Visión del Padre e incorruptela según san Ireneo.pdf

43
Vision del Padre e incorruptela segun san Ireneo La vision de Dios segun san Ireneo ha interesado a la critica estos ultimos anos incluso en la fase ùltima, después del Milenio ο Reino del Hijo 2. Pero ninguno ha formulado la compleja problemàtica a que responde en el obispo de Lión, ni se ha detenido en su anàlisis. Interfieren aqui multitud de temas, y hay el peligro de confundirlos, llegando a conclusiones demasiado genéricas, en autor que da lugar a otras muy caracte risticas. Del Milenio a la vision del Padre. - El hombre accede, en cuerpo y alma, a la vista del Hijo, para de ella subir a la de Dios Padre. A raiz de la resurrección primera, los justos reina ràn junto con Cristo en la (renovada) tierra, "crescentes ex visione Domini, et per ipsum assuescent capere gloriam Dei Patris" 3. Miembros de la Iglesia rediviva, y configurados en ella a la imagen del Hijo, los habitantes del Milenio se dispo nen a la perfecta madurez: "maturescens (homo) ad videndum et capiendum Deum" 4. Se adivina el significado del incremento y maduración, durante los mil afios del Reino. Mas en cuerpo que en alma, segùn los postulados de la antropologia de Ireneo, no ha de concebirse corno crecimiento orgànico al modo del Bautista (Le 1 Véase E. Lanne, La vision de Dieu dans l'oeuvre de saint Irénée, Irénikon 33, 1960, 311-320. 2 Véase R. Tremblay, La manifestation et la vision de Dieu selon saint Irénée de Lyon, Miinster 1978, 150-156. A pesar del titulo son muy breves las pàginas que consagra a la vision final del Padre. 3 adv.haer. V, 35,l,18ss 4 IV, 37, 7, 176s

Transcript of Visión del Padre e incorruptela según san Ireneo.pdf

  • Vision del Padre e incorruptela segun san Ireneo

    La vision de Dios segun san Ireneo ha interesado a la critica estos ultimos anos incluso en la fase ltima, despus del Milenio Reino del Hijo 2. Pero ninguno ha formulado la

    compleja problemtica a que responde en el obispo de Lin, ni se ha detenido en su anlisis. Interfieren aqui multitud de temas, y hay el peligro de confundirlos, llegando a conclusiones demasiado genricas, en autor que da lugar a otras muy caracte risticas.

    Del Milenio a la vision del Padre. - El hombre accede, en

    cuerpo y alma, a la vista del Hijo, para de ella subir a la de Dios Padre. A raiz de la resurreccin primera, los justos reina rn junto con Cristo en la (renovada) tierra, "crescentes ex visione Domini, et per ipsum assuescent capere gloriam Dei Patris" 3. Miembros de la Iglesia rediviva, y configurados en ella a la imagen del Hijo, los habitantes del Milenio se dispo nen a la perfecta madurez: "maturescens (homo) ad videndum et capiendum Deum" 4.

    Se adivina el significado del incremento y maduracin, durante los mil afios del Reino. Mas en cuerpo que en alma, segn los postulados de la antropologia de Ireneo, no ha de concebirse corno crecimiento orgnico al modo del Bautista (Le

    1 Vase E. Lanne, La vision de Dieu dans l'oeuvre de saint Irne, Irnikon 33, 1960, 311-320.

    2 Vase R. Tremblay, La manifestation et la vision de Dieu selon saint Irne de Lyon, Miinster 1978, 150-156. A pesar del titulo son muy breves las

    pginas que consagra a la vision final del Padre. 3 adv.haer. V, 35,l,18ss 4 IV, 37, 7, 176s

    36:23 PM

  • 200 ANTONIO ORBE, S.I.

    1,80) de Jess (Le 2,40 y 52) en los tiempos histricos, sino corno incremento de los justos en idoneidad fisica ('in corpore') para la futura vision del Padre.

    De la Sarx rutilante del Senor fluir, corno de sol, la

    plenitud del 'Espiritu filial' sobre la sarx de Sus companeros de Reino, los justos redivivos 5. Y crecern stos 'secundum car nem' en el Espiritu filial. Incrementando la 'qualitas Spiritus (filialis)', se espiritualizarn y filializarn cada vez mas, confor me al modo de ser y actuar de la Carne gloriosa del Hijo. Los actos de los justos sern fisicamente mas espirituales y divinos, mas filiales y parecidos a los de Jesus, mas allegados a la eficacia del propio Espiritu (glorificante) del Hijo sobre Su Sarx, y por lo mismo mas similares a las vivencias 'secundum carnem' de Cristo.

    El tope y medida ideal de tal incremento "ex visione Domi ni" es la adaptacin perfecta a la Caro rutila de Jess.

    No hay lugar en el Milenio a la vista del Padre ni a la

    incorruptela. El ejercicio de los habitantes del Reino es la meditatio incorruptelae, la meditatio visionis Patris; no la pro pia vista de Dios.

    El Milenio dispone a los justos 'secundum carnem' median te la visio Domini a la gnosis del Padre. Y hace de la vista del Senor la 'meditacin (o ejercicio preparatorio) de la Vista de Dios Padre'.

    "Los buenos filsofos se ejercitan en morir" 6. La filosofia es una meditatio mortis 7. El 'quotidie morior' paulino (1 Cor 15, 31) imprime nuevo sesgo a la idea gentil, convirtiendo la actual existencia en una meditacin cristiana de la muerte 8.

    El Milenio a su vez no es an reino de Incorruptela, sino vestibulo de l. Los justos, en comparita de Cristo, se ejercitan para la vista de Dios, sosteniendo de hito en hito la del Senor e incrementando con el Espiritu filial (resp. Gloria del Hijo) la capacidad fisica de la sarx para la vision paterna: 'sic et vere

    5 Para simplificar, prescindo de la eficacia de la vista de Cristo sobre la carne de los 'supervivientes', no redivivos (1 Thes 4, 17), 'derelicti' isaianos (Is 6,12). Cf. V, 35,l,10ss. 6

    Platn, Fedn 67 DE 7 ibid.81 A. - Cf. J.H. Waszink, Tert. De anima, Amsterdam 1947, 473 (ad Anim. 43,12); P. Courcelle, Recherches sur, les 'Confessions' de S. Augustin2, Paris 1968, p. 330. 8 Vase G. Madec, Saint Ambroise et la philosophie, Paris 1974, p. 30s.

    36:23 PM

  • VISION DEL PADRE E INCORRUPTELA 201

    praemeditabitur incorruptelam et augebitur et vigebit (homo) in

    regni temporibus, ut fiat capax gloriae Patris" 9. Los verbos 'augebitur et vigebit' responden al crecimiento,

    en vigor de espiritu, de la humana caro, para sostener en su dia de hito en hito la vision del Padre. Como quien acostumbra los

    ojos de una claridad a otra para recibir el golpe final definitivo de la Luz paterna. El justo se dispone a la vision del Padre; se

    adapta corno hombre, 'secundum carnem', a la intuicin de Dios. Ahi mira todo lo dems: vista del Senor glorificado, y participacin consiguiente en el Espiritu filial infundido de Sarx a sarx por Cristo a sus comparieros de reino.

    El Milenio pertenece aun a la economia del Hijo. Interme dio entre la dispensacin del Espiritu y la definitiva del Padre, responde al proceso graduai iniciado por el Espiritu, continua do por el Hijo, y consumado por el Padre. Dentro adems de la tradicin de los Presbiteros:

    "Hanc esse adordinationem et dispositionem eorum

    qui salvantur dicunt Presbyteri Apostolorum discipuli, et

    per hujusmodi gradus proficere, et per Spiritum quidem (ad) Filium, per Filium autem ascendere ad Patrem, Filio

    deinceps cedente Patri opus suum" 10.

    La economia del Espiritu proftico dura todo el Antiguo Testamento. Sigue la del Hijo, durante el N.T.: con dos etapas (para los justos), antes y despus del Milenio. Y por ltimo la fase definitiva, gobernada por el Padre.

    Ireneo indica las mismas tres etapas, en funcin del Espiri tu: proftico, a lo largo del A.T.; adoptivo, a lo largo del N.T.; y paterno, en la eternidad. El hombre ( = plasma), nacido imper fecto, y destinado a la semejanza perfecta con Dios, inicia el

    proceso con la vision proftica, contina con la adoptiva, y acaba con la vision del Padre.

    "Homo etenim a se non videbit Deum; ille autem volens videbitur hominibus, quibus vult et quando vult et

    quemadmodum vult; potens est enim in omnibus Deus, visus quidem tunc per Spiritum prophetice, visus autem et per Filium adoptive, videbitur autem et in regno caelo

    9 adv.haer. V, 35,2, 113ss 10

    V,36,2,39ss

    36:23 PM

  • 202 ANTONIO ORBE, S.I.

    rum paternaliter, Spiritu quidem praeparante hominem in Filio Dei Filio autem adducente ad Patrem, Patre au tem incorruptelam donante in aeternam vitam, quae uni

    cuique evenit ex eo quod videat Deum" 12.

    Lo humanamente imposible, es factible para Dios 13. La vista de Dios por el hombre 'secundum carnem', imposible humanamente, se hace posible merced a la economia generosa adoptada por el Creador para la humana plasis; merced a la tarea de Sus dos manos, Hijo y Espiritu Santo.

    El proceso de adaptacion de la humana sarx a la vista del Padre, (.tiene solucin de continuidad?

    La humana carne, disciplinada a lo largo del A.T. bajo la accin del Espiritu Santo (proftico), pasaria espontnea y sua vemente a manos del Espiritu de adopcin (filial) durante el N.T.; para, a la postre, ir sin salto del Reino (quiliasta) de Cristo al Reino de Dios.

    En rigor, hay verdadera solucin de continuidad en los dos momentos clave: en el trnsito del A. al N.T. y en el paso del Milenio a la eternidad definitiva.

    El trnsito del A. al N.T. requiere la parusia, en carne, del Hijo. Entrana fundamentalmente dos fenmenos: la Encarna cin del Verbo, y Su glorificacin Resurreccin en carne. La eficacia del Espiritu de filiacin adoptiva no contina simple mente la del Espiritu proftico, en linea puramente trinitaria: corno si a la accin del Espiritu Santo sobre la humana sarx siguiera, en la plenitud de los tiempos y supuesta la anterior preparacin del hombre, la accin del Verbo. Con la Encarna cin, Bautismo y Resurreccin de Cristo cesa el Espiritu profti co (resp. su eficacia), e inicia - con eficacia conjunta del Verbo y de la Sarx - el Espiritu de filiacin: Espiritu, corno proceden te del Verbo; de filiacin, corno procedente de la Sarx asumida a la persona (Encarnacin) y claridad (Resurreccin) del Hijo.

    El paso de una economia a otra, de la Antigua a la Nueva, est en funcin de la humana Sarx de Cristo; e introduce un

    " Asi los mejores cdices. Sin olvidar el proceso del gnero humano por las etapas del Espiritu (A.T.) y del Hijo (N.T.), acentua aqui Ireneo el individuai en Cristo: el Espiritu del Jordan dispone eri el Hijo de Dios al hombre; el Hijo redivivo se lo Ile va - en la Ascensin - al Padre; y por fin, el Padre le otorga - siempre al homo de Cristo - la Vida eterna incorruptela. 12 adv.haer. IV, 20,5, 108ss. 13 Cf. Le 18,27.

    36:23 PM

  • VISION DEL PADRE E INCORRUPTELA 203

    novisimo estatuto en la disciplina de la familia humana, pen diente ya no del Hijo conio tal, sino de Su Carne glorificada (Caro Spiritus).

    Digase lo propio, del trnsito de la economia del Hijo (resp. Espiritu de filiacin de adopcin) a la del Padre. Entre una y otra, media el Juicio final, preparado por el Milenio

    (para los justos) por la resurreccin (para los impios). Los justos resucitan directa e inmediatamente para el Mile

    nio, y reinan - todavia dentro de la dispensacin del Hijo - en comparila de El, moradores de la tierra (renovada). Se dispo nen a la economia de Dios Padre; y aguardan la sentencia de Cristo, para adentrarse luego en la eternidad.

    Los impios resucitan, en cambio, directa e inmediatamente en orden al Juicio; reciben la sentencia de Cristo, y pasan, corno a etapa definitiva, al fuego eterno.

    En ambos casos, para impios y para justos, intermedia el Juicio universal, que separa el rgimen precedente gobernado por el Hijo, del subsiguiente dominado por el Padre. Para el

    paso de un rgimen a otro se requiere la resurreccin de la carne. Unos y otros vivieron, hombres 'secundum carnem', a lo

    largo de las dos precedentes economias del Espiritu ( = A.T.) y del Hijo ( = N.T.); y hombres tambin 'secundum carnem' ha brn de entrar en la fase definitiva 14.

    Ireneo denuncia de modo explicito, para los justos, el rgi men final gobernado por el Padre (resp. vision paterna, Espiri tu paterno, luz paterna). Omite hablar de la suerte paralela de los impios. La presupone. El 'ignis aeternus', dispuesto por Dios Padre para el diablo y secuaces, representa, paratamente al rgimen eterno de los justos, la vertiente de la dispensacin definitiva y unica del Padre que mira a los impios.

    El Juicio rompe la continuidad entre la economia del Hijo y la del Padre; pero entindase crno. Salta a la vista que la

    dispensacin del Hijo se ordena a la del Padre. El problema est en si el paso de una economia a otra tiene lugar espont nea y necesariamente, por solo cambio de objeto, sin mudanza

    alguna en la virtud principio visual; requiere nueva Luz. En el primer caso, los justos habilitados por Cristo para la vision del Padre, aguardarian simplemente el Juicio (resp. la sentencia favorable), para de ver a Cristo pasar a ver al Padre

    Cf. adv.haer. V, 30,4,108ss.

    36:23 PM

  • 204 ANTONIO ORBE, S.I.

    con la misma luz. En el segundo caso, los justos, conveniente mente habilitados por Cristo para la vision del Padre, aguarda rian: a) corno ocasin externa el Juicio (resp. la sentencia favo rable); b) corno interior complemento, nueva virtud (resp. nue vo Espiritu) procedente del objeto mismo llamado a ser intui do; Luz venida de Dios Padre. A la luz procedente de Cristo sucederia, despus del Juicio, la Luz emanada del Padre. Al Espiri tu de filiacin, el Espiritu paterno. El Juicio no indicarla simplemente el inicio de la nueva dispensacin, corno quien ratifica lo que espontnea y necesariamente ha de verificarse entre los justos. El Juicio separarla las dos economias, del Hijo y del Padre. La del Hijo, igual que la anterior del Espiritu (proftico, del A.T.), economia de mrito. La del Padre, econo mia de premio. El Juicio de Cristo haria ver la distancia de una a otra, del mrito al premio.

    Aunque Dios Padre ha destinado al hombre a la Vida eterna en virtud de Su propria vision, no por eso compromete la gratuidad de tal vision. La gratuidad se extiende a todas y cada una de las etapas de la economia. Aunque la del Espiritu (proftico) sea gratuita, no por eso compromete la 'nueva' gra tuidad de la economia del Hijo. Por muy bien dispuestos que se encuentren los justos, a lo largo del Milenio, bajo la accin del Cristo, para la dispensacin del Padre, son incapaces - por sola eficacia del Hijo de subir a la vision de Dios Padre. Una cosa es la idoneidad pasiva, y otra la capacidad activa. Los justos, al trmino del Milenio, tienen la primera: son idneos pasivamente, para ser levantados por el Padre a Su propria vision. Mas no tienen la segunda: no son capaces activamente para subir a la vision del Padre. Cristo les ha otorgado la primera. Solo el Padre les confiere la segunda 15.

    Ireneo entiende asi el Juicio universal. Cristo da sentencia favorable a los justos: no por puro trmite, para introducirles a un rgimen definitivo al que tienen derecho; sino por nueva gracia, para introducirles en rgimen, en si inmerecido, otorga do por el Padre.

    Dios ha querido premiar con Su propia Vision a los com paneros, en el reino, de su Hijo. Mas no est obligado a pre miarlos asi. La dispensacin del Padre, aunque preparada por las anteriores, no est necesitada por ellas.

    Cf. . 221ss.

    36:23 PM

  • VISION DEL PADRE E INCORRUPTELA 205

    En tesis podria el Padre haberse contentado con premiar a los justos, presentndose a ellos 'sub forma Filii', dejndose ver corno Hijo, esto es "lo visible del Padre", "la medida del Pa dre" ,6. tambin, ofrecindose directa e inmediatamente co rno Dios (Padre), a la luz con que se presenta el Hijo a los

    justos: en tal caso, los justos verian - 'ex hypothesi' - al Padre directamente, a la luz proyectada por el Hijo: el objeto visto seria el Padre; la luz, del Hijo.

    El Padre ha querido darse a conocer directa e inmediata mente: a) corno objeto, b) con la luz paterna, procedente del

    propio objeto. Y segun eso, el premio otorgado por Cristo Juez a los justos, segun sentencia evanglica (Mt 25,34), es doble mente gratuito: en su objeto y en su luz (o medio de avanzar lo). De ver a Cristo pasarn a ver directamente al Padre. Y de verle al Hijo a su propia luz, a contemplar a Dios Padre con la Luz paterna 17.

    En definitiva, el Juicio univeral rompe la continuidad en tre la economia del Hijo y la del Padre. Muda el objeto y el medio visivo: el objeto, del Hijo al Padre; el medio visivo, de la luz del Hijo a la Luz del Padre. El cambio tiene razn de

    premio, no de mrito. El Padre gratuitamente ha querido mani festarse directa e inmediatamente al hombre, en cuerpo y alma, con Su propia luz.

    Segun eso, en la etapa final el hombre veria a Dios Padre, en Su propia luz.

  • 206 ANTONIO ORBE, S.I.

    venturanza de los hombres. Naturalmente inasequible e invisi ble, se dar a conocer por condescendencia y afecto a Sus

    amigos; no sin haberlos dispuesto gradualmente a lo largo de los dos Testamentos:

    "Praesignificabant igitur prophetae quoniam videbi tur Deus ab hominibus, quemadmodum et Dominus ait (Mi 5,8): 'Beati mundo corde, quoniam ipsi Deum vide bunt'. Sed secundum magnitudinem quidem ejus et mira bilem gloriam 'nemo videbit Deum et vivet' (Ex 33,20), incapabilis enim Pater; secundum autem dilectionem et humanitatem et quod omnia possit, etiam hoc concedit his qui se diligunt, id est videre Deum, quod et propheta bant prophetae: quoniam (Le 18,27) 'quae impossibilia sunt apud homines possibilia apud Deum'. Homo etenim a se non videbit Deum; ille autem volens videbitur homi nibus, quibus vult et quando vult et quemadmodum vult:

    potens est enim in omnibus Deus, visus quidem tunc per Spiritum prophetice, visus autem et per Filium adoptive, videbitur autem et in regno caelorum paternaliter, Spiritu quidem praeparante hominem in Filio Dei, Filio autem adducente ad Patrem, Patre autem incorruptelam donante in aeternam vitam, quae unicuique evenit ex eo quod videat Deum" 18.

    A superar la trascendencia ( = 'lo invisible') de Dios para la humana carne contribuyen el amor, la condescendencia y el poder omnimodo del Invisible ('secundum... dilectionem et hu manitatem et quod omnia possit'). Advirtase el nfasis: "Por que el hombre, por si ( = espontneamente, en virtud de su naturaleza) no ver (ni podr) ver a Dios. El en cambio, por su voluntad, se les dar a ver a los hombres: a quienes quiere y cuando quiere y corno quiere ('ille autem volens videbitur... quibus vult et quando vult et quemadmodum vult'). Ninguna ley fisica se lo estorba; y menos las leyes de la materia (resp. de la sarx). La voluntad del Padre est por encima de toda natura; la voluntad del Creador por encima de la naturaleza creada:

    18 Iren IV, 20,5, 99ss. - Cf. E. Lanne, La vision de Dieu 314ss; R. Tremblay, Manifestation 151ss; y dos articulos mios San Ireneo y el conoci miento naturai de Dios, Gregorianum 47, 1966, 739ss; La revelacin del Hijo por el Padre segn san Ireneo, Gregorianum 51, 1970, 52ss.

    36:23 PM

  • VISION DEL PADRE E INCORRUPTELA 207

    "Porque Dios es superior a natura ( ); con E1 est el querer, porque es bueno, y el

    poder, porque poderoso, y el llevar a cumplimiento, por que rico y perfecto" 19.

    Pero dando por buena la superioridad de Dios sobre la natura, scrno puede el Padre - invisible del Hijo' - darse a conocer directa y visiblemente a los hombres?, (, equivaldria a sacrificar lo personal y mas intimo de Dios?

    Ireneo ensena claramente la distincin personal del Padre

    y del Hijo, en funcin de la visibilidad ( = cognoscibilidad). El Padre es lo invisible (incognoscible) del Hijo; el Hijo es lo visible (cognoscible) del Padre 20. Y segun eso declara a modo de axioma la necesaria mediacin del Hijo para el humano conocimiento del Padre (cf. Mi. 11,27).

    Vision por similitud. Entre los inconvenientes obvios que tal 'vision en carne' presenta, hay uno de orden gnoseologico. El Padre es inmenso, infinito, invisible; luego directamente ina

    sequible. Solo asequible en el Hijo, medida suya personal. De donde el logion de Mt 11,27: la mediacin necesaria del Hijo para llegar al conocimiento del Padre.

    "Et Patrem quidem invisibilem et indeterminabilem, quantum ad nos est, cognoscit suum ipsius Verbum, et cum sit inenarrabilis, ipse enarrat eum nobis; rursus au tem Verbum suum solus cognoscit Pater.!. Et propter hoc Filius revelat agnitionem Patris per suam manifestatio nem. Agnitio enim Patris est Filii manifestatio: omnia enim per Verbum manifestantur. Ut ergo cognosceremus quoniam qui advenit Filius, ipse est qui agnitionem Patris facit credentibus sibi, dicebat discipulis (Mt 11,27 ; Le

    10,22): 'Nemo cognoscit Patrem nisi Filius, neque Filium nisi Pater, et quibuscumque Filius revelaverit', docens se

    19 adv.haer. II, 29,2,41ss. Cf. ib. II, 34,4,77ss "Principari enim debet in omnibus et dominari voluntas Dei; reliqua autem omnia huc cedere et subdita esse et in servitium dedita"; Origen., De princ. II, 3,6 (Crouzel-Simonetti 270,297ss) "Corruptione fortior ac validior est voluntas Dei, qui fecit eum ( =mundum) et continet illum, ne ei corruptio dominetur". - Vase G.M. de Durand, Un lien plus fort: ma volont. xgse patristique de Time 41 ab, Science et Esprit 27, 1975, 329-348. 20 Cf. adv.haer. IV, 6,6,99-100

    36:23 PM

  • 208 ANTONIO ORBE, S.I.

    metipsum et Patrem sicut est, uti alterum non recipiamus Patrem nisi eum qui a Filio revelatur" 21.

    E1 logion i,vale para siempre, para la fase previa a la vision de Dios? Si para siempre, no habr otra vision directa

    que la del Hijo, 'medida (forma rostro) del Padre'. Si vale solo para la economia histrica y el Milenio, no en

    la etapa final, vuelve la difficultad.

  • VISION DEL PADRE E INCORRUPTELA 209

    nin con la Carne de Cristo, no 'por mediacin de la Carne de Cristo'.

    La similitud de espiritu en carne con Dios extender a los justos el misterio anticipado del Sefior redivivo, y dar cumpli miento a los designios de Dios sobre el hombre (Gen 1,26).

    A pesar de su infima natura terrena, la humana sarx apre hender al Verbo, subir a Su altura, pasando por encima de los ngeles, y quedar hecho para siempre a la medida del Verbo, a imagen y semejanza de Dios 23.

    Vision ocular de Dios. La ideologia de Ireneo se revela

    por caminos diferentes. Habla una vez de las profecias paleotestamentarias. No se

    limitaban a palabras; ni al rgimen habitual de vida de los

    personajes; ni siquiera a las visiones imaginativas e intelectua les, traducidas luego a su modo. Extendianse tambin al ejerci cio de los sentidos, audiciones experiencias palpables. Sus visiones vaticinaban futuras visiones, igualmente sensibles. Dios les daba a conocer visualmente, lo que ms tarde a otros, a los justos, en rgimen de cumplimiento.

    "Non enim solum sermone prophetabant prophetae, sed et visione et conversatione et actibus quos faciebant secundum id quod suggerebat Spiritus. Secundum hanc

    igitur rationem invisibilem videbant Deum, quemadmo dum Esaias ait (6,5): 'Regem Dominum Sabaoth vidi ocu lis meis', significans quoniam videbit oculis Deum homo et vocem ejus audiet. Secundum hanc igitur rationem et Filium Dei hominem videbant conversatum cum homini bus (cf. Bar 3,38), id quod futurum erat prophetantes, eum qui nondum aderat adesse dicentes, et impassibilem passibilem annuntiantes, et eum qui tunc in caelis 'in limum mortis' (Ps 21,16) descendisse dicentes"24.

    Ireneo distingue con suficiencia dos visiones sensoriales:

    a) una tiene por objeto a Dios Padre, 'el Dios invisible' ( ='Re

    gem Dominum Sabaoth'); b) otra al Hijo de Dios. Ambas visiones son, al parecer, igualmente directas e inme

    Cf. V, 36,3,68ss. IV, 28, 8, 196ss. - Vase Tremblay, Manifestation 166s.

    36:23 PM

  • 210 ANTONIO ORBE, S.I.

    diatas. La de Dios Padre, a juzgar por la expresin misma literal de Is 6,5; "Regem Dominum Sabaoth vidi oculis meis"; y por su declaracin, relativa al Padre: "significans quoniam vide bit oculis Deum homo et vocem ejus audiet". La del Hijo, por su obvia presentacin.

    E1 obispo de Lin no se detiene a justificar tales fenme nos, y en particular la vision directa de Dios por el profeta. Se contenta con afirmarlo, sin escrupulizar sobre su alcance, ni sobre cmo pudo Isaias ver con sus ojos derechamente a Dios, y no morir.

    Significativas unas lineas de Origenes. 'Et regem Dominum Sabaoth vidi oculis meis' (Is

    6,5). Cur non dicamus in praesenti traditionem quamdam Judaeorum verisimilem quidem, nec tamen veram, et solu tionem ejus quare non inveniamus? Aiunt ideo Isaiam esse sectum a populo, quasi legem praevaricantem, et ex tra Scripturas annuntiantem.

    Scriptura enim dicit (Ex 33,20): 'Nemo videbit fa ciem meam et vivet'. Iste vero ait: 'Vidi Dominum Sa baoth'. Moyses, aiunt, non vidit, et tu vidisti? Et propter hoc eum secuerunt, et condemnaverunt eum ut impium. Non enim sciebant quia duabus alis velaverunt faciem Dei seraphim. 'Vidi Dominum', sed faciem non vidit Isaias, nec Moyses vidit. Posteriora vidit, ut scriptum est, Moyses. Verumtamen vidit Dominum, etsi faciem ejus non vidit. Et hic ergo (Isaias) vidit, licet faciem non vide rit. Male igitur condemnaverunt prophetam 25.

    San Jernimo se hace eco de la misma tradicin, agregan do algunos perfiles al Alejandrino 26. El pueblo aserr por me

    25 Origenes, Hom. I in Isaiam 5. - Otro perfil habia apuntado antes

    (Hom. 12): "Quae sunt ista duo Seraphim? Dominus meus Iesus et Spiritus sanctus... Operiebant faciem Dei. Exordium enim Dei ignotum est. Sed et pedes. Novissimum enim quod in Deo nostro est non comprehenditur. Sola enim media videntur..."; Hom. IV, 1 init. Vase M. Simonetti, Due note sull'angelolo gia origeniana, Riv. di Cultura classica e medioevale 4, 1962, 178s. 26 In Isaiam 1,10: "Ajunt Hebraei ob duas causas Isaiam interfectum: quod principes Sodomorum et populum Gomorrae eos appellaverit, et quod Domino dicente ad Moysen: 'Non poteris videre faciem meam', iste ausus sit dicere (Is 6,1); 'Vidi Dominum sedentem super thronum excelsum et elevatum'; non considerantes quod faciem et pedes Dei, sive suos, quia in Hebraeo ambigue legitur, Seraphim texerunt; et media tantum ejus Isaias vidisse se

    36:23 PM

  • VISION DEL PADRE E INCORRUPTELA 211

    dio a Isaias, por haberle oido decir que "vi al Senor Dios de Sabaoth"; entindase, que "lo vi con sus propios ojos" (cf Is 6,5). Tal cosa pareciales blasfema. "Nadie vera mi rostro y vivir", segn el Caudillo israelita (Ex 33,20). ^Cmo pudo Isaias atribuirse lo que nunca Moiss? 27.

    Tanto Origenes corno san Jernimo tratan de salvar la frase del profeta. Isaias no invocaba una vision directa e inme diata de Dios, de Su rostro. El y Moiss solo vieron 'las espal das de Dios" (cf. Ex 33,23), las dispensaciones y misterios

    preliminares a la vista directa de Dios. Tal es tambin 'grosso modo' la doctrina habitualmente

    asignada a los profetas por san Ireneo. Moiss quiso ver con sus ojos, directamente, a Quien hablaba con l, y no lo alcanz. Solamente vi, igual que los patriarcas y profetas, las dispensa ciones y misterios (del Verbo Hijo) preliminares a la vision del rostro 28. Solo en los ultimos tiempos, con la venida del Verbo en carne, le verian cara a cara: corno occurri en el monte de la Transfiguracin 29.

    Ireneo se adelanta a Tertuliano. Moiss no hace excep cin. Como los grandes patriarcas y profetas, desea ver cara a

    scribat. Homo igitur Dei faciem videre non potest. Angeli autem, etiam minimo rum in Ecclesia, semper vident faciem Dei (cf. Mt 18,10). Et (1 Cor 13,12) 'nunc in speculo videmus et in aenigmate, tunc autem facie ad faciem': quando de hominibus in angelos profecerimus, et potuerimus cum Apostolo dicere (2 Cor 3,18); 'Nos autem omnes revelata facie gloriam Domini speculantes, in eamdem imaginem transformamur a gloria in gloriam, quasi a Domini spiritu'. Licet faciem Dei juxta naturae suae proprietatem nulla videat creatura; et tunc mente cernatur quando invisibilis creditur". 27 Cf. Ascensio Isaiae 11,34; y los lugares citados por L. Ginzberg, The Legends of the Jews IV, Philadelphia 1968 p. 279; IV ibid. p. 373; E. Tisserant, Ascension d' Jsai'e, Paris 1909 67s y 128ss. 28 Iren IV, 20,I0,237ss "Non igitur manifeste ipsam faciem Dei videbant prophetae, sed dispositiones et mysteria per quae inciperet homo videre Deum. Quemadmodum et Heliae dicebatur (3 Re 19,1 ls)..." 29 Iren IV, 20,2,222ss "Et Verbum quidem 'loquebatur Moysi apparens in

    conspectu, quemadmodum si quis loquatur ad amicum suum'. Moyses vero

    cupivit manifeste videre eum qui secum loqueretur, et dictum est ei (Ex 33, 20-22): 'Sta in loco alto petrae, et manu mea contegam super te. Quando vero transierit claritas mea, tunc videbis quae sunt posteriora mea; facies autem mea non videbitur tibi; non enim videt homo faciem meam et vivet'; utraque significans, quoniam et impossibilis est homo videre Deum, et quoniam per sapientiam Dei in novissimis temporibus videbit eum homo in altitudine petrae, hoc est in eo qui est secundum hominem ejus adventu. Et propter hoc facie ad faciem confabulatus est cum eo in altitudine montis assistente etiam Helia, quemadmodum Evangelium retulit, restituens in fine pristinam repromis

    36:23 PM

  • 212 ANTONIO ORBE, S.I.

    cara al Hijo de Dios y no lo alcanza; durante el A.T. se le manifiesta solo en enigma y en imagen. El Verbo le promete que le vera cara a cara, en verdad, en los ultimos tiempos. "Entonces vers mis espaldas"; entonces en mis espaldas ( = tiempos ltimos, postremos) - me vers cara a cara. Y fu lo que ocurri en el Tabor 30; el Hijo se manifest descubierta mente, cara a cara, a Moiss y a Elias, en cumplimiento de sus

    antiguas promesas. ^Quiere esto decir que en exegesis a Is 6,5 san Ireneo se

    refiere al Hijo, no al Padre? Sus lineas lo prohiben. "Los profetas, dice 31, vaticinaban

    no solamente de palabra, sino tambin por vision y comporta miento y por los actos que, a impusos del Espiritu, llevaban a cabo. Segun eso veian al Dios invisible, corno dice Isaias 6,5: 'Vi con mis ojos al Rey Sefior de Sabaoth'. Indicaba (asi) que el hombre (en su dia) ver con los ojos a Dios, y oir (con los oidos) Su voz. Y segun eso mismo veian tambin al Hijo de Dios, hombre en trato con los hombres...".

    Ningn motivo hay para confundir vision y vision, la vista del Dios invisible ( = Dios Padre) y la del Hijo de Dios hecho hombre. Los profetas anunciaban ambas visiones, corno cosa de sentidos (resp. de ojos de oidos), sin distinguir tiempos.

    El vaticinio, en su aplicacin al Hijo hecho hombre, no ofrece dificultad. Per i,referido al Dios Invisible, al Padre? El Padre dej oir Su voz en el Jordan y en el Tabor; Quando se dej ver cara a cara?

    La teologia de la historia, vigorosamente desarrollada por el obispo de Lin, responde a la pregunta. Dios Padre se mani

    30 Cf. Tert. Marc IV, 22,14s "Cum enim desiderasse! conspectum Domini

    Moyses dicens (Ex 33,13): 'si ergo inveni gratiam corany te, manifesta mihi te, ut cognoscenter videam te', eum conspectum desiderane in quo hominem esset acturus, quod propheta sciebat - ceterum 'Dei facim, iam audierat, nemo homo videbit et vivet' (Ex 33, 20) - et 'hunc, inquit (Ex 33,17), sermonem

    quem dixisti faciam tibi'. Et rursus Moyses ( 18): 'Ostende mihi gloriam tuam'. Et Dominus similiter de futuro (19): 'ego pra'ecedam gloria mea', et reliqua. Et in novissimo (23) 'et tunc videbis posterire mea', non lumbos nec suras, sed

    quam desideraverat gloriam in posterioribus temporibus revelandam, in qua facie ad faciem visibilem se ei repromiserat, etiam ad Aaronem dicens (Num 12, 6-8): 'et si fuerit prophetes in vobis, in visione cognoscar illi, et in visione loquar ad eum, non quomodo ad Moysen; os ad os loquar ad eum in specie (utique hominis, quam erat gestaturus), non in aenigmate'". - Exegesis paralela en adv.Prax 14, ss. 31 adv.haer. IV, 20,8,196ss

    36:23 PM

  • VISION DEL PADRE E INCORRUPTELA 213

    festar facialmente en la etapa final cuando el Verbo Cristo ponga su reino y a Si propio en manos del Padre 32, y se cumpla la promesa evanglica (Mt 5,8): "Bienaventurados los de corazn limpio, porque ellos vern a Dios".

    El obispo de Lin entiende la bienaventuranza en su senti do obvio. "Bienaventurados... porque ellos vern a Dios" ". A elio le lleva, aparte otras razones, su antropologia. Por ser homo plasma (resp. homo = caro), la beatitud prometida a los

    puros se traduce en vision 'secundum carnem', unica rigurosa mente humana.

    Dios empero es puro Espiritu, sin forma ni medida ni limitacin alguna.

  • 214 ANTONIO ORBE, S.I.

    E1 Apstol es arrebatado al tercer cielo, y enseguida al Paraiso.

  • VISION DEL PADRE E INCORRUPTELA 215

    pere, interiorem Pauli hominem haud ultra Paradisum adscen dere potuisse, quod pondere corporis deprimeretur, apostolum expresse addidisse observat: 'Sive in corpore, sive extra corpus, Deus scit'. Quibus partim innuit fieri potuisse, ut ipsum quo que corpus divina potentia eo fuerit raptum, quo spiritus ad scendit, ac supernarum revelationum per visus atque auditus

    organa particeps factum; partim in incerto relinquit, an tunc in

    corpore fuerit, quum in tertium caelum atque in Paradisum assumeretur, adeo ut dieta haereticorum obiectio duplici telo

    repellatur". No cabe fundar en Cor 12,2ss el hecho de la vision de

    Dios 'in corpore'; si en cambio su posibilidad. Hubiera no visto entonces a Dios (resp. Sus misterios) 'in corpore', al refe rir Pablo el rapto daba a entender su incertidumbre en la

    posibilidad de tal vision. Eso bastaba, corno premisa escritura ria, para orientar la dispensacin de la Salus carnis - contra los sectarios - hacia la posesin 'secundum carnem' de Dios.

    "Y por est causa anadi (2 Cor 12,3): 'Sea en el cuerpo, sea fuera del cuerpo, (yo no lo s) Dios lo sabe': a fin de que nadie fuese a creer que el cuerpo no era partlcipe de su vision, ya que tambin l ( = el cuerpo) habia de participar en los (misterios) llamados a ser vistos y oidos. Ni viniese tampoco a decir nadie que, a causa del peso del cuerpo, no habia sido l ( = Pablo) asumido mas arriba. Sino que (por el contrario) es

    permitido ( = posible) - aun en cuerpo ('etiam in corpore') -

    penetrar los misterios espirituales, a saber, las obras del Dios

    que hizo los cielos y la tierra, y plasm al hombre y lo coloc en el Paraiso; y contemplarlos, a cuantos corno el Apstol, son

    muy perfectos en el amor de Dios" 40.

    Apunta sobriamente las razones para aprehender 'in corpo re' los mas altos misterios del Dios. El Creador de cielos y tierra es el mismo que model al hombre en carne, lo levant y puso en el Paraiso (Gen 2,8 y 15) 'in corpore'. i,Hay inconve niente en que dentro del Parafso - cuarto cielo - contemple el hombre ('in corpore') los sacramentos espirituales; sobre todo, si, corno el Apstol, es perfecto en el amor de Dios? Enoc y Elias habian sido levantados en carne al Paraiso, segn doctri

    40 adv.haer. II, 30,7,173ss. - E1 Apostolikon de Marcin omitia lgicamente 2 Cor 12,3. Tampoco lo atestiguan los escritos de Nag Hammadi: F. Siegert, Nag-Hammadi-Register, Tiibingen, 1982.

    36:23 PM

  • 216 ANTONIO ORBE. S.I.

    na de los Presbiteros, corno a lugar dispuesto para los Justos y espirituales, a fin que preludiaran la incorruptela 41.

    En suma, para Ireneo el hombre es capaz 'in corpore' de

    aprehender los misterios de Dios. Lo indica veladamentre san Pablo.

    Nuevo paso, del hecho al modo. ^Cmo puede la humana sarx ver al Dios Espiritu? El obispo de Lin responderia de dos formas: una genrica, y otra (u otras) especifica.

    La genrica no ofrece dificultad: por analogia con la mo cin vida del alma. Asi corno el cuerpo participa en la mo cin y vida del alma, no obstante el abismo que esencialmente los separa, asi tambin participa en la mocin y vida de Dios

    Espiritu 42. Superior al dominio de la psique sobre el cuerpo, es sin comparacin el del Espiritu sobre la humana sarx. Por muy torpe que sta sea, e incapaz de erigirse espontneamente a la vida de Dios, disciplinada a lo largo de la Economia por el

    Espiritu proftico y de adopcin se dispone a comulgar, a la

    postre, en la vida del Espiritu paterno. Lo activo procede del Espiritu, que se le insinua a la sarx y la penetra y vivifica y articula y mueve a Sus propios actos.

    Otro camino llevaba el fenmeno habitual de los profetas, movidos por el Espiri tu de Dios:

    41 Iren V, 5,1,22ss "Quapropter dicunt Presbyteri qui sunt Apostolorum discipuli eos qui translati sunt illuc translatos esse - justis enim hominibus (resp. Henoch) et Spiritum habentibus (resp. Heliae) praeparatus est paradisus, in quem et Paulus Apostolus apportatus audivit sermones inenarrabiles quan tum ad nos in praesenti - et ibi manere eos qui translati sunt usque ad consummationem, coauspicantes incorruptelam". 42 Cf. adv.haer. Il, 33,4,61ss. "Non enim est fortius corpus quam anima, quod quidem ab illa spiratur et vivificatur et augetur et articulatur, sed anima

    possidet et principatur corpori. Tantum autem impeditur a sua velocitate, quantum corpus participat de eius motione; sed non amittit suam scientiam.

    Corpus enim organo simile est; anima autem artificis rationem obtinet. Que madmodum itaque artifex velociter quidem operationem secundum se adinve nit, in organo autem tardius illam perficit propter rei subiectae inmobilitatem, et illius mentis velocitas admixta tarditati organi temperatam perficit operatio nem; sic et anima participans suo corpori modicum quidem impeditur, admixta velocitate eius in corporis tarditate, non amittit autem in totum suas virtutes, sed quasi vitam participans corpori ipsa vivere non cessai. Sic et de reliquis ei communicans, neque scientiam ipsorum perdit neque memoriam inspectorum". - Vase S. Lundstrom, Studien zur lateinischen Irenusiibersetzung, Lund, 1943, 118,

    36:23 PM

  • VISION DEL PADRE E INCORRUPTELA 217

    "Sed et prophetae ipsi, quum essent in terra, quae cumque spiritaliter secundum visiones caelestium vident vel audiunt, ipsi quoque meminerunt in hominem conver si, et reliquis annuntiant; et non corpus oblivionem efficit animae eorum quae spiritaliter visa sunt; sed anima docet

    corpus et participat de spiritali ei facta visione" 43.

    Los profetas tenian de ordinario visiones psiquicas. Con

    templaban espiritalmente con el alma, oian asimismo con el alma; y del rapto 'psiquico', volvian a su rgimen habitual, participe el cuerpo de lo experimentado con la psique.

    El obispo de Lin no dice que, en virtud de la vision

    proftica, los vates del A.T. hacian uso del alma, de sola el alma, sin intervencin del cuerpo. Ensena nicamente que tal era el rgimen normal en sus visiones. La razn se adivina. Los

    profetas venian a ser los maestros de la Antigua Ley. Sus expe riencias dirigianse a la ensenanza de Israel. Era obvio, que el

    Espiritu adoctrinara primera y directamente a la psique, para -

    por su medio - ensenar al hombre (resp. a la caro). El Espiritu podiX comunicarse, a discrecin, derechamente

    al cuerpo; en particular, para las profecias reales encaminadas a ensenar el misterio de la 'vision de Dios por el hombre'. Era el caso de Is 6,5.

    Habia pues, sin salir de los profetas, dos suertes de vision

    espiritual: una interesaba 'per se' al cuerpo, corno en Is 6,5 ('Regem Dominum Sabaoth vidi oculis meisr), otra a la psique, de donde se derivaba al cuerpo, y era el rgimen habitual.

    Las visiones encaminadas a misterios, ajenos a la Salus carnis, no directamente orientados a ella, tenian lugar en la

    psique. Las orientadas derechamente a la Salus carnis se verifi caban 'in corpore'. En las primeras, actuaba el profeta corno

    mensajero, mediador entre Dios y los hombres. En las segun das, corno paradigma del hombre, que experimenta (y aun anti

    cipa), en cuanto tal, la vision 'in carne' a que est destinado.

    Mas i& qu viene el empefio por otorgar a la humana sarx la vista directa de Dios Padre?, no basta atribuirsela a la

    43 adv.haer. II, 33,3,55ss.

    36:23 PM

  • 218 ANTONIO ORBE, S.I.

    humana psique (resp. al intelecto humano), y solo indirectamen

    te, por composicin con ella, al humano plasma? Respondo. Ireneo enseha la identidad homo = sarx=plas

    ma. Segn l, Dios quiere al plasma - en signo anterior a la

    psique - "a Su imagen y semejanza". Cifra 'Sus obras' en la humana plasis

    44 ; compendia toda Su dispensacin en la Salus

    carnis, no en la 'Salus animae'.

    Paradigma anticipado de la humana Salud es la Sarx glo riosa del Hijo. No el Alma gloriosa del Verbo, sino Su Carne

    glorificada. La Lumbre del Espiritu se adelanta a la Sarx del

    Hijo, envolvindola en la claridad, que en su dia extender a nuestra carne.

    Sin tocar derechamente el tema de la vision 'in corpore', las lineas de Ireneo recomiendan la crasis inmediata de la humana sarx con la gloria (resp. Lumbre, Espiritu) del Padre.

  • VISION DEL PADRE E INCORREIPTELA 219

    propia vida de la de Dios. Mantendr el alma, de que en este mundo habia vivido; mas ya no vivir de su vida (psiquica), sino directa e inmediatamente del espiritu mismo del Padre.

    A Ireneo no le ocurre asignar a la psique el papel de intermediaria entre el Espiritu (resp. Vida) del Padre y la huma na sarx: corno si el Padre comunicara directamente su Espiritu a la psique, y por su medio a la sarx. El obispo de Lin acentua la alternativa: el cuerpo vive de la psique y muere, vive del Espiritu y para siempre:

    "Afflatus igitur temporalis, Spiritus autem sempiter nus. Et afflatus quidem auctus ad modicum et tempore aliquo manens deinde abit, sine spiramento relinquens illud in quo fuit ante; Spiritus autem circumdans intus et foris hominem, quippe semper perseverans, nunquam re

    linquens eum"46.

    La humana sarx, aunque en consorcio con el alma para la eternidad, no participar en su vida (psiquica y efimera). Vivi r directamente de la Vida del Espiritu paterno.

    El alma es fisicamente inmortai, con la inmortalidad de las substancias inmateriales y (relativamente) simples. Asi y todo es incapaz segn Ireneo de asumir a su propia immortali dad al cuerpo animado por ella. La psique no puede 'inmortali zar' al cuerpo, con que est fisicamente unido por el Creador. La vida que infunde en l es efimera y mortai. Por eso muere el

    compuesto. En cambio el Espiritu de Dios, adems de fisicamente

    inmortai, 'inmortaliza' al cuerpo a que se une. Lejos de atrofiar se, entorpecerse y aun corromperse corno la vida del alma, en comunin con el cuerpo, le dispone y habilita y levanta a Su

    propio nivel, otorgndole Sus propios actos. Segun leyes fisicas, solo la substancia espiritual puede tener actos espirituales. Pero en la dispensacin gratuitamente adoptada por Dios, podr la substancia del homo = sarx moverse en su dia a los actos del

    Espiritu del Padre, y vivir de Su misma Vida.

    "Quemadmodum enim magnitudo ejus (Dei Patris) investigabilis, sic et benignitas ejus inenarrabilis, per

    Iren V, 12,2,30ss

    36:23 PM

  • 220 ANTONIO ORBt VI

    quam visus vitam praestat his qui vident eum: quoniam vivere sine vita impossibile est, subsistentia autem vitae de Dei participatione evenit, participatio autem Dei est videre Deum et fru benignitate ejus. Homines igitur vide bunt Deum ut vivant, per visionem immortales facti et

    pertingentes usque in Deum" 47.

    Ireneo discurre en la hiptesis vita = Vita Dei (resp. vive reVivere Deo). Sin Vida divina es imposible vivir a Dios. Y corno tal Vida se comunica al hombre con la Vision de Dios, debe el hombre contemplar a Dios para vivir de Su misma Vida.

    Huelga probar la igualdad vita (z) = Vita Dei. Para el

    obispo de Lin no tiene sentido una vida (bios) que acaba en muerte. Solo es vida la que nunca muere.

    No llega a la categoria de z la de la psique ('soplo de vida'), capaz de animar al hombre, mas no de vivificarle (para siempre). Solo es verdadera Z la del espiritu de Dios, con poder de eternizar al hombre y atraerle a Su propio rango:

    "Expulsa est autem pristina vita, quoniam non per Spiritum sed per afflatum fuerat data. Aliud enim est afflatus vitae, qui et animalem efficit hominem; et aliud Spiritus vivificans, qui et spiritalem eum efficit" 48.

    El soplo de vida no es Vida. El alma no es Espiritu. Ambos difieren en substancia y en actos (resp. virtud y efica cia). La vida misma de los espiritus creados tampoco es Espiri tu. La inmortalidad de la psique, y aun la de los ngeles y espiritus creados, difiere en substancia, de la Inmortalidad del Pneuma (divino).

    Vida, inmortalidad, incorruptela... son pues conceptos equivocos, segun se refieran a Dios y a sus creaturas. Ireneo omite hablar de la distancia que separa la vida, inmortalidad... de los espiri tus anglicos, de la Vida, Inmortalidad... del Crea dor. Como todo lo creado, la inmortalidad y vida de los nge les, aunque no tenga en si principio de corrupcin (corno el hombre y los seres materiales), requiere para sostenerse el con

    Iren IV, 20,5-6 Iren V, 12,2,13ss.

    36:23 PM

  • VISION DEL PADRE E INCORRUPTELA 221

    curso de (la voluntad de) Dios. Es una vida e inmortalidad, paradjicamente sin propia vida, necesitada del concurso divi no; una vida que se sostiene con ayuda de Dios, por obra del Querer (y Sabiduria) del Creador; y siempre con un gnero de vida - exclusiva de espiritus anglicos - determinada por su naturaleza 49, a saber por la que para tal substancia determina el Querer divino.

    Aquella es Vida, en sentido estricto, que no se corrompe ni requiere ajeno concurso para huir del no-ser. Vida autno ma, bastante a vivir por Si sola, y para vivificar, sin peligro de

    corrupcin, aun a las substancias fisicamente mas corruptibles. La Vida de Dios Vita Spiritus.

    Pero, qu falta hace para la Salus carnis, la Vida del

    Espiritu por vision directa del Padre?, , bastarla sola vision

    indirecta, del Verbo glorificado, con participacin en el Spiritus Filii?

    Respondo. Aqui no entra en juego la filosofia: lo que podia no podia haber sido. La dispensacin de la humana Salud est definida en la Escritura, segun el beneplcito de Dios. Importa pues saber la economia libremente adoptada por El. En tesis, pudo Dios haber querido salvar al hombre, aun en

    rgimen de Espiri tu, sin damarle a Su propia vista. Consta empero, por la Escritura, que destin al hombre (a

    la humilde sarx) a la participacin en Su Espiritu paterno. Entra aqui de lleno Sap 6,19: "Incorruptela vero proxi

    mum facit esse Deo". En armonia con 1 Cor 15,28: cuando el

    propio Hijo se someta a Quien se lo habia sometido todo,"ut sit

    49 Cf. Iren II, 34,4,66ss. "Sicut autem corpus animale ipsum quidem non est anima, participatur autem animam, quoadusque Deus vult: sic et anima ipsa quidem non est vita, participatur autem a Deo praestitam vitam. Unde et

    propheticus sermo de protoplasto ait (Gen 2,7): 'Factus est in animam vivam'; docens nos, quoniam secundum participationem vitae vivens facta est anima; ita ut separatim quidem anima intelligatur, separatim autem quae erga eam est

    vita. Deo itaque et vitam et perpetuam perseverantiam donante, capit et animas

    primum non existentes dehinc perseverare, cum eas Deus et esse et subsistere voluerit. Principari enim debet in omnibus et dominari voluntas Dei; reliqua autem omnia huic cedere, et subdita esse, et in servitium dedita. Et de factura

    quidem et perseverantia animae hucusque dictum sit". - Vase J.C.M. van

    Winden, An Early Christian Philosopher, Leiden 1971 p. 105.

    36:23 PM

  • 222 ANTONIO ORBE, S.I.

    Deus (Pater) omnia in omnibus" 50. La dispensacin de la hu mana Salud acaba en la posesin 'in carne' del Dios primerisi mo. No tendria sentido allegarse a El, origen primero de la

    incorruptela, inmortalidad y vida del Espiritu, separando de un lado la vista de Dios, y de otro la posesin de su vida: la vista directa de Padre, y la posesin solo indirecta de su Vida, me diante la eficacia inmediata del Verbo glorioso.

    Todo fluye si los justos pasan del rgimen precedente ('in regno justorum sub Christo') al definitivo ('in regno Dei Pa trie'), donde a la vista del Padre son iluminados directamente

    por El y envueltos en Su claridad. No es la vista del Senor Cristo (resp. Verbo encarnado), ni

    siquiera la del Logos Unignito, la que confiere al hombre la

    'incorruptela'; sino la vista de Dios Padre. "Por eso los que llevan el Espiritu de Dios son conducidos

    al Verbo, esto es al Hijo, que los acoge y los presenta al Padre; y el Padre les da la incorruptela"51.

    (.Quiere eso decir que el propio Hijo, en su Carne glorio sa, centro y cabeza del Reino ( = Milenio), est destituido de la estricta 'incorruptela' (resp. del Espiritu Luz del Padre), y solo posee la gloria (resp. Espiritu luz) del Verbo?

    A ser asi, a raiz de la Resurreccin y aun de la Ascensin, la Humanidad (resp. Sarx) de Cristo habria sido clarificada con la Doxa del Hijo, mas no con la del Padre. Solo en la consuma cin, al someterse definitivamente a Dios Padre, recibiria - en comunin con los Justos - la 'incorruptela' Vida eterna (resp. Espiritu y Luz).

    A mas de uno extrafiarn tales planteamientos. Pero las categorias de san Ireneo no son las nuestras. Tambin Cristo, en su Humanidad, ha de aguardar a la final synteleia para revestir, con la Doxa del Padre, destinada a tdos los bienaven turados, la incorruptela misma de Dios.

    Depende del momento a que se refiere el obispo de Lin en IV,20,2,48ss 52. En rigor, la efusin de la luz del Padre a

    50 Cf. Iren V, 36,2,48ss; y lo dicho arriba p. 209ss. 51 Epid. 7. - Cf. IV, 20,2,114ss "Spiritu quidem praeparante hominem in

    Filio Dei, Filio autem adducente ad Patrem, Patre autem incorruptelam donante in aeternam vitam".

    52 "Et ut viderent omnia... suum Regem; et ut in carnem Domini nostri occurrat paterna lux, et a carne ejus rutila veniat in nos, et sic homo deveniat in incorruptelam, circumdatus paterno lumine".

    36:23 PM

  • VISION DEL PADRE E INCORRUPTELA 223

    nuestra carne, con la incorruptela, tiene lugar en la consuma cin. Y, segn indicamos en otra parte, directa e inmediatamen te, sin la mediacin de Cristo. Ahora en cambio Ireneo parece urgir la mediacin de la Humanidad de Cristo.

    La contradiccin, no obstante, es solo de apariencia. Aun en la consumacin: a) en primer lugar, la Lumbre del Padre

    pasa a la Sarx del Hijo, corno a Cabeza de los elegidos; b) en

    segundo lugar, de la Sarx del Hijo pasa, corno a miembros

    suyos, a la sarx de los elegidos; c) envueltos Cristo y los elegi dos en la misma Lux paterna, uno y otros, en adelante, recibi rian directa e inmediatamente del Padre la Luz e incorruptela.

    La mediacin de Cristo termina al momento de adentrarse - en comunin con sus miembros - en la Lumbre de Dios Padre.

    Vision del Padre e incorruptela. Se requiere la vision inme diata de Dios Padre para la humana Salud (resp. Salus carnis). Ocurre empero preguntar: La Salus carnis, consiste en la vista de Dios?, io mas bien en la incorruptela consiguiente a la vision?

    En el primer caso, la humana Salud estaria en el acto de conocer ver ('secundum carnem'), por cuanto mira a Dios. Gnosis de la humana sarx, habilitada por el Espiritu de Dios, para descansar en EL La humana caro, en acto de conocer 'divinamente' (resp. 'paternamente') a Dios (resp. al Padre).

    En el segundo caso, la humana Salud residiria en el acto de ver ('secundum carnem') a Dios, por cuanto mira al hombre

    (res. a la sarx). Reflejo de la Gnosis de Dios en la humana substancia. Secuela en la natura, en si corruptible, del hombre, de la vision de Dios. Las lineas de san Ireneo abogan por esto

    segundo.

    "...Patre autem incorruptelam donante in aeternam

    vitam, quae unicuique evenit ex eo quod videat Deum "...Vivificai autem Dei claritas: percipiunt ergo vi

    tam qui vident Deum... ut vivificet percipientes et viden tes se... per quam (benignitatem ejus inenarrabilem) visus vitam praestat his qui vident eum: quoniam vivere sine vita impossibile est, subsistentia autem vitae de Dei parti

    Iren IV, 20,5,115ss

    36:23 PM

  • 224 ANTONIO ORBE, S.l.

    cipatione evenit, participatio autem Dei est videre Deum et fru benignitate ejus. Homines igitur videbunt Deum ut vivant, per visionem immortales facti et pertingentes usque in Deum"54.

    No es la Vida de Dios la que otorga al hombre, corno

    principio fisico, la vision de Dios; sino al revs, la vision de Dios la que otorga al hombre (resp. a la sarx) la Vida de Dios. Primero es en el hombre ('secundum carnem') ver inmediata mente a Dios Padre; y solo despus, en virtud de tal vision, vivir de Dios (Su benignidad, incorruptela, inmortalidad, y de ms propiedades de la divina substancia).

    Merced a la vista del Padre comienza el hombre a vivir la

    propia Vida de El. "Gloria enim Dei vivens homo; vita autem hominis visio

    Dei" 55. Las etapas que sigue el hombre desde su primera apari cin terminan en la vision de Dios. Todas ellas reclaman el

    ejercicio meritorio del hombre. Llegada en cambio la vision, lo dems - la Vida eterna - toca exclusivamente a Dios. Solo El

    otorga a la humana sarx Su propia Vida, y allega al hombre

    para siempre a Si. En otros trminos, mientras las etapas de la dispensacin se desarrollan en el sentido lineai de la historia; la etapa definitiva, final, sale de la historia, para adentrarse en Dios.

    "Oportuerat autem hominem primo fieri, et factum augeri, et auctum corroborari et corroboratum multiplica ri et multiplicatum convalescere, convalescentem vero glo rificari et glorificatum videre suum Dominum ( = Pa ttern)

    " 56.

    Hasta aqui todo en linea progresiva, del hombre a Dios. Terminado el proceso ascendente, actua Dios, sellando definiti vamente al hombre con Su Vida. A la vision de Dios 'secun dum carnem' por el hombre, responde la incorruptela del hom bre 'secundum Spiritum' por Dios. A la vision de Dios por la sarx espiritualmente habilitada responde la incorruptela de la

    54 Iren IV, 20,5-6 55 Iren IV, 20,7,180s 56 Iren IV, 38,3,78ss

    36:23 PM

  • VISION DEL PADRE E 1NCORRUPTELA 225

    sarx humana por el Espiritu del Padre. Y el mismo Spiritus Patris en cuya virtud la humana caro ve de hito en hito al Padre, revuelve de Dios a la caro, vehiculo de incorruptela y Vida eterna.

    A la postre, la etapa final no es la Vision de Dios, sino la

    Incorruptela de la humana sarx.

    "Deus enim est qui habet videri, visio autem Dei efficax () est incorruptelae. 'Incorruptela ve ro proximum facit esse Deo' (Sap 6,19)" 57.

    Segun eso, en sentido estricto la humana Salud no est en la vision escueta de Dios Padre, sino en la Vida a ella consi

    guiente en el hombre. Asi corno la bienaventuranza de los

    justos en el Reino (resp. Milenio) tampoco est en la vision del

    Rey ( = Cristo glorificado) sino en la vida del Cristo glorioso a ella consiguiente en los justos. Asi corno la bienaventuranza de los justos paleotestamentarios tampoco estaba en la vision pro ftica (resp. del Espiritu proftico) sino en la vida espiritual que tal vista les otorgaba. Siempre la vision es previa a la vida; no al revs. La vision del Espiri tu (proftico, adoptivo, paterno) otorga al hombre (resp. a la humana sarx), la vida (proftica, adoptiva, paterna).

    Ireneo tenia sus ideas sobre el modo corno actua la vision de Dios sobre la vida del hombre que Le ve.

    Dios es Luz, igual que es Espiritu. Quien ve la Luz, se

    deja iluminar de Ella, y la acoge espontneamente. Esto ocurre ya con el Salvador 58, quien por ser Luz ilumi

    na a cuantos la siguen. Razn de ms en Dios Padre, principio de toda luz. Quien

    le ve es participe de la Luz difundida por El.

    "Quemadmodum enim videntes lumen intra lumen sunt et claritatem ejus percipiunt, sic et qui vident Deum intra Deum sunt, percipientes ejus claritatem. Vivificai autem Dei claritas: percipiunt ergo vitam qui vident

    57 Iren IV, 38,2,82ss. 58 Iren IV, 14,l,10ss "Sequi enim Salvatorem participare est salutem, et

    sequi lumen percipere est lumen. Qui enim in lumine sunt non ipsi lumen

    illuminant, sed illuminantur et illustrantur ab eo; ipsi quidem nihil ei prae stant, beneficium autem percipientes illuminantur a lumine".

    36:23 PM

  • 226 ANTONIO ORBE, S.I.

    Deum. Et propter hoc incapabilis et incomprehensibilis visibilem se et comprehensibilem et capacem hominibus

    praestat, ut vivificet percipientes et videntes se" 59.

    Basta ver a Dios Padre, puro Espiritu y principio de todo

    Espiri tu, para ser 'espiri tualizados' por El. Dios 'espiritualiza' e 'ilumina', y 'salva', y 'vivifica' a quien Le ve. La vision directa

    pone al hombre en contacto con Dios. Lo dems es secuela necesaria. Quien le contempla es iluminado por El, 'vivificado', hecho inmortai e incorruptible y eterno. No hay otra filosofia.

    Si el Espiritu proftico hace profetas a cuantos anima, y el de Cristo 'hijos de adopcin', el Espiritu paterno hace incorrup tibles, inmortales, dotados de eterna vida a quienes envuelve.

    Ni la "lumbre paterna", ni su comunicacin al hombre, a raiz de la vista de Dios, son privativas de san Ireneo. El voca blo "luz paterna" ( ) es muy genrico. Lo conocen los valentinianos 60; y bajo la forma de phs patrogenes los 'Oracula chaldaica' 61. Su eficacia salvifica es anloga a la del

    "Espiritu masculino". Tambin los gnsticos lo conciben con las mismas dos notas, perceptibles en Ireneo: a) procede del Dios supremo (resp. de su Spiritus); b) corno vehiculo de 'incor ruptela', principio de vida eterna para cuantos de l partici pan 62.

    Pero si entre los sectarios se comunica a individuos fisica mente consubstanciales con el Dios supremo, a quienes 'mascu liniza' en el orden espiritual; en san Ireneo pasa a la humana sarx, uniendo los extremos mas antagnicos - el Spiritus de Dios y la sarx del hombre - al nivel de la Vida misma de Dios.

    Entre gnsticos, la incorruptela, propiedad de Dios, solo

    puede otorgarse a lo divino. No por eso incurren en redundan cia. Lo divino - el Spiritus - era susceptible de corrupcin (resp. ignorancia) y degeneracin. De ahi, el Spiritus femenino, degradado, incapaz de la vision de Dios, fundamento de la economia creada. De ahi tambin la necesidad de la mediacin

    " Iren IV, 20,5,117ss. 60 Cf. G Quispel, L'inscription de Flavia Soph, en Mlanges Joseph de Ghellinck (=Gnostic Studies 1, Leiden 1974) p. 58-69; Fr.-M. Sagnard, La gnose valentinienne, Paris 1947 p. 160. 322ss 395. 471 474. 61 Cf. H. Lewy, Chaldaean Oracles ant Theurgy, Paris 1978 p. 20s 99ss 174s

    62 Tract. tripart. p. 85,29s. Vase G. Filoramo, Luce e Gnosi, Roma 1980, p. 116 et passim.

    36:23 PM

  • VISION DEL PADRE E INCORRUPTELA 227

    del Salvador, vehiculo del Spiritus masculino para devolver al

    Espiritu derramado en dispora por la creacin, la 'teleisis (masculina') indispensable para ver a Dios, y la consiguiente incorruptela perdida. La vista directa del Padre otorga incorrup tela (resp. vida eterna) al hombre espiritual; el 'lumen pater num' erige al 'spiritus foemininus ( = maternus)', a nivel mascu lino, por encima de la corrupcin y muerte (resp. ignorancia).

    Ireneo no difiere de los sectarios en la "lumbre paterna", vehiculo de incorruptela (o vida eterna). Difiere nicamente en su aplicacin eficacia prctica. La "lumbre paterna" valenti niana se comunica al hombre espiritual, para eternizarlo 'en substancia divina', allenandolo a la propia condicin y rgimen (masculino) de Dios. No se aplica al 'alma', y mucho menos al

    'cuerpo' (resp. sarx), incapaces ambos de la incorruptela de Dios.

    El obispo de Lin salva dos abismos gnsticamente infran

    queables: a) otorga a la sarx, convenientemente dispuesta a lo

    largo de la Historia, la vision inmediata de Dios Padre (resp. del Dios Espiritu, Luz paterna); b) confiere a Dios Padre (resp. a su Espiritu, Luz) eficacia directa sobre la sarx. He ahi la

    rigorosa Salus carnis, por crasis inconfusa del Espiritu del Pa dre con la humana carne: el Espiri tu (o Luz) del Padre comuni ca a la humana sarx todas sus propiedades divinas (paternas).

    Ireneo extrema la antitesis, haciendo de la "incorruptela" de la sarx la expresin mas elocuente y aguda de la bondad de Dios. No le basta que la humana sarx vea a Dios Padre. Ya esto es mucho, y muy contrario a las premisas sectarias. Quiere

    prevenir un reparo: Scrno puede la sarx sostenerse sin corrup cin a la vista de Dios, contra el axioma paleotestamentario, tantas veces relevado por los hebreos (Ex 33,20)? Responde. Lejos de corromperse a la vista de Dios, recibe de la vision directa, con el Espiritu (o Lumbre) paterno, el principio fisico

    (la incorruptela) que sostiene al Padre en Su ser y Vida de Dios.

    Frente al presunto axioma biblico 'Nemo videbit Deum et

    vivet', ensefia Ireneo lo contrario: 'Caro videbit Deum ut vivat'. La carne tiene que ver de hito en hito a Dios Padre, para vivir de Su misma vida. Mientras asi no Le vea, no alcanzar la

    Vida, a que fu destinada desde su primera formacin 63.

    Gen 1,26; 2,7.

    36:23 PM

  • 228 ANTONIO ORBE, S.I.

    E1 axioma de Ex 33,20 vale en el orden naturai. La fiuma na sarx no puede por si sola llegar a la vision de Dios; lo carnai solo es capaz de aprehender lo de su misma especie. La vista inmediata de Dios acabaria con la humana vida, corno el

    Espiritu acaba con la materia, la luz con las tinieblas. Mas en la economia de la Salud, a que libremente llama

    Dios al hombre, no solo puede la sarx ver directamente a Dios, sino que necesita llegar ahi para vivir su destino. La participa cin de la Vida de Dios est en el hombre vinculada a Su vision directa.

    Se cumple asi la gran paradoja. La luz, sin deshacer en substancia las tinieblas, las ilumina. El Espiritu, sin destruir en naturaleza la carne, la espiritualiza. Lo que espontneamente acabaria con el hombre, le sostiene para siempre.

    Analogia del 'fuego eterno'. Un fenomeno similar, paralelo, se echa de ver en la 'muerte segunda' (Apoc 20,14; 21,8).

    Dos cosas se advierten entre los rprobos: a) la resurrec cin universal, previa al Juicio. Restituidos en cuerpo y alma no vuelven simplemente al rgimen de composicin que prime ro tenian - composicin efimera, abocada a la muerte fisica -, sino a la comunin definitiva de alma y cuerpo. Ya no morirn, disociados en sus naturales componentes. Perseverarn en com posicin, igual que los elegidos.

    b) a raiz del Juicio, sern condenados a la 'muerte segun da', al fuego eterno.

    El 'fuego eterno' que caracteriza el rgimen de condena cin, habia sido 'per se' dispuesto por Dios para el diablo y sus secuaces 64, fisicamente inmortales; no para los hombres, natu ralmente mortales.

    Los ngeles en efecto ignoran la muerte del hombre. Bsta les el concurso divino para perseverar indefinidamente. A raiz de su pecado no quiso el Creador negarles el concurso, devol vindoles al no ser. En premio (castigo) a su apostasia cre el fuego eterno, para - en la consumacin - condenarlos definiti vamente a l.

    04 Cf. Mt. 25,41. - Vase Iren II, 7,3; 28,7; 32,1 et passim. De notar Iren V, 26,2,80ss "post autem adventum Domini ex sermonibus Christi et Apostolo rum ejus discens (diabolus) manifeste quoniam ignis aeternus ei praeparatus est ex sua voluntate abscedenti a Deo et omnibus qui sine poenitentia perseverant in apostasia..."

    36:23 PM

  • VISION DEL PADRE E INCORRUPTELA 229

    Durante el lapso que va de la apostasia universal, el enemi

    go y sus secuaces anglicos no conocen: a) la experiencia del fuego eterno; b) solo a partir del N.T. entienden su condena cin (futura) al fuego eterno.

    Apostataron (interiormente) y continuaron en vida, corno antes del pecado. Hoy se nos hace dificil imaginar el rgimen de los espiritus rebeldes: con verdadera interior apostasia de Dios, de un lado; y sin experimentar ni siquiera entender, de otro, la propia condenacin hasta los dias de Cristo y sus Ap stoles.

    Justino e Ireneo son taxativos, y no dejan lugar a duda. El diablo y sus satlites no mudaron rgimen, a raiz del pecado. Le mudarn slo, a raiz del Juicio final, cuando vayan al fuego eterno.

    Y venimos a lo nuestro. El 'fuego eterno' evoca a contrario la 'Vida eterna'. Mientras los elegidos reciben el premio de la 'Vida eterna', por participacin en la de Dios Padre; el diablo y los condenados todos (ngeles y hombres) reciben, en castigo, el 'fuego eterno'.

    La eficacia del 'fuego eterno' sobre los espiritus anglicos sera tan real corno sobre los condenados restituidos en cuerpo y alma.

    Las almas separadas del Epuln y del pobre Lzaro tenian un 'cuerpo' asequible al fuego y a las penas (y delicias) corp reas 65. Anlogamente, los ngeles poseen un 'cuerpo' sui gene

    ris, no craso, pero real, y por lo mismo accesible al fuego corpreo.

    No hay aqui misterio especial. El 'fuego eterno' podr torturar lo mismo a los ngeles malos, que a los hombres. A los

    ngeles, en el cuerpo sui generis que, corno substancias creadas, poseen. A los hombres, en la sarx, que corno hombres tienen.

    Pero ocurre preguntar. Aparte la misin punitiva, enco mendada por el Creador al 'fuego eterno',

  • 230 ANTONIO ORBE, S.I.

    Sin mencin expresa de l, y bajo el nombre genrico de

    castigo (), da a entender su eficacia sobre 'los cuerpos y almas' de los rprobos:

    "Mas los dignos de castigo irn a l, teniendo tam bin ellos sus almas y sus cuerpos, con que se apartaron de la gracia de Dios" 66.

    La sola composicin de alma y cuerpo, efimera, no explica la perseverancia de los condenados. Ha de haber un elemento fisico que les mantenga en comunin indefinida. La pura volun tad de Dios tampoco declara el fenmeno.

  • VISION DEL PADRE E INCORRUPTELA 231

    lo y de la tierra; y ni los Cielos consentirn a los ngeles rebeldes, ni la Tierra a los hombres impios. Desalojados de los Cielos nuevos y de la Tierra nueva, unos y otros - ngeles y hombres - irn al 'fuego eterno' preparado por Dios.

    "La sentencia (de condenacin) sera de exterminio para los incrdulos, al fin de este mundo" 68. Porque unos y otros, ngeles y hombres, sern definitivamente expulsados del cielo y de la tierra a un fuego que lejos de consumirlos los mantendr para siempre en el ser 69.

    Grados de vision. 'Bienaventurados los limpios de corazn

    porque ellos vern a Dios' (Mt 5,8).

  • 232 ANTONIO ORBE, S.I.

    singulos denarios (Mt 20,9), imaginem et inscriptionem Regis, agnitionem Filii Dei quae est incorruptela"11.

    La escatologia valentiniana ensena dos salarios diversos: a) uno 'sui generis' para los psiquicos de vida recta; b) otro - la verdadera Salud - para solos pneumticos.

    Ireneo impugna tales dos salarios. No hay un galardn para psiquicos, y otro para pneumticos. Sino uno unico para todos los predestinados. Todos vern al mismo Dios Padre y Creador; y todos en carne. No contemplarn unos al Padre y otros al Creador, sino todos, al Creador Padre. Ni llegarn unos a una cierta perpetuidad en el ser, y otros a la inmortalidad misma de Dios. Todos poseern la incorruptela misma del Pa dre, secuela de Su vision.

    A la identidad cualitativa de la Salud - la vision de Dios Padre para todos - agrega el Santo la distincin cuantitativa. Tambin est vez contra la escatologia valentiniana. Segun los gnsticos, todos los 'espirituales' estaban a natura llamados a la misma Salud, en naturaleza y en medida. Todos verian a Dios Padre a la medida misma del Unignito. Introducir grados en la Salud equivaldria a hacer al Padre aceptador de personas. El Bueno ignora tales acepciones, y para todos es igualmente Bueno.

    Al arrimo de la parbola del sembrador (cf. Mt 13,8) ensena Ireneo la diferencia cuantitativa en la retribucin: los que fructificaron corno 30 recibirn corno 30; los que fructifica ron corno 60 corno 100 recibirn corno 60 corno 100. A lo mismo aludia el Sefor en Joh 14,2: segun la tradicin de los Presbiteros. El obispo de Lin da cuerpo a su idea, distancian do localmente a los predestinados. Unos residirn en la tierra renovada; otros en el Paraiso - cuarto cielo planetario y otros en el cielo mismo del Padre. Todos vern directamente a Dios; mas no todos igual. Habr igualdad cualitativa - "ubique autem Deus videbitur" -, con distincin cuantitativa (resp. lo cai) - "quemadmodum et digni erunt videntes eum"

    72 - confor me a sus mritos y dignidad.

    71 Iren IV, 36,7,281 ss. - Sobre elio Parbolas evanglicas en san Ireneo, I Madrid 1972 p. 439ss 452ss. 72

    V, 36,U4ss.

    36:23 PM

  • VISION DEL PADRE E INCORRUPTELA 233

    "Esse autem distantiam hanc habitationis eorum qui centum fructificaverunt et eorum qui sexaginta et eorum

    qui triginta, quorum quidam in caelum assumentur, alii in

    paradiso conversabuntur, alii in civitate inhabitabunt: et

    propter hoc dixisse Dominum multas esse apud Patrem mansiones (cf. Joh 14,2). Omnia enim Dei sunt, qui omni bus aptam habitationem praestat, quemadmodum Ver bum ejus ait omnibus divisum esse a Patre secundum

    quod est dignus aut.erit. Et hoc est triclinium in quo recumbent hi qui epulantur vocati ad nuptias" 73.

    En el banquete definitivo servirn corno unico manjar la Vista de Dios. Pero en tres mesas, presididas por los tres ma

    gnos patriarcas (Abrahn, Isaac y Jacob). En una servirn mas que en otra, conforme al mrito de los comensales. Tambin ahi deben armonizarse las perfecciones de Dios; singularmente, las dos que los sectarios se complacian en contraponer, la Justi cia y la Bondad. Todos vern al Dios Bueno, segun su infinita misericordia y benignidad. Mas le vern desigualmente, segun su Justicia, atenta a premiar a los hombres con arreglo a sus merecimientos.

    Indefinido progreso en la vision. Todos vern a Dios, mas no todos en igual medida. Quiere eso decir que los predestina dos se instalarn en un grado de vision, sin posible desarrollo?

    Muy sintomtica, la versin (y exegesis) de 1 Cor 13,13 que apunta en Ireneo. "Al presente, escribe el Apstol, conozco solo en parte; pero entonces conocer corno soy conocido. Aho ra bien (, S) subsisten fe, esperanza, caridad, las tres; mas la mayor de ellas es la caridad" 74. Asi leido - con particula de

    75 Iren V, 36,2,26ss. - Vase mi art. Las tres moradas de la casa patema, en Bibl. teol. granadina 13, 1969 p. 69-92. 74 1 Cor 13,12s. - Cf. Iren IV, 12,2,35ss "Et Paulus autem: 'Adimpletio -

    inquit (cf. Rom 13,10) - legis dilectio'; et omnibus caeteris evacuatis, manere fidem, spem, dilectionem, majorem autem esse omnium dilectionem (cf. 1 Cor 13,13); et neque agnitionem sine dilectione quae est erga Deum praestare aliquid neque mysteriorum comprehensionem neque fidem neque prophetiam, sed omnia Vacua et frustra esse sine dilectione; dilectionem vero perficere perfectum hominem; et eum qui diligit Deum esse perfectum, et in hoc aevo et in futuro: nunquam enim desinimus diligentes Deum, sed quanto plus eum intuiti fuerimus, tanto plus eum diligimus"; IV, 33,8,146ss.

    36:23 PM

  • 234 ANTONIO ORBE, S.I.

    ilacin, no de tiempo - el Apstol delata la permanencia "enton ces" de las tres virtudes teologales.

    Segun Ireneo, aun en el siglo futuro tendrn aplicacin las tres, porque aun entonces el justo sera discipulo del Maestro, creatura del Creador; y siempre tendr Dios cosas que ensenar nos, y nosotros cosas que aprender:

    "...si et eorum quae in Scripturis requiruntur, univer sis Scripturis spiritalibus exsistentibus, quaedam quidem absolvimus secundum gratiam Dei, quaedam autem com mendamus Deo; et non solum in hoc saeculo, sed et in futuro, ut semper quidem Deus doceat, homo autem sem

    per discat quae sunt a Deo. Sicut et Apostolus dixit (cf. 1 Cor 13,13), reliquie partibus destructis, haec tunc perseve rare quae sunt fides, spes et caritas. Semper enim fides

    quae est ad Magistrum nostrum permanet firma, asseve rane nobis quoniam solus vere Deus, et ut diligamus eum

    semper, quoniam ipse solus Pater; et speremus subinde

    plus aliquid accipere et discere a Deo, quia bonus est et divitias habens indeterminabiles et regnum sine fine et disciplinam immensam" 75.

    Dios Padre alimenta su magisterio en la otra vida con la permanencia de las tres virtudes. Nuestra fe en Dios se mantie ne firme, y nos lleva a reconocerLe por nico verdadero Dios, a fin de amarle siempre corno a solo Padre, y esperar de El mayores continuos dones y ensefianzas, por lo mismo que po see riquezas sin trmino, reino sin fin y doctrina que ensenar sin medida.

    ^Habr tambin incremento en la vision? Habindolo en la fe, esperanza y caridad, ^por qu no en la vision? El biena venturado ir ganando en el conocimiento intuitivo, a la medi da de los tesoros que Dios desee manifestarle. Los tesoros son sin trmino; luego asimismo el incremento en la vision. Y corno todos incrementarn a la medida de su dignidad en el momento de subir al Padre, no se igualarn; y man tendrn la distancia - de 30, 60, 100 - que primero tenian, a pesar del aumento en fe, esperanza, caridad, y vision.

    Iren II, 28,3,59ss.

    36:23 PM

  • VISION DEL PADRE E INCORRUPTELA 235

    La idea apunta en otras ocasiones, v.gr. en exegesis a Mi 25,34ss. No contento con asignar a los malos el fuego eterno, y a los predestinados la herencia del reino (del Padre), indica

    para estos ultimos el adelanto en l

    "Et quibuscumque dixerit (Mi 25,34): 'Venite, bene dicti Patris mei, percipite hereditatem regni quod praepa ratum est vobis in sempiternum', hi semper percipieni regnum et in eo proficient, cum sit unus et idem Deus Pater..." 76.

    Los justos recibirn para siempre, eternamente, el reino, y progresarn en l. Ni incurrirn en el no ser, ni se mantendrn

    simplemente en el ser; progresarn (con Vida en desarrollo, a lo que parece) en el ser:

    "Cum sint enim veri homines, veram esse oportet et translationem ipsorum, sed non excedere in ea quae non sunt, sed in his quae sunt proficere"77.

    A la medida del amor sern los dones. Tal norma parece aplicable, dentro de los parmetros ireneanos, al rgimen actuai

    y al futuro.

    "Nec alium praedicans Patrem, sed eundem ipsum qui semper habet plura metiri domesticis, et proficiente eorum erga eum dilectione, plura et majora donans, quem admodum et Dominus dicebat discipulis quoniam (Joh 1,50) 'Et majora horum videbitis'... Sicut igitur advenien te perfecto non alterum Patrem videbimus, sed hunc

    quem nunc videre concupimus: 'Beati enim mundi corde, quoniam ipsi Deum videbunt' (Mi 5,8)... neque alium

    Spiritum sanctum percipiemus... et in isdem ipsis augmen tum habebimus et proficiemus, uti jam non per speculum et per aenigmata sed facie ad faciem fruamur muneribus Dei..." 78.

    Adelantar en Dios no es dejar a uno - al Creador - para ir a otro superior - Dios Padre - segun quieren los herejes, sino

    Iren IV, 28,2,31ss. V, 36,l,lss. IV, 9,2,41 ss.

    36:23 PM

  • 236 ANTONIO ORBE, S.I.

    adentrarse en el conocimiento del Dios Creador 79 a merced de Su accin sobre el hombre:

    "Et Deus quidem perfectus in omnibus, ipse sibi ae

    qualis et similis, totus cum sit lumen et totus mens et totus substantia et fons omnium honorum, homo vero

    profectum percipiens et augmentum ad Deum. Quemad modum enim Deus semper idem est, sic et homo in Deo inventus semper proficiet ad Deum. Neque enim Deus cessat aliquando in benefaciendo et locupletando homi nem, neque homo cessat beneficium accipere et ditari a Deo..." 80.

    Tal rgimen responde al progreso que ha presidido la economia histrica. El Verbo, dispensador de la gracia del Pa dre para utilidad de los hombres, les revela los tesoros de Dios, sin menoscabo de la invisibilidad del Padre.

    De est forma conjuga de un lado Ireneo la trascendencia de Dios con la mediacin continua del Verbo; y mantiene al hombre en su puesto creatural, no vaya a despreciar a Dios, corno desprecian los sectarios al Creador. E interesa de otro lado al hombre en la busqueda de Dios para que tenga siempre donde progresar, con las noticias que de Dios recibe en y con el

    Hijo.

    "Et propterea Verbum dispensator paternae gratiae factus est ad utilitatem hominum, propter quod fecit tan tas dispositiones, hominibus quidem ostendens Deum, Deo autem exhibens hominem; et invisibilitatem quidem Patris custodiens, ne quando homo contemptor fieret Dei et ut semper haberet ad quod proficeret, visibilem autem rursus hominibus per multas dispositiones ostendens Deum, ne in totum deficiens a Deo homo cessaret es se"81.

    79 Cf. Iren IV, 9,3. - Vase J. Agulles, Bienaventurados los puros de corazn (Mt. 5,8 en la teologia greco-cristiana hasta Ortgenes), Valencia 1965 . 21-24 (Crecimiento y consumacin de la vision). 80 Iren IV, 11,224ss. Hyase no inspirado en el obispo de Lin, el

    'proficiet ad Deum' vendr a ser el leitmotiv de la soteriologia de S. Hilario de Poitiers. Vase A. Fierro, Sobre la gloria en San Hilario, Roma, 1964, 205s.

    81 Iren IV, 20,7,172ss.

    36:23 PM

  • VISION DEL PADRE E INCORRUPTELA 237

    E1 hombre se sostiene en efecto, segn su destino, merced a Dios, a cuya imagen y semejanza fu hecho. Y dejaria de existir si, rota la mediacin del Verbo, perdiera contacto con Dios, y se abandonara a su propia suerte.

    Todo el misterio de la vida del hombre est en la comu nichi con el invisible e inagotable Dios, de que le viene por el momento la existencia, y a la postre, definitivamente la Vida eterna.

    Quien se deja influir de Dios, mediante el Verbo, progresa siempre en El. Es obvio que tambin despus, superada la mediacin del Verbo, cuando pase a vivir directamente por vision inmediata del Padre.

    La Escritura que revela las economias de la 'Historia salu tis' anuncia tambin la del Reino de los justos con Cristo ("cres centes ex visione Domini")82.

    La vista del Senor Jesus se dejar sentir en progreso. Nutrir a los justos con la luz (resp. Espiritu) que despide la Carne rutilante de Cristo 83. El espiritu emanado de El ir 'in crescndo', corno vehiculo de los misterios, de que Cristo es mediador. Ser el modo suyo de 'ensenar', continuo y creciente, a los hombres. Y coincidir con el dilogo siempre nuevo, que llenar los dias del Milenio:

    "Erit caelum novum et terra nova (Is 65,17), in quibus novus perseverabit homo, semper nove confabulans Deo" 84.

    Tan bello era y tan agradable el Paraiso de Adn, que "el Verbo de Dios se paseaba con frecuencia por l, entretenindo se con el hombre, prefigurando lo que ocurriria en el futuro" 85, a raiz de su Encarnacin 86.

    En los dias del Milenio, la conversacin 'siempre nueva' del Logos con los justos versar sobre los misterios del Padre, que ni ojo vi ni oido oy ni subi a corazn de hombre ( 1 Cor 2,9); superiores a la ciencia de los ngeles (cf. 1 Pe 1,12)87.

    Mas por mucho que el justo aprenda "ex visione Domini", mucho ms le queda por saber "ex visione Patris". No acabar

    82 Iren V, 35,1,18 83 Cf. IV, 20,2,48ss. 84 Iren V, 36,l,14ss. 85

    jUpid \2 86 Vase mi Antropologia de san Ireneo, Madrid 1969, p. 204ss. 87 Iren V, 36,3,63ss.

    36:23 PM

  • 238 ANTONIO ORBE, S.l.

    el progreso con la vision de Dios 88, ni con la incorruptela derivada de ella 89. Iniciar entonces el magisterio inmediato de Dios Padre, tan inacabable corno su Ser. La trascendencia del

    Espiritu de Dios se traducir en disciplina eterna 90. La vision es un principio de continua vida, que busca

    incrementarse sin trmino; corno es principio de sabiduria de

    riqueza, que busca regalar sin trmino. A la postre, Dios es Bien y su actividad sera siempre 'hacer bien', sin otra medida

    que la del hombre que le deja hacer.

    Segun eso, el incremento que preside la 'Historia salutis' desde los dias de Adn, continuar tambin en la eternidad. Y si a lo largo de la Economia histrica afecta a la humana sarx, con una dimensin mas fisica que moral, lo mismo en los siglos eternos.

    Con una particularidad. Las dos etapas, del Espiritu Santo ( = proftico, durante el A.T.), y del Hijo (durante el N.T.), aunque incrementables en su linea (proftica y adoptiva), dispo nen la sarx a la 'incorruptela'; no se la confieren. La 'incorrup tela', caracteristica de la fase definitiva, proviene nicamente del Padre. Y corno la incorruptela es incrementable, se la otor

    ga Dios al hombre 'in crescendo' alimentandola con la propia vision, siempre nueva.

    Ahora bien, aunque el incremento en la eternidad afecte a la sarx, y su incorruptela se traduzca en Vida de la sarx, dificil mente se traduce en categorias de tiempo, por novedad sucesiva de misterios divinos. Mejor se comprende por penetracin en ellos, y por mayor correlativa penetracin de la incorruptela del Padre en la humana sarx, cada vez mas rtila y espiritual y simple, a la medida inacabable de la Lumbre y Espiritu y Esencia del Padre.

    CONCLUSION

    La vision del Padre, trmino de la economia de la humana salud, compendia gran parte de las ensefianzas de Ireneo; mas

    88 Cf. Iren IV, 26,1,25. 89 Cf. IV, 38,3,75ss. 90 Mas complejo y de gran inters la exegesis de Orfgenes, partidario

    tambin de la permanencia de la fe y esperanza en la otra vida. Vase P.Henry, Manet autem fides (1 Cor 13,13), Exc. diss. PUG 1951, p. 7-30.

    36:23 PM

  • VISION DEL PADRE E 1NCORRUPTELA 239

    por su audacia, tanto corno por la dispersin de sus noticias, ha sido prcticamente marginada, y desde luego estudiada con poca valentia.

    Interesa la fase ltima: el trnsito del Milenio al reino del Padre, de la vision luz del Hijo a la vista Luz del Padre. El

    premio otorgado por Cristo juez (segn Mt 25,34) es doblemen te gratuito, en su objeto y en su luz. El Padre ha querido manifestarse directa e inmediatamente al hombre ( = a la sarx) con la Suya propia. Pero cabe intuir directa e inmediatamente a Dios 'secundum carnem'?

    Del hecho consta. A tal fin es plasmado el hombre (Ger 1,26). El hombre, asemejado a Dios, le vera: no por via de

    conceptos, sino por afinidad ('secundum Spiritum'), en comu nin de Espiritu con la Carne gloriosa del Verbo. A esa vision

    por similitud mira la 'ocular' vaticinada por Is 6,5. Est adems el extasis del Apstol. No vale fundar en 2 Cor 12,3 el hecho de la vista de Dios 'in corpore', si en cambio su posibilidad. Hubiera no visto Pablo a Dios 'in corpore', al referir su rapto daba a entender la creencia propia en la posibilidad de tal vision. Eso bastaba, corno premisa, para orientar la 'Salus car

    nis', contra los sectarios, hacia la vista 'secundum carnem' de Dios.

    En cuanto al modo, Ireneo puede invocar dos analogias: la del compuesto humano, y la mocin proftica. Superior al dominio de la psique sobre el cuerpo es el del Espiritu sobre la humana sarx. Los profetas conocen dos suertes de vision espiri tual: la una interesa a la psique, de donde deriva al cuerpo, y era el rgimen habitual; la otra afecta 'per se' al cuerpo, corno en Is 6,5: "Regem Dominum Sabaoth vidi oculis meis". El

    Espiritu de Dios otorgado al hombre, adems de fisicamente inmortai, 'inmortaliza' al cuerpo a que se une. Lejos de atrofiar se y aun corromperse corno la vida del alma, en comunin con la sarx, la levanta a Su nivel, habilitndola a Sus propios actos.

    Apurando, la 'Salus carnis', consiste en la vista de Dios, en la incorruptela consiguiente a ella? La humana Salud reside en la Vida 'secundum Spiritum Patris', secuela de la vision del Padre. En vez de corromperse la sarx a la vista de Dios (cf. Ex

    33,20), recibe de El el agente fisico - la incorruptela - que sostiene el Ser y Vida de Dios. Se cumple asi la gran paradoja. Lo que espontneamente acaba con el hombre, le sostiene para siempre, a la altura del Padre.

    36:23 PM

  • 240 ANTONIO ORBE, S.l.

    Fenmeno paratelo, antittico, el de los condenados. E1

    "fuego eterno", a titulo de ,, participa en la eficacia caracteristica de Dios. Lejos de exterminar, sostiene. Mantiene en el ser a los ngeles apstatas, actuando directamente en sii

    'cuerpo'; y en su ser de hombres, a los rprobos, actuando derechamente en la sarx. Lo que llevaria al hombre, por el

    castigo del fuego, a la corrupcin fisica, te sostiene igual que a los ngeles en muerte segunda, eternizando la humana caro en

    rgimen paratelo al de la Vida eterna. A modo de complemento, hubo que registrar dos aspectos:

    los grados de vision (resp. Vida), con arreglo a los mritos; y el

    progreso inefinido, con la indefinida comunicacin de los teso ros de Dios.

    Antonio Orbe, S.I.

    SUMMARY

    The vision of the Father, with our subsequent incorrupt state, summarizes

    much of Irenaeus' teaching, but has not been much studied. Of interest here is the final stage, the transition from the vision of the Son to that of the Father.

    The reward granted by Christ the judge is doubly gratuitous - in its object and its light. God seeks to manifest himself directly and personally to man.

    Nevertheless, is it possible to have an immediate intuition of God "secundum

    carnem"? The fact is established by Gen 1:26. By its spiritual likeness to God, the plasma (=sarx) will see him. The seeing prophesied by Is. 6:5 has in mind a vision through likeness ("secundum Spiritum"). Add too the ecstasy of the Apostle Paul. Irenaeus' exegesis of 2 Cor 12:3 establishes the possibility of the mystery. Whether or not Paul saw God in corpore, the reference to

    rapture hints at a belief in the possibility of such a vision.

    It is enough, as a precedent, to indicate against the sectarians a certain

    seeing of God "secundum carnem". As regards the manner of that vision, Irenaeus can invoke an analogy from the human composite and prophetic "motions". The reign of the Spirit over the human sarx is superior that of the

    psyche over the body. The prophets were aware of two kinds of spiritual vision: the usuai vision touched the psyche and from there affected the body; the other kind "per se" affected the body, as in Is 6:5, "Regem Dominum

    Sabaoth vidi oculis meis." When granted to men, the Spirit of the Father will immortalize the body over which it is poured. Far from being atrophied or

    even corrupted, as the life of the soul is through communion with the sarx, the

    Spirit lifts the body to its own level and actively fits it out. The "Salus carnis" consists then in the Life "secundum Spiritum Patris", which follows on the

    36:23 PM

  • VISION DEL PADRE E INCORRUPTELA 241

    vision of God. Instead of being corrupted, the sarx through the divine vision

    receives from God an incorrupt state which maintains it in the Being and Life

    of the Father. Thus a paradox takes place. What will spontaneously destroy man makes him "eternai" with the existence of God. A similar phenomenon affects those who are condemned: the eternai fire, so far from exterminating them, keeps them in being, in a pattern similar to that experienced by the

    saints. Finally, there are two further aspects to be noted: the levels of vision

    (respectively, Life) vary according to merits; there is an indefinite progress as

    the treasures of God are continue to be communicated indefinitely to the

    human sarx.

    36:23 PM