La partícula deíctica -ί · gún los casos, como intensivos ( εὖ γε, «¡muy bien!»),...

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CFC (g): Estudios griegos e indoeuropeos 65 ISSN: 1131-9070 2011, 21 65-83 La partícula deíctica -Isabel Martín de Lucas I.E.S. Cardenal Cisneros (Madrid) [email protected] Recibido: 19 de junio de 2010 Aceptado: 30 de noviembre de 2010 RESUMEN Nos hemos propuesto describir cómo se empleaba la partícula -en los demostrativos, acotando sus condiciones de uso más allá de la simple etiqueta de «refuerzo deíctico». Como recurso del ático coloquial, los demostrati- vos con partícula señalaban siempre elementos del entorno visual o acústico del interlocutor, cuya atención se reclamaba vivamente por este procedimiento. En el artículo se localizan e intentan explicar algunos usos de los demostrativos generales incompatibles con -. Se hace un recorrido por los autores que lo emplean al objeto de establecer sus límites cronológicos, dialectales y su registro lingüístico. Asimismo, se pasa revista al inventario de formas y se analiza el singular estatus de dos de ellas: ἐκεινοσί y la fórmula νυνὶ δέ. Palabras clave: demostrativos, deícticos, partículas, -, οτοσ, νυν, dialecto ático, coloquial, Aristófanes. ABSTRACT We are intending to describe how the particle -worked in demonstratives, specifying the conditions that ruled its use beyond the stereotypical ‘reinforcing of the deixis’ label. As forms of the colloquial Attic, demonstra- tives with particle -always pointed to elements of the visual or acoustic environment of the audience, whose attention was required this way. This paper detects and tries to explain why the particle -was incompatible with some pragmatic uses of the demonstrative pronouns. We have listed both Greek authors who use it in order to determine its chrono- logical limits, dialect and linguistic register, and forms focusing two of them: ἐκεινοσί and the expression νυνὶ δέ. Key words: Demonstratives, deictics, particles, -ί, οὑτοσί, νυνί, Attic dialect, colloquial, Aristophanes. 1. INTRODUCCIÓN No disponemos de un estudio de conjunto acerca de la partícula deíctica -, que se aplica en griego a la clase de los demostrativos: a los pronombres, adverbios de lugar, al adverbio de modo «así» y al de tiempo «ahora». Y ello, aunque aparece con profu- sión en un repertorio tan central como el ático de los siglos V y IV, desde Aristófanes a Platón, Jenofonte y a los oradores contemporáneos, describiendo un itinerario que doi: 10.5209/rev_CFCG.2011.v21.3

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    La partcula dectica -

    Isabel Martn de LucasI.E.S. Cardenal Cisneros (Madrid)

    [email protected]

    Recibido: 19 de junio de 2010Aceptado: 30 de noviembre de 2010

    RESUMENNos hemos propuesto describir cmo se empleaba la partcula - en los demostrativos, acotando sus condiciones de uso ms all de la simple etiqueta de refuerzo dectico. Como recurso del tico coloquial, los demostrati-vos con partcula sealaban siempre elementos del entorno visual o acstico del interlocutor, cuya atencin se reclamaba vivamente por este procedimiento. En el artculo se localizan e intentan explicar algunos usos de los demostrativos generales incompatibles con -. Se hace un recorrido por los autores que lo emplean al objeto de establecer sus lmites cronolgicos, dialectales y su registro lingstico. Asimismo, se pasa revista al inventario de formas y se analiza el singular estatus de dos de ellas: y la frmula .

    Palabras clave: demostrativos, decticos, partculas, -, , , dialecto tico, coloquial, Aristfanes.

    ABSTRACTWe are intending to describe how the particle - worked in demonstratives, specifying the conditions that ruled its use beyond the stereotypical reinforcing of the deixis label. As forms of the colloquial Attic, demonstra-tives with particle - always pointed to elements of the visual or acoustic environment of the audience, whose attention was required this way.This paper detects and tries to explain why the particle - was incompatible with some pragmatic uses of the demonstrative pronouns. We have listed both Greek authors who use it in order to determine its chrono-logical limits, dialect and linguistic register, and forms focusing two of them: and the expression .

    Key words: Demonstratives, deictics, particles, -, , , Attic dialect, colloquial, Aristophanes.

    1. INTRoDUCCIN

    No disponemos de un estudio de conjunto acerca de la partcula dectica -, que se aplica en griego a la clase de los demostrativos: a los pronombres, adverbios de lugar, al adverbio de modo as y al de tiempo ahora. Y ello, aunque aparece con profu-sin en un repertorio tan central como el tico de los siglos V y IV, desde Aristfanes a Platn, Jenofonte y a los oradores contemporneos, describiendo un itinerario que

    doi: 10.5209/rev_CFCG.2011.v21.3

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    contina en la comedia nueva de Menandro y tiene un significativo apndice en los dilogos neoticos de Luciano de Samosata.

    Por consiguiente, se emplean demostrativos con - en escritos de carcter filosfico, en la oratoria, la historiografa y en la comedia. El fenmeno afecta al verso y a la prosa, pero siempre en textos que reproducen un dilogo o una alocucin, en una puesta en escena que nos lleva al teatro o a la tribuna del orador, a la evocacin de una animada charla en los dilogos platnicos o a la fabulacin por la que los dioses o los muertos entablan conversacin en Luciano.

    El recurso pertenece en exclusiva a la prosa dialogada (y a los yambos no lricos de Aristfanes y Menandro), quedando al margen de la tragedia, la lrica y Homero.

    Ignoramos realmente desde cundo se empleaba en tico, a falta de textos dialogados de una cierta extensin en este dialecto anteriores al siglo V. Lo que s es seguro es su uso constante en el tico conversacional de los siglos V y IV, del que informan los 647 ejemplos de Aristfanes o los 23 de la breve Apologa de Scrates de Platn.

    Pese a la amplitud del fenmeno, llegados al captulo correspondiente de las gramticas, se alude de pasada a la posibilidad de reforzar los decticos con esta partcula. Por lo comn, basta un apunte y algn ejemplo: , .

    Uno de lo motivos por los que ha quedado fuera del punto de mira de los estudios sobre la lengua griega es su transparencia y aparente univocidad. Posee un significado definido, evidente para cualquier lector, y encuentra fciles equivalencias en la mayora de las lenguas: valdra por ste de aqu, ste que aqu veis, y acompaando a un nombre podra traducirse aqu presente. No plantea problemas de traduccin. Se dira que hay poco que explicar.

    Esta naturaleza poco problemtica del refuerzo -, junto al aspecto, llammosle, expletivo que, vistas a una cierta distancia, acompaa a las partculas en general y a las enfticas en particular han permitido orillar una reflexin ms reposada sobre el tema.

    Ahora bien, desde nuestro punto de vista hay algo ms que estas peculiaridades, algo que tiene que ver con el singular estatus morfolgico de la partcula dectica - y que la sita en tierra de nadie.

    2. LA PARTCULA - ENTRE LAS PARTCULAS. PROPSITO DEL TRABAJO

    La partcula - no figura generalmente en los repertorios de partculas. S aparece en el catlogo, muy comprehensivo, de la Gramtica Griega de Schwyzer, junto a otras como -, -, -, adems de las habituales , , , , , , , etc., hasta un total de 431. Pero la monografa clsica de referencia, Las partculas griegas de Denniston, la ignora. La razn fundamental, imaginamos, sera el hecho de no con-siderarla una palabra autnoma, puesto que para Denniston partcula es una palabra que expresa un modo de pensamiento, ya sea de forma independiente o en relacin con otro pensamiento, o tambin una disposicin emocional2.

    1 1950: 566.2 Denniston (1934: XXXVII): a word expressing a mode of thought, considered either in isolation or in

    relation to another thought, or a mood of emotion.

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    Deducimos que se considera - un morfema derivativo, un sufijo que como proce-dimiento de creacin lxica produce los dobletes /, /, etc., en todo caso, no una palabra por s misma.

    El sentido original del trmino particula, calco del griego , aluda a elemen-tos heterogneos de escaso cuerpo fnico, como , , , , e incluso a prefijos como el alfa privativa, en un uso genrico que ha llegado a nuestros das, aunque la prctica habitual por lo que al griego respecta se atiene a la definicin aproximativa de Denniston y al repertorio anejo3.

    Habra en primer lugar una petitio principii entre el catlogo de partculas y su defi-nicin. Pero no es nuestra intencin entrar en la discusin del concepto y definicin de partcula, sino ms bien situar con la mayor exactitud posible el refuerzo dectico - en el lugar que le corresponde, analizando su proximidad al citado repertorio de partculas desde el punto de vista de la funcionalidad comunicativa.

    Describiremos los contextos en que aparece y su sentido en ellos, los que le estn vedados y por qu, los autores que la emplean, el catlogo de formas, la singularidad de algunas de ellas, su peculiar distribucin en el tiempo; contemplaremos tambin aspectos prosdicos, as como el dialecto y el registro lingstico al que se asocia esta partcula que, segn se ver, es pieza clave para la comprensin de los textos.

    Permtasenos, no obstante, una breve caracterizacin de las partculas griegas con aspectos esenciales sobre los que creemos que hay consenso.

    3. LAS PARTCULAS GRIEGAS

    Las partculas seran una clase de palabras invariables de difcil clasificacin por-que no son exactamente adverbios ni conjunciones. Hasta el punto de que es preci-samente la dificultad de determinar la funcin bsica de un elemento lo que lo hace susceptible de ser catalogado como partcula.

    Se acepta modernamente que el uso de las partculas en la lengua griega tiene que ver ante todo con la Pragmtica, es decir, con las estrategias empleadas para que los mensajes resulten adecuados y eficaces segn los destinatarios a los que se dirigen y el contexto en que tienen lugar. De manera que el destinarlo pueda identificar tanto la informacin propiamente dicha que se transmite como la intencin y las actitudes del hablante.

    Entramos en el vasto terreno de la construccin e interpretacin del discurso: el mantenimiento del hilo discursivo, marcadores del discurso (ordenadores, reformula-dores, focalizadores, operadores del discurso, controladores del contacto), la deixis, las tcticas para sealar la informacin nueva y la compartida. Y en el no menos am-

    3 A propsito de su defi nicin, funcin y catlogo, vid. J. Redondo (1989: 261-266) y J. A. Berenguer, (1992: 55-76). Los testimonios antiguos ms signifi cativos se localizan en Aristteles (Po. 1457 a), Dionisio Tracio (Grammatici Graeci I, 1) y Apolonio Dscolo (Coni. 2.1, 1.249, 1.252 y 1.257). Sirvan de ejemplos de la prctica en uso, J. Blomqvist (1969: 20-21), quien remite a la defi nicin de Denniston , o Sicking (1993). Tambin Lpez Eire (1996) en su estudio sobre la lengua coloquial de Aristfanes trata la partcula dectica en el captulo dedicado a la dexis en el nivel conversacional (pp. 11-114) mientras dedica uno especfi co a las partculas-palabra.

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    plio de la modalizacin, es decir, de los procedimientos que permiten al hablante mos-trar su actitud ante lo dicho o frente al destinatario4.

    El inventario de los recursos pragmticos entronca con la Gramtica en la medida en que ambas, Gramtica y Pragmtica, comparten un mismo objeto de estudio, aun-que desde perspectivas diferentes.

    El hecho de que la Pragmtica se interese por la funcionalidad comunicativa trae como consecuencia que aparezcan juntos elementos lingsticos muy diversos desde el punto de vista morfolgico, un repertorio de recursos que desborda el conjunto de los elementos lingsticos a que nos referimos, las partculas. Pero en su seno encuentran explicacin la mayor parte de sus peculiaridades. Palabras que originariamente son verbos (el imperativo o el parenttico ), adverbios (), pronombres () pueden desencadenar un proceso inferencial que conduce al destinatario desde el sig-nificado literal hasta el intencional propiciando su transformacin en partculas.

    De algunas partculas se piensa que originariamente pertenecieron a otras catego-ras (, , ), de la misma forma que en espaol coloquial bueno, vaya, toma, venga, oye, oiga se emplean con un valor prximo al de las partculas griegas. Y que en la medida en que se desdibujan como pronombres, verbos, etc., van ganando en sutileza expresiva.

    Casi todas tienen acomodo en el exhaustivo catlogo de funciones al que hemos alu-dido. , estructuran la informacin; las de carcter enftico (afirmativo, intensivo, determinativo o limitativo), , , , , , focalizan la atencin (en cuanto a), especifican (en concreto) o sirven de refuerzo argumentativo (claro), etc.

    Las partculas presentan una inconsistencia que en lo formal se manifiesta en un escaso cuerpo fnico -a veces adems son tonas- y en su tendencia a amalgamarse con otras partculas, en lo sintctico en la dependencia respecto de otras partes del enunciado, fijndose en lugares concretos del discurso y en lo semntico en su versa-tilidad o polivalencia.

    Por poner un ejemplo, digamos que la partcula se emplea unas veces para mi-nimizar parcialmente el contenido proposicional de un enunciado en el marco de la cortesa verbal (, yo al menos). Otras veces funciona como focalizador realzando o enfatizando una parte del enunciado con resultados que se catalogan, se-gn los casos, como intensivos ( , muy bien!), asertivos o restrictivos. Incluso, en ciertos contextos adquiere un tono emocional especfico que sugiere irona o sor-presa5, o introduce connotaciones emotivas desde la ptica del interlocutor6, etc.

    Vamos a repasar brevemente las caractersticas de -, cotejndolas con el perfil genrico de las partculas7. Empecemos por el inventario de formas antes de abordar su funcin.

    4 Una justifi cacin de este enfoque y sus apoyos, por ejemplo, en M. I. Martn Lpez (1993: 219-234).5 Denniston (1934: XXXVIII-XXXIX).6 M de los ngeles Durn (2000: 61-62). En el artculo se interpretan con bastante sutileza ciertos usos

    de las partculas especialmente de , , - a la luz de las funciones generales de la comunicacin ftica, metalingstica, referencial, etc.

    7 Para un anlisis ms detallado, remitimos a nuestros trabajos sobre la partcula dectica en Aristfanes (Martn de Lucas 1996), en Lisias (1997) y al captulo correspondiente de nuestra Tesis Doctoral (1993).

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    4. CATLOGO DE DEMOSTRATIVOS CON -

    A diferencia de la mayora de las partculas, - se vincula a una sola clase de pala-bras, los demostrativos, en los pronombres -, , , , , , , -, adverbios de lugar -, , , , , , -, de tiempo --, y de modo - y .

    El demostrativo reforzado es una rareza: aparece contadas veces en Aris-tfanes, una vez en la tercera Filpica de Demstenes y otra en el Caronte de Luciano. Ya nos hemos referido en otros trabajos al peculiar uso de , que podramos ca-lificar de paradjico8. Este demostrativo aparece reforzado por - en Aristfanes once veces y en contextos sumamente curiosos, porque se refiere siempre a sujetos que no intervienen en la accin: personajes mudos, espectadores, miembros del coro antes de intervenir o figuras imaginarias en la lejana. Pudiera pensarse en una cierta contra-diccin entre la funcin de la partcula, que seala un elemento del espacio compartido por hablante e interlocutor, y el sentido de .

    No se documenta tampoco ningn adverbio con - formado sobre el tema de /.

    Parece claro que el adverbio equivala a un all, indicando lo que queda fuera, del otro lado, en la lejana9. Lgicamente era el adverbio empleado para hablar del Hades, como hace de manera reiterada Platn10. En los Dilogos de los muertos de Luciano se invierte el sentido de aqu y all: es el Hades y el mundo de los vivos11, cambio de perspectiva que hara sonrer a los lectores.

    Fuera de Aristfanes y Aristteles tampoco aparece , formado sobre , un de-mostrativo que a lo largo del siglo IV est siendo marginado del sistema de la deixis. En la propia comedia aristofnica se encuentra en evidente recesin frente a 12 y parece refugiado en un par de usos: el catafrico (a cargo de , , ) y la presentacin de personajes, en competencia con . ha invadido todos los frentes de la deixis. Alterna con en la alusin

    de los objetos ms alejados y con en la referencia al propio hablante (A. 129, 367, Av. 313, 1123) y en la designacin de los objetos que lleva en la mano (V 255, 1329, Ec. 1083, Pl. 790). Es anafrico y catafrico (E 48, 418, N 1409).

    Se llega incluso en una misma frase a la inversin de las esferas correspodientes

    8 1996: 165 ss.9 La oposicin fundamental marcada por los demostrativos en los discursos de Lisias se produce entre

    , que seala lo presente, es decir, el mbito del juicio o la reunin, y , que se refi ere a lo ausente ( Ledesma 1987).

    10 Ap. 41 b (investigando y examinando a los de all como a los de aqu). Igualmente, para referirse al Hades, 41a, 41c y 41c.

    11 1,4, (Diles que no lloren ni se afl ijan una vez que los hayas contado la igualdad que aqu impera, y que van a ver que los ricos de all no son aqu mejores que ellos). Igualmente, en 8, 13, para referirse a un vivo: ; (y entonces l, qu hizo?).

    12 Para dar idea de la proporcin en el uso de uno y otro, podemos colocar los ejemplos de , frente al volumen abrumador de , : 13/112 en el cmputo global; La asamblea de las mujeres prescinde de los primeros y emplea 19 veces los segundos; cifras similares ofrecen La paz (2/20) y Los acarnienses (3/15).

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    a y : el primero aplicado a la del interlocutor, el segundo a la del hablante (Av. 17-18)13.

    A finales del siglo IV ya slo se emplean , y y este panorama es el que con pocas variaciones reedita Luciano en sus dilogos14. En los demostrativos con partcula dectica queda un nico mbito espacial de deixis, el de lo visible y lo presente, aquello que se puede sealar y que verbalmente registra el pronombre .

    El contraste mayor corresponde a la presencia constatable de un individuo, marcada por , frente a la ausencia irreparable cuando se trata de un difunto con :

    Pl. Apol. 21 a , Y de ello podr dar testimonio su hermano, aqu presente, pues l ha muerto.

    5. PROSODIA

    Cualquiera que sea el dectico al que se aplica el refuerzo, pierde su acento en favor del final tnico -, de manera que invariablemente la palabra resultante es oxtona.

    La aplicacin de - a los pronombres y adverbios decticos se encuadrara, segn Vendryes, en el fenmeno de la , en el sentido de que la adicin de una par-tcula, en nuestro caso tnica, comporta una modificacin del acento de la palabra a la que se aplica: /, /, /15.

    En este punto, el comportamiento de - no difiere del de otras partculas tnicas: + - > como + > (por cierto tambin enftica, intensiva y determinativa).

    La partcula -, que es recurso de la lengua hablada, cuando se aplica a un demostrati-vo con vocal final provoca la elisin de sta si es breve, y se mantiene si se trata de larga:, , , , , , , , , , , frente

    a , , , Y no siempre lo hace directamente, sino que pueden aparecer otras partculas inter-

    puestas (, , ) dando lugar a las formas , , , , , , , , , , , , 16.

    Frente a lo observado en otras asociaciones de partculas, aqu no se perciben sig-

    13 Se trata del comienzo de Las aves. Pistetero y Evlpides van caminando cada uno con un ave en la mano, que les debe guiar hasta el mundo de los pjaros, cuando el segundo se lamenta del gasto intil de la compra: / , (Y nos vendi este grajo, un hijo de Tarrlides, por un bolo, y esa otra por tres). Evlpides lleva un grajo () y Pistetero una corneja (), como se deduce de los versos 5-8.

    14 Con la excepcin de que en Luciano no se registra ningn ejemplo del omnipresente .15 J. Vendryes (1904: 233) El caso ms frecuente de se da cuando una palabra tnica se

    alarga con una encltica:, / , / / / , / , / (92). Hay que resear algn comportamiento atpico del demostrativo que lo alinea con los proclticos. Nos referimos a la norma inexplicada- que obliga a acentuar el verbo en , , , , (Bally 1945: 109-110). En el caso de se ha invocado la huella de un acento de enclisis (Vendryes, 1904: 109).

    16 Todas ellas en Aristfanes excepto y , contabilizndose un total de 29 ejemplos. La ms frecuente es con 11 ejemplos. Tambin era posible el orden inverso: , etc.

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    nificados combinados distintos de los aportados por cada una. La partcula dectica - tiene siempre un significado neto que se suma al de , , .

    6. FUNCIN DE LA PARTCULA

    Como veremos a continuacin, la partcula -, al igual que otras partculas del tico coloquial, se relaciona directamente con las funciones conativa y ftica -influir sobre el interlocutor sin permitirle perder el hilo de la conversacin- y expresiva a modo de subrayado personal-, concretndose su sentido en cada situacin con el apoyo de la gestualidad y la entonacin17.

    La partcula dectica tiene como funcin atraer la atencin del interlocutor hacia un elemento del entorno fsico sea espacial o acstico. Con ella se seala verbal-mente y puede acompaarse con un gesto corporal algo que se encuentra a la vista del interlocutor o que ste acaba de or o va a or inmediatamente. Por esta razn, la partcula dectica nunca se aplica al demostrativo con el valor apelativo de eh, t!, tan frecuente, por ejemplo, en la comedia aristofnica:18

    Ar. V. 1364 Bdeliclen (a Filoclen) Eh, t, t!

    En cambio, puede aplicarse a cualquier demostrativo que aluda a algn elemento de la indumentaria -visible para l-, un instrumento que lleve en la mano, etc. Tambin el hablante puede usarlo para referirse a su propia persona o a elementos de su entorno:

    Ar. Lys. 1087 .Prtano: Puesto que nosotros, los hombres, ya veis en qu estado nos encontramos.

    En la comedia se refuerzan con la partcula dectica las alusiones a personajes que entran en escena19:

    Men. Dysc. 608

    17 A. Lpez Eire (1996: 133) dice algo muy parecido a propsito de las partculas en general: Las partculas son elementos fundamentales de la lengua o, mejor dicho del habla tica coloquial por cuan-to que, estrechamente vinculadas a la funcin conativa, a la ftica y a la expresiva, slo nos permiten percibir netamente su funcin y sentido si son contemplados en medio de un contexto y de una situacin concreta, determinadas y aderezadas con la entonacin y la mmica debidas.

    18 Lys. 728 , ; t, adnde corres? La comedia de Aristfanes proporciona 36 ejemplos de en esta funcin, pero ninguna de las 75 veces que aparece lo hace en este sentido.

    19 Otros ejemplos: Ar., Lys. 727, Men. Dysc. 753 () . () () . . Dysc. 47 ] / ~[]~ .

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    Getas: Mira, aqu viene el dueo con sus invitados.

    Ar. Lys. 77 Lisstrata: Aqu viene Lmpito.

    Luc. DMor. 30. 1 Minos: Que el bandido Sstrato que est aqu

    Tambin sirve la partcula para presentar objetos. Si a continuacin se alude a ellos, se emplea el demostrativo sin refuerzo20:

    Ar. Ec. 1012 . ;Vieja primera: He aqu algo que te obligar.Joven: Qu es eso?

    De manera inversa, puede aparecer primero un demostrativo sin refuerzo y a continuacin la forma con - para ofrecer una alternativa21:

    Ar. Ec.1074 , . .Vieja tercera: No te burles de m y sgueme por aqu.Vieja segunda: Por aqu ms bien.

    Como hemos visto, por su naturaleza enftica la partcula - no se emplea por segunda vez para el mismo referente al que se acaba de presentar con un refuerzo dectico. Y en virtud de su genuino carcter dectico tampoco seala al interlocutor mismo con un eh t!.

    Por idntica razn, por no encontrarse el objeto aludido a la vista del interlocutor, tampoco se usa en aquella situacin, tpica de la lengua coloquial, en la que alguien dentro de casa interroga al que est llamando a su puerta: ; Nunca, * puesto que el referente del demostrativo no es visible:

    Ar. Ac. 395- ;- ;

    20 Como observa E. Rodrguez Monescillo a propsito de la comedia de Aristfanes (1975: 11), la lengua coloquial emplea una tcnica de claroscuro. Hay puntos culminantes destacados directa o indirectamente. Y en este juego entran los demostrativos con y sin partcula.

    21 Otro ejemplo: Ec. 1083.

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    Criado: Quin es?Dicepolis: Est Eurpides en casa?

    Suelen catalogarse como anafricos o catafricos los demostrativos relativos a una palabra o una frase anterior o posterior. En el caso de los demostrativos con refuerzo - es una etiqueta con implicaciones distintas. Dado que se recrea o se refiere una conversacin, los decticos con partcula - se dirigen a las palabras que flotan en el ambiente o apuntan a las que se van a pronunciar, como parte de su entorno sonoro. No se trata, pues, de anafricos o catafricos, sino de autnticos decticos22:

    Pl. Apol. 21 b ;Pues yo al or estas cosas reflexionaba del siguiente modo: qu dice realmente el dios

    Pl. Apol. 22 e , ,A partir de esta investigacin (que acaba de relatar), atenienses,

    Aqu tambin la partcula subraya los usos genuinamente decticos de los demos-trativos. Es imposible rastrear en esta poca entre la infinidad de ejemplos de la par-tcula - alguno sin la presencia fsica de un interlocutor o auditorio.

    En cuanto a la deixis temporal y modal de los adverbios , , , podra-mos decir que opera de modo indirecto.

    Los adverbios de modo y presentan un tipo de deixis similar al de los demostrativos de cualidad , , etc., en el sentido de que denotan algo intangible -el modo, la cualidad- apuntando a acciones u objetos visibles. Com-prense y en sendos pasajes de Aristfanes:

    Au. 948-949, , Poeta: Me marcho, y cuando me haya ido cantar de esta manera: Clebre, Musa

    del trono dorado

    Nu. 690 ; , , . Estrepsades: Que cmo lo llamara? As: Aqu, aqu, Amynia.

    En el fragmento siguiente de Aristteles dos sealan los comportamientos correspondientes a los modos de ser recin mencionados (moderados y mansos/ licen-ciosos e iracundos). Contrasta esta indicacin precisa de con el uso de cuando ms adelante habla en trminos generales (de tal o cual manera).

    EN II 1103b 15 , , (20)

    22 Anafrico tambin, Pl. Ap. 17 d, 20 d, 37 a.

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    , . . . , (25) , .

    Unos se vuelven moderados y mansos, otros licenciosos e iracundos, los unos por haberse comportado as en estas materias, y los otros de otro modo. En una palabra, los modos de ser surgen de las operaciones semejantes. De ah la necesidad de efectuar cierta clase de actividades, pues los modos de ser siguen las correspondientes diferen-cias en estas actividades. As, el adquirir un modo de ser de tal o cual manera desde la juventud tiene no poca importancia, sino muchsima, o mejor, total.

    Por lo que se refiere a , la mayora de las veces se produce una coincidencia entre el ahora y el aqu como deixis espacial, pero un porcentaje de los ejemplos se aparta de ello. La deixis se vuelve entonces algo ms abstracta, si bien puede seguir acompandose del gesto de sealar:

    Ar. Au. 476 .Evlpides: As que el padre de la alondra ahora est enterrado en Cfalas.

    Los tribunales son un escenario propicio para los refuerzos decticos. En efecto, las distintas partes personadas en el juicio suelen llamar la atencin del jurado hacia el acusado, el acusador, las palabras recin pronunciadas, la sentencia emitida, etc.

    Luciano de Samosata reproduce este uso tradicional en el fingido pleito de la Retrica contra l mismo del Bis accusatus, cuyo proemio parodia distintos pasajes de Demstenes23:

    Bis acc. 26 Retrica: Obtener de vosotros la misma benevolencia en este juicio

    Bis acc. 27 , , Retrica: Pues yo, jueces, a ste, cuando no era ms que un muchacho

    En la oratoria judicial del siglo IV, no tan alejada del teatro, se observa una foca-lizacin de los demostrativos con partcula en unos pocos elementos aludidos, que son el ahora del juicio y la parte contraria. Por ejemplo, en el Contra Timarco de Esquines se dirige insistentemente hacia su oponente, hasta el punto de que cuando se menciona el nombre de Timarco el demostrativo con - siempre aparece a continuacin, en una frmula consagrada24. , con 12 apariciones, seala siempre

    23 Esta splica inicial parodiara el proemio del De corona y el resto se inspirara en la 3 Olintiaca (Gil 1970: 28).

    24 Aeschin. 1, 1, 11, 25, 34, 39, 41, 42,43, 47, 50, 51, 53, 64, 89, 93, 103, 111.

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    Isabel Martn de Lucas La partcula dectica -

    la vista oral25. Cuando espordicamente seala con - otros elementos del entorno fsi-co remarca expresamente que se encuentran a la vista:

    Aeschin. 1, 74 .Ved a stos de aqu, que se sientan a la puerta de los burdeles.

    Aeschin. 1, 49 , .Y yo ya veis las muchas canas que tengo, pero l no.

    En la Apologa de Platn se insiste en reforzar con la partcula el hecho de la condena:

    Ap. 39 e Acerca de este hecho acaecido

    Ap. 40 a Lo que acaba de sucederme ahora mismo

    Ap. 39 e y 40 a presentan dos alternativas formales con refuerzo dectico para un mismo referente. En el primer caso lo sealado es el hecho en s y en el segundo el momento en que ocurre ( acta como determinante de la misma manera que ).

    Como vemos, seala el entorno temporal inmediatamente anterior y puede hacerlo tambin en relacin con lo inminente26, en lo que podramos llamar usos ana-frico y catafrico:

    Ap. 33 d Y que ahora mismo subiendo a la tribuna me acusaran y se vengaran

    En suma, la partcula dectica - viene a subrayar la funcin propiamente dectica de los demostrativos: llamar la atencin del interlocutor hacia elementos, momentos o acciones del entorno fsico en el contexto de una conversacin o un discurso. Otros usos asumidos por los demostrativos, como el de la apelacin a la segunda persona (eh, t!), el anafrico o catafrico del discurso escrito y cualquier otro compatible con un referente no perceptible por los sentidos le estn vedados.

    25 Tim. 8, 22, 25, 77, 79, 86, 87, 111, 144, 158, 187. La forma base aparece 17 veces.26 Lpez Eire (1996) constata esto mismo cuando afi rma que signifi ca a todas luces algo ms

    que , a saber: la inmediatez en el presente o en el futuro (p. 111).

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    7. REGISTRO LINGSTICO

    Por lo que hace al registro lingstico, parece claro que se identificaba como un recurso de la lengua coloquial27. Los datos son contundentes: no se emplean demos-trativos de este tipo en la tragedia, ni en la lrica y tampoco en los pasajes de carcter trgico o pico que se insertan en el dilogo de la comedia. Se trata de una incompa-tibilidad con el gner o el nivel de lengua y no con el metro, como lo demuestran los hexmetros no picos de la comedia aristofnica, en donde s aparecen28.

    Entindase coloquial en el sentido de tico dialogado estndar, tal como lo usa un maestro cuando argumenta ante sus discpulos (Platn), un orador frente el tribunal (Lisias, Esquines, etc.) o cualquier ciudadano de Atenas charlando con sus conveci-nos sobre el escenario de la comedia (Aristfanes, Menandro). Es decir, nos estamos refiriendo a la lengua hablada por el comn de los atenienses en sus conversaciones cotidianas29.

    Obviamente, los textos en que aparece la partcula dectica pueden teirse de fami-liaridad o adoptar un tono provocador o desvergonzado, si es voluntad del autor, pero se har en todo caso acudiendo a medios distintos del que nos ocupa. Lo que parece descartado es que la partcula dectica pudiera introducirse en contextos picos, trgi-cos o de un delicado lirismo.

    El gesto de sealar y su correspondencia lingstica, que es la partcula -, sirven en primer trmino a la inmediata comprensin en las situaciones de la vida prctica, re-solviendo ambigedades y evitando equvocos, objetivo importantsimo de la lengua coloquial. Y en segundo trmino, como subrayado expresivo que es, tiene que ver con el nfasis y la transmisin de las emociones, que son mecanismos de la comunicacin en el lenguaje diario30.

    Coloquial es la lengua de la oratoria. Aun reconociendo las diferencias que se per-ciben, por ejemplo, entre Demstenes e Iscrates, la retrica griega de los siglos V y IV es esencialmente un discurso oral, que se acomoda as a la demanda de la polis. Interactivo en sumo grado, busca sobre todo y por encima de todo atraerse a los oyen-tes como copartcipes de la opinin sostenida o la accin propuesta, implicndoles en ellas, y por eso mismo se apega con ahnco a la realidad concreta del momento31.

    Incluso los loggrafos, como Lisias, cuando elaboran sus discursos intentan imitar

    27 Sobre el trmino coloquial en griego, puede consultarse M. Martnez (1998-99: 369-392), donde se ofrece una panormica de los sentidos que se le han dado al trmino y una clasifi cacin de los recursos de la lengua coloquial en griego, entre los cuales estara el empleo de - dectica.

    28 Ar. Pax 1063-1114 (, , , ) y 1270-1301 () (I. Martn de Lucas 1996: 163).29 Yves Duhoux (Rijksbaron ed. 1997: 18) lo llama griego oral o griego hablado, y lo convierte en

    eje de su investigacin sobre las partculas en los siglos V y IV. Rijksbaron en la Introduccin se muestra excptico sobre una posible reconstruccin de la lengua hablada a partir de los testimonios del griego escrito (1997: 5).

    30 W. Porzig (1974).31 Lpez Eire (2001: 120). Segn Walter Ong (1982: 23-50), el lenguaje del verdadero y originario

    discurso retrico, que es el discurso oral, es pattico o emocional, redundante, participativo, situacional. Frente a l, la escritura es diairtica, divide y distancia, aleja la palabra del sonido, ya que la palabra escrita no se encuadra en las circunstancias mltiples de la relacin hablante/oyente.

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    Isabel Martn de Lucas La partcula dectica -

    el estilo improvisado de la lengua hablada para parecer ms espontneos y dignos de confianza32.

    Si en cualquier dilogo la comunicacin es cosa de dos, en la comedia lo es de tres. El personaje que habla se dirige a su interlocutor en la ficcin, pero Aristfanes o Menandro se cuidan bien de que lo que dice sea entendido por el pblico, de manera que cuando seala est guiando simultneamente a ambos hacia el objeto.

    No parece necesario justificar el carcter coloquial de los dilogos de Platn, de-fensor a ultranza de la primaca de la palabra sobre la escritura, de la enseanza oral sobre el autodidactismo de la lectura33 e interesado sin duda en mantener y reforzar todos aquellos elementos que pudieran aadir naturalidad y verosimilitud a sus re-construcciones, como lo son los demostrativos con partcula.

    A propsito de la Apologa de Scrates debemos hacer algunas precisiones, por-que a veces se interpreta como un texto no dialogado, lo que nos parece equivocado, al menos por lo que se refiere al uso de las partculas34. En primer lugar, aunque el destinatario ltimo de los sucesivos discursos de Scrates es el tribunal, el acusado se permite interrogar largamente a Meleto35 y sus contestaciones quedan registradas. Y, en segundo lugar, porque en lo dems habla directamente a los jueces, como era costumbre, involucrndoles en su estrategia de defensa, pidiendo su asentimiento, hacindoles recomendaciones e intentando incluso condicionar el comportamiento de stos despus de su muerte. Un juicio es una suerte de dilogo a varias bandas con sus estrictos turnos de palabra establecidos en el marco procedimental de la justicia ateniense y as nos lo recuerdan las continuas llamadas de atencin a los asistentes mediante la partcula dectica -. No debe confundirnos el hecho de que Platn se in-terese por transcribir las palabras de Scrates antes que las rplicas o los testimonios de otras partes del proceso.

    La aparicin de demostrativos con - en Aristteles (, , ) en textos formalmente no dialgicos dado que no se concede al interlocutor un turno de palabra (Poltica, Metafsica, tica, Potica), se explica por su condicin de lecciones, en estrecha relacin con los cursos orales y su enseanza en Asos, en Mitilene y en el Liceo. Despus de impartir sus lecciones Aristteles las precisaba y enriqueca con las aportaciones surgidas del subsiguiente debate 36.

    32 Lpez Eire (2001: 116).33 Luis Gil (1995: 28). Por exigencias de la misma lgica de su pensamiento, Platn defenda el

    : Si el logos reproduce imperfectamente las formas ideales columbradas entre las bru-mas del recuerdo, su imagen o pintura, el logos gegrammenos nos aleja tambin en un segundo grado de su conocimiento.

    34 Por ejemplo, Duhoux (1997) se propone estudiar la distribucin de las partculas en las partes dialogadas y no dialogadas del corpus (Menn, Apologa, Protgoras de Platn, el Banquete de Jenofonte, Las tesmoforiantes, de Aristfanes y Edipo en Colono de Sfocles), para lo cual clasifi ca los textos en dialogados, Menn, por ejemplo, y no dialogados, como la Apologa, qui ne comporte que quelques rares dialogues (p. 21). Creemos tambin que las variables elegidas (dialogado/no dialogado; escnico/no escnico) deben manejarse con muchsimo cuidado.

    35 Ap. 24 d-27 e.36 De los cursos y tratados de Aristteles se han ocupado W. Jaeger (1912) e I. Dring (1950: 57-59). Los

    editores modernos de Aristteles suelen insistir en este carcter oral (Poltica, Madrid, Gredos, 1994, pp 9-10, Metafsica, Madrid, Gredos, 1994, pp. 7-8. tica Nicomquea. tica Eudemia, Madrid, Gredos, 1995, p.9).

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    El uso de demostrativos con presupone un auditorio al que Aristteles se dirige y del que encontramos otros indicadores formales, como el t al que apela la argu-mentacin de este pasaje:

    Aristteles, Metaph XII, 1071 a 15 .

    [20] : , , , , .

    Los principios inmediatos de todas las cosas son el esto primero en acto y otra cosa que es potencia. Por tanto, aquellos universales no existen, ya que el individuo es prin-cipio de los individuos. En efecto, el hombre es principio del hombre en general, pero no existe ningn hombre tal, sino que Peleo lo es de Aquiles, y tu padre lo es de ti, y esta B en particular de este BA, si bien la B en general lo es de BA en general37.

    Vemos cmo con se seala lo particular y concreto, frente a lo general que prescinde de l.

    En fin, el carcter coloquial de - la situara, pensamos, junto a partculas como o 38, en cuyo uso predominan tambin las funciones conativa y ftica. A diferencia de -, de stas sabemos que proceden de imperativos. Ambas estn presentes en Aristfa-nes ya con valor de partculas39 y conocen un desarrollo posterior en la prosa helenstica.

    8. CRONOLOGA

    El marco cronolgico de la partcula - tiene como lmites Aristfanes y el poema medieval Digens Akritas:

    IV, 482 , , , 40 T, queridsimo, como es la primera vez, inexperto eres de todo amory cario, segn dijiste, y ahora sufres por m y tal vez dices la verdad

    37 La traduccin es la de T. Calvo, Madrid, Gredos, 1994.38 Este originario imperativo no se registra en poesa arcaica, tragedia, Herdoto, Tucdides ni en los

    oradores ticos. En la poca clsica aparece slo en Aristfanes (yambos excepto Nu. 422), Jenofonte (slo estilo directo) y Platn.

    39 Segn Lpez Eire (1991: 50), as lo atestiguan pasajes en los que preceden a imperativos: Ar. Eq. 997 , Nu. 881 .

    40 En la versin del manuscrito Grottaferrata, la ms antigua (s. XIV). La frmula conlleva ciertas implicaciones mtricas: sobre recae el acento facultativo de la segunda slaba del verso poltico y el acento de la partcula tnica que le sigue convierte el ritmo ymbico general en anapstico, libertad mtrica que es un rasgo caracterstico del manuscrito Grottaferrata (cf. Digens Akritas/ , Barcelona, 1981, pp. 59-60).

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    Isabel Martn de Lucas La partcula dectica -

    Si hacemos caso a una parte de los manuscritos habra otro ejemplo de en Herdoto, sorprendente porque se tratara de un hapax, por el dialecto y por el hecho de que no aparece en un contexto de dilogo:

    Hdt. VII, 229 ,

    , Soy de la opinin de que los espartiatas no habran manifestado indignacin alguna

    hacia ellos. Pero el caso es que, como uno de ellos haba muerto y el otro, que poda esgrimir el mismo pretexto

    Vaya por delante que tanto Hude como Rosn en el texto de sus ediciones respecti-vas de las Historias optan por la forma sin partcula dectica ( )41.

    Aqu se cruza la cuestin debatida de hasta qu punto los aticismos de la obra de Herdoto se deben al propio escritor o a la tradicin posterior, incluida la papircea42.

    Para el caso de , se planteara la duda de si hay que interpretarlo como uno de los muchos aticismos que penetraron en la prosa jonia desde mediados de siglo y en Herdoto en particular por su vinculacin a Atenas, o bien se trata de una forma introducida con posterioridad en la transmisin del texto.

    Nos parece ms probable la segunda hiptesis por las razones siguientes:

    a) Aparece esta nica vez en toda la obra de Hrodoto, hecho sorprendente si tene-mos en cuenta la abundancia de pasajes dialogados y de demostrativos dentro y fuera de ellos, incluida naturalmente la forma .

    b) No cumple los requisitos que observamos en los escritores ticos, puesto que no se inserta en un dilogo ni se dirige a un hipottico auditorio.

    c) Est atestiguada slo por una parte de la tradicin, frente a otra que presenta .d) La frmula se hizo muy popular en la koin, donde la emplean escritores

    de cualquier origen y condicin, sin identificarla como aticismo. Curiosamente, es el aticista Luciano de Samosata uno de los pocos escritores posclsicos que no la emplean, siendo as que, como veremos, su prosa nos proporciona infinidad de ejemplos de demostrativos con partcula dectica.

    En efecto, si prescindimos de la frmula , los horizontes de la partcula - se estrechan sensiblemente, circunscribindose al dialecto tico del periodo clsico de Aristfanes a Menandro y a unos pocos autores posteriores, aticistas en un grado u otro (Luciano, ocasionalmente Plutarco y Estrabn, y Ana Comneno).

    Aristfanes es el escritor que mayor riqueza de formas y usos ofrece. Nada extrao tratndose de teatro, con el movimiento escnico que implica, y de una propuesta que se dirige al pblico ateniense llevando al escenario los tipos y el habla de su ciudad.

    Dentro de la obra de Platn la mayora de los ejemplos de la partcula - se con-

    41 Respectivamente, Oxford 1927 ( a P) y Stuttgart-Leipzig 1997 ( AB CTMP).42 Dado que los arquetipos de las dos principales familias son del siglo I o II d. C sus coincidencias

    deben remontar al menos de poca helenstica (Untersteiner 1949).

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    centran en la Apologa, sea porque el marco lo favorece, por el nivel de lengua del discurso o por pertenecer a los escritos de juventud de Platn. Lo cierto es que en el Fedn, notablemente ms extenso, slo encontramos una forma, , y dudosa43.

    La comedia, de nuevo con Menandro, se presenta como el vivero ms productivo, equiparable por su frecuencia a Aristfanes. Los primeros trescientos versos del Dscolo concentran quince ejemplos, que arrancan en la escena inicial de presentacin de los personajes44. Se observa, eso s, una drstica reduccin de la rica variedad de formas de la comedia aristofnica, explicable por el proceso de simplificacin experimentado por los demostrativos con - en el curso del siglo IV.

    Despus de Menandro hay que esperar a Luciano de Samosata para encontrar un uso sistemtico de los decticos con refuerzo, aunque desde luego bastante estereotipado. Se contabilizan 36 ejemplos de demostrativos con partcula, repartidos a lo largo de su ex-tensa produccin, exceptundose un puado de opsculos que por su brevedad o ausencia de dilogo no ofrecen ningn ejemplo, como El sueo y Sobre la muerte de Peregrino.

    Podemos destacar algunos contextos propios, como cuando se anticipa con una llamada de atencin a cargo de la partcula 45:

    Luc. DMor. 25, 1: , , .Nireo: Mira, Menipo, que est aqu, juzgar cul de los dos es ms hermoso.

    Incluso se advierte una insistencia cmica de Luciano en que el demostrativo con refuerzo - se acompaaba del gesto de sealar con el dedo:

    Luc. DDeor. 20, 5: ; ;Hermes: Qu dices? No ves, junto a mi dedo, unas reses?

    Con el adverbio hay que hacer captulo aparte, porque parece haber gozado de una mayor libertad de uso ya desde los primeros testimonios conservados, a modo de subrayado expresivo en el dilogo.

    Significativamente aparece como contraejemplo aqu y all: las parbasis aristof-nicas estn desprovistas de demostrativos con -, pero de las cinco excepciones, cuatro corresponden a 46; en 12 de los 35 discursos de Lisias es la nica forma con refuerzo dectico47

    Pensamos que esta deriva le permiti sobrevivir, exenta ya de las condiciones de uso de que haban tenido estos demostrativos, cuando presumiblemente el resto de las formas con refuerzo - cayeron en desuso. En la koin es el nico demostrativo con refuerzo empleado, siempre en la frmula . As aparece repetidamente en

    43 Pl. Fed. 95 a, con divergencias en la transmisin del texto: BCD: TL WPV (cf. Platn, Apologa de Scrates. Fedn, Madrid 2002).

    44 Dsc. 5, .45 Otros ejemplos: Dilogos marinos, 6, 2.46 Ach. 632, V 1037, Pl. 760 y Au. 800.47 En la edicin de C. Hude (Oxford), los nmeros 5, 6, 14, 17, 18, 21, 25, 26, 28, 29, 30 y 32.

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    Diodoro Sculo, Plutarco, Filn de Alejandra, Apolonio Dscolo, Juan Crisstomo, Juan Damasceno, Tefilo de Antioqua, en los Setenta y en el griego neotestamenta-rio48 y bastantes siglos despus en el medieval Digens Akritas.

    El primer uso, el tico , se localiza en Platn y Aristteles, en la comedia de Aristfanes y Menandro, en los pasajes dialogados de Tucdides y Jenofonte, y en los oradores. El segundo ( ) abundantemente en el griego posterior.

    Es decir, que la frmula traspasa el marco de referencia de los demostrativos con partcula en tres aspectos: el cronolgico (contina en el griego posclsico), el dialectal (se encuentra fuera del tico en la koin) y aparece en contextos sin interlocutor presente.

    9. CONCLUSIONES

    9.1. La partcula dectica aparece en textos que reproducen dilogos o discursos, situacin en la que se emplea para dirigir la atencin del oyente hacia una realidad de su entorno fsico, ya sea visual o sonoro. As pues, se adapta perfectamente a la pre-sentacin de personajes que entran en escena, a la identificacin de la parte contraria en un proceso, el aqu y ahora del juicio, etc.

    Como refuerzo expresivo que es, se descarta para aludir en sucesivas veces a un elemento que previamente se ha presentado con la partcula dectica.

    Los demostrativos con partcula - insisten en la diferencia y el contraste. Sirven, por ejemplo, para ofrecer una alternativa a otro elemento aludido con el demostrativo base (por aqu, no, por aqu ms bien).

    9.2. El objeto sealado debe ser perceptible por el interlocutor. En consecuencia no se admite la partcula cuando el elemento aludido queda fuera de su campo visual. Esto ocurre en dos usos conocidos de : cuando interpela al interlocutor mismo (, nunca , para llamar a alguien eh, t!) o pregunta por alguien que se encuentra al otro lado de la puerta (siempre ; y no ).

    El elemento sealado puede formar parte del entorno sonoro (en especial, pala-bras inminentes o recin pronunciadas), dando lugar a usos errneamente catalogados como catafricos o anafricos.

    Su aparicin en los escritos de Aristteles no hace sino reforzar la idea de que es-taban ntimamente relacionados con la prctica docente.

    9.3. Se constata un predominio notabilsimo del demostrativo , fenmeno cuyos perfiles coinciden slo parcialmente con lo que ocurre en el terreno de los de-mostrativos sin refuerzo. A diferencia de , no parece una forma del todo natural: la emplea Aristfanes un puado de veces (en contextos singulares), una vez el orador Demstenes y otra Luciano de Samosata. El demostrativo , por su parte, solo se encuentra en Aristfanes y Aristteles.

    48 Por ejemplo, Ep. Rom. 15, 23, , Ep. Col. 3, 8 .

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    9.4. es el nico demostrativo con partcula presente en la koin. Lo hace sis-temticamente en la frmula y bajo unas condiciones de uso distintas de las requeridas por la partcula - en tico. En otros trminos, hay, por un lado, un adverbio con refuerzo dectico -espordicamente seguido de la partcula - empleado en tico como los dems demostrativos con -, es decir, en contextos de dilogo o discur-so ante un auditorio y, por otro, una expresin consagrada en la koin, , que podramos entender como un uso desvirtuado del anterior.

    9.5. La aplicacin de - a los demostrativos constituye un recurso expresivo propio del dialecto tico, identificado como tal por autores posteriores. Si dejamos a un lado , los autores implicados en el fenmeno son los comedigrafos Aristfanes y Menandro, los historiadores Tucdides y Jenofonte, los filsofos Platn y Aristteles y los oradores Lisias, Esquines, Iscrates, Demstenes y Andcides y, con un lapso de siglos, Epicteto/Arriano, Plutarco, Luciano de Samosata y Ana Comneno.

    9.6. Formaba parte de los recursos de la lengua coloquial hablada en Atenas en los siglos V-IV, razn por la cual no aparece en la tragedia, la lrica o la pica, como tampoco en los pasajes de tono pico de las comedias aristofnicas.

    De todo ello se desprende la importancia de los demostrativos con partcula para una interpretacin de los textos que abarque la reconstruccin de la escena y las inten-ciones del hablante, resolviendo ambigedades de detalle en los sentidos menciona-dos, y globalmente como indicador fidedigno que es de la presencia de un interlocutor o auditorio, del nivel de lengua empleado el registro coloquial estndar, desprovisto de connotaciones poticas y del dialecto tico de los siglos V y IV.

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