Huellas y expectativas de la dramaturgia · 2020. 7. 30. · El término dramaturgia, del...

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El término dramaturgia, del griegoδραματουργία, nació para designar la acción y la técnica de crear y componer un drama, pero también implica –de Brecht para acá–, la estructura for- mal e ideológica de la obra, e incluye los modos escénicos de la representación. Muchas opciones dramatúrgicas han prolife- rado y una definición útil y abierta es aquella que la considera como una noción capaz de organizar las acciones en un espa- cio y en un tiempo. Conjunto invitó a un grupo de dramaturgos y dramaturgas latinoamericanos –también comprometidos con la dirección y/o la actuación– y a un teórico francés, a enviarnos contribuciones sobre el tema, concebido desde un diapasón amplio para que cada uno eligiera con total libertad su camino, y sus respuestas componen el dosier que ocupa las páginas que siguen. El maestro argentino Mauricio Kartun prefirió fundamentar las razones más esenciales para que el teatro sobreviva, en batalla siempre renovada con otros medios, desde su condi- ción resurrecta y a contrapelo de augurios funerarios: como presentación más humana y sanguínea de la literatura --y las artes todas--, puesta en carne. El mexicano David Olguín propone un decálogo que deconstruye e historiza, al tiempo que exalta el cimarronaje de la dramaturgia y su inexorable interdependencia con la escena, como eterno contrapunto. El colombiano Víctor Viviescas optó por develar las razones que defiende desde la práctica escritural y de la representación con el grupo Teatro Vreve, y desarrolla su exploración del borde, como reconfiguración del territorio, del límite y de la periferia en relación con el centro, como lugar de poder o de legitima- ción de prácticas y comportamientos. La mexicana –yucateca– Conchi León explora sus fuentes formativas y sus referentes vitales más entrañables, en diálogo cruzado con la escritura, para reafirmar el alcance universal de los propios valores si se hurga profundo en razones y esencias, y proclama una mirada femenina que es también reivindicatoria. El cubano Ulises Rodríguez Febles elige develar y analizar, desde la experiencia dramatúrgica, los puntos de contacto en la obra de otros dos autores caribeños: el cubanoamericano Pedro Monge Rafuls y el dominicano William Mejía. Patrice Pavis subió la parada a nuestro pedido y nos regaló la primicia en español de su “Dramaturgia nueva”, que permite atisbar hallazgos y angustias de la dramaturgia actual tanto en el sentido de la escritura dramática y de las nuevas dramatur- gias, como en el del análisis de procedimientos y lenguajes. Cierra el dosier, el ensayo del uruguayo Sergio Blanco en el que aventura ideas acerca de una de sus obsesiones más cercanas, tanto como la rescritura del legado clásico: la autofic- ción. Es la mejor presentación a su singular pieza Ostia, el texto teatral seleccionado para esta edición. Como complemento del dosier, la sección Leer el Teatro, da a conocer la reseña de la editora y actriz chilena Carla Jara Drago acerca de un libro reciente del mexicano Alberto Villarreal, para quien la dramaturgia dialoga con una instancia ensayística que se consuma en la acción de los seres vivos en el escenario. m Huellas y expectativas de la dramaturgia

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El término dramaturgia, del griegoδραματουργία, nació para designar la acción y la técnica de crear y componer un drama, pero también implica –de Brecht para acá–, la estructura for-mal e ideológica de la obra, e incluye los modos escénicos de la representación. Muchas opciones dramatúrgicas han prolife-rado y una definición útil y abierta es aquella que la considera como una noción capaz de organizar las acciones en un espa-cio y en un tiempo.

Conjunto invitó a un grupo de dramaturgos y dramaturgas latinoamericanos –también comprometidos con la dirección y/o la actuación– y a un teórico francés, a enviarnos contribuciones sobre el tema, concebido desde un diapasón amplio para que cada uno eligiera con total libertad su camino, y sus respuestas componen el dosier que ocupa las páginas que siguen.

El maestro argentino Mauricio Kartun prefirió fundamentar las razones más esenciales para que el teatro sobreviva, en batalla siempre renovada con otros medios, desde su condi-ción resurrecta y a contrapelo de augurios funerarios: como presentación más humana y sanguínea de la literatura --y las artes todas--, puesta en carne. El mexicano David Olguín propone un decálogo que deconstruye e historiza, al tiempo que exalta el cimarronaje de la dramaturgia y su inexorable interdependencia con la escena, como eterno contrapunto. El colombiano Víctor Viviescas optó por develar las razones que defiende desde la práctica escritural y de la representación con el grupo Teatro Vreve, y desarrolla su exploración del borde, como reconfiguración del territorio, del límite y de la periferia en relación con el centro, como lugar de poder o de legitima-ción de prácticas y comportamientos. La mexicana –yucateca– Conchi León explora sus fuentes formativas y sus referentes vitales más entrañables, en diálogo cruzado con la escritura, para reafirmar el alcance universal de los propios valores si se hurga profundo en razones y esencias, y proclama una mirada femenina que es también reivindicatoria. El cubano Ulises Rodríguez Febles elige develar y analizar, desde la experiencia dramatúrgica, los puntos de contacto en la obra de otros dos autores caribeños: el cubanoamericano Pedro Monge Rafuls y el dominicano William Mejía.

Patrice Pavis subió la parada a nuestro pedido y nos regaló la primicia en español de su “Dramaturgia nueva”, que permite atisbar hallazgos y angustias de la dramaturgia actual tanto en el sentido de la escritura dramática y de las nuevas dramatur-gias, como en el del análisis de procedimientos y lenguajes.

Cierra el dosier, el ensayo del uruguayo Sergio Blanco en el que aventura ideas acerca de una de sus obsesiones más cercanas, tanto como la rescritura del legado clásico: la autofic-ción. Es la mejor presentación a su singular pieza Ostia, el texto teatral seleccionado para esta edición.

Como complemento del dosier, la sección Leer el Teatro, da a conocer la reseña de la editora y actriz chilena Carla Jara Drago acerca de un libro reciente del mexicano Alberto Villarreal, para quien la dramaturgia dialoga con una instancia ensayística que se consuma en la acción de los seres vivos en el escenario. m

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