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La Pasión y Muerte del Se-ñor ha sido glosada en ver-

sos, que en ocasiones cobrancategoría de intensa oración(No me mueve, mi Dios, paraquererte), por los más ingenio-sos poetas españoles de todoslos tiempos. Así hicieron en lossiglos pasados; así siguen ha-ciendo en el siglo actual, comose pone de manifiesto en estabreve antología de seis poe-mas: tres del Siglo de Oro, ytres del Siglo de Plata, comoalguien llamó, con acierto, a lacenturia literaria presente.

La muerte de Cristo siguesiendo inspiración para nues-tros artistas y escritores, des-pués de casi dos mil años deocurrida. (Muere… Gemid, hu-manos,/ todos en Él pusisteisvuestras manos). Desde aqueldía, mucho agua ha pasadobajo los puentes de la Histo-ria… El hombre ha llegado ala Luna, se mueve por el fir-mamento embarcado en aero-naves, viaja a velocidades su-persónicas; las comunicacio-nes inalámbricas le hanmetido en casa la imagen y lapalabra, y han devaluado lasdistancias. Somos esclavosrendidos de la técnica…

¿Y todo esto, para qué? Pa-ra llegar cada año, en el alborde la primavera, a la tarde de-cidida del Viernes Santo, yquedar, con el ánimo en sus-penso y abierto a la esperan-za, mirando a la Cruz dondeagoniza Cristo, y decir, comoel centurión romano en la ci-ma del Gólgota: Verdadera-mente era Hijo de Dios.

Antonio José GonzálezMuñiz

Poetas españoles ante la Cruz

Cuentan los estudiosos que a nuestro Siglo de Oro corresponde una literatura española transida de sentido religioso;rompen a cantar los poetas con voces místicas y ascéticas (¿Adónde te escondiste,/Amado, y me dejaste con gemido?)y al tiempo populares, como tallando con palabras el ancho retablo poético-religioso de un pueblo. La poesía religiosa

no va a ser ya un capítulo organizado de las letras hispánicas, con límites fijos y tonos propios: el hálito religiosopoético va a estar presente en todo, como un clima, como una impregnación del ambiente. No habrá en esa hora

–escribió José María Pemán– género literario español que no tenga sus versos a lo divino

Santo Cristo de la Buena Dicha. San Esteban de Gormaz (Soria)

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CLAVADME CON VOS

¡Cuántas veces, Señor, me habéis llamado,y cuántas con vergüenza he respondido!,desnudo como Adán, aunque vestido,de las hojas del árbol del pecado!

Seguí mil veces vuestro pie sagrado,fácil de asir en una cruz asido,y atrás volví otras tantas atrevidoal mismo precio en que me habéis comprado.

Besos de paz os di para ofenderos;pero si fugitivo de su dueñohierran, cuando los hallan, los esclavos,

hoy que vuelvo con lágrimas a veros,clavadme Vos a Vos en vuestro leñoy tendréisme seguro con tres clavos.

Lope de Vega

A CRISTO EN LA CRUZ

Pender de un leño, traspasado el pecho,y de espinas clavadas ambas sienes;dar tus mortales penas en rehenesde nuestra gloria, bien fue heroico hecho.

Pero ¿qué fue nacer en tanto estrechodonde para mostrar en nuestros bienes,a dónde bajas, y de dónde vienes,no quiere un portalillo tener techo?

No fue esta gran hazaña, ¡oh gran Dios mío!,del tiempo, por haber la helada ofensavencido en tierna edad, con pecho fuerte;

qué más fue sudar sangre, que haber frío,sino porque hay distancia más inmensade Dios a hombre, que de hombre a muerte.

Luis de Góngora

AL PONERLE EN LA CRUZ

Ya sacerdote y víctima preparascon tierno amor, ofrenda y sacrificio,dando a los hombres generoso indicio,que es blando lecho, las sangrientas aras.

¿Cómo, Señor, venciendo no reparasen dar tus sacros miembros tan propicioal duro hierro y al cruento oficio,sin aun más tormentos que morir buscaras?

Y cuando fija en el madero tienesla culpa de los bárbaros tiranos,y dar al mundo libertad previenes;

quisieron, ciegos de temores vanos,por afrentar sus pasos y tus bienes,clavar los pies y atravesar las manos.

Príncipe de Esquilache

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A JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR, MUERTO EN LA CRUZ PARASALVARNOS

Casi en las manos sosteniendo el brío,desprendido y yacente del cuerpo santodeshabitado está, ¡no alzad el llanto!Ya tiene luz la rosa y gozo el río.

La muerte confirmó su señoríosobre la carne del Señor y, entre tanto,si es sombra sana su mortal quebranto,ya está el tiempo parado, Cristo mío;

ya está el tiempo en el mar y está cumplidala noche en la mirada redentoraque vio la luz mirando el firmamento.

¡Y volverá el pecado con la vida,y clavada en la cruz está la Auroraya inútil al abrazo y leve al viento!

Luis Rosales

HAZME UNA CRUZ SENCILLA, CARPINTERO

Hazme una cruz sencilla, carpintero,sin añadidos ni ornamentos,que se vean desnudos los maderosdesnudos y decididamente rectoslos brazos, en abrazo hacia la tierra;el astil, disparándose a los cielos.

Que no haya un solo adornoque distraiga ese gesto,ese equilibrio humanode los dos mandamientos;sencilla, sencillahazme una cruz sencilla, carpintero.

León Felipe

CRISTO

Delante de la cruz, los ojos míosquédenseme, Señor, así mirando,y sin ellos quererlo estén llorando,porque pecaron mucho y están fríos.

Y estos labios que dicen mis desvíos,quédense, Señor, así cantando,y sin ellos quererlo estén rezando,porque pecaron mucho y son impíos.

Y así con la mirada en Vos prendida,y así con la palabra prisionera,como la carne vuestra cruz asida,

quédeseme, Señor, el alma entera;y así clavada en vuestra cruz mi vida,Señor, así, cuando queráis me muera.

Rafael Sánchez Mazas

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La fotoNº 158/25-lll-19998 ΑΩ

Criterios Nº 158/25-lll-1999 9ΑΩ

Iglesia en MadridNº 158/25-lll-199910 ΑΩ

PPrr oo cc ee ss ii oo nn ee ss yy oo tt rroo ss aa cc ttoo ssDOMINGO DE RAMOS:

Representación de la Pasión: víspera, 27 demarzo, 21 h., parroquia Virgen de la Pro-videncia y San Cayetano (calle Ferrer delRío, 18).Cristo de la Fe y del Perdón: 20 h., basílicade San Miguel (calle San Justo, 4). (Esta Cofradía celebrará el Vía Crucis ma-ñana, Viernes de Dolores, a las 19,30 h.:por las calles adyacentes a la basílica).

MARTES SANTO:

Sermón de Las Siete Palabras: 12 h., parro-quia de San José (calle Alcalá, 43).Misa de las Santas Espinas: 19h., catedral deAlcalá de Henares. Y Vía Crucis: 23 h., porlas calles de la ciudad.

MIÉRCOLES SANTO:

Cristo de la Columna o de las Piñas: 11,30 h.,Alcalá de Henares (calle de la Imagen).Vía Crucis: 20 h. Plaza Mayor, Madrid.

JUEVES SANTO:

Jesús el Pobre: 19 h., iglesia de San Pedroel Viejo (calle Nuncio, 15).Santísimo Cristo de la Fe: 19, 30 h., (calleAtocha 87 bis).El Divino Cautivo: 20 h., colegio Calasancio

(calle General Díaz Porlier, 58).Jesús Nazareno y Virgen de la Soledad: 20 h.,parroquia de San Andrés, en VillaverdeAlto (calle Oxígeno, 15).Jesús del Gran Poder y Esperanza Macarena:20 h., colegiata de San Isidro (calle Tole-do, 37).Cristo de la Misericordia y del Perdón: 23 h.,parroquia San Sebastián Mártir (plaza dela Parroquia, 1).Representación de la Pasión: 20 h., en Mora-ta de Tajuña (Madrid).Encuentro para los niños: durante el JuevesSanto y la mañana del Viernes Santo, tem-plo diocesano de San Martín (calle De-sengaño 26). Podrán llevar una flor o unavela a su amigo Jesús Sacramentado.

VIERNES SANTO:

Jesús de Medinaceli: 19 h., basílica Jesús deMedinaceli (plaza de Jesús, 2).Divino Cautivo: 19 h., colegio Calasancio(calle General Díaz Porlier, 58).Cristo Custodio: 19 h., iglesia de las Des-calzas Reales (plaza Descalzas, 3).Cristo del Desamparo y la Dolorosa: 19 h.,parroquia de la Concepción de PuebloNuevo (calle Arturo Soria, 5).Siete Dolores: 19,30 h. parroquia Santa Cruz(Atocha, 6).Santa Cruz, Santo Sepulcro y Soledad: 20 h.,parroquia de San Andrés, en VillaverdeAlto (calle Oxígeno, 15).Procesión General: 20,30 h., en Alcalá de He-nares.Procesión General de Carabanchel: 23 h., pa-rroquia San Sebastián Mártir.Procesión del Silencio: parroquia San Mi-guel Arcángel de Fuencarral (calle IslasBermudas, 28).Requiem, de Mozart, interpretado por laCapilla Matritense: 20,30 h. parroquia deSan Vicente Ferrer (calle Ibiza, 43 bis). Representación de la Pasión: 22 h., en Cara-baña (Madrid).

SÁBADO SANTO:

Virgen Dolorosa: 8 h., basílica de Jesús deMedinaceli (plaza de Jesús, 2).Desamparo y Soledad: 17 h., parroquia deSan Ginés (calle Arenal, 12).Representación de la Pasión: 21 h., en Chin-chón (Madrid); y 21,30 h., en Belmonte deTajo (Madrid).

RR ee tt rraa nn ss mm ii ss ii oo nn ee ssTVE-2

Domingo de Ramos: 9,55 h., desde la Ba-sílica de San Pedro, en Roma.

Jueves Santo: 18 h., desde Úbeda (Jaén).20,30 h.: Procesiones generales, desde Ba-eza (Jaén).Viernes Santo: 18 h., desde Úbeda (Jaén).21,15 h.: Vía Crucis del Papa, desde Roma.Vigilia Pascual: 24 h., desde Úbeda (Ja-én).

Hará la presentación de cada celebra-ción del Triduo Sacro monseñor Jesús Gar-cía Burillo, obispo auxiliar de Orihuela-Alicante.Domingo de Resurrección: 10,25 h., des-de la Basílica de San Pedro, en Roma.

RNE-1

Domingo de Ramos: 8,10 h., retransmi-sión de la Eucaristía.Domingo de Resurrección: 12 h. Misa deResurrección desde el Vaticano, BendiciónUrbi et Orbi y el Mensaje de Pascua de S.S.Juan Pablo II.

RNE-2 (RADIO CLÁSICA)

Semana de Música Religiosa de Cuenca: des-de el Domingo de Ramos, todos los díasa las 19,55 h.Jueves Santo: 7 h., Lamentación segunda delJueves Santo (Torres); 8 h., Lamentaciones(Rodríguez de Ledesma) y Poema de la Pa-sión (Donostia); desde 15 h., música sacracon obras de Valentini, Schütz, Selle, Pou-lenc, Vivaldi, Rodríguez de Ledesma yVictoria. Viernes Santo: 7 h., obras de Ockeghem,Händel, Lully, Bruckner, Vierné y Messia-en; 11,15 h., Stabat Mater (Pergolesi), VíaCrucis (Liszt) y Lecciones de tinieblas (Char-pentier); 15 h., Miserere (Torres y MartínezBravo) y Sinfonía de requiem (Montasal-vatge); desde 18 h., música religiosa conobras de Rossini, Pergolessi, Stravinsky,V. Ruiz y Penderecki.

El día a día de la Semana Santa, en Madrid

«La entrada en Jerusalén», Museo de la Catedral, Siena

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Sábado Santo: 7 h., obras de Graun,Haydn, Chauson, Sermisy, L´Aquila, For-nival y Simpson; 19,55 h., Clausura de laSemana de Música Religiosa de Cuenca,con el homenaje a Francisco Guerrero, enel IV centenario de su muerte.

COPE

Jueves Santo: desde 19 h., Pregón de la Se-maña Santa, Semana Santa en Andalucíay Cataluña, piezas musicales; tertulia so-bre el día del amor fraterno (20,45-21,30h.); Proceso a Jesús, de Diego Fabri (21,45-23h.); y Hora Santa (23-24 h.).Viernes Santo: desde las 0 h. música sacray programación religiosa; desde las 6 h.,Semana Santa en diversos lugares de Es-paña; Sermón de las Siete Palabras desde Va-lladolid (11,50-13,15 h.); Diálogos de Pasión,de J.L. Martín Descalzo (19-20 h.); 21 h.,Vía Crucis, desde Roma.Sábado Santo: desde las 0 h., música sacray programación religiosa.Domingo de Resurrección: 11,50 h., Ben-dición Urbi et Orbi y felicitación pascualdel Papa, desde Roma

TELEMADRID

Retransmisión en directo de las Procesio-nes que transcurran entre las 19 a 20,30 h.

AAcc tt oo ss ll ii tt úú rrgg iicc oo ss pprr ee ss ii dd iidd oo ss pp oo rr ee ll oo bb ii ss pp oo

CATEDRAL DE LA ALMUDENA

Domingo de Ramos (Jornada Mundial dela Juventud): 11 h., Bendición y procesiónde ramos en la iglesia-monasterio de la

Encarnación, que acabará en la catedral.12 h., celebración eucarística.Martes Santo: 12 h., Misa CrismalJueves Santo: 12 h., Celebración comuni-taria de la Penitencia.18 h., Misa de la Cena del Señor.(La Iglesia Catedral permanecerá abiertahasta las 22 h.)Viernes Santo: 12 h., Oficio de Lecturas.20 h., Via Crucis.18 h., Pasión y Muerte del Señor.Sábado Santo: 23 h., Vigilia Pascual.Domingo de Resurrección: 12 h., Misa dePascua de Resurrección.

CATEDRAL DE GETAFE

Domingo de Ramos: 12 h., Bendición deRamos en el Hospitalillo de Getafe; a con-tinuación, procesión hasta la catedral don-de se celebrará la Eucaristía.Martes Santo: 19 h., Misa crismal.Jueves Santo: 19 h., Misa de la Cena delSeñor.Viernes Santo: 17 h., Pasión y Muerte delSeñor.Sábado Santo: 23 h., Vigilia Pascual.Domingo de Resurrección: 12,30 h.,Misade Pascua de Resurrección.

CATEDRAL DE ALCALÁ

Domingo de Ramos: 11,30 h., Bendición yProcesión de Ramos en la plaza del Pala-cio Arzobispal.12,30 h. Santa Misa en la catedral.Lunes Santo: 12 h., Misa crismal.Jueves Santo: 17,30 h., Misa de la Cenadel Señor.Viernes Santo: 17,30 h., Pasión y Muertedel Señor.Sábado Santo: 23 h., Vigilia Pascual.

Domingo de Resurrección: 12 h., Misa dePascua de Resurrección.

OO tt rroo ss oo ff ii cc iioo ss ll ii tt úú rrgg ii cc oo ss ee nn MM aa ddrr ii dd

MONASTERIO DE EL ESCORIAL:

Domingo de Ramos, 12,45 h.Jueves Santo, 19 h.Viernes Santo, 18 h.Vigilia Pascual, 23 h.Domingo de Resurrección, 13 h.

CERRO DE LOS ÁNGELES:

Domingo de Ramos, 11,45 h. Jueves Santo, 18 h. Viernes Santo, 17 h. Vigilia Pas ual, 22,00.

VALLE DE LOS CAÍDOS:

Domingo de Ramos, 11 h.Jueves Santo, 17 h.Viernes Santo, 17 h.Vigilia Pascual, 22,30 h.Domingo de Resurrección, 11 h.

OBLATAS DE CRISTO SACERDOTE(GREGORIANO)(calle General Aranaz, 22)

Domingo de Ramos: 10,30 h.Jueves Santo: 19 h.Viernes Santo: 15,30.Sábado Santo: 12 h. Stabat Mater .Vigilia Pascual: 22 h.Domingo de Resurrección: 10,30 h.

, en Madrid

«Piedad», Giovanni Bellini, Milán

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El Santo Padre ha querido darun relieve particular a la Tie-

rra Santa como lugar que, juntocon Roma, constituirá un núcleode celebraciones del Jubileo del año2000. En ella ha nacido comohombre el Hijo de Dios tomandonuestra propia carne de una Vir-gen llamada María. Es una tierraque, con todo derecho, se llama«santa» porque ha visto nacer ymorir a Jesús, vió nacer la prime-ra comunidad cristiana, y es el lu-gar donde Dios se reveló a la Hu-manidad. Así comienza su men-saje para la Jornada de TierraSanta de este año 1999 el car-denal Silvestrini, Prefecto de laCongregación para las IglesiasOrientales, en el que asimismoafirma: Tradicionalmente la Igle-sia dedica el Viernes Santo al re-cuerdo, a la oración y a la «colec-ta» por la Comunidad católica, quevive en Tierra Santa. ¡Es un ges-to de fraternidad que proviene delos tiempos apostólicos!

Tenemos una deuda con loscristianos de Jerusalén, pensabanlos cristianos de Corinto, por-que hemos recibido de ellos los bie-nes espirituales. También noso-tros, dos mil años después, de-bemos recuperar esaconciencia: estamos en deudacon la comunidad cristiana deTierra Santa, porque en ella es-tán nuestras raíces y, en esa tie-rra, a través de la entrega delHijo, experimentamos quéamor nos ha tenido el Padre.

Con la ayuda de esta colec-ta extraordinaria del ViernesSanto se pretende asegurar lapresencia cristiana en TierraSanta, que merma debido a lasangría de la emigración. Enpalabras de Juan Pablo II, sebusca también sostener y de-sarrollar las obras pastorales, ca-ritativas y sociales a las que laIglesia ha dado vida en esa bendi-

ta tierra. No olvidemos tampo-co que nuestra aportación sedestinará a mantener digna-mente los santuarios evánge-licos en los que puedan ser re-cibidos con alegría los peregri-nos de todo el mundo.

La custodia de Tierra Santa,fundada por san Francisco deAsís en 1217, fue erigida canó-nicamente por el Papa Cle-mente VI en 1342. Como decíaPablo VI, los hijos de san Fran-cisco han permanecido desde en-tonces en la tierra de Jesús, du-rante una serie ininterrumpida desiglos, para servir a la Iglesia localy para custodiar, restaurar y pro-teger los Santos Lugares cristia-nos. Desde hace casi ocho si-glos, los franciscanos desarro-llan su servicio que se extiendedesde Israel-Palestina al Jor-dán, desde Siria a Libia, desde

Egipto a las islas de Chipre yde Rodas. Actualmente son 334los misioneros franciscanos enel Medio Oriente, provenien-tes de 32 naciones.

Los franciscanos custodianlos lugares evangélicos, con 5basílicas, 70 santuarios, 79 igle-sias y capillas y 29 parroquias,donde desarrollan actividadeslitúrgicas y pastorales. Son diezmil los jóvenes que recibeneducación en 16 escuelas, y 750los universitarios que ayudancada año, con becas de estudio.A esto hay que añadir aparta-mentos para familias necesita-das, puestos de trabajo, casasde atención de huérfanos, en-fermos o ancianos, centros dehospedaje a peregrinos y unaCasa de edición, desde la quedifunden los evangelios en di-versas lenguas europeas y

orientales. Habría que citartambién, entre otras cosas, lostres Institutos académicos enlos que los franciscanos pro-fundizan y enseñan la teologíacatólica. Todas estas activida-des se sostienen con nuestraayuda, a través de la colectadel Viernes Santo Pro TerraSancta, y el trabajo en 82 Comi-sarías de Tierra Santa esparcidaspor 44 naciones. Es curioso, pe-ro hasta que no nos rascamosel bolsillo, no nos damos cuen-ta del valor que tienen ciertascosas para considerarlas comoalgo nuestro. Esto es necesario,y más cuando se trata de losSantos e históricos Lugares yde los días que celebramos laPasión, Muerte y Resurrecciónde nuestro Señor Jesucristo.

Benjamín R. Manzanares

Viernes Santo: Colecta en favor de Tierra Santa

Por un amor concreto a nuestros orígenes

El Viernes Santo se celebra en toda la Iglesia la Jornada por Tierra Santa. Un signo eficaz de la caridad, que brota del amor fraterno vivido el Jueves Santo, debe desembocar en la solidaridad con los cristianos de Palestina, manifestada

en la oración y en la ayuda concreta

A la izquierda, un franciscano orando en el Santo Sepulcro; a la derecha San Francisco ante el Sultán de Egipto

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Mis queridos jóvenes: El Papa os haconvocado a celebrar la Jornada

Mundial de la Juventud de 1999 en vues-tra Iglesia diocesana, según una ya firmetradición, el Domingo de Ramos. Es unahermosa fiesta, un espléndido marco li-túrgico, extraordinariamente apropiadopara el Día de los Jóvenes, para su Jornadaanual en la vida de la comunidad eclesial.¿No eran precisamente los niños y los jó-venes los que destacaban en medio de lamultitud que aclamaba a Jesús en su en-trada en Jerusalén? La Iglesia os necesitapara poder acoger a Jesús de nuevo antesu entrada en el Jerusalén de nuestro tiem-po: con fe jubilosa, sin complejos, sin mie-do al qué dirán, rezumando simpatía yentusiasmo por el Maestro, como sucedióaquel primer Domingo de Ramos de laHistoria, que hoy vuelve a la actualidad.

Pero no debemos olvidarlo: aquella en-trada triunfal de Jesús en la Ciudad Santaera el preludio inmediato de su Pasión yMuerte en la Cruz. Jesús lo sabía; se lo ha-bía predicho a los Doce. Nunca acabaronde creérselo del todo, ni siquiera los másíntimos: Pedro, Juan y Santiago, testigosde la gloria de su Transfiguración en el Ta-bor. Lo mismo ocurre con la nueva subiday entrada de Jesús en Jerusalén en 1999. Setrata también de su último paso en la di-rección hacia su destino final: el de ser en-tregado a sus enemigos, para poder así en-tregarse Él, en oblación de amor al Padre,por la salvación del mundo.

CRUZ GLORIOSA

Las aclamaciones al Mesías que reso-naron aquel día en Jerusalén enmudecie-ron muy pronto. Cuando desde el puntode vista de la opinión pública de enton-ces, Jesús pierde, es derrotado y ajusticia-do, se dispersan los discípulos, calla elpueblo. Es más, ante el Jesús crucificado,levantado en aquel Árbol de ignominia a lavista de todos, los «hosanna, Hijo de Da-vid» son intercambiados por los impro-perios, los insultos y el sarcasmo: Si eresHijo de Dios, baja de la Cruz.

Sin embargo, en la Semana Santa de1999 no debiera ser así, porque la Iglesia –ynosotros con ella– sabemos que cierta-mente en la subida a Jerusalén se iniciabapara siempre el camino de la Cruz, peroel de la Cruz Gloriosa, por la que nos hallegado redención y salvación. Para noso-tros, los cristianos, está patente que, conaquella entrada triunfal, Él se encaminabadirectamente al Sacrificio de la Cruz co-

mo el paso último y definitivo para la Re-surrección y la Vida: para inaugurar la Pas-cua Nueva y Eterna. Y, sobre todo, sabe-mos que detrás de aquella decisión de Je-sús, de afrontar la muerte –y una muertede Cruz–, operaba el Misterio infinito, ine-fable, de Amor que es Dios; convirtiéndo-se en el acontecimiento salvador por ex-celencia, misterioso, inenarrable, pero cier-to e irrevocable: el Padre lo entregaba y Élse entregaba al Padre en el Espíritu Santopara salvar al hombre. Hoy poseemos lacerteza indestructible e infaliblemente de-mostrada de lo que Él predicaba y asegu-raba a los suyos: El Padre os ama.

¡El Padre os ama, queridos jóvenes! Va-mos a proclamarlo en nuestra celebracióndel Domingo de Ramos de este año, co-mo quiere Juan Pablo II, con acentos nue-vos: con los que brotan de la verdad deuna vida convertida a Jesucristo, descu-bierta quizá por primera vez por muchosde vosotros en toda su atractiva y limpiabelleza, o encontrada de nuevo despuésde tantas rendiciones a propuestas, se-ductoramente presentadas, de existenciavana y falsa.

La vida convertida a Jesucristo es vidaque ha descubierto el Amor y su fuenteúnica y auténtica, que no es otra que el Pa-dre que nos busca, que nos perdona, quenos conduce de nuevo al hogar de la vidasin fin, que nos señala y aclara el camino:

el del doble mandamiento del amor a Diosy al prójimo. Jesucristo os espera, para re-conciliaros con el Padre que os ama, en lacomunión de la Iglesia, a través del mi-nisterio de sus sacerdotes.

¡Hagamos juntos, de 1999, un Año dela conversión de los jóvenes que, deján-dose mirar a los ojos por Cristo, le dicen«sí», le dicen que desean ardientementevolver, con todos los jóvenes del mundo–sobre todo, con los más necesitados y losmás hundidos en las miserias morales ymateriales de nuestra sociedad–, a la Casadel Padre, y que Lo quieren eficazmente!

María, la Madre de Jesús, estaba muycerca de su Hijo aquellos días terrible-mente dramáticos del Jerusalén que lo lle-vó con crueldad e ingratitud inauditas alsuplicio de la Cruz. Le acompañaba comola hija predilecta del Padre, que por eso me-reció llegar a ser la Madre de su Hijo, ofre-ciéndolo y ofreciéndose con Él para quelos hombres de todos los tiempos cono-ciesen y experimentasen, a través del len-guaje del amor divino, inigualablementeexpresado en la Cruz y en la Resurrección,que estaban llamados a ser hijos y quisie-ran serlo.

Con nuestra Madre, queridos jóvenes, yde su mano, encontraremos el Camino.

Con mi afecto y bendición,

+ Antonio Mª Rouco Varela

La voz del cardenal arzobispo

«Jóvenes, la Iglesia os necesita»«El Padre os ama» es el título de la exhortación del cardenal arzobispo de Madrid para el próximo Domingo de Ramos,

Jornada Mundial de la Juventud en nuestra Iglesia diocesana. Dice en ella:

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Para poder responder a la pregunta so-bre el origen de mi vocación, cierta-

mente no puedo pasar por alto la referen-cia a mi familia. Soy el mayor de dos her-manos, y mis padres son católicospracticantes; hago tal referencia porquetodo esto ha influido en mi vida y, por tan-to, en mi vocación. Recuerdo, siempre quehago memoria de mi vocación, que des-de pequeño había algo en la figura del sa-cerdote que me interpelaba. Esto me llevoun día a preguntarle al coadjutor de miparroquia qué debía hacer para ser sacer-dote; él me dio la dirección del Seminariomenor; pero pasaron los días y parece queel tema de la vocación se iba olvidando,como si hubiera sido una fantasía más dela infancia.

Al poco tiempo me confirmé, y entréen una comunidad del Camino Neocate-cumenal, donde con toda seguridad hepodido experimentar un crecimiento enla fe más profundo. Pasaron los días, y elmes de mayo de 1993, como preparacióna la Jornada Mundial convocada por elPapa en Denver, hubo un encuentro delos jóvenes del Camino. Yo, como todoslos demás, acudí, pero puedo asegurarque en esos momentos no tenía en mentela posibilidad de entrar en un Seminario;más aún, acudí en parte para ver si po-día salir con una chica de mi parroquia,que en esos momentos me gustaba. La ce-lebración transcurrió como debía trans-currir y, como está programado, al finalse hizo una invitación a los jóvenes quesintieran la vocación al sacerdocio a que sepusieran de pie para recibir la bendicióndel cardenal, a lo que se añadió que, aque-llos que tuvieran dudas, esperaran a queel Señor se lo confirmara. En esos mo-mentos todo mi ser era un mar de dudas,por lo que pensé que esto no era para mí.Pero durante este tiempo se entonó uncanto que para mí fueron palabras con-cretas de que Dios me llamaba a servirleen el sacerdocio:

Si sientes un soplo del cielo, un viento quemueve las puertas, escucha la voz que te lla-ma, te invita a caminar lejos… eran pobreshombres como tú, como yo...; tenían un cora-zón, como tú, como yo… ; pensaban sin dudaen el amigo perdido, en la mujer dejada en lapuerta de la casa… Hombre que esperas es-condido en las sombras, la voz que canta es pa-ra ti, te trae la alegría de una buena noticia; elreino de Dios ha llegado ya.

Y digo que fueron palabras concretasporque tuvieron el poder de romper en mí

todos mis miedos y minusvaloraciones,haciéndome ver que esta obra que Diosquería comenzar en mi vida no era obramía, sino suya y, por tanto, Él saldría ga-rante a pesar de todas mis infidelidades,como durante estos seis años se ha puestode manifiesto. Después el Señor me vol-vió a confirmar mi vocación en Loreto, Pa-rís, y así, el 1 de octubre de 1996, entré enel Seminario diocesano misionero Re-demptoris Mater Nuestra Señora de la Almu-dena de Madrid.

Como testimonio a todos los jóvenes,y no tan jóvenes, que estéis leyendo esteartículo y os encontréis ante la duda de siDios os llama a ser sacerdotes, tengo quedeciros que no tengáis ningún miedo, quedeis el paso que nuestra Madre la VirgenMaría dio el día de la Anunciación: Hága-se en mí según tu palabra. Si verdaderamenteDios os llama, podréis experimentar aque-llo que yo en este tiempo he experimen-tado, que, a pesar de mis infidelidades ypecados, Dios ha continuado fiel a la obra

que Él ha comenzado, y, lo que es aún másgrande, que me siento amado sin haberdado nada a cambio.

Cuando nos llama Dios tiene pleno co-nocimiento de cómo somos y cuáles sonnuestras limitaciones, como la Sagrada Es-critura refleja al relatar las vocaciones delos profetas: Mira, Señor –dice Jeremías–,que no sé expresarme, que soy un muchacho. Apesar de estas objeciones, Dios te sigue lla-mando. Y es grande tener, no sólo la posi-bilidad de experimentarlo, sino de poderdar a conocer lo que gratis he recibido. Es-to es, además, lo específico de mi vocación:anunciar a Cristo y su amor a todos loshombres en cualquier lugar donde no lohayan escuchado, o se les haya olvidado.

Para finalizar, lo único que me quedaes bendecir y dar gloria a Dios por su Hi-jo Jesucristo, el cual nos ha enviado su Es-píritu y nos ha dado a su Madre como in-tercesora nuestra ante el Padre.

Raúl Orozco Ruano

«No tengáis miedo a ser sacerdotes»

El seminarista Raúl Orozco Ruano explica, en este testimonio, el origen de su vocación:

Cristo instituye el Sacerdocio y la Eucaristía

El Día del Señor Nº 158/25-lll-1999 15ΑΩ

Quedan atrás tantos reco-dos del camino en los que

Jesús pasó haciendo el bien.Sus encuentros con la gente,brindando sus gozos como enCaná, llorando sus sufrimien-tos como en Betania: curandodolencias, iluminando oscuri-dades, saciando hambres; ai-rándose contra los comercian-tes del templo y contra los fa-riseos de siempre. Jesús quebendice, que enseña, que reza,que cura, que libera… Ahoraes el momento último y finalde este drama humano y divi-no. A él nos asomamos en eldomingo de Ramos con el re-lato de la Pasión que escucha-remos en el Evangelio. Es muyimportante ver en este dramade la Pasión de Jesús no tantolo que ocurrió hace veinte si-glos, sino lo que ha ocurridosiempre, entonces y ahora, conaquellos y con todos los quehemos ido viniendo despuésal escenario de la Historia.

Ahí estamos nosotros. Unaveces gritando hosanas al Señor,y otras crucificándolo de mil ma-neras; unas veces cortaremoshasta la oreja del que ose tocara nuestro Señor, y otras le igno-raremos hasta el perjurio en lafuga más cobarde, como hizoPedro; unas veces le traiciona-remos con un beso envenenadocomo hizo Judas, o con unaaséptica tolerancia que necesitalavar la imborrable culpabilidadde sus manos cómplices, comohizo Pilato; unas veces seremosfieles tristemente, haciéndonossolidarios de una causa perdi-da, como María Magdalena;

otras lo seremos con la sereni-dad de una fe que cree y esperauna palabra más allá de la muer-te, como María la Madre.

Ése es nuestro drama, ahínuestra historia. Con la Iglesia,con todos los cristianos, nosdisponemos a revivir, y a noolvidar, el memorial del amor

con el que Jesús nos abrazóhasta hacernos nuevos, devol-viéndonos la posibilidad de serhumanos y felices. Ésta es laSemana Santa cristiana, tandistante de la semanasanta delturismo y del relax.

Jesús Sanz Montes, ofm

Evangelio

Mateo 26, 14 - 27, 66

En aquel tiempo, los sumos sa-cerdotes y el Consejo en ple-

no buscaban un falso testimo-nio contra Jesús para conde-narlo a muerte y no loencontraban. Comparecierondos que declararon:Éste ha dicho: «Puedo destruir eltemplo de Dios y reconstruirlo entres días». El sumo sacerdote sepuso en pie y le dijo: ¿No tienesnada que responder?

Pero Jesús callaba. Y el sumosacerdote le dijo: Te conjuro porDios vivo a que nos digas si tú eres elMesías, el Hijo de Dios. Jesús le res-pondió: Tú lo has dicho. Más aún, yoos digo: desde ahora veréis que elHijo del hombre está sentado a laderecha del Todopoderoso y queviene sobre las nubes del cielo. En-tonces el sumo sacerdote rasgósus vestiduras diciendo: Ha blas-flemado. ¿Qué necesidad tenemosya de testigos? Acabáis de oír lablasfemia. ¿Qué decidís? Y elloscontestaron: Es reo de muerte. En-tonces le escupieron a la cara ylo abofetearon.

Jesús fue llevado ante el Go-bernador, que le preguntó: ¿Erestú el rey de los judios? Jesús res-pondió: Tú lo dices.

Por la fiesta, el Gobernadorsolía soltar un preso, el que lagente quiera. Tenía un preso fa-moso, llamado Barrabás. Cuan-do la gente acudió, dijo Pilato:¿Aquién queréis que os suelte? Ellos di-jeron: A Barrabás. Pilato les pre-guntó: ¿Y que hago con Jesús, lla-mado el Mesías? Contestaron: ¡Quelo crucifiquen! Pilato insistió: Pues¿qué mal ha hecho? Pero ellos gri-taban más fuerte: ¡Que lo crucifi-quen! Al ver Pilato que todo erainútil, tomó agua y se lavó las ma-nos, diciendo: Soy inocente de estasangre. ¡Allá vosotros! Y el puebloentero contestó: ¡Su sangre caigasobre nosotros y sobre nuestros hijos!

Entonces les soltó a Barrabás; ya Jesús, después de azotarlo, loentregó para que lo crucificaran.

DDoommiinnggooddee RRaammooss

Lo ocurrido en la relación del padre con el hi-jo, en la parábola de Cristo, no se puede va-

lorar desde fuera. Nuestros prejuicios en torno altema de la misericordia son el resultado de unavaloración exterior. A veces percibimos en la mi-sericordia una relación de desigualdad entre elque la ofrece y el que la recibe. Estamos dis-puestos a deducir que difama a quien la recibey ofende la dignidad del hombre. La parábola delhijo pródigo demuestra cuán diversa es la reali-dad: la relación de misericordia se funda en la co-mún experiencia de aquel bien que es el hom-bre, de la dignidad que le es propia. El padreparece olvidarse de todo el mal que el hijo habíacometido. La misericordia se manifiesta comoprueba creadora del amor que no se deja vencerpor el mal, sino que vence al mal con el bien.

Juan Pablo II (Dives in misericordia, n.6)

Padre rico en misericordia

GG ooyyoo DDoommíínngguueezz

Ocurre ahoraLecturas de la Misa

Isaías 50, 4-7Filipenses 2, 6-11

«Jesús condenado por el Sanedrín». Evangelio de Gladzor (a.1300-1307)

RaícesNº 158/25-lll-199916 ΑΩ

Yo es que no quiero pintarla cara de Cristo, le dijo aPablo Pombo, un día,

otro pintor amigo; y Pablo só-lo replicó:

– Pero es que ahí es donde estáel reto...

Pablo lleva toda su vida de-safiando a ese reto, y ha em-pezado a atreverse con un vér-tigo y un misterio aún mayor:Cristo resucitado. Pablo dicecosas estupendas: No puedo de-jar de pintar a Cristo desvalido,

aterradoramente solo. Dice quele da mucha ternura un Dioshombre que sufre la soledady que le interpela a uno, sinabrir la boca, con su impresio-nante y serenísima mirada, tansilenciosamente clamorosa.

Pablo dice que una cosa es elvirtuosismo artístico, y otra–bien distinta– la creación ar-tística; y que, para lograr ésta,hay que pintar, qué sé yo... su-surra él, así como de rodillas...¿Comprenden?

CCuuaannddoo ssee ppiinnttaa ««ccoommoo ddee rrooddiillllaass……»»CCuuaannddoo ssee ppiinnttaa ««ccoommoo ddee rrooddiillllaass……»»

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Y digo yo que, a lo mejor,eso es lo que explica algunosamarillos lancinantes de loscuadros de Pablo, o algunosde esos blancos como espadasluminosas, o algunos de susprodigiosos azules a lo Greco-Zurbarán, o de sus rojos y ver-des a lo Ribera-Goya-Berru-guete, o esos ébanos, violetas,blanquecinos entre manche-gos y solanescos, pero en rea-lidad pombianos, únicos, queson como una íntegra dona-ción de sí mismo.

Por favor, dejen que les ha-ble su pintura. Nunca fue máscierto que una imagen valemás que mil palabras, aunqueéstas sean las muy certeras dealguien que supo calar muyen el hondón del alma de estetoledano genial, pintor entre-verado de místico: las de aquelinmenso crítico de arte, prodi-gioso escritor y mejor amigoque fue Ramón Faraldo. Es-cribía sobre Pablo y su pintura:

Sólo ciertas convicciones so-bre lo invisible, eso que llamamosfe, puede hacernos penetrar en las

regiones desoladas a las que na-da más llegan los locos, en su su-prema lucidez, o los artistas en subúsqueda de lo imposible. Tú, Pa-blo, te encuentras en esa órbita,alegre, feroz, desesperada. Ni pi-des ni das sosiego a nadie. Pintar

no es una lección que se aprende;es una aventura que se inicia ca-da madrugada, con el alma en jue-go. Y hablaba de la capacidadde asombro ante los enigmasdivinos de este Pablo Pomboapasionado seguidor delHombre que murió y que, iza-do sobre el Gólgota, supo per-donar a todos los que no sa-bemos ni lo que hacemos, ypermanece eternamente, conlos brazos abiertos y con elcostado acribillado, esperan-do nuevos lanzazos, y ofre-ciendo la Vida verdadera desu Resurrección. No fue unomás. Fue el Único, y parasiempre.

¿Qué importa, pues, elguirigay triunfalista de quie-nes practican y comulgan re-lativos, cuando se enfrentauno, tan a cara descubierta,con el Absoluto? Son los Cris-tos de Pombo, cuadros consed de más. Es inútil pregun-tarle al pintor. No sabe másde lo que sabe. Es el primerperplejo, pero cautivado. Demodo que quedamos, con Fa-raldo, en que el arte es pocacosa, si, además de arte, nolleva dentro religiosidad; eslo que le pasa a Pablo cuan-do pinta: que vive sin vivir ensí. ¿Qué mejor, en esta Sema-na Santa, que dejarnos inter-pelar por sus cuadros, quenos invitan a algo parecido,por no decir, a lo mismo exac-tamente?

Miguel Ángel Velasco

Raíces Nº 158/25-lll-1999 17ΑΩ

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Iglesia en MadridNº 157/18-lll-199918 ΑΩ

El tiempo cuaresmal ha llegado a su mo-mento culminante: la Semana Santa.

En el Domingo de Ramos, la Iglesia co-mienza, un año más, la celebración litúr-gica de los misterios de la Pasión y Muer-te de Nuestro Señor Jesucristo. Por ello,de nuevo: Semana Santa. Una SemanaSanta nueva y, a la vez, antigua: la mismaque transcurrió en Jerusalén hace casi dosmil años. Comprender y vivir la inmedia-ta Semana Santa como si fuese aquella, esclave para que los cristianos de 1999, laHumanidad de este final de milenio, nopierdan de nuevo la verdad: de su tiempo,de su destino, de su vida. Es más: es pre-ciso que sepan y tomen conciencia de quees la misma, de que lo que entonces acon-teció en aquel tremendo escenario de Je-rusalén, soliviantado contra Jesús, el Na-zareno, hasta el punto de llevarle a lamuerte ignominiosa de cruz, es lo que vaa suceder ahora por la mediación litúrgi-co-sacramental de la Iglesia en toda la ge-ografía del mundo.

La liturgia de la Cuaresma nos ha rei-terado con una insistencia casi machaconala advertencia del apóstol Pablo: Es tiempofavorable, es el tiempo de la salvación. ¿Seráposible que nos unamos, nosotros tam-bién, de nuevo, al coro de los que menea-ban la cabeza cuando pasaban al lado deCristo crucificado con la cínica observa-ción de que, si no puede salvarse a sí mismo,cómo va a salvar a otros? El evangelista ta-chaba, a los que así hablaban, de blasfe-mos. Con todo, y aunque parezca mentira–¡inconcebible!–, son muchos desde en-tonces los que han despreciado o/e igno-rado la Sangre derramada de Cristo en laCruz por la salvación del mundo. No hayque extrañarse, pues, si la tentación de vol-ver a repetir ese desprecio es también en1999 muy grande; poco menos que ava-salladora.

EL ESCÁNDALO DE LA CRUZ

El escándalo de la Cruz, del que hablabaya san Pablo en referencia a la reacción demuchos de sus contemporáneos ante supredicación del Evangelio, ha encontradoen el hombre de hoy múltiples y radica-les versiones en corrientes de pensamien-to, en formas de cultura y en estilos deexistencia muy difundidos, con una ca-racterística común: la autosuficiencia ma-terialista, la autocomplacencia sin límites.Sin embargo, la locura y el escándalo de laCruz revelan una sabiduría insondable: ladel amor infinitamente misericordioso deDios. Sabiduría sólo accesible a los senci-llos. La única verdadera y auténtica, por-que da la vida y, por ello, salva.

A esa Sabiduría tendremos acceso reno-

vada –y renovadoramente–, en esta Se-mana Santa, si reconocemos que quien es-tá clavado en la Cruz es el Hijo de DiosVivo, en su humanidad santísima, denuestra carne y de nuestra sangre, tomadadel seno de su Madre, la Purísima VirgenMaría. Pero sucederá así solamente si loreconocemos con fe viva, con la esperanzacierta de nuestro perdón, con el deseo ar-diente de sentir y demandar, como reco-mienda san Ignacio de Loyola en su Librode los Ejercicios: Dolor con Cristo doloroso,quebranto con Cristo quebrantado, lágrimas,pena interna de tanta pena que Cristo pasó pormí.

El reconocimiento ha de ser personal,nacido del fondo del alma, de un almaorante y penitente, que se abre al amor delCorazón de Cristo con todo lo que uno tie-ne y es: con la propia existencia. Un reco-nocimiento, por tanto, eclesialmente ex-presado, ofrecido, compartido en comu-nión, la que se funda en la reconciliaciónsacramental y culmina en la comunión Eu-carística. Un reconocimiento, que conclu-ye uniendo toda la vida a la oblación del

Calvario, dándola a los hermanos: a losdel no a Cristo; a los del sí a Cristo, quebrota de la experiencia del sufrimiento, dela enfermedad y de la pobreza, vividascon amor crucificado; a los que son las víc-timas de la explotación actual del hombrepor el hombre a través de las nuevas fór-mulas de explotación terrible y desalmada,nacidas en el fondo de un desafiante no ala Cruz de Cristo, y que apuntan al núcleomismo, el interior de la persona humana,llevándola a su ruina total.

Apenas se puede imaginar una oraciónmejor y más certera para obtener la gra-cia de ese reconocimiento interior, que la ora-ción colecta del último Domingo de Cua-resma: Te rogamos, Señor Dios nuestro, que tugracia nos ayude, para que vivamos siemprede aquel mismo amor que movió a tu Hijo aentregarse a la muerte por la salvación delmundo.

Con los deseos de una celebración muyfructuosa de la Semana Santa y mi bendi-ción,

+ Antonio Mª Rouco Varela

Una nueva Semana SantaAnte la proximidad de la Gran Semana cristiana, el cardenal arzobispo de Madrid, escribe:

La crucifixión (siglo VIII). Santa María la Antigua. Roma

Iglesia en Madrid Nº 157/18-lll-1999 19ΑΩ

El pasado lunes, la archidió-cesis de Madrid firmó un

convenio con el Ejecutivo au-tonómico sobre la enseñanzareligiosa católica. Es el sextoconvenio que se firma entreambas instituciones. El texto,que fue aprobado por el car-denal arzobispo de Madrid,Antonio María Rouco Varela,y por el Presidente autonómi-co, don Alberto Ruiz Gallar-dón, hace referencia, desde susprimeras páginas, tanto alAcuerdo entre la Santa Sede yel Estado español sobre ense-ñanza y asuntos culturales de1979, que regula la enseñanzade la doctrina católica, como ala Constitución española, queestablece en su artículo 27 loconcerniente a la formación re-ligiosa y moral.

El Presidente de la CAMaludió al artículo 16 de laConstitución que, además degarantizar la libertad religiosay de culto, establece la obliga-ción de los poderes públicos detener en cuenta las creenciasreligiosas de la sociedad espa-ñola, por lo que expresamente senos conmina –dijo Ruiz Gallar-dón– a una relación de coopera-ción muy estrecha con la Iglesiacatólica, ya que tiene una impor-tancia trascendente y absoluta-mente determinante en el sistemaeducativo de la nación española y,por consiguiente, de nuestra Co-munidad de Madrid. Y añadió:La libertad de los padres para ele-gir el colegio para sus hijos es unelemento de calidad humana en eldesarrollo integral de la persona,que tiene que estar garantizado.

El cardenal Rouco Varela vela necesidad de formular prin-cipios y criterios de actuacióncomunes para el mejor servi-cio de los centros escolares enmateria de religión y de moralcatólica.

El convenio ha llegado a sufin tras un año de gestionesprevias y arduos trabajos en-tre las partes, y ha contado conla colaboración de todas las

instituciones educativas ecle-siales. En él se recogen una se-rie de puntos de vital trascen-dencia para la enseñanza reli-giosa en las tres diócesismadrileñas, Madrid, Alcalá yGetafe. Se aplica un artículo delAcuerdo entre la Santa Sede yel Estado español para hacerefectivas las condiciones equipa-rables de la Religión y Moral Ca-tólica a las de las demás disciplinasfundamentales. Se reconoce elvalor y significado de los sig-nos y expresiones religiosas ha-bituales, como el Crucifijo, co-mo parte de la educación reli-giosa solicitada por los padres.

En el acuerdo se dice –comen-tó el arzobispo de Madrid– quea la educación religiosa perteneceno sólo el elemento pedagógico dela clase, la enseñanza, sino tam-bién los elementos expresivos quele acompañan. Se establece que

el horario de la clase de Reli-gión será el de los dos perío-dos lectivos. Se reconoce el de-recho de los centros a realizaractividades complementariasde formación y de asistenciareligiosa, y se recuerda la obli-gación de todos los centros deofrecer la enseñanza de la reli-gión y moral católica como op-ción de los padres para sus hi-jos.

En cuanto al profesorado, laComunidad y la Provinciaeclesiástica se comprometen avelar por su formación inicial,y su situación económica ten-drá como base una contrata-ción laboral, de duración de-terminada, y se beneficiarán dela Seguridad Social. En el nue-vo convenio aparece la figuradel profesor de Religión enfunción asesora técnica. El con-venio especifica sus funciones,

y todas ellas van encaminadasa una mejora cualitativa delprofesorado.

Otro de los puntos impor-tantes del convenio hace alu-sión a los libros de texto y ma-teriales didácticos de Religión,que necesitan un dictamen pre-vio favorable de los órganoscompetentes de la Jerarquíaeclesiástica. Se reconoce tam-bién para los Seminarios y cen-tros concertados católicos elderecho a establecer su propioplan de estudios, que debe seraprobado por la Consejería deCultura de la Comunidad Au-tónoma. Además, los centroscatólicos –diocesanos, de reli-giosos y laicos homologadoscomo católicos– podrán aco-gerse al régimen de becas ysubvenciones.

Javier Alonso Sandoica

Ruiz Gallardón, en la firma del convenio sobre enseñanza religiosa en Madrid

«La Iglesia es determinanteen el sistema educativo»

El cardenal arzobispo de Madrid, con el Presidente de la Comunidad Autónoma

MundoNº 157/18-lll-199920 ΑΩ

Mundo Nº 157/18-lll-1999 21ΑΩ

La vidaNº 158/25-lll-199922 ΑΩ

La dirección de la semana

Con ocasión de la Cuaresma, la Biblioteca Electrónica Cris-tiana ha introducido novedades en su página web. Podrán

encontrar diversos textos de la rica tradición cristiana desdelos Santos Padres hasta el actual magisterio de la Iglesia.

Dirección: http://www.multimedios.org

INTERNETDirección: http://www.multimedios.org

El español don José Ma-ría Gil Robles, Presi-

dente del Parlamento Euro-peo, merece abrir esta sec-ción de nombres propios:desde hace mucho tiempo,la Comisión Europea habíahecho prácticamente de sucapa un sayo, tomando de-cisiones que afectan a millo-nes y millones de europeos,sin la menor consulta demo-crática imprescindible. El Pre-sidente del Parlamento consede en Estrasburgo ha pues-to las cosas en su sitio y lospuntos sobre las íes, con unsentido de la responsabilidady de la justicia nítidamentedemocrático, porque para al-go han sido elegidos losmiembros de ese Parlamen-to. Ya era hora de que em-pezara a cumplir responsa-blemente su misión. Ahorasólo falta normalizar tambiénel Parlamento.

Baltasar Magro, por In-forme Semanal de TVE-1, yFederico Jiménez Losan-tos, por La Linterna, de laCope, son dos de los galar-donados por la Agrupaciónde Telespectadores y Radio-yentes (ATR), que acaba deconceder sus XI Premios, co-rrespondientes a 1998 y queson el resultado directo delos gustos y aficiones de milesde telespectadores y radio-yentes que juzgan con crite-rios de calidad, sin valorar lascifras de audiencia.

Don Joaquín MartínAbad, don José Luis Iri-

zar Artiach, don TomásJuárez García Gasco, donAlberto Andrés Domín-guez y don Celedonio Gu-tiérrez, son los nuevos ca-nónigos miembros del Cabil-do catedralicio de NuestraSeñora de La Almudena. Elpasado día 19,solemnidadde San José, tomaron pose-sión en la catedral de Madrid,tras una concelebración dela Eucaristía que presidió elcardenal Rouco, arzobispode Madrid.

Monseñor Alberto Inies-ta, obispo auxiliar eméritode Madrid, fue uno de losmás destacados participan-tes, junto con José MaríaJavierre, Oscar Alzaga,Juan Gomis, DemetrioMadrid, y Luis Uruñuelae Hilario Rager, en el re-ciente Congreso, celebradoen Sevilla, sobre la transicióndemocrática en España.Monseñor Iniesta tuvo a sucargo una ponencia tituladaLos cristianos en la lucha porla democracia, en la que, en-tre otras cosas, afirmó que,si la Iglesia tuviera que pedirperdón por su papel tras laguerra civil, algunos partidospolíticos que apoyaron losasesinatos de sacerdotes y ladestrucción del patrimoniode la Iglesia, también tendrí-an que pedirlo.

Monseñor Antonio Al-gora, obispo de Teruel, y res-ponsable de Pastoral Obreraen la Conferencia Episcopal,junto con todo su Consejo

asesor, participarán, del 7 al11 de abril, en Oporto, en elV Coloquio de Pastoral Obre-ra, que abordará problemasimportantes como las con-sencuencias laborales de laUnión Europea, el desem-pleo y la emigración. En no-viembre de este año –Año dela Pobreza–, y para unirse alas celebraciones del Jubileodel año 2000, se celebraráen España un Congreso Na-cional de Pastoral Obrera.

El profesor Javier Bar-bero, psicólogo y máster enbioética, ha sido el respon-sable del curso sobre Cuida-dos paliativos. Apoyo emo-cional y espiritual, y valora-ción ética en la asistencia alos enfermos terminales, queha tenido lugar en Madrid,organizado por el Centro deHumanización de la Salud,de los religiosos Camilos.

Don José María Javie-rre es un sacerdote perio-dista que no sólo ha elegidovivir en Sevilla, sino que le se-ría muy difícil dejar de vivirallí: es una de las personasmás queridas de la ciudad,que el año pasado le honródeclarándolo hijo predilectoy adoptivo. Ahora acaba deemocionarle, una vez más,poniendo su nombre a unode los más hermosos paseosde la ciudad. En la inaugu-ración del Paseo de José Ma-ría Javierre estuvo arropadopor el afecto de la Alcaldesade Sevilla, de los concejalesde todos los grupos políticos,y por el cariño sincero de lossevillanos.

El chiste de la semana

Así ha visto el escándalo en el Comité Olímpico el dibujante de «Le Figaro».

Nombres propios Luto para la cultura

La quincenapasada fue

de verdaderoluto para lacultura mun-dial por el fa-llecimiento deinsignes per-sonalidadesen de la vidacultural: losescritores BioyCasares y Jean Guitton eldirector de cine, Stanley Kubrick, Yehu-di Menuhin, uno de los más y prestigiososvirtuosos del violín, y el pintor peruanoOswaldo Guayasamín, a quien muchosconocían como el pintor de los oprimi-dos y necesitados.

Simposio sobre el obispo y su ministerioLa Facultad de Teología de la Universi-

dad Pontificia de la Santa Cruz, en Ro-ma, acaba de celebrar su V Simposio In-ternacional, que este año ha estado de-dicado a estudiar la figura de los obisposy su ministerio, uno de los aspectos quemás han llamado la atención de los teó-logos, especialmente desde el ConcilioVaticano II. Los congresistas se han de-tenido especialmente en la dimensióncolegial del episcopado que ha dado lu-gar al Sínodo de los Obispos y a las Con-ferencias Episcopales. Presidió la apertu-ra el Prelado del Opus Dei, monseñor Ja-vier Echevarría, y hubo ponencias delcardenal Medina, Prefecto de la Congre-gacion para el Culto Divino, y de obis-pos, y destacados profesores y teólogos.

La vida Nº 158/25-lll-1999 23ΑΩ

José Pedro Manglano Caste-llar es el autor de este pe-

queño librito, que acaba de edi-tar Desclé de Brower, en el quepresenta una serie de oracionesy reflexiones para hablar con Je-sús y orar meditando en la Pa-sión y con el Vía Crucis, suma-mente oportunas para estas fe-chas de Semana Santa: la Pasióny yo; oración en el Huerto y be-so de Judas; Jesús preso y juz-gado; flagelación; corona de es-pinas; camino del Calvario; Cris-to crucificado; muerte en laCruz; Via Crucis. Con un len-guaje sencillo y muy actual ycon una estructura que facilita lalectura y la meditación, estassencillas páginas constituyen unprecioso instrumento, y puedenayudar, durante estos días, a

una mayor y mejor vivencia delos misterios esenciales de la fecatólica.

Muchas veces son más efi-caces los pequeños volú-

menes divulgativos que lasgrandes enciclopedias históri-cas. Quizás con este criterio, laeditorial Ciudad Nueva presen-ta, en estas cien páginas, unasíntesis de las grandes épocasde la Historia de la Iglesia; y lohace en trece breves capítulosde agradable lectura, escritoscon un estilo periodístico: desdeJesús de Nazaret y las nacien-tes comunidades cristianas, alas persecuciones de los prime-ros siglos; desde las sombras decismas y reformas medievales,a las luces de nuevos horizon-tes, hasta llegar a nuestros días.Son páginas sumamente útiles,tanto para los que ya conocenla Historia, como para las nue-

vas generaciones que la estándescubriendo, y que lo haránmejor gracias a este libro.

Ha nacido FrancescoViene con todo dere-

cho, gozosamente, aesta página de la vida. Hanacido Francesco: éste se-rá el nombre que le im-pondrán próximamenteen el sacramento del Bau-tismo al primer hijo queha dado a luz Inma Álva-rez, nuestra compañeraen la redacción de Alfa yOmega. A ella y a su es-poso Salvatore, y a losabuelos de Francesco,nuestra más alegre enho-rabuena. Compartimoscon ellos la alegría de es-te maravilloso regalo deDios y queremos comuni-carlo a nuestros lectorespara que también ellos lacompartan.

La Medalla de la FAO,a Juan Pablo II

El Papa Juan Pablo II ha recibido la medalla especialmente acu-ñada en su honor por la Organización de las Naciones Unidas

para la Agricultura y Alimentación (FAO), en reconocimiento delos constantes es-fuerzos del Pon-tífice por comba-tir el hambre y lamalnutrición, yde su preocupa-ción demostradapor la situaciónde los pobres delmundo y por lapaz mundial. Enel anverso de la

medalla aparece un retrato del Papa, y en el reverso, estas palabrassuyas: Pan cotidiano, condición para la paz mundial, así como la re-presentación simbólica de un pez y de una espiga, dos de lasfuentes de alimentos más importantes. El diseño de la medalla esobra de la artista italiana Orietta Rossi.

Una escultura singular

El Crucificado de la Sábana Santa deTurín ha sido transformado por el

escultor italiano Luigi Mattei en una es-tatua de bronce, que será expuesta apartir del 9 de enero del año 2000, enla basílica boloñesa de San Esteban.

En este momento, el artista ya tie-ne la estatua en terracota y dispuestapara la fusión. Provisionalmente estáen un subterráneo del siglo XV, rodea-da de gigantografías de la Sábana San-ta. Acercarse a ella, con música gre-goriana de fondo, y ver materializadala efigie, que reproduce con todo rea-lismo al Crucificado de la Sábana San-ta, impresiona.

Dos libros de interés

Desde la feNº 158/25-lll-199924 ΑΩ

En 1965 el investigador y religioso ita-liano Giulio Ricci encontró una co-

rrespondencia macroscópica en el con-junto de las marcas y manchas de sangrede la Sábana Santa de Turín y del Sudariode Oviedo, que parecen haberse produci-do por el contacto directo con un rostrolleno de sangre, principalmente en barba ybigote. En 1985 Pier Luigi Baima Bollone,catedrático de Medicina Legal de la Uni-

versidad de Turín, comprobó la presenciade restos de sangre humana en el Suda-rio, los cuales, tras ser analizados minu-ciosamente, revelaron ser del grupo AB…el mismo de las manchas de sangre de laSíndone. Por otro lado, el famoso botáni-co y criminólogo suizo Max Frei, autor delanálisis del polen existente en la Sábanade Turín, por el que concluyó que ésta, an-tes de llegar a Europa, habría estado en

Constantinopla, Turquía y Palestina, tam-bién estudió el lienzo de Oviedo, afir-mando que, al igual que la Síndone, poseepolen de plantas propias de Palestina.

El Sudario de Oviedo se presenta a sim-ple vista sin protección alguna, cosido auna base de tela blanca, tensada y monta-da sobre un bastidor, rematando el con-junto un marco de plata, que se apoya di-rectamente sobre esta tela sin tocar la reli-quia. Lo primero que un observador veson dos manchas simétricas de un colormarrón con distintas intensidades. ParaJosé Delfín Villalaín, catedrático de Medi-cina Legal de la Universidad de Valencia,las manchas se habrían producido por con-tacto directo con el rostro de una persona decuya nariz manó abundante sangre.

Villalaín dice que sobre la tela tambiénhay manchas puntiformes, producidas por fi-nos objetos punzantes, quizá espinas. Lasmanchas centrales corresponden a líqui-dos pulmonares mezclados con sangre,según el médico forense. Dichos flujos seproducirían inicialmente estando el cuerpo col-gado en posición vertical, con la cabeza incli-nada al frente y a la derecha. Una hora des-pués el cuerpo fue puesto boca abajo –conti-núa Villalaín– y entonces se habrían formadolas manchas de la nariz y la frente.

Tal y como revelaron las conclusionesdel doctor Villalaín en su exposición enun congreso en Oviedo en 1994, parte delSudario fue plegado por detrás de la ca-beza y el resto alrededor de la cara, vol-viendo a ser doblado sobre sí mismo, loque daría lugar a la doble imagen de lasmanchas. El científico norteamericanoAlan Whanger, experto en la superposi-ción de imágenes usando técnicas de luzpolarizada, ha llegado a la conclusión deque la disposición de las manchas de sangreen el Sudario presenta grandísimas coinci-dencias con la disposición de las de la SábanaSanta de Turín en lo que a la cabeza se re-fiere. Whanger asegura que hay 130 man-chas de sangre coincidentes entre las dosreliquias, que constituyen una poderosa evi-dencia de que las dos prendas estuvieron encontacto con idéntico personaje.

Alfa y Omega

La Sábana Santa y el Sudario de Oviedo

Impresionantescoincidencias

La tela de lino que, según la tradición cristiana, envolvió el rostro de Jesús duranteel traslado de su cadáver desde la cruz al sepulcro, podría llevar más de un

milenio guardada en la Cámara Santa de la catedral de Oviedo. Para un grupode prestigiosos científicos españoles y extranjeros no hay duda de que Síndone

y Sudario están relacionados con la Pasión, muerte y resurrección de Cristo

Juan Pablo II ha dicho que loslugares en los que vivió y ac-

tuó nuestro Salvador se hantransformado en etapas de unitinerario espiritual único queayuda a seguir de nuevo los pa-sos del Dios humanado, víctimadel amor por la salvación delmundo.

Lo cierto es que el cristianono se espera lo que va a vivir ensu primer viaje a Tierra Santa. Seencuentra mucho más, dice en-

tusiasmado el padre Teodoro Ló-pez, director del Centro TierraSanta en Madrid, que los fran-ciscanos tienen abierto en Es-paña desde 1980 para informary organizar peregrinaciones. Suexperiencia le dice que todosvan con una idea predetermi-nada de cómo será. Cuando lle-gan allí, lo que ven les deja muyimpresionados, no por su gran-diosidad, sino por su humildeautenticidad capaz de haber so-

brevivido durante 2000 años.La roca más significativa para

los cristianos es la del Santo Se-pulcro, allí donde fue enterradoy donde resucitó Jesús de Na-zaret. Tanto este lugar como elCalvario son de los pocos de losque se tiene una total certezacientífica y arqueológica, de suexistencia exacta en el mismo lu-gar en el que actualmente es-tán, cubiertos por la basílica delSanto Sepulcro.

Para muchos peregrinos elefecto de la visita es como el deunos Ejercicios Espirituales. Secalcula que, del millón y mediode turistas que acuden anual-mente a Israel, un millón son pe-regrinos a los Santos Lugares.Las cifras más probables para elaño que viene, si la situación po-lítica no empeora, serían cuatromillones de personas.

Miguel Ángel Gavira Durán

El químico español Felipe Montero, especialista en microscopía electrónica, examina el Sudario de Oviedo

Tierra Santa, el quinto evangelio

Maestros Nº 158/25-lll-1999 25ΑΩ

Sobre lo esencial, en todos los dominios,se guarda silencio; pero llega un mo-

mento en que este silencio sobre lo esencialya no puede ser observado sin lesionar eldeber de sinceridad y de verdad, sin poneren peligro el núcleo mismo de lo esencial.Entonces se siente que ese silencio no pue-de ser guardado sin tener mala concien-cia.

Me extraño del silencio sobre Dios queexiste incluso entre los cristianos. Extra-ño este silencio sobre el primer objeto de lafe, el objeto último de la razón. Extrañotambién entre los cristianos el silencio so-bre el Juicio. Antes, se ponía a los fieles enpresencia de los últimos fines Ahora, pare-ce entendido que toda justicia será absor-bida por la misericordia.

Estoy sorprendido, al enterarme porlos sondeos, de que muchos cristianos nose atreven ya a decir que creen en la vidaeterna. He oído incluso a algunos predi-cadores decirme que hay que tomar par-tido por esta increencia, limitar el mensa-je cristiano a la solidaridad.

¡Qué extraño es también el silencio de laIglesia sobre la Iglesia del silencio! Este si-lencio sobre lo esencial que respeto en losotros, llegado al fin de mi vida ya no lopuedo guardar. Considero que un pensa-dor tiene una responsabilidad exigente,inalterable, dura de llevar, sin la cual elejercicio de la inteligencia no sería másque un juego. El que calla otorga.

De todas las faltas de mi existencia, lasque pesan más sobre mi conciencia, por-que me parecen más irreparables, son lasfaltas por omisión. ¡Cuántas veces he pre-ferido callarme en vez de dar testimonio! Amenudo el silencio de la información caesobre lo insoportable, es decir, sobre lo esen-cial. Antiguamente, los laicos no tenían queocuparse de la enseñanza religiosa. Los quelo hacían, como sucedió con Pascal, erantenidos por marginales inútiles, a veces,sospechosos. Los laicos estaban mezcla-dos con el mundo: su papel era ocuparsedel mundo. En cuanto a los obispos, su de-ber primordial consistía en enseñar, ennombre de Dios, en nombre de Cristo, laverdad íntegra, sin tener demasiadas pre-ocupaciones de adaptación. En nuestrosdías, los obispos tienen, más que antes, lapreocupación pastoral de hablar al mun-do, de hacerse todo para todos, a ejemplo

de san Pablo. Pero la relación del obispocon el laico se ha modificado.

Antes del Concilio, especialmente enFrancia, fueron escritores laicos (Claudel,Blondel, Gilson, Maritain, Marcel, Mau-riac, Julien Green, Bernanós, Thibon...)quienes mostraron más atrevimiento endecir lo que consideraban verdad. ¡Cuán-tas veces habré oido al Papa Pablo VI de-cirme (él, que fue posiblemente el primerPapa de espíritu laico) que la tarea de unseglar no es transmitir la verdad revelada

a la manera de un sacerdote, sino que ellaico debe brindar un testimonio perso-nal, fundado sobre su propia historia, ex-periencia y conciencia.

Por lo que a mí respecta, considero quela suplencia de los seglares es provisional,y que en el siglo XXI aparecerán obispossemejantes a lo que fueron los Padres de laIglesia que encontrarán acentos nuevos,aún imprevisibles, para expresar, más alláde la caridad de la prudencia, la caridad dela Verdad.

En la muerte de Jean Guitton

La caridad de la VerdadHa muerto a los 98 años Jean Guitton, verdadero maestro cristiano. Filósofo, académico, escritor profundo y cercano

a la vez, fue, ante todo y sobre todo, un hombre de fe viva y operante, un católico comprometido plenamente en la vida pública y en la difícil sociedad francesa de su tiempo, a la que se le podrán dar lecciones de todo menos

de laicidad. Fue el primer auditor seglar nombrado por Pablo VI para el Concilio Vaticano II. Nuestros lectores lo conocendesde hace tiempo: retazos de sus obras –y de su pintura– han aparecido en estas páginas; tambiéndeclaraciones suyas.

Dios ha querido que viva la Pascua de 1999 ya a Su lado. Escribió en «Silencio sobre lo esencial»:

El filósofo católico Jean Guitton en la Universidad Complutense de Madrid, en 1995

Un siglo tras las huellas de CristoSi Francia no existiera, el alma europea no sería lo que es. Elemental afirmación que hay que re-cordar, sin embargo, de cuando en cuando, como en la triste circunstancia que nos ocupa. Y siFrancia ha dado grandes ateos o increyentes, también ha dado grandes teólogos, escritores y fi-lósofos católicos y religiosos. ¿Es la contradicción, acaso, una substancia, una forma de ser de lacultura occidental? La muerte de Jean Guitton no deja, por eso, un vacío, pues en Francia hayy habrá otros pensadores y sabios como él, que continuarán su obra, y desarrollarán sus ideas enla línea espiritual y sistemática del maestro. Sí, deja un enorme vacío por cuanto que su apa-sionante legado fue el producto de una larga, fecunda, dramática y privilegiada existencia. Des-canse en paz este celebrado pensador y escritor religioso, que ahora volverá a vivir la llegadaal Padre celestial, quien, con los brazos abiertos, le habrá esperado. Lo volverá a vivir, pues yalo vivió y lo dejó escrito en su último libro Mon testament philosophique, resumen espiritual de unavida tan única y llena en experiencias históricas.

Alberto J. Lleonart

Desde la feNº 158/25-lll-199926 ΑΩ

En ciertos ambientes inclinados a veren Jesús una especie de revoluciona-

rio político se afirma que los motivos de susentencia de muerte no fueron religiosos,sino políticos, que fue el Procurador ro-mano Pilato, y no las autoridades religio-sas judías, el responsable principal de di-cha condena. Incluso en otros ambientesdigamos más respetuosos con la fe en Jesústambién se encuentra esta forma de verlas cosas. Ante la inminente celebraciónde la Semana Santa no creo que sea su-perfluo tratar de responder a esta cues-tión: ¿Por qué condenaron a Jesús? ¿Quié-nes fueron los autores de la condena? ¿Fueésta un trágico malentendido? Y no valenrespuestas inventadas.

Quienes defienden los mencionadosmotivos políticos tienen que hacerlo ne-gando la Historia, más exactamente, ne-gando el valor histórico de los relatosevangélicos, que hablan del proceso de Je-sús ante Pilato, pero también del anteriorante el Sanhedrín. Consecuentes con susprejuicios, concluyen que este proceso re-ligioso es una invención de los evangelis-tas. ¡Curiosa manera de acercarse a la His-toria! Pero así hacen muchos, si bien paraello tienen que retrasar considerablemen-te la datación de los evangelios: Cuandoéstos se escriben –piensan, con mucha ima-ginación, claro está– ya han muerto los quefueron testigos de lo sucedido, y así los evan-gelios reflejan al Cristo de la fe de los cristianosde generaciones posteriores, no al Jesús de laHistoria, el cual hay que reconstruirlo...

TRES ALTERNATIVAS

Si, según esta teoría, no existió el juicioreligioso de Jesús ante el Sanhedrín, ¿porqué se inventó? El de Jesús habría sido unproceso estrictamente político, pero losevangelistas lo transformaron porque és-tos estaban viciados por su tendencia prorro-mana y antijudía, o porque para una Iglesiaque vivía y se expandía en un medio romano–piensan los defensores de esta teoría–,habría sido peligroso admitir que su fundadorhabía sido un agitador político condenado porel poder imperial. Esta reconstrucción de loshechos obliga a datar los relatos evangéli-cos en fecha necesariamente posterior a ladestrucción de Jerusalén del año 70 porlas tropas de Tito, lo cual tuvo que provo-car la consecuente represión sobre la le-vantisca Palestina; si los cristianos culpa-ban de la condena de Jesús al Sanhedrín,en vez de a los romanos, les traería sin du-da ventajas. Pero tal reconstrucción, sobretodo, obliga a cerrar los ojos ante los datosque están ahí y que no hace falta inventar.

Basta citar, por ejemplo, el testimonioelocuente de pasajes de las cartas de sanPablo (y no pueden datarse tras el año 70,

pues el Apóstol muere el 67), inexplica-bles sin la realidad histórica de la condenade Jesús por el Sanhedrín, tal y como serelata en los evangelios. La teoría de lacondena por motivos políticos no se sos-tiene.

Por otra parte, se trata de una teoría mo-derna. En la antigüedad, la historicidad delrelato evangélico del proceso religioso deJesús no constituyó problema alguno. Dehecho, la responsabilidad de Pilato en lamuerte de Jesús apenas fue subrayada. Lacondena por el Sanhedrín, ciertamente,fue muy pronto un tema polémico entrejudíos y cristianos, pero la discusión afec-taba a la interpretación de los hechos, no ala historicidad del relato. Hasta hace 200

años, en el judaísmo no creyente en Jesúsno se negó la intervención del alto tribunaljudío en la condena de Jesús. ¿Por qué al-gunos hoy tienen tanto interés en negarla?No parece que sea el interés por la ver-dad... Sin embargo, es la verdad lo querealmente interesa, o debe interesar.

Volvamos a las preguntas del comienzosobre la condena de Jesús, ¿cómo se ex-plica semejante condena? Sólo caben tresalternativas. La condena de Jesús por Pi-lato, como rey de los judíos, parece lógica: Je-sús fue un lider revolucionario, un celo-ta, a quien los romanos ejecutaron comoa tantos otros. Otra alternativa sería quefue condenado por las autoridades reli-giosas judías, y por motivos religiosos: lapretensión de ser el Mesías enviado porDios, considerada una blasfemia; de estemodo, la crucifixión no fue un malenten-dido de lo que significaba la obra de Je-sús, sino la lógica consecuencia de su ac-tividad religiosa, que chocó con las auto-ridades judías; únicamente por unadenuncia tendenciosa de éstas ante el po-der romano, Pilato interpretó equivoca-damente el significado de la obra y de lapersona de Jesús, viendo una intenciónpolítica y sediciosa, con la consecuenciade la ejecución en la cruz.

¿Por qué condenaron a Jesús?

«Resulta demasiado puerilsalir con que el juicio de Jesúsy su condena por blasfemiaen el tribunal del Sanhedrín

son invento de los evangelistas,por conveniencias

o por antisemitismo»

Jesús llevado ante Pilato por los sumos sacerdotes y los ancianos. Ilustración del Códice de Predis (siglo XIV)

Desde la fe Nº 158/25-lll-1999 27ΑΩ

Pero hay una tercera alternativa, la ava-lada por los datos que tenemos en losevangelios.

En la segunda alternativa cabe un ma-tiz, respecto al papel de Pilato: bastaba ladenuncia de las autoridades religiosas ju-días ante el Gobernador romano para queéste se viera obligado a actuar por las ine-vitables repercusiones políticas que teníala actividad religiosa de Jesús. Su crucifi-xión, por tanto, no fue un malentendido.Por otra parte, esa obligación en Pilato aactuar en el caso de Jesús no se puede ex-plicar sólo por las evidentes repercusio-nes políticas de toda actividad religiosaen la Palestina del siglo I, porque hay querecordar que el Prefecto de Judea teníaque sancionar ese caso de pena capital.Quienes niegan la historicidad de la con-dena a muerte de Jesús por el Sanhedrínsuelen argumentar que, de ser así, la eje-cución hubiera sido la lapidación (comodictaba la ley judía) y no la crucifixión(propia de los romanos); pero olvidan undato fundamental: Israel no poseía en-tonces el ius gladii (el derecho a ejecutarsentencias de muerte) –se lo había recor-tado Roma–, y por tanto el Sanhedrín, pa-ra conseguir la muerte del acusado, teníaque recurrir a Pilato.

Además, si Jesús hubiese muerto ajus-ticiado por el Gobernador romano comoun pretendiente mesiánico más, ¿cómo esque nadie, en toda la tradición judía, leconsidera un héroe? Héroes sí fueron con-siderados personajes como Judas el Gali-leo, o Teudas, que intentaron sacudirse elyugo romano, pero no fueron acusadospor ello de blasfemos, como sí lo fue Je-sús. El caso de Jesús, evidentemente, esdistinto, y resulta demasiado pueril salircon que su juicio y su condena por blas-femia en el tribunal del Sanhedrín son uninvento de los evangelistas, por conve-niencias o por antisemitismo.

UNA TRAMA HABILÍSIMA

Lo descrito en los relatos evangélicosdel proceso de Jesús ante el Sanhedrín con-cuerda perfectamente con la praxis polí-tica y jurídica de los romanos en todas lasprovincias conquistadas. Ciertamente, Pi-lato podía haberse negado a condenar amuerte a Jesús, como más tarde se negó,por ejemplo, el Prefecto Albino en el casode Jesús, hijo de Ananías, conducido anteél por los sanhedritas por un motivo es-trictamente religioso. ¿Por qué Pilato cedióa las presiones del Sanhedrín en el casode Jesús de Nazaret? ¿No vio que teníadelante un caso típico de controversia in-terna de la Ley judía, de la que él no teníapor qué ocuparse? Fue precisamente la ac-titud que tomó en un principio, pero la

acusación tramada por los sumos sacer-dotes contra Jesús era habilísima, al mez-clar la esfera religiosa y la política respec-to al Mesías, combinando la acusación deviolación de la Ley judía (haberse hechoHijo de Dios) con la acusación política (ha-berse hecho rey). Esto sí lo temían los ro-manos. Amenazar con acudir al César erapeligroso para Pilato. El recurso de las au-toridades religiosas judías a Roma, ennombre de su Ley violada, no se hacía es-perar; y en el caso de Pilato se añade lacoincidencia del proceso de Jesús con lacaída en Roma del antijudío Seyano, lu-garteniente todopoderoso de Tiberio. An-tes de caer, quizás la queja de las autori-dades judías en Roma tuviera menos fuer-za, pero de ningún modo en plenapersecución de los amigos y partidariosde Seyano. Pero, incluso anteriormente,Pilato podía pensar que un recurso a Romapor parte del Sanhedrín muy bien podría

ser escuchado; era notorio que Tiberio que-ría antes que nada la paz en aquella pro-vincia tan difícil del Medio Oriente.

Los datos evangélicos, cuya antigüe-dad –incluso anterior a las cartas pauli-nas– cada día parece más evidente a losmás serios investigadores, nos ofrecen unaexrtraordinaria garantía de autenticidadhistórica. La causa de la condena de Jesúsno fue otra que su pretensión divina, cla-ramente blasfema si realmente no fueraen verdad el Hijo de Dios vivo, de la mis-ma naturaleza del Padre.

Finalmente, conviene añadir que acep-tar la responsabilidad del Sanhedrín en lacondena de Jesús no significa en absolutodescartar la culpabilidad del Prefecto ro-mano Poncio Pilato, ni disminuirla; ni tam-poco significa atisbo alguno de antisemi-tismo. Es constatar la realidad.

Alfonso Simón

Jesús?

Iglesia de San Pedro «in galli cantu», lugar del juicio de Jesús ante el Sanhedrín, en Jerusalén

Desde la feNº 158/25-lll-199928 ΑΩ

El lector puede ex-perimentar en el

silencio lo que el pa-dre José FernandoRey ha escuchadoen su interior, y queahora nos transmiteen el libro editadopor Cuadernos Pala-bra, y prologado porel cardenal Rouco.Un libro oportunopara estas fechas.

«La Palabra» desde la cruz

Johannes Vilar y Pla-nas de Farnés en-

foca el tema siempredifícil del dolor hu-mano, avanzandodesde la antropologíahacia un sentido másprofundo. El libro An-tropología del dolor,editado por Eunsa,puede dar luz a unmisterio que sólo seexplica desde Cristo.

El dolor en el hombre

Ediciones Encuen-tro presenta, en

Católico, aspectosdel Misterio, una re-flexión del gran teó-logo Hans Urs vonBalthasar sobre losrasgos distintivos delcatolicismo, frente aotras confesionescristianas. Un pe-queño libro verda-deramente grande.

Cristianos y católicos

Ediciones del Ortopublica el libro de

Alberto J. Lleonart ti-tulado Yugoslaviacontra Yugoslavia. Setrata de una colec-ción de apuntes queel autor ha ido to-mando desde que es-talló la guerra en1991, y que se enri-quecen con un serioanexo documental.

Yugoslavia, de actualidad

El padre paúl Do-mingo García ha-

ce, en El evangelio vi-vido por María (dito-rial La Milagrosa), unrepaso de todas lasescenas de los evan-gelios en las que apa-rece la Virgen María,añadiendo algunasde las advocacionesde la Virgen más uni-versales.

La vida de María

Carlos García Cor-tés presenta la

biografía del patronoy director del Hogarde Santa Margarita(Coruña) José Sardi-na Muiños. La perso-na y la época. El sa-cerdote y su obra enel centenario de sunacimiento. Lo editala Fundación Hogarde Santa Margarita.

Una vida entregada

Mauro Rubio Re-pullés, obispo

emérito de Salaman-ca, publica Mi me-moria (ed. Sercad.Tel. 923 210336), lahistoria de su vida depastor, que resumesu lema episcopal:Para edificar, no pa-ra destruir. La senci-llez es la característi-ca de estas páginas.

Historia de un pastor

Jesús Fernández-Ga-llardo y López rela-

ta, en Los conventostoledanos en 1936,sus azares y avatares,los testimonios dequienes conocieronde cerca la persecu-ción de religiosas que,en el verano del 36,tuvo lugar en esosconventos. La ediciónes del autor (Toledo).

Conventos toledanos

La Congregaciónde «Los Luises» de

Madrid, editado porDesclée De Brouwer,da título al libro deCarlos López Pego,con documentaciónde primera mano, so-bre el desarrollo his-tórico de esta Con-gregación marianauniversitaria, desdesus inicios.

«Los Luises»

En el año dedicadoa Dios Padre y

preparatorio al granJubileo, el cardenalCarlo Maria Martininos invita, inspiradoen la parábola del hi-jo pródigo, a reen-contrar el sentido dela filiación divina.Elretorno al Padre detodos ha sido edita-do por Verbo Divino.

Acogidos por el Padre

Ignacio Domínguezpublica, en Edibesa,

La fuerza de ser hijosde Dios. Un libro quedescubre la riquezateológica del prólogodel evangelio de sanJuan. El autor haceuna reflexión sobre laafirmación más im-portante para la vidadel hombre: Dios noshace hijos suyos.

Hombre y Dios

Entre los textos de-dicados a Dios Pa-

dre en este año pre-paratorio al gran Ju-bileo, Creer en DiosPadre, de Jesús Espe-ja (BAC), aporta unnuevo granito de are-na para desentrañarel gran misterio delamor de Dios mani-festado en la humani-dad del Hijo.

«Creo en Dios Padre»

LIBROS

Desde la fe Nº 158/25-lll-1999 29ΑΩ

Los detenidos, la droga y el alcoholismo, ladignidad de la persona, el progreso téc-

nico y científico, la familia, los ancianos, la vi-da, Europa, la guerra, el trabajo, la digni-dad de la mujer, la alegría, el sufrimiento, lamisericordia, el hombre y la verdad, el amory la cruz, la injusticia, el mal, la paz, los de-rechos del hombre... éstas son algunas delas palabras claves de estas páginas mara-villosas que acaba de editar PPC. Su autor,Juan Pablo II. Su título y su contenido Ora-ciones.

Hay, sin duda, mil modos diferentes deacercarse a Juan Pablo II, una de las perso-nalidades más fascinantes de nuestro tiem-po, si no la que más; pero indudablemente,la manera más certera de llegar a él, a su co-razón y a su mente privilegiada, a su alma, asu testimonio de vida y a su magisterio per-sonal y sacerdotal es hacerlo a través de laoración, en la que está todo el secreto y todoel misterio de su poderosísima personalidad.Ciertamente, estás ciento cuarenta y dos pá-ginas constituyen un singular acierto editorial.Juan Pablo II ha rezado estas oraciones enlas circunstancias más diversas: un viaje pas-toral, un encuentro con jóvenes, una cele-bración litúrgica... en todo momento, el mis-

mo hilo conductor: la oración única e ince-sante que la Iglesia universal dirige a Diospara darle gracias, para pedir su ayuda encualquier problema o situación de la vida,para reclamar su perdón.

Los dolores de la Virgen

El Viernes Santo celebraremos la muertedel Señor, veneraremos la cruz redento-

ra, proclamaremos el Evangelio de su dolo-rosa Pasión, recordaremos su Vía Crucis. Pe-ro también se puede celebrar el Vía Matris,contemplando en la cumbre del Calvario, jun-to a la cruz del Hijo, a la Madre dolorosa.

Al dolor de Cristo, que es el gran mártirdel Gólgota, se asocia el dolor de María, susufrimiento denso y agudo, que la constituyeya para siempre en la Reina de los mártires.Nadie como Ella ha podido exclamar: ¡Mirada ver si hay dolor semejante al mío!

La Virgen de la Pasión y del Calvarioes verdaderamente la dolorosa, la deso-lada, la mujer del gran dolor, la que hasido probada en la gran tribulación. Poreso la acompañamos en su soledad y laveneramos en sus angustias y la invocamosen su compasión.

Del mismo modo que decimos: Tanto amóDios al mundo, que entregó a su Hijo unigénito,podemos decir de la madre Virgen: de talmodo amó a los hombres, que no se separó delos tormentos y de la muerte de su Hijo.

Son conmovedoras e interpelantes lassiete estaciones de su Vía Matris, las sieteespadas invisibles, que llevó siempre cla-vadas en el corazón. Es verdad que en elcuerpo virginal de María no hubo des-garro de su carne, ni flagelación; ni la lan-za del soldado atravesó su costado, ni losclavos la cosieron a la cruz. Pero tambiénes verdad que la Virgen María estuvo cla-vada de pie, junto a la Cruz del Hijo, acep-tando para sí el martirio del Redentor. Poreso es corredentora. Los dolores de la re-dención se dan en el Hijo y en la Madre.Ese es el martirio de María, tormento demisericordia que desgarra en el amor.

La Hora de María es de honda pena, degran aflicción, de densa soledad, de infinito do-lor. La piedad de unos discípulos del Naza-reno escaló la Cruz y amorosamente bajó deella el cuerpo muerto de Jesús, el Hijo, que vi-no a caer como fruto sazonado y preciosoen el regazo de su afligida Madre. El cuerpomuerto de Jesús no podía tener mejor cata-falco para ser depositado que el regazo pu-rísimo de su Madre. ¿Quién no recuerda eneste momento esta escena interpelante en LaPiedad, de Miguel Ángel? El Jesús florecidocon sus besos de madre en Nazaret, es aho-ra un lirio tronchado en sus brazos virgina-les, junto a la Cruz desnuda que se recorta enel Calvario.

Contemplemos a la Madre del Señor, solaen su luto, sentada sobre su dolor, desampa-rada sin el Hijo y constituida desde ese mo-mento en Madre de todos los hombres.

AAnnddrrééss PPaarrddoo

PUNTO DE VISTALIBROS

Hace todavía muy pocas semanas, la Igle-sia celebró en Madrid una Misión Uni-

versitaria verdaderamente trascendental.Es muy posible que sus efectos sólo hayancomenzado a percibirse; pero la siembra deevangelio que esta Misión supuso y signifi-có dará su fruto gradualmente y en el «tiem-po oportuno».

Bien conscientes de ello, los responsa-bles de la Misión, la Delegación de Pasto-ral Universitaria, del Arzobispado de Ma-drid, acaban de editar las ponencias delCongreso universitario que tuvo lugar encoincidencia con la Misión Universitarialos días 20 y 21 de noviembre de 1998,bajo el título «Jesucristo: ¿mito, reliquia overdad?». Son páginas que servirán no só-lo para avivar en la memoria la riquezadoctrinal de aquel Congreso, sino comopunto claro de referencia para la necesa-ria pastoral en el mundo universitario.

Como muy bien dice en el prólogo aestas páginas el cardenal Rouco Varela,arzobispo de Madrid, El Congreso pusobien de manifiesto la insustituíble apor-tación que la Iglesia hace a la sociedadcuando proclama el Evangelio de Cristo,fuente inagotable de verdadero huma-nismo. Al reivindicar para la fe su com-ponente de racionalidad –en la mejor lí-nea de seguimiento de la última encíclica

de Juan Pablo II «Fides el ratio»– la Iglesiaseñala con acierto que la fe católica situaa todo hombre ante la opción de abrirseal horizonte último de la Verdad, sin ab-dicar por ello lo más mínimo de la razónque le distingue como ser libre y respon-sable, creado a imagen y semejanza deDios.

Jesucristo y la Universidad

Pasión por el hombre y la verdad

Desde la feNº 158/25-lll-199930 ΑΩ

Un buen convenio

Un convenio general de co-operación sobre enseñan-

za religiosa católica ha sido fir-mado por el cardenal arzobis-po de Madrid y el Presidentede la Comunidad Autónoma.Ambas partes manifiestan sucompromiso con el cumpli-miento del Acuerdo entre el Es-tado Español y la Santa Sedesobre Enseñanza y Asuntos Cul-turales de 1979 y con la Cons-titución Española de 1978, enlo que concierne a la formaciónreligiosa y moral. Expresan sudeseo de establecer cuanto seanecesario para promover la efec-tividad del derecho que corres-ponde a los padres de familia afin de que éstos puedan ejercer suderecho-deber de dar a sus hijosla educación que esté de acuerdocon sus propias convicciones.El Convenio señala los puntos cla-ves en materia tan básica comola enseñanza de la Religión. Suestatuto jurídico define las exi-gencias de un área equiparablea las demás asignaturas funda-mentales, con su peculiaridad deobligatoria en la oferta de los cen-tros, y voluntaria como opción delos alumnos: organización en loscentros, horario, actividades com-plementarias de formación y asis-tencia religiosa, textos escolarescon dictamen previo favorable dela Jerarquía eclesiástica. La aten-ción al profesorado queda estric-tamente definida: designación ynombramiento, titulación, situacióneconómica y relación laboral, in-corporación al claustro, formacióninicial, permanente y actualiza-da, etc... Contempla la existenciade profesores de Religión con fun-ción asesora técnica, y se aplicatambién a los Seminarios: su ca-rácter propio, su derecho espe-cífico plan de estudios, derechode sus alumnos a recibir becas deresidencia y transporte. Se reco-noce el derecho de los centros ca-tólicos para acogerse al régimende conciertos y al de becas y sub-venciones, según la legislación vi-gente, y la posibilidad de suscribirconvenios especiales para los cen-tros de educación infantil que atien-den a poblaciones marginados.Es un buen convenio.

MMaarrííaa RRoossaa ddee llaa CCiieerrvvaa

Solían lanzarse al ancho mundo, pellejo-so el zurrón y rezumante el caletre de

buenas o malejas historias que contar. Sobreun deslumbrante pollino –con panza y ancasde costra cuarteada–, las albardas con pocopan y pocas habas, y las viejas tablas de suretablo. Y pies para qué os quiero; pues pa-ra ir de una aldea a un villorrio, y para salira la carrera cuando el público hacía visajesde que no –y cuando la cosa está de que no,pues a otro sitio a contar nuestra historia–.

Eran ciegos o tuertos (falsos, y de ver-dad), cómicos de media legua, alumbradospor Dios o por la necesidad; eran los mae-ses Pedro de toda época, con su retablo de fi-gurillas o pinturejas que iban acercando sucuentico a la concurrencia. Retablos que nollevaban bajo sus cuarteles historiados la le-yenda diario independiente de la mañana. Na-die se oyó que la echara en falta.

Los había, entre esos maestrucos, muydiestros con el soniquete y la batuta, que es-tremecían no sólo a mocosos o mancebas–tiernas de natural– sino hasta a los más vie-jos, de vista y de mirada cansada. Y algunode estos profetas itinerantes valía para ce-bar el confesonario de penitentes, mejor aúnque los predicadores de campanillas que elpárroco se agenciaba por Cuaresma.

Todos, creo yo, más o menos hábiles, te-nían algo de pícaros, que sin santa picardíaes difícil lanzarse a los caminos de Dios. Erauna vía, de esas inescrutables, por la que unpicaruelo sin tonsura podía resultar útil alos designios de Dios, contando historias devillanos ruines y de doncellas deshonradas,de héroes y de santos, de mártires y de co-bardes. Todo, juntando la mayor gloria deDios y el deleite del auditorio. Además, doyfe, pasando buenos ratos con tan curioso ofi-

cio, pues no nos invitó Dios a vida sin con-suelo.

El maesillo está a la siembra, no siemprea la siega. El panuestrodecadadía era una aco-gida desigual: a días, los menos, la aclama-ción; y, a días, el murmullo ronco del aldea-no hacía plegar antes de hora y despedirsesin reverencia. Si no sabes torear, pues eso, aqué te metes.

A los juglarillos les llegaba el invierno, ytenían que buscarse un cobijo contra el cier-zo y la tormenta. Era un alto en la marcha, ensitio amigo, para mejor seguir trotando latemporada venidera.

A mí, novicio de juglaría, se me ha hechoinvierno en pleno abril; cosas que tiene estenegociado de los retablos. Tengo oído de al-gún cofrade que, cuando le llegó su inviernono quiso descansar, loco él, y siguió cantan-do su salmodia, exhausto. Desertado de pú-blico y de amistades, murió de tristura, sóloconsolado por su ángel de la guarda, cum-plidor, pero cabreado de tanta insolencia.Los de este mundo de los retablos caminan-tes tenemos un ángel de la guarda muy so-lícito, pero que no lleva bien las desobe-diencias. A mí mi ángel me ha dado con suala en la mollera, y ya lo conozco bien, séque es hora de dar descanso a la alpargata, y–rapidito– de recoger las tablas de mi reta-blo.

En el invierno hay capítulo de nuestraorden de juglares. Capítulo de faltas: Cuan-do hayáis hecho todo lo que tenéis que hacer, de-cid: «Siervos inútiles somos». Me toca a mí:Quise hacer lo que debía, soy un siervo inútil.

Con Dios, amigos. Él sabe en qué plazanos volveremos a ver.

José Antonio Ullate Fabo

PUNTO DE VISTA

«La conversión no es algo que hayamos que arrancar a Dios. Lo está dese-ando ardientemente. El volved de la palabra de Dios no es volver atrás sinoretomar el camino para ir deprisa y más lejos avanzando en nuestra autén-tica realización. Renunciar a un esfuerzo moral porque me conozco, es un tris-te error. Podemos, con la ayuda de Dios, llegar a aquello para lo que estamoshechos».

GENTES

RICARD Mª CARLES, ARZOBISPO DE BARCELONA

«Negociar es mucho más difícil que luchar con las armas. Si Dios quiere, ve-remos una Irlanda unida, porque la lógica económica, social y política estáencaminada hacia la constitución de una sola región. Eso ocurrirá dentro de20 o 25 años».

GERRY ADAMS, LÍDER DEL «SINN FEIN»

EL

RETA

BLILLO

El invierno del retablillo

Desde la fe Nº 158/25-lll-1999 31ΑΩ

En esta vida quedan pocas cosas genuinas: contemplar elespectáculo de un niño sorprendido con un regalo ini-

maginable en el día de su cumpleaños, aprender de la pa-ciencia eterna de las madres, o ver a un cineasta italianoentusiasmado, más aún, enloquecido por un merecido re-conocimiento a su trabajo. Es lo que le ha ocurrido a RobertoBenigni tras llevarse tres premios por La vida es bella, el Os-car a la mejor película de habla no inglesa , el Oscar al me-jor actor y el Oscar a la mejor banda sonora de drama.

Una vez más, la fiesta de los Oscars se ha transformadoen una megalómana reunión familiar, en la que a WoopiGoldberg le salen los chistes con el mismo énfasis que a unhermano pequeño en la cocina de su casa, y los premia-dos siempre acaban por repasar el árbol genealógico y lle-gan a retrotraerse hasta la 5ª generación anterior. Pero eshermoso escuchar las confidencias públicas que hacen losgalardonados, porque todas hacen alusión a la familia. Ste-ven Spielberg pidió perdón públicamente a su mujer, tras re-coger la estatuilla al mejor director, y le dio las gracias por ha-ber soportado todas sus neuras durante el rodaje de Sal-var al soldado Ryan. La mejor actriz, la impronunciableGwyneth Paltrow, no se dejó ni al canario en la lista de

agradecimientos, y lloró como una Magdalena mientras re-pasaba las fotos de familia.

Dejando aparte el polémico homenaje a Elia Kazan (noera el momento de hacer un juicio público al maestro in-discutible de obras como La ley del silencio o Al este delEdén), la noche no fue de Shakespeare enamorado, a pesarde su estatuilla como mejor película, sino de La vida es be-lla. El entrañable Roberto Benigni agradeció a sus padres elhaberle entregado la pobreza. Aquello no sonó a bouta-de, a la típica gracia de un cómico de salón que quiere po-ner su pica en patria ajena, sino que fue toda una decla-ración de principios en la mismísima Hollywood, en el ojo delhuracán de sueños y dineros. En una ceremonia donde lainigualable Geena Davies se embolsaba dos millones dedólares sólo por atender a las estrellas que desfilaban por lapasarela antes de la gala, Benigni dejó claro que el buen ha-cer no depende de la faltriquera, sino de la sensibilidad y deuna determinada manera de mirar al mundo, por muchoque diera la impresión de un Paco Martínez Soria delirante,perdido en la gran ciudad.

Javier Alonso SandoicaTELEV

ISIÓ

N

El señor arzobispo de Valencia ya se ha encargadode puntualizar y desmentir las tergiversaciones evi-dentes que, una vez más, y siempre provenientes delos mismos sitios, se han hecho fundamentalmente enEl Mundo, de Valencia, y en El País, a propósito de sucarta dominical titulada ¡Solidaridad y responsabilidad!Para que no puedan tener la excusa del desconoci-miento, repitamos una vez más que no se trataba deuna carta pastoral, ni tampoco sobre la mujer ama de ca-sa, como malévolamente han malinformado. Se tratade su habitual exhortación dominical, dedicada, la se-mana pasada, al acuciante problema de la solidaridady responsabilidad social. En ese contexto –y no fuerade él–, monseñor García Gasco señala que la labor de lamujer ama de casa es ejemplar; que es un verdaderoejemplo del auténtico servicio a los demás. Si eso esmachismo, venga Dios y lo vea. Decir cosas que el ar-zobispo de Valencia no dice, sacar lo que dice de sucontexto y tergiversar su pensamiento es intolerablesiempre, y mucho más en periódicos que se pretendenserios. Escribir un editorial, como ha hecho El País, so-bre la base de esas tergiversaciones, con frases entre-comilladas que no están en la carta, denota una faltatal de profesionalidad, que avergüenza a los profesio-nales. Para el incalificable editorialista –¿se puede es-cribir un editorial por rumores, sin leer lo que se criti-ca?–, los argumentos de monseñor García Gasco sólosirven para alejar más a la Iglesia católica de los ciudadanosordinarios. Obviamente no es verdad, y la mejor pruebade ello es que él necesita escribir un editorial. Si los ar-gumentos del arzobispo sólo sirven para eso, ¿a quéviene preocuparse tanto, y nada menos que en un edi-torial? ¿No será que el arzobispo ha dado donde duele?Por cierto, al partido político que le recomendaba vol-ver a la caverna, ya le ha dicho el arzobispo que gra-cias, pero que no, que no deseaba estar con él en ese lugar.

A Eduardo Haro Tecglen la afirmación del cardenalCarles, arzobispo de Barcelona, de que una cosa es la rea-lidad y otra la verdad le parece bárbara. No explica por qué,ya que si se mete a querer explicarlo, lo más seguro es

que acabe convencido de que el cardenal Carles tienerazón. Eso ocurre cuando no se quiere uno convencerde que la verdad (la que es, no la que a mí me parece) eslo único que hace libre al ser humano, y cuando a uno to-do le da igual, porque cree que todo vale igual; pero esevidente y no necesita demostración alguna que, si todovale igual y da lo mismo, pues entonces nada vale nada.Pero, claro, eso no es así y no es verdad. Tres cuartos delo mismo les viene ocurriendo a columnistas como Um-bral, que últimamente se dedica a tratar de insultar yde descalificar, infructuosamente, a Juan Pablo II, lla-mándole el Papa- boutique, con lo que, lógicamente, loque está consiguiendo es convertirse en el hazmerreír dela gente sensata normal y corriente. Y no digamos nadaun tal Ricardo Cantalapiedra, que escribe –es un decir–en El País considerándose a sí mismo hombre de letras,pero en primavera me transformo en hombre de letrinas. Siél mismo lo reconoce.... Son cosas que abochornan, pormucho que los que están en la pomada las considerenmuy progres y muy liberales, y muy modernas: como lapelícula esa, titulada Muertos de risa, que el crítico de ci-ne de ABC ha fulminado certeramente titulando su crí-tica Sólo muertos.

Fernando Savater, catedrático de Filosofía de la Uni-versidad Complutense, escribe en El País un artículo ti-tulado Alternativa pendiente, en el que arremete contra elproyecto de elemental y mínima normalización de laclase de Religión en nuestro sistema docente. A Sava-ter le subleva y le parece a todas luces escandalosamenteantiliberal que el derecho a recibir la formación religiosa li-bremente elegida deba ser costeado por el Estado y no por losfeligreses. Bueno, pues ¿qué le parecería que a los demásnos sublevara que la docencia de la Filosofía que él en-seña, o qué sé yo, de las Matemáticas, la tuvieran que pa-gar los feligreses de la filosofía y las matemáticas? Y,por favor, ¿quiere enterarse de una vez de que la ense-ñanza de la Religión católica la piden para sus hijos no-venta de cada cien padres españoles?

Gonzalo de Berceo NO

ES

VER

DA

DUn italiano pobre en la Corte de Midas