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GUIAS DE ESCALAS KATAKOLON {OLIMPIA} (GRECIA) AUTOR: JOSÉ LUIS CERDÁ DÍAZ

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GUIAS DE ESCALAS

KATAKOLON OLIMPIA (GRECIA)

AUTOR: JOSÉ LUIS CERDÁ DÍAZ

Katakolo o Katakolon (en griego: Κατάκολο o Κατάκολον) es una pequeña población costera de la región de Ilia occidental de tan solo 600 habitantes. Katakolo forma parte del municipio de Pyrgos. Está localizado al sur de Patras, a 12 kilómetros de Pyrgos, y 38 kilómetros al oeste de Olimpia.

Tiene un pequeño puerto que es el puerto principal de Pyrgos. La mayor parte de la población se dedica a la pesca, pero debido al incremento de actividad de su puerto como escala para los barcos de crucero (por ser el más próximo a las ruinas de la antigua Olimpia), ha surgido también una importante actividad comercial y hostelera.

Katakolo está situado sobre una p e n í n s u l a rodeada por pequeñas colinas con bosques. La construcción más destacable es un faro fundado en 1865. Varios edificios fueron reconstruidos después de la segunda Guerra Mundial y la Guerra civil griega.

La excursión estrella es la antigua Olimpia, pero hay otras opciones en la zona como la visita a una antigua bodega llamada Mercouri Estate (www.mercouri.gr) situada a 5km de la población o disfrutar de las playas de la zona.. La mejor playa cerca del puerto es la de Skafidia, situada junto a un gran hotel llamado Olímpian Village o Aldemar. Otras playas cercanas son Agios Andreas a 4 km del puerto, Kourouta a 25 km y Zacharo a 45 km.

OLIMPIA

Olimpia (en griego Ολυμπία Olympía) es una ciudad de la antigua Grecia en la prefectura de Élide, en el Peloponeso. La ciudad se encuentra al pie del monte Cronio y en el lado derecho del río Alfeo.

El pueblo moderno de Olimpia vive prácticamente del turismo. Está constituido por un par de hileras de hoteles, restaurantes y tiendas de recuerdos a lo largo de la carretera principal. También se encuentra allí un modesto museo sobre los juegos olímpicos.

El sitio arqueológico de Olimpia fue elegido Patrimonio de la Humanidad en 1989.

Historia

Es conocida por haberse celebrado en ella en la antigüedad los primeros Juegos Olímpicos. Los primeros de los que se tiene constancia se celebraron en 776 a. C. Al final del siglo IV, el emperador Teodosio los abolió.

Olimpia también fue famosa por ser un centro religioso, y por su gigantesca estatua de oro y marfil de Zeus hecha por Fidias, (tallada tras la victoria sobre los persas en la Segunda Guerra Médica) la cual era una de las Siete Maravillas del Mundo.

Los abundantes tesoros acumulados en sus templos llevaron a que fuera saqueada por los arcadios. Desde 342 a. C., fue protectorado de Alejandro Magno, que usó Olimpia para anunciar su Rescripto sobre los Desterrados del año 324 a. C..

Durante la dominación romana, Olimpia se enriqueció, especialmente el perímetro sagrado, el Altis, donde Nerón mandó a construir un palacio. Tras la muerte de Adriano la ciudad entro en decadencia y los últimos juegos se celebraron en 324. Las invasiones bárbaras asolaron la ciudad, que se convirtió en una simple aldea para luego ser abandonada y enterrada por los aluviones del río Alfeo, hasta que los arqueólogos la devolvieron a la vida en 1875.

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KATAKOLON

Las excavaciones comenzaron con una expedición francesa en 1829, continuada por alemanes a finales de ese siglo, quienes descubrieron intacta la estatua de Hermes, obra del escultor Praxíteles, además de otros artefactos. A mediados del siglo XX, el estadio fue desenterrado. El templo de Zeus, el estadio y el templo de Hera, son las principales atracciones junto con el museo en el que se exponen los tesoros encontrados en Olimpia.

La Llama Olímpica de los actuales Juegos Olímpicos se enciende en los restos del altar de Hera de esta ciudad mediante el reflejo de la luz solar en un espejo parabólico, tras lo cual se transporta en una antorcha al lugar que acoge los juegos. En los Juegos Olímpicos de 2004, celebrados en Atenas, las pruebas de lanzamiento de peso se celebraron en el estadio de Olimpia.

RECINTO SAGRADO DE OLIMPIA

El santuario de Olimpia (ver imagen) se encuentra rodeado por un gran bosque de pinos y consta de:

- «Altis» o recinto sagrado, de 200 x 177 metros, que contenía los templos y los edificios relacionados con la administración de los Juegos. Estaba delimitado por un muro bajo que servía para indicar dónde comenzaba el terreno consagrado a los dioses. Los edificios religiosos más importantes eran el «Heraion» o Templo de Hera y el Templo de Zeus Olímpico. - La zona deportiva estaba dispuesta en forma de U alrededor del «Altis» y contenía espacios destinados a los atletas, para que pudieran alojarse, entrenar y competir, como la palestra, el estadio, el hipódromo, un gimnasio, la Gran Hostería de Leonideo, el «Pritaneo» y el «Bouleutérion».

El Templo de Hera o Heraeion se construyó en 600 a. C. sobre dos templos anteriores. Fue uno de los primeros edificios del santuario. Es de orden dórico. Las columnas iniciales de madera y adobe se fueron reemplazando paulatinamente por otras de piedra. En el templo se encontraba la estatua de «Hermes con Dioniso», de Praxíteles que puede contemplarse en el Museo de Olimpia. Entre el Heraeion y el estadio había numerosas capillas o tesoros («thesavroí») construidas y decoradas por las «polis» griegas participantes en los Juegos

El Templo de Zeus es el mayor templo de todo el Peloponeso (64,12 x 27,68 metros). Fue construido por el arquitecto Libón de Élide en el Siglo V a.C. (entre los años 470-457 a.C.) en honor de Zeus Olímpico con el botín conseguido por los Eleos en la guerra contra Pisa y Trifilia. Se trata de un templo de orden dórico, períptero hexástilo (con seis columnas en la fachada y trece a los lados). Un terremoto derrumbó el templo de Zeus en el siglo VI d.C. Sus restos permanecen en tierra tal y como quedaron entonces. Eso nos permite hoy comprobar cómo las columnas de los templos griegos estaban formadas por varias piezas superpuestas que se encajaban unas con otras como en los actuales juegos de construcción, pero en el Museo se conserva prácticamente intacta la decoración escultórica de sus doce metopas y sus dos frontones, esculpidos en mármol. Las doce metopas del templo representan los doce trabajos de Hércules. El frontón oriental representa los momentos previos a la mítica carrera de carros entre Pélope y Enómao y el occidental la lucha entre lapitas y centauros. El visitante después de cruzar el «pronaos» entraba en la «cella» donde se encontraba con la magnífica estatua crisoelefantina de Zeus Olímpico de 12 metros de altura realizada por el genial Fidias y considerada en su momento una de las siete maravillas del mundo. Fue llevada a Constantinopla en el siglo IV y después destruida en un incendio.

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El Pelopio, altar construido en honor a Pelope, de quien tomo el nombre el Peloponeso.

El Filipeion fue un edificio circular de orden jónico que comenzó a construir Filipo II de Macedonia en el siglo IV a.C. para conmemorar la victoria de Queronea (338 a.C.) y fue terminado por su hijo Alejandro. Contenía las estatuas de los príncipes y princesas de Macedonia.

Alrededor del Altis se puede encontrar:

La Palestra fue construida en el siglo III a. C. Los participantes en los Juegos comenzaban sus entrenamientos en Olimpia un mes antes de los Juegos y la palestra era el lugar de encuentro, entrenamiento y alojamiento de los atletas y sus entrenadores. Constaba de un patio central de arena para los entrenamientos de boxeo, salto y lucha, rodeado de columnas dóricas y edificios dotados de gimnasio, roperos, baños vestuarios y salas de hospedaje.

El Gimnasio fue construido en el siglo II a. C. Constituía una gran zona al aire libre rodeada de galerías por sus cuatro lados. Se utilizaba para el entrenamiento de los atletas de carreras y pentatlón. Se conservan las galerías este y sur.

El Leonidaion era el mayor edificio de Olimpia. Se construyó en el siglo IV a.C. para alojar a los visitantes e invitados distinguidos de los Juegos. Su centro estaba ocupado por un estanque.

El Estadio Olímpico era una explanada rectangular de arena de 192,97 metros de longitud de pista donde se celebraban las pruebas de carrera, lucha y pentatlón. El estadio en su forma actual fue construido en el siglo V aC. Como era tradicional en los estadios griegos, no había bancadas para el público (las mismas se introdujeron posteriormente en la época romana). Había una tribuna de madera para los jueces («helanódidas») y un altar consagrado a Zeus. Tenía aforo para unas 45.000 personas. A pesar de esta capacidad, sólo los nobles y personas afluentes podían acceder al estadio. El resto de la gente común tenía que conformarse con ver los juegos encaramados a la colina próxima al estadio. Al estadio se accede mediante un pasadizo culminado con varios arcos.

El Hipódromo se situaba al sur del Estadio. No se conserva ningún resto arqueológico del mismo, ya que fue arrasado por las aguas del río Alfeo. En el hipódromo se realizaban las carreras de caballos y carros dando vueltas a la «espina» o muro central. Su longitud aproximada era de dos estadios.

OTROS EDIFICIOS.-.

• El Pritaneo era el edificio donde se celebraba la ceremonia de proclamación de campeones y donde eran mantenidos a costa del Estado los cincuenta senadores de Atenas investidos del título de pritanos.

• El Bouleuterion era el palacio del Senado Olímpico en el que los atletas prestaban juramento a las reglas de los Juegos.

• Taller (ergastirio) de Fidias que fue transformado en basílica paleocristiana en el siglo V.

• El Theicoleon era la vivienda de los sacerdotes y sirvientes del templo.

• Metroo, templo dórico de principios del siglo IV a.C.

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LA EXCURSIÓN

En Katakolon la excursión casi obligada es a las ruinas de la antigua Olimpia, pero también hay quien prefriere descansar ese día y para ello está la opción de tomar algo en las relajantes terrazas que hay junto al mar, con vistas a nuestro crucero, y/o realizar algunas compras de recuerdos en la calle principal (y casi única) de la población. Otra opción puede ser desplazarse hasta alguna de las playas cercanas en taxi o coche/ciclomotor de alquiler.

Si optamos por Olimpia, hay que tener en cuenta que la distancia desde Katakolon hasta Olimpia es de 38 km, o lo que es lo mismo unos 35 minutos en coche o 50 en tren. Para visitar el sitio arqueológico se necesita algo más de una hora, y algo parecido para el museo, aunque esto depende mucho del ritmo de cada uno y del interés particular en este tipo de restos. La señalización está en inglés, francés y alemán. La entrada combinada recinto arqueológico+museo cuesta 9 euros y si se compran los billetes por separado costará 6 euros cada uno.

Si la duración de la escala es larga, se puede utilizar algo de tiempo para ir de compras en el pueblo de Olimpia (más grande que Katakolon y por tanto con más variedad), donde también está el museo de los Juegos Olímpicos (abierto

hasta las 15:00 horas, entrada: 3 euros). Igualmente se puede utilizar parte de nuestro tiempo para realizar algunas pequeñas compras de recuerdos o disfrutar de las terrazas frente al mar en la misma Katakolon.

Si queremos llegar a Olimpia por nuestra cuenta, tenemos tres posibilidades: taxi, coche de alquiler o tren.

Nada mas salir del muelle hay varios taxis esperando para llevarte a Olimpia. El precio habitual por el traslado y una hora y media de espera junto al recinto es de unos 100 euros, aunque siempre se puede regatear y se puede personalizar el recorrido incluyendo alguna playa u otros puntos de interés (algunos cobran por horas a razón de 50€/hora). Si esta es vuestra opción preferida es aconsejable intentar reservar un taxi con antelación mediante Internet porque si ese día coinciden varios barcos en Katakolon es posible que los taxis se ocupen rápidamente.

Al igual que puede pasar con los taxis, la disponibilidad de coches de alquiler no es muy amplia, por lo que lo más seguro es reservarlo previamente mediante Internet. El trayecto hasta Olimpia no es complicado y será suficiente con las explicaciones del encargado de la empresa de alquiler de coches (la mayor dificultad será entender los carteles en griego).

El tren es la opción más económica y además la línea Katakolon-Olimpia es de reciente construcción, por lo que los trenes son modernos y muy bien acondicionados, aunque en días/horas punta pueden ser algo agobiantes.

El billete cuesta un euro en cada sentido en el tren normal (el Express vale 1,5). Estos son los horarios:

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Katakolon – Pyrgos -Olympia

Tren Salida Llegada

E382 08:36 09:17

1386 11:06 11:52

1388 12:52 13:41

1390 14:51 15:38

Olympia - Pyrgos - Katakolon

Tren Salida Llegada

1383 09:22 10:08

E387 11:27 12:39

1389 13:46 14:32

1391 15:42 16:30

CRUCEROS

TREN

PUEBLO

Si queremos confirmar los horarios para el día de nuestra escala se pueden consultar en la web h t t p : / /w w w . o s e . g r / , pulsando English, y en el cuadro central poner (o seleccionar en Stations List): From: ΚΑΤΑΚΩΛΟΝ To: ΟΛΥΜΠΙΑ

La estación de tren está al final de la calle comercial de Katakolon, por lo que dependiendo de donde haya atracado nuestro barco puede ser un paseo de más de 15 minutos (a la vuelta mejor calcular media hora).

La línea termina en Olimpia y una vez allí solo hay que seguir el sendero que sale de la parte trasera de la estación (en 5 minutos de pequeña subida estaremos junto al museo y en 5 minutos más en la entrada del recinto arqueológico).

Tras la visita solo queda realizar el recorrido inverso (si hay varios barcos en puerto ese día y un importante numero de pasajeros en la ida, hay que ser precavido por si se llegara a llenar el tren de vuelta).

VISITA AL RECINTO ARQUEOLOGICO

El yacimiento es una maravilla pero no sólo por los edificios que hay, (aunque más que edificios son ruinas), sino porque todo está entremezclado con la naturaleza. Los caminos están rodeados de frondosos árboles y de cientos de flores que le dan un colorido especial.

Nada más entrar en la antigua Olimpia nos encontramos con el gimnasio construido en el siglo II antes de Cristo. Al sur del gimnasio se puede contemplar la Palestra o escuela de lucha, que era el lugar en el que se entrenaban los participantes de los juegos y se encuentra parcialmente restaurado.

Si continuamos el camino nos encontramos con la casa de los Sacerdotes o Theokoleon, donde se haya también el taller de Fidias. Aquí fue donde este magnífico escultor realizó la que es considerada como una de las siete maravillas del mundo antiguo, la estatua gigante de Zeus.

En la antigua Olimpia también se encuentra el recinto sagrado de Zeus, en el que destaca por su extensión el templo de Zeus, que se encuentra en el medio y del que no quedan mas que ruinas. Al norte de este templo está una loma boscosa denominada Pelopion,

donde se erigió un altar a Penélope, y al sur se encuentra la cámara del consejo o Buleuterion, que alberga el altar de los juramentos.

Más lugares que podemos contemplar en el yacimiento, el templo de Hera, que es el que mejor se conserva de todos y se construyó en el siglo VI, el ninfeo, que fue erigido por Herodes Ático en el 150

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después de Cristo.

Después del Nifeo están los doce tesoros, que es una larga hilera con bloques de piedra que eran utilizados como almacén por las ciudades estado.

Por último también se puede contemplar el templo de metroón, que estaba dedicado a Rea y del cual quedan muy pocos restos, los cimientos del Filipeion o la residencia del magistrado, que era denominada Pritaneo.

Lo he dejado para el final pero es una de las ruinas más llamativas de Olimpia, el Estadio. Para acceder al estadio hay que pasar por un arco que se encuentra en bastante buen estado de conservación. En este estadio todavía se pueden ver las líneas de salida y llegada de la carrera de velocidad y los asientos de los jueces. Es un lugar fantástico que merece la pena visitar y donde se puede hacer un descanso antes de continuar viendo restos de la Grecia clásica.

Recomiendo a todos los que se acerquen a Olimpia que lleven calzado cómodo, y por supuesto, que lleven agua, porque el Sol puede hacer estragos, sobre todo en verano.

VISITA AL MUSEO DE OLIMPIA

El Museo de Olimpia es pequeño para la riqueza que se esconde en sus entrañas. Fue construido en 1975 y siguió la idea del antiguo museo creado en 1883 gracias a su fundador y benefactor André Syngros que reunió las más importantes antigüedades que se habían encontrado en las numerosas excavaciones que se llevaban a cabo en esos años.

No está muy lejos de la antigua Olimpia, su situación al Este de la colina de Drouva y a la derecha de la orilla del Kladeos lo hacen bastante fácil de acceder antes o después de visitar la antigua Olympia.

La entrada se adquiere en la taquilla situada en su puerta principal. Una vez pasada nos encontramos en el vestíbulo donde nos dan la bienvenida, por un lado Ernest Curtius a la izquierda y Wilhelm Doerpferd a la derecha; sus bustos son un homenaje a sus constantes trabajos para sacar la ciudad de Olimpia a la luz del sol.

Detrás del busto de Doerpfeld se encuentra una maqueta de 1931 del arquitecto alemán Hans Schleir que reconstruye la ciudad enteramente en base a unos planos del arqueólogo antes mencionado. Esta maqueta nos da una idea bien clara de como era la antigua Olimpia.

El vestíbulo acoge también a numerosas estatuas de la época romana (siglo I a.C. al siglo IV d.C.); pertenecen a la época del griego tardío y nos da una visión de cómo este imperio ya decadente totalmente recibe las influencias del nuevo imperio nacido al otro lado del Mediterráneo.

Nos encontramos de este modo, la estatua en mármol de Octavio Augusto (30 a.C), cuyo volumen nos hace asombrarnos, ya que esta en proporción con 2 y medio la talla de un hombre normal. La estatua se encontraba en el templo de Rhea. Una serie de inscripciones en lápidas nos hace de hilo conductor hasta llegar a la estatua atribuida al emperador Trajano. Más allá la estatua de Claudio Tiberio (41-54 d.C) y la correspondiente a la esposa de Nerón, Poppea Sabine. Finalmente al fondo del vestíbulo la estatua del emperador Adriano nos da la bienvenida a la sala A.

La sala A está dividida en tres partes:

A la derecha nos encontramos una serie de estatuas también romanas de menor renombre; en el centro se

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encuentra la estatua de un toro que lleva una inscripción "Regilda, padre de Demeter, consagra a Zeus el agua y la estatua que aquí se presenta". Estamos pues, en la consagración ante un dios de un presente en primera persona. No tenemos ni que añadir que la estatua en sí es soberbia y por supuesto de un valor incalculable. Es una de las pocas ofrendas a modo de estatua que se han encontrado en la antigua Grecia. También nos quedaremos maravillados al mirar hacia el otro lado, frente por frente al toro, en la que se encuentra una maravillosa estatua de Agripina la madre de Nerón, a su lado una de sus favoritas, la joven Antinous, que se deja caer sobre el Nilo atendiendo la antigua creencia que

cuando un esclavo se dejaba morir alargaba la vida de su amo. Más allá está la estatua de Faustina, mujer de Antonino y a sus pies dos figuras de niños que deben ser los hijos del emperador romano Herodes Atticus.

A la derecha de la sala podemos encontrar una serie de estatuas que estaban colocadas en el Templo o casa de Herodes, una de ellas incluso se piensa que es del mismo emperador, pero no hay datos suficientes para confirmarlo; no así podemos encontrar otra estatua de Regilia, su esposa.

La Gran Sala es sin dudas el lugar más importante. Encontramos el frontón del templo de Zeus, sus metopas y la Victoria de Paionios. Los dos frontones y las metopas son tremendamente realistas, pertenecen a la época del 480 al 445 aC. En ellas dioses y hombres se funden en un juego mitad deporte mitad ritual, que nos da una idea bastante real de lo que el deporte era para estos hombres de la clásica Grecia. Un conjunto de rituales que les acercaba a la perfección tanto espiritual como física. En el frontón este se hace una referencia a la batalla de Tanagra. En el frontón oeste se pueden ver una serie de figuras alineadas, 21 en total, que nos da la imagen de los preparativos para el enfrentamiento entre Pelops y Oenomaos.

En unas vitrinas vemos los objetos encontrados durante los numerosos trabajos realizados dentro del taller de Fidias. La copa de Fidias con su inscripción en el interior, martillos, y herramientas del escultor.

En otras vitrinas individuales vemos obras de la época preclásica en terracota: guerreros en posición de ataque del 490-480 aC.

En el fondo de la sala nos encontramos con las metopas del templo de Zeus, encontradas sólo seis de las doce que la formaban; figuras del toro de Creta, de Cnossos, de Heracles y de la diosa Atenea.

De la época del bronce se encuentran un pequeño caballo en bronce del 460 aC., la cabeza de Atenea, una niña con un sátiro del 520 aC., Una trozo de la cabeza y una oreja del Toro de los Erectrianos en bronce, consagrado en el templo de Zeus del que también se encontró su pedestal. Y por supuesto, debido a la gran importancia de su autor, debemos dar su mención especial a El Zeus y Ganímedes, de gran belleza aunque rota esa perfecta expresión por el paso del tiempo.

Pasando la gran sala entramos en un lugar especial, la sala del Hermes de Praxíteles, una de las más importantes obras del siglo IV aC. Esta obra estaba situada en el Altis o lugar del templo y conmemora la alianza entre los helenos y los arcadianos. Más tarde se llevó al templo de Hera donde fue encontrada el 26 de abril de 1877. El artista escultor representa al mensajero de los dioses que

llevó consigo al pequeño Dionisios para confiarle a los ninfos de Beotia.

Allí colocada como centro de atención de todo y de todos, resplandece como una hermosa flor blanca ante el delirio de los amantes de la perfección.

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Guía realizada en base a experiencias personales del autor y otros cruceristas, así como a la información encontrada en las webs citadas.

Cualquier ampliación, corrección o mejora sobre esta guía se puede enviar a

cruceromania@ gmail.com

Las guías prácticas están realizadas para faci-litar los desplazamientos por la ciudad de que tratan, no siendo el autor responsable en nin-gún caso de los posibles perjuicios que pudie-ran derivarse de inexactitudes en la informa-ción publicada.

Texto: © José Luis Cerdá

(07/2008)

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