Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

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UNIVERSIDAD AUSTRAL DE CHILE FACULTAD DE CIENCIAS Rol de α-SNAP en la homeostasis de la glucosa: consecuencias de la mutación M105I de α-SNAP en la secreción de insulina TESIS DOCTORAL María Paz Miró Pino VALDIVIA – CHILE 2018

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UNIVERSIDAD AUSTRAL DE CHILE

FACULTAD DE CIENCIAS

Rol de α-SNAP en la homeostasis de la glucosa: consecuencias de la mutación M105I de α-SNAP en la

secreción de insulina

TESIS DOCTORAL

María Paz Miró Pino

VALDIVIA – CHILE

2018

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Rol de α-SNAP en la homeostasis de la glucosa: consecuencias de la mutación M105I de α-SNAP en la

secreción de insulina

Tesis presentada a la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile en cumplimiento parcial de los requisitos para optar al grado de

Doctor en Ciencias

por

María Paz Miró Pino

Valdivia - Chile

2018

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UNIVERSIDAD AUSTRAL DE CHILE FACULTAD DE CIENCIAS

INFORME DE APROBACIÓN DE TESIS DE DOCTORADO

La Comisión Evaluadora de Tesis comunica a la Dra. Leila Cárdenas, Directora de la Escuela de

Graduados de la Facultad de Ciencias que la tesis de doctorado presentada por el candidato

MARIA PAZ MIRÓ PINO

Ha sido aprobada en el examen de defensa de Tesis rendido el día……, como requisito para

optar al grado de Doctor en Ciencias. Y, para que así conste para todos los efectos firman:

Profesor Patrocinante de Tesis:

Dr. Luis Federico Bátiz ----------------------------------

Comisión Evaluadora de Tesis:

Dr. Rody San Martín -----------------------------------

Dr. Carlos Figueroa V. -----------------------------------

Dra. Marcela Michaut -----------------------------------

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“sólo con el corazón se puede ver bien,

lo esencial es invisible para los ojos”

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AGRADECIMIENTOS

Esta tesis ha sido desarrollada gracias al continuo apoyo y amor de las personas que me

rodean, quienes han sido pilares fundamentales en la construcción de esta etapa. Mi familia, es

el eje central de todo cuanto hago en mi vida y estoy inmensamente agradecida de mi gran

compañero de vida, por toda su paciencia, por toda su contención y por todo su amor, gracias

Luis Alberto!. Mis proyectos más hermosos de la vida, son mis hijos! Gracias Luquitas y Rosario

por todos los abrazos, por todas las sonrisas y por toooodos esos besos, que han hecho que no

me rinda jamás y que sea mejor cada día. Gracias a mis padres Sara y Ernesto y a mi hermano

Juan Ignacio, porque son ellos los que día a día me recuerdan que se puede volar más alto, que

no hay ningún objetivo que no se cumpla sin adversidades, pero que todo tiene más sentido si

colocas un trozo de tu corazón en lo que haces.

Gracias al Instituto de Anatomía, Histología y Patología por acogerme todos estos años

y brindarme un espacio para desarrollarme. Al Dr. Carlos Figueroa por toda su orientación y

cariño, a Gladys por su preocupación y apoyo, a Don Hernán y a Don Jaime, por su gran

voluntad, a los Académicos porque siempre tuvieron la mejor voluntad para orientarme,

escucharme y aconsejarme y sobre todo a mi Patrocinante de tesis, Dr. Federico Bátiz, porque

la vida entrecruzó nuestros caminos para aprender y para unir nuestros afectos a la ciencia y al

trabajo bien hecho. Gracias por todas las lecciones de vida y gracias por tu gran calidad humana,

que fue fundamental en esta etapa. A mis compañeros de laboratorio, muchas gracias por todo,

porque cada uno ha dejado en mí distintas vivencias, que han enriquecido este trayecto.

Estaré muy agradecida de las palabras de apoyo de mis amigos cuando las cosas no

parecían fáciles, cuando hubo cambio de planes o cuando la ciencia parecía no jugarme una

buena pasada. Son ustedes quienes han dado sentido al trabajo diario, al crecimiento innato de

esta etapa y quienes me han reforzado que la vida es mucho mejor en compañía de ustedes.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto y que me ha brindado la oportunidad de crecer

y de compartir con ustedes mi crecimiento. ¡Gracias totales!

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Índice de contenidos

1. Introducción ...................................................................................................... 166

1.1 Homeostasis de la glucosa. ......................................................................................... 166

1.1.2 Producción hepática de glucosa. ..................................................................................................... 177

1.1.3 Regulación pancreática de la glicemia .............................................................................................. 177

1.1.4 Eje hipotalámico - hipofisario ......................................................................................................... 188

1.1.5 Efecto incretinas ............................................................................................................................. 199

1.1.6 Patologías asociadas. ......................................................................................................................... 20

2. Páncreas ......................................................................................................................... 23

1.2.1 Embriología del páncreas ................................................................................................................ 233

1.2.2 Plasticidad Pancreática .................................................................................................................... 244

Capítulo 3. Células beta pancreáticas ............................................................................... 277

1.3.1 Síntesis de insulina .......................................................................................................................... 277

1.3.2 Secreción de insulina....................................................................................................................... 277

1.3.3 Factores que influyen secreción pancreática de insulina. .................................................................... 30

1.3.2 Acción del tejido periférico en la homeostasis de la glucosa. ............................................................ 333

Capítulo 4. a-SNAP: ¿un factor clave en la homeostasis de la glucosa? ............................. 377

Materiales y métodos ................................................................................................ 455

Materiales ........................................................................................................................ 455

2.1.1 Insumos y reactivos ........................................................................................................................ 455

2.1.2 Equipos e insumos ......................................................................................................................... 466

2.1.3 Animales de experimentación ......................................................................................................... 477

2.2 MÉTODOS ................................................................................................................ 477

2.2.1 Genotipificación de ratones hyh ..................................................................................................... 477

2.2.2 Cultivo Primario de Islotes de Langehans ....................................................................................... 488

2.2.4 Secreción de insulina estimulada por glucosa (GSIS) ....................................................................... 499

2.2.5 Métodos bioquímicos para análisis de proteínas .............................................................................. 499

2.2.6 Morfometría y estereología pancreática ........................................................................................... 522

2.2.7 Métodos bioquímicos de análisis de mRNA .................................................................................... 533

2.2.8 Evaluación estado metabólico del modelo murino ............................................................................ 54

2.2.9 Obtención de muestras de tejido pancreático .................................................................................. 555

2.2.10 Fijación de tejido pancreático ........................................................................................................ 566

2.2.11 Inclusión, corte y montaje de las muestras ..................................................................................... 566

2.2.12 Tinción general hematoxilina-eosina ............................................................................................. 566

2.2.13 Inmunocitoquímica ....................................................................................................................... 577

2.2.13.2 Bloqueo de la actividad peroxidasa endógena ............................................................................. 577

2.2.14 Inmunofluorescencia/microscopía confocal ................................................................................. 588

2.2.15 Marcaje con BrdU en ratones postnatales ...................................................................................... 588

3. Resultados .............................................................................................................. 60

3.1 α-SNAP ......................................................................................................................... 60

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7

3.2 Homeostasis de la glucosa .......................................................................................... 677

3.3 Páncreas ..................................................................................................................... 788

4. Discusión ................................................................................................................ 92

5. Conclusión ............................................................................................................ 107

6. Bibliografía ........................................................................................................... 109

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Índice de Tablas

Tabla 1. Anticuerpos Primarios ______________________________________________ 51

Tabla 2. Registro de alimentación controlada| __________________________________ 70

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Índice de Figuras

Figura 1. Caracterización de la expresión de α-SNAP y NSF en tejido pancreático. ................................. 61

Figura 2. Caracterización histológica de la expresión de α-SNAP tejido pancreático. .............................. 62

Figura 3. Procedimiento quirúrgico en el desarrollo del cultivo primario de Islotes de Langerhans. ...... 64

Figura 4. Esquema representativo del ensayo de secreción de insulina estimulada por glucosa (GSIS). 65

Figura 5. Secreción de insulina desde cultivo primario de islotes de Langerhans. .................................... 66

Figura 7. Glicemias Basales. .......................................................................................................................... 70

Figura 8. Protocolo de Test tolerancia a la glucosa. ..................................................................................... 71

Figura 9. Test de tolerancia a la glucosa. ...................................................................................................... 73

Figura 10. Protocolo de registro de insulinemias. ......................................................................................... 74

Figura 11. Insulinemia Basal. ......................................................................................................................... 75

Figura 12. Protocolo de Test de Tolerancia a la Insulina (TTI). ................................................................. 76

Figura 13. Test de tolerancia a la insulina (TTI). ......................................................................................... 77

Figura 15. Relación entre el peso corporal y edad en ratones WT y hyh. .................................................... 79 Figura 17. Relaciones entre el volumen endocrino y el número de células endocrinas por área

pancreática ...................................................................................................................................................... 81 Figura 18. Relaciones entre la cantidad de islotes y tamaño de los islotes de Langerhans en ratones WT y

hyh. .................................................................................................................................................................. 82

Figura 19. Caracterización de la expresión de células α y β en islotes pancreático de ratones WT y

mutantes hyh. .................................................................................................................................................. 84

Figura N°20. Análisis cuantitativo de células α y β del tejido pancreático endocrino ............................... 86 Figura 21. Esquema representativo del protocolo de ensayo BrdU. Administración de una dosis de 100

mg/Kg de ratón, tres veces al día por tres días a grupos de ratones WT y mutantes hyh. A partir de la última dosis

de BrdU, se extrae el páncreas para posteriores análisis histológicos. .................................................................. 88

Figura 22. Ensayos de proliferación celular a través de la incorporación de BrdU. ................................... 89 Figura 23. Estudio de compensación en seriados pancreáticos en estadíos embrionarios (E16.5 y E18.5) y

Post-natales (PN1, PN2 y PN4) en los grupos WT y hyh. Imágenes representativas de los estudios de

inmunohistoquímica para insulina en páncreas de animales WT y hyh. Se puede observar la conformación de los

islotes pancreáticos en el transcurso del desarrollo. Tamaño de las imágenes 20X. Barra de escala 20 µm. .......... 90

Figura 24. Relación de volumen endocrino con las distintas edades del desarrollo. ................................. 91

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Índice de abreviaciones

ADA: Asociación de diabetes de américa

ACC: AcetilcoA carboxilasa

AICAR: AICA-Riboside

AMP: Adenosinmonofosfato

AMPK: Proteína kinasa activada por AMP

ARC: Núcleo arqueado

AgRP: Proteína r-agouti

BrdU: 5-bromo-2-desoxiuridina

DM: Diabates mellitus

DMH: Hipotálamo dorso medial

DPP4: Dipeptidil peptidasa 4

DTT: 1,4 - dithiothreitol

GABA: Ácido γ-aminobutírico

GAP: Rab-GTPasa

GIP: Péptido inhibidor gástrico

GLP-1: Péptido-1 similar a glucagón

GLUT2: Transportador de glucosa 2

GSIS: Secreción de insulina estimulada por glucosa

GSV: Vesícula de almacenaje de GLUT4

GLUT4: Transportador de glucosa 4

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HGP: Producción hepática de glucosa

hyh: Hop gait hydrocephalus

LHA: Área hipotalámica lateral

LDCV: Vesículas grandes de núcleo denso

LKB1: Kinasa hepática B1

NPY: Neuropéptido Y

NSF: Factor sensible a N-metilmaleimida

POMC: Proopiomelacortina

PVN: Núcleo paraventricular

PACAP: Péptido hipotalámico similar a VIP

RI: Resistencia a la insulina

RP: Gránulos secretorios de reserva

RRP: Gránulos secretorios de rápida liberación

SLMV: Microvesículas tipo sinápticas

SNAP: Proteína solubre de anclaje a NSF

SNARE: Receptores de SNAP

TGN: Red trans-golgi

TIRF: Microscopía de fluorescencia de reflexión total interna

VIP: Péptido intestinal vasoactivo

WT: Wild type (silvestre)

ZNT8: Transportador de zinc 8

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RESUMEN

La homeostasis de la glucosa es un mecanismo fisiológicamente balanceado que depende

fundamentalmente de la secreción de insulina por parte de las células β pancreáticas y de la

translocación de GLUT4 a la membrana plasmática. Ambos eventos de fusión de membranas

son mediados por la familia de proteínas SNAREs y la ausencia de proteínas de este complejo

conlleva a la desregulación de la glicemia.

α-SNAP es una proteína soluble involucrada en los eventos de fusión de membrana.

Junto con NSF tienen como función principal la liberación de las proteínas SNAREs (función

canónica de α-SNAP) para una nueva ronda de fusión, sin embargo, en los últimos años, se han

descrito otras funciones independientes de su interacción con NSF (funciones no canónicas) que

han cobrado importancia en diversos procesos celulares dentro de los cuales, destaca su

participación como ATPasa de AMPK.

Los antecedentes que vinculan a α-SNAP y a las proteínas SNARE con la secreción de

insulina han sido obtenidos en modelos celulares o en ensayos in vitro, por lo que resulta

interesante evaluar el rol de α-SNAP en la homeostasis de la glucosa in vivo. Desarrollamos esta

investigación en el modelo de ratón hyh (hydrocephalus whit hop gait), que presenta una

mutación puntual espontánea en el gen Napa que codifica para α-SNAP. Esta mutación genera

hipomorfismo α-SNAP en cerebro y otros órganos.

Con estos antecedentes, el presente trabajo de investigación propone que “la mutación

M105I de α-SNAP provoca una reducción en la liberación de insulina en células β pancreáticas”.

Para desarrollar esta hipótesis evaluamos el rol que tiene α-SNAP en la secreción de insulina in

vitro, registramos parámetros fisiológicos del metabolismo de glucosa del modelo animal y

establecimos las consecuencias de la mutación de α-SNAP en la arquitectura del tejido

pancreático.

Los resultados obtenidos a partir de esta tesis, señalan la existencia de hipomorfismo de

α-SNAP a nivel pancreático, donde la mutación de esta proteína altera la función de las células

β que se traduce en una menor liberación de insulina. A pesar de esta condición evaluada in vitro,

nuestros datos señalan que los ratones hyh presentan un balance metabólico normal, a pesar de

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mantener algunas diferencias en la dinámica del control de este equilibrio (TTGIP) y de presentar

menores valores de insulinemias. Este efecto es una consecuencia de los resultados observados

en morfometría pancreática, donde señalamos que la mutación M105I de α-SNAP genera una

tendencia al aumento del volumen endocrino que está dado por un mayor número de islotes de

Langerhans que a su vez, presentan una mayor cantidad de células endocrinas producido

eventualmente por un mayor índice proliferativo de células endocrinas, que comienza

marcadamente en estadíos perinatales

El conjunto de resultados presentados en este trabajo de investigación, apoyan la

hipótesis que la mutación M105I de α-SNAP disminuye la secreción de insulina desde las células

β pancreáticas, sin embargo, no altera la homeostasis de la glucosa en animales mutantes hyh.

Indudablemente esta investigación representan un aporte para conocer mejor los mecanismos

celulares y moleculares que mantienen la homeostasis de la glucosa in vivo; situando a α-SNAP

como una proteína multifuncional relevante en la fisiología de las células β pancreáticas, lo cual

abre nuevas interrogantes que garantizan la proyección biomédica de este trabajo.

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ABSTRACT

Glucose homeostasis is a physiologically balanced mechanism that depends mainly on the

secretion of insulin by pancreatic β cells and the translocation of GLUT4 to the plasma

membrane. Both membrane fusion events are mediated by the SNAREs family of proteins and

the absence of proteins from this complex leads to the deregulation of glycemia.

α-SNAP is a soluble protein involved in membrane fusion events. Together with NSF, the main

function is the release of SNAREs (canonical function of α-SNAP) for a new round of fusion,

however, in recent years, other functions have been described that are independent of their

interaction with NSF (functions not canonicals) that have gained importance in various cellular

processes, among which, their participation as AMPK ATPase stands out.

The antecedents that link α-SNAP and SNARE proteins with insulin secretion have been

obtained in cell models or in vitro tests, so it is interesting to evaluate the role of α-SNAP in

glucose homeostasis in vivo. We developed this research in the hyh (hydrocephalus whit hop

gait) mouse model, which has a spontaneous point mutation in the Napa gene that codes for α-

SNAP. This mutation generates α-SNAP hypomorphism in the brain and other organs.

In this context, this research paper proposes that "the M105I mutation of α-SNAP causes a

reduction in the release of insulin in pancreatic β cells". To develop this hypothesis, we evaluated

the role of α-SNAP in insulin secretion in vitro, recorded physiological parameters of glucose

metabolism of the animal model and established the consequences of α-SNAP mutation in

pancreatic tissue architecture.

The results obtained from this thesis, show the existence of α-SNAP hypomorphism at

pancreatic level, where the mutation of this protein alters the function of the β cells that results

in a lower release of insulin. Despite this condition evaluated in vitro, our data indicate that hyh

mice have a normal metabolic balance, despite maintaining some differences in the dynamics of

control of this balance (TTGIP) and presenting lower values of insulinemias. This effect is a

consequence of the results observed in pancreatic morphometry, where we point out that the

mutation M105I of α-SNAP generates a tendency to increase the endocrine volume that is given

by a greater number of islets of Langerhans which, in turn, present a greater amount of endocrine

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cells produced eventually by a higher proliferative index of endocrine cells, which begins

markedly in perinatal stages

The results presented in this research work support the hypothesis that the M105I mutation of

α-SNAP decreases insulin secretion from pancreatic β cells, however, it does not alter glucose

homeostasis in hyh mutant animals. Undoubtedly, this research represents a contribution to

better understand the cellular and molecular mechanisms that maintain glucose homeostasis in

vivo; situating α-SNAP as a relevant multifunctional protein in the physiology of pancreatic β

cells, which opens new questions that guarantee the biomedical projection of this work.

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1. INTRODUCCIÓN

La existencia de un organismo depende de la provisión continua de energía para sus

procesos metabólicos, siendo las fuentes de energía más importantes en mamíferos la glucosa y

los ácidos grasos (Jouvet and Estall, 2017). El mantenimiento de la concentración de glucosa en

sangre, denominado homeostasis de la glucosa, es clave para proporcionar energía a diferentes

tipos celulares; tanto así, que algunos tejidos son casi totalmente dependientes de este

carbohidrato como fuente de energía (Moore et al., 2012).

1.1 HOMEOSTASIS DE LA GLUCOSA

La homeostasis de la glucosa es un mecanismo fisiológicamente balanceado que depende

fundamentalmente de tres procesos simultáneos y coordinados que involucran i) la producción

hepática de glucosa, ii) la liberación de insulina por las células β pancreáticas y iii) la

La importancia de una homeostasis eficiente radica en la dependencia que tienen algunos

tejidos por la glucosa. Ha sido descrito que luego de la ingesta de carbohidratos,

aproximadamente el 33% de la glucosa es absorbida por el hígado, otro 33% es captada por los

tejidos musculares y adiposos, y la glucosa restante es demandada desde el cerebro, el riñón y

las células rojas de la sangre (Moore et al., 2012).

Para llevar a cabo la regulación de los niveles de glucosa en sangre, es preciso disponer

de un sistema de control que permita actuar de manera óptima y precisa, frente a variaciones en

la glicemia.

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17

1.1.2 Producción hepática de glucosa

El hígado es el órgano por excelencia encargado de almacenar glucosa en forma de

glucógeno y es quien tiene la capacidad endógena de producirla, participando entonces de

manera activa en la regulación de la glicemia.

Cuando los nutrientes están disponibles, se absorbe la glucosa del torrente sanguíneo

para ser almacenada como glucógeno, esto conlleva la secreción pancreática de insulina que

suprime la producción hepática de glucosa (HGP) y promueve la lipogénesis. En cambio, cuando

los nutrientes se vuelven escasos, se promueve la HGP para satisfacer las demandas energéticas,

la cual se logra a través de la síntesis de novo desde precursores disponibles, proceso conocido

como gluconeogénesis y por la degradación del glucógeno denominado, glucogenólisis.

La producción de glucosa por el hígado también es controlado por catecolaminas

secretadas por la médula suprarrenal, las cuales aumentan la producción de glucosa a través de

la activación de la glucógeno fosforilasa (Rizza, 1980). Se ha observado que tanto la hormona de

crecimiento como el cortisol, favorecen la expresión de enzimas de la vía gluconeogénica y

disminuyen el transporte de glucosa (Rizza, 1982).

1.1.3 Regulación pancreática de la glicemia

Un aspecto importante en la regulación de la glicemia es la secreción hormonal del

páncreas. Para esto, el páncreas cuenta con diferentes tipos de células endocrinas, las cuales se

encuentran agrupadas en islotes, denominados islotes de Langerhans, los cuales están rodeados

de tejido pancreático exocrino que a su vez, está compuesto de células acinares, células de los

conductos, y células centro-acinares. Todos estos tipos celulares derivan de células progenitoras

multipotentes ubicadas en el epitelio del páncreas mamífero en desarrollo (Stanger and Hebrok,

2013). Las células endocrinas pancreáticas se clasifican en células α: secretoras de glucagón; β:

secretoras de insulina; δ: secretoras de somatostatina; épsilon: productoras de ghrelina; células

P: productoras de polipéptido pancreático y células G: sintetizan gastrina (Unger et al., 1978).

Las células α, sensan una disminución de los niveles plasmáticos de glucosa y liberan de manera

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inmediata glucagón, hormona que tiene como tejido blanco el hígado, en donde se comienza

con la degradación del glicógeno almacenado en los hepatocitos y con ello aumenta la

disponibilidad de glucosa en sangre, favoreciendo entonces el aumento de la glicemia.

Por otro lado, la insulina, hormona sintetizada por células β, regula la glicemia en sentido

contrario a glucagón. Los elevados niveles de glicemia en sangre son pesquisados por las células

β-pancreáticas, gatillando la secreción de insulina que favorece la captación de glucosa en tejido

muscular y adiposo y la gluconeogénesis en el hígado y en tejido periférico, disminuyendo de

esta manera la glicemia.

1.1.4 Eje hipotalámico - hipofisario

Tal como hemos mencionado, la glicemia es un proceso altamente regulado que no sólo

involucra la secreción hormonal pancreática, sino que además es un proceso concertado entre el

eje hipotálamo-hipófisis-páncreas. El hipotálamo es un área del cerebro que actúa como un

regulador clave del metabolismo y media numerosos procesos como la ingesta de alimentos, la

temperatura corporal, el comportamiento sexual y la reproducción, los ritmos circadianos y las

respuestas emocionales (Bisschop et al., 2014). El hipotálamo, está compuesto de muchos

núcleos neuronales distintos, dentro de los cuales destaca el núcleo arqueado (ARC) por su

relevancia en la regulación del balance energético. Su posición anatómica es adyacente a la

eminencia media, permitiendo así que el ARC pueda detectar señales tales como leptina, grelina

e insulina en circulación (Roh et al., 2016). ARC contiene dos grandes poblaciones neuronales

con efectos opuestos sobre la ingesta de alimentos: las neuronas AgRP/NPY de axión

orexigénica y las neuronas POMC de acción anorexigénicas. Las neuronas AgRP/NPY envían

proyecciones a otros núcleos hipotalámicos tales como el núcleo paraventricular (PVN),

hipotálamo dorsomedial (DMH), y el área hipotalámica lateral (LHA), todos involucrados en el

control de la alimentación (Cornejo et al., 2016).

Para lograr la regulación del balance energético, los circuitos del sistema nervioso central

deben ser capaces de interactuar con el sistema endocrino que proporciona señales periféricas

que indican el estado energético del cuerpo. Entre ellos, la grelina es la única hormona péptido

Page 19: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

19

de mamífero conocida por aumentar la ingesta de alimentos. Además esta hormona participa en

otros procesos que incluyen la motilidad del tracto gastrointestinal, los comportamientos

relacionados con la ansiedad y el estrés, el metabolismo de la glucosa, entre otros (Kojima et al.,

2005).

La fase cefálica de liberación de insulina es representada por el reflejo condicionado de

un aumento de la secreción de la hormona incluso en ausencia de nutrientes como la glucosa,

preparando al organismo anticipadamente para la ingesta de alimentos y de esta manera

responder adecuadamente a los nutrientes. Por otra parte, esta fase cefálica es fundamental para

asegurar el normal manejo de la glucosa postprandial (Gonnissen et al., 2013). Por el contrario,

la insulina liberada en respuesta a una comida, ingresa en el cerebro a través de la barrera hemato-

encefálica con el fin de disminuir la ingesta de alimentos a través de la señalización de neuronas

hipotalámicas. Se ha propuesto en base a lo anterior que tanto la señalización central de insulina

como la señalización periférica está deteriorada en pacientes con patologías asociadas a

desórdenes metabólicos (Gonnissen et al., 2013).

1.1.5 Efecto incretinas

Las incretinas son sustancias que se producen en el intestino y se liberan en respuesta a

la ingesta oral de nutrientes, sobre todo carbohidratos, siendo poderosas secretagogas que

aumentan la liberación de insulina. Las dos hormonas incretinas más importantes son el

polipéptido inhibidor gástrico o GIP y el péptido-1 similar al glucagón o GLP-1 (glucagon-like

peptide-1). GIP y GLP-1 son en conjunto responsables del llamado “efecto incretina”, es decir,

que la administración oral de una cantidad de glucosa causa un estímulo mayor de la secreción

de insulina que la misma cantidad de glucosa administrada por vía intravenosa (Neumiller, 2009).

El GIP es un péptido de 42 aminoácidos producido por las células K de las vellosidades

intestinales, las cuales son un tipo de células enteroendocrinas que están principalmente

distribuidas a lo largo del duodeno y yeyuno y son muy raras en el íleon terminal. Por otro lado,

GLP-1 es también un péptido constituído por 37 aminoácidos sintetizado a partir de

proglucagón en las células L, localizadas principalmente en el íleon. Ambas incretinas son

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20

secretadas en respuesta a estímulos procedentes del contenido alimenticio en el bolo intestinal

(proteínas, grasas y carbohidratos), siendo el carbohidrato el mejor estímulo para la secreción de

GLP-1. La secreción de incretinas empieza a los 15 minutos después de la ingesta de alimentos

y alcanza su máximo a los 30 a 45 minutos, retornando a valores basales 2 a 3 horas después de

la ingesta. Una vez en la sangre, la vida media de las incretinas es muy corta, variando entre 3 a

5 minutos y siendo rápidamente degradadas por la enzima dipeptidil peptidasa 4 (DPP4) y otras

endopeptidasas (Cornejo et al., 2016).

Otro factor que influencia la secreción de incretinas es la velocidad con la que los

alimentos entran al intestino delgado. Es decir, que el vaciamiento gástrico también es capaz de

modular la secreción de GIP y GLP-1, produciéndose un vaciamiento gástrico rápido con un

marcado incremento en las concentraciones plasmáticas de GIP y GLP-1 que conlleva a una

disminución subsecuente en la glucosa en la sangre (Merkel, 2000; Bisschop and Kalsbeek, 2014).

En el páncreas, las incretinas actúan principalmente sobre las células beta, estimulando

su función a través de un aumento en la síntesis y secreción de insulina y su masa (Neumiller et

al., 2009). Aunque los mecanismos intracelulares que finalmente llevan a la secreción de insulina

no son bien conocidos, se sabe que éstos incluyen la participación de adenilatociclasa/AMP

cíclico y cambios en la actividad de los canales de Ca+2 y K+, que eventualmente causan la

exocitosis de gránulos de insulina. Como bien es sabido, en la DM tipo 2, existe una disminución

de la masa de células beta pancreáticas y se ha reportado que el “efecto incretinas” en personas

con esta patología está disminuido, a su vez ha sido descrito que las incretinas tendrían un rol

importante en la mantenimiento de la masa de las células beta. De allí el gran interés por las

incretinas y los agonistas de receptores de incretinas para el tratamiento de la DM2 (Neumiller

et al., 2009)

1.1.6 Patologías asociadas

La vorágine diaria, el sedentarismo y la mala alimentación, entre otros factores, se han

convertido en los “peores enemigos” de la sociedad actual; tanto así que los problemas asociados

a los estilos de vida representan una gran crisis a nivel mundial que afecta a todas las edades y

Page 21: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

21

etnias. Los malos hábitos alimenticios y la falta de actividad física son las principales causales de

trastornos en la homeostasis de la glicemia. De hecho, las diferentes alteraciones en estos

procesos son consideradas actualmente como los mecanismos patogénicos responsables de

trastornos en la homeostasis de la glucosa, tales como resistencia a la insulina (RI), síndrome

metabólico y diabetes mellitus (DM) (Christian Weyer, 1999; Baynes and Dominiczak, 2004). La

RI hace referencia a un cuadro fisiopatológico donde niveles normales o aumentados de insulina

producen un efecto biológico atenuado (Cefalu, 2001); en otros términos, existe un defecto en

la sensibilidad a la acción de la insulina en tejidos periféricos como músculo y tejido adiposo,

reduciendo la incorporación de glucosa a estos tejidos (Reaven, 2004; Wilcox, 2005). La

asociación de RI, obesidad, hipertensión y alteraciones del perfil lipídico aumentan

significativamente el riesgo de enfermedad cardiovascular y el conjunto de estas alteraciones ha

sido denominado Síndrome Metabólico. En la actualidad, este síndrome afecta

aproximadamente al 25% de la población de Estados Unidos (Reaven, 2004).

Por otro lado, la DM se clasifica en DM tipo 1 y tipo 2. La DM tipo 1 (10-15% del total

de casos de DM a nivel global) afecta principalmente a jóvenes y se caracteriza por un defecto

inicial en la capacidad de las células β de secretar suficientes cantidades de insulina para mantener

los niveles de glicemia en el rango normal (American Diabetes Association – ADA, 2015). Este

cuadro es el resultado de una respuesta autoinmune, y el principal autoantígeno descubierto hasta

el momento es el transportador de zinc (ZNT8) presente en las células β pancreáticas. ZNT8

actúa como diana de linfocitos T, lo que genera la destrucción de las células β, produciendo un

déficit en la concentración de insulina en el torrente sanguíneo, traduciéndose en un constante

estado hiperglicémico en niños y jóvenes (Lefebvre et al., 2012; Skarstrand et al., 2013). A

diferencia de la DM tipo 1, la DM tipo 2 (90% del total de casos de DM a nivel global) se origina

a partir de un cuadro de RI y una progresiva incapacidad de las células β de compensar, mediante

una hiperinsulinemia, la resistencia periférica a la acción de esta hormona (ADA, 2015). El origen

de la DM tipo 2 parece ser poligénico con factores ambientales que se superponen a esta

predisposición básica. La RI típicamente precede el desarrollo de DM tipo 2 y muchos autores

consideran a la RI como un cuadro de pre-diabetes (Akbaraly, 2013). De hecho, la morbilidad

de la DM tipo 2 se relaciona tanto con la severidad de la hiperglicemia como con las

consecuencias metabólicas de la resistencia a la insulina por sí misma (Wilcox, 2005).

Page 22: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

22

Según estadísticas del Organización Mundial de la Salud (OMS) 442 millones de adultos

tienen diabetes alcanzando cifras de proporciones epidémicas que se mantienen en la actualidad.

De hecho, datos del año 2015, obtenidos por la Asociación Americana de Diabetes (ADA),

indican que cerca de 2 millones de personas de 20 años o más son diagnosticados anualmente

con DM y 1,5 millones de personas en el mundo mueres a causa de esta patología. Por otro lado,

las altas concentraciones de glucosa en sangre o hiperglicemia pueden provocar complicaciones

macrovasculares y microvasculares; así, DM es una de las principales causas de infarto al

miocardio y accidentes cerebrovasculares, y es la séptima causa de muerte en Chile (OMS, 2016).

Basándose en datos del 2013, ADA estima que el impacto económico de la DM en Estados

Unidos es considerable, alcanzando 500 mil millones de dólares en gastos asociados directa e

indirectamente a esta enfermedad (Economic Costs of Diabetes in the U.S. in 2012).

A nivel celular, la etiopatogenia de la DM tipo 2 ha sido asociada a un defecto primario

en la acción de la insulina a nivel de las células musculares y adipocitos, lo cual resulta en un

deficiente transporte de glucosa mediado por insulina en estas células (Hunter and Garvey, 1998;

Choi and Kim, 2010). Esta resistencia a la acción insulínica provoca, tal como se comentó

anteriormente, una hiperinsulinemia compensatoria; sin embargo, diversos autores han señalado

que la dinámica de secreción de insulina se encuentra alterada desde los estadíos iniciales de la

enfermedad (Seino et al., 2011). Así, la adición de factores ambientales o fisiológicos que

“estresen” aún más el sistema como el embarazo, la obesidad, y el sedentarismo, pueden

aumentar la resistencia a la insulina y complicar el cuadro. En este contexto, cuando las células

β son incapaces de compensar la RI, se desarrolla progresivamente intolerancia a la glucosa y

DM tipo 2. Más aún, a medida que los niveles de glicemia aumentan, la función de las células β

se deteriora aún más, reduciéndose la capacidad secretoria de insulina y por lo tanto empeorando

la hiperglicemia (Wilcox, 2005).

En este contexto, la investigación sobre mecanismos celulares y moleculares claves en

los procesos que regulan la homeostasis de la glucosa tanto a nivel pancreático, principalmente

en la secreción de insulina como a nivel periférico en la captación de glucosa, permitirá seguir

avanzando en la comprensión de estas devastadoras enfermedades y probablemente, contribuir

al hallazgo de nuevos blancos terapéuticos para el tratamiento de éstas.

Page 23: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

23

1.2 PÁNCREAS

Tal como describimos en el capítulo anterior, la bifuncionalidda pancreática permite

participar activamente del proceso digestivo. El páncreas exocrino, es una glándula tubuloacinar

cmpuesta, que a diario produce alrededor de 1200ml de un líquido rico en bicarbonato y

proenzimas para la digestión de proteínas, hidratos de carbono, lípidos y ácidos nucleicos el cual

se vacía en el duodeno a través de los conductos pancreáticos principal de Wirsung y accesorio

de Santorini. Aproximadamente 40 a 50 células acinares forman un acino seroso cuya luz

contiene 8 células centroacinares que dan inicio al sistema de conductos pancreáticos, y de esta

manera conforman el páncreas exocrino. Cada célula acinar tiene forma de pirámide truncada

cuya base descansa sobre la lámina basal que separa las células del tejido conectivo denso que

rodea al páncreas. A su vez, la secreción endocrina encargada principalmente de la regulación de

los niveles de glucosa en el torrente sanguíneo, se compone fundamentalmente de las hormonas

insulina y glucagón, que se secretan por parte de las células de los islotes de Langerhans. Los

primeros rudimentos de los islotes de Langerhans son brotes macizos que surgen de la pared de

los conductos más delgados desde donde se desprenden y se tornan en grupos celulares

independientes, diseminados entre las estructuras excretoras y secretoras del páncreas exocrino.

Las células α, β, γ características de los islotes de Langerhans se diferencian tempranamente.

1.2.1 Embriología del páncreas

El desarrollo de tracto digestivo parte con la formación del intestino primitivo que por

razones didácticas se ha dividido en cinco partes: Faringe, Intestino Anterior, Intestino Medio,

Intestino Posterior y Cloaca. El páncreas se desarrolla a partir de un proceso inductivo entre el

revestimiento endodérmico del duodeno y el mesodermo esplácnico con la consecuente

diferenciación de dos esbozos. El esbozo pancreático ventral que guarda íntima relación con el

colédoco, y el esbozo pancreático dorsal que está situado en el mesenterio dorsal.

A consecuencias del crecimiento diferencial, el duodeno rota hacia la derecha y con él, el

brote pancreático ventral se desplaza dorsalmente, para situarse inmediatamente por debajo y

Page 24: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

24

detrás del esbozo dorsal; posteriormente, se fusionan el parénquima y el sistema de conductos

de ambos esbozos para conformar el páncreas. El esbozo ventral forma una parte de la cabeza

del páncreas y el resto de la glándula deriva del esbozo dorsal. El parénquima pancreático deriva

del endodermo de los esbozos que forman una red de túbulos; a comienzos del período fetal, se

desarrollan los acinos a partir de agrupaciones celulares que rodean los extremos de dichos

túbulos. Los islotes pancreáticos se desarrollan a partir de grupos de células que se separan de

los túbulos y se sitúan entre los acinos. La secreción de insulina, glucagón y somatostatina se

inician durante el período fetal temprano.

En modelos murinos, específicamente en ratón, el primer indicio visual de morfogénesis

pancreática es alrededor del día embrionario 9 (E 9,5) cuando los rudimentos se hacen visibles

en la zona del endodermo del intestino primitivo. Hacia el día E 10,5 se inicia el crecimiento y

ramificación del epitelio de los dos primordios pancreáticos, los cuales se fusionan y reorientan

entre el día E 13,5 – E 14,5. La diferenciación endocrina comienza mientras todos estos procesos

morfológicos ocurren. Se ha observado que entre E 9,5 y E 12,5 la mayoría de las células

formadas son glucagón positivas, y a partir de esta edad embrionaria comienza la diferenciación

exponencial de células beta a partir de precursores. Hacia el día E 16,5 las células endocrinas

comienzas a agruparse, sin embargo en el término de la vida gestacional (E 18,5) se presentan

islotes plenamente conformados y la maduración final se da durante las primeras semanas de

vida. El páncreas exocrino empieza a diferenciarse en E 14,5 y es a partir del día E 15,5 cuando

son claramente distinguibles.

1.2.2 Plasticidad Pancreática

El control transcripcional, la expansión y diferenciación de los precursores

endodérmicos hacia los distintos linajes pancreáticos son el resultado de una secuencia de señales

extracelulares altamente regulada y de cambios en programas de expresión génica. Dichos

cambios son dirigidos por una cascada de factores de transcripción cuyas activaciones e

inactivaciones permiten la progresión del precursor pluripotente a la célula pancreática

Page 25: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

25

diferenciada. La identificación de estos factores y de las relaciones existentes entre ellos es

indispensable para llegar a comprender los procesos que culminan en la formación de las células

del islote y la proporción de cada una de ellas (Ben-Othman et al., 2013). Los factores reguladores

de la expresión del gen de insulina, Pdx1 o NeuroD/BETA2 son claves para el desarrollo

endocrino y/o pancreático. Estos factores se expresan en el endodermo prepancreático antes de

la formación de los primordios pancreáticos ya que cada uno de ellos determina la formación de

ambos primordios o bien del desarrollo de éstos (Zhu et al., 2017)

Las células endocrinas y exocrinas en el páncreas de un adulto no son estáticas, sino que

pueden cambiar su estado de diferenciación en respuesta al daño o a condiciones de estrés; tal

es así, que se han descubierto factores importantes en la mantención de la identidad celular, en

donde el factor de transcripción Pdx1 es necesario para el desarrollo pancreático y la maduración

de células β y la metilación del DNA en el gen Arx (genes homeobox) (Ahlgren et al., 1998;

Dhawan et al., 2011).

La expresión de Pdx1 y Hb9 decae después de E 10,5 pero vuelve a aparecer en células

β diferenciadas, reportándose que todas aquellas células que son Pdx1 positivas dan origen a

células pancreáticas. Por otro lado, Neurogenina3 (Ngn3) es el factor pro-endocrino clave en el

páncreas. El modelo animal knockdown para el gen que codifica Ngn3 no tiene células

endocrinas en el páncreas y mueren poco después de nacer, lo que demuestra que Ngn3 ejerce

una función no redundante en la diferenciación endocrina. Este factor actúa como interruptor

de la cascada transcripcional que culmina en la formación de células endocrinas. Sin embargo,

su expresión es transitoria, siendo en E 15,5 donde se expresa mayoritariamente y luego decae

su expresión en páncreas neonatos. Ngn3 actúa regulando la expresión de otros factores que se

han descrito indispensables para la formación de células beta pancreática, estos factores son:

Pax4, Nkx2.2 e IA-1. En el caso de Pax4 y Arx son factores determinantes para la especificación

de los linajes α y β, así como también los factores Nkx2.2 y Nkx6.1 que determinan el linaje de

células β (Wilson et al., 2003; Xiao et al., 2013).

La plasticidad endocrina se puede definir como la capacidad que tiene el páncreas para

regular la masa de células beta según las necesidades de insulina y poder así garantizar un óptimo

control de la glicemia. Esta plasticidad celular implica tanto una capacidad de expansión como

Page 26: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

26

de disminución de la masa de células beta. El páncreas endocrino está en continua remodelación

mediante un proceso dinámico, en el cual participan tanto la regeneración como la muerte

celular. El número absoluto de células beta puede aumentar mediante dos mecanismos:

replicación y neogénesis (Bouwens and Rooman, 2005).

La replicación consiste en la división de una célula beta funcional para obtener dos

nuevas células beta, lo que lo convierte en el principal mecanismo de aumento de masa de células

beta, aunque la neogénesis continua produciéndose. De hecho, se han identificado células

ductales alrededor de los islotes neonatales con una alta tasa de replicación que darían lugar a

células β funcionales después de su diferenciación.

La neogénesis se refiere a la formación de nuevas células beta a partir de precursores no

endocrinos; el proceso requiere la proliferación de estos precursores y una posterior

diferenciación de estos hacia células β funcionales. Sin embargo, la naturaleza de estos

precursores no ha sido determinada con claridad, aunque diferentes estudios sugieren que se

encontrarían en el ducto pancreático y serían de origen epitelial. La importancia de la neogénesis

en la determinación de masa de células beta en el adulto no está clara siendo ésta un tema muy

controversial. El aumento en la masa de células beta producido por replicación o neogénesis

puede ser contrarrestado por la apoptosis.

El aumento de masa de células beta mediante replicación y neogénesis dura hasta el

destete de los animales y se ha observado recientemente que alteraciones en la dieta durante el

embarazo y periodo de lactancia, modifican el proceso de maduración de las células endocrinas,

lo cual podría desencadenar complicaciones, a largo plazo, de la capacidad homeostática del

páncreas endocrino.

Existe evidencia que señala que tras un daño en el tejido pancreático como sucede en la

DM tipo 1, la regeneración de las células β observada inicialmente deriva de células β pre-

existentes, dando a entender que el mecanismo replicativo sería clave para la mantención de la

masa endocrina (Dor et al., 2004). Sin embargo, se ha descrito que bajo circunstancias extremas

en donde existe una ablación prácticamente completa de las células β (algunos casos de DM tipo

1), se desencadena un efecto de plasticidad pancreática, originando células β a partir de células α

Page 27: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

27

(Thorel et al., 2010) o a partir de células acinares, así como también de células madres alojadas

en los conductos pancreáticos (Ben-Othman et al., 2013). Esta plasticidad de las células β

pancreáticas es evidentemente insuficiente en pacientes con DM tipo 1; sin embargo, se propone

que da cuenta del aumento compensatorio de la masa o número de células β observado en

pacientes con RI, intolerancia a la glucosa y estadios iniciales de DM tipo 2 (Del Prato, 2002)

1.3 CÉLULAS β-PANCREÁTICAS

Las células β en su función constituyen parte importante de la homeostasis de la glicemia.

Corresponden a parte del tejido endocrino representado sólo como el 1% de la masa pancreática.

Su función principal es la síntesis y secreción de insulina al torrente sanguíneo.

1.3.1 Síntesis de insulina

El gen responsable de la síntesis de la insulina humana se ha identificado en el brazo

corto del cromosoma 11. La traducción del mRNA genera la pre-proinsulina, un polipéptido de

100 aminoácidos constituido secuencialmente la cadena B (péptido señal), el péptido conector

(C), y la cadena A. En el retículo endoplásmico se elimina la cadena B obteniéndose la

proinsulina, la cual se pliega espacialmente y sufre una sulfo-oxidación que genera 2 puentes

disúlfuros entre las cadenas A y B de la molécula. En TGN se forman los gránulos inmaduros

de insulina, en los cuales se escinde la proinsulina, produciendo en cantidades equimolares:

insulina (cadena A+B; 51 aa) y péptido C (30 aa) (Dodson and Steiner, 1998). Luego de este

proceso, existe una captación de zinc que genera un gránulo maduro de insulina–zinc, listo para

ser secretado. La cantidad de insulina contenida en células β pancréaticas es muy constante así

como el balance entre la secreción de insulina, biosíntesis de proinsulina y la degradación de los

gránulos de insulina (Thurmond, 2000).

1.3.2 Secreción de insulina

Page 28: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

28

La secreción de insulina depende de mecanismos intrínsecos de las células β y señales

exógenas metabólicas, hormonales y neurales (Seino et al., 2011).

La glucosa extracelular proveniente del torrente sanguíneo entra en el citosol a través de

transportadores específicos de glucosa, GLUT2. Este aumento agudo de la concentración de

glucosa intracelular produce un incremento de los niveles intracelulares de ATP producto del

aumento del flujo glicolítico. El incremento en la razón ATP/ADP da lugar al cierre de los

canales de K+ dependientes de ATP (KATP), lo cual lleva a una depolarización de la membrana

plasmática. Esta depolarización activa canales de Ca+2 dependientes de voltaje, permitiendo así

la entrada de calcio desde el exterior. El incremento de calcio citosólico desencadena la secreción

de insulina (Curry et al., 1968; Hedeskov et al., 1980; Rorsman et al., 2000). Ante un estímulo de

glucosa por encima de 8 mM, se produce una señal de Ca+2 oscilatoria que da lugar a una

liberación pulsátil de insulina lo que refleja la sumatoria de eventos secretorios coordinados de

millones de células β localizadas en diferentes islotes (Prentki et al., 1992; Gilon and Henquin,

1993). Se ha reportado que la secreción de insulina presenta, además de las variaciones

postprandiales, un patrón de secreción oscilatoria ultradiano (Pørksen et al., 2002).

Experimentos de clamp hiperglicémico y ensayos con islotes pancreáticos aislados demostraron

que la secreción de insulina estimulada por glucosa presenta un patrón bifásico, en el cual se

distingue una “primera fase” que comienza entre 20 a 30 segundos luego del estímulo (glucosa)

y se mantiene aproximadamente entre 5-10 minutos (Bratanova-Tochkova et al., 2002); Barg et

al., 2002), y una “segunda fase” o segundo componente que sostiene una secreción de insulina

por un periodo de tiempo mayor y se relaciona principalmente con otro tipo de estímulos

(hormonales y neuronales) acompañándose además de la síntesis de insulina (Curry et al., 1968;

Gembal et al., 1992; Heinemann et al., 1993).

Por otro lado, experimentos bioquímicos y registros de capacitancia han sugerido que

existen vesículas secretorias agrupadas en distintos pooles funcionales y que la liberación

secuencial de estos pooles genera los componentes separables de la exocitosis de insulina

(Rorsman et al., 2003). Estos grupos de vesículas secretorias son identificados como: grupo

reserva (RP) en el cual se concentra la mayoría de las vesículas secretorias y otro grupo de rápida

liberación (RRP) en el cual se encuentran los gránulos maduros y dispuestos a ser liberados.

Ohara-Imaizumi y col. (2007) proponen que la liberación de los gránulos RRP corresponde al

Page 29: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

29

primer componente de la liberación de insulina estimulada por glucosa, lo cual permite responder

de manera aguda a una alteración de la homeostasis de la glicemia y consecuentemente, el

segundo componente comprende la movilización de los gránulos secretorios RP, lo cual puede

verse afectado en problemas crónicos de hiperglicemia. Sin embargo, años más tarde, Seino y

col. (2011) describieron que existen 3 tipos de gránulos secretorios: old face, que son gránulos

semifusionados a la membrana plasmática (en docking) que tras un estímulo liberan su contenido

rápidamente; restless newcomer, los cuales tras el estímulo son reclutados a la membrana plasmática

y fusionados inmediatamente y resting newcomer, son reclutados a la membrana plasmática luego

del estímulo, se adhieren a la membrana plasmática (docking) y luego son fusionados. Este grupo

de investigadores propone que ambos componentes de la secreción de insulina corresponden

principalmente a los gránulos restless newcomer, dentro de los cuales se subagruparían unos más

próximos a la membrana que otros y participarían proteínas diferentes en su fusión, acompañado

de un remodelamiento del citoesqueleto también diferencial (Seino et al., 2011).

En ratón, esta coordinación se debe a la existencia de un alto grado de acoplamiento

celular mediado por uniones tipo gap (gap-junctions) que permiten el funcionamiento en forma

de sincitio de toda la población de células β (Jain and Lammert, 2009). Este acoplamiento en

islotes de ratón se cree que es indispensable para una adecuada liberación de insulina, dando

lugar a una secreción más vigorosa. Cabe destacar que el modelo murino, a diferencia del ser

humano posee la población de células β agrupadas en el centro del islote, mientras que las células

α y δ se disponen en las capas más superficiales o periféricas.

Por otro lado, el ácido γ-aminobutírico (GABA) se secreta de manera conjunta con

insulina regulando negativamente el efecto de insulina y de manera autocrina al unirse a

receptores GABAB que se expresan en la célula β. Además, se ha descrito que ATP tendría un

rol autocrino y paracrino, siendo capaz de reducir la secreción inducida por glucosa actuando a

varios niveles pero sobretodo por una interferencia directa con el proceso de exocitosis.

Otros mediadores de la liberación de insulina incluyen la activación de fosfolipasas y

proteína quinasa C (por ejemplo, por acetilcolina) y estimulación de la actividad adenilato ciclasa

y activación de la proteína quinasa A, la cual potencia la secreción de insulina. Este último

Page 30: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

30

mecanismo puede ser activado por hormonas gastrointestinales como VIP (vasoactive intestinal

peptide), PACAP, GIP y GLP-1. (Bratanova-Tochkova et al., 2002).

1.3.3 Factores que modulan la secreción pancreática de insulina

La secreción de insulina puede ser influenciada tanto por factores que afecten la síntesis

de este péptido a nivel de la transcripción génica, de traducción y de modificaciones post-

traduccionales a nivel del Golgi, como así también por factores que afecten el tráfico/secreción

de insulina a partir de los gránulos secretorios. Incluso, alteraciones a largo plazo pueden afectar

la secreción de insulina por modificaciones en la masa o diferenciación de las células β (Nielsen

et al., 2001b)

Dado el rol clave que desempeña la insulina en la utilización y metabolismo de la glucosa,

no resulta sorprendente que la glucosa sea el factor más relevante en la regulación de la síntesis

y secreción de insulina por las células β. Sin embargo, otros factores como aminoácidos, ácidos

grasos, acetilcolina (sistema nervioso autónomo, inervación vagal), PACAP (pituitary adenylate

cyclase-activating polypeptide), GIP (glucose-dependent insulinotropic polypeptide), GLP-1 (glucagon-like

peptide-1), y muchos otros, también afectan el proceso de síntesis y secreción de insulina

(Bratanova-Tochkova et al., 2002).

1.3.3.1 Rol de la maquinaria SNARE en la secreción de insulina

Independientemente de los mecanismos moduladores y la identidad de los gránulos

secretorios responsables de la secreción bifásica de insulina, diferentes estudios coinciden en el

rol clave que desempeña la maquinaria de fusión de membranas dependiente de SNAREs en el

último paso de la exocitosis de los gránulos de insulina (Kiraly-Borri et a., 1996; Nagamatsu et

al., 1996; Nagamatsu et al., 1999a)

Las proteínas SNAREs (Soluble N-ethylmaleimide Sensitive Factor [NSF] Attachment

Protein [SNAP] Receptors) son una familia de proteínas involucradas en la fusión de

membranas, tanto en eventos de exocitosis como de transporte vesicular intracelular. En el caso

de la exocitosis de los gránulos de insulina, la fusión de los gránulos con la membrana plasmática

Page 31: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

31

requiere la formación un complejo heterotrimérico de SNAREs compuesto por sintaxina 1/4,

SNAP-25 (t-SNAREs presentes en la membrana plasmática de las células β) y VAMP2 (v-

SNARE presente en los gránulos secretorios) en una razón 1:1:1 (Söllner et al., 1993; Nagamatsu

et al., 1996; 1999; Thurmond, 2000). En este contexto, Nagamatsu y col. (1999) describieron que

las células β presentan una gran densidad de microvesículas tipo sinápticas (SLMVs) y secretoras

de insulina (LDCVs; large dense-core vesicles) siendo la fusión de LDCVs con la membrana

plasmática dependiente de SNAREs y regulada por la concentración de calcio intracelular.

Interesantemente, en ratas diabéticas GK y fa/fa Zucker, los niveles de mRNA y proteínas

SNAREs implicadas en la secreción de insulina se encuentran reducidos, lo que se correlaciona

con una falla en la secreción de insulina (Nagamatsu et al., 1999b) y deja en evidencia la

importancia de la estequiometría proteica para el correcto funcionamiento de la maquinaria de

fusión de membranas dependiente de SNAREs en las células β. Sin embargo, no existen a la

fecha estudios que evalúen la homeostasis de la glicemia en modelos animales donde se

encuentre afectado primariamente el mecanismo de fusión de membranas mediado por

SNAREs.

Desde el punto de vista fisiopatológico, algunos autores han descrito que bajo

condiciones de RI existen cambios en la expresión y localización de proteínas del complejo

SNARE como son: SNAP-23, VAMP2, sintaxina 4 y Munc18c (Thurmond, 2000; Bryant et al.,

2002; Torrejon-Escribano et al., 2011). Más aún, recientemente se ha descrito que las ratas

diabéticas GK presentan una disminución de los niveles de proteínas del complejo SNAREs y

una hiperplasia/hipertrofia de células β pancreáticas (Fox et al., 2013).

1.3.3.2 Rol de AMPK en la secreción de insulina.

El balance metabólico celular y fisiológico comprende varias vías de regulación, en donde

participan un sin número de móleculas. Una de ellas, AMPK (kinasa dependiente de AMP), ha

sido blanco terapéutico para el tratamiento de desórdenes metabólicos, incluyendo RI y DM tipo

2 (Shih et al., 2014). AMPK es una proteína heterotrimérica, compuesta de una subunidad

catalítica (α) y dos subunidades regulatorias (β y γ). La actividad de AMPK depende de su estado

de fosforilación en treonina 172 (T172). Así, su activación es consecuencia del incremento de la

Page 32: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

32

razón (AMP+ADP)/ATP intracelular, los cuales pueden unirse directamente a la subunidad γ

de AMPK, generando un cambio conformacional en la proteína y promoviendo su fosforilación

por proteínas quinasas, dentro de las cuales, la principal y más estudiada es LKB1 (Hardie, 2011).

Por otro lado, la inactivación de AMPK depende de la actividad de enzimas fosfatasas como

proteína fosfatasa 2. Sin embargo, son muy poco conocidas las fosfatasas a cargo de su

regulación (Wang and Brautigan, 2013).

AMPK fue originalmente descrita como una quinasa río arriba de enzimas metabólicas

críticas como acetilcoA carboxilasa (ACC) y HMG-CoA reductasa, centrándola como un

regulador importante en la velocidad de síntesis de ácidos grasos y esterol, principalmente en

tejido muscular y adiposo. Sin embargo, a medida que el mundo científico fijó sus ojos en esta

proteína, fueron aún más los descubrimientos en torno a ella, llegándola a relacionar

directamente con la regulación transcripcional de proteínas del ciclo circadiano, apoptosis,

autofagia, polaridad celular, síntesis de proteínas, y biogénesis mitocondrial, entre otras

(Mihaylova and Shaw, 2011). Interesantemente, en los últimos años se ha señalado que AMPK

desempeña un rol clave en la homeostasis de la glucosa, modulando tanto la síntesis y liberación

de insulina, como la disponibilidad de GLUT4 en la membrana plasmática de tejidos periféricos

(Hardie, 2011; Wang and Brautigan, 2013).

En este contexto, en las células β pancreáticas, la función de AMPK está regulada

directamente por la kinasa LKB1 y la activación de APMK (pAMPK) participando como un

regulador negativo de la síntesis y liberación de insulina. Más aún, se ha observado

experimentalmente que la administración de AICAR (activador de AMPK) a células MIN6 (tipo

islotes) y a cultivo primario de islotes pancreáticos resulta en una disminución en la liberación

de insulina al medio de cultivo; así mismo, resultados inversos se han descrito al administrar a

los cultivos un inhibidor de AMPK (Compuesto C) en donde se observa un aumento de la

liberación de insulina tras su inactivación (Fu et al., 2013). Además del efecto que tiene AMPK

sobre la secreción de insulina otros autores han reportado que tiene efectos directos sobre la

síntesis de insulina mediante la vía CRT2/CREB (Fu et al. 2013). De acuerdo a estos

antecedentes, la mayoría de los cuales se ha obtenido en los últimos dos años, los procesos

celulares y mecanismos moleculares que modulan la actividad de AMPK podrían ser relevantes

Page 33: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

33

en la fisiología de las células β y/o en la fisiopatología de los trastornos en la regulación de la

glicemia.

1.3.4 Acción del tejido periférico en la homeostasis de la glucosa

Tal como se describió anteriormente, uno de los mecanismos claves en la regulación de

la homeostasis de glucosa es la captación de glucosa en los tejidos periféricos. El músculo

esquelético y el tejido adiposo constituyen los principales sitios de reserva de glucosa, y la insulina

es la principal señal para la incorporación de glucosa en estos tejidos.

El tejido muscular, representa casi la mitad del peso corporal. A pesar de usar una gran

parte de la glucosa que consumimos diariamente, el músculo no realiza gluconeogénesis, no

puede desfosforilar a la glucosa-6-fosfato y por lo tanto no puede generar glucosa libre y

contribuir al mantenimiento de la glicemia. Las grandes reservas de glucógeno muscular no

pueden ser movilizadas para mantener la glicemia, pero son importantes para el metabolismo

energético local, a través de la activación del sistema adrenérgico. El tejido muscular expresa

transportadores de glucosa (GLUT4) y receptores para insulina, los cuales se movilizan desde

compartimento de almacenaje hacia la superficie celular tras un aumento en los niveles de

insulina circulante en el torrente sanguíneo. De esta manera la glucosa es incorporada por el

tejido muscular y favorece la normalización de la glicemia.

La función principal del tejido adiposo es almacenar combustibles lipídicos en forma de

triglicéridos. El transporte de glucosa a los adipocitos es un mecanismo que depende de insulina,

por ende un aumento en la insulinemia genera la incorporación de glucosa a través de GLUT4,

que entra al ciclo de la glicólisis generando glicerol-3-fosfato proviene de la reducción de un

intermediario de la glicólisis, el cual es necesario para la síntesis de triglicéridos. Por ende la

síntesis de triglicéridos depende de los niveles de glucosa, cuando sus niveles son adecuados, se

produce glicerol-3-fosfato que favorece la vía de síntesis y cuando los niveles son bajos, los

ácidos grasos sintetizados se liberan de los adipocitos y son utilizados por otros tejidos.

Page 34: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

34

Para generar este balance en la concentración de glucosa el tejido periférico expresa el

transportador de glucosa 4 (GLUT4), una proteína de 12 dominios transmembrana expresada

en células musculares y adipocitos que facilita el transporte de glucosa a través de la membrana

plasmática mediante un mecanismo de difusión facilitada (Hruz y Mueckler, 2001). En

condiciones de reposo, GLUT4 presenta una distribución predominantemente intracelular; sin

embargo, en respuesta a insulina y otros estímulos, es reclutado hacia la membrana plasmática

(Bryant et al., 2002). GLUT4 recicla continuamente entre la membrana plasmática y las reservas

intracelulares. Estas reservas corresponden a elementos túbulo-vesiculares y pequeñas vesículas

poco caracterizadas, denominadas vesículas de almacenamiento de GLUT4 o GSV (GLUT4

storage vesicles) (Foley et al., 2011). GLUT4 es una proteína estable con una vida media de

aproximadamente 48 horas (Sargeant and Paquet, 1993) por lo tanto, una molécula de GLUT4

es sometida a varios ciclos de reciclamiento entre la membrana plasmática y las GSV antes de

ser destinada a degradación. Bajo estimulación de insulina las GSV sufren una serie de

modificaciones que les permiten movilizarse desde los compartimientos de reserva y fusionarse

con la membrana plasmática, lo cual desencadena un aumento (2 a 10 veces) de la disponibilidad

de transportadores de glucosa funcionales en la membrana plasmática y una mayor captación de

glucosa desde el compartimento extracelular (Thurmond, 2000).

Existe consenso en relación a la participación de las señales generadas por insulina en los

diferentes procesos que permiten aumentar la disponibilidad de GLUT4 en la membrana

plasmática, incluyendo: (i) movilización de vesículas desde los compartimientos GSV, (ii)

asociación/estabilización (tethering/docking) de las vesículas con la membrana plasmática y (iii)

la fusión de las vesículas con la membrana plasmática; sin embargo, según Fujita y col. (2010) las

diferentes señales derivadas de la acción de insulina parecen modular distintos pasos de este

proceso. El proceso completo desde la movilización a partir de los compartimientos de reserva

hasta la fusión con la membrana plasmática es conocido como “translocación de GLUT4” (Foley

et al., 2011).

La unión de la insulina a su receptor desencadena la activación de la subunidad β del

receptor produciéndose la autofosforilación y la fosforilación en residuos de tirosina de diversas

proteínas, siendo el sustrato principal la familia de proteínas IRS (White et al., 1998). La

fosforilación de IRS resulta en la activación de PI3K (Chen et al., 1993), lo cual genera PIP3,

Page 35: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

35

necesario para la estimulación de PKB/Akt y PKC. Uno de los sustratos de Akt es

AS160/TBC1D4, una proteína activadora de Rab-GTPasa (GAP) que, al igual que TBC1D1,

cuando se encuentra en estado no fosforilado se une a las vesículas GLUT4 y actúa como un

“freno” de la movilización de estas vesículas hacia la membrana plasmática; sin embargo, tras

ser fosforilada en respuesta a insulina permite la movilización de GLUT4 desde las GSV hacia

la membrana plasmática (Larance et al., 2005). En este contexto, la mutación del sitio de

fosforilación de AS160 produce alteraciones en la incorporación de glucosa bajo el estímulo de

insulina (Chen et al., 2011). Incluso se ha sugerido que la fosforilación de estas proteínas GAP

funcionaría como un punto de convergencia para diferentes vías de señalización que favorecen

la translocación de GLUT4 y el aumento de la captación de glucosa en células musculares

(Kramer et al., 2006). Por otro parte, existe evidencia que señala que la modificación de los

niveles de PIP3 no es suficiente para estimular la incorporación de glucosa y, por consiguiente,

deber a existir más de una vía de señalización a partir de la unión de insulina a su receptor (Chang

et al., 2004). De acuerdo a este último punto, algunos estudios muestran que existe una vía

independiente de PIP3 y que proviene de microdominios ricos en colesterol, esfingolípidos,

glicosilfosfatidilinositol, proteínas ancladas a GPI y glicolípidos, denominadas balsas lipídicas

(Smart et al., 1999). Se ha descrito que el receptor de insulina reside en estos microdominios y

su activación estimula la fosforilación de residuos de tirosina de protooncogenes como c-Cbl y

Cbl-b, lo cual hace necesaria la presencia de proteínas adaptadoras como APS, CAP, TC10 α/β

y CIP4 para la interacción con la subunidad β del receptor de insulina y con Exo70, una proteína

que participa de un complejo exocítico en la interacción de membranas de los gránulos

secretorios con la membrana plasmática. Se cree que estas vías de señalización del receptor de

insulina tienen en común una PKC atípica que representa un punto de convergencia tanto para

PI3K como para TC10, pudiendo ser activadas ambas vías de señalización (Chang et al., 2004;

Leney and Tavare, 2009). En resumen, la unión de insulina a su receptor activa diferentes vías

de señalización, con varios puntos de convergencia, que pueden afectar diferentes etapas o pasos

implicados en la translocación de GLUT4.

1.3.4.1 Rol de la maquinaria SNARE en la translocación de GLUT4

Page 36: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

36

Evidencia obtenida mediante diferentes técnicas indica que la estimulación de células

musculares y adiposas con insulina (a) aumenta la tasa de redistribución de vesículas conteniendo

GLUT4 hacia la proximidad de la membrana plasmática, (b) causa una reducción en la movilidad

de las vesículas ricas GLUT4 dentro de la zona TIRF, (c) reduce la duración de los tiempos de

anclaje (tethering/docking) previos a la fusión de membranas, y (d) aumenta significativamente

la tasa de fusión con la membrana plasmática (Bai et al., 2007; Huang et al., 2007; Stenkula et al.

2010; Jiang et al. 2008).

Por otro lado, existen numerosos estudios que indican que la fusión de las vesículas

conteniendo GLUT4 con la membrana plasmática de adipocitos y células musculares es mediada

por proteínas SNARE incluyendo VAMP2, sintaxina4, SNAP23, y proteínas reguladoras como

Munc18c (Volchuk et al., 1994; Volchuk et al., 1996; Martin et al., 1998; St-Denis et al., 1999;

Kawanishi et al., 2000; Leney and Tavaré, 2009; Torrejón-Escribano et al., 2011). A pesar de que

VAMP2 es la proteína v-SNARE mejor validada en cuanto a su rol en este proceso, estudios

recientes en adipocitos sugieren que VAMP3 y VAMP8 también podrían cumplir un rol similar

en la fusión de vesículas conteniendo GLUT4 con la membrana plasmática mediada por insulina

(Zhao et al., 2009). Por otra parte, la proteína Munc18c es conocida por su capacidad de

interactuar con sintaxina 4 monomérica, evitando la asociación de este SNARE con VAMP2 y

SNAP-23 (Araki et al., 1997). Interesantemente, la señalización de insulina genera la disociación

de Munc18c lo cual permite la interacción de los SNAREs (Spirulin et al., 2003; Oh et al., 2005).

Todos estos datos han sido obtenidos in vitro y sugieren fuertemente que la maquinaria SNARE

desempeña un rol clave en el paso final de la translocación de GLUT4 hacia la membrana

plasmática; sin embargo, tal como se señaló anteriormente, no existen estudios que reflejen las

consecuencias in vivo al comprometerse primariamente la funcionalidad de la maquinaria

SNARE.

1.3.4.2 Rol de AMPK en la translocación de GLUT4

La captación de glucosa en el músculo esquelético ocurre tanto por una vía insulino-

dependiente como por vías independientes de insulina (Krook et al. 2004). El ejercicio, por

ejemplo, aumenta la captación de glucosa mediante un mecanismo independiente de insulina

Page 37: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

37

(Hayashi et al., 1997). La contracción muscular provoca un aumento en las razones

creatinina/fosfo-creatinina y AMP/ATP (Winder, 2001), lo cual activa AMPK, favoreciendo la

translocación de GLUT4 a la membrana plasmática y el aumento en la captación de glucosa.

Interesantemente, este proceso puede ser recapitulado mediante la activación farmacológica de

AMPK utilizando AICAR (Merrill et al., 1997; Bergeron et al., 1999; Hayashi et al., 1998; Musi

et al., 2001).

Tal como se describió anteriormente, las proteínas GAP AS160/TBC1D4 y TBC1D1

actuarían como punto de convergencia de diferentes vías. En este contexto, se ha descrito que

la activación de AMPK participa en la fosforilación de AS160 y TBC1D1, favoreciendo la

movilización y translocación de GLUT4 a la membrana plasmática (Treebak et al., 2006);(Funai

and Cartee, 2009). Asimismo, un ratón knockout de AMPKα2 tras ser estimulado con AICAR

(activador de AMPK) pierde la capacidad de incorporar glucosa a nivel periférico; lo mismo fue

observado para un ratón knockdown de AMPKα1 (Jorgensen et al., 2004). Además, la activación

de AMPK, ya sea a través del ejercicio o por la administración de AICAR, (i) favorece la síntesis

de GLUT4 (Holmes and Dohm, 2004; Holmes et al., 2005) y (ii) aumenta la sensibilidad a

insulina, resultando en una mayor translocación de GLUT4 y transporte de glucosa mediado por

insulina (Jessen et al., 2003; Fisher et al., 2002). En conjunto, estos datos apoyan la hipótesis de

que AMPK juega un rol clave en la translocación de GLUT4, tanto dependiente de insulina

como independiente de insulina, en tejido muscular y adiposo.

1.4 α-SNAP: ¿UN FACTOR CLAVE EN LA HOMEOSTASIS DE LA GLUCOSA?

La homeostasis de la glucosa es, sin duda, el resultado de la compleja interconexión de

diferentes mecanismos que actúan tanto a nivel molecular, celular y de organismo. Como se ha

descrito previamente, la maquinaria de fusión de membranas dependiente de SNAREs y la

actividad AMPK juegan un rol clave tanto en la secreción de insulina por las células β, como en

la translocación de GLUT4 en células musculares y adipocitos. En este contexto, procesos y/o

moléculas capaces de modular tanto la función de la maquinaria SNARE como la actividad de

AMPK, aparecen como blancos atractivos para estudiar su rol en la regulación de la homeostasis

Page 38: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

38

de la glucosa tanto en condiciones normales como patológicas. Una de estas moléculas en la

proteína α-SNAP.

Las proteínas SNAPs (soluble N-ethylmaleimide-sensitve factor [NSF] attachment proteins) fueron

descubiertas en 1990 por el grupo del Dr. James Rothman (Clary et al., 1990). En mamíferos, la

familia de proteínas SNAPs está compuesta por tres miembros, llamados α-, β- y γ-SNAP,

codificados por tres genes diferentes (Whiteheart et al., 1993). La expresión de α- y γ-SNAP es

ubicua, mientras que la expresión de β-SNAP se ha reportado sólo en cerebro y durante estadios

postnatales (Whiteheart et al., 1993). A pesar de que α- y β-SNAP comparten un 83% de su

secuencia aminoacídica y poseen algunas funciones similares (Sudlow et al., 1996; Burgalossi et

al., 2010), se ha sugerido que sus funciones no son redundantes (Clary et al., 1990; Xu et al.,

2002; Nishiki et al., 2001). α-SNAP es la proteína mejor caracterizada de las tres isoformas. Ha

considerada como un componente clave para el funcionamiento de la maquinaria de fusión de

membranas mediada por SNAREs; de hecho, SNAREs significa receptores de SNAP (SNAP

REceptors) (Sollner et al. 1993; Woodman et al., 1997; Stenbeck, 1998). Básicamente, α-SNAP

reconoce e interactúa con los complejos cis-SNARE (inactivos) y, seguidamente, media el

reclutamiento y activación de la ATPasa NSF que, a través de hidrólisis de ATP, desensambla

los complejos cis-SNARE. Así, la acción concertada de α-SNAP y NSF permite el desensamblaje

de los complejos cis-SNARE, dejando SNAREs libres (activos) que pueden ser re-utilizados en

otro evento de fusión de membrana (Woodman, 1997; Stenbeck, 1998; Risselada and

Grubmuller, 2012; Jahn and Fasshauer, 2012).

Esta función (NSF-dependiente) de α-SNAP, que en nuestro laboratorio hemos

denominado “función canónica”, ha sido asociada a una gran variedad de eventos de tráfico

intracelular incluyendo el tráfico intra-Golgi, fusión endosoma-endosoma, y exocitosis

(Stenbeck, 1998). Más aún, α-SNAP ha sido específicamente implicada en diversos mecanismos

fisiológicos como (i) el ciclo de las vesículas sinápticas (Burgalossi et al., 2012; Brunger, 2001;

Wang and Tang, 2006), (ii) la exocitosis del surfactante pulmonar (Dietl and Haller, 2005), (iii)

la reacción acrosomal de espermatozoides (Tomes et al., 2005; De Blas et al., 2005; Bátiz., 2009),

(iv) la exocitosis de gránulos corticales en ovocitos (de Paola et al., 2015) y (v) la secreción de

insulina por las células β pancreáticas (Nagamatsu et al., 1999 a,b).

Page 39: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

39

En relación a este último punto, inicialmente Oho y col. (1995) reportaron la expresión

de α-SNAP en células endocrinas, siendo uno de los primeros en sugerir que α-SNAP junto a

sinaptobrevina (VAMP-2) y SNAP-25 participaban directamente de la exocitosis de insulina.

Años más tarde, Nagamatsu y col. (1999b) describieron que tras infectar cultivos primarios de

islotes o células MIN6 (pseudoislotes) con un dominante negativo de α-SNAP (C-terminal

delecionado), existe una reducción de al menos 50% en la liberación de insulina, respecto a la

condición control (α-SNAP nativa). Esto sugiere, que la ausencia de α-SNAP o la

disfuncionalidad de esta proteína, genera una disminución de la capacidad secretoria de las

células β y por ende una menor liberación de insulina.

Si bien se puede asumir que estos defectos en la secreción de insulina son consecuencia

de un defecto en el proceso de fusión de membranas mediado por SNAREs; diferentes estudios,

publicados en los últimos 3 años, sugieren que además de la función canónica, NSF-dependiente,

α-SNAP presenta un repertorio de funciones biológicas más amplio.

La primera “nueva” función no canónica descrita para α-SNAP fue la regulación de la

apoptosis en células tumorales (Wu et al., 2011) y en células epiteliales de intestino (Naydenov

et al., 2012). Wu y col. (2011) reportaron que la pérdida de α-SNAP (usando shRNAs) sensibiliza

células tumorales a cisplatino, induciendo una acumulación de p53 mientras que Naydenov y

col. (2012a) concluyen que α-SNAP presenta un efecto anti-apoptótico mediado por la

regulación de la expresión de Bcl-2. Otra función no-canónica descrita recientemente para α-

SNAP es la modulación de la macroautofagia. La macroautofagia (de aquí en adelante

mencionada como autofagia) es uno de los mecanismos celulares básicos para degradar proteínas

y organelos innecesarios o disfuncionales (Rubinsztein et al., 2011), y se caracteriza por la

formación de autofagosomas que engloban los componentes celulares a degradar y luego se

fusionan con lisosomas para su degradación (Wirawan et al., 2012), por lo tanto el flujo

autofágico depende de eventos de tráfico/fusión de membranas. De hecho, distintos estudios

indican que componentes de la maquinaria SNARE participan en el flujo autofágico como

factores reguladores positivos, ya que su depleción inhibe el flujo autofágico (Moreau et al., 2011;

Renna et al., 2011). Con estos antecedentes se podría especular que α-SNAP (rol canónico)

también es un regulador positivo; sin embargo, un estudio reciente del grupo del Dr. Ivanov

reveló que α-SNAP es un regulador negativo de la autofagia (Naydenov et al. 2012b). De hecho,

Page 40: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

40

la pérdida de α-SNAP en células epiteliales provoca un aumento del flujo autofágico por una vía

independiente de Beclin-1 y asociada a una reducción en la señalización mediada por mTOR

(Naydenov et al., 2012). Es interesante destacar que tanto la función moduladora de apoptosis

como la función moduladora de autofagia son independientes de NSF.

Finalmente, Wang y Brautigan (2013) revelaron a α-SNAP como un factor regulador

negativo de AMPK, limitando la activación de esta quinasa frente a diferentes estímulos y, por

lo tanto, restringiendo/modulando la señalización mediada por AMPK. De hecho, el knockdown

de α-SNAP mediante ensayos de siRNA resultó en un aumento significativo de la fosforilación

de AMPK en T172 y de los sustratos de pAMPK, como ACC y Raptor. Además, los autores

demostraron que α-SNAP es capaz de unirse directamente a AMPK y, mediante ensayos in vitro,

observaron que α-SNAP desfosforila AMPK, sugiriendo que α-SNAP actuaría como una

fosfatasa para AMPK. Un hecho interesante, y bien conocido, es que AMPK regula

negativamente la actividad de mTOR (Kim et al., 2011) por lo que la inducción de autofagia

asociada a una menor señalización de mTOR en células depletadas de α-SNAP descrita por

Naydenov et al. (2012), podría estar reflejando una hiperactividad de AMPK; sin embargo, la

relación α-SNAP/AMPK/autofagia no ha sido explorada. Otro hecho remarcable es que, al igual

que las otras funciones no canónicas de α-SNAP mencionadas anteriormente, la modulación de

la actividad AMPK es independiente de NSF.

Si bien todos los antecedentes expuestos reflejan la ubicuidad e importancia funcional de

α-SNAP, incluso más allá de la maquinaria SNARE, la gran mayoría de los resultados han sido

obtenidos en experimentos con modelos celulares y ensayos in vitro, por lo que surge la siguiente

pregunta: ¿Cuál es rol de α-SNAP in vivo?, y más específicamente ¿pueden defectos en

las funciones canónicas y no canónicas de α-SNAP alterar la homeostasis de la glucosa

en un organismo vivo (modelo animal)?

En el año 1990, Bronson y Lane describen el ratón mutante espontáneo hyh (hydrocephalus

with hop gait) como un modelo animal que poseía una mutación en el cromosoma 7 y que era

potencialmente útil para el estudio de la hidrocefalia y otros trastornos del desarrollo del sistema

nervioso (Bronson and Lane, 1990). Catorce años después, dos grupos independientes

identificaron simultáneamente que la mutación hyh correspondía a una transición G>A en el

Page 41: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

41

exón 4 del gen Napa, la cual resultaba en una sustitución de una metionina altamente conservada

en la posición 105 por una isoleucina (M105I) en la proteína α-SNAP (Chae et al., 2004; Hong

et al., 2004). Interesantemente, la mutación hyh no es una mutación nula, y la proteína se expresa;

sin embargo, estudios en diferentes tejidos han demostrado que los niveles de α-SNAP en los

ratones mutantes son menores (hipomorfismo) que los niveles observados en los ratones

silvestres o wild type (WT) (Chae et al., 2004 ; Hong et al., 2004; Bátiz et al., 2009). Estudios in

vitro realizados por Chae et al. (2004) sugerían que la proteína mutada (α-SNAP M105I) era

igualmente funcional que la WT en relación a su función canónica; es decir, la proteína M105I

se une a los complejos cis-SNARE y los disocia en presencia de NSF de una manera similar a la

que lo hace la proteína WT. Sin embargo, estudios realizados por Bátiz y col. (2009) en

espermatozoides, sugieren fuertemente que en contexto celular, la proteína α-SNAP M105I

presenta alteraciones funcionales intrínsecas. De hecho, resultados no publicados de nuestro

laboratorio indican que la proteína α-SNAP M105I presenta una menor asociación a membranas

que la proteína α-SNAP WT.

En este contexto, y considerando que el ratón knockout para α-SNAP es inviable en

estadíos tempranos del desarrollo embrionario (Chae et al. 2004), el ratón hyh se presenta como

un modelo único para estudiar la función de α -SNAP in vivo y las consecuencias de la mutación

M105I en diferentes sistemas, incluyendo la homeostasis de la glucosa. Dada las características

del ratón hyh, consideramos que nos permitirá estudiar el rol funcional de α-SNAP tanto en la

secreción de insulina como en la translocación de GLUT4, evaluando aspectos vinculados a su

rol canónico (NSF dependiente) y a su rol no canónico (actividad AMPK, NSF independiente).

De hecho, Wang y Brautigan (2013) describieron que, a iguales cantidades, la proteína α-SNAP

(M105I) presenta una mayor unión a AMPK y una mayor actividad fosfatasa que la proteína wild

type. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando existen menores niveles de la proteína α-SNAP

M105I respecto a la wild type?

En consideración de todos los antecedentes expuestos donde se destaca que: (i) la

liberación de insulina desde las vesículas secretorias de las células β del páncreas involucra

eventos de exocitosis mediados por proteínas del complejo SNARE/NSF/SNAP y es regulada

por la actividad AMPK, (ii) la disponibilidad en la superficie celular de GLUT4 depende de un

correcto evento de exocitosis y de la actividad de AMPK, (iii) una disminución de los niveles de

Page 42: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

42

α-SNAP en células en cultivo tiene un efecto negativo directo en la liberación de insulina, (iv) la

mutación M105I de α-SNAP provoca una reducción de los niveles de α-SNAP y una alteración

funcional en la proteína, y (v) la mutación M105I produce una sobreregulación negativa de la

actividad de AMPK; surgen las siguientes preguntas de investigación: ¿Los ratones mutantes

hyh presentan alteraciones en la homeostasis de la glucosa? ¿Los ratones mutantes de α-SNAP

tienen alteraciones en la secreción de insulina y/o en la translocación de GLUT4 en tejido

periférico?

Page 43: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

43

1.5 HIPÓTESIS DEL TRABAJO

La homeostasis de la glucosa es clave para los procesos metabólicos en mamíferos. Una

falla en la liberación de insulina o en la disponibilidad de GLUT4 en la membrana plasmática

celular del tejido periférico, modifican las señales necesarias para mantener el equilibrio de

glucosa circulante. A su vez, se ha descrito en la literatura que tanto la liberación de insulina

como la localización de GLUT4 en la superficie celular dependen de eventos de fusión de

membrana mediados por la maquinaria SNARE y de la actividad quinasa de AMPK.

Interesantemente, α-SNAP es una proteína que presenta una actividad dual, favoreciendo la

fusión de membranas mediada por SNAREs (rol canónico) y modulando la actividad de AMPK

(rol no canónico)

En este contexto, la hipótesis general es que “α-SNAP mantiene la homeostasis de la

glucosa in vivo, favoreciendo la liberación de insulina en células β pancreáticas”. Así, la

mutación hyh (M105I) de α-SNAP, que provoca una reducción en los niveles de α-SNAP y

alteraciones funcionales intrínsecas en la proteína, altera tanto las funciones canónicas (mediadas por

SNAREs y NSF dependientes) como las funciones no canónicas (modular la actividad de AMPK, NSF

independiente), provocaría una reducción en la liberación de insulina por las células β pancreáticas.

Page 44: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

44

1.6 OBJETIVOS

1.6.1 Objetivo General

Establecer el rol fisiológico de α-SNAP en la homeostasis de glucosa in vivo, evaluando su

participación en la secreción de insulina pancreática.

1.6.2 Objetivos específicos

1. Determinar la expresión de α-SNAP en tejido pancreático de ratones WT y mutantes de α-

SNAP (hyh).

2. Establecer el rol canónico de α-SNAP en la liberación de insulina bajo señales de hiperglicemia

en cultivo primario de islotes de Langerhans.

3. Evaluar parámetros fisiológicos de la homeostasis de la glucosa en ratones WT y mutantes

hyh.

4. Evaluar parámetros morfométricos de la homeostasis de la glucosa en ratones WT y mutantes

hyh.

Page 45: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

45

2. MATERIALES Y MÉTODOS

2.1 MATERIALES

2.1.1 Insumos y reactivos

En Sigma Chemical Co. se adquirió los siguientes reactivos: Tritón X-100 (X-100), ácido etilén-

diamino acético (EDTA, E-51347), fluoruro de fenil metil sulfonilo (PMSF, P-7626), glicerol, 2-

mercaptoetanol (M-3148), L-glutamina (G-3202), Hepes (H-9136), bicarbonato de sodio (S-

5761), Tween-20 (P-7949), solución balanceada de Hank (H-2387), medio de Eagle modificado

de Dulbecco (DMEM, D-5648) y Cocktail de inhibidores de proteasas (P2714).

En Merck Química Chilena se adquirió los siguientes reactivos: cloruro de sodio, cloroformo,

isopropanol, etanol, metanol, azul brillante de Coomassie R-250, azul de bromofenol, peróxido

de hidrógeno, fosfato de sodio, fosfato de potasio, Kit Immobilon HRP quimiolumniscente para

western blot (WBKLS0500); AICAR (US1123040), Compuesto C (1171260), D(+)-glucosa

monohidratada (8342), Las membranas de PVDF para las electrotransferencias se adquirieron

de MILLIPORE (Immobilon-P, IPVH00010).

En INVITROGEN: se adquirió enzima Taq DNA polimerasa (11615-010), DAPI tinción ácida

nuclear (D1306)

Exalpha: obtuvo anticuerpos anti-NSF (x1014); anti-β actina (X2672M); anti α-SNAP (X1026).

De BIORAD se utilizaron los siguientes reactivos: Pierce 660 Protein Assay Reagent (#22660)

GeneOn: Se adquirió dNTP mix (110-001)

Dako: Medio de montaje para fluorescencia (S3023)

Genaxxon: Se adquirió Proteinasa K (M3037.0001)

Santa Cruz: Se adquirió Albúmina de suero bovino (BSA, sc-2323) y anticuerpo anti-insulina H-

86 (sc-9168)

Page 46: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

46

Life Technologies Chile SpA: Se adquirió los anticuerpos secundarios Alexa Fluor 594 Goat

(A11005); Alexa Fluor (R) 488 goat (A11008), Taq DNA polymerase (11615010); SYBR SAFE

DNA Gel stain (S33102), así como también Trizol (1559601) para la extracción de RNA. A su

vez, obtuvimos insumos de cultivo celular, RPMI, suero bovino fetal (FBS) Gibco (),

aminoácidos no esenciales Gibco (11140-050), antibióticos/antimicóticos Gibco (...),

WINCKLER: suministró BIS-ACRIL 29:1 30% (701011) y albúmina de suero bovino (BSA)

(BM-0150). Por otro lado, a través de CRYSTALCHEM, se importó el Kit ultrasensible de

ELISA para insulina en ratón (CR.90080).

PROMEGA, distribuye material de biología molecular, desde el cual se adquirió M-MLV

transcriptasa reversa (M1701); y Colagenasa, Whorthington (LS004188) para el cultivo de islotes

de Langerhans.

Arquimed, proporciona material químico que se utilizó para técnicas histológicas, como: parafina

(PARAPLAST™) en Monoject Scientific y alcholes. El suero anti-IgG de conejo y el complejo

peroxidasa-antiperoxidasa (PAP) se produjeron en nuestro Instituto.

2.1.2 Equipos e insumos

Las electroforesis de proteínas y ácidos nucleicos, así como también las

electrotransferencias de proteínas a membranas de PVDF se realizaron utilizando cámaras de

BIORAD (MiniProtean-3). Para los cultivos se utilizó material plástico desechable adquirido en

NUNCLON y Beckton Dickinson. Este material incluye placas Petri plásticas y placas de 24 y

96 pocillos, botellas de cultivo de 50 y 250ml, pipetas desechables de 1 y 10ml. Se utilizó un

Termociclador Perlkin Elmer GeneAmp 2400 System (PerkinElmer Inc., MA, USA). Los tubos

Eppendorf, microtubos de pared delgada de 0,2 ml y puntas de micropipeta estériles con filtro,

certificadas como libres de nucleasas, proteasas y pirógenos fueron adquiridos en AXYGEN. Se

utilizaron además, centrífuga a 4°C (Hettich, Zentrifugen MIKRO 200R), Vortex, Balanza analítica

y Termoblock. Material quirúrgico estéril (Pinzas, hojas de bisturí, tijeras).

Page 47: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

47

2.1.3 Animales de experimentación

Se utilizaron ratones de la cepa mutante hyh (Bronson y Lane, 1990). La mutación hyh

surgió espontáneamente en ratones de la cepa C57BL/10J. Posteriormente, mediante cruces

fuera de su línea (outcross), la mutación fue transferida a la cepa híbrida B6C3Fe-a/a (Jackson

Laboratory, Bar Harbor, ME, USA). El Instituto de Anatomía, Histología y Patología de la

Universidad Austral de Chile adquirió 6 parejas de ratones heterocigotas de esta cepa (llamada

B6C3Fe a/a-Napahyh/J), a partir de los cuales se ha desarrollado la colonia que actualmente se

encuentra en reproducción en el bioterio del Instituto ubicado en el Campus Isla Teja de la

Universidad Austral, en la ciudad de Valdivia, Chile. En la presente tesis se utilizaron ratones de

diferentes edades embrionarias (E16.5-E18.5) y postnatales (PN1-PN120-PN740) de diferentes

sublíneas y generaciones. Los animales recibieron alimentación ad libitum con alimento especial

para roedores (elaborado por Champion S.A., Santiago, Chile) y fueron mantenidos bajo un

fotoperiodo constante de luz-oscuridad de 12:12 hs. y a una temperatura ambiental constante de

22ºC. El manejo, cuidado y procesamiento de los animales se llevó a cabo bajo condiciones

homologadas por el Consejo de la Sociedad Americana de Fisiología y supervisado por el Comité

de Ética de la Universidad Austral de Chile.

2.2 MÉTODOS

2.2.1 Genotipificación de ratones hyh

2.2.1.1 Extracción de DNA genómico

El DNA genómico se obtuvo a partir de biopsias de cola, desde donde se realiza la

digestión de DNA con proteinasa K (10 mg/ml) en buffer de lisis (Tris-HCl 50 mM, pH8;

EDTA 50 mM; NaCl 100mM; SDS 0,5%). Se dejaron digiriendo toda la noche con agitación

constante (80 rpm) a 55°C y luego se procedió a la precipitación alcohólica del DNA. Después

de la lisis completa, las muestras se centrifugaron a 10000 rpm durante 10 min. Se agregó

isopropanol y se sometieron a otro proceso de centrifugación a 13000 rpm por 30 min. Se realizó

un lavado con etanol 70% y se dejaron secar para evaporar restos de alcohol. Se resuspendieron

Page 48: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

48

en buffer TE (Tris-HCl 10 mM pH8; EDTA 1 mM) por al menos 2 hrs en agitación constante

a 80 rpm y a 50°C. Las muestras fueron almacenadas a -20°C. Después de la extracción, el DNA

fue cuantificado mediante el método espectrofotométrico convencional, midiendo la

absorbancia a 260 nm (A260), y la presencia de contaminantes proteicos fue calculada mediante

la relación A260/A280.

2.2.1.2 PCR convencional

La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) se desarrolló bajo el protocolo descrito

comercialmente para la enzima y los partidores ocupados para dicha reacción fueron diseñados

específicamente para reconocer la mutación, que en este caso permite la identificación del SNP

presente en el DNA de hyh , no así de WT. La secuencia del partidor-hyh en sentido forward es:

5’-GAGGCCATTAACTGTCTCAT-3’, y la secuencia reverse del partidor es: 5’-

CTAAAGCACAGCATAAACAGG-3’. El protocolo de PCR es: 94 °C por 2 min, 35 ciclos [94

°C por 30 seg; 60 °C por 30 seg; 70 °C por 2 min], 70 °C por 10 min, 4 °C.

2.2.1.3 Digestión enzimática del producto PCR

El producto de PCR fue digerido con la enzima BSPHI a 20 rpm, 37 °C durante toda la

noche en agitación constante. Esta digestión facilita la identificación de los diferentes genotipos,

dado que sólo en WT se observará una digestión satisfactoria.

Los productos ya digeridos, fueron sometidos a una electroforesis en poliacrilamida, donde se

puede evidenciar la separación diferencial de los tamaños del producto digerido.

2.2.2 Cultivo Primario de Islotes de Langerhans

Los ratones fueron anestesiados con una mezcla de Ketamina/Xilasina para realizar la

incisión abdominal. El abdomen es expuesto y se localiza el intestino delgado, desde donde se

expuso el esfínter de Oddi para bloquear el conducto biliar. Una vez que el conducto

Page 49: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

49

pancreático está extendido, se procedió a inyectar a través de él 3 ml de colagenasa (0,21 mg/ml).

El páncreas inyectado, se extrajo desde el intestino delgado hacia el estómago y luego el bazo.

Se desprendió del tejido mesentérico y es colocado en un tubo cónico de 50 ml. Se digiere a 37

°C por 11 minutos con agitación parcial. Posterior al periodo de digestión, se inactivó la

colagenasa agregando 20 ml de medio RPMI con suero bovino fetal. Se agitó vigorosamente y

fue centrifugado a 1800 rpm por 90 segundos. Se repitió 3 veces los lavados de igual forma con

medio RPMI. Paso siguiente, consistió en preparar la gradiente de Histopaque® (1,077) con el

cual se logran separa los islotes pancreáticos del resto de células exocrinas a través de un proceso

de centrifugación a 2500 rpm por 20 min con desaceleración suave. Los islotes fueron colectados

y lavados para sacar el exceso de Histopaque® y luego fueron limpiados por sedimentación. Una

vez limpios de otras células, se realizó “hand pick” que permite contabilizar y colectar islotes de

tamaño similar para los distintos procedimientos.

2.2.3 Secreción de insulina estimulada por glucosa (GSIS)

Para evaluar la liberación de insulina al medio extracelular, se colocaron 5 islotes de

Langerhans en una placa multipocillos. Cada uno de los pocillos, cuenta con su triplicado. Los

islotes fueron lavados con 500 µl de buffer con baja concentración de glucosa (2,8 mM) por 1

hr. Luego de esta ambientación del cultivo, se retiró el medio de ambientación y los islotes

pancreáticos fueron incubados por 1hr con 500 µl de glucosa 2,8 mM. Pasado este periodo

fueron colectados 400 µl del sobrenadante y se incubó con 400 ul de glucosa 16,2 mM durante

1 hr. Paso siguiente, fue colectar 400 ul de sobrenadante, los cuales fueron almacenados -20°C

para su posterior cuantificación. Los islotes de Langerhans fueron sometidos a un protocolo de

extracción ácida, para cuantificar el remanente de insulina no secretada bajo estímulo, con el cual

se normalizan las cantidades de insulina secretada.

2.2.4 Métodos bioquímicos para análisis de proteínas

2.2.4.1 Proteínas totales

Page 50: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

50

En el caso de extracción de proteínas totales, una vez obtenidas las muestras, se lavaron con

PBS frío fueron suspendidas en buffer de extracción RIPA modificado frío (Tris-HCl (pH 7.4)

50 mM, NaCl 150 mM, Triton-X-100 1%, desoxicolato de sodio 1%, SDS 0,1%) con inhibidores

de proteasas (Cocktail Sigma P2714 (AEBSF 2 mM, EDTA 1mM, bestatin 130 μM, E-64 14

μM, leupeptin 1 μM, aprotinin 0,3 μM, PMSF 1 mM). Inmediatamente, el tejido fue

homogenizado mediante sonicación (3 x 10-15seg) en hielo. Los homogenizados fueron

centrifugados a 14000 x g durante 10 min a 4ºC para sedimentar los restos celulares y núcleos.

El pellet fue descartado y del sobrenadante (fracción post-nuclear = extracto de proteínas

totales) se extrajeron 2 alícuotas: i) para cuantificación de proteínas y ii) fue transferido a un

nuevo tubo y guardado a -20ºC hasta su utilización.

2.2.4.2 Cuantificación de proteínas

La concentración de proteínas de las muestras se determinó mediante el método de

Bradford (Bradford, 1976), el cual se basa en la afinidad de las proteínas por el colorante azul de

Coomassie. Se preparó una solución de albúmina de suero bovino (BSA) 2 μg/μl y a partir de

ésta se prepararon una serie de diluciones de 1; 0,5; 0,25 y 0,125 μg/μl. Las diferentes

concentraciones de BSA se utilizaron para construir una curva de calibración. Tanto para la curva

de BSA, como para los extractos, se utilizó un reactivo Bradford modificado, que tiene la

característica de no interferir con algunos detergentes en la cuantificación de proteínas. Para

desarrollar la cuantificación de proteínas, se debmantuvo la relación 1:15 en donde fueron

ocupados 5 ul de muestra en 30 ul de agua (factor de dilución 7) a los cuales se les agregó 525 ul

de reactivo. Se incubó por 5 min (la reacción es estable por aproximadamente 25 min) y se leyó

la absorbancia a 660 nm en un espectrofotómetro Shimadzu UV 240. Para calcular la

concentración de proteínas en los extractos se utilizó la siguiente ecuación: Y=B.X+A, donde

Y=Abs660, B y A son constantes obtenidas de la regresión lineal de los valores para la curva de

calibración con BSA, y X corresponde a la concentración de proteínas del extracto en μg/μl.

2.2.4.3 Electroforesis en geles de poliacrilamida-SDS (SDS-PAGE)

Page 51: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

51

La separación electroforética de proteínas se realizó en condiciones denaturantes, en el

sistema de electroforesis Mini-Protean3 (Bio-Rad), siguiendo el procedimiento descrito por

Laemmli (1970). Los geles separador y espaciador de 1,5 mm de espesor, se prepararon a partir

de una solución de acrilamida:bisacrilamida al 30 %. El gel separador se preparó a una

concentración final de poliacrilamida del 10% conteniendo Tris-HCl 375 mM (pH 8,8), SDS

0,1%, persulfato de amonio 0,05 % y TEMED 0,198 %. El gel espaciador se preparó a una

concentración final de poliacrilamida del 4 %, conteniendo Tris-HCl 125 mM (pH 6,8), SDS

0,1%, persulfato de amonio 0,05 % y TEMED 0,198 %. Las muestras de proteínas (15 μg o 30

μg según el experimento) se mezclaron (3:1) con buffer de carga 4X (Tris-HCl 0,25 M pH 6,8,

β-mercaptoetanol 4 %, glicerol 20 %, azul de bromofenol 0,2 %, SDS 4 %) y calentadas a 90 °C

por 2 min. Posteriormente las muestras (15-30 μg de proteína por carril) fueron cargadas en el

gel, realizándose la electroforesis en buffer de corrida 1X (Tris-HCl 0,025 M pH 8,3; glicina

0,192 M y SDS 0,1 %) a un voltaje constante de 100V por un tiempo aproximado de 1,5 hs.

Como marcadores de peso molecular se utilizó una mezcla de proteínas preteñidas y cuyos

rangos de peso estaban entre 10 y 180 kDa (Invitrogen).

2.2.4.4 Electrotransferencia y detección inmunoquímica (Western blot o inmunoblot)

Una vez concluida la separación electroforética, las proteínas fueron electrotransferidas

a una membrana de PVDF (Immobilon-P, Millipore), previamente activada en metanol absoluto

de alto grado por 10 seg y equilibrada en tampón de transferencia 1X (Tris-HCl 25 mM pH 8,9;

glicina 192 mM, metanol 20 %, SDS 0,1 %) por 15-20 min. La electrotransferencia se realizó en

el sistema húmedo Mini Trans Blot (Bio-Rad) a una corriente constante de 350 mA durante 2 h;

transcurrido este tiempo, la membrana volvió a pasar por metanol, se dejó secar a 37ºC y luego

se guardó a temperatura ambiente para el análisis inmunoquímico posterior. Para el análisis

inmunoquímico, la membrana se incubó con anticuerpo primario diluido en buffer Ab (PBS (pH

7,4), 0.1 % Tween y 1 % BSA) por 1,5 hrs a 37 °C. Finalizado este tiempo, se lavó durante 15

min (3 x 5 min) con PBS 1X (pH 7,4), se incubó con anticuerpo secundario (1:50.000 en buffer

Ab) durante 30 min, y se volvió a lavar durante 15 min con PBS 1X. Finalmente, se incubó en

el kit comercial de quimioluminiscencia Kit Immobilón de HRP para transferencia: sustrato

quimioluminiscente (Immobilon), mezclando partes iguales de los dos reactivos (1:1,

Page 52: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

52

Luminol:Enhancer) a temperatura ambiente. Luego de este tiempo, se realizó la

fotodocumentación de la membrana a través de equipo de fotoluminiscencia G-box SynGene.

Finalmente, los blots fueron cuantificados densitométricamente utilizando el software

UNSCANIT (Silk Scientific, Orem, UT, USA).

Anticuerpo Especie Peso molecular

α-SNAP mouse 36 kDa

NSF mouse 82 kDa

Insulina rabbit 34 kDa

β-actina mouse 42 kDa

2.2.5 Morfometría y estereología pancreática

Para realizar morfometría de tejido pancreático se analizaron 3 seriados de animales WT y 3

seriados de animales hyh (PN 120 y PN750), considerando el Principio de Dellese y Cavalieri en

el que se hace referencia a que el área analizada a lo largo de todo el seriado de tejido, corresponde

al volumen del tejido. Se realizó tinción inmunohistoquímica tal como ha sido descrita

anteriormente contrastada con hematoxilina/eosina; insulina (1:50) y glucagón (1:50) para

determinar la distribución de células beta y alfa, respectivamente. Además, los resultados

morfométricos de área endocrina, área pancreática y cuantificación de células INS+ y GLU+,

fueron normalizados respecto al peso pancreático (húmedo) y peso del animal. Las imágenes

fueron obtenidas a través de un microscopio óptico Zeiss Axioskop acoplado a una cámara

digital AxioCam MR (Zeiss) y cuantificado con el software NIH Image J. Cada seriado fue

fotodocumentado en 20x de magnitud y 2 personas independientes estuvieron a cargo de la

cuantificación de los parámetros establecidos en el análisis morfométrico.

Tabla 1. Anticuerpos Primarios. Listado de anticuerpos primarios utilizados

para evaluar la expresión de proteínas de interés a través de Western blot e

inmunohistoquímica en tejido pancreático.

Page 53: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

53

2.2.6 Métodos bioquímicos de análisis de mRNA

2.2.6.1 Extracción de RNA total

La extracción de RNA total se realizó utilizando la solución de extracción Trizol

(Ambion #15596018), según las indicaciones del fabricante. Cada una de las muestras de

páncreas se obtuvo según el procedimiento descrito anteriormente y se colocó en un tubo de

policarbonato estéril de 1,5 ml conteniendo 1 ml de Trizol, y se homogenizó mecánicamente en

hielo. El homogenizado fue dejado 5 min a temperatura ambiente (inactivación de RNasas y

destrucción de las membranas celulares). Por cada ml de solución de extracción se agregaron

200 μl de cloroformo y la muestra fue mezclada por 15 seg en vortex a máxima potencia. Luego

se incubó a temperatura ambiente por 5 min, se traspasó a un tubo Eppendorf de 1,5 ml y se

centrifugó a 12.500 x g durante 15 min a 4°C. La fase superior (orgánica) que contiene el RNA

total se traspasó a un Eppendorf nuevo y las fases inferiores (proteínas y DNA) se eliminaron.

Se agregaron 500 μl de alcohol isopropílico por cada ml de trizol agregado, mezclando varias

veces por inversión y posteriormente se incubó 10 min a temperatura ambiente (precipitación

del RNA). Se centrifugó a 12.500 x g, durante 10 min a 4 °C; se eliminó el sobrenadante, y el

pellet se lavó con agitaciones breves en vortex utilizando 500 μL de etanol pro-análisis al 75 %,

seguido de centrifugación a 7.500 x g durante 5 min a 4°C (este proceso de lavado se realizó dos

veces). Posteriormente, se eliminó el sobrenadante y se dejó secar el pellet de RNA a 37°C por

10 min en Termoblock con la tapa del tubo abierta. El pellet fue resuspendido cuidadosamente en

H2O libre de nucleasas (30-50 μl, según el tamaño del pellet) previamente calentada, mediante

pipeteo repetido. El RNA fue cuantificado mediante el método espectrofotométrico

convencional, midiendo la absorbancia a 260 nm (Abs260), y la presencia de contaminantes

proteicos fue calculada mediante la relación Abs260/Abs280. Todas las muestras de RNA total

exhibieron una razón a Abs260/Abs280 entre 1,55 y 2,0, que corresponde a valores dentro del

rango óptimo para una extracción eficiente de RNA-libre de proteínas. Se determinó la

concentración de RNA en cada muestra y se hicieron diluciones para llevar todas las muestras a

una concentración de trabajo de 1 μg/μl. Finalmente, se determinó la integridad del RNA por

medio de un mix preparado con Formaladehído/cloroformo en un gel de agarosa no

Page 54: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

54

denaturante al 1 % con Syber safe, en corrida electroforética de 90 Volts. Los parámetros evaluados

fueron: probable contaminación con DNA genómico, eventual degradación de la muestra y

cantidad de RNA total relativa entre las muestras.

2.2.6.2 Transcripción Reversa

Se sintetizó primera hebra de cDNA por transcripción reversa de muestras de RNA

previamente seleccionadas para los diferentes estadíos y condiciones. La transcripción reversa se

realizó a partir de 2 μg de RNA, utilizando 100 ng de partidores al azar (ramdom primers;

Promega), buffer de síntesis de primera hebra 5X (4 μl; 1X), DDT 0,1 M (10 nM),

desoxinucleótidos trifosfato (0,5 mM) y SuperScript II RNase H (10 U), en un volumen final de

20 μl. Las muestras de RNA total fueron llevadas a 10 μl en agua libre de nucleasas y denaturadas

a 70 ºC durante 10 min. Posteriormente, la reacción de transcripción reversa fue montada en

hielo e incubada en el termociclador con el siguiente programa: 25 ºC durante 10 min, 42 ºC

durante 60 min, 4°C

2.2.6 Evaluación estado metabólico del modelo murino

2.2.6.1 Registro de glicemias basales

Para tomar registro de las glicemias basales de los ratones, se consideraron 2 condiciones:

Registro de glicemia en condiciones de alimentación ad libitum y registro de glicemias en ayuno.

Para esto, se realizó una pequeña incisión en la cola de los animales y se les extrajo una gota de

sangre la cual es inmediatamente colocada en el dispositivo de registro glicémico Accu-Check

Active. Se repitió el mismo protocolo para la segunda condición, pero esta vez se consideró

someter a los animales a un ayuno de 6 hrs. Cabe destacar que todas las glicemias fueron

registradas en el mismo horario del día (14:00 hrs).

Page 55: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

55

2.2.6.2 Test de Tolerancia a la glucosa intraperitoneal

El desarrollo de este protocolo, involucró someter a los animales a un ayuno de 6 hrs y

posterior a este periodo se realizó una climatización de los animales a la manipulación en donde

se registró la glicemia. El tiempo 0, fue considerado el instante de la carga de glucosa. Luego de

esta administración intraperitoneal de 0,5; 1; 2 y 3 mg/ml de glucosa (dependiendo el protocolo),

se realizó el seguimiento de la glicemia cada 15, 30, 60 y 120 min. postcarga. Los datos de cada

animal, fueron normalizados respecto a la glicemia basal en tiempo 0 antes de la carga de glucosa.

2.2.6.3 Insulinemia basal

A los ratones sometidos a un ayuno de 6 hrs. se les extrajo sangre de su cola mediante

una pequeña incisión desde donde se obtienen aproximadamente 100ul de sangre de se dejan

incubar por 15 min a temperatura ambiente, posterior a este periodo la sangre fue centrifugada

a 1000 rpm por 10 min. para separar el suero. El suero fue almacenado a -20°C para su posterior

medición a través de ELISA (Crystal Chem), según las indicaciones del fabricante. La

cuantificación de la concentración de insulina en fluido o medio de cultivo, se realizó a partir de

la calibración del kit de acuerdo a la sensibilidad de éste.

2.2.7 Obtención de muestras de tejido pancreático

Los animales fueron anestesiados y sacrificados por decapitación. Inmediatamente se

obtuvieron muestras de tejido correspondiente a páncreas. El procedimiento fue realizado con

material quirúrgico estéril. La disección fue estandarizada para la obtención de una cantidad de

tejido con un peso húmedo aproximado de 100 mg en caso de animales adultos y 25 mg en caso

de animales embriones o animales recién nacidos. Los páncreas fueron destinados a diferentes

protocolos: homogenización de tejido para extracción de proteínas, homogenización de tejido

para extracción de RNA y fijación de tejido para inmunohistoquímica.

Page 56: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

56

2.2.8 Fijación de tejido pancreático

Una vez extraídos los páncreas, fueron fijados por inmersión en PFA 4% o en bouin. La

duración de la etapa de fijación en ambos casos, no pasó a ser más de 24 hrs.

2.2.9 Inclusión, corte y montaje de las muestras

Concluido el período de fijación, las muestras se deshidrataron en concentración

crecientes de etanol (50º, 70º, 80º, 96º, 100º), se equilibraron en butanol y se incluyeron en

Paraplast® (soluble en butanol) de acuerdo a protocolos convencionales. Los pasos que

contenían Paraplast® se realizaron en estufa a 60ºC. En el caso de los aislados de islotes

pancreáticos, luego de la fijación, se pasaron por la batería de alcoholes en un tubo cónico de 1,5

ml y se incluyeron en el mismo tubo con Paraplast. Luego, con ayuda de un bisturí se extrae el

bloque y se realizan cortes de 5 μm de grosor, los que fueron montados en portaobjetos tratados

con silano (3-amino-propil-trietoxi-silano) (Polysciences Inc.,EE.UU.). Se realizaron montajes

seriados (series paralelas) que permitieron estudiar zonas muy próximas entre sí con diferentes

técnicas. Los cortes montados en portaobjetos se dejaron secar en estufa a 60ºC (mínimo de 2-

3 horas). Las muestas obtenidas desde los ratones fueron procesadas simultáneamente; esto

permitió un análisis comparativo de animales mutantes y controles de la misma edad.

2.2.10 Tinción general hematoxilina-eosina

Una vez que los cortes montados se secaron, fueron desparafinados en xilol por 15 min y

luego re-hidratados en una batería decreciente de alcoholes (100º, 96º, 80º, 70º, 50º), terminando

finalmente la hidratación con agua. Una vez hidratados, se realizó la tinción con Hematoxilina

de Mayer por 3-5 min y a continuación se lavó con abundante agua. Finalmente se tiñó con

Eosina 1% por 1-2 min. Los cortes fueron lavados con agua, deshidratados y montados para su

análisis al microscopio óptico.

Page 57: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

57

2.2.11 Inmunocitoquímica

Los cortes de las muestras seleccionadas se inmunotiñeron con diferentes anticuerpos

primarios y la reacción antígeno-anticuerpo se reveló mediante tres métodos: (i) el método

peroxidasa-antiperoxidasa (PAP) de Sternberger et al. (1970), (ii) el método ABC peroxidasa, y

(iii) inmunofluorescencia indirecta (IFI) utilizando segundos anticuerpos o estreptavidina

marcados con fluorocromos. En algunos casos, fue necesario exponer antígenos y/o bloquear

la actividad peroxidasa endógena previo a la inmunotinción.

2.2.11.1 Exposición de antígenos

En algunos casos se procedió a exponer los antígenos de los cortes de tejido

desparafinados. Para tal efecto los cortes se incubaron en tampón citrato (20mM pH 6.0) y se

trataron en microondas a máxima potencia a 90° C, durante 15 min. Luego de enfriar a T°

ambiente, se lavaron en agua destilada y fueron procesados para inmunocitoquímica.

2.2.11.2 Bloqueo de la actividad peroxidasa endógena

La eliminación de la actividad peroxidasa endógena sólo fue necesaria cuando se empleó

peroxidasa (HRP) como marcador de la reacción antígeno-anticuerpo (método PAP y método

ABC-peroxidasa). En estos casos, antes de realizar la incubación con el anticuerpo primario, se

incubaron los cortes en una solución de peróxido de hidrógeno al 3% en metanol durante 10

min.

2.2.11.3 Visualización de la inmunorreacción: Revelado de la actividad peroxidasa

La visualización de la actividad enzimática (peroxidasa) asociada a la reacción antígeno-

anticuerpo es el objetivo final de los métodos PAP o ABC-peroxidasa. Ésta se realizó incubando

los cortes con H2O2 al 0,007 % y 3,3´-diaminobenzidina (DAB 0,2% en Tris-PBS) en oscuridad

durante 10 min. La DAB es un cromógeno que al reaccionar con la peroxidasa produce un

Page 58: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

58

precipitado café oscuro claramente visible al microscopio óptico. Después de la incubación en

DAB/H2O2, los cortes se lavaron en agua destilada, se deshidrataron y montaron para su

visualización. El control de la inmunotinción se realizó omitiendo la incubación con el primer

anticuerpo. Las muestras se visualizaron, examinaron y fotografiaron en un microscopio óptico

Zeiss Axioskop acoplado a una cámara digital AxioCam MR (Zeiss) o a una cámara digital Nikon

Coolpix 5000.

2.2.12 Inmunofluorescencia/microscopía confocal

Las incubaciones con los anticuerpos primarios y secundarios se realizaron de manera

similar al método PAP. Sin embargo, en estos casos, (i) los anticuerpos secundarios estaban

marcados con fluorocromos (Alexa Fluor 488 o Alexa Fluor 594) utilizados a dilución de 1:500

y tinción de núcleos con DAPI 1/10000 durante 10 min. Posteriormente, las muestras fueron

montadas en un medio para fluorescencia (S3023, Dako) y visualizadas en un microscopio

confocal Olympus Fluoview FV1000 (Olympus, Japón).

El escaneo de las muestras se realizó utilizando los láseres correspondientes para excitar

cada fluoróforo. Así, en los casos que se realizaron estudios de co-localización, un canal detector

filtraba el espectro de emisión de un fluoróforo (Alexa Fluor 488 excitado con el láser Argon a

488 nm), mientras otro canal detector filtraba la fluorescencia emitida por otro fluoróforo (Alexa

Fluor 633 excitado por el láser Helio-Neón-633 a 633 nm). La combinación digital de ambas

imágenes permitió determinar co-localización de las dos señales fluorescentes en la misma célula,

la cual fue confirmada realizando secciones ópticas a lo largo del eje Z. Se examinaron al menos

cinco campos por muestra y para cada condición experimental. Las muestras correspondientes

a los controles negativos fueron analizadas bajo las mismas condiciones que las muestras

experimentales. En algunos casos se midió el perfil de intensidad de la inmunofluorescencia

utilizando el software FV10-ASW 1.4 Viewer (Olympus, Japón).

2.2.13 Marcaje con BrdU en ratones postnatales

Page 59: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

59

Para marcar células en proliferación en el páncreas de ratones adultos se utilizó 5-bromo-2’-

desoxiuridina (BrdU) (Sigma Chemical, St. Louis, MO, USA), un análogo de la timidina que se

incorpora al DNA de las células en división durante la fase S del ciclo celular. La BrdU se

administró mediante inyección intraperitoneal (i.p.) a una dosis de 100 mg/kg. Se utilizó un

protocolo de marcaje acumulativo con 3 pulsos diarios durante 3 días donde se inyectaron 3

animales WT y 3 animales mutantes hyh; 30 min después de la última inyección de BrdU se

eutanasiaron los animales y fueron inmediatamente procesados histológicamente según se

describe el protocolo para inmunocitoquímica utilizando un anticuerpo primario anti-BrdU y

revelados con DAB. Para cuantificar las diferencias entre los ratones mutantes hyh y sus

correspondientes controles, se examinaron cortes de páncreas seriados y se obtuvieron imágenes

comparables con un microscopio Zeiss Axioscop. Posteriormente, fueron contadas las células

BrdU positivas en los islotes de Langehans en imágenes digitales (obtenidas con objetivo 20X)

que incluían toda la zona de interés, utilizando el software NIH Image J. La suma de todas las

células BrdU+ contadas en cada corte fue tomado como el valor de las células BrdU+ por sección

(seriado por animal). Los valores se presentaron como el promedio de los valores obtenidos en

3 animales por genotipo.

2.2.14. Análisis estadístico

El análisis estadístico de las cuantificaciones realizadas en esta tesis, se llevó a cabo en el

software STATgraphic Prism 5, en el cual dependiendo de los datos se comparó a través del test

t-Student dos parámetros. Para aquellos resultados que involucraban comparación entre más de

2 factores se ocupó Anova de 1 vía. La significancia fue considerada de acuerdo al p-valor en

rangos de (*) p valor>0,1; (**) p valor>0,01; (***) p valor>0,001

Page 60: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

60

3. RESULTADOS

3.1 α-SNAP

α-SNAP es una proteína de expresión ubicua relacionada a la maquinaria de fusión de

membranas. Tras su acoplamiento a los complejos SNARE, permite la interacción con la ATPasa

NSF, y la disocación (pre-activación) de los complejos inactivos. Así, la función canónica de α-

SNAP favorece, entre otros procesos, la exocitosis.

En el páncreas, esta proteína ha sido asociada a la liberación de insulina; sin embargo,

poco se sabe de su expresión y localización a nivel celular. Bajo este contexto se torna importante

evaluar su expresión en tejido pancreático, para lo cual se determinó la expresión del ARN

mensajero a través de PCR convencional, los niveles expresión de la proteína de α-SNAP a partir

de western blot (Figura 1) y su localización tisular a través de inmunohistoquímica e

inmunofluorescencia (Figura 2).

Adicionalmente se evaluó la expresión de otra proteína que interactúa funcionalmente

con α-SNAP en los procesos de exocitosis. NSF es una ATPasa, requerida para la disociación

de los complejos cis-SNARE y particularmente se utilizó como control de localización de α-

SNAP. Tal como se observa en la Figura 1, el ARN mensajero de ambas proteínas (α-SNAP y

NSF) se expresa en el homogenizado total del páncreas, sin mostrar alteraciones evidentes en la

expresión génica entre animales WT y mutantes hyh. Para este experimento, ambas membranas

fueron expuestas bajo las mismas condiciones, con el fin de obtener resultados comparables. Al

analizar los niveles a través de western blot, los niveles de expresión de las proteínas en cuestión,

se observa que existen los mismos niveles de expresión de NSF en ambos grupos de animales,

no así para α-SNAP, donde es evidente que existe una menor expresión de la proteína en

animales mutantes hyh. Cómo ya ha sido descrito en otros tejidos de este modelo murino (Bátiz

et al., 2009), α-SNAP presenta un hipomorfismo, esto quiere decir que existe expresión del ARN

mensajero en cantidades similares a los animales WT, sin embargo, es sólo un 40% de este ARN

mensajero es traducido en proteína.

Page 61: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

61

Al estudiar la expresión de α-SNAP a nivel tisular (Figura 2) a través de

inmunohistoquímica e inmunofluorescencia, podemos observar que existe una segregación de la

expresión de α-SNAP a los islotes de Langerhans, lo cual llama aún más la atención se localiza

muy particularmente en el centro del islote de Langerhans con distribución similar a la

localización de las células beta pancreáticas. Queda en evidencia, sobre todo es las imágenes de

inmunofluorescencia, la diferencia en la expresión de α-SNAP, siendo menor en animales

mutantes hyh.

En consideración de los resultados de expresión y localización de α-SNAP y de las

principales proteínas involucradas en su rol canónico, podemos describir que es la primera vez

que se evidencia el hipomorfismo en la expresión de α-SNAP en páncreas, lo cual no tiene

relación con los niveles de expresión de su ARN mensajero y además hemos observado que

existe una inmunoreacción de α-SNAP preferencialmente en el páncreas endocrino en relación

al páncreas exocrino y con una distribución muy similar entre animales WT y animales mutantes

Figura 1. Caracterización de la expresión de α-SNAP y NSF en tejido pancreático. A) Western blot para NSF (82kDa), α- SNAP (37kDa), y β-actina (42kDa) en páncreas en animales WT y hyh. (n= 3(WT)/ n=4 (hyh)) (B) Las barras representan el promedio± SEM de los niveles de expresión de α-SNAP en animales WT y hyh. (n= 3(WT)/ n=4 (hyh)) (*) (p >0,1)Análisis estadístico: Student´s test. (C) Las barras representan el promedio de los niveles de expresión de NSF en animales adultos WT y hyh. (n= 3(WT)/ n=4 (hyh)

A

B

C

Page 62: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

62

hyh, sin embargo con intensidades diferentes, que se relaciona con la diferencia de expresión de

α-SNAP.

Como ya lo hemos mencionado anteriormente el páncreas es un órgano bifuncional, a

cargo de la secreción de enzimas digestivas que son vertidas en el duodeno. En su rol endocrino,

hemos descrito anteriormente que secreta tres hormonas principales encargadas de la

homeostasis de glucosa: i) insulina, ii) glucagón y iii) somatostatina. De ellas, nos centraremos

en insulina, hormona hipoglicemiante, que se secreta mediante un proceso muy regulado que se

Figura 2. Caracterización histológica de la expresión de α-SNAP tejido pancreático. A) Panel muestra la expresión de α-SNAP en cortes histológicos de páncreas con inmunoreacción positiva para α-SNAP. Panel inferior, muestra los controles negativos (izquierda) y positivo (derecha) para la inmunoreacción del anticuerpo contra α-SNAP. B) Inmunofluorescencia revela la expresión de α-SNAP (rojo) en cortes histológicos de páncreas, localizado mayoritariamente en islote de Langerhans, donde los núcleos de las células han sido teñidos con DAPI (azul). Se puede apreciar claramente la menor expresión de α-SNAP en el islote de ratón hyh en comparación con el WT.

A B

Page 63: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

63

desencadena en 2 etapas. La primera de ellas, responde a una hiperglicemia aguda y conlleva la

liberación del contenido intracelular de vesículas de almacenajes próximas a la membrana celular

de células beta (Seino et al., 2011) y la segunda fase de secreción de insulina involucra un proceso

más complejo, donde se responde a un estado de hiperglicemia crónico, que asocia una síntesis

de insulina de novo y la continua liberación de vesículas secretoras desde las células beta (Zawalich

et al., 2008).

α-SNAP es una proteína que se ha relacionado directamente con la secreción de insulina

en ensayos in vitro. Estos ensayos describieron que el knockdown de α-SNAP disminuye la

secreción de insulina en células MIN6 (línea celular derivada de insulinoma) y que además esta

disminución es exclusivamente en la liberación de insulina y no del neurotransmisor GABA

(secretado también por células beta pancreáticas) (Nagamatsu et al., 1999). Estos resultados son

atractivos como contexto para evaluar las consecuencias de la mutación M105I en la secreción

de insulina.

Se realizaron experimentos de secreción de insulina en cultivos primarios de islotes de

Langerhans de ratones WT y mutantes hyh. El paso crítico para lograr estos cultivos es una

buena técnica de perfusión de la colagenasa P, con el objetivo de mantener la integridad de los

islotes pancreáticos. Para esto, se realizaron diferentes tipos de cirugía, técnicas que fueron

aprendidas e implementadas a partir de una pasantía en Joslin Institute of Harvard, en Boston,

USA. El protocolo consiste en un bloqueo del conducto biliar, en el esfínter de Oddi, para luego

inyectar a través del conducto pancreático principal la solución de colagenasa P, lo cual aumenta

el volumen pancreático facilitando su extracción y a su vez, permite la difusión de la colagenasa

P en mayor porción del tejido pancreático. Una vez que se aisla el tejido, se digiere a 37ºC y se

separan los islotes de Langerhans por gradiente de Histopaque®, desde donde son cultivados a

37ºC con 0,5% de CO2. Bajo estas condiciones, el cultivo primario de islotes de Langerhans

estará óptimo para ser trabajado 24 hrs después de la extracción (Figura 3).

Page 64: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

64

Una vez transcurrido el periodo de cultivo (24 hrs.), se realizó un ensayo de liberación

de insulina estimulado por glucosa, GSIS (Figura 4). El propósito de este ensayo, es evaluar

inicialmente la funcionalidad de los islotes de Langerhans aislados y particularmente evaluar la

respuesta de los islotes de Langerhans provenientes de animales mutantes hyh frente a un estado

de hiperglicemia. Tal como se muestra en el esquema representativo del protocolo, se trabajan

sólo 5 islotes de Langerhans por cada pocillo a estimular, considerando parámetros

microscópicos como el tamaño, coloración y rugosidad de los bordes. Una vez elegidos los

islotes pancreáticos a estimular, se dejan en ambientación en solución HANK’s con 2,8 mM de

glucosa por 1 hr, luego de este periodo, se retira el medio y son estimulados con la misma

Figura 3. Procedimiento quirúrgico en el desarrollo del cultivo primario de Islotes de Langerhans. A)

Esquema del protocolo de extracción de los islotes de Langerhans para el desarrollo de cultivo primario y

posterior ensayo de estimulación de la secreción de insulina estimulada por glucosa (GSIS). Recuadro de

aumento, destaca el bloqueo del conducto biliar para direccionar la solución de colagenasa hacia el tejido

pancreático.

Page 65: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

65

solución por 1 hr, desde donde se extrae el sobrenadante para ser considerado como condición

basal. Estos mismos islotes, son estimulados nuevamente con una solución 16,2 mM por 1 hr,

desde donde se extrae el sobrenadante considerado como condición de alta glucosa. Para

normalizar la liberación de insulina en este ensayo, es conveniente realizar la cuantificación del

remanente intracelular de insulina, para lo cual, los islotes de Langerhans son colocados en una

solución ácida, desde donde se cuantifica la cantidad de insulina intracelular.

La cuantificación de la insulina liberada al medio, se obtiene a partir de un ensayo ELISA

colorimétrico, donde la absorbancia se relaciona a través de una curva hiperbólica con la

concentración de insulina (Figura 5). Esta interpolación de las concentraciones, arroja que los

islotes de Langerhans son funcionales, por ende el desarrollo del cultivo primario para la

extracción de estas estructuras es exitoso y además se observa que los islotes de Langerhans

Figura 4. Esquema del ensayo de secreción de insulina estimulada por glucosa (GSIS). Representación del

protocolo utilizado para el GSIS donde 5 islotes de Langerhans son acondicionados al medio de estimulación por 1

hr., posterior a este periodo comienza la estimulación de 1hr con 2,8 mM de glucosa (basal) desde donde se extraen

400 ul de medio para registrar la Insulinemia basal. Luego se agrega medio con alta concentración de glucosa, el cual

se mantiene por 1 hr y desde donde se extraen 400ul para medir la insulina liberada al medio bajo estas condiciones.

El remanente de insulina es ocupado para la normalización de las concentraciones de insulina liberadas bajo

estimulación, para cuantificar este remanente se lisan en medio ácido los islotes pancreáticos y a partir de este lisado

se cuantifica la cantidad intracelular de insulina.

Page 66: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

66

proveniente de animales mutantes hyh secretan menores niveles de insulina, 0,042 ng/islotes/hr

en condiciones basales respecto a los animales WT, que generan 0,107 ng/islotes/hr. La

diferencia en la capacidad de secreción de los islotes pancreáticos se acentúa cuando son

estimulados con alta concentración de glucosa, donde la cantidad de insulina secretada por los

animales WT es de 0,28 ng/islote/hr y por los animales mutantes hyh es de 0,1 ng/islote/hr, lo

cual corresponde a un 64% menos secreción de insulina. Estos datos sugieren que la mutación

de α-SNAP M105I produce una alteración en la función celular que se traduce en una menor

liberación de insulina al medio de cultivo.

Figura 5. Secreción de insulina desde cultivo primario de islotes de Langerhans. A partir del cultivo primario de islotes pancreáticos, se realizó un ensayo GSIS con una estimulación de glucosa de 16.2 mM por un periodo de 1 hr en animales WT y animales mutantes hyh. Se consideraron 5 islotes por pocillo, donde la normalización de las cantidades de insulina liberada, es respecto a la cantidad de islotes estimulados. (n= 2(WT)/ n=2 (hyh))N.S: diferencias no significativas. Análisis estadístico t-Student

Page 67: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

67

3.2 Homeostasis de la glucosa

Con los resultados obtenidos en cultivo primario de islotes decidimos evaluar las

consecuencias de estos defectos en la secreción de insulina en la homeostasis de la glucosa in

vivo en ratones mutantes hyh. La homeostasis de la glucosa es un proceso estrictamente regulado

que involucra la participación del hígado, secreción hormonal pancreática, el efecto de las

incretinas y además la función del eje hipotalámico-hipofisiario. Una alteración de cualquiera de

estos ejes de control, genera patologías que cursan con anomalías metabólicas. Sin embargo,

muchas de estas patologías tienen signos subclínicos o incluso los parámetros de control de estas

enfermedades se mantienen inalterados y el organismo es capaz de adaptarse a cambios

metabólicos de manera sutil.

En este contexto, la evaluación del eje: secreción de insulina-homeostasis de la glucosa

permite determinar el funcionamiento de los diferentes órganos involucrados en este proceso y

de posibles alteraciones de los mismos.

Basados en esto, se realizaron determinaciones de glicemia e insulinemia en distintas

condiciones para evaluar el estado metabólico de los ratones mutantes hyh en comparación con

los ratones WT.

3.2.1 Glicemia basal y Test de Tolerancia a la glucosa

Para estudiar el estado metabólico basal de nuestro modelo de estudio, desarrollamos

registros de glicemia en animales WT y animales mutantes hyh en dos condiciones esenciales: i)

alimentación y ii) ayuno, Para esto, se han estandarizado las condiciones de trabajo y

manipulación de los grupos de animales, evaluando género, progresión de la enfermedad, el

estrés causado por la manipulación, uso de anestésicos, la hora de registro de las glicemias

(considerando el ritmo circadiano), horas de ayuno y vías de administración de glucosa, Dado

que han sido muchas las variables a evaluar, hemos determinado cuales son los mejores

parámetros para el registro de antecedentes metabólicos:

Page 68: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

68

Género: a pesar de no encontrar diferencias significativas en los registros de

glicemia realizados a machos y hembras, preferimos trabajar con machos, evitando así

fluctuaciones de los niveles de glucosa debido al periodo estral.

Progresión de la enfermedad: Dado que nuestro modelo animal desarrolla

hidrocefalia, fue importante clasificar de acuerdo a sus signos clínicos dos grupos de animales en

los cuales la progresión de la enfermedad es diferente: rp (rapid progress): es el grupo de animales

donde la progresión es mucho más rápida y más severa, y por ende presentan una sobrevida

inferior; y los sp (slow progress): en los cuales los signos clínicos de hidrocefalia no o tan severos y

presentan mayor sobrevida (ver Batiz et al. 2006). De acuerdo a los objetivos planteados para

esta tesis, consideramos que el grupo ideal de trabajo, son animales sp, ya que presentan signos

clínicos más similares entre ellos y proporcionan una mayor ventana de tiempo para estudiarlos.

Manipulación y administración de anestésicos: Debido a que los animales mutantes hyh

(sp) presentan hiperactividad y son hiperrreactivos a la manipulación, evaluamos la posibilidad

de administrar anestésicos de distintas familias y formas, para contrarrestar el estrés que significa

la manipulación en los grupos de animales. Sin embargo, los anestésicos evaluados: i)

pentobarbital/nembutal, ii) mezcla Xilacina/Ketamina, y iii) Isofluorano, alteraron los

parámetros metabólicos de nuestro interés, generando hiperglicemias y/o modificando la

secreción de insulina pancreática. Por lo tanto, determinamos que la mejor modalidad de trabajo,

es el adiestramiento de los animales a la manipulación evitando así el estrés y por tanto la

alteración de los parámetros de estudios.

Horas de ayuno y horario de registro de glicemia: Una de las condiciones agudas a la

cuales se someten los individuos para evaluar control metabólico, es la sobrecarga de glucosa;

sin embargo, este examen se realiza bajo condiciones de ayuno y en estado de reposo, por lo

tanto, era imprescindible evaluar qué condiciones se asemejan más a estos requisitos. Para esto,

algunos autores plantean que en animales de la misma cepa, es conveniente un ayuno de 6 hrs y

el registro de glicemias idealmente debe coincidir con periodos de reposo de los animales (es

decir durante el día: a las 14-15 horas). En consideración de lo anterior, los registros de glicemias

que fueron medidos tanto en alimentación como en ayuno cumplen con estos requisitos.

Vía de administración de sobrecarga de glucosa: Otro aspecto importante a considerar

es la vía por la cual se administra la glucosa cuando se requiere una sobrecarga de este

Page 69: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

69

carbohidrato. Al igual que con los periodos de ayuno, se ha descrito que la mejor forma de

administración de la glucosa es a través de la inyección intraperitoneal, evitando agregar de esta

manera otros factores (ej. Incretinas) que puedan alterar los registros glicémicos.

Estandarizadas las condiciones de trabajo para estudiar los parámetros metabólicos a

evaluar, procedimos a registrar glicemias basales en condiciones de alimentación y ayuno, en

animales WT y animales mutantes hyh (Figura 6), en donde los periodos de alimentación fueron

controlados en tiempo y en cantidad de alimento, registrando a su vez el volumen de alimento

consumido por periodo de tiempo (4 horas). Cabe destacar que ambos grupos de animales,

consumen la misma cantidad de alimento seco, por lo que la diferencia de glicemias observable

bajo este protocolo no se debe a una diferencia en el ingesta (Tabla 2).

Figura 6. Protocolo de registro de

glicemias. Animales WT y animales

mutantes hyh son dejados en ayuno por

un periodo de 6 hrs, posteriormente, se

separan en 2 grupos: i) se registra la

glicemia inmediatamente (bajo ayuno) y

ii) se mantiene una alimentación

controlada por 2 hrs para registrar la

glicemia basal en condición de

alimentación.

Page 70: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

70

Bajo el protocolo detallado anteriormente, se realizaron los registros de glicemias basales

en animales Wt y animales mutantes hyh con el objetivo de evaluar los niveles de glucosa

sanguínea sin estímulo previo (ayuno) y bajo alimentación controlada (Figura 7).

Genotipo Alimento

consumido (gr)

Alimento

consumido en 2 hrs

(gr)

WT 5,8 1

hyh 5,84 0,98

Figura 7. Glicemias Basales. Glicemia basal de animales WT y animales mutantes hyh obtenidos en condiciones de ayuno prolongado por 6 horas y de alimentación controlada (ayuno (n= 24(WT)/ n=30 (hyh)); alimentación (n= 12(WT)/ n=10 (hyh)). Análisis estadístico Anova one way (*) p<0,1; (**) p<0,01.

Tabla 2. Registro de alimentación controlada. Promedio de alimento seco consumido por

día en grupos de animales WT y hyh y promedio de alimento consumido en un periodo de 2

hrs posteriores a una condición de ayuno de 6 hrs. Los datos corresponden al promedio ± SEM.

WT n=12; hyh n= 10

Page 71: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

71

Sorprendentemente, los registros obtenidos muestran que las glicemias basales en ayuno

son similares en ambos grupos de animales, sin embargo tras un periodo de alimentación

controlada, los animales WT aumentan aproximadamente 21% su glicemia, mientras que los

animales mutantes hyh presentan un aumento muy leve de su glicemia (6%) lo que ocasiona que

mantengan niveles muy similares a los observados en ayuno.

Una vez establecidas las glicemias basales en las cuales se desenvuelven los grupos de

animales, se determinó la capacidad de regulación del eje glucosa – insulina tras un estímulo

agudo de glucosa, condición conocida como TEST de TOLERANCIA a la GLUCOSA

administrada intraperitonealmente (TTGIP).

Figura 8. Protocolo de Test tolerancia a la glucosa. Esquema representativo del desarrollo experimental para el Test de Tolerancia a la glucosa intraperitoneal (TTGIP). Inicialmente los animales WT y animales mutantes hyh se someten a un periodo de ayuno de 6 hrs, posterior a este tiempo se les realiza un tiempo de ambientación a la manipulación (40 minutos previos a la carga de glucosa) donde se realizan los primeros registros de glicemias. Se administraron diferentes concentraciones de glucosa (0,5 – 3 mg/g de ratón) considerando este tiempo como T0. Luego de la administración de glucosa intraperitoneal se tomó registro de la glicemia durante 2 hrs.

Page 72: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

72

Tal como se muestra en la Figura 8, consideramos cuatro concentraciones de glucosa

para ser administradas intraperitonealmente en un rango de 0,5 mg/ml – 3mg/ml (5%, 10%,

20% y 30%) que fueron administradas a animales WT y mutantes hyh. Igualmente, se consideró

incorporar en el análisis el periodo previo de manipulación de los animales (40 minutos previos

a la carga de glucosa), con el fin de evidenciar que efectivamente la manipulación produce un

pico de glicemia, que se interpreta como un pulso de glucosa generado por el estrés inicial del

test, que al cabo de este periodo logra normalizarse. De esta forma se realizaron registros de

glicemia (i) en cuatro puntos antes de la sobrecarga de glucosa, siendo el último registro en el

instante previo a la administración (tiempo 0), y (ii) en cuatro puntos después de la sobrecarga

de glucosa (15, 30, 60, 120 min).

Los resultados obtenidos que describen el comportamiento metabólico entre ambos

grupos de animales y en los diferentes tratamientos se muestran en la Figura 9.

Si bien no se observaron diferencias estadísticamente significativas en ninguno de los

tratamientos, los resultados muestran que con sobrecargas del 20% los ratones hyh alcanzan a

los 15 min post-sobrecarga glicemias promedio de 1,82 respecto del control (tiempo 0), mientras

que los WT alcanzan glicemias de 1,65 respecto del control (tiempo 0). Interesantemente, cuando

se utilizó una sobrecarga de 30% glucosa, esta tendencia se observó a los 15, 30 y 60 minutos,

evidenciado por la separación de la curva de glicemia en esta primera hora de registro, sin

embargo, ambos grupos logran normalizar sus glicemias finalizado el registro (120 minutos).

Page 73: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

73

Figura 9. Test de tolerancia a la glucosa. Administración intraperitoneal de distintas dosis de glucosa (A-D) y su respectivo análisis del área bajo la curva. Los datos graficados corresponden al promedio ± SEM de las glicemias normalizadas respecto al tiempo 0 (T0) de cada individuo. No se observaron diferencias significativas entre los animales WT y hyh en ninguno de las dosis evaluadas 5% (n= 7(WT)/ n=8 (hyh)); 10% (n= 4(WT)/ n=4 (hyh)); 20% (n= 15(WT)/ n=14 (hyh)); 30% (n= 6(WT)/ n=8 (hyh)). Análisis estadístico ANOVA de una vía. p<0,1.

A

B

C

D

Page 74: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

74

3.2.2 Insulinemia y Test de Tolerancia a la insulina

Si bien las variaciones observadas en las curvas de tolerancia a la glucosa podrían estar

reflejando los defectos en la secreción de insulina detectada en los cultivos primarios de islotes,

también podrían estar demostrando una relativa resistencia periférica a la acción de la insulina

en los animales mutantes hyh. Es por esta razón, que nuestro siguiente paso fue evaluar la

insulinemia basal de los grupos de animales en condiciones de ayuno ocupando los mismos

criterios utilizados para el registro de glicemia basal (Figura 10).

Los datos obtenidos (Figura 11) no mostraron diferencias estadísticamente significativas

entre los animales WT y hyh; sin embargo, se observó que los ratones mutantes hyh presentan

una insulinemia promedio que es un 28% más baja que los ratones WT (3,241 ± 0,363 ng/ml en

los WT vs. 2,344 ± 0,377 ng/ml en los hyh). Estos resultados sugieren, por un lado, que los

ratones mutantes hyh no presentan resistencia periférica a la insulina, ya que de existir sería

esperabl encontrar insulinemias aumentadas. Por otro lado, si bien no se encontraron diferencias

significativas, la tendencia a la reducción de las insulinemias basales en los ratones mutantes hyh

Figura 10. Protocolo de registro de

insulinemias. Animales WT y animales

mutantes hyh son dejados en ayuno por un

periodo de 6 hrs, posteriormente, se

extraen aproximadamente 100 ul de sangre

desde una incisión en la cola. Se centrifuga

para separar la sangre en sus componentes

y tomar registro de la cantidad de insulina

plasmática.

Page 75: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

75

es coherente con los resultados encontrados en los cultivos primarios de islotes y podría

significar una diferencia fisiológicamente relevante, por ejemplo, en la respuesta inicial ante una

sobrecarga aguda de glucosa (TTGIP).

A pesar de que los resultados de insulinemia basal no sugieren una resistencia periférica

a la acción de insulina, se realizó un test de tolerancia a la insulina (TTI) para confirmarlo. Para

llevar a cabo este protocolo, se consideró el ayuno y la alimentación bajo las mismas condiciones

en que se han trabajado los animales anteriormente y luego de la dosis de insulina intraperitoneal

(0,25 UI/ml), se registró la glicemia en 4 puntos, completando un tiempo total de 60 minutos

(Figura 12).

Figura 11. Insulinemia Basal. Las barras representan el promedio ± SEM del registro de insulinemias posterior a un ayuno de 6 horas. NS: no se observaron diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos (n= 10(WT)/ n=20 (hyh)). Análisis estadístico: Student’s t-test p<0,1

Page 76: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

76

Los resultados del TTI muestran que ambos grupos de animales, tanto en condiciones

de ayuno y alimentación son sensibles a la carga de insulina y presentan dinámicas de reducción

de las glicemias muy parecidas. Estos datos complementan los resultados de insulinemia basal y

sugieren fuertemente que los animales mutantes hyh no presentan resistencia periférica a la

insulina, y que el tejido periférico (muscular y adiposo) de ambos grupos experimentales es capaz

de responder al exceso de insulina, incorporando la glucosa en los tejidos y de esta manera

disminuyendo la glicemia. En este contexto, las diferencias (no significativas estadísticamente)

observadas en las curvas del TTGIP apoyan la hipótesis que los ratones mutantes hyh presentan

una deficiencia en la liberación de insulina producto de la mutación M105I de α-SNAP.

Figura 12. Protocolo de Test de

Tolerancia a la Insulina (TTI).

Animales WT y animales mutantes hyh

son separados en 2 grupos i) son dejados

en ayuno por un periodo de 6 hrs, ii) son

dejados en condiciones de alimentación

ad libitum. Posteriormente, se

administra intraperitonealmente 0,25 de

insulina y se registra en un periodo de 1

hr la glicemia.

Page 77: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

77

A partir de los resultados obtenidos hasta este capítulo, es interesante destacar que la

mutación M105I de α-SNAP genera una disminución de la secreción de insulina en cultivo

primario de islotes de Langerhans. Por otro lado, si bien los resultados de los ensayos fisiológicos

no muestran diferencias significativas entre animales WT y mutantes hyh, si muestran variaciones

(no significativas) en el manejo de la sobrecarga de glucosa no debidos a la resistecia periférica a

la insulina, y sugerntes de una probable disfunción pancreática (secreción de insulina). En este

contexto, y considerando que (i) α-SNAP se expresa fuertemente en los islotes de Lnagerhans,

y (ii) que los ratones mutantes hyh no son ratones nulos para α-SNAP sino que son hipomórficos

(presentan menores niveles de proteína), se dicidió analizar en profundidad las características del

tejido pancreático endocrino con la finalidad de cuantificar si existen diferencias en la

conformación del tejido que puedan explicar un estado homeostático normal en los ratones

mutantes hyh, a pesar de la disfunción de α-SNAP.

Figura 13. Test de tolerancia a la insulina (TTI). (A, B) El gráfico representan el promedio ± SEM del registro de glicemias a los minutos 0, 15, 30 y 60 tras la administración intraperitoneal de insulina 0,25 UI/ kg de animal en condiciones de ayuno de 6 hrs (A) y tras alimentación controlada de 2 horas (B). Los valores se expresan en términos relativos respecto del tiempo 0 (valor 1,0) para cada animal analizado. (A) (n= 6 (WT)/ n=11 (hyh)), (B) (n= 4(WT)/ n=4 (hyh)). Análisis estadístico: Student´s t-test.

A B

Page 78: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

78

3.3 Páncreas

Para evaluar la estructura y conformación del tejido endocrino pancreático de animales

WT y mutantes hyh se decidió realizar un estudio histológico, morfométrico y estereológico.

Para esto, realizamos un análisis de cortes seriados de páncreas completos de animales WT y

animales mutantes hyh y nos basamos en el principio de Delesse (morfometría) y de Cavalieri

(estereología) donde se señala que existe una relación entre estructuras tridimensionales y

parámetros de medición que pueden ser obtenidos de imágenes (Figura 14).

El análisis morfométrico partió considerando una de las características más evidentes a

nivel macro que posee el grupo de animales mutantes hyh, su tamaño corporal. Ha sido descrito

previamente por nuestro laboratorio (Bátiz et al., 2006) algunas de las características

Figura 14. Principio de Cavalieri para la determinación de volumen. A partir de la morfometría, la estereología

busca determinar el volumen de un objeto a partir del producto de la distancia entre planos y la suma de áreas en

secciones sistemáticamente aleatorias a través del objeto. Permitiendo la cuantificación de ciertos parámetros

generales de estructuras tridimensionales a partir de imágenes bidimensionales.

Page 79: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

79

morfológicas y clínicas que poseen los animales mutantes hyh, destacando que son notablemente

más pequeños y que esta diferencia se acentúa a medida que aumentan en edad (Figura 15).

Considerando las diferencias en el tamaño corporal de los animales mutantes hyh

decidimos analizar morfométricamente el tejido pancreático y su relación con el tamaño

corporal. Para esto, fue necesario extraer el tejido, registrar su peso húmedo y posteriormente

incluirlo en parafina para análisis inmunohistoquímicos que comprendían un seriado completo

Figura 15. Relación entre el peso corporal y edad en ratones WT y hyh. (A) Fotografía representativa de las diferenias morfológicas del modelo murino en estudio respecto a un animal WT. (B) Gráfico de barras que representa el promedio ± SEM del peso corporal (g.) en ratones WT y hyh. Diferencias significativas (**) (P<0.01) (n=19 (WT) / n=20 (hyh). Análisis estadístico: Student’s t-test. (C) Gráfico de barras que representa el promedio ± SEM del peso corporal (g.) en diferentes grupos etarios (30-60/ 60-90/ >120 días) en ratones WT y hyh. Diferencias significativas: (*) 30-60 días / (**) > 120 días. N.S. no hay diferencias significativas 60-90 días. n=7(WT)/ n=9(hyh) 30-60 días; n=4(WT)/ n=2(hyh) 60-90 días; n=8(WT)/ n=9(hyh) > 120 días. Análisis estadístico: Anova, one-way.

A B

A

B C

wt hyh

Page 80: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

80

del páncreas de animales WT y animales mutantes hyh y montar en portaobjetos 1 de cada 20

corte a los cuales se les realizó tinción con hematoxilina/eosina para posteriormente fotografiar

cada uno de los islotes de Langerhans del seriado teñido.

En la Figura 16, podemos observar que no existen diferencias significativas en el peso

del páncreas respecto al peso corporal, por ende el tamaño pancreático es proporcional al tamaño

corporal; sin embargo, se observa una cierta tendencia al aumento en los ratones mutantes hyh

respecto a los WT. Al analizar el promedio del área pancreática (obtenida a partir de secciones

seriadas de páncreas completo) respecto al tamaño corporal tampoco se observan diferencias

significativas. Finalmente, al cuantificar el volumen endocino en relación al tamaño corporal, no

se observó diferencias significativas entre los animales mutantes hyh los animales WT, sin

embargo, es evidente una tendencia al aumento.

Considerando la tendencia al aumento del volumen endocrino observado en los

animales mutantes hyh, quisimos profundizar aún más en el análisis morfométrico del páncreas,

donde se comparó la razón entre el volumen endocrino y el volumen pancreático ( densidad

volumétrica del tejido endocrino) en ambos grupos de animales, así como también el número de

células endocrinas presentes en cada islote de Langerhans fotografiado (Figura 17). Los

Figura 16. Relación del peso y volumen pancreático en ratones WT y hyh. (A) Gráfico de barras que representa el promedio ± SEM del peso pancreático (g.) por gramos de peso corporal en ratones adultos (>120 días) WT y hyh. N.S. no se observan diferencias significativas. n=8 (WT)/ n=10 (hyh). Análisis estadístico: Student’s t-test. (B). Gráfico de barras que representa el promedio ± SEM de la relación entre el volumen pancreático (mm3) y el peso corporal (g) en ratones adultos (>120 días) WT y hyh. N.S. no se observan diferencias significativas. n=8 (WT)/ n=10 (hyh). Análisis estadístico: Student’s t-test.

A B

Page 81: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

81

resultados muestran que los ratones mutantes hyh presentan una valor promerio ± SEM de

densidad volumétrica de 0.076 ± 0,013 (n=3), mientras que los ratones WT presentan un valor

de 0,058 ± 0,010 (n=3). Estos datos, aunque no estadísticamente significativos, reflejan un

aumento del 31% en la densidad volumétrica del tejido endocrino en los ratones hyh respecto

de los WT (Figura 17A).

Esta tendencia al aumento de la densidad volumétrica del tejido endocrino podría

deberse a dos mecanismo compensatorios: hipertrofia (aumneto del tamaño celular) o

hiperplasia (aumento del número de células). Para definir esto, se cuantificó el número de células

por área endocrina y se observó que los ratones mutantes hyh presentan un mayor número de

células (Figura 17B). Estos resultados, en conjunto, sugiere que las células endocrinas de los

ratones mutantes hyh son más pequeñas que las de los ratones WT, y, por lo tanto la tendencia

al aumento de la densidad volumétrica del tejido endocrino no se debe a una hipertrofia de las

células endocrinas, sino, por el contrario, a un mecanismo de hiperplasia.

Figura 17. Relaciones entre el volumen endocrino y el número de células endocrinas por área pancreática (A) Las barras representan el promedio ± SEM de la relación entre el volumen endocrino (mm3) y el volumen pancreático (mm3) en animales WT y hyh. N.S: diferencias no significativas n=3 (WT)/ n=3 (hyh). Análisis estadístico: Student´s test. (B) Las barras representan el promedio ± SEM de la relación entre el número de células endocrinas contabilizadas por unidad de área endocrina (mm2) en animales WT y hyh. * p >0,01 n=3

(WT)/ n=3 (hyh). Análisis estadístico: Student´s t test.

A B

Page 82: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

82

Estos resultados sugieren que los animales mutantes hyh podrían presentar diferencias

en la composición y/o desarrollo del tejido endocrino pancreático respecto de los WT. En este

contexto, se analizaron dos variables en relación al tejido endocrino: (i) el número de islotes de

Langerhans y (ii) la distribución de tamaño (área) de los islotes.

En relación a la primera variable se cuantificó el número de islotes por volumen de tejido

pancreático (Figura 18ª) y se observó que los animales WT presentan un promedio de 4,00 ±0,56

Figura 18. Relaciones entre la cantidad de islotes y tamaño de los islotes de Langerhans en ratones WT y hyh. (A) Gráfico de barras que representa el promedio ± SEM de islotes de Langerhans contabilizados por volumen pancreático (mm3) en los grupos WT y hyh. N.S: diferencias no significativas (n=3 (WT)/ n=3 (hyh). Análisis estadístico: Student´s test. (B) Gráfico de barras que representa el promedio ± SEM del tamaño (área) de los islotes de Langerhans en animales WT y hyh. N.S: diferencias no significativas (n=3 (WT)/ n=3 (hyh). Análisis estadístico: Student´s test. (C) Gráfico de distribución porcentual del tamaño (cada 10000 μm2) de los islotes de Langerhans contabilizados.

A B

C

Page 83: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

83

islotes/mm3 (n=3). Por otro lado, se cuantificó el área promedio de los islotes (Figura 18B),

observándose que ambos grupos presentan islotes con un tamaño promedio muy similar. De

hecho, el área promedio de los islotes en los animales WT es de 1,19 ± 0,04 x 105 µm2 (n=3) y

en los hyh de 1,10 ± 0,03 x 105 µm2 (n=3). Incluso, al analizar la distribución relativa de los

tamaños de islotes en los animales WT y mutantes hyh se observó que ambos grupos presentan

una distribución casi idéntica (Figura 18C).

Considerando que los ratones hyh presentan una tendencia hacia una mayor densidad

volumétrica del tejido endocrino y que los islotes hyh presentan un tamaño similar a los de los

ratones WT, esta tendecia está determinada fundamentalmente por una hiperplasia de las células

endocrinas y un relativo aumento del número de islotes en comparación a los ratones WT.

Para determinar, si el aumento de células endocrinas observado en los islotes de

Langerhans corresponde a un tipo celular en particular, desarrollamos una inmunohistoquímica

para los 2 grupos de células endocrinas más abundantes en el páncreas: células α, secretoras de

glucagón y células β, secretoras de insulina (Figura 19).

Page 84: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

84

A partir de las inmunohistoquímicas desarrolladas en el seriado completo de páncreas,

se cuantificó el número de células inmunoreactivas para glucagón e insulina, y se relacionó con

diferentes denominadores relacionados a la morfometría pancreática realizada anteriormente

(Figura 20).

Figura 19. Caracterización de la expresión de células α y β en islotes pancreático de ratones WT y mutantes hyh. (A)Islote de Langerhans WT con inmunoreacción positiva para glucagón. (B) Islote de Langerhans hyh marcado por inmuhistoquímica para glucagón. (C) Islote de Langerhans WT marcado por inmuhistoquímica para insulina. (D) Islote de Langerhans hyh marcado por inmuhistoquímica para insulina. Tamaño de imágenes 10X. Barra

de escala 100 μm.

A B

C D

Page 85: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

85

C

A B

D

E F

G H

Page 86: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

86

Figura 20. Análisis cuantitativo de células α y β del tejido pancreático endocrino (A) Gráfico que representa el promedio ± SEM del tamaño (μm²) de células alfa en los grupos WT y hyh. *** P<0,001 Student´s t test. (B) Gráfico que representa el promedio ± SEM del tamaño (μm²) de célula beta en los grupos WT y hyh. *** P<0,001 Student´s t test. (C) Gráfico que representa el promedio ± SEM de la proporción de células alfa respecto al total de células endocrinas en los grupos WT y hyh. N.S: diferencias no significativas. (D) Gráfico que representa el promedio ± SEM de la proporción de células beta respecto al total de células endocrinas en los grupos WT y hyh. N.S: diferencias no significativas. (E) Gráfico que representa el promedio ± SEM del número de células alfa pancreática por área (mm²) pancreática de los grupos WT y hyh. ** P<0,01. Student´s t test. (F) Gráfico que representa el promedio ± SEM del número de células beta pancreática por área (mm²) pancreática de los grupos WT y hyh. ** P<0,01. Student´s t test. (G) Gráfico que representa el promedio ± SEM del número de células beta pancreática por gramos de peso corporal de los grupos WT y hyh. . N.S: diferencias no significativas (H) Gráfico que representa el promedio ± SEM del número de células beta pancreática por gramos de peso corporal de los grupos WT y hyh. Diferencias significativas *** P<0,001 Student´s t test. Para todos los grupos WT, n=3; hyh, n=3.

Page 87: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

87

La morfometría realizada a partir de las inmunohistoquímicas de glucagón e insulina

mostraron que, en coherencia con los resultados obtenidos anteriormente, tanto las células

secretoras de insulina (beta) como aquellas secretoras de glucagón (α) no son hipertróficas, sino

por el contrario presentan tamaños menores a los de las células WT (Figura 20A y B). Por otro

lado, no existen diferencias significativas en la proporción de células α y β, respecto al total de

células endocrinas de un islote pancreático, siendo en proporción 1,6 % células secretoras de

glucagón y 98% células secretoras de insulina, lo cual es coherente con los datos descritos en la

literatura (Figura 20C y D). Si se relaciona el número de células (α y β respectivamente) con el

área pancreática, se puede observar que los animales mutantes hyh presentan un aumento en el

número de células α y una marcada tendencia al aumento en el número de células β (Figura 20

E y F). Esta tendencia al aumento de las células β se hace muy evidente al relacionarlo con el

peso corporal de los animales, observándose un claro aumento del número de células β en

relación al peso corporal en los ratones mutantes hyh en comparación a los WT (Figura 20G y

H). Esto sugiere, que las células endocrinas, y particularmente las células β, se encontrarían en

mayor proporción en los islotes pancreáticos de los animales mutantes hyh.

En resumen, los resultados obtenidos demuestran que (i) α-SNAP (y NSF) se expresan

preferencialmente en el tejido pancreático endocrino y, que los ratones mutantes hyh presentan

un hipomorfismo (menores niveles) para esta proteína, (ii) que la mutación M105I provoca una

reducción en la secreción de insulina estimulada por glucosa en cultivos de islotes, (iii) que los

ratones hyh presentan una tendencia hacia una mayor densidad volumétrica del tejido endocrino,

debida fundamentalmente a un mayor número de islotes y un mayor número de células

endocrinas. En conjunto, estos resultados sugieren que existe un mecanismo compensatorio a

nivel tisular (aumneto del tejido endocrino por aumento del número de células y número de

islotes) en los ratones mutantes hyh para α-SNAP lo que se traduce en una homeostasis de la

glucosa normal.

Uno de los mecanismos más estudiados de plasticidad pancreática, y que podría (Butler

et al., 2010) explicar esta compensación a nivel tisular es el aumento de la proliferación de células

beta a nivel de los islotes de Langerhans. Para evaluar esto realizamos un ensayo de proliferación

celular in vivo, el cual consiste en realizar inyecciones intraperitoneales de Bromodesoxiuridina

(BrdU), un análogo de la timidina que se intercala al DNA sólo en aquellas células que hayan

Page 88: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

88

pasado por la etapa S del ciclo celular. Se realizó un protocolo de 3x3 (tres veces al día, por tres

días consecutivos) en ratones adultos (120-200 días), luego del tercer día, estos animales fueron

eutanasiados y procesados. Se realizó la inclusión y el seriado del tejido, para posteriormente

realizar un inmunomarcaje para BrdU (Figura 21).

Al igual que con los tejidos trabajados anteriormente, se realiza la

cuantificación de las células BrdU positivas que estén circunscritas al área de los islotes

pancreáticos en todo el seriado del tejido (Figura 22).

Figura 21. Esquema representativo

del protocolo de ensayo BrdU.

Administración de una dosis de 100

mg/Kg de ratón, tres veces al día por

tres días a grupos de ratones WT y

mutantes hyh. A partir de la última dosis

de BrdU, se extrae el páncreas para

posteriores análisis histológicos.

Page 89: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

89

El ensayo de proliferación evidencia que los animales mutantes hyh poseen una mayor

tasa proliferativa, y a juzgar por la ubicación de las células dentro del islote de Langerhans

Figura 22. Ensayos de proliferación celular a través de la incorporación de BrdU. (A) Imagen representativa de inmunohistoquímica para BrdU de un islote de Langerhans WT, con una baja incorporación de BrdU. (B) Imagen representativa de inmunohistoquímica para BrdU un islote de Langerhans hyh. Flechas blancas indican células proliferativas dentro del islote de Langerhans y flecha roja, indica células proliferativa en tejido exocrino. Aumento 40X. (C) Las barras representan el promedio ± SEM de la relación entre células proliferativas y el número total de células cuantificadas por islote pancreático en animales WT y hyh. N.S: diferencias no significativas n=2 (WT)/ n=2 (hyh). (D) Las barras representan el promedio ± SEM de la relación entre células proliferativas y el área endocrina (µm2) por islote pancreático en animales WT y hyh. n=2 (WT)/ n=2 (hyh). Diferencias significativas (**) (p<0,01). Análisis estadístico: Student´s test. Tamaño de imagen 40X.

A

B

C

D

Page 90: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

90

podrían ser principalmente células β, sin embargo es necesario realizar la confirmación de este

supuesto.

Interesantemente, una mayor tasa de proliferación, puede sugerir que el proceso de

plasticidad pancreática comience a desarrollarse en estadíos tempranos y que determine la masa

endocrina expresada en la adultez. Así, para complementar estos resultados, realizamos un

análisis morfométrico del páncreas de animales WT y animales mutantes hyh en estadíos

embrionarios (E 16,5 y E 18,5) y perinatales (PN0, PN1, PN2). Como mencionamos en el marco

teórico de este trabajo, existe evidencia científica que señala que la masa de células endocrinas se

define a temprana edad y este balance se mantiene hacia la adultez. Dado que existe un marcado

aumento en la tasa proliferativa de células endocrinas en los animales mutantes hyh y que

sugerimos que son principalmente células β, realizamos una inmunohistoquímica contra insulina

para observar la modificación en el área endocrina durante el desarrollo (Figura 23)

En el panel de inmunohistoquímica se puede observar que no existen diferencias

importantes en la cantidad de inmunoreacción detectada, sin embargo, al medir el área endocrina

Figura 23. Estudio de compensación en seriados pancreáticos en estadíos embrionarios

(E16.5 y E18.5) y Post-natales (PN1, PN2 y PN4) en los grupos WT y hyh. Imágenes

representativas de los estudios de inmunohistoquímica para insulina en páncreas de animales WT

y hyh. Se puede observar la conformación de los islotes pancreáticos en el transcurso del

desarrollo. Tamaño de las imágenes 20X. Barra de escala 20 µm.

Page 91: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

91

total (considerada principalmente por la señal de insulina) se observa que en el caso de los

animales mutantes hyh tiene una tendencia al aumento a medida que avanzamos en edad, lo que

se relaciona con los datos de morfometría adulta (Figura 24).

El conjunto de resultados presentados en este trabajo de investigación, apoyan la

hipótesis que la mutación M105I de α-SNAP disminuye la secreción de insulina desde las células

β pancreáticas, sin embargo, no altera la homeostasis de la glucosa en animales mutantes hyh, ya

que ésta se mantiene a expensas de un efecto compensatorio tisular que se traduce en un mayor

volumen endocrino, producido eventualmente por un mayor índice proliferativo de células

endocrinas, que comienza marcadamente en estadíos perinatales.

Figura 24. Relación de volumen endocrino con las distintas edades del desarrollo. Gráfico de barras que muestra el área (μm²) endocrina promedio de celulas beta en los diferentes estadios (E16.5; E18.5; PN1; PN2; PN4) normalizados respecto al WT (valor 1). Edad embrionara n=3 (WT)/ n=2 (hyh); Edad perinatal n = 3(WT) / n= 4 (hyh)

Page 92: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

92

4. DISCUSIÓN

Este trabajo de investigación tiene sus cimientos en los antecedentes preliminares que

señalan que α-SNAP es esencial para la secreción de insulina, in vitro (Nagamatsu et al., 1999);

sin embargo, hasta el momento, se desconoce tanto la función de esta proteína en la secreción

de insulina y la homeostasis de la glicemia in vivo, como el efecto que posee la mutación M105I

en este proceso.

Nagamatsu et al., describieron en 1999 la expresión de α-SNAP en cultivo primario de

islotes pancreáticos y en la línea celular MIN6 (línea celular tipo células beta). A pesar que la

literatura ha demostrado que β-SNAP no se expresa en islotes de Langerhans y sólo se expresa

en tejido nervioso postnatal (Nagamatsu S et al., 1999; Hanley JG, 2002), en este reporte

científico si señalan la expresión de β-SNAP pero en líneas celulares inmortalizadas. ϒ-SNAP

por otro lado, presenta una expresión y distribución ubicua, al igual que α-SNAP, pero no se ha

asociado a una función fisiológica en células beta pancreáticas y tampoco se le ha asociado una

interacción directa con los complejos SNARE (Tani et al., 2003). En esta tesis hemos

caracterizado, por primera vez, la expresión de α-SNAP en páncreas de ratones mutantes hyh,

donde destaca el hipomorfismo en la expresión de α-SNAP y su expresión circunscrita al tejido

endocrino. El hipomorfismo de α-SNAP M105I ya había sido descrito en otros tejidos de ratones

mutantes hyh como cerebro, testículo, y, recientemente, ovario (Bátiz et al., 2009; Arcos et al.,

2017). Sin embargo, no se conocían sus niveles de expresión en páncreas. Por otro lado, es

importante destacar que la mutación M105I provoca alteraciones funcionales intrínsecas en la

poteína en contexto celular (Batiz et al., 2009). Así, ensayos realizados por Chae et al., 2004,

demostraron que la mutación M105I no afecta la función canónica de α-SNAP en ensayos

solubles e in vitro; sin embargo, ensayos en contexto celular realizados por Batiz et al., 2009,

Page 93: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

93

demostraron que la mutación M105I afecta la funcionalidad de la proteína en ensayos de reacción

acrosomal. Datos no publicados de nuestro laboratorio sugieren que la mutación M105I afecta

la interacción proteína-proteína y proteína-lípidos de α-SNAP, pudiendo así afectar su eficiencia

funcional en contexto celular.

Tal como se mencionó anteriormente, existen reportes científicos que vinculan a α-

SNAP con la secreción de insulina; sin embargo, en la mayoría de estos reportes se han ocupado

cultivos de líneas celulares como modelo de estudio, por lo cual no se tiene certeza del rol que

cumple α-SNAP en la secreción de insulina in vivo.

En este contexto, las primeras evidencias sobre el rol de la maquinaria de fusión de

membranas dependiente de SNAREs en la exocitosis de gránulos de insulina en células beta

pancreáticas fueron descritas por el grupo de Nagamatsu (1999), donde describen que las células

beta de ratas diabéticas GK presentan una disminución de las proteínas SNAREs: sintaxina 1 y

SNAP-25. Interesantemente, la recuperación de los niveles de ambos SNARES es suficiente para

que las células beta aumenten la secreción de insulina. Por otro lado, se ha observado que

Munc18b y DOC2B, proteínas reguladoras de la maquinaria SNARE, favorecen la fusión de los

gránulos de insulina. Más aún, una depleción de Munc18b y DOC2B se ha asociado a una

reducción en la secreción de insulina estimulada por glucosa (GSIS) y al desarrollo de diabetes

en roedores y humanos (Qin et al., 2017; Aslamy and Thurmond, 2017). Dados estos

antecedentes, se vuelve relevante el rol canónico de α-SNAP (dependiente de NSF) en la

regulación de la maquinaria SNARE y la exocitosis de insulina. Así, por ejemplo, la mutación

M105I podría generar una disminución de la secreción hormonal a causa de su baja expresión

(hipomorfismo) en el tejido pancreático; sin embargo, es importante destacar que no se ha

definido con exactitud si la mutación M105I genera una disminución o ganancia de función en

Page 94: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

94

α-SNAP. En algunos casos, como por ejemplo lo descrito por Bátiz et al., 2009, la mutación

M105I de α-SNAP produce una disminución de la reacción acrosomal (función canónica). Por

otro lado, se ha señalado que la mutación M105I genera una ganancia de función en su actividad

fosfatasa (función no canónica), particularmente sobre AMPK (Naydenov et al., 2014). Para

comenzar a caracterizar el rol de α-SNAP y su mutación M105I en la secreción de insulina,

realizamos ensayos de cultivo primarios de islotes de Langerhans donde observamos que la

mutación M105I de α-SNAP, genera una disminución de la secreción de insulina cercana a un

60%, tanto en condiciones basales (2,8 mM de glucosa), como bajo estímulo (16,2 mM de

glucosa). Este efecto, es similar al observado por Nagamatsu (1999), donde el bloqueo de la

expresión de α-SNAP con un oligo antisentido a la secuencia del cDNA de la proteína, genera

la disminución en la secreción de insulina en células MIN6 de aproximadamente un 50%.

Entonces, la mutación M105I de α-SNAP genera, en cultivo primario de islotes de Langerhans

de ratones mutantes hyh, una disminución en la secreción de insulina. Sin embargo, no podemos

definir si esta reducción se debe al hipormofismo y/o a la pérdida de funcionalidad canónica de

la proteína provocada por la mutación M105I.

Considerando estos resultados que evidenciaban que la mutación M105I provoca un

efecto deletéreo en el rol de α-SNAP en la secreción de insulina, se esperaba encontrar que los

animales mutantes hyh presentaran defectos en la homeostasis de la glicemia, con altos niveles

de glucosa en sangre. Sin embargo, al realizar los registros de glicemias basales, pudimos observar

que los ratones hyh son normoglicémicos e incluso presentan una tendencia a la baja de los

valores de glicemias; incluso, si los registros de las glicemias se realizan en condiciones de

alimentación controlada, los valores se mantienen muy cercanos a las condiciones basales, dando

la impresión que a pesar de la ingesta de alimentos, no generan un cuadro hiperglicémico post-

alimentación. La administración oral de alimentos, tiene una incidencia diferente en la

Page 95: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

95

homeostasis de la glucosa, dado que se genera la liberación de incretinas, sustancias de origen

peptídico que se producen en el intestino y se liberan en respuesta a la ingestión oral de

nutrientes, sobre todo hidratos de carbono, siendo poderosas secretagogas que aumentan la

liberación de insulina. Dentro de las más descritas están GIP y GLP-1, a quienes se les ha

relacionado con un aumento en la secreción de insulina y además un aumento en la masa de

células beta pancreáticas (Perfetti et al., 2000, (TJ, 2004). En condiciones normales, el efecto

incretinas, produce un aumento de la secreción de insulina para contrarrestar la hiperglicemia

generada por la alimentación. En este contexto, en los animales mutantes hyh podríamos estar

en presencia de un alto “efecto incretinas”, generando una hiperestimulación de la secreción de

insulina tras la alimentación que “compensaría” la menor capacidad secretora de las células beta

pancreáticas hyh, y así mantendría valores de glicemia normales.

Para evitar el efecto incretinas discutido anteriormente, realizamos un Test de

Tolerancia a la glucosa intraperitoneal (TTGIP), donde administramos diferentes

concentraciones de glucosa que van desde 0,5 mg/ml hasta 3 mg/ml. En este test se observó

que en las concentraciones bajas de estímulo, 5 y 10 mg/ml, las curvas de tolerancia a la glucosa

no muestran diferencias significativas en ambos grupos de animales, sin embargo, al aumentar

la dosis de administración a 2 mg/ml, observamos que las curvas de tolerancia comienzan a

separarse en los primeros 30 minutos del ensayo, alcanzando un mayor pico hiperglicémico los

animales mutantes hyh, y que al cabo de 2 horas normalizan sus valores. De igual manera ocurre

con la curva de 3 mg/ml, pero en este caso el efecto de separación de las curvas, es más evidente

y se prolonga en el tiempo. Cabe destacar, que para ninguna de las dosis administradas, existieron

diferencias estadísticamente significativas. Sin duda, estas tendencias estadísticamente no

significativas, podrían ser fisiológicamente significativas. En este contexto, es relevante

Page 96: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

96

considerar el mecanismo involucrado en la secreción de insulina y algunas limitaciones de las

técnicas empleadas.

La secreción de insulina es un proceso bifásico que necesariamente involucra la

exocitosis de vesículas de almacenaje (predocking) en la primera fase y en su segunda etapa

requiere de la síntesis de novo de insulina (Daniel et al., 1999; Kwan and Gaisano, 2007); Kasai

et al., 2012). Hace unos años, Park y col., (2014) reportaron que α-SNAP juega un rol importante

en el docking de las membranas, no sólo en el proceso de reclutamiento de NSF para poder

desensamblar los complejos SNARE, sino que es necesaria su participación en la mantención de

las vesículas en docking, disponibles para ser secretadas. El ensayo de secreción de insulina

estimulada por glucosa (GSIS) que se desarrolló en los cultivos primarios de islotes de

Langerhans es un ensayo a tiempo fijo; es decir, sólo se evalúa la liberación de insulina al final

del ensayo, por lo que no es posible evaluar la dinámica de la secreción y, por ende, los menores

niveles de insulina secretados por islotes pancreáticos provenientes de animales mutantes hyh

podrían deberse a un defecto en el docking y fusión de las vesículas secretoras con la membrana

plasmática de células β pancreáticas, o a una alteración de la síntesis de insulina, o bien a ambos

procesos. Para poder determinar el/los proceso/s involucrados en una menor secreción de

insulina en animales mutantes hyh, es necesario disponer de otros ensayos GSIS con perfusión,

donde se mide a tiempo real la liberación de insulina y/o ensayos de amperometría, que

permitirían centrarse en el efecto que tiene la mutación M105I en el docking de vesículas

(Barbosa et al., 1998; Zhang et al., 2005). Si la mutación de α-SNAP redujera los procesos de

docking de las vesículas, los animales hyh responderían más lento frente a una hiperglicemia

aguda, debido a que requieren realizar pasos previos en la dinámica de exocitosis con menor

disponibilidad de proteína. Esta suposición hace sentido en los ensayos de tolerancia a la glucosa

intraperitoneal, donde en concentraciones de 2 y 3 mg/ml observamos que los animales

Page 97: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

97

mutantes hyh presentan una separación de la curva respecto al comportamiento de los animales

WT. Si bien, al finalizar ambas curvas, los animales mutantes hyh normalizan sus glicemias, es

interesante centrarse en los minutos iniciales, para entender cómo responden los animales

mutantes hyh frente a un estímulo hiperglicémico agudo. Pues bien, en torno a estos datos,

sugerimos que la mutación M105I de α-SNAP genera un retraso en la respuesta frente a

estímulos agudos de hiperglicemia, que va de la mano con el retraso en el reclutamiento de la

maquinaria SNARE que incluye la participación de α-SNAP o bien la ausencia de una secreción

bifásica de insulina, donde desde el comienzo se requiere de la síntesis de novo de insulina, para

lo cual α-SNAP también debe estar disponible. Cualquiera de las opciones que se mantenga

sostenida en el tiempo (2 hrs.) logra la normalización de los niveles de glucosa.

Por otro lado, y para evaluar de manera indirecta que esta separación de las curvas

observada no se deba a un efecto de resistencia a la insulina en los tejidos periféricos, se

realizaron ensayos de insulinemia basales y tests de tolerancia a la insulina. Si los ratones hyh

presentaran resistencia periférica a la insulina sería esperable que las glicemias normales se

mantengan a expensas de una insulinemia mayor. Sin embargo, y en coincidencia a lo esperado

según los resultados observados en el cultivo primario de islotes de Langerhans, los animales

mutantes hyh tienen una insulinemia 30% menor a la observada en los animales WT. Por otro

lado, en los ensayos de tolerancia a la insulina se observó que los animales hyh responden de

manera similar a los WT, demostrando que no presentan resistencia periférica a la insulina.

Entonces, ¿Por qué los ratones hyh mantienen la homeostasis de la glucosa a pesar de

su deficiente secreción de insulina? ¿Cómo compensan fisiológicamente los mutantes hyh el

efecto de la mutación M105I?

Page 98: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

98

Para evaluar los mecanismos compensatorios involucrados decidimos analizar aspectos

generales y particulares del tejido pancreático a través de observaciones histológicas, análisis de

morfometría y estereología. Del modelo hyh, se destaca que es un animal que presenta menor

tamaño y menor peso corporal, destacando que presenta una reducción en el desarrollo del tejido

muscular esquelético y del tejido adiposo blanco, lo que sin duda llama aún más la atención,

considerando que ambos son tejidos importantes para la homeostasis de la glucosa. A pesar de

esto, los animales mutantes hyh no presentan resistencia periférica a la insulina.

En primer lugar, al comparar el tamaño del páncreas en relación al tamaño corporal se

observó que los animales mutantes hyh presentan un tamaño (peso) pancreático mayor respecto

a los animales WT cuando se normaliza por el peso corporal. En este mismo contexto, el análisis

histológico mediante morfometría y estereología permitió observar que los animales mutantes

hyh presentan un aumento de la densidad volumétrica del tejido endocrino que se ve reflejado

fundamentalmente por un mayor número de islotes. Interesantemente, los islotes hyh no se

diferencian en su distribución de tamaño respecto de los WT pero, sin embargo, presentan un

mayor número de células. La caracterización de la distribución de las células endocrinas en los

islotes de Langerhans, permitió observar que la distribución celular dentro de los islotes es

normal, pero en los animales mutantes hyh existe un mayor número de células β. Estos resultados

sugieren fuertemente que en los animales mutantes hyh existe una compensación tisular (mayor

número de islotes, mayor tejido endocrino (células β) que permite mantener la regulación de la

glicemia en valores normales a pesar de la deficiencia en la secreción de insulina. En este

contexto, una de las preguntas que surge es ¿cuáles son los mecanismos que permiten esta

compensación tisular?

Page 99: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

99

El páncreas tiene la capacidad de adaptarse a cambios fisiológicos o patológicos,

aumentando o disminuyendo el número de células endocrinas pancreáticas, lo que es

denominado plasticidad pancreática. Estudios de pancreatectomía parcial y ligadura ductal

pancreática en ratones, han demostrado que estos animales logran recuperar un porcentaje de la

masa de células β mediante un aumento del tamaño celular (hipertrofia) y la replicación

(hiperplasia) de estas células; lo cual es acompañado de la expresión de factores de transcripción

involucrados en el desarrollo pancreático embrionario, como la expresión transitoria de PDX1

y Neurogenina 3 (Wang et al.,1995; Puri and Hebrok, 2010; Bonner-Weir et al., 2012). Por otro

lado, se ha demostrado que algunos nutrientes como glucosa, piruvato, leucina, etc. y factores

de crecimiento estimulan la proliferación de las células β (Lingohr et al., 2002), sin dejar de

mencionar el efecto incretinas que se ha visto relacionado directamente con el aumento de

células β (Perfetti et al., 2000; Wideman and Kieffer, 2004). Existen varias hipótesis sobre la

capacidad que tienen las células β de proliferar, ya que por mucho tiempo se creyó que su tasa

de recambio era muy baja y esto explicaba por qué en enfermedades como Diabetes tipo II no

existe una regeneración del tejido. Sin embargo, se ha determinado que la regeneración

pancreática post-natal de células β es un fenómeno que explica en cierta medida la plasticidad

pancreática, y que procedería de la diferenciación de progenitores existentes en la periferia de los

vasos sanguíneos, así como también a apartir de la proliferación de células β maduras (Hill, 2011).

De acuerdo a estas referencias, los estudios de proliferación celular mediante

incorporación de 5-bromo-2-desoxiuridina (BrdU) en páncreas de ratones adultos demostraron

que los animales mutantes hyh presentan una tasa de proliferación celular en los islotes de

Langerhans 5 veces mayor a la que presentan los animales WT. A juzgar por la localización de

las células positivas para BrdU, corresponderían principalmente a células β-pancreáticas. Esta

mayor tasa de proliferación en islotes de Langerhans de animales mutantes hyh, sugiere que éste

Page 100: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

100

es uno de los mecanismos compensatorios desarrollados por los animales mutante hyh para

compensar la disfunción de α-SNAP en la secreción de insulina. Es interesante, que aunque la

tasa de proliferación en animales mutantes hyh es elevada, no se desarrollan neoplasias, por lo

que también indica que es un proceso altamente regulado. Ha sido descrito que citoquinas como

IL-1, IFN-γ, TNF-α y leptinas actuarían como inhibidores del crecimiento de las células β

(Nielsen et al, 2001a). Sin duda, el balance generado por el tejido para mantener la proliferación

celular es un mecanismo complejo, donde muy probablemente este tenga su origen durante el

desarrollo embrionario o perinatal y que se mantiene hasta la adultez.

Interesantemente, al evaluar el desarrollo de la masa endocrina en estadíos

embrionarios y perinatales, observamos que existe un aumento del volumen endocrino

progresivo durante el desarrollo, que se hace notoriamente diferente en estadíos postanatales

tempranos. En este contexto, es relevante destacar que el desarrollo del tejido pancreático

endocrino comienza en estadios embrionarios tempranos (E9) donde las células α ya han sido

desarrolladas tras una primera transición regulada por NEUROG3. En una segunda transición

(E13), comienza la generación de células PP y células β alcanzando su máximo en E14,5 (Gittes

et al., 2009; Larsen and Grapin-Botton, 2017). Sin embargo, es importante hacer una distinción

entre conceptos de proliferación y diferenciación celular. La proliferación implica un aumento

en el número de células, que no necesariamente están maduras, en cambio la diferenciación es el

proceso por el cual a partir de progenitores las células tienen la capacidad de diferenciarse en un

tipo celular. Este proceso de diferenciación celular, implica la expresión y el apagado de ciertos

genes, en el caso de las células β pancreáticas, los principales genes intermitentes de este proceso

serían Arx y Pax4, que determinan la masa de células β entre E13- E15 (Afelik and Rovira, 2017).

En la maduración y diferenciación celular que ocurren en las últimas semanas de desarrollo

embrionario (E14-E18) destacan Pdx1, NeuroD1, Pax4, Pax6 y MafA. Pdx1 es importante para

Page 101: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

101

el crecimiento de los compartimientos endocrino y exocrino y la maduración de las células β,

teniendo su pico máximo de expresión desde E14; mientras que NeuroD1, Pax4 y Pax6 actuarían

en el desarrollo celular del islote (Artner et al., 2005). MafA participa en la maduración de las

células comenzando su expresión a partir de E13, aumentado sus niveles de expresión en edades

post-natales hasta adulto (Zhu et al., 2017).

Por otro lado, el islote pancreático está dentro de un microentorno conformado por la

matriz extracelular, células mesenquimales, nervios y vasos sanguíneos que interactúan con el

tejido vecino a través de señales solubles e interacciones céula-célula, y con otras rutas neuronales

o circulatorias que afectan la función de la célula β (Roscioni et al., 2016). Por lo tanto,

alteraciones de este nicho (interacciones célula-célula y/o célula-matriz) puede influir en el

comportamiento/diferenciación de las células β y del tejido endocrino en general. En este

contexto, si bien el aumento del tejido endocrino en los animales mutantes hyh puede ser

analizado como una compensación al defecto de las células β en la secreción de insulina, también

podría ser el resultado de una respuesta a una alteración del nicho de los islotes de Langerhans

que consecuentemente compense los defectos en la secreción de insulina. En este contexto,

existen numerosos antecedentes que demuestran que las cadherinas y otras moléculas de

adhesión celular regulan la agregación y funcionalidad de las células β pancreáticas (Cirulli et al.,

1994; Dahl et al., 1996; Hauge-Evans et al., 1999; Rogers et al., 2007). Interesantemente, estudios

previos han demostrado que α-SNAP juega un rol importante en el establecimiento y/o

mantenimiento de las uniones adherentes dependientes de E-cadherina en células epiteliales de

intestino (Naydenov et al., 2012). Por otro lado, en nuestro laboratorio existen antecedentes que

demuestran que la mutación M105I afecta las uniones adherentes dependientes de N-cadherina

en cerebro y en células de la granulosa (Arcos et al., 2017), pudiendo provocar alteraciones en

los procesos de diferenciación y sobrevida celular. En el caso del cerebro, la mutación M105I de

Page 102: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

102

α-SNAP altera la distribución subcelular de N-cadherina y debilita las uniones célula-célula entre

las células madre neurales durante el desarrollo embrionario. Este fenómeno provoca una

alteración en la polaridad celular y consecuentemente defectos en el proceso de

proliferación/diferenciación neurogénica que puede llevar a una sobrediferenciación a neuronas.

Así mismo, se ha descrito que la mutación M105I de α-SNAP altera la diferenciación de las

células de Paneth en el intestino (Lechuga et al., 2017). En síntesis, estos antecedentes indican

que defectos en la función de α-SNAP podrían alterar la relación célula-célula durante el

desarrollo del tejido endocrino y afectar su diferenciación, lo cual podría estimular un aumento

de la proliferación/diferenciación de células beta durante el desarrollo del tejido endocrino.

Existen varios factores de transcripción que han sido asociados al proceso de desarrollo

y diferenciación del tejido endocrino. Por ejemplo, existen modelos murinos para diabetes tipo

2 que presentan una disminución en la expresión de factores de transcripción como MafA,

Nkx6.1 y Pdx1, factores que participan en la maduración de las células β. La supresión de Pdx1

en estadios postnatales resultaría en la pérdida del fenotipo de las células β pancreáticas (Remedi

and Emfinger, 2016). Pax4 y Pax6 participan en la diferenciación de de células β/δ (Ueda et al.,

2000) mientras que Arx, de manera antagonista a Pax4, favorece la diferenciación α celular

(Collombat et al., 2003). MafA y MafB tendrían un rol similar en la maduración de estas células

(Hardie et al., 2011; Larsen et al., 2017) NeuroD1 con Pdx1 son factores de transcripción que se

expresan a la semana post-concepción en el humano y de los cuales se sabe que son los

principales factores de transcripción de genes de insulina con un importante rol en el desarrollo

pancreático y diferenciación celular endocrina (Nishimura et al., 2006 ; Jacobson and Tzanakakis,

2017). Sería interesante evaluar a futuro la expresión de estos marcadores en los estadios

perinatales y/o juveniles, ya que posiblemente la sobreexpresión o inhibición de éstos permitiría

Page 103: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

103

identificar el momento en el que se pone en marcha y/o el periodo en el que se mantiene el

proceso que da cuenta del aumento de la masa endocrina en los animales mutantes hyh.

Dos aspectos importantes que no han sido estudiados directamente en este trabajo de

investigación pero que influyen directamente en la regulación de la glicemia son: (i) el rol del eje

hipotálamo-hipofisiario, y (ii) la función no canónica de α-SNAP.

El eje hipótalamo-hipofisiario controla diferentes funciones orgánicas y es el centro de

control neuroendocrino por excelencia. El ratón mutante hyh presenta en su fenotipo

alteraciones manifiestas del desarrollo del sistema nervioso central (SNC) que incluyen defectos

del desarrollo cortical, hipoplasia cerebelosa, agenesia del cuerpo calloso e hidroceflia. Esta

última condición se caracteriza por una expansión de los ventrículos laterales, tercer ventrículo

y acueducto de Silvio, los cuales además, se acompañan de desplazamientos en el piso del tercer

ventrículo y deformaciones hipofisiarias (Bátiz et al., 2006). Estos cambios anatómicos a nivel

del SNC podrían generar cambios en las funciones del eje hipotálamo-hipófisis, modificando

con ello el balance neuroendocrino en general. La secreción de insulina postprandial se divide

en tres destinos, por un lado permite la captación de glucosa en el hígado, otro tercio se distribuye

en los tejidos periféricos para el almacenaje de la glucosa y por último, se distribuye a otros

órganos independientes de insulina para la incorporación de glucosa, como por ejemplo, el

cerebro. Muchos estudios han demostrado que el SNC puede modular indirecta y directamente

los principales reguladores de la homeostasis de glucosa: el páncreas, el hígado y los músculos

esqueléticos, tanto así que lesiones en el hipotálamo ventromedial en ratas generan rápidamente

hiperfagia (mayor ingesta de alimentos) y ganancia de peso y niveles anormalmente altos de

insulina basal. Entonces, el SNC controla aspectos claves de la homeostasis de glucosa periférica

mediante el control de diversas señales periféricas que son reconocidas por mecanismos

Page 104: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

104

neuronales y endocrinos. Las neuronas del SNC responsables del control anabólico y catabólico

se encuentran en una subregión del hipotálamo ventromedial llamado núcleo arcuato (ARC).

Estas neuronas expresan los péptidos anabólicos neuropéptido Y y el péptido relacionado a

Agouti (AGRP), así como el péptido catabólico proopiomelanocortina, que es un precursor de

numerosos péptidos biológicamente activos, incluyendo la hormona estimulante de melanocitos

alfa (MSH-α) (Schwartz, 2000). Estos péptidos permiten la comunicación con neuronas de

segundo orden en los núcleos paraventricular, dorsomedial, ventromedial y en el hipotálamo

lateral. Estos núcleos proyectan neuronas hacia el cerebro posterior y la periferia,

proporcionando así una ruta de comunicación. Estos circuitos generan un control autónomo,

neurohumoral y somatomotor que participan en respuesta a la saciedad, a la falta de alimentación

y por ende al control energético corporal (Sandoval et al., 2009). La insulina circulante cruza la

barrera hematoencefálica (Schwartz et al., 2000) y contribuye a la regulación de los niveles de

glucosa actuando sobre los receptores de insulina en el hipotálamo basal-medio lo que conlleva

a que disminuya la producción hepática de glucosa y se incremente la captación de glucosa en

tejidos periféricos (Obici et al., 2002). Para el modelo animal hyh, la patología del SNC podría,

ocasionar una disminución del control del SNC, generando un cuadro de hiperglicemia, obesidad

e hiperinsulinemia. Sin embargo, ninguna de estas condiciones son observadas en el ratón

mutante hyh.

En relación al rol no canónico de α-SNAP, se ha determinado que α-SNAP actúa como

fosfatasa de AMPK, modulando su actividad. AMPK es un sensor metabólico, que controla el

estado energético a nivel celular. Su activación es consecuencia del incremento de la razón

(AMP+ADP)/ATP intracelular que favorece su fosforilación por proteínas quinasas, dentro de

las cuales la principal y más estudiada es LKB1 (Hardie, 2011). Por otro lado, la inactivación de

AMPK depende de la actividad de enzimas fosfatasas como proteína fosfatasa 2, sin embargo

Page 105: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

105

son muy poco conocidas las fosfatasas a cargo de su regulación (Wang and Brautigan, 2012).

AMPK desempeña un rol clave en la homeostasis de la glucosa, modulando tanto la síntesis y

liberación de insulina, como la disponibilidad de GLUT4 en la membrana plasmática de tejidos

periféricos (Hardie et al., 2012; Wang y Brautigan, 2013). En las células β pancreáticas, la función

de AMPK está regulada directamente por la kinasa LKB1, y la activación de APMK (pAMPK)

participa como un regulador negativo de la síntesis y liberación de insulina. Más aún, se ha

observado experimentalmente que la administración de AICAR (activador de AMPK) a células

MIN6 y a cultivo primario de islotes pancreáticos resulta en una disminución en la liberación de

insulina al medio de cultivo; así mismo, se han descrito resultados inversos al administrar a los

cultivos un inhibidor de AMPK (Compuesto C) en donde se observa un aumento de la liberación

de insulina tras su inactivación (Fu et al., 2013). Además del efecto que tiene AMPK sobre la

secreción de insulina, otros autores han reportado que tiene efectos directos sobre la síntesis de

insulina mediante la vía CRT2/CREB (Fu et al., 2013). Por ende, si contextualizamos esta

referencia con lo observado en nuestro modelo animal, al efecto de una alteración en la dinámica

de secreción (más lento o unifásico) producto del hipomorfismo generado por la mutación

M105I de α-SNAP, le sumamos una disminución de la actividad fosfatasa de α-SNAP, generaría

una hiperactivación de AMPK, que conlleva a una menor síntesis y secreción de insulina.

Interesantemente, resultados preliminares de nuestro laboratorio indican que cultivos de células

madre neurales derivadas de ratones hyh presentan una hiperactivación de AMPK.

No cabe duda que la fisiología pancreática y la regulación de la glicemia es compleja y

que inevitablemente tiene muchas aristas a considerar frente a un conjunto de resultados. Este

trabajo es un aporte al rol de α-SNAP en la secreción de insulina y las consecuencias de la

mutación M105I en este proceso. Más aún, pone en evidencia cómo una célula, un tejido y un

organismo son capaces de poner en marcha mecanismos compensadores que permiten aminorar

Page 106: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

106

y hasta revertir los efectos de una mutación. Finalmente, a través de este trabajo de investigación,

se han generado nuevas preguntas, y abierto nuevos enfoques para futuros estudios que permitan

determinar efectos de la mutación M105I de α-SNAP en la homeostasis de la glucosa.

Page 107: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

107

5. CONCLUSIONES

α-SNAP es una proteína involucrada en los eventos de exocitosis (rol canónico) y en

otras funciones a nivel celular que permanecen en estudio (rol no canónico). Ha sido descrito

por otros autores previamente, que se expresa de manera ubicua en distintos tipos celulares y en

base a estos antecedentes describimos la expresión de α-SNAP en tejido pancreático a través de

western blot e inmunohistoquímica, donde se observó que en animales mutantes hyh existe el

hipomorfismo descrito en otros órganos para este modelo de estudio, lo que se traduce en una

menor expresión de α-SNAP.

Cuando analizamos la repercusión que tendría la mutación M105I de α-SNAP en la

funcionalidad de la proteína y más aún en la liberación de insulina por parte de las células β,

pudimos concluir que la mutación de α-SNAP produce una alteración en la función celular que

se traduce en una menor liberación de insulina en cultivo primario de islotes de Langerhans, que

se hace más evidente al aplicar un estímulo hiperglicémico. Sin embargo, todos los registros

fisiológicos, señalan que los ratones hyh presentan un balance metabólico normal, a pesar de

mantener algunas diferencias en la dinámica del control de este equilibrio (TTGIP) y de presentar

menores valores de insulinemias, sin dejar de mencionar que no presentan resistencia periférica.

Bajo este contexto, la mutación M105I de α-SNAP, presente desde el desarrollo embrionario

genera un estado metabólico compensado que mantiene los parámetros fisiológicos rangos

normales.

Para analizar este estado compensatorio que presentan los animales mutantes hyh

decidimos evaluar morfometría pancreática, donde se observó que no existen diferencias

significativas en el volumen endocrino de los animales mutantes hyh respecto a los animales WT;

Page 108: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

108

sin embargo, es evidente que la mutación M105I de α-SNAP genera una tendencia al aumento

del volumen endocrino que está dado por un mayor número de islotes de Langerhans que a su

vez, presentan una mayor cantidad de células endocrinas. La morfometría realizada a partir de

las inmunohistoquímicas de glucagón e insulina mostraron que las proporciones de células α y β

se mantienen normales, sin embargo, los animales mutantes hyh presentan mayor número de

células β por peso corporal. En este contexto, los ratones mutantes hyh presentarían una

hipofunción de α-SNAP evidencia en los menores niveles de insulina secretado y a su vez

desarrollarían un mecanismo compensatorio a nivel tisular o histológico capaz de contrarrestar

esta hipofunción mediante un aumento de la masa endocrina generada por el mayor número de

islotes pancreáticos acompañado de una mayor proporción de células β, lo que se traduce en una

homeostasis de la glucosa normal.

Tras evaluar la proliferación celular en estadíos adultos, obsevamos que los animales

mutantes hyh poseen una mayor tasa proliferativa, y a juzgar por la ubicación de las células

dentro del islote de Langerhans podrían ser principalmente células β, las cuales comienzan a

proliferar en estadíos perinatales, manteniendo una tasa de proliferación elevada respecto a

animales WT hasta la adultez.

El conjunto de resultados presentados en este trabajo de investigación, apoyan la

hipótesis que la mutación M105I de α-SNAP disminuye la secreción de insulina desde las células

β pancreáticas; sin embargo, no altera la homeostasis de la glucosa en animales mutantes hyh, ya

que ésta se mantiene a expensas de un efecto compensatorio tisular que se traduce en un mayor

volumen endocrino, producido eventualmente por un mayor índice proliferativo de células

endocrinas, que comienza marcadamente en estadíos perinatales.

Page 109: Rol de α SNAP en la homeostasis de la glucosa

109

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