La trinidad maléfica (A propósito de 'Excerpta ex Theodoto' 80, 3).pdf

La trinidad malfica

(A proposito de 'Excerpta ex Theodoto '

80,3)

Hay entre los Excerpta ex Theodoto expresiones oscuras

que parecen desafiar a la critica. Una de ellas, muy breve, rsulta particularmente sugestiva por el trmino . El timo editor de los Excerpta anota con tanta nobleza como sobriedad: ' On ne voit pas bien ce que peut tre cette triade de corruption '1. G. L. Prestige entendi la importancia del texto, le analiz con su habituai maestria y concision-, y sin

llegar a dfinir en concreto la triada de corrupcin , destac su contraste implicito con la triada de la deidad inmortal. Ultimamente R. Braun3 recoge con suma prudencia el tema, hacindose eco de la solucin de Prestige.

He aqui el fragmento valentiniano:

Aquel a quien engendra la Madr, es conducido a la muerte y al cosmos. Aquel empero a quien rgnra

( ) Cristo, es trasladado a la vida, a la Ogdada. Y (regenerados) mueren al cosmos, mientras viven a

Dios, a fin de que la muerte sea disuelta por la muerte y la corrupcin ( ) por la resurreccin. Sellado

( ) en efecto mediante el Padre y el Hijo y el Espiritu Santo, es inatacable ( ) para toda otra Potencia; y mediante los trs Nombres, se libra de toda la triada de corrupcin ( ). ' El que llevaba la imagen del terreno, lleva entonces la imagen del celestial (1 Cor. 15,49)'4.

El contexto bautismal salta a la vista. El autor desarrolla el pensamiento por contrastes. De un lado la generacin mor

F. Sagnard, Extraits de Thodote (S.Ch., vol. 23), Paris 1948, p. 205, n. 4. Ninguna mencion del problema en la edicin y comento de R. P. Casey.

2 Dieu dans la pense patristique, Paris 1955, p. 95 s., = God in Patristic Thought, London 1962, p. 93.

3 Deus christianorum, Paris 1962, p. 152 s. * E. T. 80,1-3.

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tal, de otro la regeneracin a la vida. Los reengendrados pasan de la muerte a la vida, de la corrupcin a la resurreccin, de llevar la imagen del hombre terreno a llevar la del celestial. La regeneracin se deja adems sentir por otros efectos para lelamente formulados:

a) el individuo sellado por medio del Padre y del Hijo y del Espiritu Santo, se hace inatacable para toda otra Po tencia que no sea la divina;

b) por medio de los trs Nombres (del Padre y del H.

y del E. S.) se torna libre (fuera de servidumbre) para toda la triada de corrupcin.

El paralelo entre toda otra Potencia (

). y toda la triada de corrupcin ( ) es tan apodictico como entre mediante el Padre y el Hijo y el Espiritu Santo y mediante los Trs Nombres. Igualmente decisivo es ' a contrario ' el paralelo entre los trs Nombres

y la triada de corrupcin. Lo que la trinidad de los Nombres obra en la regeneracin se opone a lo que la triada de corrup cin obraba en servidumbre.

La existencia de dos triadas, de vida y de muerte, inco

rrupcin y corrupcin, es indiscutible; igual que la Victoria a raiz del bautismo de la divina sobre la de corrupcin 5. La dificultad esta en dfinir la segunda.

728 ANTONIO ORBE, S. I.

neracin (indica) los grmenes de ellos (= de los espi rituales).

' Y obra misericordia en miles (de generaciones) [Dni. 5,10]' (alude) a los elementos de la derecha

Si la ' triada de corrupcin ' rsulta oscura, ms lo son

' los trs lugares siniestros

El antagonismo entre los de la derecha y los de la izquier da, aunque no muy claro 7, se presta a exegesis. La derecha,

rgion celeste y definitiva8, simboliza el Pleroma reino del

Espiritu perfecto. La izquierda, aqui, como en el Evangelio de Verdad, el Hysterema (= Kenoma) mundo infradivino; y no tanto por sensible y material, cuanto por destierro de la Iglesia espiritual. Siniestros

' de izquierda ' son todos los

grmenes de Sofia en diaspora por el mundo material, como la oveja perdida.

El problema se desvia hacia el simbolismo de las cuatro

generaciones razas ( ), en que Dios hace sentir el cas

tigo de los pecados paternos. Las trs primeras generaciones no representan las trs

a que aluden los naasenos9, sino trs estadios infra

pleromticos, etapas de existencia en exilio, previos a la apa ricin (e iluminacin) de los grmenes divinos.

Los valentinianos los denominan con arreglo a los lugares

que atraviesan las semillas (espirituales) antes de darse a co nocer y pasar a la derecha.

La expresin enigmtica , no to lra la exegesis apuntada por E. Peterson10. Por paralelismo ' a contrario

' con las trs moradas ( : , ,

) en que segn la tradicin de los Presbiteros11 se repartirian los predestinados, como en un triclinio, para las bodas eternas,

' los trs lugares de izquierda ' indicarian, segun

l, las trs moradas atribuidas por la escatologia hebrea a los psiquicos. jMera fantasia! Las trs mansiones de la tradicin asitica12 denuncian el trmino evanglico de Ioh. 14,2 13,

7 Cf. A. Recheis, Engel, Tod und Seetenreise, Roma 1958, p. 57. 8 Cf. Iren., I, 16, 2 fin.; Evang. Ver. 32,2ss. Puede verse J.E. Mnard,

L'vangile de Vrit, Paris 1962, p. 159 ss. 9 Hip., Refut. V, 8,2 ss. 10 Friihkirche, Judentum und Gnosis, Rom 1959, p. 291, n. 24. 11 Y con arreglo al simbolismo de Me. 4,8 (Mt. 13,8): Iren. V, 36,2. 12 Peterson pudo haber citado a favor de ella Clem. Al., Strom. VI, 14,

114,3; VII, 7,40,4. 13 Iren. V, 36,2.

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LA TRINJDAD MALFICA 729

que por su estabilidad solo conviene al Eschaton. Mientras los

, de . T. 28 significan trs estadios pasajeros, que ceden el puesto a la cuarta y dems generaciones.

Mucho mas se acerca, en pura filologia, un testimonio del libro griego de Enoc. Hablando de las cuatro regiones que se le revelaron al patriarca al oeste, en un gran monte: trs

de ellas dice eran tenebrosas y una luminosa ( [ = ] )14. Pero tambin el testimonio de Enoc se orienta hacia la escatologia, y deja en pie el enigma.

Un simbolismo del tratado porfiriano Sobre las imgenes, recogido en buena parte por Eusebio, merece quiza mayor atencin. El Cancerbero de trs cabezas, que en el De philo sophia ex oraculis haurienda15, tambin porfiriano, reprsenta el demonio malo de tierra, aire y agua, simboliza en las trs fases de produccin de los frutos 16; y ms

tarde17 las trs posturas del sol, al oriente, mediodia y ocaso 18. Otro tanto se advierte en J. L. Lydus 19.

Andase que el trs ( ) simboliza lo corpreo y terreno20. Las trs generaciones, al travs de las cuales hu

bieron de pasar los grmenes de la Iglesia espiritual antes de cumplir el castigo de sus faltas, ^no querrian decir, entre

valentinianos, la existencia a travs del mundo corpreo, antes de llegar al dia y rgion de la Gnosis21 ?

Los de . T. 28 esconden pro bablemente un tecnicismo astrolgico; y con el menguado

apoyo que les ofrece Deut. 5,9 aluden a la doctrina sobre los Lugares. Aqui solo pueden hablar los tcnicos "22.

14 Enoc 22,2. Cf. . Schrer, Geschichte des Jiidischen Volkes II4

1907, p. 640. " ed. G. Wolff, p. 150 b. 16 Cf. J. Bidez, Vie de Porphyre, Gand 1913, p. 9*. 17 ss. 12 ibid., p. 14* 11 ss., = Eusebio, Praep. Evatig. 111,11,29. w Cf. Bidez, o. c., p. 22. 19 De mensibus IV 67, ed. R. Wnsch 120,21 s.:

' tiene empero trs

cabezas, el tiempo que pas, el prsente y el futuro '. 2" Porf., De philos, ex orac., ed. Wolff, p. 120 y nota 10. 21 Vase luego (n. 108) la exegesis de s. Hilario a Mt. 14,25. 22 Cf. Festugire, L'Astrologie et les Sciences Occultes2, Paris 1950,

p. 112: Je n'ai gure le courage d'entrer ici dans le dtail de cette doctrine

abstruse des lieux, qui ressortit la technique de l'astrologie. Sobre los vase A. Bouch-Leclercq, L'Astrologie Grecque, Paris

1899, p. 273ss.; y ante todo, con mucha claridad, F. Cumont, Ecrits

hermtiques (I. - Sur les douze lieux de la sphre), en Rev. de philologie

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Primitivamente los lugares eran cuatro, como los centros

de la esfera celeste23, y se relacionaban con el curso de la

humana existencia. Si con arreglo a la doctrina gnstica, el individuo comienza su carrera muriendo 24, por someterse, al

nacer aqui, a pasiones materiales que no le corresponden, el ciclo de su existencia inverso a la idea normal se ini ciaria con el ocaso, seguiria con las dos fases material y ani

mal, y tornaria a la vida despus de las trs vigilias nocturnas, naciendo mediante la Gnosis, en la cuarta vigilia, para Dios.

El primer lugar abarcaria la rgion y tiempo de la caida del espiritual en el cosmos; el segundo, la fase hilica; el ter

cero, la psiquica; y el cuarto, la pneumtica. Los trs primeros serian , dominados por la muerte. El cuarto,

sin ser an en sentido pleno como la eternidad, repre

sentaria una fase espiritual intermedia.

Resumiendo, E. T. 28 no se relaciona derechamente con la

riada de corruption de E. T. 30,8 sino con la historia del hombre en el curso de la terrena existencia.

Hiplito, Acta Thomae, Acta Philippi

Volvamos al tema. La literatura eclesistica y heterodoxa

de los siglos primeros conoce binomios y trinomios de inters; mas ninguno que recoja la expresin en litigio. Senalemos

algunos, arrancando de 2 Thes. 2, 3-4: ... '

porque si primero no viniere la apostasia y se manifestare el hombre del pecado, el hijo de la perdition ( ), el que hace frente ( ) y se levanta contra todo el que se llama Dios tiene carcter religioso... ostentndose a si mismo como

quien es dios '. El Apostol habla del Anticristo. Al denominarle

' hijo de

la perdicin


) 25, sentada en la tierra (y) mordiendo los ta lones del caballo ^Qu serpiente sino el error inicial ( ' ), aquel de quien se dice en el G nesis (3,1) que engan a Eva y holl a Adn? ...Que en efecto ha de nacer de la tribu de Dan y levantarse (como) tirano y rey, juez terrible hijo del diablo (

), dicelo el profeta (Jacob en Gen. 49,16): ' Dan juz

gar a su pueblo, como una tribu de Isral '26.

El que sedujo a Eva no sria el mismo diablo, sino el Anti cristo, hijo de diablo. Sobre la filiacin, real metafrica, del diablo hay amplio margen en la noticia de Hiplito. La

apostasia pudo haber hecho a la serpiente instrumento e

hijo del Maligno. Igual que en su dia al Anticristo simple hombre27 convirtindole en hijo del diablo. La identidad entre el inicial (resp. la serpiente) y el Anticristo no

probaria demasiado. A fiarnos sin embargo de la noticia de s. Jernimo28,

' segn la opinion de algunos

' el Anticristo no sria hombre, sino el propio diablo 29, uno de los demonios.

Da la impresin de que la primera literatura eclesistica

tradujo Anticristo por hijo del diablo, y aun por ' primognito

de Satans ', con alcance genrico30 ; y no repar en aplicar

25 La version est impuesta por el argumenta. 20 Hiplito, De Antichristo 14-15, ed. H. Achelis 11,14 ss. Cf. W.

Bousset, Der Antichrist, Gottingen 1895, p. 89. 27 Vase s. Cipriano, Testim. adv. Iudaeos III c. 118 (Item, de Anti

christo, quod in hominem veniat): Apud Esaiam (14,16s.): 'Hic homo qui concitat terram, commovet reges, qui ponit orbem terrae totum de

sertum'; Iren., Adv. haer. V, 25,1: ' Ille enim (Antichristus) omnem susci

piens diaboli virtutem veniet non quasi rex iustus, nec quasi in subiec tione Dei legitimus, sed ... quasi latro, diabolicam apostasiam in se reca

pitulans '. De Ireneo depende el Crisstomo (Hom. 3 ad 2 Thes 2: P. G.

62,482): ' tPero quin es este? ,-acaso Satans? De ninguna forma. Sino

un hombre que recibe toda la energia de l '. Lo mismo s. Jernimo

(In Daniel. 7,8): 'Ne eum putemus, iuxta quorumdam opinionem, vel diabolum esse vel daemonem, sed unum de hominibus in quo totus Satanas habitaturus est corporaliter '.

20 Vase la nota anterior (ed. F. Glorie, Cp.Ch.L., vol. LXXV A, p. 844, 601).

29 Cf. Frmico Materno, De errore prof. 22 (ed. K. Ziegler, p. 70): ' Habet ergo diabolus christos suos, et quia ipse antichristus est, ad infamiam nominis sui miseros homines scelerata societate perducit '.

Otros testimonios en W. Bousset, Antichrist 89 ss. 30 Cf. s. Policarpo, Ad. Phil 7,1 : Porque todo el que no confesare

haber venido Jesucristo en carne, es Anticristo (cf. 1 Ioh. 4,2 ss.) ; y

quien no confesare el testimonio de la cruz ' viene del diablo ' (cf. 1 Ioh.

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el titulo a hombres como Marcin. Para la ' primogenitura de Satans ' era bastante un influjo singular del diablo.

En el mejor de los casos, habria opcin a dfinir las rela ciones entre el diablo y el Anticristo, como de padre a hijo, fuera hombre demonio cualificado.

A lo mismo conduce el anlisis de Acta Thomae (gr.) 32 31. Quien sedujo a va y perptu el mal en el mundo no fu el diablo, sino de su familia, e hijo suyo. El fu quien mand a la tierra a los ngeles que comerciaron con las hijas de los hombres. Aunque de su cognacin ( ), se prsenta distinto del que vendra un dia del oriente, esto es del Anti cristo 32.

En la familia del extrafio dragon figura como padre el diablo, y como hijo suyo cualificado el autor de todos los

3,8; Ioh. 8,44). Y quien torciere Ios orculos del Sefior en inters de las propias concupiscencias, y dice que no hay resurreccin ni juicio, ese tal es primognito de Satands ( ... ).

Segn tradicin consignada por s. Ireneo (Adv. haer. III, 3,4) y reco gida por Eusebio (Hist. Eccl. IV, 14,7), el Santo mrtir tuvo ocasin de aplicar el axioma a un personaje cualificado. Y el mismo Policarpo dice Ireneo a Marcin que se le prsent una vez delante y le dijo

' Reconcenos ', le contest : ' Reconozco, (si que) reconozco al pri

mognito de Satands (> ) . Buenos elementos sobre la primogenitura de Satans y la paternidad

del diablo, en N. A. Dahl, Der Erstgeborene Satans und der Vater Teufels (Polyk. 7,1 und Joh 8,44); Apophoreta (Festschrift E. Haenchen), Berlin 1964, pp. 70-84.

31 A una pregunta del apstol (' Dime de qu simiente eres y de que raza') contesta el dragon (una gran serpiente; c. 31): Yo soy un reptil de naturaleza reptil, y nocivo (hijo) de nocivo (padre). Hijo soy de aquel que perjudic e hiri a los cuatro hermanos que estn en pie. Hijo soy de aquel que se sienta en el trono... Hijo soy de aquel que rodea la esfera, y soy pariente () de quien esta a la otra parte del ocano, con la cola en la propia boca. Yo soy el que entr a travs del muro en el Paraiso y habl con Eva cuantas cosas mi padre me habia ordenado le hablase. Yo soy el que abras e inflam a Cain para que diera muerte a su hermano, y a causa de mi brotaron en la tierra espinas y abrojos. Yo soy el que ech de arriba abajo a los ngeles y los enred en deseos de mujeres para engendrar de ellas hijos terrenos, y llevar yo adelante entre ellos mi voluntad... Yo soy el que habita en el abismo del Trtaro y lo contiene; mas el Hijo de Dios me atropell contra mi voluntad y escogi a los suyos (sacndolos) de mi. Soy pariente () de aquel que va a venir del oriente, al cual se le di tambin potestad de hacer lo que quiere en la tierra. Y habiendo dicho esto el dragon aquel... . Vase H. Schlier, Christus und die Kirche im Epheserbrief, Tubingen 1930, p. 36, n. 1.

32 Cf. F. J. Dolger, Sol Salutis, Munster 1920, p. 165. Sobre todo A. F. J. Klijn, The Acts of Thomas, Leiden 1962, p. 224 ss.

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maies del mundo a partir de Eva33. La serpiente guarda con el diablo una relacin similar a la del Hijo de Dios, que vino a atropellarla, y Su Padre.

A juzgar por el parentesco () del dragon con Le viatn (' el que esta a la otra parte del ocano, con la cola en su boca ') y con el (Anticristo)

' que va a venir del oriente '34

con poderes para actuar a su arbitrio en la tierra: posible mente el Anticristo se identifica con Leviatn. Acta Thomae no dtermina la cognacin. Queda margen a pensar en una

trilogia: el diablo (= padre), el dragon serpiente (= hijo), el Anticristo ( = espiritu del diablo?). Mas no hay pruebas de cisivas para cotejar tercer miembro con los dos primeros35.

Es natural que la critica no haya descubierto la relacin, muy problemtica, entre la trilogia y la

' triada de corrupcin La ha visto sin embargo entre los de . T. 80,3 y un pasaje, algo posterior, de los mismos Acta Thomae.

Acababa de desaparecer el demonio, dejando como nico rastro, fuego y humo. Todos los alli prsentes quedaron estu pefactos 36.

Lo cual visto por el apstol (Toms) les dijo: ' Nada

extrano ni ajeno manifest el demonio aquel, sino su naturaleza (de fuego y humo) en la cual tambin se abra sar. Porque el fuego lo consumir y su humo le disi par Y comenz a decir:

' Jess, misterio escondido que

me fu revelado! T eres quien nos diste a conocer innu merables misterios, y me llevaste apart separndome de todos mis compafieros, y me dijiste (las) trs Palabras en las cuales yo me inflamo ( ), que no puedo decir a otros '37.

R. A. Lipsius 38

apunt modestamente la analogia de los

con los de los Excerpta, sin aventurarse

a mas. Hoy se impone otra nueva relacin:

33 Cf. L. Troje, Die Dreizehn und die Zwlf im Traktat Pelliot, Leipzig 1925, p. 32.

34 Para las relaciones entre el dragon y el diablo, grosso modo, W. Bousset (Gressmann), Die Religion des Judentums, Tiibingen 1926, p. 254 ss. ; y el mismo Bousset, Die Offenbarung Johannis, Gottingen 1906, p. 341 (ad Apoc. 12,9).

33 Bonitos testimonios en G. Bornkamm, Mythos und Legende in den

apokryphen Thomas-Akten, Gottingen 1933, p. 28 ss. 36 Act. Thom. 46 (43) in fine. 3? Act. Thom. 47 (44) : Bonnet 163,17 ss. 38 Die Apostelgeschichten und Apostellegenden, I, Braunschweig 1883,

p. 327.

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Y El ( = Jess) le tom (a Toms), le llev apart (

) (y) le dijo trs Palabras. Mas cuando Toms volvi a sus companeros, le preguntaron ellos: tQu te

ha dicho Jess? Dijoles Toms: Si os digo una (sola) de las Palabras que me ha dicho, cogeris piedras (y) me las arrojaris, y vendr fuego de las piedras (y) os abrasar 39.

Las trs Palabras a que aludia Toms en su plegaria de los Hechos eran las mismas trs que apartndole de todos los dems apstoles, sus companeros, le habia revelado el Sal vador (resucitado), segun noticia expresa del Evang. sec. Thom. Que los Acta Thomae 47 se hayan inspirado en el Evangelio de Toms, parece muy creible.

Segn Klijn 40 los misteriosos trs logos se refieren a los del Bautismo 41. H. Ch. Puech42 sefiala en un fragmento copto del Evangelio de Bartolom43 la siguiente declaracin de To ms: Yo creo, senor mio y Dios mio (cf. Joh. 20,28), que t eres el Padre, que t eres el Hijo y que t eres el Espiritu Santo 44.

Los aludirian a los Padre, Hijo y Espiritu Santo? Posiblemente. Quedaria sin embargo por explicar el contexto de Acta Jhomae 47; y en particular, la

clusula: ' Y me dijiste (las) trs Palabras en que me inflamo '. El apstol alude a la naturaleza del demonio que acaba de

desaparecer, dejando una estela de fuego y humo 45. '

El fuego lo consumir anade y su humo le disipar '. La expresin , en tal coyuntura, denuncia su tonalidad

diablica. Las trs Palabras en que se inflama arde el aps tol, aunque objeto de una revelacin especialisima de Jsus, representan mejor una triada diablica que la clsica Trinidad

39 Evang. sec. Thom. 13 (pl. 83,8 ss.). 40 Acts of Thomas 240. 41 Cita asimismo a s. Efrn, De fide 48,1 (ed. E. Beck, syr. 152,

vers. 129) : In den Glaubigen sind eingezeichnet die drei Namen, die niemals errtert, niemals erfafit wurden.

Sobre Ios de los Peratas (cf. Hip., Refut. V, 12,3 : Wendland 104,24), que figuran en contexto extrano al nuestro, diremos ms tarde.

42 Comptes rendus de l'Acadmie des Inscriptions 1957 p. 156. 43 Editado por W. Budge, Coptic Apocrypha in the dialect of Upper

Egypt, 1913 p. 214. 44 Vase J. Doresse, L'vangile selon Thomas, Paris 1959, p. 141. 45 Cf. G. Bornkamm, Mythos und Legende 49; G. Wolff, Porphyrii

de Philosophia ex Oraculis haurienda, Hildesheim 1962, p. 218 ss.

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divina46. El paralelismo entre fj (Bonnet 163,79) y (164,3) no parece casual.

Sin negar una implicita alusin a los trs nombres de la Trinidad divina, revelados (segn Mt. 28,19) a todos los

apstoles, los H chos de Toms (resp. el Evang. segn Toms) harian referencia a la triada diablica, en cuya naturaleza

ignea vive el hombre antes de bautizarse en el Nombre del

Padre, del Hijo y del Espiritu Santo. Solo la Gnosis intro ducir a los fieles en el secreto de tan extrana triada. Quien, antes del bautismo gnstico, pretenda conocer el misterio de los , sera abrasado y destruido definitivamente por el mismo fuego en que hasta entonces vivia y del cual pr tende liberarle el Salvador mediante la regeneracin bautismal.

El autor de Acta Thomae 47 (gr.) conocia tal vez el sim bolo47 del perro de trs cabezas:

' el demonio maligno inh rente a los trs elementos agua, tierra, aire

'48 ; doctrina ente

ramente valentiniana49. El fuego (diablico) que se esconde en los trs bsicos elementos del mundo sensible; lo que es igual segn paralelo tambin valentiniano la ignorancia () que late en las trs pasiones de angustia, temor y tristeza, como muerte y corruptela () del hombre, pudo

Los Setianos ofrecen un elemento de inters. Segn noticias de

Hiplito (Refut. V, 20,1: Wendland 121,6-8): Afirman que el propio Moi ss viene en apoyo de su doctrina cuando dice (Ex. 10,22)

' Tinieblas y caligine y tormenta Estas dice son las trs Palabras (

, , ) . Taies vocablos se prestan a urgir el misterio de Dios; pero esconden quizs una alusin a la trada diablica tenebrosa.

47 Le recogi mas tarde Porfirio en De philosophia ex Oraculis hau

rienda, ed. Wolff, p. 30 s. 150: supra n. 15. 48 Segn Eusebio, Praep. Evang. IV, 23,6:

. 49 Cf. Iren., Adv. haer. 1,5,4: 'De expavescentia vero et apora quasi

de vesaniori (= rudiori) corporalia... mundi elementa facta esse: terram vero secundum expavescentiae statum, aquam vero secundum timoris

motum, arem vero secundum materiae (= moestitiae) fixionem; ignem vero omnibus iis (tribus) inesse mortem et corruptelam (

), quemadmodum et ignorantiam omnibus tribus passionibus (aporiae, timoris, moestitiae) inabsconsam do

cent ' ; E.T. 48,2-4 ... ' En el interior de los trs elementos (tierra, agua,

aire) oscila y se dispersa y se esccmde el fuego, y ellos le ceban y con

ellos muere, no teniendo lugar diputado para si, como (le tienen) los

dems elementos de que se fabrican los cuerpos ( ) Iren., Adv. haer. 1,7,1:

' His autem factis ita, is qui latet in mundo ignis exardescens et comprehendens universam materiam consumit, et ipsum simul consumtum abire in id, ut iam non sit '. Vase F. Sagnard, La

gnose aient inienne, Paris 1947, p. 172 ss.

8 Gregorianum XLIX (1968) Vol. XLIX.

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traducirse por una trivalente naturaleza diablica (= ignea), extensiva a los hombres venidos de los trs elementos fisicos

(resp. de las trs pasiones). Y dando otro paso, repartirse en trs diablicos, dueios del cosmos.

Aun asi, apurando al mximo taies conjeturas, y mante niendo el paralelo, muy plausible, entre la triada de corruption (E.T. 80,3) y las trs Palabras inflamatorias de Act. Thom. 47

queda el enigma de su determinacin. Quizs en la triada el uno afecta a la humanidad terrena, el otro a la aqutil, y el tercero a la area. Pero ^quines concretamente la com

ponen? Entre las paginas de Acta Philippi se menciona una tri

nidad sui generis, con posibles trminos de relacin a la nues tra. Dirigese el apstol Felipe (con Bartolom) a los hombres

y mujeres congregados en casa de Stachys, en Hierpolis de Asia. Y entre otras recomendaciones les dice:

Hollad las redes del enemigo, (hollad) a la serpiente que da vueltas (o se enrosca). Porque es su camino tortuoso,

como hijo que es del maligno ( ), y hay en l un veneno de malicia. Su padre es el diablo ( ... ), el protector de la muerte, y su

madr la corrupcin ( )50

Los trs miembros de la familia son: el diablo padre, la co

rrupcin ( ) madr, la serpiente hijosl. Las relaciones de parentesco entre la serpiente y el diablo son las mismas

que en Acta Thomae 32 52. Pero mientras en los Hechos de

Toms no hay mencin de la madr, en los de Felipe las dos

familias de codd. coinciden en que la madr de la serpiente es la corrupcin.

Entre el diablo y la corrupcin engendrarian segn eso

al dragon serpiente, tan hijo del diablo como de la corrupcin.

Huid anade poco despus del dragon de Satans

y arrancad de vosotros la simien te suya (del dragon)

6 Acta Phil. 110 (segn la familia de mss.: Bonnet 42,8 55.).

La familia cambia algo, pero mantiene lo fundamental (ibid. 42,18 ss.) :

tPor qu os cautiv vuestro enemigo la serpiente que se enrosca y es

tortuosisima y atravesada? No le ha otorgado Dios manos y pies. Su

caminar es torcido, como hijo que es del maligrto, porque su padre es

la muerte, y su madr es la corruption, y la ruina (esta) en su boca . si En griego masculino. 52 Cf. Lipsius, Apostelgeschichten I, p. 321 ss. Sobre la serpiente y

el dragon, buena bibliografia en H. Schlier, Christus und die Kirche, 9.

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la trinidad malfica 737

maligna, esto es, la concupiscencia en la cual engendra enfermedad para el aima53.

La serpiente se prsenta corao principio de los maies (inme diatos) en el mundo 54, y juntamente como el tercero de los miembros de una triada inicial constituida de padre, madr e hijo.

El silencio sobre el Anticristo y los (de Acta

Thomae) se compensa con la explicita relacin de los trs miembros.

Queda el enigma de la , misteriosa madr del dragon, que ocupa en la triada malfica el puesto que algunos docu mentos primitivos asignaban a la , al Espiritu San to 55, en la Trinidad divina: Padre, Madr (, Espiritu Santo), Hijo.

t Sria tan descabellado cotejar, a partir de Acta Philippi 110 las dos triadas antitticas, divina (Padre, , Hijo)

y diablica (padre diablo, madr , hijo serpiente)? La

corrupcin no haria persona apart, como tampoco la hace

la incorrupcin en Dios; representaria nicamente la , anti

tesis de la esencia divina, y su fecundidad. El diablo encon

traria en la materia el medio de multiplicarla, engendrando de ella al dragon serpiente (resp. lo diablico de ella), prin

cipio de corrupcin para el hombre. Las dos esencias anti

tticas tendrian su propia trinidad.

Porque la esencia del adversario es corrupcin y tinieblas

( ) co

mo material y abigarrado , mientras la esencia del Pa dre ingnito del Universo es incorrupcin ( ) y la luz

autoexistente, simple y homognea ^6.

En el mejor de los casos, el anlisis de Acta Philippi 110

nos lleva a una triada de corrupcin constituida por el padre diablo, la madr y el hijo serpiente. Triada cuyos miem

53 Acta Phil. 111 (familia : Bonnet 43,25ss.). 54 La familia de codd. denomina :

' la sierpe, el dragon maligno, el

'

(43,13). Puede verse Lipsius, Apostelgeschichten II, p. 18.

55 Cf. mis Est. Valent. IV, p. 69 ss. La incorrupcin se identifica

alguna vez con la virginidad (). De donde =

. 56 Tolomeo, epla. a Flora ap. Epiph., Panarion 33,7,7.

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738 ANTONIO orbe, S. I.

bros, paralelamente a los de la triada divina, no son por ne cesidad personales; ni responden al orden Padre/Hijo/E. Santo, sino al Padre/Madre (E. Santo impersonal)/Hijo.

Pero ,;es sta la trinidad que buscamos?

Elementos origenianos

Acta Philippi tiende a oponer el diablo al hijo (serpiente), origen de todos los maies. Acta Thomae enfrenta al diablo con el Anticristo, su hijo.

El alejandrino Origenes reprsenta en el campo eclesis tico esta segunda tendencia. Habia querido Celso ridiculizar la doctrina cristiana del diablo, y su influjo en la historia del hombre y aun de Jess ". Responde el alejandrino ale

gando pasajes biblicos sobre el diablo y definiendo el concepto bivalente de satans 58 :

Todo el que se abraza con la maldad y vive conforme

a ella, obrando contra la virtud, es un satans, es decir, adversario ( ) del Hijo de Dios, justicia, ver dad y sabiduria. Pero con mayor rigor es adversario el primero de todos los que, viviendo en paz y biena venturanza, perdi las alas

59 y cay de la felicidad. El

que, segn Ezequiel (28,15) ' caminaba intachable en to

dos sus caminos hasta que se hall en l iniquidad ',fi0.

A continuacin caracteriza al Anticristo, contraponindole co

mo cima del mal a Cristo, cima del bien.

t Qu absurdo hay en suponer entre los hombres dos

cimas, digmoslo asi, una de bondad y otra de lo con trario; de forma que la cima de bondad se halle en el hombre concebido (por la mente) en Jess, de quien fluy al gnero humano tan gran conversion y cura y

mejoramiento, y la contraria en el llamado Anticristo? ... Era menester que una de las cimas, la mejor, se 11a mara por su excelencia Hijo de Dios, y la diametral mente contraria a sta, hijo del demonio maligno, de Satans y del diablo (

s? Contra Cels. VI, 42. 58 ibid. VI, 4344. 59 Cf. Platn, Fedro 246 bc. Vase Ctr. Celsum IV, 40. 99 ibid. VI, 44.

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). Adems, entonces principalmente se caracteriza el mal, como en el desbordamiento y cima de la iniquidad, cuando se prsenta por el bien. De ahi que, por la cooperacin de su padre el diablo, se den en torno al maligno (= Anticristo) signos y prodigios y milagros de mentira (cf. 2 Thes. 2,9). Porque muy superior a las ayudas que los demonios malos prestan a los hechiceros para engafiar a los hombres e inducirles a las peores acciones, es la ayuda del diablo mismo (al Anticristo) para seducir al gnero humano. De este que llaman Anticristo ensefia Pablo y dtermina con alguna oscuridad cuando y de qu modo y por qu aparecer en el gnero humano61.

El parentesco origeniano entre el diablo y el Anticristo es con arreglo a expresiones biblicas de padre a hijo. El Anticristo, un hombre como el que entendemos en Jess, di cese hijo del diablo, de Satans, del demonio maligno. Y aun que el diablo fuera al principio un intelecto, ngel privile giado, el Anticristo que es hombre le reconocer por padre, paralelamente a como el hombre en Jess reconoce

por padre a Dios y se dice Hijo de Dios. La filiacin diablica del Anticristo entrana dos aspectos:

uno genrico, extensivo a todo el que imita al diablo; y otro individual, privativo del hijo de perdicin (2 Thes. 2,3). Sobre el elemento genrico trat Origenes en multitud de ocasiones.

Interior igitur homo noster aut Deum dicitur habere

patrem, si secundum Deum vivit et quae Dei sunt agit; aut diabolum, si in peccatis sit et voluntates illius gerit: sicut evidenter in evangeliis Salvator ostendit cum dicit (loh. 8,44):

' Vos de ptre diabolo estis, et desideria pa tris vestri facere vultis. Ille homicida fuit ab initio et in veritate non stetit '. Sicut ergo semen Dei in nobis di citur manere, cum verbum Dei servantes in nobis non

peccamus, ut Joannes dicit (1 loh. 3,9): ' Qui autem ex

Deo est non peccat, quia semen Dei manet in eo ita et cum a diabolo ad peccandum suademur, semen eius suscipimus. Cum vero etiam opere implemus quod sua serit, tune iam et genuit nos. Nascimur enim ei filii per peccatum62.

61 Contra Celsum VI, 45. es Hom. VIII in Exod. 6, ed. W. A. Baehrens 230,24 ss.; P. G. 12,359 ab.

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La paternidad del diablo, extensiva a todos los que reciben de l, a modo de semilla, su voluntad (o concupiscencia) y la

ponen en ejecucin, se compadece a ratos con una cierta ma ternidad complementaria.

Probablemente, ya que de entre los hombres unos han venido del diablo y otros nacieron de Dios, muy bien podriamos afirmar que cuantos no han nacido de Dios nacieron de fornicacin, puesto que el diablo no engendra a los suyos de la Esposa, sino que los hace de Meretriz, de la Materia (' ). Estos son los que apasionadamente afectos y clavados a las cosas corpreas se adhieren a la Materia prostituida, formando con ella un solo cuerpo os.

A falta de formula explicita, sobran premisas para sugerir los trs elementos: padre el diablo, madr la materia, hijo el pecador.

Agrguese que 'las concupiscencias de aqul (= diablo) son la prudencia de la materia y de la corrupcin ( ), que con todo rigor cabria decir ene migas de Dios (cf. Rom. 8,7)'64; y venimos por vias eclesis ticas a una triada, fundada en materia y corrupcin, semejante a la de Acta Philippi; pero con una filiacin tan genrica como

real, que abarca lo mismo a los vulgares pecadores que al

Anticristo. La filiacin diablica del Anticristo contiene adems, segn

Origenes, un elemento exclusivo, con arreglo a las caracteris

ticas que le asigna65 la Escritura. En los dems hijos del diablo hay algo de la energia malicia del padre. En el Anti cristo residir toda la apostasia del diablom. El Alejandrino, como eclesistico, elude la filiacin natural ' a diabolo ', para lelamente a la filiacin fisica divina de Jess. El privilegio del Anticristo rsid, como apuntaba mediante las dos cimas67, en la plenitud del mal (resp. del espiritu del mal), frente a la plenitud del bien caracteristica de Cristo.


Puto autem quia non solum est sermo Christus et simu latus sermo Antichristus, veritas Christus et simulata Ve ritas Antichristus, sapientia Christus et simulata sapientia Antichristus (fallens amatores sapientiae Dei et veritatis, quae omnia pertinent ad fidei rationem), sed etiam in his virtutibus quibus conversamur secundum Deum, in venimus omnes virtutes esse Christum, et omnes simu latas virtutes Antichristum. Quoniam omnes species boni quascunque habet Christus in se in veritate in aedifica tionem hominum, omnes eas habet in se diabolus in specie ad seductionem sanctorum 68.

Origenes deja escapar un perfil, que acabaria por redondear su pensamiento. Como Cristo recibi la plenitud del Espiritu los siete espiritus de Isaias 69 asi el Anticristo la ple nitud del espiritu maligno70; con una correlacin justificable mediante los siete vicios planetarios71 la doctrina de los vestidos del aima 7-, perfectamente conocida de Origenes entre los ofitas 73.

El fragmento que ms se le acerca figura en exegesis a Ioh. 8,44:

' Cuando habla el engafio, habla de su cosecha, por que es mentiroso y el padre de l ( del engafio)

Todo espiritu () inicuo y falaz segn creo es engafio (), y cada uno de estos (hombres) cuan do habla, habla a lo que entiendo de su cosecha, no (a impulsos) de las cosas de Dios. El padre menti roso de ellos es el diablo. Qu nos movi a llamar men

tiroso a todo espiritu malo, vamos a exponerlo ahora. En el tercer libro de los Reyes se escribe lo que dijo Miqueas, cuando le llam Acab a profetizar si le convenia salir a Rammoth Galaad para la guerra, al contrario (3 Reg. 22,19 ss.): He visto al dios de Isral sentado en su propio trono, y todo el ejrcito del cielo en pie

s Origen., In Matth. Comm. ser. 33, ed. E. Benz 62,15 ss.; P.G. 13, 1644 Ds.

69 Felicisima la orquestacin del tema, a proposito de las siete mujeres de Is. 4,1 : Homil. III in Isaiam 1-3. Vase . Schltz, Isaias 11,2, Miinster i.W. 1932, p. 90 ss. y el indice p. 171.

Cf. Comm. ad Romanos VII, 1: P.G. 14,1104. 71 Entre gnosticos (cf. Iren. 1,29,4), hermticos (C. H. 1,25), y en

gnral religiones del helenismo. 72 Cf. J. Kroll, Die Lehren des Hermes Trismegistos, Munster 1914,

p. 296 ss. 73 Cf. Contra Cels. VI, 24-38. Vase Fr. Cumont, Les Religions Orien

tales dans le paganisme romain*, Paris 1929, p. 282 s. n. 69,

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junto a El a su derecha y a su izquierda. Y dijo (Dios): ^quin enganar a Acab rey de Isral, para que suba y sucumba en Rammoth Galaad? Y uno contest de un modo y otro de otro 74. Y sali un espiritu y se present delante del Sefior y dijo: Yo le engafiar. Y dijole el Senor:


para la triada malfica. En el comento In Iohannem no lo hace .

Hay que acudir a otras obras para llegar hasta ahi. Y pri meramente a los comentarios ad Romanos. El Alejandrino dclara Rom. 6,3 s.:


virtutem inimici Quae singula ita sunt contraria Trini tati, ut nox diei et tenebrae luci et mendacium veritati77.

Es la primera vez que Origenes alude expresamente a la tri nidad malfica. El contraste entre la Trinidad divina y la dia blica no pudo definirse mejor. Se contraponen como la verdad a la mentira, la luz a las tinieblas, el dia a la noche. Los trs dias del hombre consepultado con Cristo simbolizan las trs personas de la Trinidad luminosa. Y mejor afin, el cono cimiento cabal de los trs Padre, Hijo, Espiritu Santo. Las noches representan la triada tenebrosa (anti-conocimiento) de los trs: diablo ( = padre del error), error, espiritu del error.

La esencia comn a las trs personas divinas se define como Luz (resp. Verdad, Dia); la de la triada contraria, como error (resp. tinieblas, ignorancia) mentira.

La correlacin entre los trminos extremos padre y espiritu no cra dificultad: en un caso es el Padre de la lumbre, del Hijo; en el otro el padre de las tinieblas, de la Mentira. De un lado el Espiritu Santo, de otro el espiritu del error. La dificultad est en el miembro diablico que responde al Hijo y el Alejandrino denomina mendacium, mendax.

tEn qu difieren el error y el espiritu de error? Difieren

a contrario como la Verdad (= Hijo) difiere del Espiritu de la Verdad ( = E. Santo).

Pero ^apunta el Alejandrino la personificacin del error en algn hombre, cualificadamente mendaz?

El mentiroso y su padre.

A) Linea maniquea

S. Agustin limina el problema identificando la mentira con el padre de la mentira; no sin recoger una exegesis hete rodoxa que distingui entre la mentira diablo, y su padre.

' Cum loquitur mendacium utique ipse diabolus de propriis loquitur, quia mendax est et pater eius

'

(Ioh. 8,44). In his verbis quidam patrem diabolum ha

77 Comm. ad Romanos V, 8: P. G. 14,1040 BD.

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bere putaverunt, et quaesierunt quis esset diaboli pa ter...re.

S. Agustin simplifica mucho, y gracias a las Actas de Arquelao y a s. Epifanio entendemos la exegesis aludida.

Mnes dixit: An non idem est, quod Iesus ad discipulos aiebat incredulos eos esse demonstrans: 'Vos ex ptre diabolo estis et desideria patris vestri facere vultis '? Hoc utique dicit, quia quanta voluerit malignus princeps huius mundi et quanta desideraverit, per Moysen scripserit et dederit hominibus facienda. Ille enim homicida est ab initio et in veritate non stetit, quoniam veritas in eo non est; cum loquitur mendacium, de suis propriis lo quitur, quoniam mendax est sicut et pater eius79.

El discurso de Mnes, avalado por las cortas expresiones que se recogen algo despus 80, se adivina perfectamente. I. de Beau

sobre le da forma 81 con vigor: f;Quin es el padre del diablo? No Dios, porque Dios no es mentiroso. ,-Quin pues? Solo hay dos medios de ser padre de uno, la generacin y la creacin. Si Dios es el padre del diablo por via de generacin, el diablo sera consubstancial a Dios. Secuela impia. Y si Dios es padre del diablo por via de creacin, Dios es mentiroso; otra im

piedad. Hay pues que hacer del diablo hijo creatura de uno malvado, que no es Dios. Existe de consiguiente otro principio adems de Dios .

La respuesta de Arquelao, no demasiado feliz, distingue entre el diablo, a quien identifica prcticamente con (el espi ritu del mal de) la mentira, y aquellos a partir de la

78 Tract. 42 irt Iohannem 12. Y sigue algo despus ( 13) : Diabolum Dominus dixit patrem mendacii. Non omnis enim qui mentitur, pater mendacii sui est. Si enim ab alio mendacium accepisti et dixisti, tu qui dem mentitus es proferendo mendacium; sed pater mendacii ipsius non

es, quia ab altero accepisti mendacium. Diabolus autem a seipso mendax

fuit; mendacium suum ipse genuit, a nemine audivit. Quomodo Deus Pater genuit Filium Veritatem, sic diabolus lapsus genuit quasi filium mendacium .

78 Acta Archelai c. 33,1 s. s c. 37, lss.; Mnes dixit: Si a deo diabolus ut ais, mendacem esse

dixisti Iesum... Si mihi ostenderis patrem eius (diaboli) mendacem et

deo horum nihil adscripseris, tune tibi de omnibus accommodabitur fi des... Omnis qui conditor est vel creator aliquorum, pater eorum quae condiderit appellatur.

si Presentndole como citacin. Yo no la encuentro. Vase Histoire

critique de Maniche, Amsterdam 1734, I, p. 105.

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serpiente tentadora, Cain, Faran, Judas en quienes se de rrama para adquirir forma y nacer al exterior. Todos aquellos, en quienes se adentra el espiritu diablico con aceptacin, le

engendran luego tantas veces cuantas obran mentira, homi cidio, iniquidades.

Padre de diablo es nocin relativa: primero, porque siem

pre segun Arquelao diablo y mentira equivalen, lo que es igual: diablo = espiritu del mal (mentira, homicidio...); se

gundo porque alude al que engendra en otros tal espiritu. Asi la serpiente fu padre del diablo para Eva; y Cain para Abel...

Arquelao habia ya antes (c. 36) prevenido la verdadera

respuesta. El diablo fu creado ngel por Dios, luego ni por generacin ni por creacin vino como mal espiritu, de Dios; no reconoce en cuanto diablo por padre al Creador82.

Destaquemos la exegesis del pretendido Mnes. El padre del diablo, expresin no discutida por Arquelao, era el prin cipio malo.

S. Epifanio arranca de la misma exegesis (sobre Ioh. 8,44), pero entiende de otra manera a Mani. Este denominaria

' pa

dre del diablo ' al demiurgo, Creador del cielo y de la tierra8S. Yendo a justificar por su cuenta la expresin discutida, en lugar de otorgar como Arquelao la prioridad, como padre del

diablo, a la serpiente, luego a Cain y el Faran, por ltimo a Judas; Epifanio se la daria a Judas, y entre sus ascendientes a Cain.

En la linea de Arquelao y s. Epifanio habrian de colocarse quiz s. Afraates84, el Ambrosiaster85 y sobre todo s. Cirilo

82 Rjdicula por tanto la critica de De Beausobre, . c. 105. sa De haer. 66,63,1: Holl III, p. 101,205s. s Dem. 16 P. S. I, p. 784,10: Y el Salvador les dijo: Vosotros sois

hijos de Cain, y no de Abrahn . 85 Quaestiones Veteris et Novi Testamenti, qu. 98, 2 (Ed. A. Souter,

C.S.E.L. 50, p. 188,7 ss.): P. L. 35,2298 (corregir 2897 en Lagrange, vangile selon S. Jean, Paris 1925, p. 249): Quomodo ergo patrem habere dicetur, qui auctor sceleris eius habeatur? Aut unde probatur ab initio homicida fuisse? Sed Scriptura illum qui eius fuerit imitator, nomine eius appel lat; ut quia ab opere nomen accepit, omnis qui malum opus fecerit, non immerito diabolus nominetur. Salvator ergo hoc loco Cain diabolum ap pellavit, quia operum eius aemulus, dum invidet fratri, homicidium per petravit, exemplum relinquens crudelitatis parricidii. Sicut et diabolus dum invidet homini facto ad imaginem Dei, malignitatem operis sui cumulavit, typum praebens errori. Hinc itaque etiam mendax exstitit Cain, dicente sibi Deo (Gen 4,9):

' Ubi est Abel frater tuus?' Qui patris sui imbutus malitia, in mendacium prorumpens

' Nescio ' inquit ; ut cui vitam extorserat... . Lo mismo en la qu. 90 (Souter 150,18 ss.).

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Alejandrino, quien desarrolla ampliamente la tesis de Cain, principio del mal entre los hombres e hijo de Satans8e. Ci rilo conoce adems otra exegesis. El padre sria Satans, re ducido desde su caida a esclavitud, sin libertad de movimientos. El hijo, el 'principe de este mundo

' (cf. Ioh. 12,31) cuali

ficado entre los demonios hijos de Satans, el cual iniciaria su campana de iniquidad enganando a Adn87. Nonno de Pan

polis apunta con sobriedad la ltima interpretacin: el diablo

padre, la serpiente hijo88. Yendo a escoger entre la interpretacin maniquea de Ar

quelao (padre del diablo = el principio malo) y la de s. Epi fanio (padre del diablo = el demiurgo), mejor va la de Ar

quelao. El principio malo tnia en efecto, entre los maniqueos, un hijo llamado alguna vez Saclas 89, a quien la noticia de Teodoro Bar Khoni90 denomina ' hijo del rey de las ti nieblas '.

B) Linea gnstica

Sin referencia al maniqueismo, y por influjo quizs ori

geniano, escribia una vez s. Jernimo:

Legimus in evangelio quod diabolus ab initio mendax sit et pater eius (cf. Joh. 8,44), id est, mendacii. Quod multi non intelligentes, patrem diaboli volunt esse dra

conem, qui regnet in mari, quem Hebraei appellant Le viathan. Et hoc putant loco convenire praesenti iuxta LXX

interprtes, qui dixerunt (/s. 14,21) ' pro peccatis patris

tui '91.

Se invierte el orden de los Hechos Apcrifos. En Acta Tho mae 32 el orden era: padre diablo, hijo dragon; lo mismo en Acta Philippi 110. Aqui el diablo es hijo y el dragon padre.

se/n Ioannis evang. lib. VI: P.G. 73,896 C ss.; 901 A ss. Para la

tradicin rabinica de Cain, primognito de Satan, vase N. A. Dahl, Der

Erstgeborene Satans 71 ss. s? Ibid. 893 C. 896 A. ss Paraphrasis irt Ioannem : P.G. 43,820. Vase C. Riggi, Epifanio

contro Mani, Romae 1967, p. 268 ss., en especial 276 s., nota 2. ss Cf. Fr. Cumont, Recherches sur le Manichisme, Bruxelles 1908,

p. 42, n. 2 y 3. 9 Vase asimismo . V. W. Jackson, Researches in Manichaeism,

New York 1932, p. 249. ei Comm. in Isaiam lib. VI (ad Is. 14,21 s.) : P.L. 24 Vallarsi 259.

La lectura patris tui es de ^ y otros muchos cdices.

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S. Epifanio conoce entre los gnsticos otras variantes del

padre del diablo: una entre los Arconticos, y otra entre los Cainitas. En su noticia sobre los Arconticos:

El Salvador decia a los judios (Ioh. 8,44): ' Vosotros

venis de Satans Y ' cuando habla mentira, habla por su propia cuenta, porque tambin el padre de l era mentiroso '82. De donde vienen a decir que el diablo es Cain, pues dijo (el Salvador):

' Desde el principio era homicida Y demuestran que su padre es el dia blo; y padre del diablo el Arconte mentiroso. El cual, con blasfemia contra su cabeza (de ellos), dicen, amentes como son, que era Sabaot; en la creencia de

que Sabaot es nombre de algn dios83.

En esquema: el Arconte padre del diablo, el diablo padre de Cain, Cain hijo del diablo. tambin: Sabaot, diablo, Cain. El substrato comn, la mentira.

Los Cainitas sacaron partido de Cain. Hablando el mismo

Epifanio de Ioh. 8,44:

Tambin otras herejias apart la de los Cainitas entienden la expresin como si indicara que el padre de los judios es el diablo, y que ste a su vez tiene otro padre, y ste nuevamente otro... a saber, el que di la

Ley a Moiss 9i.

La Cainitas se acercarian mucho a Mani95 y todavia ms a

los Arconticos, mediante la triada Demiurgo (= Arconte Sa baot), diablo, Cain.

Sin embargo, ninguna de las noticias de Epifanio ofrece

garantias. La filiacin del diablo (resp. Satans) respecto al

demiurgo Arconte rsulta muy equivoca a la luz de las doc

trinas gnsticas documentalmente ms perfiladas. Que el dia blo haya podido venir mediante el demiurgo, dificil sera ne

garlo. Pero que haya provenido del, a partir del demiurgo, consubstancial con l, se me antoja gnsticamente intolrable 86.

92 Cf. ps. Justino, Cohort. ad gent. 21: vase A. Resch (T.U. X/4) p. 122. 93 Panarion 40,5,5 ss. Lo con VM, no con Holl. 94 Panarion 38,4,3 (Holl II, p. 67,4 ss.). A poco vuelve sobre lo

mismo, oscilando a merced del equivoco Cain-Judas, en el arranque de la genealogia. Vase C. Riggi, Epifanio contro Mani 272 s., nota 3 ; N. A. Dahl, a. c. 77.

93 Al Mani del propio Epifanio, Adv. haer. 66,63. Al menos entre las gnosis (heterodoxas) cristianas. Ms plausible

es la identidad entre el demiurgo y el diablo, que apunta v. gr. entre los

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En este punto rsulta singularmente explicita la doctrina valentiniana sobre las relaciones entre el demiurgo y el diablo

(Cosmocrtor): el primero de esencia animal, y el segundo de

espiritu material, procedentes ambos como substancias hete

rogneas de dos elementos informes previos. Basta indicar la ideologia de Heraclen, desarrollada en

los fragmentos 44 y siguientes 7. En la expresin , segn el va

lentiniano, el genitivo depende de . Y por tanto: vosotros sois hijos del padre del diablo; provenxs de la misma substancia de que viene el diablo 98. Al enunciar

Peratas, partidarios de la division tridica del universo. Arriba el Padre

Bueno, abajo la materia: Sentado en medio de la materia y del Padre, esta el Hijo, el Logos, la Serpiente (6 , 6 , ) en movi miento continuo hacia el Padre inmvil y hacia la materia en movimiento

(ap. Hipol., Refut. 17,2: Wendland 114,17 ss.). Segn la triada Padre/Hijo ( )/Materia sabian los Paratas re

partir dioses, intelectos, hombres y aun logos ( : Refut. V, 12,3) El Padre era el dios (intelecto, anthropos y logos) del reino superior ingnito; el Hijo, del intermedio; y el demiurgo diablo, del inferior de la Materia.

Cuando pues dice el Salvador (Mt. 7,11 et passim): ' Vuestro Padre

que esta en los cielos ' alude a aquel de quien toma el Hijo los caractres

para traerlos ac (a la Materia). Mas al decir (Ioh. 8,44): 'Vuestro padre desde el principio es homicida

' refirese al Arconte y demiurgo de la

Materia, el cual recibe del Hijo los caractres que le da y los engendra aqui; el cual (demiurgo) es desde el principio homicida, porque su tarea

es corruption y muerte. Nadie pues dice es capaz de Salud ni de retorno (al Padre) sin el Hijo, esto es, sin la Serpiente (Refut. V, 17,7-8: W. 115, 7 ss.).

El demiurgo rsulta ' homicida ', por sepultar en la materia, reino de

corruption y muerte, las semillas divinas (espirituales) los Peratas las

denominan que le vienen, mediante la Serpiente (= Hijo), del cielo.

La exegesis, demasiado csmica (cf. E. T. 22,2; 67), dice poco sobre la

identidad demiurgo = homicida (diablo). 7 Segn la numration de A. E. Brooke, The Fragments of Heracleon,

Cambridge 1891 : retenida luego por W. Volker, Quellen zur Geschichte

der christlichen Gnosis, Tiibingen 1932, p. 63 ss. es Cf. M. Simonetti, Eracleone e Origene, en Vetera Christianorum

3 (1966), y 4 ( 1967) (separat. p. 64 s.): La chiosa dal padre del diavolo =

dalla sostanza ( ) del diavolo... chiarisce che per padre del

diavolo si deve intendere la sostanza di cui questi formate, la sua natura

( ) ; ed il fr. 47 spiega che ' non dalla verit la sua natura, ma

dal contrario dlia verit, dall'errore e dalla ignoranza (

) ' : la menzogna carattere costitutivo dlia sua natura (

) si che egli naturaliter () non pu dire

la verit. Vase N. A. Dahl, Der Erstgeborene Satans 76. e Fr. 47,77 s. Brooke; cf. Volker, Quellen 84,28 s.: Dice (Heracleon)

que no solo l (el diablo) es mentiroso, sino tambin su padre. Interpre

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que su padre es mentiroso por la composition de mentira e

ignorancia caracteristica del diablo", viene a formular el prin cipio que rgula el origen de las naturalezas, por secesin cualitativa de la substancia primera. Tan rigorosamente ms debiera decirse

' madr

' 10. Pero el texto sacro le llama padre.

El esquema rsultante sria: padre la substancia mala

(natura de error y mentira), hijo el diablo. tambin, en armonia con las noticias de Tolomeo, sobre el origen de las esencias 101, el substrato espiritual maligno (

)102 sria el padre principio universal de origen para los ngeles y espiritus del mal; el

hijo ms cualificado, el diablo; y a partir del diablo, el espiritu maligno se infundiria entre los hombres hilicos materiales.

Pero ni Heraclen ni Tolomeo mencionan los trs anillos. Uno y otro asientan las premisas con una sencillez de lineas mucho ms convincente que la exegesis heterodoxa recogida por s. Agustin y s. Jernimo.

C) Decisivos testimonios de Origenes

La incursion por la exegesis de loh. 8,44 entre los ecle sisticos nos mantuvo indecisos entre el diablo y su padre, entre el mentiroso y el padre de la mentira. El tercer anillo,

correspondiente al Espiritu Santo, ha quedado en el olvido. Las trs noches de Cristo en el sepulcro evocaban a Ori

genes la triada que ibamos buscando1


medida de nuestras fuerzas y guardndonos para no nau

fragar en la fe alguna otra virtud. Primera vigilia, el padre de las tinieblas 104 y de la iniquidad. Segunda, el hijo suyo, el adversario y rebelde contra todo lo que se dice Dios u objeto de culto (cf. 2 Thes. 2,3.4). Y tercera, el espiritu contrario al Espiritu Santo1'03. Solo entonces

(luego de haber pasado las trs vigilias) creemos que en la inminencia de la cuarta vigilia, cuando la noche avanz y se acerc el dia vendra a nosotros el Hijo de Dios para serenarnos el mar, caminando sobre l106.

La noche simboliza las tinieblas del tiempo de las tentaciones. Dividese en trs vigilias, segn los trs (autores) de las tenta ciones. Origenes no recoge el trmino , pero enumera los

trs miembros, como miembros de una trinidad exactamente

paralela a la cristiana:

a) el padre de las tinieblas y de la iniquidad (

); b) el hijo suyo ( = del padre de las tinieblas), llamado

el adversario ( ), a quien Origenes describe en trminos paulinos:

' el que se levanta sobre todo lo que se

dice Dios y objeto de culto'; c) el espiritu (de las tinieblas) contrario al Espiritu

Santo ( ) Mr.

La triada que segn terminologia del comento ad Romanos

(Padre del error, Error, espiritu del error) sacrificaba al equi voco el segundo miembro, queda ahora mejor definida: padre

el de las tinieblas, hijo el adversario (o Anticristo), espiritu el contrario al E. Santo. El Anticristo destaca con suficiencia108

como hijo del diablo padre de las tinieblas.

104 Cf. Eph. 6,12. Vase Orgenes (s. Jernimo), Ad Ephes. lib. III

(ad 6,12: P.L. 26 Vallarsi 674): Post haec retractandum, a quo principatus et potestates et rectores tenebrarum mundi et spiritualia nequitiae in

caelestibus, ut hoc sint, acceperint potestatem. Et quidem dicat alius,

apostatam diabolum satellitibus suis diversa officia commisisse et non

esse harum distributionum auctorem Deum. 105 Cf. Le. 7,11; 8,2; Mt. 12,43 et passim. Vase la nota 85 en

P.G. 13,222 ad calcem. ii Orgenes, Comm. in Matth. XI, 6 ed. E. Klostermann 44,5 55.;

P.G. 13,920 C - 921 A. Cf. H. Crouzel, Thologie de l'Image de Dieu chez

Origne, Paris 1956, p. 189. ior Cf. A. Bohlig, Mysterion und Wahrheit, Leiden 1968 pp. 162-174

(Zum Antimimon Pneuma in den Koptisch-Gnostischen Texten). io8 Un fenmeno curioso ofrece s. Hilario en exegesis a Mt 14,25

(a propsito de la cuarta vigilia) [comment. in Matth. XIV 14]: Sed

9 Gregoriattum XLIX (1968) Vol. XLIX.

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Pero an perfila ms el Alejandrino, y afortunadamente en contexto bautismal. Habia anunciado Jess la Pasin (M t.

16,21): Entonces comenz Jess a manifestar a sus disci

pulos cmo tnia l que ir a Jerusaln y padecer muchas cosas

por parte de los ancianos y sumos sacerdotes y escribas, y

ser entregado a la muerte, y resucitar al tercer dia . Es con

veniente, ensefia Origenes,

que al tercer dia resucite de entre los muertos, a fin

de que arrancando (al hombre) del Maligno (

) y de su hijo en quien rsid el engano y la injusticia y la guerra y todas las cosas contrarias a las que es Cristo, y tambin del espiritu im puro que se transfigura en Espiritu Santo ( ) ob tenga para los puestos en libertad, sean bautizados el

espiritu y el aima y el cuerpo ( 7 ) en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espiritu Santo. Los cuales son los trs dias

109 que asis

ten juntos eternamente a quienes a causa de ellos se

hicieron hijos de la Luz110.

Sin el vocablo ' trinidad malfica ' ni otro anlogo, el Alejan drino se define admirablemente. La triada constituida por el

Maligno, su hijo (el Anticristo) y su espiritu estaba en pose sin del hombre, antes de ser ste bautizado en el Nombre

de las trs divinas personas.

inter haec discipuli vento ac mari differuntur, et totis saeculi motibus, immundo spiritu adversante, iactantur. Sed quarta vigilia Dominus venit:

quarto enim tum ad Ecclesiam vagam et naufragam revertetur. In quarta enim noctis vigilia, totidem sollicitudinis eius numerus reperitur. Prima enim vigilia fuit Legis, secunda prophetarum, tertia corporalis adventus, quarta autem in reditu claritatis. Sed inveniet fessam et Antichristi spiritu et totius saeculi motibus circumactam. Veniet enim maxime anxiis atque vexatis. Et quia de Antichristi consuetudine ad omnem tentationum novi tatem solliciti erunt, etiam ad Domini adventum expavescent... .

La identidad entre el espiritu inmundo y el del Anticristo no requiere pruebas. Su imperio agitado dura las trs vigilias del mundo. S. Hilario se fija en el tiempo, no en la forma que reviste el mal espiritu para cada una de ellas. Origenes y s. Hilario se completan, y al parecer no por pura casualidad.

Vase in Matth. XXXIII 2: Interpretatio autem nominis Barabbae est ' patris filius '. Jam itaque arcanum futurae infidelitatis ostenditur, Christo ' patris filium

' praeferendo, Antichristum scilicet hominem peccati

et diaboti filium . Agregar De trinitate IX 22. 109 Cf. supra p. 743. 110 Origen., Comm. in Matthaeum XII, 20 fin: P.G. 13,1029 BC.

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El individuo, hijo hasta entonces de tinieblas, resucita al tercer dia mediante la Iluminacin por el Padre, el Hijo y el

Espiritu Santo. De la servidumbre a la triada tenebrosa, pasa a poder de la Trinidad de Luz.

El hombre ofrece sus propios trs elementos espiritu, aima y cuerpo 111 dominados antes por la trinidad malfica, para habitacin de las personas divinas.

Origenes permite urgir. Las triadas diablica, antropol gica (constitutiva) y divina se corresponden. El espiritu ma

ligno con el humano y con el divino. El aima del hombre intermedia entre el espiritu y el cuerpo con el hijo del diablo y con el Hijo de Dios. El cuerpo humano con el padre de las tinieblas y el de la Luz. El habituai virtuosismo de

Origenes no pudo descuidar tan espontneo elemento de ar monia.

Fcil rsulta reconstruir segn eso su ideologia. A seme

janza de los gnsticos, sus enemigos, Origenes identifica la verdadera Resurreccin con el Bautismo. Denominale resurrec cin de entre los muertos porque afecta a un individuo domi nado por las tinieblas (o muerte). La formula misma del Bau tismo en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espiritu Santo indica los agentes divinos de la Resurreccin. El

Alejandrino senala los trs elementos del hombre, igualmente muertos e igualmente resucitados: el cuerpo, el aima, el pneuma.

Toda Iluminacin, todo Bautismo es una Resurreccin al tercer dia. Asi como toda interna oscuridad es servidumbre

mortal a la tercera vigilia nocturna. Porque las Trs divinas

personas, segn simbolismo conocido en otros lugares de Ori

genes, y aun antes de lm, estn significadas por los Trs dias que preceden a la creacin de los grandes luminares (el sol y la Luna), y paralelamente por los trs que preceden a

la Creacin del Sol de Justicia (en la Resurreccin de Cristo)11B.

111 Alusin vidente a 1 Thes. 5,23. 112 cf. Tefilo Ant., Ad Autolyc. II, 15. Vase lo que dijimos en

Gregorianum 44 (1963) 712 s. notas. 113 Cf. Clemente Al., Strom. V, 11,73,1s.: Ai tercer dia, Abrahn

alz los ojos y divis el lugar desde lejos '

(Gen. 22,4). El primer dia tiene

lugar mediante la vista de lo hermoso. El segundo es el deseo del aima

ptima. Al tercero la mente contempla las cosas espirituales, abiertos los

ojos de la mente por el Maestro que resuscit al tercer dia. Los trs dias vendrian a ser asimismo (el) misterio del sigilo ( ) mediante el cual es creido el verdadero Dios .

Clemente recoge buena parte de los elementos que se repetirn en Ori

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Volvamos a los Excerpta ex Theodoto. Aunque faite entre las paginas de Origenes la expresin enigmtica ( ), ellas registran su mejor exegesis: la trinidad de las de las tinieblas, constituida por el padre (= el Maligno), su

hijo ' el adversario y su espiritu impuro.

Como en E. T., se contrapone a la Trinidad divina que acta en el Bautismo. Por Origenes entendemos la correlacin bautismal ' a contrario ' de ambas trinidades. La divina libra al individuo de la maligna, dejndose sentir en sus trs com

ponentes cuerpo, aima, pneuma 114. Gnsticos y eclesis

ticos alejandrinos identificaban la Resurreccin de entre los muertos con la Iluminacin bautismal. Por ella el individuo es arrancado de la muerte (del pecado) en que vivia y con vertido a nueva Vida, hecho hijo de la luz.

Columbramos la triple eficacia del Bautismo (gnstico) en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo 115. El Padre acta con su Nombre sobre el cuerpo (u hombre hilico del individuo gnsticamente bautizado). El Hijo con el suyo, sobre el hombre psiquico (del neofito). El Espiritu Santo mediante el suyo sobre el pneumtico. Los trs elementos hu manos se libran de la ' triada de corrupcin El Padre le arranca del Maligno, sensible en el h. hilico. El Hijo, del ' adversario ' ( ) hijo del Maligno, sensible en el h. psiquico. El Espiritu, del espiritu impuro, radicado en el h. pneumtico.

El efecto es doble, negativo y positivo. Inatacable (

7 ) para las potencias malignas 116

por haber arrancado

genes: el simbolismo trinitario, bautismal, de los trs dlas de la resurrec cin; apunta su correlacin con lo sensible, el aima, el intelecto () pneuma humano; silencia empero la alusin a la triada maligna.

114 Entre gnsticos: hombre hilico - h. psiquico - h. pneumtico. 115 tambin mediante los Trs Nombres ( ). Nuestros gnsticos distan mucho del modalismo priscilianista que

tanto reparo hallaba en multiplicar los nombres. Cf. Prisciliano, tract. 2 (Schoepss 37,20 ss.): Baptizantes, sicut scriptum est (Mt. 28,19), in nomine patris et fili et spiritus sancti; non dicit autem in nominibus

tamquam in multis (cf. Gai. 3,16), sed in uno, quia unus trina potestate venerabilis deus trina potestate venerabilis

' omnia et in omnibus Christus '

(Col. 3,11) . Vase G. Morin, tudes, textes, dcouvertes, I Maredsous

1913, p. 158. 116 Cf. Iren. I, 21,5. Para la idea C. Anrich, Dos antike Mysterienwesen,

Gottingen 1894; W. Bousset, Die Himmelsreise der Seele, Darmstadt 1960, p. 7ss.; mis Estudios Valentinianos V p. 116 ss.; A. Recheis, Engel 142. Para el vase AtenAgoras, Suppl. 31,2. Y sobre todo 1 Tim. 3,2; 5,7; 6,14; Mart. Polycarpi 17,1.

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de si todo elemento de corrupcin, el nefito se convierte en

hijo de la Luzm. Aun el hombre espiritual, antes de Iluminado, vive sujeto

a la triada corruptora que imprime en l su propio ' sigilo

la imagen del hombre terreno. La regeneracin bautismal des

truye el sello anterior imprimiendo en su lugar otro, la imagen del Anthropos celeste.

Gi el sello, en ambos casos, lleva consigo la imagen y semejanza de un Hombre, substancialmente definido por la

por la , no sria temerario ir a buscar en la humana tricotomia las dos contrarias y paralelas correlaciones:

a saber a) el hombre (espiritual) terreno, hecho a imagen y semejanza del diablo; b) el hombre (espiritual) celeste, hecho a imagen y semejanza de Dios. Imagen connotaria la forma especie, caracteristica del hijo (de Satans, de Dios). Seme

janza, la vida dinamismo del espiritu (diablico, divino).

Imagen y Semejanza se substantivarian en el elemento (ma terial, espiritual), apropiado al padre.

117 A igual conclusion se llegaria con el estudio de 1 Cor. 15,49 en Clemente Al. (Eclog. proph. 24) y en E. T. 83,3.

La accin de la Trinidad divina sobre la triada de corrupcin a raiz del bautismo se rsum en que: (luego de) haber llevado la imagen del (hombre) terreno, lleva (desde) entonces (el nefto) la imagen del supraceleste [E.T. 80,3],

Csar es el Arconte temporal, e imagen suya terrena es el hombre

viejo, (y) a l volvi de nuevo. A ste pues hay que devolver las cosas terrenas que hemos llevado en la imagen del terreno; y a Dios las cosas de Dios. Cada una de las pasiones (es) para nosotros una especie de letra

y carcter y signo ( ). Ahora (luego del bautismo?) el Senor nos otorga otro carcter, y (nos) sefiala con otros nombres y letras, (dndonos) fe en lugar de incredulidad, y lo dems. De ese modo somos levantados de las cosas materiales a las espirituales, llevando la imagen del sobreceleste [Eclog. 24],

Posiblemente el Csar reprsenta al diablo ' principe de este mundo ',

que imprime en los hombres su propia imagen, mediante las pasiones. Estas a su vez tienen su letra, carcter y signo: denunciando, como si

furamos monedas del diablo, la pertenencia a l, por triple titulo

( ). tSria aventurado relacionar la triada

de corrupcin, previa al bautismo, con los trs rasgos a que responden

luego el nombre y carcter y letra del hombre nuevo, imagen del

sobreceleste?

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A confirmar tan curiosa exegesis de E. T. 80,3 vienen, segn noticias de Eutimio de Peribleptos, unos gnsticos m

divales, los llamados Fundagiagitas 11S.

Porque todas las herejias dicen lo mismo, los Paulicianos y los dems. Sin embargo, estos impios y ateos tienen una trinidad propia ( ), en la cual creen. Lla man padre al principe de las tinieblas, (a saber) al dia blo que cay de los cielos, como tambin ellos lo han confesado. Segn dice asimismo Cristo (Ioh. 8, 44): 'Voso tros venis de vuestro padre, el diablo Hijo (llaman) al ' hijo de la perdicin

' (2 Thes. 2, 3); y espiritu. al espiritu

de iniquidad ( )119. Esta es la triada de los impios, y a ella la confiesan y veneran. Se pu blican por cristianos, no como venidos del verdadero Cris to, Dios Nuestro, sino del Anticristo. Sobre el

' hijo de

la perdicin ' a quien los ateos e impios veneran en lugar

del Hijo de Dios y denominan Cristo, dice el Apstol escribiendo a los tesalonicenses (2 Thes. 2, 3 s.)... El Padre nuestro, segn de ellos aprendimos, lo dicen con arreglo a semejante idea. Porque llaman al diablo padre suyo (de ellos) 12.

A siglos de distancia, y sin mencin alguna de Origenes, los Fundagiagitas recogen exactamente la misma trinidad malfica que el Alejandrino; y con igual referencia, para el hijo, al texto paulino de 2 Thes. 2,3. El fenmeno no puede ser casual. Los gnsticos medievales denuncian las doctrinas y aun los

testimonia de los del siglo II. Sria interesante perseguir la trayectoria de Ioh. 8,44 y

2 Thes. 2,3 s. desde el Alejandrino hasta el Medievo. Entre los Fundagiagitas la triada diablica aparece fuera de contexto bautismal; pero se prsenta en la forma esquemtica del sim bolo de fe. Indicio de que entr tal vez con sesgo bautismal a substituir la formula trinitaria de Mt. 28,18 s.

118 Epistula invectiva contra Phundagiagitas sive Bogomilos haereticos, ed. G. Ficker, Die Phundagiagiten, Leipzig 1908, pp. 1-86. Yo cito por P.G. 131, 48 C- 57 A. Vase H. Ch. Puech - A. Vaillant, Le trait contre les Bogomiles de Cosmas le Prtre, Paris 1945, p. 140.

119 Cf. Eph. 6,12 . 1 Sam. 16,23 .

120 P.G. 131,57 . Vase Puech-Vaillant, . c. 180, quienes citan la ed. de Ficker (p. 32,lss.) y su estudio (pp. 202 s.).

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A MANERA DE CONCLUSIN

Veniamos buscando el significado de la triada de corruption ( ) de . . 80,3. No dimos con nin

gn paralelo exactamente literal. Habia binomios y trinomios orientadores. Pero hasta llegar a Origenes, no hubo modo de individuarla. Merced al Alejandrino hemos descubierto, en trs

ocasiones, la misteriosa trinidad, cuya accin malfica se de

jaba sentir en el hombre contrariamente a la benfica del Pa

dre, Hijo y Espiritu Santo. A la tnica bautismal de E. T. 80,3 respondi adems exac

tamente el ltimo de los fragmentos origenianos (Comm. in Matth. XII 20 fin).

La intervencin en el bautismo de dos triadas, una mal fica en pacifica posesin del hombre, y otra divina, poderosa para desalojar a la primera, se ofrece como doctrina co mn en los dos sectores eclesistico y heterodoxo. Entre

gnsticos, aplicada al Bautismo de Perfection, linico decisivo

y eficaz para el individuo espiritual. Entre eclesisticos, al bau tismo simple de agua y Espiritu.

De acuerdo con la correlacin entre la humana tricotomia

(espiritu, aima, cuerpo), y las dos triadas malfica y divina

(apuntada en el ltimo fragmento origeniano) es probable que la accin diablica (resp. divina) se empleara tridicamente en el hombre: la del diablo sobre el cuerpo, la de su hijo sobre

el aima, y la del espiritu sobre el pneuma del individuo. Y esto, lo mismo en la doctrina origeniana que en la heterodoxa. Salvo

siempre la diversa antropologia, demasiado substantiva entre

los gnsticos, y ms unitaria en el Alejandrino 121.

Tanto para un valentiniano 122 como para un eclesistico,

la Trinidad divina es personal en sus trs miembros. ^Lo sera

tambin la triada diablica?

Ninguno de los fragmentos de Origenes basta a demostrar lo. La distincin entre el padre diablo, el hijo Anticristo (' hijo de la perdicin ') y el espiritu de iniquidad se ofrece a primera vista, como personal, en sus dos primeros miembros. La duda

afectaria al espiritu.

121 Algo de eso se dibuja en .T. 81. 122 Segn creo haber probado en La Teologia del Espiritu Santo

(Estudios Valentinianos IV), Roma, 1966.

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Y sin embargo, en la teologia origeniana, ninguno de los

personajes de la triada maligna es (trinitariamente) personal. El diablo, personalmente ngel intelecto, qued constituido

padre de las tinieblas por la apostasia de Dios. El Anticristo, personalmente hombre, hcese hijo del diablo por una sin

gular, dinmica, participacin en la apostasia. Menos personal an, el espiritu de iniquidad viene del Anticristo para multi

plicarse y personalizarse entre hombres.

Asi al menos en Origenes. tQu pensar de los gnsticos? tHay motivo para otorgar a los miembros de la triada diab lica una personalidad paralela a la del Padre, Hijo y E. Santo?

En tesis, no rpugna que el diablo tenga su hijo predi lecto, como Dios tiene su Unignito, el demiurgo su hijo (Cristo animal). El diablo, fisicamente

' espiritu material ', po

dria engendrar un solo hijo (Anticristo), otorgndole poder para influir luego en personales

' espiritus malignos tantos

como demonios haya, en individuos humanos, personalizn dose dinmicamente no substancialmente en ellos. Si asi fuera, llegariamos a dos triadas de corrupcin: A) diablo/Anti cristo/espiritus malignos; ) diablo/Anticristo/hombres domi nados por el espiritu maligno.

Puede ocurrir asimismo que el diablo (= espiritu del mal) haya escogido un hombre para Anticristo, derramndose por entero en l, para por su medio hacer sentir el espiritu de

apostasia en el mundo. La triada sria: C) diablo/Anticristo hombre/espiritu maligno (derramado entre hombres). Tanto el

Anticristo como el espiritu del mal, personalmente hombres

llamarianse dinmicamente diablos. Por liltimo, a iiarnos de Heraclen, muy explicito sobre

el parentesco entre el padre del diablo y el diablo, la Sabi duria de Dios emiti primeramente una materia espiritual (substancia informe impersonal) el padre del diablo de que por emanacin inmediata salieron el diablo (= Cosmo crtor de Tolomeo) y toda la multitud de espiritus personales del mal. Tan hijos de la materia informe stos como el diablo. Habria en rigor una diada: materia espiritual (= padre del diablo)/diablo y satlites. Aqulla impersonal, stos personales. Para llegar a la triada de corrupcin basta que el diablo y satlites extiendan a los hombres dinmicamente su espiritu. De donde D) materia espiritual padre/izblo y satlites hijo/hombres dominados por el espiritu maligno. El Anticristo

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podia ser un hombre cualificadamente dominado por el espi ritu de la mentira, sin categoria apart en la triada.

De todas las variantes, la que mejor se acomoda a E. T.

80,3 es a mi entender la C). A ella se reduce la D). Basta eliminar en sta el primer anillo impersonal [ = materia espi ritual padre] y explicitar en el ltimo [= hombres domi nados por el espiritu maligno] la mediacin cualificada del Anticristo que hasta los ltimos dias se rvla en formas varias de serpiente... y hombre. De donde la triada de corrupcin que acta en el hombre antes del Bautismo de Regeneracin, estaria integrada por el diablo, el Anticristo, y el espiritu malo.

Las variantes de Acta Thomae, Acta Philippi y otros escri tos partidarios de la distincin entre el diablo y la serpiente dragon (resp. Leviatn) significan poco. Ni siquiera entre

barbelognsticos consta de una estricta filiacin diablica na turel 123. La comunin de espiritu y materia que caracteriza a los

' espiritus del mal

'124 se prsenta, por obra de la Sabi

duria, como origen directo del diablo y de sus ngeles. El diablo, gnsticamente, merece el nombre de padre de

las tinieblas por ser el primero y ms cualificado fruto de la substancia mala; y por adelantarse con su ejemplo a las ac ciones de sus congnres. Los hombres hilicos no son hijos naturales () del diablo por estricta generacin (' no por que el diablo engendre a algunos ')1:25, sino porque proceden de su misma substancia de origen y llevan a cabo obras seme

jantes a las suyas. El Anticristo, escogido un dia entre hombres, tampoco

vendra por generacin directa del diablo. Sera hijo del diablo, como depositario de su apostasia, e intermediario con los de ms hombres. Su influjo se dejar sentir entre psiquicos y aun espirituales para sujetarlos a la corrupcin y muerte.

No prcisa que la triada de corrupcin resida substancial mente en el individuo antes del Bautismo. Basta se le deje sentir dinmicamente, con arreglo a la humana tricotomia. Y como sta se cumple en solos espirituales, solo en ellos

adquiere su verdadera eficacia: el diablo en el hombre hilico, el Anticristo en el psiquico y el espiritu malo en el pneum

123 Vase en Gregorianum 45 (1964) 449 ss. (a propsito de la filiacin diablica de Cain).

121 Cf. Iren. i, 5,4; E.T. 48,2. 125 Heraclen, fragm. 46 ed. Volker, p. 84, s.

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tico. Como tambin a solos espirituales rgnra de lleno la Trinidad divina.

La batalla entre las dos triadas, se resuelve en una Vic toria ' sui generis La Gnosis afecta como regeneracin resurreccin a la vida del Espiritu nicamente al ele mento espiritual. Los dems el hombre hilico y el psiquico

participan de la Victoria a su propio nivel. El hilico, libre

algn tiempo del malfico influjo, se deshar irremediable mente con la muerte fisica. El psiquico recibir mejor premio, sin llegar empero a las alturas del cielo espiritual.

Gnsticamente la nica verdadera muerte y corrupcin es la vida entre pasiones materiales. La efcacia del Bautismo

perfecto consiste en redimir al espiritual de semejante corrup cin. La doctrina heterodoxa, muy lgica, demuestra aqui su

punto flaco. El Bautismo de regeneracin no prenuncia una Victoria total de la Trinidad divina sobre la triada de corrup cin. Esta desaloja el campo de la humana tricotomia, segura de arrastrar pronto a la corrupcin fisica el cuerpo ( = hombre hilico), depositario del pneuma e instrumento de su salud.

Terminemos con una consideracin histrica. La palabra

fu por vez primera aplicada a la Trinidad divina por s. Tefilo Antioqueno en torno al 18012e. En su aplicacin a

la trinidad diablica aqui en E. T. 80, 3 es posiblemente anterior. Y como, segn hemos demostrado127, denuncia

' a

contrario ' la Trinidad de incorrupcin, el testimonio de los Excerpta ex Theodoto exponente de una tradicin gnstica

alejandrina paralela a otra eclesistica, tambin alejandrina, indica la antigiiedad del trmino ( ) en su aplicacin al Padre, al Hijo y al Espiritu Santo.

Los gnsticos conocieron muchas otras triadas. De donde

pas con significado vario la trinitas a Tertuliano 12S. Consta empero (gracias a E. T. 80,3) que con el pensa

miento en Mt. 28,18 s. y en contexto bautismal, aplicaron muy

128 Ad Autol. II, 15. 127 Confirmando la conclusion a que por anlisis del contexto de

E.T. 80,3 llegaba G. L. Prestige (God in Patristic Thought, London 1962, p. 93): La triada de corrupcin se opone implicitamente a la triada de la deidad inmortal.

128 Cf. R. Braun, Deus christianorum, Paris 1962, p. 153 s.

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pronto el vocablo a la Trinidad del Padre, del Hijo y del Espi ritu. No sin contraponerle quiz por invencin propia y en circulos alejandrinos la triada diablica (padre, hijo, espi ritu), atestiguada enseguida por Origenes y siglos ms tarde

por algunos gnsticos medievales 12!>.

Antonio Orbe, S. i.

129 Entre Las Obras Famosas publicadas por la Editorial Tor de

Buenos Aires, descubro una de Paul Fval, traducida al castellano con el

titulo de La diablica Trinidad.

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La trinidad maléfica (A propósito de 'Excerpta ex Theodoto' 80, 3).pdf

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