refutacin: pues la refutacin es la prueba por razonamiento de la contradiccin. (Analticos Primeros 66b-5-10[footnoteRef:31]) [31: Este pasaje lo citamos para mostrar el modo en el que Scrates utilizaba el . Vid supra. P. 11. ]

Como podemos ver, lo anterior no es ms que sealar la importancia de obtener definiciones, en reclamo de la respuesta anterior de Gorgias, demasiado ambigua. Para obtener definiciones, nada es ms til que la deduccin se define desde lo universal (lo necesario) a lo accidental (lo contingente), que en muchos casos deviene en un sinfn de definiciones, es en estos casos cuando los dilogos socrticos terminan en la apora. El ideal de la deduccin dialctica es llegar desde lo universal a otro universal, y pretender llegar desde lo universal a otro universal, que no es ms que pretender conocer la Verdad, ste problema, histricamente, ha sido el mecanismo de todas las metafsicas. ste problema epistemolgico-metafsico es, por ejemplo, en Kant, el de la deduccin sinttica a priori desde los juicios analticos (aquellos en los que el predicado est incluido en la nocin del sujeto)[footnoteRef:32]. Fichte, en quien se inspirara Hegel, presentara el mismo problema (al que ambos le llamaron dialctica) con las categoras de tesis, anttesis, sntesis: la sntesis es el producto de la negacin de una tesis, toda sntesis es una tesis que puede ser negada, y as ad infinitum[footnoteRef:33]. Como ya dijimos, la piedra angular de la argumentacin socrtica, y de toda dialctica, es la obtencin de definiciones que sirvan a modo de premisas (tesis), que posteriormente sern refutadas. Como vimos en el fragmento de esta disputa, cuando Scrates conduce las premisas a la contradiccin (refutacin, ), hay dos caminos: que el interlocutor socrtico acepte con disposicin y diligencia su propia contradiccin, por lo tanto su ignorancia, y contine la eterna dialctica, o que claudique, ya sea rindindose, o utilizando argumento ad hominem en contra de Scrates, que fue el caso de Calcles. [32: Cfr. Immanuel Kant: Prolegmenos. ] [33: Cfr. Johann Gottlieb Fichte: Fundamento de toda doctrina de la ciencia. Trad. Juan Cruz Cruz. Pamplona: EUNSA, pp. 135-136. ]

1.2 El en el Teeteto

1.2.1 Introduccin El Teeteto es un dilogo posterior al Gorgias, suele ser clasificado entre los dilogos de madurez, junto al Parmnides, el Sofista y el Poltico, con los que comparte algunas temticas. El epteto que la tradicin ha dado al Teeteto es el dilogo sobre (o de) la ciencia o del conocimiento, porque la trama central del dilogo es un ejercicio dialgico, entre Teeteto y Scrates, que intenta construir posibles definiciones de ciencia o de conocimiento () para posteriormente refutarlas. Como la mayora de los dilogos platnicos, el Teeteto tambin concluye en la apora, dejando completamente abierta la especulacin metafsica. En el presente apartado revisaremos su seccin que va del 165d al 168c, apartado que intentar mostrar cmo Scrates adapta los si la disposicin de su interlocutor es adecuada a su mtodo mayutico. El Teeteto es uno de los pocos dilogos en los que el interlocutor de Scrates no interviene de forma beligerante, sino todo lo contrario: en este dilogo Teeteto se muestra afable ante Scrates, respetndolo como un docto; Scrates es el docente, Teeteto el discente. Recordemos que, en espaol, discente comparte etimologa con discpulo, disposicin y disciplina. En el Teeteto encontramos una exposicin del arte del que Scrates se considera ejecutante: la mayutica, que, segn el filsofo ateniense, es el arte de hacer parir el conocimiento[footnoteRef:34]. En el margen de la mayutica en la que, como ya dijimos, se requiere cierta disposicin para que cumpla su cometido, se monta el socrtico. Scrates expone la mayutica utilizando la mayutica, y siempre que se utiliza la mayutica hay un : [34: Cfr. Teeteto: 149a. ]

Sc. Sufres los dolores de parto, Teeteto, porque no eres estril y llevas el fruto dentro de ti. []Teet. No s, Scrates. Te estoy diciendo la experiencia que he tenido.Sc. No me hagas rer, es que no has odo que soy hijo de una excelente partera llamada Fenreta? Sc. - Y no has odo que yo practico el mismo arte?Teet. - No, en absoluto.Sc. Pues bien, te aseguro que es as. Pero no lo vayas a revelar a otras personas, porque a ellos, amigo mo, se les pasa por alto que poseo este arte. Como no lo saben, no dicen esto de m, sino que soy absurdo y dejo a los hombres perplejos, O no lo has odo decir? Teet. S que lo he odo. (Teeteto: 148d-149a)Dejar a los hombres perplejos es una de las tantas significaciones que tiene , dice el texto griego, en este versculo, , por lo que tambin puede significar llevar, o conducir, a la apora. Bajo esta premisa analizaremos un fragmento del Teeteto, intentando mostrar cmo la disposicin mayutica influye en el desarrollo del dilogo, sin modificar el mecanismo argumentativo (), que como ya vimos en el apartado anterior, est basado en reducir al absurdo, negando los consecuentes de las definiciones (modus tollendo tollens) dadas a partir de preguntas complejas y peticiones de principio[footnoteRef:35]. [35: Vid supra. Pp. 9-10.]

1.1.2 Anlisis lgico-argumentativo del dilogo entre Teeteto y Scrates (Teeteto 165d- 168c)Esta parte del dilogo surge desde la exposicin, o al menos a l se la atribuyen, de las tesis de Protgoras sobre el conocimiento, que son las tesis que Teeteto, apoyado por su maestro Teodoro (discpulo del abderense), utilizan para responder la pregunta de Scrates qu es el saber? La respuesta de Protgoras, segn el Teeteto, se puede reducir a: el saber es percepcin[footnoteRef:36]. No olvidemos que Platn le dedica, exclusivamente, un dilogo a Protgoras, con el que polemiza como interlocutor, el abderense suele ser el sofista arquetpico con el que Scrates polemiza. [36: Cfr. Teeteto: 152a. , , . ]

Eleg analizar sta parte del dilogo porque en ella hay argumentos muy interesantes de Scrates, en voz de Protgoras, respecto a lo que lo diferencia de los sofistas y de los retricos, adems, lo que es de mayor relevancia para los fines de este trabajo, se es diligente con Protgoras para hacer ms afectivo , pues utilizando sus propias definiciones, incluso aceptndolas, Scrates conducir a sus fines la supuesta argumentacin del abderense. Protgoras argumentara as en su defensa, dice el ateniense:[] Podra atacarte con cuestiones referentes al odo, al olfato y a otras percepciones de esta clase y te quedaras libre hasta que admiraras su muy envidiables sabidura y te hubiera enredado con sus artes. Entonces, cuando se hubiera apoderado de ti y te hubiese atado de pies y de manos, es cuando pedira a cambio de tu rescate la cuanta acordada por vosotros dos. A todo esto, quizs te ests preguntando qu argumento es el que podra esgrimir Protgoras en defensa de sus posiciones. Vamos a intentar decir alguna otra cosa? [] l, ciertamente, dira todo cuanto estamos diciendo en su ayuda y, al mismo tiempo, creo que se dirigira a nosotros en actitud de desprecio pronunciando las siguientes palabras: Qu buen hombre es este Scrates! Cmo se las ha valido para amedrentar a un nio con preguntas como esa de si es posible que una misma persona pueda recordar una cosa y al mismo tiempo no saberla! [] Scrates. Las cosas son de otra forma, cuando t examinas alguna de mis afirmaciones por medio de preguntas, yo quedo refutado solamente si el interrogado responde como lo hara yo. Si no es as, es l quien queda refutado. (165d-166a)Aqu Protgoras, en voz de Scrates, denuncia el mecanismo usual de Scrates para comenzar a dialogar: la peticin de principio. Segn Scrates, Protgoras considerar tramposa su pregunta, pues d la respuesta d, Scrates la considerar errada y la refutar. Ms adelante nos dir Scrates que, para posiciones ante el saber cmo la de Protgoras (los defensores del movimiento y de la contingencia), asumir la inexistencia de la verdad y reducir las opiniones socrticas a percepciones es correcto, empero no es verdadero[footnoteRef:37]. Cada uno es medida de lo que es y de lo que no es. Protgoras, segn Scrates, emplea la palabra sabio para designar al que pueda efectuar un cambio en alguno de nosotros, de tal manera que, en lugar de parecerle y ser para l lo malo, le parezca y sea lo bueno. Evidentemente, tal es la definicin usual utilizada por Platn para definir a los retricos y sofistas. Scrates concluye su exposicin, sobre Protgoras, con una supuesta peticin que le hara el abderense, en caso de que quisiese seguir dialogando: [37: Teeteto: 167a-b. ]

T, quieras o no, no tienes ms remedio que aceptar que eres medida, pues con estas consideraciones mi doctrina queda a salvo. Ahora bien, si quieres discutirla desde el principios, disctela y procede a exponer tu argumentacin en contra. En caso de que quieras hacerlo por medio de preguntas, hazlo por medio de preguntas, ya que una persona dotada de inteligencia no debe rehuir este procedimiento; al contrario, debe practicarlo ms que ningn otro. Ahora bien, hazlo de la siguiente manera: no comentas injusticias con tus preguntas, pues sera una gran inconsecuencia que quien dice preocuparse por la virtud no hiciese otra cosa que ser injusto con los argumentos. Y en estos menesteres no separar la mera contienda verbal de la discusin dialctica es cometer una injusticia. En la primera se suele bromear y confundir al interlocutor todo lo que uno puede, pero en la discusin dialctica hay que ser serios y corregirlo, mostrndole nicamente los errores en los que haya cado por s mismo o por culpa de las personas que hayan frecuentado anteriormente. (Teeteto 167d-168a) Aqu Scrates hace un interesante , intentando ser justo con Protgoras, mostrndole a Teeteto y a Teodoro la disposicin necesaria para el dilogo. Tambin, en voz de Protgoras, Scrates intenta mostrar las posibles refutaciones que se le podran hacer a su mtodo, incluso el porqu de la perplejidad que se provoc:Si, en efecto, procedes as, los que discutan contigo se culparn a s mismos por sus propias confusiones y perplejidades. No te echarn la culpa a ti, sino que te seguirn y te apreciarn, mientras que huirn de s mismos, desprecindose y buscando refugio en la filosofa para cambiar y huir de lo que eran anteriormente. (168a)El est montado en presentar, a priori, las posibles objeciones que se le podran a ser a Scrates, pues l mismo es consciente de las limitaciones de su argumentacin. Anticiparse al objetador es una de las tcnicas bsicas de la erstica, y aqu Scrates lo deja ms que claro. Mostrarle a Teeteto los posibles fallos de su argumentacin, en voz de un debatiente, sin duda conduce al deleite, y por ende, a la perplejidad. La defensa a estas acusaciones por parte de Protgoras, segn Scrates, a Scrates, est en la esterilidad del ateniense para producir conocimiento. La llamada duda socrtica, argumentativamente, funciona para evidenciar la ausencia temporal de verdad, es una suspensin de los juicios veritativos en pos de indagaciones y especulaciones que tengan posible relacin con la realidad, verosimilitud. Todo esto tiene una fuerte carga tica, porque Scrates relaciona la justicia y el bien con aceptar la propia ignorancia: el peligro no es la , porque si nos atenemos a la interpretacin tradicional de la teora de las ideas, todo en este mundo terrenal y humano, en el que el cuerpo es la prisin del alma, es ; el verdadero peligro es presentar a la como o y de ah surgen todas las injusticias. El socrtico intenta, utilizando persuasiones, adulaciones y sofisticados recursos retricos (la palabra sofisticacin tiene su etimologa en sofista[footnoteRef:38]), intenta conducir a la perplejidad, desenmascarando aquellas opiniones que, sin ms, se suelen asumir como verdades, y no slo las que nos han dicho, sino las propias. A la perplejidad que se produce al descubrir que, a ciencia cierta, carecemos de conocimiento de la verdad, se le ha llamado apora. Conducir a la apora mediante recursos sofsticos es socrticamente correcto, la dialctica encaminada al bien, es sin duda, bienaventurada y laudable. Empero, si seguimos por esta va, de nuevo caeremos en aporas porque precisamos preguntarnos qu es el bien? y ya que desconocemos, unvocamente, que es el bien, Scrates nos persuadir a la apora. De aqu fue que Platn viera precisa la existencia del llamado mundo de las ideas y de la , pues tales ideas nos debieron llegar a alguna parte: contemplar, dialcticamente las ideas, es uno de los caminos al sumo bien. Me parece que sin duda, la historia de la filosofa se ha escrito desde las diversas posturas a este problema el problema del conocimiento o de la verdad---: o se tiene esperanza en tal posibilidad, ya sea slo sintindola o intentando razonarla; o se asume la completa contingencia al asumirse, tras un cruento escepticismo, medida de todas las cosas. [38: Cfr. Joan Corominas, o.c, ]

La modernidad puede ser definida como la poca en la que los discursos masivos, respecto a las cuestiones ms existenciales, angustiosas y profundas de los hombres, fueron manchados por un fuerte escepticismo, que conduce o al relativismo, o al cientificismo ms radical. El hombre moderno es un animal que camina, sobre una cuerda floja, entre tales cimas. La modernidad fue el triunfo de Protgoras. La ciencia sin contemplacin, es la mayor desgracia del hombre de carne y hueso.

2.1 El en Aristteles

2.1.1 IntroduccinAristteles, al igual que Platn, parte de la nocin de un conocimiento que debe ser develado; en Platn son las ideas, en Aristteles las esencias naturales universales (sustancias), que resultan inteligibles por nuestro entendimiento, las sustancias son los principios, y segn el Estagirita, estos, por definicin, son indemostrables[footnoteRef:39]. A esta posicin metafsica, respecto al conocimiento de lo en-s, la historia de la filosofa le ha llamado realismo ingenuo. Esto es importante para nosotros porque, Aristteles, considerar que existe algo que tiene un rigor metodolgico para conocer la verdad (lgica) y que sta, si es utilizada correctamente, puede conducir a algn tipo de conocimiento (dialctica). La dialctica utiliza a la lgica (aquellos principios dados, que, segn el Estagirita, resultan indemostrables) para discernir la de la . Las demostraciones dialcticas (que bien se pueden llamar silogismos, o razonamientos demostrativos) son un mtodo para encontrar argumentos didcticos; pero la dialctica, al utilizar la lgica, tambin puede funcionar para encontrar argumentos plausibles, pero no reales, que pueden ser utilizados como recursos persuasivos. [39: Cfr. Analticos segundos: 71a-71b. ]

El problema dialctico, dice Aristteles[footnoteRef:40], es la consideracin de una cuestin tendente bien al deseo y al rechazo, bien a la verdad y al conocimiento. Una tesis dialctica es un juicio paradjico de algn conocido en el terreno de la filosofa, y ya que estas versan entorno a consideraciones problemticas, estas tambin son problemticas. El estagirita, tambin nos advierte, que no todo problema es una tesis, pero toda tesis s es un problema. Saber probar la probabilidad de una tesis es la tarea de la dialctica, refutando en el interior de un dilogo metdico la improbabilidad de las que se oponen[footnoteRef:41]. [40: Cfr. Tpicos: 104b. ] [41: Cfr. Tpicos: 135b. ]

Los Tpicos son el elemento del Corpus aristotelicum que contiene la dialctica, es en la dialctica (que bien podra ser llamada silogstica) donde nacen los problemas ontolgicos de los que partirn los ms clebres textos aristotlicos (lo compilado en la llamadas Fsica y en Metafsica). La validez de la dialctica (es decir, de los silogismos) se comprueba desde los textos analticos (Primeros y segundos, que a su vez parten de relaciones de lenguaje, el punto central del Peri Hermeneias) y a ello le podemos llamar lgica, en los Analticos primeros vemos meras validaciones a partir de los principios lgicos, que tambin son instaurados ah; en los Analticos segundos vemos las correspondencias entre lgica y naturaleza (una especie de epistemologa), de ah partir la Fsica. La Retrica es posterior a los Tpicos (hay disputa si respecto a Las refutaciones sofsticas, segn algunos, noveno libro de los Tpicos aadido posteriormente) y a los Analticos, y su temtica es analizar las tcnicas de persuasin, a partir de los silogismos (sobre todo de los entimemas) y de los lugares comunes, que son los puntos de partida de toda dialctica. La Retrica, lo mismo que la Potica, bien pudieron formar parte del rganon, pero Andrnico de Rodas, el compilador del Corpus Aristotelicum, decidi separarlas[footnoteRef:42]. [42: Cfr. Ingemar Dring: Aristteles. Trad. Bernab Navarro. Ciudad de Mxico: UNAM, 1990, pp. 115-116. ]

No hay mejor introduccin a la Retrica[footnoteRef:43] que la sentencia con la que el Estagirita comenz tal texto: [43: Se utiliza la traduccin de Quintn Racionero. Madrid: Gredos, 1990. La versin griega que se utiliza es la de Leonhard Von Spengel, consultada en lnea en la Biblioteca clsica Loeb de Harvard University Press: http://www.loebclassics.com/view/aristotle-art_rhetoric/1926/pb_LCL193.3.xml?rskey=DlqkrE&result=2]

La retrica es una contrapartida de la dialctica, ya que ambas se refieren a determinadas cuestiones cuyo conocimiento es en cierto sentido comn a todos y no propio de una ciencia definida. Por tal motivo todos participan tambin en cierto sentido de ambas. Y es que todos, en alguna medida, procuran poner a prueba y sostener un aserto, as como defenderse y acusar. Ahora bien, en la mayora de los casos, unos lo hacen sin pensar, y otros, como resultado de un hbito producto de su temperamento. (Retrica 1354a)

Antes de Aristteles, Teofrasto ya haba relacionado la retrica con el silogismo hipottico[footnoteRef:44], Aristteles tambin lo har, por lo que toda retrica, siguiendo lo establecido en los Analticos primeros, es anapodctica[footnoteRef:45]. La retrica es ,entonces, el instrumento lgico de los discursos, y al ser lgica, su conocimiento es parte del entendimiento comn[footnoteRef:46]; de ah que la Retrica de Aristteles no deba leerse como un manual de argumentacin[footnoteRef:47], ni como un texto prescriptivo que valoriza a la retrica a partir de categoras morales, tal como lo hara Platn en sus dilogos Gorgias, Repblica, Fedro y Teeteto, en incluso el Estagirita en la Poltica; o como un texto analtico de los argumentos retricos, porque la Retrica no intenta demostrar, ni refutar nada (aunque en la Retrica haya algunas ejemplificaciones, esto se desarrolla ampliamente en los Tpicos y en las Refutaciones sofsticas), a los que Aristteles, en la Retrica, se remite constantemente[footnoteRef:48]; la Retrica debe leerse como una simple exposicin de lo que es la retrica. Por lo tanto, la intencin del Estagirita, en la Retrica, no es saber si la retrica es buena o mala, ni si es la dialctica una superacin moral de ella, y la sofstica un detrimento, sino es hacer una reduccin descriptiva del fenmeno retrico. Nos dice Quintn Racionero en su Introduccin a la Retrica de Aristteles: [44: Cfr. Quintn Racionero: Introduccin a la Retrica de Aristteles. Madrid: Gredos, 1990. P. 37. ] [45: Analticos primeros: 57b:20-40. ] [46: Constantemente Aristteles afirma una especie de infalibilidad del sentido comn, que es el entendimiento de las mayoras y la lgica nace de l. V.g: Tpicos 100b. Segn el Estagirita, esto tiene una justificacin psquica: Cfr. Aristteles: Sobre el alma Esta temtica la abordamos en nuestra pgina anterior. ] [47: Algunos le adjudican a Aristteles un manual de retrica llamado Retrica a Alejandro, que parecer ser ms bien, de Anaxmenes de Lampsaco. ] [48: V.g. Retrica: 1335a. ]

Tpicos, dialctica y retrica constituyen dos disciplinas paralelas, o mejor, dos tcnicas complementarias de una misma disciplina, cuyo objeto es la seleccin y justificacin de enunciados probables con vistas a construir con ellos razonamientos sobre cuestiones que no pueden ser tratadas cientficamente[footnoteRef:49]. [49: Cfr. Quintn Racionero: o.c, p. 36. ]

En este apartado, una vez sentada nuestra interpretacin de la postura de Aristteles ante el fenmeno retrico, expondremos, sucintamente, la importancia del en el Corpus aristotlico, apoyndonos, constantemente, tanto en los Tpicos y en los Primeros analticos, as como en las Refutaciones sofsticas. En espaol, tradicionalmente, se ha traducido como refutacin, de ah que al , lo conozcamos como Refutaciones sofsticas, aunque una traduccin ms literal sera, Sobre los elencos de los sofistas.

2. El en la Retrica

Deberamos comenzar intentando definir aquello que Aristteles comprenda como [footnoteRef:50], que se exponen, y se ejemplifican, ampliamente en las Refutaciones sofsticas, es por eso que es en tal texto, y no en la Retrica donde debemos rastrear su definicin, (aunque Aristteles le dedique a los dos captulos en la misma, los libros XXIV y XXV[footnoteRef:51]), dice el estagirita en la introduccin de las Refutaciones sofsticas[footnoteRef:52]: [50: ] [51: Cfr. Retrica: 1401a- 1403a] [52: Aristteles: rganon I (Refutaciones sofsticas). Trad. Miguel Candel Candel San Martn. Madrid: Gredos, 1994. ]

Hablemos acerca de las refutaciones sofsticas y de las refutaciones aparentes, que son en realidad razonamientos desviados[footnoteRef:53] y no refutaciones [] Que unos son razonamientos[footnoteRef:54], pues, lo son realmente, y otros, aunque no lo son, lo parecen, es manifiesto. En efecto, as como sucede esto por causa de la semejanza, as tambin pasa con los argumentos (Refutaciones sofsticas 164a) [53: ] [54: , , .]

Una vez afirmado que existen razonamientos correctos ( --silogismos--, que se oponen a razonamientos incorrectos paralogismos--), es precisa la distincin y relacin relacin entre retrica, sofstica, dialctica a partir de sus argumentos. Las reglas de la lgica, as como el correcto uso (los famosos lugares: topos) se exponen tanto en los Primeros analticos, como en los Tpicos, y es preciso conocer estas formas correctas de razonamiento para poder hacer frente, e incluso utilizar, los recursos sofsticos y retricos, siendo el slo uno de los tantos que existen, aunque sea el ms utilizado. La Retrica intenta auxiliar a aquellos que pretendan tales recursos para ganar disputas, las Refutaciones sofsticas son una exposicin analtica a los recursos de la Retrica, pero tambin de la erstica. No olvidemos que saber defender la tesis ms probable (determinada mediante una tcnica de persuasin que conduce a la aceptacin, y para ello se utiliza el silogismo) es el oficio del retorico; el erstico utiliza paralogismosSegn las Refutaciones sofsticas, existen cuatro gneros de argumentos[footnoteRef:55] en la discusin: didcticos, dialcticos, crticos y ersticos. Los didcticos son los que prueban a partir de principios y no de opiniones; los dialcticos los que prueban la contradiccin a partir de cosas plausibles; los crticos aquellos que se construyen a partir de cosas que resultan plausibles para el que responde y que es necesario que sepa el que presume tener un conocimiento; y por ltimo, los ersticos son los parten de cosas que parecen plausibles pero no lo son, prueban o parecen que prueban[footnoteRef:56]. Desde este mbito se pueden delimitar los tipos de argumentos que utiliza la Retrica, que son los dialcticos y los crticos. La plausibilidad de los argumentos, como ya vimos, se forma desde el sentido de los silogismos. Por ende, aunque no sean infalibles, si pretendemos ser justo con la metodologa aristotlica, siempre que hablemos de argumentos, debemos remitir a la silogstica, que bien puede ser llamada silogstica. No en vano la Retrica est llena de apelaciones a esta tcnica de anlisis de los argumentos. A cada argumento le corresponde un lugar, y las condiciones de los lugares son aquello que sea predicable sobre el ser (accidente, gnero, especie, etc.)[footnoteRef:57], empero, cuando los argumentos no tiene intenciones silogsticas, por lo ya citado en la introduccin de las Refutaciones sofsticas, se incurre en los falsos razonamientos (paralogismos), y segn el estagirita, estos tienen cinco fines: la refutacin, la falsedad, la paradoja, la incorrecin y el hacer que el interlocutor parlotee vanamente[footnoteRef:58]. Tambin nos dice Aristteles que los sofistas, sobre todo, intentan refutar, y si no lo pueden hacer, apelan a la falsedad; si no, conducen a la paradoja y cuando ya no pueden ms, slo parlotean[footnoteRef:59]. Una vez afirmado que el recurso ms utilizado por los sofistas es el , segn las Refutaciones sofsticas[footnoteRef:60], los , se clasifican en: en funcin de la expresin, al margen de la expresin y a la reduccin a falsas refutaciones; posteriormente nos dice que todos estos argumentos son razonamientos desviados y encuentran su error en las falsas apelaciones a la homonimia y al enunciado[footnoteRef:61], desviados, mas no errados, por los Analticos primeros (que citaremos ms adelante) sabremos que los son una clase de entimemas. [55: Resulta muy interesante la distincin aristotlica entre razonamiento y argumento (, y ), este no es lugar para aclarar o indagar la cuestin, pero parece ser que la distincin principal, segn la introduccin a los Analticos primeros (24a-10) es que el silogismo es aqul argumento, bien estructurado, que conduce, dialcticamente, a la entelequia. La refutacin sofstica respeta la estructura silogstica (aunque son entimemas), las refutaciones aparentes siempre son a partir de paralogismos. ] [56: Cfr. Refutaciones sofsticas: 165b:20. ] [57: Cfr. Tpicos: 102a. ] [58: Cfr. Refutaciones sofsticas: 165b-15. , .] [59: Ibd. 165b-15-20. ] [60: Cfr. Refutaciones sofsticas: 165b-15. ] [61: Ibd. 169a-20-15. ]

En ltimo captulo del octavo libro de los Tpicos, que nos anuncian al noveno libro (las Refutaciones sofsticas[footnoteRef:62]), nos dice Aristteles que los son entimemas (refutaciones aparentes o plausibles)[footnoteRef:63]; por lo que nos es preciso indagar sobre aquello que el estagirita entenda por entimema, nos dice en los Analticos Primeros: [62: Las Refutaciones sofsticas son el noveno libro de los Tpicos. Cfr. Ingemar Dring, o.c, p. 100. ] [63: Cfr. Tpicos: 164a. ]

El razonamiento probable[footnoteRef:64] es un razonamiento a partir de verosimilitudes o signos: aunque lo verosmil y el signo no son lo mismo, sino que lo verosmil es una proposicin plausible: en efecto, lo que se sabe que la mayora de las veces ocurre as o no ocurre as, o es o no es, eso es lo verosmil. (Analticos primeros 70a-10) [64: ]

Por lo tanto, los entimemas no son paralogismos, su estructura es correcta, pero pueden, o no pueden, tener relacin con la realidad. En los Analticos primeros, Aristteles tambin nos define, y analiza, al , que es un tipo de contrarrazonamiento[footnoteRef:65], dice el Estagirita: [65: A este tipo de argumentos tambin se les llama contrasilogismos o silogismos negativos. ]

Ya que tenemos claro cundo y con qu relacin entre los trminos se forma un razonamiento, resultar evidente tambin cundo habr y cundo no habr refutacin [] En efecto, haba razonamientos tanto si los trminos se comportaban de esta manera como de aqulla, de modo que, si lo establecido es contrario a la conclusin, necesariamente se producir refutacin: pues la refutacin es la prueba por razonamiento de la contradiccin. (Analticos Primeros 66b-5-10[footnoteRef:66]) [66: Este pasaje lo citamos para mostrar el modo en el que Scrates utilizaba el . Vid supra. P. 11. ]

Como ya dijimos, en la Retrica, Aristteles nos dice que el (refutativo) es una de las dos clases de entimemas (demostrativos y refutativos), que se distinguen como la refutacin y el silogismo en la dialctica[footnoteRef:67]. El entimema demostrativo es aqul en el que se hace la deduccin partiendo de premisas afirmativas[footnoteRef:68], mientras el entimema refutativo se parte de premisas contradictorias[footnoteRef:69]. Segn el estagirita, gozan ms reputacin los entimemas refutativos que los demostrativos, porque la refutacin es posible, o porque se aduce una objecin o porque se propone un contrasilogismo (ambos entimemas), ambos se proponen desde lugares comunes que resultan plausibles, por lo que no tienen la garanta de la primera forma del silogismo pero s una estructura lgica correcta, es decir, no son paralogismos; los demostrativos, aunque tambin cuentan con una estructura silogstica correcta, siempre pueden ser deshechos con un contrasilogismo, porque su lugar es la didctica, no la dialctica[footnoteRef:70]. En una disputa, las objeciones se aducen de cuatro maneras: a partir de lo mismo, de lo semejante, de lo contrario o de juicios ya hechos[footnoteRef:71]. Todos los entimemas, dice el Estagirita, se aducen desde cuatro lugares comunes: la probabilidad, el ejemplo, la prueba concluyente y el signo; los que aparentan ser reales son a partir de la probabilidad; los que son a partir de la induccin, el ejemplo; los que son a partir de la necesidad, los de prueba concluyente; y, los que son a partir de la existencia o la no existencia, los de signo[footnoteRef:72]. Todas las objeciones, generalmente paralogcas, pueden ser refutadas desde los cuatro puntos de partida de los entimemas, cuya estructura siempre cumple con la estructura del silogismo, por ello el que defiende siempre se encontrar en ventaja ante el que acusa[footnoteRef:73]. Dice Aristteles: [67: Recordemos lo ya citado de los Analticos primeros (vid. supra p. 17), los son entimemas que son silogismos probablesnegativos o contradictorios. El silogismo demostrativo es la primera figura del silogismo; el entimema demostrativo, es la forma afirmativa de la segunda figura del silogismo. ] [68: Por lo tanto tambin por doble negacin. ] [69: Cfr. Retrica: 1396b-25. ] [70: Cfr. Retrica. 1402a-30.] [71: Ibd. 1402b.] [72: Ibd. 1402b-15:25. ] [73: Ibd. 1402-25:30. ]

Por esta razn, pues, el que defiende siempre est en situacin ventajosa sobre el que acusa en virtud de este paralogismo. Porque, el efecto: como, por una parte, el que acusa, ha de hacer sus demostraciones sobre la base de las probabilidades, como no es el mismo refutar que algo no es probable a que algo no es necesario, y como lo que siempre puede ser objeto de objecin es lo que ocurre la mayora de las veces (pues lo probable no podra ser, conjuntamente, lo que se da siempre: lo que se da siempre es tambin lo necesario); pero adems, como por otra parte, el juez, si la refutacin se hace de ese modo, o bien considera que el hecho no es probable, o bien que no le corresponde a l juzgarlo, porque encierra paralogismos (segn dijimos) [] Que todo signo es impropio para un silogismo es, en efecto, evidente ya para nosotros desde los Analticos primeros [] En cuanto a los argumentos concluyentes, y a los entimemas que se basan en ellos, no pueden ser refutados por que sean impropios de un silogismo, de modo que el nico medio que queda es demostrar que el argumento alegado no es pertinente. Pero si resulta manifiesto que s es pertinente y que se trata de un argumento concluyente, entonces se hace por completo irrefutable: todo se convierte, en efecto, en una demostracin por existencia. (Retrica 1402b:30-1403a:15)La leccin del en la Retrica, y en general en todo el Corpus aristotelicum, es que hay dos clases de : la clase de que se utilice, ser un buen parmetro, para considerar si la disputa ser dialctica, crticos o ersticos. Los dialcticos y retricos son entimemas con estructura silogstica, y por lo tanto lgica, en cambio los ersticos son paralgicos y buscan, simplemente, conducir las disputas a trminos irrefutables, irrefutables porque no existen las condiciones de dilogo. Empero, esto ya no es materia del presente trabajo, los (que son tpicos) utilizados por los sofistas (sin importar si son dialcticos, retricos o ersticos), como ya hemos dicho, es el punto central de las Refutaciones sofsticas, que recuperamos aqu porque las consideramos el alma de la retrica, es imposible la retrica que no parte de la contradiccin de alguna tesis o interlocucin, recordemos que el es el argumento hecho a partir de la contradiccin. En la Retrica, Aristteles intent mostrar las artimaas de aquellos que conducen las disputas siempre a sus trminos, recordemos que, segn algunos, por ejemplo Dring[footnoteRef:74], la Retrica es un texto de la juventud de Aristteles, apenas posterior a los Tpicos. Tampoco olvidemos que las Refutaciones sofsticas fueron aadidas a los Tpicos como noveno libro de ellos, por lo que las Refutaciones sofsticas parecen ser una superacin de algunas cuestiones expuestas en la Retrica; todo lo anterior resulta ms que plausible cuando notamos que, a pesar de la similitud de temticas, jams se cita en la Retrica a las Refutaciones sofsticas, y todo lo dicho sobre el en ella, se vuelve a enunciar (de forma mucho ms ampliadas) en el noveno libro de los Tpicos. As mismo, tampoco se cita a la Retrica en las Refutaciones sofsticas, quizs porque no queda claro si la Retrica es uno de los llamados textos esotricos (escritos por Aristteles para uso privado, presumiblemente dentro del Liceo), o si alguna parte s fue exotrica y el resto (esotrico) fue aadido por algn editor posterior[footnoteRef:75], algo similar a lo que sucede con la tica Nicomquea, cuyos ltimos cuatro libros parecen ser un aadido[footnoteRef:76]. Sin embargo, vale la pena recuperar el anlisis de la Retrica, porque no es tan tcnico como lo son las Refutaciones sofsticas; en la Retrica el punto de partida son los argumentos y la dialctica; en las Refutaciones, la silogstica, la dialctica, la crtica y la erstica; es decir, en general, todos los recursos del lenguaje para las disputas, sin importar si son lgicas o paralgicas. [74: Cfr. Ingemar Dring, o.c, pp.120-121. ] [75: Digenes Laercio, cuando cita las obras de Aristteles menciona ] [76: Cfr. Ingemar Dring, o.c, pp. 312-315. ]

3. Scrates: el filsofo o el sofista; una sucinta distincin entre dialctica y retrica, desde un punto de vista aristotlico (conclusin)Si queremos hacer una valoracin de todo lo ya abordado, nos resulta natural preguntarnos, entonces qu es la filosofa?, es inherente a ella todo tipo de recursos argumentativos para justificar sus tesis?, si queremos ser buenos aristotlicos, as ser; y la labor ser discernir los argumentos, o encontrar algn tipo de conocimiento ms certero; a esa bsqueda bien se le podra llamar filosofar. Aristteles inaugur una forma de hacer filosofa, sin duda, es el primero que propone un sistema con categoras bien definidas y entrelazadas, y, prcticamente, su empresa ser el lugar comn desde del que otros intentarn emprender. Aristteles no slo es el fundador del Liceo, sino de un gnero literario, que bien puede llamarse exposicin filosfica, que es el prototipo expositivo de todo lo que hoy conocemos como texto cientfico de no-ficcin. Por lo tanto, el epteto que Santo Toms de Aquino le otorg al Estagirita, no es nada errado: Aristteles es el Filsofo. Creo que bien podemos llamar, a la empresa del Filsofo, como una crtica; Aristteles es el primero que intenta abordar crticamente (valga la redundancia) las tesis de otros filsofos, pero no slo con simples , sino intentando con un mtodo, en su caso, el dialctico. La dialctica aristotlica, claramente de influencia platnica, intenta ser crtica con ella misma; mostrando cuando ella es limitada, denunciando dudosas figuras argumentativas que, desde siempre, han sido utilizadas por los hombres. Aun as, no me convence Aristteles como hombre de carne y hueso, quizs, tanto anlisis lo alej de aquello a lo que invitaba contemplar; quizs la condena del filsofo que se lanza a empresas como la de Aristteles, sea invitar a la contemplacin pero no realizarla. Me atrevo a decir que, todos los que intentamos dedicarnos a esta actividad, tenemos esas dos opciones: describir e invitar o vivir y dar el ejemplo; evidentemente, son ms los primeros. En cambio, el Scrates literario, que conocemos a travs de Platn, aunque literario, es mucho ms hombre de carne y hueso[footnoteRef:77], sin perder la condicin de filsofo; evidentemente, si lo juzgamos desde el rigor aristotlico, nos parecer un simple sofista ms. Si hubo un denunciante de los sofistas fue Scrates, pero l hizo su denuncia utilizando los mismos recursos que ellos; quizs, porque l saba (de antemano), que empresas como la de Aristteles siempre aterrizan en lo que a l siempre conduca: la apora. [77: Quizs por ser un buen personaje literario es mucho ms hombre de carne y hueso. ]

La dialctica aristotlica y la dialctica socrtica tienen fines distintos, el fin de la dialctica socrtica (incluidos sus ) es conducir a la apora, y de ah a dos derroteros: la contemplacin de las ideas (, que inevitablemente tendrn que llegar dialcticamente), o a la , que es despreciada; la dialctica aristotlica, irnicamente, se sostiene en una en los principios que el deduce; y como sabemos, tal como se explica en el Sobre el alma[footnoteRef:78], el es una especie de conexin con los dioses; el es nuestra capacidad de aprehender y captar, y aquello, no puede ser explicado desde s mismo; recordemos que el Estagirita tambin defenda que los principios no pueden ser justificados, porque si no, no seran principios[footnoteRef:79]. Luego entonces, las posturas socrticas y aristotlicas, y en este caso no slo las dialcticas, no son tan distintas, Scrates (o quizs, ms bien, Platn) va hacia, y parte, de las ideas, a veces, pareciendo despreciar todo lo terrenal, donde parece que la sabidura se esconde; Aristteles, aunque no se olvida de las ideas, considera tambin importantes los fines y los datos e intenta, tambin, valorarlos. Luego, Platn y Aristteles cumplen la promesa de la dialctica, indagar para al menos llegar a aceptar que poco sabemos, pero salvando los datos. [78: Cfr. Sobre el alma:] [79: Cfr. Analticos segundos: 71a-71b]

Esto resulta difcil de aceptar si tenemos una visin moderna de Aristteles, una especie de filsofo (ms similar a Kant o a Hume) que intentaba dar cuenta del mundo con nuestro concepto (moderno) de ciencia y de ver a Scrates-Platn, como unos necios que crean en entidades divinas[footnoteRef:80]. No olvidemos que Aristteles es mucho ms influyente que Platn para las teologas abrahmicas. [80: Hay todo tipo de justificaciones respecto a esto, desde analticos que omiten la lgica aristotlica por su laxo rigor al hablar de principios; o heideggerianos, con discursos pseudofilolgicos, que culpan a las tradiciones (sobre todo a la latina) de leerlos mal. Esto tampoco quiere decir que le d razn a las lecturas testas que se han hecho sobre Aristteles; me parece que la riqueza contempornea del Estagirita, est, justamente, en ste debate hermenutico. ]

Todo esto resulta natural a la luz de la dialctica y de la retrica, ambas concluyen en una indeterminacin: el humano. Tanto la dialctica, como la retrica, tienen como fin una persuasin, y tal contenido, rebasa por mucho, todos los anlisis lgicos que se puedan hacer al respecto. Los hombres tenemos necesidad de polmica, porque (como bien anticip Scrates), solemos no saber; el problema es que todos creemos que sabemos, e, inevitablemente, quizs en eso consiste el humano, intentamos convencer. Luego, es completamente natural el compartimiento del sofista, el problema es que conduce a fines distintos a los nobles que busca el filsofo. Por esto, resulta inevitable preguntarse: es anterior, o posterior, la tica a la retrica y a la sofstica?, y por lo tanto, la pregunta ms compleja sera, cul es la fuente de la tica? De nuevo, apelando a Aristteles, estos principios se dan desde la , y quizs este intento de convencimiento desde la , sea la semilla de toda polmica humana, y por lo tanto de la filosofa. A esa , cuando la enunciamos hacia los otros, se le llama . Aqu tenemos dos opciones, aceptar como Protgoras que todo es , o aferrarnos a la promesa platnica y aristotlica de que hay . Empero, slo es posible la en tal ; pero quizs, esa sea completamente racional, e incluso necesaria, para poder aspirar a algn conocimiento. La silogstica aristotlica (dialctica) justamente busca ello, a partir de nuestras condiciones y posibilidades, encontrar aquellos juicios que parezcan verosmiles, al menos en su estructura, ante nuestro , que es comn. Por lo tanto, el fin de la dialctica es discernir estructuras que nos puedan conducir a posibles verosimilitudes. El fin de la retrica, tanto en Platn, como en Aristteles, es persuadir ante aquellos principios que resultan loables, pero la determinacin de tales principios loables, son labor de otra disciplina: la tica. Scrates ser filsofo, o ser sofista, de acuerdo a lo que buscamos, si compartimos sus principios y lo que considera loable, sin duda ser un filsofo; si consideramos que sus principios no son loables, y que llega a tales conclusiones a partir de artimaas sofsticas, las mismas que l denunciaba, ser un sofista; y para ello, irnicamente, recurriremos a la dialctica y a la retrica, aprobndolo o denuncindolo; seguramente montando , y cuidando mucho nuestros argumentos para no caer en contradicciones, pero el contenido de nuestros argumentos no es determinado por ello. Ya que los argumentos no son determinados por ello, porque la dialctica y la retrica carecen de contenido, nos tendremos que lanzar a la indagacin para adquirir nuevas tesis que emplearemos para disputas futuras pero, qu es aquello que nos hace seleccionar, o tener cierto gusto, por ciertas tesis? Sin duda, una disputa que concluir en una apora, para la que utilizaremos la dialctica y la retrica. Algunos, por estas limitadas condiciones, siguen apostando a un lenguaje infalible en el que no quepa todo esto, empero, para justificar, tendrn que utilizar los recursos que tanto desprecian. Es evidente que conocer la, y nuestra, naturaleza es una labor ms que compleja.

4. Bibliografa

Fuentes clsicas (y sus estudios introductorios): Aristteles:Platn:Digenes Laercio:

Fuentes modernas: Cornford:Dodds:Dring, Ingemar: Hadot: Jaerger: Reale:

Diccionarios:CorominasPabn de Urbina: 1